EDITORIAL | DOMINGO 2 DE DICIEMBRE DE 2007 | El Siglo de Torreón | 7A

Ejercer la libertad
LUIS RUBIO
os hechos no están en disputa: Los liberales siempre han creído en la libertad del afectan al resto. De esta forma, por rros están haciendo hasta lo indecible

L el tabaco es dañino para la sa-

lud. Quienes fuman lo saben,
pero quienes no fuman lo padecen; el
problema es que unos y otros son
parte de una misma comunidad, cada
uno con derechos propios, comenzan-
do por el de la libertad. Se trata de
uno de esos temas en el que la solu-
ción al diferendo es obvia para cada
uno de los actores, tanto los que fu-
man como para los que no lo hacen.
Pero sólo uno tiene razón.
Lo que está en disputa son los de-
rechos de personas y empresas para
defender su interés o libertad parti-
cular. El tema del tabaco polariza y
genera reacciones extremas que no
por eso dejan de ser peculiares. Los
fumadores y los no fumadores tien-
den a creer que tienen derechos ab-
solutos, pero el tema se complica en
la medida en que otros actores, par-
ticularmente los fabricantes de ciga-
rros y los dueños de restaurantes y
establecimientos públicos, entran en
la película. La pregunta importante
es cómo conciliar los derechos de la
colectividad con los de los individuos
y las empresas.
El caso del tabaco es particular-
mente complejo porque ahí se mezcla
la evidencia científica con el derecho
de las personas. Los fumadores, re-
claman el derecho de hacer con su
cuerpo lo que quieran, pero esto cho-
ca con los derechos de los no fumado-
res que, según la evidencia, sufren
consecuencias de respetar los dere-
chos de otros sin que nadie respete
los suyos. Este es el tema de fondo de
la legislación tanto federal como local
(DF) que está siendo discutida y que
tiende a sacar chispas.
Según las cifras oficiales, en el
país mueren aproximadamente 54 mil
individuo, pero siempre y cuando el ejercicio de esa
libertad no tenga un impacto negativo sobre el resto.
John Stuart Mill, el filósofo de la libertad, argumentaba
ejemplo, el Gobierno no tendría ra-
zón de intervenir en la decisión de un
boxeador, de un amaestrador de ser-
pientes o de un tragafuegos en la es-
por evitar la aprobación de la ley.
Una de sus tácticas ha sido la del ca-
bildeo directo tanto en el Congreso
federal como en la Asamblea de Re-
que el Gobierno debe distinguir con nitidez plena entre una quina de correr enormes riesgos per- presentantes del DF. Su principal
intervención sobre actos individuales que afectan sólo al sonales, pero tiene toda la razón de propuesta como alternativa consiste
individuo de aquellos que afectan al resto. De esta forma, intervenir en aquellos casos, como el en instalar extractores de humo que,
por ejemplo, el Gobierno no tendría razón de intervenir fumar en espacios cerrados, por el según argumentan, reduciría en 70%
en la decisión de un boxeador, de un amaestrador de hecho de que afectan a terceros. Con el humo en un espacio cerrado. Aun-
la misma lógica, ningún Gobierno tie- que la propuesta podría sonar razona-
serpientes o de un tragafuegos en la esquina de correr ne derecho de impedirle a una perso- ble, no es fácil explicar porqué se es-
enormes riesgos personales, pero tiene toda la razón de na que consuma tabaco en la calle; a peraron a hacer una propuesta de es-
intervenir en aquellos casos, como el fumar en espacios lo más, puede imponerle un elevado ta naturaleza hasta que se presentó la
cerrados, por el hecho de que afectan a terceros. Con la impuesto para intentar disuadirlo, iniciativa de ley: no es como que el
misma lógica, ningún Gobierno tiene derecho de impedirle pero nada más. conflicto entre fumadores y no fuma-
La lógica de la legislación diseña- dores se hubiera iniciado ayer. En to-
a una persona que consuma tabaco en la calle; a lo más, da para obligar a los restaurantes y do caso, la propuesta constituye una
puede imponerle un elevado impuesto para intentar establecimientos similares a crear flagrante admisión de culpa: recono-
disuadirlo, pero nada más. espacios separados para fumadores cen, así sea implícitamente, que el hu-
y no fumadores es absoluta. La ini- mo de un cigarro afecta a terceros.
