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El documento habla sobre el pecado inconsciente y cómo Dios revela los defectos ocultos en nosotros para que podamos vencerlos. Según E. White, el pecado existe en nosotros antes de ser conscientes de él, y se oculta en las cámaras secretas de la mente. Cuando Jesús interrogó a Pedro, la sonda llegó hasta lo más profundo de su alma para juzgarse a sí mismo. Finalmente, en el juicio final, el pecado inconsciente se hará plenamente consciente.
El documento habla sobre el pecado inconsciente y cómo Dios revela los defectos ocultos en nosotros para que podamos vencerlos. Según E. White, el pecado existe en nosotros antes de ser conscientes de él, y se oculta en las cámaras secretas de la mente. Cuando Jesús interrogó a Pedro, la sonda llegó hasta lo más profundo de su alma para juzgarse a sí mismo. Finalmente, en el juicio final, el pecado inconsciente se hará plenamente consciente.
El documento habla sobre el pecado inconsciente y cómo Dios revela los defectos ocultos en nosotros para que podamos vencerlos. Según E. White, el pecado existe en nosotros antes de ser conscientes de él, y se oculta en las cámaras secretas de la mente. Cuando Jesús interrogó a Pedro, la sonda llegó hasta lo más profundo de su alma para juzgarse a sí mismo. Finalmente, en el juicio final, el pecado inconsciente se hará plenamente consciente.
con el pecado no reconocido El pecado est en nosotros, antes de ser revelado a la conciencia. El Seor nos coloca en diferentes posiciones, a fin de desarrollarnos. Si poseemos defectos de carcter de los que no nos apercibimos, l nos somete a disciplina, que traer esos defectos a nuestro conocimiento, para que podamos vencerlos. Es su providencia la que nos lleva a enfrentar diversas circunstancias. En cada nueva situacin, enfrentamos diferentes tipos de tentaciones. Cuntas veces, al vernos en cierta situacin comprometida, pensamos Es una gran equivocacin. o que dar!a por "aber permanecido en la anterior situacin# $ero %cul es la ra&n de que no se siente satisfec"o' Es porque las nuevas circunstancias "an servido para traer a su noticia nuevos defectos del carcter( pero no se "a revelado nada que no e)istiera en usted* +Review and Herald, , agosto -../0. El engao anida en las cmaras secretas de la mente. a le1 de 2ios es la prueba de nuestras acciones. Sus o3os ven todo acto, escudrian cada rincn de la mente, detectan todo engao 1 toda "ipocres!a. 4odas las cosas estn desnudas 1 abiertas ante la vista de 2ios* +Carta 5,, -/6,( A fin de conocerle, p. 7/70. El pecado inconsciente de Pedro es tambin nuestro problema. Esta pregunta que escudriaba el cora&n, era necesaria en el caso de $edro, 1 es necesaria en el nuestro. a obra de la restauracin nunca puede ser completa a menos que se llegue "asta las ra!ces del mal. 8e& tras ve& "an sido recortadas las ramas, pero "a sido de3ada la ra!& de amargura para que resur3a 1 contamine a muc"os. $ero debe llegarse "asta la profundidad misma del mal oculto, los sentidos morales deben ser 3u&gados, 1 3u&gados otra ve& a la lu& de la presencia divina. a vida diaria testificar si la obra es verdadera o no. Cuando Cristo le pregunt a $edro por tercera ve&9 %:e amas'#, la sonda lleg "asta lo ms profundo del alma. $edro, 3u&gndose a s! mismo, ca1 sobre la roca* +Youth Instructor, 77 diciembre -./.