Identidad
en Facebook
Consigna 8
Cátedra: Piscitelli
En una primera impresión, se podría decir que construir Identidad en Facebook no sería
lo mismo que construir identidad en el mundo real, pero el avance de la sociedad y su
convivencia con nuevos formatos en la era de Internet, ponen en duda esta afirmación.
El avance de nuevas plataformas en el entorno virtual de Internet, modificaron
profundamente las interrelaciones que se dan entre las personas dentro de estos
entornos. A principios de los 90’ los Muds permitían una participación anónima, o sea,
que cada uno a través de su avatar, o de un personaje creado específicamente para esa
plataforma, comenzaba a relacionarse con gente que compartiera esta misma
plataforma, y que estuviera limitada a su vez, por esta misma. Estos tipo de relaciones,
como hemos visto en otros trabajaos, permitían la posibilidad de reinventarse. De
aparentar algo diferente de lo que somos, cambiar de máscara. Esas máscaras que
Goffman interpreta como la forma en que nosotros queremos mostrarnos hacia los
demás. Así podríamos decir, que las relaciones que se daban eran puramente virtuales,
ya que no estaban ancladas en algo que tuviera que ver con lo real, con la vida real, la
vida “offline”. No había necesariamente, un nombre real, apellido real, dirección, edad,
sexo, etc; todo se resumía en un username o nickname. A diferencia de esto, Facebook,
si esta “basado en hechos reales”, al menos en su gran mayoría. Sí necesitamos de un
nombre y un apellido, y estos, son los nuestros. De las estadísticas analizadas, se pudo
comprobar que solo un 10 % de los usuarios no usa su nombre o sus apellidos
verdaderos. Pero los Muds eran de alguna forma el comienzo de algo más grande. Ya en
estos entornos se podía llegar a divisar cuál era una de las características que iban a
hacer de Internet un lugar seguro, sin vergüenza, donde las personas “podían ser lo que
ellas quisieran”. Este es a nuestro parecer una de las causas que nos deja entender el
porqué del rápido avance de todos estos programas, o plataformas, que le permiten a
uno: “Convertirse en lo que anhelamos”.
Como aclaramos anteriormente, los Muds eran entornos anónimos, pero la plataforma
de Facebook corresponde a un entorno no anónimo, porque ya se trabaja con
información real, con un nombre real, datos reales, comprobables, datos que pertenecen
al mundo real. Ahora bien, en cuanto a la construcción de una identidad el problema es
otro. En los Muds, podríamos decir, que lo que se construía no era una identidad, sino
un perfil. Al no estar anclado en datos reales, nuestra identidad, no se veía modificada,
no podía ser alterada, ya que estábamos en un entorno puramente virtual, donde lo que
yo hiciera no tenía repercusiones en mi vida fuera de la red. Pero con Facebook, la cosa
cambia. Y esto es porque las plataformas cambiaron, los “términos y condiciones” son
otros. Y también la exposición es otra. Creemos que en Facebook tampoco se podría
hablar de identidad en cuanto a su conformación o modificaron plena, sino mas bien de
perfiles, como en los Muds, pero a diferencia de éstos, aquí el perfil que uno crea o
expone se vería atravesado de una forma distinta. Este perfil, sí esta anclado en la vida
real, por lo tanto lo que hagamos con él, también va a estar en contacto con
consecuencias en la vida real. Lo que se pudo observar es que a pesar de esto, seguimos
estando en un mundo virtual, por lo tanto las consecuencias de las interacciones dentro
de la plataforma de Facebook, no van a ser tan graves como en la vida real. Como antes
mencionamos, el logro de muchos de estos entornos como Facebook, es que nos
permiten obtener la ilusión de que estamos creando una nueva imagen nuestra, “la gente
nos va a conocer de otra forma”, o “van a conocer una parte mía que no me atrevía a
mostrar”, “creamos otra Identidad”. Así los usuarios terminan jugando este juego de “te
muestro y no te muestro, lo que yo quiero”, creando entonces una ilusión de una nueva
identidad, según nosotros, un nuevo perfil.
