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Grecia

Frontispicio de una versión de 1644 del Historia Plantarum (200 a. C.

Los filósofos presocráticos se hicieron muchas preguntas sobre la vida, si bien


produjeron poco conocimiento sistemático en torno a temas específicamente biológicos
—no obstante, los ensayos de los atomistas para explicar la vida en términos puramente
físicos aparecerán recurrentemente a lo largo de toda la historia de la biología. Sin
embargo, las teorías médicas de Hipócrates y sus herederos tuvieron un gran impacto.1

El filósofo Aristóteles fue el estudioso del mundo orgánico más influyente de la


antigüedad. Sus tratados biológicos (Las partes de los animales, la Historia de los
animales, la Reproducción de los animales, el Movimiento de los animales) son
considerados obras fundacionales de las futuras anatomía comparada, sistemática y
embriología. Aristóteles estudió y describió más de 500 especies animales; estableció la
primera clasificación de los organismos que no fue superada hasta el siglo XVIII por
Carlos Linneo.

Teofrasto, sucesor de Aristóteles en el Liceo, escribió una serie de libros sobre botánica
—la Historia de las plantas—que se mantuvo como la contribución más importante en
botánica hasta la Edad Media. Plinio el Viejo fue el compilador más prolífico de
descripciones zoológicas.

Algunos naturalistas del período helenístico bajo la dinastía ptolemaica—especialmente


Herófilo y Erasístrato—corrigieron el trabajo fisiológico de Aristóteles, realizando
incluso disecciones y vivisecciones.

Galeno se convirtió en la autoridad más importante en medicina y anatomía. Desde


entonces, la teleología dirigirá todas las investigaciones biológicas. En palabras de
Mayr: "Nada realmente importante pasó en biología después de Lucrecio y Galeno hasta
el Renacimiento."

Edad Media
De arte venandi, de Federico II, fue un texto muy influyente en la historia natural
medieval.

El declive del Imperio Romano condujo a la desaparición o la destrucción de gran parte


del conocimiento. En Bizancio y el mundo islámico, muchas de las obras griegas fueron
traducidas al árabe y muchos de los trabajos de Aristóteles fueron preservados. Durante
la alta Edad Media, algunos naturalistas europeos como Hildegard of Bingen, Alberto
Magno, y Federico II expandieron el canon de la historia natural. El surgimiento de las
universidades europeas, aunque fundamental para el desarrollo de la física y la filosofía,
tuvo poco impacto en el pensamiento biológico.

Renacimiento
El Renacimiento trajo consigo un nuevo interés por la historia natural y la fisiología. En
1543, Vesalio inauguraba una nueva era en la medicina occidental con la publicación de
su tratado De humani corporis fabrica. Vesalio fue el primero de una serie de
anatomistas que gradualmente reemplazó el escolasticismo por el empirismo en
fisiología y medicina, basándose en la experiencia y no en la autoridad y el
razonamiento abstracto. A través del herbalismo, la medicina fue una fuente indirecta
del estudio empírico de las plantas.

Artistas como Alberto Durero y Leonardo da Vinci, que a menudo trabajaron con
naturalistas, estuvieron también interesados en los cuerpos de animales y humanos,
estudiando la fisiología en detalle y contribuyendo, así, al crecimiento del conocimiento
anatómico. La alquimia, especialmente en la obra de Paracelso, contribuyó también al
conocimiento del mundo orgánico. De hecho, los estudios químicos de los alquimistas
pueden considerarse parte de una tradición más amplia (el mecanicismo) que durante el
siglo XVII reemplazó la metáfora de la naturaleza como organismo por la de la
naturaleza como una máquina.

Siglo XVIII
Carl Linnaeus

Carlos Linneo estableció una clasificación de las especies conocidas hasta entonces,
basándose en el concepto de especie como un grupo de individuos semejantes. Agrupó a
las especies en géneros, a éstos en órdenes y, finalmente, en clases.

Estrechamente vinculado con el aspecto taxonómico, Linneo propuso el manejo de la


nomenclatura binominal, que consiste en asignar a cada organismo dos palabras en
latín, un sustantivo para el género y un adjetivo para la especie, lo que forma el nombre
científico que debe subrayarse o destacarse con otro tipo de letra en un texto. El nombre
científico sirve para evitar confusiones en la identificación y registro de los organismos.