( Comentario bblico adventista, vol. ;, p. --7;0. El mensaje a Laodicea y el pecado inconsciente. El mensa3e a aodicea "a de ser proclamado con poder, 1a que a"ora es especialmente aplicable< =o ver nuestra propia deformidad es no apreciar la belle&a del carcter de Cristo. Cuando nos demos cumplida cuenta de nuestra propia pecaminosidad, apreciaremos a Cristo< =o ver el marcado contraste entre Cristo 1 nosotros significa que no nos conocemos. >quel que no se aborrece a s! mismo, no puede comprender el significado de la redencin< ?a1 muc"os que no se ven a s! mismos a la lu& de la le1 de 2ios. =o detestan el ego!smo, 1 por lo tanto, son ego!stas* +Review and Herald, 7; setiembre -/660. Las tendencias inconscientes al mal, problema de Laodicea. El mensa3e a la iglesia de aodicea revela nuestra condicin como pueblo< Satans procura corromper la mente 1 el cora&n con toda su sutile&a. @ AB", cuanto )ito obtiene en "acer que los "ombres 1 mu3eres se aparten de la simplicidad del evangelio de CristoC Da3o la influencia de Satans, las tendencias "ereditarias 1 cultivadas al mal se despiertan a la accin. $astores 1 miembros de iglesia estn en peligro de permitir que el 1o ocupe el trono< Si viesen sus caracteres deformes 1 distorsionados, tal como quedan minuciosamente refle3ados en la $alabra de 2ios, se alarmar!an de tal modo que caer!an sobre sus rostros ante 2ios en contricin de esp!ritu, 1 desec"ar!an los trapos de inmundicia de su propia 3usticia* +Review and Herald, -; diciembre -/650. Cuando el pecado inconsciente se hace consciente demasiado tarde. os que estn a la i&quierda de Cristo, los que le "an descuidado en la persona de los pobres 1 dolientes, fueron inconscientes de su culpabilidad. Satans los ceg( no percibieron lo que deb!an a sus "ermanos. Estuvieron absortos en s! mismos, 1 no se preocuparon de las necesidades de los dems* +El Deseado de todas las gentes, p. ;/50. La oculta maquinaria moral del cora!n. > los "ombres a quienes 2ios destina para ocupar puestos de responsabilidad, l les revela en su misericordia sus defectos ocultos, a fin de que puedan mirar su interior 1 e)aminar con o3o cr!tico las complicadas emociones 1 manifestaciones de su propio cora&n, 1 notar lo que es malo< 2ios quiere que sus siervos se familiaricen con el mecanismo moral de su propio cora&n* +Joyas de los estimonios, vol. -, p. 5E;0. "inalmente el pecado inconsciente vendr a ser plenamente consciente. a visin de Facar!as con referencia a Gosu 1 el ngel se aplica con fuer&a peculiar a la e)periencia del pueblo de 2ios durante la terminacin del gran d!a de e)piacin< Como Gosu interced!a delante del ngel, la iglesia remanente, con cora&n quebrantado 1 fe ferviente, suplicar perdn 1 liberacin por medio de GesHs su abogado. Sus miembros sern completamente conscientes del carcter pecaminoso de sus vidas, vern su debilidad e indignidad<* +Joyas de los estimonios, vol. 7, p. -E; 1 -E,0. Los servicios del santuario, un tipo de la remoci!n del pecado inconsciente de la mente del hombre. >unque la sangre de Cristo "abr!a de librar al pecador arrepentido de la condenacin de la le1, no "ab!a de anular el pecado( ste queda registrado en el santuario "asta la e)piacin final( as! en el s!mbolo, la sangre de la v!ctima quitaba el pecado del arrepentido, pero quedaba en el santuario "asta el d!a de la e)piacin. En el gran d!a del 3uicio final< los pecados de todos los que se "a1an arrepentido sinceramente sern borrados de los libros celestiales. En esta forma el santuario ser liberado, o limpiado de los registros del pecado. En el s!mbolo, esta gran obra de la e)piacin, o el acto de borrar los pecados, estaba representada por los servicios del d!a de la