Las redes sociales poseen principios propios, los cuales permiten o restringen ciertas
prácticas dentro de ellas. Estos principios o códigos son los que reglamentan, en muchos
casos por inclusión y exclusión, cuales son las formas de interacción con el entorno y
con los demás usuarios. Según Lawrence Lessig esto es lo que determina quien se verá
favorecido y quien no en el intercambio dentro de estas comunidades.
Partiendo de esta premisa se observa que Facebook es una red que, desde su estructura,
permite el intercambio y la participación entre los usuarios de diversas maneras: fotos,
videos, notas, creación de espacios como los grupos. Pero esta es una red de código
semi cerrado, en la cual se regulan los usos y se induce a determinadas prácticas.
Plantea un mundo virtual en donde gobierna lo positivo, donde se borran los aspectos
negativos y donde sus miembros solo pueden abstenerse de participar de un grupo, un
foro o de comentar una publicación para mostrar su desaprobación. Donde no existe
posibilidad de hacer una valoración negativa a cerca de aquello con lo que está en
desacuerdo. La inexistencia de una etiqueta “no me gusta”, en contraposición al “me
gusta”, es el ejemplo más claro de este posicionamiento de Facebook hacia la
eliminación total de la confrontación.
Otra política implícita en esta red social es el predominio de lo visual. Cada nombre de
usuario debe ir acompañado de una imagen, los usuarios etiquetados en fotos por sus
contactos pueden eliminar esas etiquetas, pero no pueden borrar las fotos, cada acción
realizada por los miembros de la red es publicada en el muro de sus contactos junto con
su foto de perfil. En todas estas acciones se favorece la inclusión extensiva de imágenes,
ya que no es necesario eliminar fotos anteriores para crear un nuevo álbum. Todas estas
“posibilidades”, sumadas a la preferencia del publico por utilizar lo visual por sobre lo
textual transforman a Facebook en una gigantesca galería fotográfica, donde los textos
y opiniones son solo un complemento.
Por otro lado, ésta arquitectura que Facebook mantiene permitió crear, según Bj Fogg,
un nuevo fenómeno: la Persuasión Interpersonal Masiva. Este autor aclara, de todas
formas, que no es la tecnología, en este momento Facebook, la que permite las MIP,
sino que puede darse de otras formas. Lo que Facebook hizo, fue agrupar las seis
características principales de la Persuasión Interpersonal Masiva.
Esta plataforma deja el espacio libre para que nuevas formas de persuasión se
produzcan y puedan cambiar actitudes a través de experiencias, a la vez que esto sea
transmitido de un amigo a otro, de un conocido a otro, lo cual, genera un proceso viral
que permite que esta experiencia alcance a millones de persones en cuestión de unas
horas o minutos. Todo esto, pudiendo ser comprobado tanto por el actor, el usuario en
este caso, como por el creador de esa experiencia que tiene por finalidad persuadir.
Ejes en común
1- Aunque la existencia de un individuo en Facebook se inicie con la creación de su
cuenta, su identidad “identificatoria” (valga la redundancia para subrayar una propiedad
que no es inmediata, pero deviene en la construcción) como un elemento singular entre
tantos usuarios / amigos parece ser únicamente fehaciente mediante la actividad al
interior de la plataforma.
Los treinta perfiles relevados para la investigación lanzaron afirmaciones contundentes
sobre el promedio de actividad: apenas una mínima porción de los usuarios no utiliza
FB diariamente, el resto (70% aproximadamente) realiza actividades todos los días; esto
nos permite establecer un patrón de referencia. Estamos ante una particularidad que
recorre a cada uno de los usuarios que desee construir una Identidad en FB, ya que las
posibilidades de una existencia relevante (distintiva) entre sus “amigos” se incrementan
mediante la actividad en la plataforma.
2- Al crear una cuenta, el futuro usuario se encuentra ante un formulario que guarda su
información personal (Información Básica, de Contacto, Formación y Empleo). No se
trata de un requisito normativo, de hecho, la mayoría de los ítems por llenar son
optativos y pueden ser modificados cuando el usuario así lo requiera. Sin embargo, los
usuarios (en referencia al 60% y los restantes 40% que se limitan al nombre, sexo, fecha
de nacimiento, ciudad y mail) vuelcan sobre el formulario datos específicos y -en su
gran mayoría- reales, adscribiendo al espacio virtual vínculos directos con los
escenarios de interacción social propios del mundo real, quizás buscando crear la
verosimilitud necesaria para una identidad que puede preverse apócrifa o de fantasía.
