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Vivir con Sensibilidad Química Múltiple

Friday, June 20, 2008


By: Por Elisabeth Deffner Traducido por Cathy van Riel

FMOnline, vol. 8, no. 6

¿Las tarjetas perfumadas en las revistas hacen llorar sus ojos? ¿Los humos del
gasoil le dan nauseas? ¿El ambientador le causa dolor de cabeza?

Aunque puede que muchas personas encuentren irritantes o desagradables los


olores fuertes, para algunas personas con fibromialgia, las reacciones pueden
llegar a ser extremas; sus reacciones son severas y pueden incluso parecerse a
reacciones alérgicas—la nariz mocea, dolor de cabeza, molestias en la garganta,
etc. Algunas personas reaccionan incluso más violentamente: una mujer que vive
fuera de los EEUU ha desarrollado asma como resultado de sus sensibilidades; a
veces los olores son tan fuertes que pierde la conciencia; y su piel ha tenido
ampollas como resultado de la interacción con varias sustancias.

Estas personas tienen sensibilidad química múltiple (a veces también se llama


daño químico, enfermedad ambiental o múltiples alergias).

Como la fibromialgia, la SQM es un desorden que puede ser difícil de


diagnosticar—de hecho, muchos de sus síntomas, como la fatiga, dolor muscular,
nausea, diarrea y dolor de cabeza, también pueden ser síntomas de fibromialgia.
Pero no es un problema raro. Según Alison Johnson, presidenta de la Chemical
Sensitivity Foundation, un estudio de 2004 sobre la prevalencia nacional
publicada en Archives of Environmental Health informó que 2.5 % de los que
respondieron a la encuesta dijeron que habían sido diagnosticado con SQM. “Este
resultado sugiere que más de siete millones de Americanos pueden estar
sufriendo de sensibilidad química múltiple” añade Johnson.

Muchas personas con FM también son muy sensibles a otras experiencias


sensoriales como los sonidos. De hecho, un estudio publicado en el ejemplar de
febrero del Journal of Pain encontró que la gente con FM “mostraba una
sensibilidad significativamente mayor a todos los niveles de estimulación
auditiva,” concluyeron los investigadores que son de la Universidad de Michigan,
del Ann Arbor’s Chronic Pain and Fatigue Research Center y Departamento de
Medicina Física y Rehabilitación.

“La sensibilidad muscular es la característica clave de la FM, pero los hallazgos


de este y otros estudios sugieren que las personas con FM muestran sensibilidad a
un número de estímulos sensoriales” añaden. “Estos hallazgos sugieren que la
FM se asocia con un aumento global del sistema nervioso central de la
información sensorial. Estos hallazgos también pueden ayudar a explicar porque
las personas con FM muestran una cantidad de síntomas físicos comorbosos
aparte del dolor.”

Entonces, ¿cómo pueden manejar los pacientes con FM sus sensibilidades y


síntomas de la FM cuando, en cualquier momento, se pueden ver arrollados por el
rugido de un avión, perfumes y lociones para el afeitado en un ascensor cerrado o
de una sobredosis de un detergente de lavandería? Aquí encontrarán unas ideas.

Utilice Herramientas Simples


Leslie Schmidt descubrió hace unos 25 años los tapones de silicona para los oídos
de Mack. Se acuerda: “Estaba preocupada que no iba a escuchar las cosas
importantes pero me di cuenta que bloqueaba todos los pequeños sonidos
molestos que no me dejaban dormir bien, pero sí oía llorar a mi hijo cuando era
un bebé.” ¡Incluso bloqueaba el ruido de los ronquidos de su esposo!

De la misma manera aprendió que la careta para los ojos le ayudó a bloquear la
luz cuando su esposo abrió la puerta del dormitorio. “Mi favoritos fueron los de
Magellan porque tienen el fondo negro, una goma elástica confortable, una copa
para los ojos con molde para que los ojos se puedan mover y porque los hay con
frente negra, azul, lavanda y turquesa para que me pueda sentir femenina
mientras duerma,” dice. “Son ideales para una siesta y me permiten dormir más
tiempo cuando el sol se levanta antes.”

Sus herramientas le ayudan incluso en una habitación de hotel y en los coches


cuando va de pasajera en un viaje largo.

Otras herramientas se puede usar fuera de la casa. Kimberly Barnickel lleva una
mascarilla sobre su boca cuando está cerca de pinturas o ambientadores.