ciativa no prohíbe fumar en espacios Es evidente que tanto las empre-
personas al año como resultado del bre las personas que no fuman. A di- abiertos ni viola la libertad de las sas como los fumadores tienen dere-
consumo de tabaco. Todas esas perso- ferencia de otras adicciones, tanto las personas de fumar o hacer lo que les chos que no pueden ni deben ser con-
nas sabían que el tabaco es nocivo pa- legales como las ilegales, los no fuma- plazca con su vida; lo que hace es culcados, pero estos derechos no son
ra la salud y asumieron el riesgo con dores pueden acabar contrayendo las proteger al resto de la sociedad de superiores a los de la colectividad.
plena conciencia. Desde la perspecti- mismas enfermedades que los fuma- los efectos del ejercicio de esa liber- La idea de crear espacios libres de
va individual, esas personas eran dores por el hecho de respirar el hu- tad. Es decir, protege la libertad del humo de cigarro es civilizatoria; es,
dueñas de sus cuerpos e hicieron uso mo de un cigarro: fumar tiene conse- resto de la ciudadanía. Uno pensaría parafraseando a John Womack, una
pleno de sus facultades para decidir, cuencias negativas en la salud de los que nadie puede estar contra de ella, de esas formas decentes de vivir que
es decir, actuaron como hombres y no fumadores que comparten el espa- pero no es así. hacen posible la convivencia en una
mujeres libres. Pero el ejercicio de su cio con los fumadores. Es decir, los Sin duda, los primeros afectados sociedad.
libertad choca con la de los otros en al fumadores perjudican al resto de la son los propios fumadores, muchos de Nuestro sistema de Gobierno no
menos dos planos: por un lado, en los población al fumar en espacios públi- los cuales no tienen la opción anímica es muy representativo ni permite la
costos que su adicción le impone a la cos sin jamás pagar un costo por de dejar de fumar y esto crea un pro- participación de la población en los
sociedad en su conjunto; por ejemplo, ejercer su libertad. blema. Numerosas sociedades han procesos de decisión. Esta iniciativa
en 2004, el IMSS gastó el 4.3% de su Los liberales siempre han creído optado por prohibiciones similares y probablemente responda más a la
presupuesto de operación (o 7,100 mi- en la libertad del individuo, pero el efecto ha sido positivo: muchas tradición tutelar (el Gobierno prote-
llones de pesos) para pagar los costos siempre y cuando el ejercicio de esa personas que antes fumaban dejaron ge a la ciudadanía) y al legítimo afán
de la atención atribuible al consumo libertad no tenga un impacto negati- de hacerlo y la mayoría del resto de reducir el costo del sistema de sa-
de tabaco. Es decir, los fumadores le vo sobre el resto. John Stuart Mill, el aceptó la nueva realidad sin más. Mu- lud que a una respuesta directa al
impusieron un enorme costo a la so- filósofo de la libertad, argumentaba chos fumadores están enojados por la clamor de los no fumadores, pero no
ciedad por ejercer su libertad. que el Gobierno debe distinguir con iniciativa, pero quienes realmente es- por eso infringe el principio de la li-
El otro plano en el que choca la li- nitidez plena entre una intervención tán movilizados para derrotarla son bertad individual y por eso merece
bertad de fumar con el resto de la so- sobre actos individuales que afectan los fabricantes de cigarros. ser aprobada.