e)piacin< >s! como en el d!a de la e)piacin final los pecados de los arrepentidos "an de borrarse de los registros celestiales, para no ser 1a recordados, en el s!mbolo terrenal eran enviados al desierto 1 separados para siempre de la congregacin* +!atriarcas y !rofetas, p. IE- 1 IE70. Satans "ab!a acusado a Gacob< 1 durante la larga noc"e de la luc"a del patriarca, procur "acerle sentir su culpabilidad, para desanimarlo 1 quebrantar su confian&a en 2ios< el :ensa3ero celestial, para probar su fe, le record tambin su pecado 1 trat de librarse de l< >s! ser en el tiempo de angustia. Si el pueblo de 2ios tuviera pecados inconfesos que aparecieran ante ellos cuando los torturen el temor 1 la angustia, ser!an abrumados( la desesperacin anular!a su fe, 1 no podr!an tener confian&a en 2ios par pedirle su liberacin. $ero aunque tengan un profundo sentido de su indignidad, no tendrn pecados ocultos que revelar. Sus pecados "abrn sido borrados por la sangre e)piatoria de Cristo, 1 no los podrn recordar* +Id, p. -// 1 7660. #uestros propios cap$tulos desconocidos. a amargura del pesar 1 la "umillacin es me3or que la complacencia del pecado. $or la afliccin, 2ios nos revela los puntos infectados de nuestro carcter, para que por su gracia podamos vencer nuestros defectos. =os son revelados cap!tulos desconocidos con respecto a nosotros mismos, 1 nos llega la prueba que nos "ar aceptar o rec"a&ar la reprensin 1 el conse3o de 2ios* + El Deseado de todas las gentes, p. 7,.0. En el d!a del 3uicio final, cada alma perdida comprender la naturale&a de su propio rec"a&amiento de la verdad. Se presentar la cru& 1 toda mente que fue cegada por la transgresin ver su verdadero significado. >nte la visin del Calvario con su 8!ctima misteriosa, los pecadores quedarn condenados. 4oda e)cusa mentirosa quedar anulada. a apostas!a "umana aparecer en su odioso carcter. os "ombres vern lo que fue su eleccin< Cuando los pensamientos de todos los cora&ones sean revelados, tanto los leales como los rebeldes se unirn para declarar9 Gustos 1 verdaderos son tus caminos, Je1 de los santos# * +Id., p. 560. C!mo oper! la mente inconsciente en la cruci%i&i!n de Cristo. Cre1entes 1 no cre1entes vendrn a ser testigos que confirmen la verdad que ellos mismos no comprenden. 4odos cooperarn en cumplir la voluntad de 2ios, tal como ocurri con >ns, Caifs, $ilato 1 ?erodes. Enviando a Cristo a la muerte, los sacerdotes cre1eron que cumpl!an sus propios propsitos, pero inconscientemente 1 sin pretenderlo, estaban cumpliendo el propsito de 2ios* - +Review and Herald, -7 3unio -/660. El juicio e&pone el contenido oculto de la mente. El registro de los d!as pasados pondr a la vista la vanidad de las invenciones "umanas, por las que las personas se "an e)cusado a s! mismas de su negligencia en responder a los ruegos de 2ios. El Esp!ritu Santo revelar faltas 1 defectos del carcter que se deber!an "aber discernido 1 corregido< Est cercano el tiempo cuando la vida interior se revelar plenamente. 4odos contemplarn, como en un espe3o, la operacin de los resortes ocultos de la motivacin. El Seor quiere que e)aminis vuestra propia vida a"ora, 1 que veis cmo aparece vuestro registro ante l* +Review and Herald, -6 noviembre -./,0. El pecado se oculta en el cora!n. El cora&n es la ca3a fuerte del pecado( si no se lo e)pulsa, permanece oculto "asta que llega una oportunidad, 1 entonces se revela, ponindose en accin* +Carta ?K-,f, -./70. Erwin Eulner M. Iglesia Adventista del Sptimo Da de Pajaritos - "#$ del $%9 8er ?ec"os 597E 1 7..