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UNIVERSIDAD AUTONÒMA DEL ESTADO DE MORELOS

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES

“ABUSO DE AUTORIDAD EN MORELOS POR


PARTE DE LA POLICIA.”

ALUMNO: OMAR ISRAEL FIGUEROA FUENTES


MATERIA: OBLIGACIONES
LIC. ROBERTO SOTO CASTOR
4º “B”
CIUDAD UNIVERSITARIA UAEM 200

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I. INTRODUCCION ………………………………………………………………………..3

II. DEFINICIÓN DE ABUSO…………………………………………………………..4

III. DEFINICION DE AUTORIDAD……………………………………………….5

IV. DEFINICION DE PODER………………………………………………………….7

V. ¿QUE ES ABUSO DE AUTORIDAD? …………………………………………7

VI. PROYECTO DE DECRETO QUE REFORMA DIVERSAS


DISPOSICIONES DEL CÓDIGO PENAL ……………………………………….8

VII. LEY CONTRA GARANTÍAS INDIVIDUALES……………………….8

VIII. DETENCIÓN ILEGAL, PROCEDENCIA DEL AMPARO………10

IX. ABUSO DE AUTORIDAD Y PLAGIO ……………………………………….12

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ABUSO DE AUTORIDAD EN MORELOS POR PARTE DE LA
POLICIA

I. INTRODUCCION

En mórelos y en muchas partes del mundo se ve mucho este tipo de


abuso por parte de la policía, que utiliza su poder que les da el estado
de una manera que no debe ser, estas personas creen que por portar
un uniforme están facultados para poder hablarte con prepotencia,
golpearte e insultarte violando con ello tus garantías individuales y
tus derechos, y muchas veces esto se lo hacen a personas humildes e
ignorantes que no conocen de la ley y no tienen como defenderse
ante tales agresiones.
Así como hay personas que no conocen de sus derechos los cuerpos
policíacos son personas ignorantes que no conocen de la ley y por eso
actúan de esta forma, son personas que no están capacitadas para
tratar a las personas como se debe y que no tienen estudios ni los
conocimientos adecuados para saber llevar el orden social en el
estado, deberían tener una capacitación adecuada para conocer su
trabajo y no solo abusar de su autoridad por que su trabajo es
prevenir los delitos y salvaguardar el orden social.
Un claro ejemplo de este abuso de autoridad es en los mencionados
retenes, que se han puesto de moda y que solo sirven para que los
policías corruptos le saquen dinero a los ciudadanos, aparte de que es
un acto inconstitucional que viola el articulo 16 ya que contiene una
granita de seguridad jurídica ya que nadie podrá ser molestado en su
persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de
mandamiento escrito de la autoridad competentes decir mediante un
proceso legal en el que afirme que el individuo ha cometido algún
delito, que funde o motive la causa legal del procedimiento, así como
también viola el articulo 11.- que dice que todo hombre tiene derecho
para entrar en la republica, salir de ella, viajar por su territorio y
mudar de residencia, sin necesidad de carta de seguridad, pasaporte,
salvo-conducto u otros requisitos semejantes. El ejercicio de este
derecho estará subordinado a las facultades de la autoridad judicial,
en los casos de responsabilidad criminal o civil, y a las de la autoridad
administrativa

Es importante señalar que la corrupción se da en la mayoría de las


sociedades, es un fenómeno que afecta todos los campos de la
actividad nacional, particularmente a la administración pública, ya
que perjudica en esencia el uso honesto de los bienes y servicios
públicos en función de quienes mediante ventajas económicas o de
cualquier otro tipo, logran para sí o para terceros beneficios.
En el pasado la corrupción imperó en todos los niveles de la
administración pública y estructuras del Estado, estos actos
estuvieron estrictamente relacionados con los diversos niveles de la

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burocracia, en donde los servidores públicos actuaban violando la
normatividad, permitiendo la permeabilidad de los diferentes agentes
de la corrupción al interior de las organizaciones que conformaban el
gobierno.
Estas prácticas de corrupción alcanzaron niveles sin precedentes,
convirtiéndose en una estrategia de comportamiento que se explica
más por razones sociales e institucionales, que individuales,
provocando con esto, la descomposición moral y social.

