MOTIVACIÓN PARA EL CRECIMIENTO CELULAR

1. ¿QUÉ ES MOTIVACIÓN?

Es el conjunto de factores, concientes o inconcientes, que determinan

un acto o conducta. Es todo aquello que impulsa a un individuo a
moverse y trabajar para alcanzar un fin.

La motivación es interna ciando los impulsos provienen de la misma

persona y se relacionan con los anhelos personales para alcanzar
algo; y externa, cuando los impulsos provienen de segundas o
terceras personas, como ser nuestras padres, amigos, maestros,
líderes, etc., quienes procuran impartirnos ánimo para que realice
una acción determinada.

En el desarrollo del trabajo celular, la motivación entre líderes,

discípulos y consiervos es fundamental: “Por lo cual, animaos unos a
otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis” (1 Tesalonicenses
5:11).

2. LA MOTIVACIÓN Y LA ACTITUD CORRECTA DEL LÍDER

Sólo podremos motivar a otros si asumimos la actitud correcta frente

a las distintas circunstancias que se os presentan día día. El líder que
está preparado para enfrentar la adversidad es aquel que tiene la
capacidad de impulsar a otros a seguir adelante en el trabajo celular.

El hombre que posee la actitud correcta, sabe hacia dónde va y

mantiene ánimo de triunfador, sabiendo que el optimismo transforma
las circunstancias.

La motivación y la actitud correcta del líder se descubren en las

siguientes situaciones:

A. Frente a la adversidad

La tendencia del común de las personas es desalentarse entre una

situación adversa, que llega cuando menos lo esperamos.
En tiempos de adversidad, se debe tener cuidado de muchos que
llegan a consolarnos correctamente frente a la adversidad es la que
asumió Job, quien lo perdió todo de un momento a otro (Job 13:15).

B. Frente al negativismo
Todo triunfador tiene que aprender a moverse, no por las
circunstancias, sino por lo que Dios ha dicho en su palabra. El
negativismo actúa como una flecha cargada de veneno, produciendo
inseguridad. Todo líder con actitud de triunfo conoce el poder que
existe en las palabras.
El ejemplo de Josué y Caleb, cuando diez de los espías que
inspeccionaban la tierra prometida daban un informe negativo, es
bastante inspirador en este caso (Números 14:8-9). Sólo los que
actuaron con el espíritu de fe conquistaron la tierra prometida.

C. Frente al temor

Este es uno de los enemigos más poderosos que tienen que enfrentar
las personas que anhelan el triunfo. Quien se deja controlar por el
temor, se abstendrá de dar pasos fundamentales para llegar al éxito.
El temor aparece como una de las más determinantes causas de
fracaso, y su misión específica es hacer que las personas se desvíen
del propósito para el cuál Dios las envió al mundo (Proverbios 29:25).

D. Frente al estrés

Es estrés viene por exceso de trabajo, sin dar al cuerpo el descanso

que quiere. También es causado por falta de una visión clara de lo
que se quiere en la vida, y de forjarse el camino hacia la frustración.
La actitud correcta para evitarlo consiste en que cada líder se
proyecte estratégicamente, sin confundir ocupación con
productividad. Metas claras y una mente sana saturada de la palabra
de Dios, ayudan a superar esta situación (Colosenses 3:16).

1. NEHEMÍAS: UN GRAN EJEMPLO MOTIVADOR

Nehemías ilustra la manera en que un líder obtiene una sana

motivación y tiene la capacidad de motivar a otros para realizar la
obra de Dios. Los cuatro primeros capítulos de su libro son
desafiantes; nos enseñan las estrategias que él usó para animar a su
pueblo, desafiar a los enemigos y lograr el objetivo de reconstruir los
muros de Jerusalén.

Aunque los ataques de los adversarios se mantuvieron durante la

ejecución de la tarea. Nehemías siempre conservó la actitud correcta
para que su pueblo no se desanimara.

Lo que él hizo frente a la circunstancia adversa en que se encontraba

su gente, a raíz de la destrucción de la ciudad, se resume en los
siguientes pasos:
 A. Detectar la situación anómala y establecer una solución

Estando cautivo en tierra extranjera Nehemías se entera de que el

remanente de su pueblo se hará en gran mal y afrenta, y el muro de
Jerusalén derribado (Nehemías 1:3).
Al descubrir este problema, decide que la solución está en pedir
permiso y buscar recursos para la reconstrucción, así que motiva al
pueblo a llevarla a cabo: “Vosotros