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Macrosomía Fetal

Parto Vaginal versus Cesárea

La decisión con respecto a la vía de parto más adecuada en el embarazo


de un producto que se sospecha macrosómico continúa siendo un tema
controversial y con varios aspectos para los cuales aún no hay consenso.
La dificultad para establecer una guía de manejo uniforme se ve
agravada por la poca uniformidad de los conceptos al respecto.
El feto macrosómico se define por la mayoría de las autoridades en salud
como aquel producto con un peso al nacer igual o mayor a 4000 gramos.
En Norte América esto representa un 10.9% de los nacimientos. En los
últimos años se ha propuesto que la definición de macrosomía se
establezca con un peso al nacer mayor o igual a 4500 gramos (lo que
representa 1.8% de los nacimientos en USA). Este cambio en el valor de
peso fetal utilizado se apoya en una modificación para utilizar una
definición según el riesgo ya que la morbilidad materno fetal se aumenta
marcadamente después de este peso fetal.
Se debe recordar que los productos que se definen grandes para la edad
gestacional son aquellos que tienen un peso superior al percentilo 90
para esa a edad gestacional, en este caso no se parte de un peso
específico establecido, sino que depende de las curvas de peso según
edad gestacional que deben ser elaboradas para cada población o grupo
estudiado.

El diagnóstico de macrosomía fetal es un diagnóstico retrospectivo, la


única forma de establecer certeramente que un producto es
macrosómico es pesándolo cuando nace pero hay diferentes formas de
hacer una predicción prenatal del peso fetal, de las cuales ninguna tiene
una sensibilidad lo suficientemente alta como para apoyar conductas sólo
en una de ellas, las tres formas utilizadas son:

1. Valoración de factores de riesgo


2. Sospecha clínica (altura uterina – maniobras de Leopold)
3. Ultrasonido para peso fetal estimado (PFE) u otros marcadores
sonográficos

1. Factores de Riesgo
Según el Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia, existen una
serie de factores de riesgo que se relacionan fuertemente con la
posibilidad de macrosomía fetal. En orden decreciente de importancia
son los siguientes:

• Diabetes materna (riesgo de macrosomía fetal en madre con


diabetes mellitus gestacional (DMG) es hasta de un 50%)
• Antecedente de macrosomía (RR 5-10)
• Peso materno pregestacional aumentado (IMC>30)
• Ganancia de peso materno aumentada durante el embarazo
• Multiparidad
• Feto masculino (a cualquier edad gestacional)
• Embarazo prolongado
• Segundo estadio de labor prolongado
• Etnicidad (hispanas)
• Peso materno al nacer
• Talla materna
• Edad materna > 17 años
• Intolerancia a los carbohidratos
• Glicemia postcarga falso positivo

La diabetes materna es el factor de riesgo más fuertemente relacionado


con macrosomía fetal. Hasta un 50% de los casos de diabetes
gestacional se asocian a macrosomía fetal y un 40% de los casos de
diabetes pregestacional tipo 1. Cuando se asocia a diabetes, la
macrosomía indica pobre control glicémico materno y estos productos
tienen un riesgo aumentado de muerte intraútero. Las tasas de óbitos en
macrosómicos son dos veces mayores que en productos de peso normal,
independientemente de la diabetes. Sin embargo, para un peso de 4500
– 5000 gramos, la tasa de muerte fetal es menor de 2 por cada 1000
nacidos para mujeres no diabéticas y de 8 por cada 1000 nacidos para
mujeres diabéticas.1
La macrosomía debida a diabetes materna es diferente a la macrosomía
debida a otros factores predisponentes. Los recién nacidos macrosómicos
de madres diabéticas tienden a tener mayor grasa corporal total, mayor
circunferencia a nivel de hombros y extremidades superiores, pliegues de
piel en miembros superiores mayores y relaciones menores CC/CA, que
los recién nacidos macrosómicos de mujeres no diabéticas.

