Introducción
¡La trajo al hombre! ¿Ha pensado usted varón lo hermoso que es saber que
esa mujer que tiene al lado, que esa mujer con la que comparte sus días la
trajo a usted el mismo Dios Todopoderoso? EL la sacó de usted y luego se la
trajo a usted.
“La Sacó de usted” significa que ¡ella está hecha a su medida, que está hecha
de sus sueños, sus anhelos interiores, con las características, todas las
características IDEALES que usted deseaba, que usted soñaba!
Ahí está clara la voluntad de Dios, la invención del Matrimonio por parte de
nuestro Creador. Su propósito no fue crear a la mujer como un ser viviente
más, como todos los otros sino como uno especial con el cual COMPLETARÍA al
otro ya creado y los dos formarían una ARMONÍA PERFECTA.
Por eso la partícula “Por tanto” con la que empieza el versículo 24. “Por tanto”
significa que Dios está diciendo: Como Yo los hice varón y hembra, como Yo los
idee como complemento el uno del otro, como Yo hice a una de su misma
esencia para que fuera igual a su compañero y pudieran tener comunión, como
Yo cree dos seres absolutamente compatibles para compartir… Entonces….
Lo que dice Dios es: como Yo los hice con ese propósito de estar casados,
entonces ¡cásense!
“Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el
marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual
es su cuerpo, y él es su Salvador”.
Por otro lado, cuando Dios dice que el hombre “dejará a su padre y a su
madre” está poniendo un requisito sin el cual un matrimonio no podrá
funcionar. Dejar al padre y a la madre no significa enemistarse con ellos y
abandonarlos y mucho menos dejar de honrarlos. Significa solamente que
debe haber de pensamiento, de palabra y de acción una separación amorosa
de la casa de sus padres. Significa que ahora su esposa o esposo son su
prioridad después de Dios y que debe haber una línea limitante que sus padres
no deben atravesar con respecto a su relación matrimonial. ¡Y usted mucho
menos! Significa que ahora la lealtad es con su cónyuge antes que con sus
padres.
Así mismo dice “el hombre”, singular. O sea que quien tiene varias no sigue el
modelo del hombre sino de la bestia, de l macho!
Y enseguida de tan tremenda exigencia viene otra que es para ambos géneros,
pero el Señor la enfatiza para los hombres porque siendo uno de carne y hueso
sabe y conoce exactamente lo que pasa con sus ojos:
“Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues
mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea
echado al infierno”.
Por último, unirse sólo a su mujer y ella sólo a su marido implica entre otras
cosas las que se mencionan en Efesios 5 del 1 al 5:
“Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como
también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y
sacrificio a Dios en olor fragante. Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia,
ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras
deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes
bien acciones de gracias. Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o
inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de
Dios”.
Y andar en amor ¿qué significa? Significa andar en el amor de Dios (en el Amor
“Agape”, del verbo Agapan) que es diferente al amor sexual (Eros) o al amor
filial o familiar (Philia). Significa dejar que el amor de Dios lo invada.
Cuando uno lee esto cree en principio que es una simple metáfora, un recurso
literario para expresar que son como uno, y en el peor de los casos una
exageración. Pero no. Si la Palabra de Dios que es verdad dice que ustedes
son una sola carne, ¡realmente ustedes lo son!
A- En primer lugar por mucho que desee y que haga no podrá jamás separarse
o divorciarse de su cónyuge, a no ser por relaciones sexuales
extramatrimoniales, pero NO es obligatorio el divorcio.
B- Todo lo que hable del otro(a) lo habla de usted mismo(a). Tengan cuidado
de las referencias a su cónyuge en toda conversación.
E- No debe haber lugar para el egoísmo, porque ¿cómo puede pasar que uno
se envidie a uno mismo?
CONCLUSIÓN
Oremos juntos.
Oración final