La falta de conciencia moral del personal policial, el desconocimiento


sobre los principios éticos y morales que rigen su actuación, así como
la deficiente formación moral y profesional de los cuerpos policiales,
han contribuido al desarrollo desmesurado y mantenimiento latente
de la corrupción policial.

El propósito de mi ensayo es demostrar que la policía no esta


preparada para tener cargos dentro del estado, ya que no cuentan
con una carrera o una preparación suficiente y el estado no les
proporciona una escuela especial con materias especificas en las
cuales deben de abarcar materias de derecho que son muy
importantes tanto para ellos como para nosotros, para que con ello
no abusen de las facultades que nosotros les damos a través del
estado.

Desde mi punto de vista el estado tiene mucha culpa por que no


exige estudios superiores para este tipo de trabajadores, deberían de
contar con una carrera especial para que estén bien preparados, bien
uniformados, bien armados, y con los conocimientos adecuados para
cualquier caso en particular.

Para entender un poco más acerca de este tema primero tenemos


que saber que es abuso, que es autoridad, que es poder, y sus
diferentes características.

II. DEFINICIÓN DE ABUSO

Abuso es la inflexión de algún tipo de daño que puede ser tanto


físico como psíquico y que, generalmente, tiene lugar y razón de
ser gracias al poder que la persona que provoca o materializa el
abuso tiene sobre aquella a la cual se lo produce, ya sea por una
superioridad material que lo protege y le da esa fuerza sobre el otro,
o bien por la sistemática amenaza de que algo malo le va a ocurrir
sino accede a ese accionar abusivo.

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En muchos casos, el abuso, suele ser uno de los principales
factores de traumas futuros por el daño y la culpa que encierra en
sí el abuso y que impide su exteriorización tanto por vergüenza como
por temor.

En tanto, el abuso, tiene distintas modalidades, que aunque


diversas, TODAS, ciertamente, dejarán una enorme huella en la
persona que las padece. Está el abuso físico, el sexual,
emocional y de autoridad.

El físico, como el sexual, es el más visible y comprobable a la hora de


castigar a los responsables, ya que implica una concreta herida física
no accidental, en el caso del físico que puede ser el recurrente
maltrato doméstico en una pareja, del hombre hacia la mujer, por
ejemplo y el sexual que es cuando se somete a alguien a un contacto
sexual sin consentimiento. Este se puede dar de un adulto a un
menor, entre adultos o incluso entre menores. El de un adulto a un
menor es uno de los abusos sexuales más comunes que podemos ver
hoy en día, son recurrentes las crónicas de los diarios que nos dan
cuenta de la existencia de redes que fomentan la producción de
pornografía infantil.

El abuso emocional es aquel que no se produce con un único accionar


concreto como en el caso del sexual puede ser obligar a un menor a
tener sexo, sino que tiene que ver con la observación de una
recurrente conducta de rechazo, demostración de vergüenza,
degradación, inflexión de terror de un adulto a menor también y que
por supuesto tendrá un determinante impacto en el desarrollo
emocional y social de este, desembocando probablemente en miedo,
ansiedad, asilamiento, depresión entre otros.

Y el último tipo de abuso que nos queda para cerrar el concepto que
nos ocupa es el abuso de autoridad y que es básicamente el que se
ejerce desde una posición de autoridad, como puede ser el caso de
un policía que arresta a una persona sin ningún tipo de causa. Este
suele ser muy común en países dictatoriales, en los cuales prima la
opresión y el recorte de la libertad para lograr un mejor sometimiento
de la sociedad.