Es posible encontrar otros ejes en común, pero creemos que a partir de esta triada se
puede establecer un tipo de perfil, una aproximación a una identidad colectiva, genérica
y unificadora. El usuario de FB sería: Activo, Identitariamente Real y Socialmente Real;
características que tienen un rebote directo sobre la identidad individual de FB.
a- Usuarios
Apenas una pequeña porción (20%) de los usuarios relevados aprovechan las
posibilidades de la plataforma, los Usuarios Activos: adscriben a los puntos de la triada,
son activos en cuanto al uso de las aplicaciones y no se limitan a un tipo, su actividad
promueve la participación de sus “amigos”. Además, es necesario apuntar que la mayor
parte de su actividad esta concentrada en la publicación de enlaces (noticias, videos,
blogs, etc) y la actualización de su “estado” (“que estas pensando”), lo cual tiene
repercusiones inmediatas por parte de sus “amigos” y una consecuente respuesta del
Usuario Activo, creando así un dialogo en base a Comentarios y Me Gusta. Este tipo de
usuario participa de igual forma en otras publicaciones.
El Usuario Activo extiende su interacción con el colectivo de usuarios / amigos
mediante la Etiqueta, la cual permite incluirlos en sus álbumes personales o ser incluido
en otros. Podríamos referirnos a esta acción como la incorporación de otros a sus relatos
personales (que antes señalamos remitían a lo verídico), a la vida social fuera de FB, y
quizás también funcione para reafirmar una amistad que en primera instancia parece
virtual pero que el relato en imágenes constata como cierta.
Por ultimo, participa en Grupos y es Fan de innumerables paginas (objetos, artistas, etc),
lo que también dispara la participación del colectivo (en su participación o a través
Comentarios). Esto remite directamente a la construcción de su Identidad en relación al
consumo de bienes culturales, comerciales, etc; que permiten establecer una perspectiva
sobre su historia (en particular el consumo de objetos que remiten a la infancia de los
usuarios) y sobre sus intereses actuales.
En resumen, el Usuario Activo instala un modo de utilizar la plataforma que es imitado
por los usuarios / amigos.
Existe otro colectivo de usuarios (40%) que utilizan la plataforma en: aplicaciones que
remiten a un uso individual y autoreferencial, de modo que no involucran la
participación ni despiertan el interés de otros (por ejemplo: galleta de la fortuna y
“descubre la palabra que te define, según tu signo”), la referencia también se extiende a
los juegos que tienen su propia interacción e interés al interior de sus respectivas
plataformas (por ejemplo: Mafia Wars y Farm Ville) pero publican sus actualizaciones
en el Muro. Además, dedican gran parte de su actividad en FB a “subir fotos” y “hacer
amigos”*.
(*)Un comentario sobre “hacer amigos”: todos los usuarios analizados suman amigos
con frecuencia (el promedio quizás nos de: 5/8 amigos nuevos por semana), lo cual
también puede adscribirse al ser Activo.
Coincidentemente, este segmento hace pública una gran cantidad de fotos pero son
etiquetados en una ínfima porción de ellas, a pesar de su gran cantidad de amigos en
constante ascenso. Su actividad parece resumirse a la utilización de la plataforma como
entretenimiento y no como un vínculo colectivo que se construye en la interacción.
Palabras finales
Creemos que no seria posible establecer una identidad unificadora, si bien existen
factores en común, hay muchos otros que ramifican los intereses y usos de la
plataforma. FB proporciona la oportunidad de tener Una Identidad no necesariamente
vinculada al colectivo. Entonces, surgen preguntas sobre FB como red social y nuestra
identidad como usuarios. Los datos observados nos hablan de un individuo que observa
el movimiento (masivo, por la gran cantidad de amigos) pero se refugia en si mismo, en
lo que conoce y confía, encapsulado en una actitud conservadora (40% + 10%); por otro
lado, nos muestra otro individuo (20% + 30%) atento al colectivo y capaz de
interactuar. ¿Deberíamos pensarlo como una dicotomía?