ciedad es en el impacto que tiene so- sólo al individuo de aquellos que Las empresas fabricantes de ciga- www.cidac.org

La Corte, juzguemos RELATOS DE ANDAR Y VER

ERNESTO RAMOS COBO

a los jueces Luz silenciosa

JORGE ZEPEDA PATTERSON
rincipalmente dos escenas En ocasiones me podría

E
l viernes pasado, 36 horas después de que la Supre-
ma Corte fallara a favor del gobernador Mario Ma-
rín, Lydia Cacho recibió la llamada de una niña ate-
rrada. Se trataba de una de las víctimas de Succar Kuri
y una testigo clave en el juicio que se sigue en contra del
pederasta. “Nos van a matar”, dijo al teléfono entre bal-
buceos. Y razones de preocupación no le faltaban. Duran-
te meses personeros de Sucar han presionado a la niña y
a su madre con amenazas de toda índole para que se re-
tracte del testimonio en el que describe las maneras en
que fue abusada. Ha resistido el acoso porque abogados
y defensores de derechos humanos le habían pedido con-
fianza en la posibilidad de que se hiciera justicia. El vier-
nes le dijo a Lydia, entre sollozos que le cortaban el
aliento, que el perdón a Marín confirmaba que Succar te-
nía razón: tienen comprados a los jueces y al Gobierno.
Lo que han hecho los seis ministros de la Corte que
fallaron a favor de Marín es preocupante y sospechoso
por donde se le mire. Si alguna vez hubo una causa ciu-
dadana era ésta. Si alguna vez hubo algo que pareciera
la confrontación entre “el bien y el mal” era ahora. No
sólo por que se trataba de la represión artera de em-
presarios y políticos de poder en contra de una perio-
distas por haber denunciando el abuso sexual de meno-
res; también por que la opinión pública toda se había
involucrado luego de las ominosas grabaciones escu-
chadas por todo el país.
Lo que sucedió en la Corte tiene muchos signos de
haber sido decidido en otros ámbitos. Una y otra vez pu-
dimos observar a lo largo de los meses la disputa de los
ministros entre dos posiciones encontradas: por un lado,
la defensa a ultranza de Marín por parte de Aguirre An-
guiano, Mariano Azuela y Ortiz Mayagoitia, este último
presidente en funciones. Un trío decidido a impedir que
la denuncia periodística de una ciudadana terminara por
afectar la autoridad de un gobernador, así fuera un “Go-
ber precioso”. A lo largo de todo el proceso mostraron su
disgusto por el hecho de que el caso hubiese llegado a la
Corte y recurrieron a todo tipo de argucias para retra-
sarlo y desecharlo.
Del otro lado, varios ministros, entre ellos, Silva Me-
za y Góngora Pimentel, entendieron que el caso entraña-
ba mucho más que los derechos individuales de una pe-
riodista y que lo que estaba en juego eran las redes de
crimen organizado a favor de la pederastia que Cacho ha-
bía denunciado.
Sin embargo, parecía que las diferencias quedarían
zanjadas por el contundente dictamen presentado por
Silva Meza en el que se comprobaba la culpabilidad de las
autoridades poblanas. Fue una investigación, encargada
por la propia Corte, que durante meses recopiló pruebas,
entrevistó a cientos de testigos y exigió documentación y
expedientes a todo tipo de autoridades. La operación pa-
ra reprimir a la periodista por encargo de Kamel Nacif
fue demostrada amplia y meticulosamente. Sólo quedaba
la votación final para emitir un fallo definitivo.
Se sabía que los tres ministros “marinistas” votarían
en contra del dictamen pretextando distintos tecnicis-
mos, pero que prácticamente el resto del pleno reconoce-
ría la investigación de su colega. No había razón para no
hacerlo, porque ninguno de ellos había hecho su propia
investigación, ni tenía más datos que los contenidos en
las mil y tantas fojas de la descripción de los hechos des-
critos por Silva Meza. La controversia simplemente pa-
recía resumirse a los términos en que saldría la resolu-
ción en contra de Marín.