III. DEFINICION DE AUTORIDAD

El concepto de autoridad apareció en Roma como opuesto al de


poder. El poder es un hecho real. Una voluntad se impone a otra por
el ejercicio de la fuerza. En cambio, la autoridad está unida a la
legitimidad, dignidad, calidad, excelencia de una institución o de una
persona. Es lo que desde el punto de vista del Estado, puede ser
considerado como el poder ejercido por una persona legitimada por
una institución o razón conforme a unas funciones que le son

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generalmente reconocidas. En este sentido cuando una persona tiene
autoridad se deduce que tiene aptitud para mandar (o imponer su
punto de vista o hacerse respetar). Así, cuando el individuo tiene «la»
autoridad o si se quiere ésta, se está autorizada a actuar, a ejercer
un determinado poder. En este ámbito, autoridad está ligada a
potestad.

Fuera del ámbito institucional del Estado, autoridad puede suponer en


ocasiones algo distinto a la posibilidad de ejercer la fuerza para
imponer las cosas o potestad. La autoridad también la tiene alguien
que, debido a su capacidad en un ámbito, por sus conocimientos o
dignidad, puede ejercer sobre otros una influencia a la hora de que
tomen ciertas decisiones. En este sentido, muchos órganos
consultivos tienen mucha autoridad sobre la materia objeto de las
consultas.

La autoridad como es interpretada por Max Weber, quien la entiende:


“como dominación, es la probabilidad de encontrar obediencia dentro
del grupo determinado para mandatos específicos. Afirma que en el
caso concreto esta dominación (“autoridad”), en el sentido indicado,
puede descansar en los más diversos motivos de sumisión, que se
dan por habituación o por arreglos afines. La obediencia es esencial
para que se ejerza la autoridad”. Habla de tres tipos de autoridad la
carismática, legal y tradicional.

Desde la perspectiva católica, se entiende como una determinación


en la naturaleza social humana y como un principio bíblico, en cuanto
delegación establecida por Dios; incluso como el derecho delegado
para la investidura del pastor e indispensable para una organización
eclesial pero requiriendo normas y leyes, que permiten a un líder dar
un orden adecuado y se dé un funcionamiento correcto del lugar
donde ejerce su autoridad.

Si seguimos la definición del Diccionario de la Lengua, la autoridad


es: "Potestad, facultad. Poder que tiene una persona sobre otra que
le está subordinada. Persona revestida de algún poder o mando".

Cada posición concreta tiene unos derechos inherentes que los


titulares adquieren del rango o título de la posición. La autoridad por
lo tanto se relaciona directamente con la posición del titular dentro de
la Organización y no tiene nada que ver con la persona en forma
individual. Cuando una posición de autoridad es desocupada, la
persona que ha dejado el cargo, entrega con él, la autoridad que el
mismo representa. La autoridad permanece con el cargo y con su
nuevo titular. Cuando se ejerce autoridad, se espera el cumplimiento
intrínseco de las órdenes emanadas del titular de la autoridad.

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VI. DEFINICION DE PODER.

Por poder pueden entenderse múltiples conceptos de acuerdo a cada


campo. A un nivel básico, poder suele identificarse con la noción de
fuerza (por ejemplo, la fuerza pública). Sin embargo la noción de
poder suele estar más relacionada a la acción social colectiva que a la
fuerza física. También se entiende como la capacidad para cambiar la
realidad.

 Poder (sociología): la capacidad de elegir o de influir sobre


resultados:
o Poder político (véase también Auctoritas y Potestas)
 Poder regio, el del rey.
 Poder constituyente, el poder que elabora la
Constitución o que la reforma o enmienda.
 Poder público.

V. ¿QUE ES ABUSO DE AUTORIDAD?

El abuso de autoridad es asociado comúnmente al uso de un poder


otorgado por la posesión de un cargo o función, pero de tal forma que
este uso no está dirigido a cumplir las funciones atribuidas a ese
cargo, sino a satisfacer intereses personales del individuo que lo
ejerce. Por otro lado, el abuso de autoridad es reconocido en figuras
que ostentan poder físico en la sociedad, como policías o guardias de
seguridad, quienes estarían abusando de su autoridad cuando
arrestan a una persona sin darle a la misma opción al diálogo.

