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7 Derecho constitucional mexicano (2a.

parte)1

En este capítulo continuaremos con el estudio del derecho constitucional


mexicano, insistiremos en el análisis de la forma de gobierno del Estado
mexicano, nos detendremos en la investigación del concepto de democracia.
En particular, al adentrarnos en la organización del poder federal mexicano,
examinaremos en el ámbito federal y local a los poderes Ejecutivo, Legislativo
y Judicial; someramente trataremos el tema del municipio libre y el caso del
Distrito Federal. Por último, dentro de este capítulo, comentaremos sobre la
materia que representa el juicio de amparo en México.

FORMAS DE GOBIERNO

Consisten en los sistemas internos de administración de cada Estado, de


esta manera, hay sistemas monárquicos donde un rey o reina gobierna,
algunas monarquías admiten la intervención del pueblo, quien designa a
ciertas autoridades que en la práctica gobiernan, convirtiéndose así la corona
en una figura representativa, éstos son los sistemas monárquicos
constitucionales frecuentes en nuestros días. También hay dictaduras donde
las autoridades se perpetúan en el poder.

En repúblicas como la nuestra, el pueblo decide libremente la forma de


gobierno sin la influencia de nadie, de manera libre y autónoma; la república es
lo opuesto a la monarquía, en aquélla se dan gobiernos periódicos, por
determinados años, en los cuales los gobernantes no se perpetúan en el poder,
en cambio la monarquía es vitalicia y hereditaria.

Aristóteles, hace muchos años, en la época del florecimiento griego,


clasificó las formas de gobierno en puras e impuras, las primeras cuando la
actitud del gobernante es de interés por el pueblo al buscar su bienestar, en
cambio la forma impura es un sistema corrupto, donde al gobernante no le
interesa el bien del pueblo. Tanto las formas puras como impuras podían estar
en manos de un individuo, de un grupo y de una mayoría, en cada caso
Aristóteles les llama:
a) Forma pura en manos de un individuo: monarquía.

b) Forma pura en manos de un grupo: aristocracia.

c) Forma pura en manos de una mayoría: democracia.

d) Forma impura en manos de un individuo: tiranía.

e) Forma impura en manos de un grupo: oligarquía.

f) Forma impura en manos de una mayoría: demagogia.

La clasificación hecha por Aristóteles sobre las formas de gobierno, a


pesar del tiempo transcurrido, sigue teniendo vigencia.

En nuestro país, de acuerdo con las ideas anteriores, tenemos una


democracia, por ella el pueblo mexicano ha decidido con base en su soberanía
constituirse en una República, donde coexisten dos gobiernos, el federal y el
local de cada estado.

De las ideas anteriores destaca en particular el concepto de democracia,


el cual analizaremos a continuación.

La democracia

Ha sido un concepto cambiante en el tiempo y en el espacio. La idea


actual que tenemos de democracia no es la misma que se tuvo en el pasado;
en nuestros días conlleva necesariamente la connotación de igualdad; en
cambio en el pasado, por ejemplo, en la época del esplendor de Grecia, la
democracia sólo era para un grupo de ciudadanos, no incluía a las mujeres ni
tampoco a los esclavos.

La democracia también implica participación, esto es, para que exista se


requiere de la participación activa de los ciudadanos, de los miembros de una
colectividad.

En el pasado, la democracia podía ejercerse directamente. Volviendo al


ejemplo de Grecia, los ciudadanos se reunían y ahí discutían sus leyes, las
aprobaban, asimismo deliberaban todo lo relacionado con su gobierno y en ese
momento tomaban decisiones. En nuestros días, tal hecho sería imposible,
¿dónde podrían reunirse todos los ciudadanos del país?, no hay lugar para más
de 40000000 de ciudadanos. Debido a ello, tiene que acudirse a la designación
de representantes y la manera más ordenada de hacerlo es mediante la
utilización de partidos políticos.

La palabra democracia proviene de las letras griegas demos-pueblo y


kratos poder. Esto es, poder del pueblo.

La democracia tuvo su origen en Grecia y se entendía como la


posibilidad de que el ciudadano interviniera en los debates públicos para
gobernar a la ciudad. Estas reuniones se realizaban en un lugar denominado
ecclesia.

La democracia en Grecia sólo estaba reservada para los hombres a los


cuales se les denominaba ciudadanos; se excluía a las mujeres, a los metecos
(extranjeros) y a los esclavos. Así, Atenas tenía aproximadamente 400,000
habitantes y de ellos sólo 4,000 participaban en los trabajos de la ecclesia.