En cuanto a la raza materna, la macrosomía ocurre con mayor frecuencia


en recién nacidos de origen hispano. Debido a que las mujeres hispanas
tienen mayor riesgo de diabetes durante el embarazo, parte de la
preponderancia de macrosomía en este grupo se debe a la mayor
incidencia de diabetes, sin embargo, aún cuando se hace la corrección
para diabetes, las mujeres hispanas tienden a tener recién nacidos con
pesos mayores.

Una historia de macrosomía previa puede influenciar futuros embarazos,


la mujer que tuvo previamente un producto macrosómico tiene 5 a 10
veces más riesgo de macrosomía en un futuro embarazo.

Los factores de riesgo mencionados son de utilidad en identificar


pacientes con riesgo aumentado de productos macrosómicos, sin
embargo, ésta utilidad se ve limitada por tratarse de factores de alta

1
Mondestin, M. Birth weight and fetal death in the United States: the effect of maternal diabetes during
pregnancy: American Journal Obstetrics and Gynecology, October 2002; 187 (4):922.
prevalencia en la población, lo que los hace de baja sensibilidad para el
diagnóstico.
Una mujer que reúna 3 de los factores de riesgo mencionados tiene un
riesgo de 32% de tener un producto macrosómico, el 34% de los niños
macrosómicos nacen de una madre sin factores de riesgo, el 38% de las
embarazadas tienen al menos un factor de riesgo de los mencionados.

2. Sospecha clínica, Maniobras de Leopold y Altura uterina (AU)

El cálculo del peso fetal estimado por clínica tiene una sensibilidad de
un 10-43%, con una especificidad de 99-99.8% y un valor predictivo
positivo (VPP) de 28-53%. El estimado del peso fetal por clínica tiene
mayor utilidad para descartar el diagnóstico que para confirmarlo.

La valoración clínica tiene varias limitantes como:

• Cantidad de líquido amniótico


• Tamaño y forma del útero
• Hábito corporal materno
• Vejiga llena
• Masas pélvicas
• Posición fetal

En general, a pesar de su poca sensibilidad como método aislado, la


medición de la altura uterina en el tercer trimestre de 3-4 cms mayor que
la edad gestacional amerita valoración con otro método agregado para
macrosomía fetal.

El error promedio del peso fetal estimado por maniobras clínicas es de


300 gramos.

3. Ultrasonido

El ultrasonido es un método predictor de macrosomía fetal muy usado


desde el punto de vista estadístico, pero debido a sus importantes tasas
de falsos positivos y negativos tiene una aplicación limitada en la práctica
clínica.
Las mediciones sonográficas seriadas pueden aumentar el valor
predictivo positivo del ultrasonido.