El abuso de autoridad según los estudiosos del Derecho

En el derecho administrativo y como concepto empleado


comúnmente, el abuso de autoridad, o sus equivalentes, como abuso
de poder o abuso de las funciones públicas, es el ejercicio abusivo de
una función pública.

El derecho penal contempla el abuso de autoridad en sentido lato,


como la figura delictiva que comete quien investido de poderes
públicos realice en su gestión actos contrarios a los deberes que le
impone la ley, por lo que aflige la libertad de las personas, las
intimida o de cualquier manera les causa vejámenes, agravios
morales o materiales. En sentido estricto, se entiende como el delito
doloso que comete el que actuando en calidad de funcionario público
dictare resoluciones u órdenes contrarias a las Constituciones o leyes
nacionales o provinciales o ejecutare las órdenes o resoluciones de
esta clase existentes o no ejecutare las leyes cuyo cumplimiento le
incumbiere. El sujeto pasivo de este delito es la administración
pública, y no es necesario que se le haya causado un daño material.

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Este delito tiene varios subtipos entre los que cabe destacar:

 Prevaricación
 Cohecho
 Tráfico de influencias
 Malversación de fondos públicos
 Corrupción

VI. PROYECTO DE DECRETO QUE REFORMA DIVERSAS


DISPOSICIONES DEL CÓDIGO PENAL

Diputados de la LVI Legislatura, en uso de las facultades que les


otorga la Constitución en su artículo 71 y el Reglamento para el
Gobierno Interior del Congreso de la Unión en su artículo 55
presentan esta iniciativa de ley que tiene por objetivo contribuir a la
seguridad pública en la medida que se someta a un control y sanción
de delitos que realizan los agentes policíacos cuando tergiversan sus
funciones y actúan en actos de delincuencia

VII. LEY CONTRA GARANTÍAS INDIVIDUALES

En estos momentos en que el país se encuentra sometido a la


amenaza de una ley de impunidad para privilegiar y otorgar
superpoderes a los policías y órganos represivos del Estado,
consideramos de gran interés nacional que frente a la minuta del
Senado conocida como Ley Contra la Delincuencia Organizada, y
enviada a su colegisladora para su aprobación por el fast-track-
mayoriteo, es importante establecer responsabilidades y penalidades
a los policías corruptos.

El penalista Juan Velázquez afirma que la Ley Federal Contra la


Delincuencia Organizada, expone que en México el avance de la
criminalidad se relaciona con los cuerpos de seguridad pública, al
grado de que sus miembros se vinculan a las tragedias más
lamentables de los últimos tiempos, que no existe una política
criminal integral para enfrentarla, que las instituciones encargadas de
su combate padecen de corrupción e impunidad y les falta
especialización, profesionalización, coordinación, corresponsabilidad y
un sistema nacional de información.

Todas éstas no son más que consecuencias de la ineficiencia


institucional y no de la existencia de un marco legal rígido que
estorba a las instituciones, como afirma la minuta de la ley
mencionada.

Las nuevas estrategias que propone la ley no son más que propósitos
reveladores para que se dejen de aplicar las garantías individuales
que nuestra Constitución Política consagra, contrarias a los artículos

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14, 16, 20 y 21, para propiciar que los agentes federales de la Policía
Judicial y del Ministerio Público intervengan en las comunicaciones
privadas e investiguen electrónicamente la privacidad; ordenen
cateos y los practiquen; detengan e incomuniquen; retengan por
mayores plazos a los arrestados; se reserve la identidad de los
testigos, agentes del Ministerio Público y jueces; se aplique la
imputabilidad penal a menores de edad para disminuirla de 18 a 16
años; perdonen total o parcialmente a los delincuentes que
colaboren; vean que a los sentenciados se les impongan penas de 20
a 40 años de prisión y se les confisquen todos sus bienes.

Todos éstos son superpoderes ilegales con los que se inviste a los
policías para que actúen con arbitrariedad.