Aristóteles, gran filósofo griego, definió a la democracia como un


gobierno puro de la mayoría, en beneficio de la totalidad de la población.

A finales del siglo XVII, con las revoluciones estadounidense y francesa,


aparece un nuevo concepto de democracia. Se definió como el gobierno del
pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Asimismo, ante la imposibilidad de
ejercerse en forma directa, dado el creciente aumento de la población, se
concibe a la democracia en su forma representativa o indirecta.

En la actualidad, el concepto de democracia implica la libertad para


elegir a nuestros gobernantes, los cuales cumplirán con nuestro mandato
dentro de una separación de poderes y de una participación pluri-partidista.

El anterior concepto implica la existencia de los siguientes elementos:

1. Libertad. Para que exista democracia, los hombres deben vivir dentro
de un ambiente de libertad, donde puedan actuar sin limitaciones, expresar
sus puntos de vista, trasladarse de un lugar a otro, vestir como lo consideren
apropiado, creer en lo que quieran, etc. Esta libertad debe ser responsable,
esto es, que no atente contra la libertad de otros hombres.

2. Representantes. En virtud de que no podemos ejercer de manera


directa nuestro gobierno, debemos designar a nuestros representantes, los
cuales reciben el nombre de gobernantes.

3. Mandato. Nuestros representantes o gobernantes deben actuar de


acuerdo con los lineamientos que nosotros les otorguemos. En ningún
momento, los gobernantes podrán desobedecer las indicaciones del pueblo, en
cuanto lo hagan se les puede desconocer o cambiar.
4. Separación de poderes, Implica que para una mejor organización,
la democracia parte del principio de la división de poderes, es decir, que haya
una armonía y una especialización en los órganos de gobierno. La clásica
división de poderes es tripartita, nos señala la existencia de un poder
Legislativo, Ejecutivo y Judicial.

5. Participación pluripartidista. Para el mejor ejercicio de la


democracia se considera indispensable hacerlo a través de partidos políticos,
los cuales son agrupaciones con una plataforma de principios cuya finalidad es
la toma del poder. En virtud del gran número de ciudadanos que tienen los
Estados modernos, se hace imprescindible que se agrupen en partidos
políticos, de acuerdo con su particular forma de pensar.

ORGANIZACIÓN DEL PODER FEDERAL Y LOCAL MEXICANO

La voluntad del pueblo mexicano de establecer un sistema federal,


origina la coexistencia de dos poderes públicos, el de los gobiernos locales y el
federal.

El artículo 49 de la Constitución mexicana indica que el poder de la


Federación se divide en: Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Tales poderes no se
pueden reunir en una sola persona o grupo, el Legislativo tampoco puede
depositarse en una sola persona, excepto en el caso de que por razones
difíciles se le deban dar facultades extraordinarias al presidente de la
República.

El artículo en cuestión señala textualmente2:

Artículo 49. El Supremo Poder de la Federación se divide, para su ejercicio, en


Legislativo, Ejecutivo y Judicial.

No podrán reunirse dos o más de estos Poderes en una sola persona o


corporación, ni depositarse el Legislativo en un individuo, salvo el caso de
facultades extraordinarias al Ejecutivo de la Unión, conforme a lo dispuesto en
el Artículo 29. En ningún otro caso, salvo lo dispuesto en el segundo párrafo
del Artículo 131, se otorgarán facultades extraordinarias para legislar.

Los tres poderes deben cumplir con su deber, en términos generales, el


Legislativo crea la ley; el Ejecutivo cumple con ella, y el Judicial juzga a los
hombres conforme a esas leyes; cada uno de ellos debe respetar a los demás.

Por su parte los gobiernos locales, o sea, el de los estados con base en el
artículo 115 de la Constitución federal, gozan como ya se dijo en el capítulo
anterior, de la facultad de organizarse, tomando en cuenta los lineamientos
marcados por dicho artículo, que textualmente dice:

Articulo 115.Los Estados adoptarán, para SU régimen interior, la forma de


gobierno republicano, representativo, popular, teniendo como base de su
división territorial y de su organización política y administrativa el municipio
libre conforme a las bases siguientes:

I. Cada municipio será administrado por un ayuntamiento de elección popular


directa y no habrá ninguna autoridad intermedia entre éste y el gobierno del
Estado.