El uso del ultrasonido para cálculo del peso fetal estimado se considera
igual o menos certero que los otros métodos utilizados con este fin. El
error promedio en la estimación del PFE es de 300- 550 gramos.
Se considera que el verdadero valor de la estimación sonográfica del
peso es descartando el diagnóstico de macrosomía o sea que tiene un
valor predictivo negativo (VPN) alto.
A pesar de la fórmula usada, la certeza del PFE disminuye al aumentar el
peso fetal.
Las fórmulas que usan medidas de la cabeza fetal son de menor valor
clínico en pacientes en labor de parto.
Varios estudios han concluido que la técnica de elipse es mejor que la de
trazado para medición de la circunferencia abdominal (CA).
Otro aspecto que se debe considerar es la disparidad entre diferentes
operadores.
Se sabe que el conocer de antemano el peso fetal estimado por
ultrasonido, cuando éste es mayor de 4000 gramos, influencia el
diagnóstico de mayor número de anormalidades de la labor de parto y
de cesáreas, aún cuando el peso al nacer sea normal. El tiempo entre la
estimación del peso fetal y el parto puede afectar la precisión del mismo.
La combinación de obesidad materna, placenta anterior y oligoamnios
puede eliminar toda utilidad de medición fetal.
La estimación del peso fetal en mujeres diabéticas involucra
consideraciones especiales. Debido a la contribución desproporcionada
de la grasa al peso fetal y la menor densidad de la grasa en comparación
con el resto de tejidos fetales, las fórmulas para cálculo de peso fetal
pueden sobreestimar el peso cuando se aplican a mujeres con diabetes
gestacional.
Los estudios clínicos no han encontrado diferencias significativas en el
porcentaje absoluto de error del peso fetal estimado entre mujeres con o
sin diabetes.
Otras medidas no han probado ser superiores en los embarazos de
diabéticas. Estas incluyen la relación LF/CA, DA/LF, DT/DBP, y grosor de
tejidos blandos a diferente nivel. Cohen y colaboradores encontraron que
la diferencia entre el diámetro abdominal y el diámetro biparietal mayor
de 2.6 centímetros tiene una sensibilidad del 100% y una especificidad
del 56% para macrosomía fetal.2
Ningún algoritmo de manejo basado en PFE por ultrasonido ha mostrado
reducir la incidencia de distocia de hombros o parálisis de Erb. 3

Cuadro 1. Criterios ecográficos para diagnóstico de fetos grandes para


la edad gestacional y macrosómicos en la población general.

2
Haroush,A. Fetal Weight Estimation in Diabe tic Pregnancies and Suspected Fetal
Macrosomia: The Real Facts. Turkish Journal of Perinatology, vol 11(3-4), september-
December 2003.

3
Ben- Haroush, A. Fetal weight estimation in diabetic pregnancies and suspected fetal
macrosomia. Journal of Perinatal Medicine, vol 32, issue 2, 2004.
Cuadro 2. Criterios ecográficos para el diagnóstico de fetos grandes para
la edad gestacional y macrosómicos en madres diabéticas. (De Rumack ,3ª
edición)

Cuadro 3. Precisión de las fórmulas de cálculo del peso fetal por


ultrasonido. (De Rumack ,3ª edición)
Complicaciones fetales y neonatales asociadas a
macrosomía fetal

• Distocia de hombros
La distocia de hombros representa la complicación más seria y más
temida de la macrosomía fetal. Se presenta en el 1.4% de todos los
partos, en el 9.2-24% de las embarazadas no diabéticas si el peso fetal es
igual o mayor a 4500 g y en la embarazada diabética de 19.9 -50% si el
peso fetal es igual o mayor a 4500g.
La distocia de hombros puede además estar asociada a otros traumas de
parto como: parálisis de Erb, fractura de clavícula, sufrimiento fetal,
puntaje de Apgar bajo y asfixia al nacer, aunque 25 a 75% de las lesiones
del plexo braquial no están relacionadas con el antecedente de distocia
de hombros.

• Lesión del plexo braquial


• Trauma de parto
• Asfixia
• Muerte fetal
Cuadro 4. Complicaciones Neonatales relacionadas con distocia de
hombros.4

Complicaciones maternas asociadas a macrosomía fetal

El riesgo más frecuente que tiene la madre de un producto macrosómico


es el riesgo de cesárea, el cual se ve aumentado al doble en estas
pacientes.

Los desgarros perineales de tercer y cuarto grado, tienen una incidencia


de 5 veces más cuando el producto es macrosómico, se debe considerar
el riesgo de estas pacientes de desarrollar incontinencia anal secundaria
a estos desgarros.

Hay un estudio amplio del Departamento de Uroginecología de Louisville


en el cual se hace énfasis en que los estudios realizados para el manejo
de la macrosomía fetal no están bien diseñados, ya que se debe utilizar
un modelo que considere que el parto vaginal difícil es un factor
etiológico primario de desórdenes del piso pélvico.
Algunas generalidades al respecto son que la laceración del esfínter anal
se ve significativamente aumentada en el parto con fórceps o
episiotomía.
Los fórceps son utilizados en 19% de los partos de macrosómicos y las
episiotomías se realizan en 40.6% de las primigestas.