Más que propiciar los abusos policíacos con excepciones a las


garantías individuales, se debe buscar establecer responsabilidades
para evitarlos, como sería el sentido de la presente iniciativa para
evitar el crecimiento de la delincuencia, derivado por la ineptitud y la
colusión con ella, al grado de convertir el crimen organizado en
crimen o terrorismo de Estado.

En tal virtud, los casos de secuestros en que intervengan los cuerpos


policiales de un Estado en otro Estado, han de ser considerados como
actos de terrorismo.

La seguridad pública confiere, Angelina del Valle, presidenta de la


Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos
Humanos, que ésta debe ser el fin primordial de un proyecto colectivo
de justicia, esto es, el restablecimiento verdadero del estado de
derecho y evitar que una entidad se vuelva más fuerte que el mismo
Estado que la creó, con la cual se verían amenazados los derechos
humanos.

Porque un policía es el representante por antonomasia de la


autoridad; todo el peso de la ley le respalda para hacer o dejar de
hacer y sus decisiones son de la mayor trascendencia para las
personas que involucra su actividad. La integridad física de las
personas está en jerarquías; el policía es el funcionario con mayor
nivel de menor grado de instrucción. Dada la inmediatez de sus
acciones contra el policía no procede el juicio de amparo, por lo que
no hay medio de defensa ante su arbitraria intervención.

En los Estados Unidos se controlan los excesos policíacos por medio


de las cortes de apelaciones, más que por medio de la Suprema
Corte, donde se consideran ciertos métodos como incompatibles con
las obligaciones constitucionales de investigar un delito y aprehender
a sospechosos. Tal procedimiento contrasta con la tesis
jurisprudencial mexicana que persiste dándole pleno valor a las

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confesiones, aunque se hayan arrancado bajo sospecha de la tortura,
ya que se exigen datos que lleven a la certeza de que su declaración
ha sido moral y físicamente coaccionada.

En México, sólo la marca visible de golpes, la coacción moral que se


ha traducido en la detención prolongada, el disparo sobre un fugitivo
o la fórmula genérica de prohibir medios que resulten más graves del
daño que se propone conjurar, han sido limitante a los excesos de la
policía.

Las irregularidades que revistieron los secuestros-detenciones, de los


mexicanos Martín Verdugo y Humberto Álvarez Machain, por parte de
autoridades de los Estados Unidos, propiciaron protestas
diplomáticas; sin embargo, no existe indignación análoga nacional,
cuando los policías nacionales cometen secuestros contra mexicanos
en su propio territorio.

No es extraño, por tanto, que en otra dimensión y nivel de operación


se repita la actividad de los caza-recompensas por medio de agentes
de policía que invaden el territorio de otro Estado y secuestren a un
inculpado para someterlo a investigación y, en el mejor de los casos,
lo rindan a una autoridad judicial.

VIII. DETENCIÓN ILEGAL, PROCEDENCIA DEL AMPARO

Cuando una persona es detenida sin la orden de aprehensión de


autoridad competente y tampoco fue sorprendida en flagrante delito,
ello sin duda, implica la violación al artículo 16 constitucional que
debe ser impugnada mediante el juicio de amparo indirecto, pero de
no hacerlo, tales actos que se consideran consumados de modo
irreparable e imposibles de analizar, tanto técnica como
jurídicamente en amparo uniinstancial por el hecho de haber
cambiado su situación jurídica al momento de formalizar el proceso
penal instruido en su contra y no poder decidir sobre aquéllos sin
afectar la nueva situación jurídica.

Las situaciones jurídicas, escapan de las manos a la judicatura


mexicana, a pesar de estar basadas en violaciones a los derechos
humanos; esto es hacer prevalecer el formalismo jurídico sobre la
base de nuestras instituciones sociales, como lo es las garantías
individuales.