Los presidentes municipales, regidores y síndicos de los ayuntamientos,


electos popularmente por elección directa, no podrán ser reelectos para el
periodo inmediato. Las personas que por elección indirecta, o por
nombramiento o designación de alguna autoridad desempeñen las funciones
propias de esos cargos, cualquiera que sea la denominación que se les dé, no
podrán ser electas para el periodo inmediato. Todos los funcionarios antes
mencionados, cuando tengan el carácter de propietarios, no podrán ser electos
para el periodo inmediato con el carácter de suplentes, pero los que tengan el
carácter de suplentes sí podrán ser electos para el periodo inmediato como
propietarios a menos que hayan estado en ejercicio.

Las legislaturas locales, por acuerdo de las dos terceras partes de sus
integrantes, podrán suspender ayuntamientos, declarar que éstos han
desaparecido y suspender o revocar el mandato a alguno de sus miembros,
por alguna de las causas graves que la ley local prevenga, siempre y cuando
sus miembros hayan tenido oportunidad suficiente para rendir las pruebas, y
hacer los alegatos que a su juicio convengan.

En caso de declararse desaparecido un ayuntamiento o por renuncia o falta


absoluta de la mayoría de sus miembros, si conforme a la ley no procediere
que entraren en funciones los suplentes ni que se celebraren nuevas
elecciones, las legislaturas designarán entre los vecinos a los consejos
municipales que concluirán los periodos respectivos. Si alguno de los miembros
dejare de desempeñar su cargo, será sustituido por su suplente, o se
procederá según lo disponga la ley.

II. Los municipios estarán investidos de personalidad jurídica y manejarán su


patrimonio conforme a la ley.

Los ayuntamientos poseerán facultades para expedir de acuerdo con las bases
normativas que deberán establecer las legislaturas de los Estados, los bandos
de policía y buen gobierno y los reglamentos, circulares y disposiciones
administrativas de observancia general dentro de sus respectivas
jurisdicciones.
III. Los municipios, con el concurso de los Estados cuando así fuere necesario y
lo determinen las leyes, tendrán a su cargo los siguientes servicios públicos:

a) Agua potable y alcantarillado;

b) Alumbrado público;

c) Limpia;

d) Mercados y centrales de abasto;

e) Panteones;

f) Rastro;

g) Calles, parques y jardines;

h) Seguridad pública y tránsito; e

¡) Los demás que las legislaturas locales determinen según las condiciones
territoriales y socioeconómicas de los municipios, así como su capacidad
administrativa y financiera.

Los municipios de un mismo Estado, previo acuerdo entre sus ayuntamientos y


con sujeción a la ley, podrán coordinarse y asociarse para la más eficaz
prestación de los servicios públicos que les corresponda.

IV. Los Municipios administrarán libremente su hacienda, la cual se formará de


los rendimientos de los bienes que les pertenezcan, así como de las
contribuciones y otros ingresos que las legislaturas establezcan a su favor, y
en todo caso:

a) Percibirán las contribuciones, incluyendo tasas adicionales, que establezcan


los Estados sobre la propiedad inmobiliaria, de su fraccionamiento, división,
consolidación, traslación y mejora, así como las que tengan por base el cambio
de valor de los inmuebles. Los municipios podrán celebrar convenios con el
Estado para que éste se haga cargo de algunas de las funciones relacionadas
con la administración de esas contribuciones.

b) Las participaciones federales, que serán cubiertas por la Federación a los


municipios con arreglo a las bases, montos y plazos que anualmente se
determinen por las legislaturas de los Estados.

c) Los ingresos derivados de la prestación deservicios públicos a su cargo.

Las leyes federales no limitarán la facultad de los Estados para establecer las
contribuciones a que se refieren los incisos a) y c), ni concederán exenciones
en relación con las mismas. Las leyes locales no establecerán exenciones o
subsidios respecto de las mencionadas contribuciones, en favor de personas
físicas o morales, ni de instituciones oficiales o privadas. Sólo los bienes del
dominio público de la Federación, de los Estados o de los Municipios estarán
exentos de dichas contribuciones. Las legislaturas de los Estados aprobarán las
leyes de ingresos de los ayuntamientos y revisarán sus cuentas públicas. Los
presupuestos de egresos serán aprobados por los ayuntamientos con base en
sus ingresos disponibles.

V. Los municipios, en los términos de las leyes federales y estatales relativas,


estarán facultados para formular, aprobar y administrar la zonificación y planes
de desarrollo urbano municipal; participar en la creación y administración de
sus reservas territoriales; controlar y vigilar la utilización del suelo en sus
jurisdicciones territoriales; intervenir en la regularización de la tenencia de la
tierra urbana; otorgar licencias y permisos para construcciones, y participar en
la creación y administración de zonas de reservas ecológicas. Para tal efecto y
de conformidad con los fines señalados en el párrafo tercero del artículo 27 de
esta Constitución, expedirán los reglamentos y disposiciones administrativas
que fueren necesarios.

