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El cuerpo es un complejo sígnico dotado de numerosas variables comunicativas y expresivas de valores que permean toda la acción del hombre. En cierto modo, el cuerpo es nuestro capital simbólico mínimo.
El cuerpo es un complejo sígnico dotado de numerosas variables comunicativas y expresivas de valores que permean toda la acción del hombre. En cierto modo, el cuerpo es nuestro capital simbólico mínimo.
El cuerpo es un complejo sígnico dotado de numerosas variables comunicativas y expresivas de valores que permean toda la acción del hombre. En cierto modo, el cuerpo es nuestro capital simbólico mínimo.
J os Enrique Finol * El cuerpo es un complejo sgnico, dotado de numerosas variables comunicativas y expresivas de valores que permean toda la accin del hom- bre. En cierto modo, el cuerpo es nuestro capital simblico mnimo: con l nacemos, aparecemos ante el mundo y decimos, antes que cualquier otro mensaje, que estamos ah, que somos, que existi- mos. Luego vendrn sucesivas ampliaciones de la signicidad inicial con la que se nace: tendremos un nombre, haremos unos gestos, emitiremos unos balbuceos, nos vestirn de determinada ma- nera hasta llegar a las intervenciones, internas y externas, que modifcarn el funcionamiento de nuestro cuerpo, su apariencia, la manera cmo se- remos percibidos y la manera como nos auto per- cibimos. El cuerpo es, pues, nuestra carta de pre- sentacin pero tambin es nuestra identifcacin como ser en el mundo. Como signo, el cuerpo tiene una dimensin sintctica, una dimensin semntica y una dimen- sin pragmtica. En cuanto a la primera, el cuerpo es en s mismo un sintagma, en el que se articulan rganos fsiolgicos internos (corazn, pulmones, etc.) y componentes externos (brazos, piernas, ca- beza, etc.), que tienen connotaciones especfcas y que son capaces de articular mltiples signifcados relacionados con poses, posiciones y movimientos, los que a su vez se articulan al espacio y al tiempo. Pero adems de ser un sintagma en s mismo, el cuerpo entra en relacin/combinacin con otros cuerpos, con los que establece relaciones de unin (sexo), oposicin (conficto) o complementariedad (danza, juegos, etc.). Como he dicho, el cuerpo est dotado de su propia morfologa y de su parti- cular imagen, de sus propios olores y texturas, de sus sabores y sonidos, de sus colores y densidades, de su propia historia y de su especfca memoria, capaz, fnalmente, de construir su particular sin- taxis con otros cuerpos 1 . Desde el punto de vista semntico, el cuer- po es un activo connotador que crea, organiza y transmite continuos mensajes que van desde lo meramente pragmtico, a lo esttico y simblico. Las signifcaciones corporales no slo est deter- minadas por su morfologa y por los diversos sis- temas semio-fsiolgicos que lo constituyen (color y textura de la piel, olores, movimientos y posicio- nes), sino tambin por los sistemas de signos que se le aaden (vestimenta, maquillaje, perfumes, etc.). Finalmente, desde el punto de vista prag- mtico, el cuerpo ocupa una posicin bi-valente pues al mismo tiempo que tiene una relacin con el ser que usa su cuerpo y que al desdoblarse lo ve como un instrumento, tambin es un signo- objeto que el otro ve, observa, utiliza; un objeto- * Licenciado en Letras. Doctor en Ciencias de la Informacin y de la Comunicacin. Post doctorado en Semitica y Antropologa. Ha sido Presidente de la Federacin Latinoamericana de Semitica y de la Asociacin Venezolana de Semitica. Miembro del Comit Ejecutivo de la Asociacin Internacional de Semitica (IASS - AIS) y Presidente de la Fundacin Museo de Arte Contemporneo del Zulia. 1 Finol, J. (2008). Discurso, Isotopa y neo-Narcisismo: Contribucin a una Semitica del cuerpo. Telos, Vol. 10, No. 3: 383-402. Enl@ce: Revista Venezolana de Informacin, Tecnologa y Conocimiento Ao 6: No. 1, Enero-Abril 2009, pp. 115-131 129 signo que encarna la otredad que al signifcarlo lo limita y lo constrie. Ahora bien, qu ocurre cuando ese signo- objeto que es el cuerpo es copiado y reproducido? Qu ocurre cuando el cuerpo, cuya vocacin na- tural es la muerte y la descomposicin, es trans- formado y conservado, tal como ocurre en la ex- posicin Bodies Revealed? Ciertamente, cuando el cuerpo es sacado de su dimensin natural para convertirlo en representacin artifcial, in- tervienen unas nuevas dimensiones semiticas. Por un lado, se alteran las relaciones sintcticas, semnticas y pragmticas, pues el signo-objeto deviene artifcializado, mero objeto material, lo que modifca sus relaciones con los otros cuerpos naturales y, por el otro, desaparece la nocin de auto percepcin, pues tales cuerpos, conservados gracias a un proceso qumico de polimerizacin, carecen de conciencia para-s-mismos. Pero hay, adems, otra dimensin que en- riquece las signifcaciones de quienes interactan con estos cuerpos humanos polimerizados. En efecto, cuando vimos la exposicin en Buenos Ai- res, Argentina, en 2007, mucho del asombro parti- cular de los asistentes y de los propios medios que researon la exposicin vena ms de la posibilidad de relacionarse con catorce seres humanos reales, muertos, que de la detallada presentacin de rga- nos y estructuras corporales. Se trata, pues, de una experiencia semitica nueva, en la que el cuerpo adquiere la signifcacin de lo que ste es pero sin la vida, es decir sin el funcionamiento normal de los rganos, sin el movimiento, es decir, sin ese compo- nente semntico fundamental del cuerpo: la vida. Como afrmaba Merleau-Ponty, nuestro cuerpo es un conjunto de signifcaciones vividas 2
o, como alegaba Martin-Juchat, el cuerpo est en el origen de nuestra capacidad de semiotizar el mundo 3 ; en consecuencia, el cuerpo cumple un papel pivotal en la constitucin y funcionamiento de la cultura: desde l y en torno a l gira la ac- cin humana y, aunque a veces en el camino sus conexiones con las estructuras socio-culturales se opacan, siempre, de un modo u otro, sus signifca- ciones, su simbolizacin, sus valores la marcan. Lo Bello y lo Bueno Csimo Mandrillo* Qu es lo que produce, al menos en m, un inmediato rechazo de esta exposicin que parece que ya recorra el mundo cuando ni siquiera sos- pechbamos su existencia? Seguramente, antes que cualquier otra consideracin, lo bsico, casi rastrero, de los argumentos utilizados para ma- tizar su carcter comercial. Pero, salta a la vista, el comercio no es delito. Muchas otras empresas pueden no agradarnos sin producir esta especie de asco que, repito, en mi caso, se genera frente a la sola existencia de Bodies. Enl@ce: Revista Venezolana de Informacin, Tecnologa y Conocimiento Ao 6: No. 1, Enero-Abril 2009, pp. 115-131 2 Merlau, M. (2003[1945]). Phnomenologie de la perception. Paris: Gallimard. 3 Martin, F. (2001). Anthropologie du corps communicant. tat de lart des recherches sur la communication corporelle. En Mdia- tion & Information. Anthropologie et Communication, No. 15 : 55-66. * Licenciado en Letras. Doctor en Letras. Poeta. Profesor Emrito de la Universidad del Zulia.