Con desgarro perineal grado 3 o 4 el riesgo de incontinencia


anal crónica es de 23%.5

En este análisis se utiliza un modelo que utiliza el concepto de calidad de


vida ajustado a los años.
4
Gherman, R. Clínicas Obstétricas y Ginecológicas, vol 2, 2002.
5
Culligan, Patrick. Int Urogynecol J (2005) 16:19-28
Como conclusión se recomienda que la estrategia óptima en sospecha de
macrosomía deba considerar:

• Los costos económicos


• La morbilidad
• La mortalidad y
• La calidad de vida de la madre y el niño

Proponen la cesárea electiva si el PFE es mayor de 4500g, en vista de


que según este análisis, es la mejor estrategia y menos costosa en
términos de calidad de vida. En vista de que el análisis se hizo sólo en
mujeres primigestas, se sugiere la aplicación de esta medida en
pacientes sin deseos de más familia y se recomienda la utilización del
consentimiento informado para aquellas pacientes con sospecha de
producto mayor de 4250 grs que se sometan a prueba de parto vaginal.

Otros riesgos que se ven aumentados en estas pacientes son el de


sangrado postparto y por ende el de necesidad de transfusión materna.
(Ver tabla 1)

Cesárea (principal riesgo) 2x


Desgarro perineal de 3 y 4 5x
grado
Hemorragia postparto RR 2 (3.1% vrs 1.5%)
Transfusión materna 15.4% vrs 3.1%

Tabla 1. Complicaciones maternas de la macrosomía fetal.

Prevención de macrosomía fetal

En realidad son pocas sugerencias las que se pueden hacer con respecto
a medidas preventivas de macrosomía fetal, en la paciente no diabética
no existe ninguna, se ha mencionado el limitar la ganancia de peso
durante embarazo, sin embargo, no se ha demostrado que esta medida
sea de utilidad.
En las pacientes diabéticas si está demostrado que un adecuado control
glicémico va a disminuir las tasas de macrosomía, la glicemia 1 hora
postprandial aumentada es la que más se ha correlacionado con
macrosomía fetal.
El uso de insulina ha demostrado, entre las 29 y 33 semanas disminuir el
índice de productos macrosómicos de 43% a 18%, en comparación con
pacientes diabéticas sólo controladas con dieta.

Intervenciones para el manejo de la sospecha de


macrosomía fetal

Existen varias propuestas apoyadas por diferentes grupos, con respecto


al manejo de la sospecha de macrosomía fetal, en relación con la vía de
parto.

Cesárea electiva

La cesárea electiva a las 39 semanas en casos de sospecha de


macrosomía fetal se ha planteado como conducta a seguir, con base en
que la cesárea evitaría una labor de parto no productiva y evitaría el
trauma de parto, sin embargo, ante la dificultad para predecir en forma
certera la macrosomía, ante el hecho de que la mayoría de productos
macrosómicos tienen partos vaginales normales y ante el gran número
de cesáreas innecesarias realizadas por sospecha de macrosomía
resultando en productos con peso normal, pareciera no ser el manejo
ideal.
El ACOG menciona que para prevenir un caso de parálisis permanente se
deben realizar 3700 cesáreas en mujeres con PFE mayor de 4500 g lo
que implica un costo de 8.7 millones de dólares.
Por estas razones es que la cesárea electiva no está recomendada por el
ACOG.
Algunos proponen el parto por cesárea si el peso fetal estimado excede los
4500 gramos. Los que se oponen a la cesárea recomiendan que la paciente
pueda tener parto vaginal siempre que no tenga una condición o factor de
riesgo para problemas en el segundo estadio de labor tales como una pelvis
estrecha o una aplicación previa de fórceps en el parto de un feto con peso
promedio.
El número de cesáreas requeridas para prevenir un solo caso de lesión
permanente braquial es alta y probablemente injustificada.6