Evita el Problema
Es duro de evitar los olores embriagadores y los ruidos altos cuando estás en el
mundo—pero en tu propia casa puedes erradicar muchas de las sustancias y
sonidos que causan que reacciones negativamente.

Por ejemplo, piénselo bien cuando compra productos que utilices en su propia
persona: jabón, champú, cremas y maquillaje. Barnickel, por ejemplo, utiliza
jabón Ivory porque tiene menos olor que otros muchos jabones.

No puede controlar los que pasean por la calle—pero si puede controlar adonde
va. Kay Jake de Port Orchard, Wash, evita cierto tipo de tiendas porque sabe que
los productos dentro probablemente agiten sus sensibilidades. Esto incluye
tiendas de neumáticos, supermercados de bricolaje (o al menos el área de madera
de estas tiendas) y boutiques que venden lociones corporales. También evita las
tiendas de ropa y camas en los grandes almacenes por los tintes en las telas.

De la misma manera Kat Foote limpia sus sábanas y ropa dos veces cuando lava
—y utiliza jabón sin perfume. No utiliza suavizante o blanqueador.

Utilice Cosas Naturales


Susan Sheets de Doylestown, Ohio, utiliza productos con olor a naranja porque le
irritan mucho menos que los con otros perfumes. También compra pañuelos sin
perfume y tiene un aspirador con agua para limpiar el suelo.
Tenga también cuidado con su dieta. Los alimentos procesados pueden contener
aditivos que agitan sus síntomas.

Bloquear las Alteraciones


¿Los ruidos repentinos alteran su sueño? Bloquéelos con otros sonidos más
suaves. Una paciente recomendó un ventilador de suelo (cuidado, no obstante;
para ciertas personas con sensibilidades extremas la sensación de una corriente
generada por un ventilador puede ser irritante). También puede comprar una
máquina de “sonido blanco” que emite sonido como agua corriente, olas que
rompen en la orilla o viento en las ramas de los árboles.

Foote tiene su iPod con música suave cuando está en un sitio ruidoso o cuando
intenta dormirse.

Para mucha gente las luces fluorescentes son muy molestas—la misma luz
molesta sus ojos y el ruido sus oídos. En muchos edificios de oficinas las luces
fluorescentes son inevitables—pero esto no significa que no puede arreglárselas
con ellas como hizo William Buton de Haines City, Fla. “Pedí y recibí permiso
para desconectar los cuatro que estaban al lado de mi oficina,” dice.

Peggy Wilkins ha desarrollado un régimen de comportamientos que le ayudan a


manejar las reacciones al input sensorial. “He hecho cursillos de bio-feedback,
meditación y modificación de comportamiento” dice. “Funciona, pero tengo que
practicar regularmente porque cuando la sensibilidad me pilla desprevenida tengo
que tener los medios para encontrar la calma y desensibilizar.”

“Tengo que dejar mis zapatos nuevos en el garaje durante un tiempo hasta que se
aireen las suelas de goma” dice Becky Miller de Canal Winchester, Ohio. “Lo
mismo con alfombras nuevas, cortinas de la ducha o cualquier cosa que tenga
mucha goma o un componente de látex.”

Hablar las Cosas


Las personas en su vida tendrán problemas para comprender exactamente qué le
pasa (al no ser que ellas también tengan sensibilidades químicas)—¡pero será
imposible que le comprendan si no les hable al respecto!

“La gente en mi iglesia ha sido tan considerada” dice Sheets. “Se echan hacía
atrás y me lo dicen si llevan perfume para que no les abrace.”

Puede ser difícil abordar el sujeto, pero Miller ha perfeccionado su “numerito.”


“He aprendido a decir amablemente a la gente, ‘Me encanta la colonia que lleva.
Huele muy bien, pero para mí, ya que soy especialmente sensible a las esencias,
es abrumadora y literalmente me hace enfermar. ¿Le importaría no llevarla
cuando volvamos a salir juntas?’
“En el trabajo me tuve que enfrontar con esto cuando la gente quería tener
platitos con potpourri o pequeños potitos con esencias en sus cubículos”
continúa. “Nada más encender uno de ellos me vuelvo loca estornudando.
Encuentro la persona y digo ‘Disculpa, pero no puedo en absoluto vivir con esto a
mi alrededor. Tengo una extrema sensibilidad a esencias y olores y realmente
tengo que pedirle mantener el aire limpio por aquí. ¿Le importa si le pido por
favor que me haga esto?’ Jamás la gente se ha negado, aunque a menudo parecen
desilusionadas que no se utilizará su cacharro.”

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