Sorpresivamente las dos ministras, Olga Sánchez
Cordero y Margarita Luna Ramos, cambiaron su voto en
el momento justo de la votación, pese a que dos días an-
Lo que sucedió en la Corte tiene muchos
signos de haber sido decidido en otros
ámbitos. Una y otra vez pudimos observar
P quedaron tatuadas en mi
mente: la primera: cuando la
familia de menonitas se baña en la
noria, y es perseguida –intermina-
ocurrir leer los párrafos
anteriores y ni siquiera
saber a lo que me estoy
a lo largo de los meses la disputa de los blemente—por la cámara que se refiriendo. Hablo en serio.
ministros entre dos posiciones encontradas: mueve sobre el agua como cabeza Hay en el aire una
por un lado, la defensa a ultranza de Marín de serpiente; la segunda es aquélla cotidiana trivialidad
por parte de Aguirre Anguiano, Mariano de los recorridos circulares de la ca- que invade y que ciega,
Azuela y Ortiz Mayagoitia, este último mioneta –y la cara del protagonis- donde cualquier jugo
presidente en funciones. Un trío decidido ta— al despedirse del amigo para
visitar a la amante. El director Car- del estómago –o del
a impedir que la denuncia periodística de los Raygadas y el fotógrafo Alexis alma— es perorata
una ciudadana terminara por afectar la Zabe tienen ojos, y la película que inocua. La vulgaridad
autoridad de un gobernador, así fuera un lograron –Luz Silenciosa— es un ambiental todo lo
“Gober precioso”. A lo largo de todo el remanso que invita a respirar de invade. No sé. A veces
proceso mostraron su disgusto por el forma distinta.
Es un círculo que comienza con
ignoro lo que estoy
hecho de que el caso hubiese llegado un amanecer y termina con la pues- diciendo, pero
a la Corte y recurrieron a todo tipo de ta de sol, atrapando hasta dejar la continúo escribiendo,
argucias para retrasarlo y desecharlo. butaca con media sonrisa perpleja. tratando de buscar
Otros ya han hecho lo mismo: Miles el párrafo, moviéndome
Davis, y el saxo tenor John Coltra- en base a la intuición
tes durante sus intervenciones habían respaldado el dic- ne, grabaron en 1959 uno de los dis-
tamen de Silva Meza. cos más influyentes de la historia de que allá, en el
El fallo a favor de Marín fue tan inesperado, que el del Jazz. Con sus solos convincen- fondo, tal vez hay
propio presidente, Ortiz Mayagoita, no pudo reprimir tes, con su romántica y melancólica algo más. No sé.
una sonora carcajada de alivio cuando dio por concluida elegancia, Kind of Blue es una pieza Siento que hay
la votación final. ¡Había cumplido¡ ¿Con quién? única, serena y de emocionalidad alguna puerta, y que
¿De quién es la mano que movió la cuna de la Supre- intensa, justo como el filme de Rey-
ma Corte? Sabemos que durante meses los cabildeos del gadas, pertenecientes ambos a la
en su abrirse, podría
Gobierno de Puebla y de la cúpula priista habían conse- autentica legión de obras de arte desatar alguna
guido “la simpatía” de los tres ministros “marinistas”, que logran poner los dedos en las noche de nostalgia
pero el resto parecía “blindado” frente a los encantos po- sienes, que hacen entrecerrar los que deje ver algo,
blanos. ¿Qué fuerza fue capaz de arrancar una decisión ojos, mientras –a nuestro alrede- la imagen de ese
que a todas luces parecía improbable? dor— todos los espectadores hacen hermano regando
Todo parece indicar que la resolución saltó del plano los mismo. El mérito de Reygadas
jurídico a una consideración de “Estado”. O dicho en pla- convive con el riesgo y con el logro: el pasto que ya se
ta pura, a un arreglo político. Ya parecía suficientemen- el resultado es un silencio luminoso. fue, el solitario
te sospechoso que se hubiese retrazado el fallo hasta des- En ocasiones me podría ocurrir terminar de un sueño.