Inducción temprana de la labor

6
Gonen, R. Effects of a policy of elective cesarean delivery in cases of suspected fetal macrosomia on the
incidence of brachial plexus injury and the rate of cesarean delivery. American Journal of Obstetrics and
Gynecology, vol 183, number 5, November 2000.
La inducción electiva a las 39 semanas se plantea como manejo de la
sospecha de macrosomía con el objetivo de evitar el aumento de peso
exagerado en vista de que el feto continúa aumentando en promedio 230
grs por semana después de las 37 semanas, pero con esta conducta sólo
se ha observado aumento de la tasa de cesáreas sin mejorar resultados
obstétricos, no se disminuye la tasa de cesáreas, no se disminuye el
parto instrumental ni la morbilidad perinatal por lo que tampoco se
recomienda como conducta estandarizada.

En general hay buen resultado con el parto vaginal, pero siempre,


antes de someter a una paciente a una prueba de parto vaginal se deben
considerar varios factores, la historia obstétrica de la paciente, la
relación entre la anatomía materna y fetal, así como el progreso de la
labor de parto.
Se debe tener precaución con la colocación de fórceps medios ya que
estos productos tienen un riesgo de 50% de distocia de hombros.

Combs y asociados compararon la inducción electiva con el parto vaginal


espontáneo en las mujeres con diagnóstico sonográfico de macrosomía fetal.
En las pacientes inducidas en forma electiva, la tasa de cesárea fue de 57%,
comparado con 31% en las pacientes con parto espontáneo. El grupo inducido
además tuvo un peso fetal estimado y peso al nacer significativamente
mayor.
Sin embargo, cuando se hace análisis de regresión logística para el peso, la
asociación entre inducción electiva y un aumento de la tasa de cesáreas se
mantiene.
Los autores concluyen que la inducción electiva se asoció con una tasa mayor
de cesáreas que la labor espontánea. La distocia de hombros ocurrió en el
5.3% de los partos vaginales en pacientes con inducción electiva y en 2.5%
de las pacientes con labor espontánea. La inducción electiva no previno la
distocia de hombros. La pregunta clínica relevante no es si el diagnóstico de
macrosomía puede ser hecho por clínica o ultrasonido, sino si la decisión de
diagnosticar macrosomía basado en tecnología incierta puede mejorar el
resultado al nacer y prevenir la distocia de hombros o el parto por cesárea.
Algoritmo propuesto para el manejo de la sospecha de
macrosomía

Embaraz
o no PFE >
complicad 5000g
o

PFE <
5000g

Cesárea PFE > No parto


previa 4000g vaginal previo

Manejo expectante
(inducción, y cesárea
PFE < por indicaciones
4000g obstétricas)

PFE >
DM
4500g

PFE <
4500g

Distocia
de hombros
previa

Boule y otros realizaron un análisis de más de 8 millones de partos de La cesárea