Jean-Baptiste Lamarck

El término biología se acuña durante la Ilustración por parte de dos autores (Lamarck y
Treviranus) que, simultáneamente, lo utilizan para referirse al estudio de las leyes de la
vida. El neologismo fue empleado por primera vez en Francia en 1802, por parte de
Jean-Baptiste Lamarck en su tratado de Hidrogeología. Ignoraba que, en el mismo año,
el naturalista alemán Treviranus había creado el mismo neologismo en una obra en seis
tomos titulada Biología o Filosofía de la naturaleza viva: "la biología estudiará las
distintas formas de vida, las condiciones y las leyes que rigen su existencia y las causas
que determinan su actividad. "No obstante, a pesar de la reciente acuñación del
término, la biología tiene una larga historia como disciplina.
Siglo XIX
El pensamiento evolucionista

Charles Darwin en 1880

Otro científico que hizo una gran contribución a la biología fue Charles Darwin, autor
del libro titulado El Origen de las Especies. En él expuso sus ideas sobre la evolución
de las especies por medio de la selección natural. Esta teoría originó, junto con la teoría
celular y la de la herencia biológica, la integración de la base científica de la biología
actual.

La herencia biológica fue estudiada por Gregor Mendel, quien hizo una serie de
experimentos para estudiar cómo se heredan las características de padres a hijos, con lo
que asentó las bases de la Genética. Uno de sus aciertos fue elegir guisantes (Pisum
sativum) para realizar sus experimentos, estos organismos son de fácil manejo: ocupan
poco espacio, se reproducen con rapidez, muestran características fáciles de identificar
entre los padres e hijos y no son producto de una combinación previa.

La teoría celular

El desarrollo de la microscopía tuvo un profundo impacto en el pensamiento biológico.


En 1838 y 1839, Schleiden y Schwann empezaron a promover la teoría según la cual la
unidad básica de los organismos es la célula y las células individuales tienen todas las
características de la vida, y todas las células proceden de otras células. Gracias al
trabajo de Robert Remak y Rudolf Virchow se aceptaron definitivamente entre la
comunidad científica todas las tesis de la teoría celular.

Por otra parte, Louis Pasteur demostró la falsedad de la hipótesis de la generación


espontánea al comprobar que un ser vivo procede de otro. El suponía que la presencia
de los microorganismos en el aire ocasionaba la descomposición de algunos alimentos y
que usando calor sería posible exterminarlos, este método recibe actualmente el nombre
de pasterización o pasteurización.

Pasteur asentó las bases de la bacteriología, investigó acerca de la enfermedad del


gusano de seda; el cólera de las gallinas y desarrolló exitosamente la vacuna del ántrax
para el ganado y la vacuna antirrábica.
Siglo XX
Entre la Segunda Guerra Mundial y finales de la década de los sesenta, la biología vivió
uno de los períodos más revolucionarios de su historia, debido fundamentalmente al
nacimiento de la biología molecular: el descubrimiento de la doble hélice, de los
mecanismos responsables de la expresión y la regulación génica y el desciframiento del
código genético.

El origen de la vida

Alexander Oparin

Alexander Ivánovich Oparin, en su libro El origen de la vida sobre la Tierra (1936)


dio una explicación de cómo pudo la materia inorgánica transformarse en orgánica y
cómo esta última originó la materia viva.

La doble hélice

James Watson y Francis Crick elaboraron un modelo de la estructura del ácido


desoxirribonucleico, molécula que controla todos los procesos celulares tales como la
alimentación, la reproducción y la transmisión de caracteres de padres a hijos. La
molécula de DNA consiste en dos bandas enrolladas en forma de doble hélice, esto es,
parecida a una escalera enrollada.

Etología

Entre los investigadores que observaron el comportamiento animal destaca Konrad


Lorenz quien estudió un tipo especial de aprendizaje conocido como impresión o
impronta. Para verificar si la conducta de las aves de seguir a su madre es aprendida o
innata, Lorenz graznó y caminó frente a unos patitos recién nacidos, mismos que lo
persiguieron, aun cuando les brindó la oportunidad de seguir a su madre o a otras aves.
Con esto Lorenz demostró que la conducta de seguir a su madre no es innata sino
aprendida y sentó las bases de la Etología.

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