Hay que advertir que la minuta del Senado de la Ley Contra la


Delincuencia Organizada en la fracción II del artículo 16 prevé ya una
mayor penalidad a "agente de la autoridad y se ostente como tal sin
serlo", "por que prive de la libertad a otra persona en un acto de
secuestro"

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Cuando un presunto delincuente es requerido por la justicia de una
entidad federativa distinta a donde reside, tanto legal como
jurisprudencialmente, se han fijado mayores garantías a las
establecidas por el artículo 16 constitucional para su aprehensión,
"porque es indudable que se pueden causar grandes molestias
cuando se traslada a una persona a lugar diverso del de su
residencia". Asimismo, el artículo 7o. de la ley del 12 de septiembre
de 1902, reglamentaria del artículo 113 (actual 119), de la
Constitución, respecto al deber que tiene cada Estado de entregar sin
demora los criminales de otros estados a la autoridad que los
reclame, establece que los exhortos deben contener todos los
elementos del cuerpo del delito, así como filiación y señas
particulares del individuo inculpado, las presunciones legales o
sospechosas fundadas y la expresión de la pena.

La extradición es complicada, el artículo 119 de la Constitución se


reduce a la extradición de reos prófugos, no en la etapa de
investigación del delito, sino cuando ya están siendo procesados o
fueron condenados en una entidad federativa.

El Constituyente de 1916-1917, no se caracterizó por ampliar el


alcance de los derechos humanos, sino más bien de restringirlos,
concentrándose en la creación de los derechos sociales, pero en
detrimento de los derechos individuales.

El caso del artículo 119, es un ejemplo, pues el párrafo único de la


disposición equivalente de 1857, le agregó un segundo párrafo que
constituye una limitación al artículo 19 constitucional que fija un
término de tres días para las detenciones y trastocó el solo exhorto o,
como lo denomina el artículo, la requisitoria del juez será bastante
para motivar la detención por un mes si se tratare de extradición
entre los estados y dos meses cuando fuere internacional.

En la época actual, un mes de detención para satisfacer un exhorto


es demasiado tiempo, pues dicha requisitoria debe contener todos los
elementos e indicios para la aprehensión del presunto responsable,
pues de lo contrario, la superficialidad o temeridad en los exhortos y
requisitorias puede ser promovida. El segundo párrafo del artículo
119 fue agregado en 1917, según se infiere a pesar de la no
existencia del debate en el Constituyente durante la sesión del 25 de
enero de 1917, por influencia del artículo 15 de la ley de 1902,
reglamentaria del entonces, artículo 113 constitucional, cuyo espíritu
es muy distinto a la desafortunada redacción de 1917.

El cuadro de violaciones de las garantías individuales se completa con


la proposición reciente de que se agregue un tercer párrafo al artículo
119 constitucional, en el cual se amplíe la facultad del Ministerio
Público, para que a través de la simple solicitud del procurador de

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Justicia de una entidad, proceda a la detención y entrega inmediata
de una persona.

Por el momento, cuando un agente de policía de un Estado se atreve


a privar ilegalmente de la libertad a una persona con domicilio en otro
Estado, la tipificación de esta conducta ha sido vaga y no hay acuerdo
al respecto. La tesis aislada de jurisprudencia mexicana que más ha
avanzado ha sido la consistente en considerar aplicable el tipo de
abuso de autoridad por violación a los derechos consagrados en la
Constitución (artículo 2o. fracción IV del Código Penal para el Distrito
Federal).

IX. ABUSO DE AUTORIDAD Y PLAGIO

"Si el quejoso y el coacusado, en su carácter de agentes de la policía,


y haciendo caso omiso del tratado de extradición vigente, se
arrogaron facultades que son exclusivas del Ejecutivo Federal, previos
los requisitos legalmente establecidos, entregando a una persona a la
policía extranjera, queda por tanto tipificada tal conducta dentro del
artículo 211 fracción IV del Código Penal, ya que resulta atípica por lo
que al delito de plagio; es bien sabido que plagio lleva implícita la
idea de daño activo y el secuestro la de daño pasivo, según acertada
definición."