más de 37 semanas y los agruparon por grados de macrosomía según electiva
los es una
opción
riesgos relacionados con cada grupo. Comparados con el grupo control
(recién nacidos con peso entre 3000 y 3999 grs, los niños que pesan
entre 4000 y 45000 grs (grupo 1) están en riesgo aumentado de
alteraciones de la labor y complicaciones neonatales tales como
inducción de la labor, parto por cesárea y lesiones de parto). Los
neonatos con macrosomía grado 2 ( entre 4500 y 5000 grs al nacer)
están en riesgo aumentado de morbilidad neonatal como Apgar < de 3
a los 5 minutos, aspiración meconial y enfermedad de membrana
hialina). Los neonatos con macrosomía grado 3, definida como peso al
nacer > de 5000 grs tienen un riesgo aumentado de muerte neonatal.
Es importante resaltar que hasta la fecha no hay ningún estudio que
valore la sensibilidad de la predicción de un peso al nacer mayor de 5000
grs ni los resultados periparto de estos productos. Además , ha habido
sólo cuatro reportes que han determinado la certeza de la detección
clínica o sonográfica de neonatos con peso mayor o igual a 4500 grs y los
4 reportes coinciden en que no hay una forma confiable de predecir un
peso al nacer > de 4500 grs.
El uso del teorema de Bayes y la probabilidad “postest” dice que si la
predicción de un peso al nacer es de una macrosomía grado 2, hay de un
63 a un 88% de probabilidad de pesar < de 4500 grs.
Lo que no se ha considerado en la mayoría de los estudios que relacionan
el peso fetal aumentado con complicaciones perinatales, es que el peso
del producto no se puede conocer hasta el momento del nacimiento y
cuando las secuelas adversas han sucedido.

Situaciones especiales

Madre diabética

Las pacientes diabéticas tienen mayor riesgo de distocia de hombros, el


manejo propuesto puede ser expectante, inducción electiva a las 39
semanas o cesárea electiva con PFE de 4000, 4250 o 4500 grs.
Se debe considerar el riesgo de distrés respiratorio con la inducción
electiva antes de las 40 semanas en los hijos de madre diabética.

Distocia de hombros previa

Pocos estudios han documentado el riesgo de recurrencia de distocia de


hombros y los estudios que hay al respecto son observacionales, con
números pequeños de pacientes y no están limitados únicamente a
mujeres con productos macrosómicos. La distocia de hombros tiene una
recurrencia de un 13.8%, se considera que con este antecedente no es
necesaria ninguna intervención, la mejor opción es el manejo expectante.
Una conducta definitiva no puede establecerse con base en la calidad de
los estudios existentes. La poca información disponible sugiere que las
mujeres con una historia de lesión neonatal del plexo braquial previa y un
feto macrosómico puede estar en alto riesgo de recurrencia durante un
parto vaginal subsecuente y parece razonable ofrecerle a esta mujer una
cesárea electiva. Cuando la historia es de una distocia de hombros previa
sin lesión neonatal asociada deben investigarse el grado de distocia y la
presencia o no de otros factores clínicos tales como diabetes. Aunque la
cesárea parece una opción razonable en estos casos la evidencia
disponible no apoya esta conducta ya que no se han demostrado
mejores resultados.

Parto vaginal después de cesárea

La macrosomía no debe ser una contraindicación para una prueba de


parto vaginal ya que parece que la mayoría de mujeres en esta situación
van a experimentar un parto vaginal eutócico, no existe evidencia
consistente de aumento en el riesgo de ruptura uterina, se deben
considerar otros factores que puedan aumentar las probabilidades de una
labor de parto no exitosa.
Según el ACOG , en su último boletín del año 2001, la sospecha de
macrosomía es una circunstancia bajo la cual el parto vaginal después de
cesárea (PVDC) es adecuado.

Recomendaciones del ACOG

Las siguientes son las recomendaciones que hace el ACOG con respecto a
la conducta a seguir en casos de sospecha de macrosomía.

Nivel de Evidencia A

• El diagnóstico de macrosomía fetal es impreciso. La certeza del PFE


por ultrasonido no es mejor que la obtenida por maniobras de
Leopold.

Nivel de Evidencia B

• La sospecha de macrosomía fetal no es indicación de inducción de


la labor ya que no mejora los resultados maternos o fetales.

• La labor de parto y el parto vaginal no están contraindicados con


PFE mayor de 5000 grs en ausencia de diabetes materna.

• Un PFE mayor de 4500 g y un segundo estadio de labor prolongado


o arresto en el descenso son indicación de cesárea.

Nivel de Evidencia C

• Aunque el diagnóstico de macrosomía es impreciso, la cesárea


profiláctica
puede considerarse con PFE mayor de 4500 grs en diabéticas y mayor
de 5000 grs en la paciente no diabética.
La sospecha de macrosomía fetal no es contraindicación para parto
vaginal después de cesárea.