pués de las elecciones del mes pasado en Puebla; peor leer los párrafos anteriores y ni si- Entonces, cuando
aún, trascendió que el Gobierno Federal había solicitado quiera saber a lo que me estoy refi- las luces cambian
al PAN que sus candidatos en Puebla no hicieran campa- riendo. Hablo en serio. Hay en el ai-
ña mencionando al “Gober precioso” y el caso Lydia Ca- re una cotidiana trivialidad que in-
de tono, cuando el
cho. Hace un año, Calderón ganó en una Puebla goberna- vade y que ciega, donde cualquier cielo se oscurece,
da por Marín, hace unas semanas, Marín arrasó en Pue- jugo del estómago –o del alma— es es el momento indicado
bla con Calderón como presidente. perorata inocua. La vulgaridad am- para revivir en el
¿Quién habría perdido si Marín hubiese sido declara- biental todo lo invade. No sé. A ve- tocacintas al bueno
do culpable por la Suprema Corte? Sin duda, el Gobierno ces ignoro lo que estoy diciendo, pe- de Miles.
Federal. Y habría perdido en cualquier escenario: si la ro continúo escribiendo, tratando
PGR ejecutaba detenciones en contra de autoridades po- de buscar el párrafo, moviéndome
blanas o emprendía acciones que propiciaran la caída del en base a la intuición de que allá, en cer otra puerta –una luz— que mos-
gobernador, habría torpedeado su alianza con el PRI en el fondo, tal vez hay algo más. No trándose se abra, dejando brotar un
el congreso. Y por el contrario, si se quedaba cruzado de sé. Siento que hay alguna puerta, y remanso para acompañar alguna es-
brazos luego del fallo se habría exhibido frente a la opi- que en su abrirse, podría desatar peranza. Es como la pluma blanca
nión pública nacional e internacional por su evidente alguna noche de nostalgia que deje de un ave que flota lentamente en
complicidad. Todo indica que prefirió exonerar a Marín, ver algo, la imagen de ese hermano algún contraluz. Como alguna ha-
tragarse el escándalo momentáneo, y hacer una conten- regando el pasto que ya se fue, el maca, allí, esperando a la sombra de
ción de medios de comunicación durante algunos días solitario terminar de un sueño. En- algún árbol. Como aquello que in-
(sugiero al lector revisar qué noticieros y periódicos han tonces, cuando las luces cambian de quieta y que fascina. Como aquello
dado relevancia u opacidad a la nota y qué tan rápido la tono, cuando el cielo se oscurece, es que hace vivir. Digamos que en oca-
han desaparecido). el momento indicado para revivir siones estamos solos –que siempre
Con la decisión de la Corte el mensaje que envía el en el tocacintas al bueno de Miles. estamos solos—, y que recargados
Estado mexicano es doble. Primero, se permite informar Pero seguramente el día si- en la almohada cerramos los ojos,
a ciudadanos y a periodistas que con los poderosos no de- guiente será de despertar y correr y buscando tal vez alguna explicación,
ben meterse o serán castigados. Y segundo, invita a go- el diario trajinar será nuevamente mientras la noche sigue allí, larga-
bernadores y procuradores de todo el territorio hacer ciego del finito acontecer. Pasarán mente, seguida por el comienzo de
con sus ciudadanos lo que les plazca porque, cortesía de los días y las semanas, irremedia- los gallos, y fundida a un amanecer
la Corte, cuentan con plena impunidad. blemente, hasta que de pronto, por luminoso, silenciosamente.
(www.jorgezepeda.net) algún milagro, tal vez podría apare- ramoscobo@hotmail.com