El abuso de autoridad es un delito muy genérico que sólo protege los


intereses afectados de un particular, sin embargo; cuando un agente
de policía de un Estado invade las atribuciones y soberanía de otro
Estado, no es sólo el individuo afectado quien pierde, sino todo el
orden constitucional y legal de la Federación y del Estado donde
sucedió el secuestro, así como se ve afectada la procuración de
justicia del Estado en donde ejerce las funciones de policía y
autoridad, de tal suerte que si bien, el delito de abuso de autoridad
se comete en este último Estado, queda impune el ilícito cometido en
el Estado afectado al cual se debió pedir la extradición.

Actualmente los códigos penales de las entidades federativas no


contemplan fielmente la conducta que atenta contra el procedimiento
del artículo 119 constitucional, por lo que no hay sanción idónea a la
gravedad de la conducta. De tal manera, que sería conveniente
adoptar bien un tipo específico de delito (detención ilegal), en los
códigos punitivos que debiera ser, con las adecuaciones necesarias,
equivalen en su pena al delito de terrorismo; es decir, de dos a 40
años de prisión más una multa significativa.

Las violaciones que pueden cometer los agentes de policía al


secuestrar una persona de otra entidad federativa, son tan graves
como los actos de un terrorista. Se satisfacen los elementos del tipo

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contenido en el artículo 139, del Código Penal para el Distrito Federal:

a) Utiliza armas de fuego o medios violentos para el secuestro.

b) Su acción es en contra de una o varias personas residentes en otro


Estado.

c) Con su acción perturba la paz pública y menoscaba la autoridad del


Estado en donde efectúa el secuestro.

A fin de limitar esta práctica delictiva de los cuerpos policíacos, el


agente se enfrentaría a la comisión de tres delitos:

a) Por lo que respecta al Estado en el que ejerce funciones cometería


el delito de abuso de autoridad;

b) Por lo que respecta al individuo secuestrado, cometería el delito de


privación ilegal de la libertad y

c) Por lo que se refiere al Estado donde llevase a cabo dicho


secuestro, sería tratado como un terrorista.

Sólo la alta penalización de estas conductas puede conducir a un


eficaz límite a los abusos de esta naturaleza. Naturalmente, el delito
capital es el terrorismo, por lo que dicho agente sería juzgado en el
Estado donde perpetró tal ilícito.

En tanto la detención del individuo y su comparecencia ante el Estado


a que pertenece el agente terrorista, el juez debiera dictar orden de
repatriación pidiendo las medidas de seguridad al Estado afectado
para que tampoco se sustraiga a la acción a que se refiere el artículo
119 de la Constitución y su ley reglamentaria. Las pruebas obtenidas
sin orden de cateo, emitidas por autoridad competente, debieran ser
anuladas de acuerdo a la sana doctrina, porque sólo con estas
medidas se empezará a copar la abusiva discrecionalidad de los
cuerpos policíacos.

En virtud de los fundamentos expuestos ante el pleno de esta


honorable soberanía los diputados de la Revolución Democrática
someten el siguiente

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BIBLIOGRAFIA

*Revista del Instituto de la Judicatura Federal, No. 13, 2003,


págs.147-156. “Abuso de autoridad “
*MORENO Bonett Margarita y GONZÁLEZ Domínguez María del
Refugio, “La crisis de la fundamentación de los derechos humanos en
el siglo XIX”,
La génesis de los derechos humanos en México, UNAM, México, 2006.
* BURGOA Ignacio “Las garantías individuales”, Porrúa, XXI edición,
México 1989.
*AZUELA Rivera Mariano “Garantías”, Suprema Corte de Justicia de la
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*MURGUEZA Javier “El fundamento de los derechos humanos”,
Debate, México 1989.
*MÉNDEZ Silva Ricardo “Derecho internacional de los derechos
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2002.
"http://es.wikipedia.org/wiki/Abuso_de_autoridad"

Derechos Reservados, (C) 1995-2009 IIJ-UNAM


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