Aspectos Legales

Las situaciones que se presentan en relación con el nacimiento de


productos macrosómicos muchas veces se convierten en situaciones de
índole legal, los puntos principales que se vinculan en situaciones legales
son los siguientes:

• El parto de un producto inmaduro por temor a macrosomía.

• La distocia de hombros y lesión del plexo braquial permanente

• Las complicaciones quirúrgicas en cesáreas profilácticas o en


recién nacidos adecuados para la edad gestacional (AEG)

• La falla en el diagnóstico de macrosomía y lesión nerviosa al


momento del nacimiento

• El uso de maniobras incorrectas para liberar el hombro en casos de


distocia de hombros.

Además se debe considerar que el 25% de las cesáreas producen


algún tipo de lesión en la madre o feto, y que el riesgo de muerte
materna en la cesárea es de 1 en 2500 y en el parto es de 1 en 10000.

Algunas conclusiones importantes son:

• El peso fetal estimado por ultrasonido no es suficiente para decidir


una ruta de parto determinada.

• Se deben considerar los factores de riesgo presentes y la


valoración clínica (Individualizar cada caso).
• Se propone el uso de examinadores adicionales y estudios seriados
que incluyan medición de la circunferencia abdominal (CA)
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• Zamorski, M. Management of Suspected Fetal Macrosomia.


American Family Physician, Vol 63, (2) ;January 2001.
ANEXO
Cesáreas por Macrosomía HCG
Enero-setiembre 2005

El total de partos durante este periodo fue de 4072, de estos partos, 889
fueron por cesárea. El 4.7% del total de partos resultó en productos
macrosómicos, conformando un 4% de los partos vaginales y 7% de las
cesáreas realizadas.
De las cesáreas realizadas por macrosomía fetal por estimación
sonográfica, sólo un 46% e los neonatos pesaron más de 4000 gramos.

22; 46%

macrosómia real
26; 54%
macrosomía US

Macrosomía fetal según edad materna

40 o > 5

21
35-39

30-34 39

50
25-29

20-24 55

20
<19

0 10 20 30 40 50 60
Macrosomía fetal según paridad

15
G4 o >

39
G3

70
G2

66
G1

0 10 20 30 40 50 60 70

Macrosomía fetal según edad gestacional

< 37
1%
41 o >
21%

37-40.6
78%
Macrosomía fetal según sexo del recién nacido

140
122
120
100
80 68
masculino
60 femenino
40
20
0
n
Distribución por peso fetal

>5001 g 2

4801-5000 3

4601-4800 2
n
4401-4600 18

4201-4400 31

4000-4200 134

0 50 100 150
Macrosomía fetal según vía de parto

63
cesárea

127
vaginal

0 20 40 60 80 100 120 140

vaginal cesárea

Complicaciones asociadas al parto vaginal (HCG)

• Sangrado 2,3%
• Desgarro perineal G° 3-4 : 9,4%
• Distocia de hombros: 5,5%
• Fórceps: 0,7%
• Deprimido al nacer: 3,1%

Complicaciones asociadas a la cesárea (HCG)

• Sangrado: 6,3%
• Deprimido al nacer: 19%
• Asfixia perinatal: 1,5%
UNIVERSIDAD DE COSTA RICA

CENTRO DE DESARROLLO ESTRATÉGICO E INFORMACIÓN


EN SALUD
Y SEGURIDAD SOCIAL

HOSPITAL DR. RAFAEL ANGEL CALDERON GUARDIA

DEPARTAMENTO DE MEDICINA MATERNO FETAL

MACROSOMIA FETAL
PARTO VAGINAL VERSUS
CESAREA

DRA. SUE MARIE ROBLES HERNANDEZ

DICIEMBRE 2005

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