VI. Cuando dos o más centros urbanos situados en territorios municipales de


dos o más entidades federativas formen o tiendan a formar una continuidad
demográfica, la Federación, las entidades federativas y los Municipios
respectivos, en el ámbito de sus competencias, planearán y regularán de
manera conjunta y coordinada el desarrollo de dichos centros con apego a la
ley federal de la materia.

VIl. El Ejecutivo Federal y los gobernadores de los Estados tendrán el mando de


la fuerza pública en los municipios donde residieren habitual o
transitoriamente.

VIII. Las leyes de los Estados introducirán el principio de la representación


proporcional en la elección de los ayuntamientos de todos los municipios. Las
relaciones de trabajo entre los municipios y sus trabajadores, se regirán por las
leyes que expidan las legislaturas de los Estados con base en lo expuesto en el
artículo 123 de esta Constitución, y sus disposiciones reglamentarias.

Existe, guardando las debidas proporciones, cierta similitud entre los


poderes locales y el federal, por ello a continuación trataremos de analizar sus
principales características y diferencias existentes de cada uno de ellos.

Poder Legislativo, federal y local

El Poder Legislativo es un cuerpo colegiado, integrado por varias


personas cuya principal función es legislar, esto es, discutir y aprobar las leyes.
El Poder Legislativo federal y el de cada estado se parecen en que su
principal función es aprobar leyes, las cuales deben cumplirse; su diferencia
estriba en el ámbito de validez de las leyes que aprueban; el primero (federal)
formula leyes para todo el país, el segundo (local) sólo elabora leyes para el
estado de que se trata.

Poder Legislativo federal. De acuerdo con el artículo 50 de la


Constitución federal, se deposita en un Congreso General dividido en dos
cámaras:

a) Diputados.

b) Senadores.

La Cámara de Diputados se forma por 500 diputados, 300 de elección


por el principio de votación. El país se divide en 300 distritos electorales, y en
cada uno de ellos se presentan varios candidatos, el ganador será diputado por
votación mayoritaria. Los otros 200 diputados se les nombra de
"representación proporcional", y se eligen entre los candidatos de los partidos
políticos minoritarios que reciben esta denominación debido a que no han
ganado en un buen número de distritos electorales.

La presencia de los diputados de "representación proporcional", significa


un avance democrático importante en el país, por ello las minorías políticas
pueden ser escuchadas en la Cámara de Diputados.

El artículo 55 de la Constitución federal señala los requisitos para ser


diputado:

Artículo 55. Para ser diputado se requieren los siguientes requisitos:

I. Ser ciudadano mexicano por nacimiento, en el ejercicio de sus derechos;

II. Tener veintiún años cumplidos el día de la elección;

III. Ser originario del Estado en que se haga la elección, o vecino de él con
residencia efectiva de más de seis meses anteriores a la fecha de ella. Para
poder figurar en las listas de las circunscripciones electorales plurinominales
como candidato a diputado, se requiere ser originario de alguna de las
entidades federativas que comprenda la circunscripción en la que se realice la
elección, o vecino de ella, con residencia efectiva de más de seis meses
anteriores a la fecha en que la misma se celebre. La vecindad no se pierde por
ausencia en el desempeño de cargos públicos de elección popular;

IV. No estar en servicio activo en el Ejército Federal, ni tener mando en la


policía o gendarmería rural en el distrito donde se haga la elección, cuando
menos noventa días antes de ella;
V. No ser secretario o subsecretario de Estado, ni ministro de la Suprema
Corte de justicia de la Nación, a menos que se separe definitivamente de sus
funciones noventa días antes de la elección, en el caso de los primeros, y dos
años en el caso de los ministros.

Los gobernadores de los Estados no podrán ser electos en las entidades de sus
respectivas jurisdicciones durante el periodo de su encargo aún cuando se
separen definitivamente de sus puestos.

Los secretarios de gobierno de los Estados, los magistrados y jueces federales


o del Estado, no podrán ser electos en las entidades de sus respectivas
jurisdicciones si no se separan definitivamente de sus cargos noventa días
antes de la elección;

VI. No ser ministro de algún culto religioso; y

VII. No estar comprendido en algunas de las incapacidades que señala el


artículo 59 (No ser diputado en ejercicio).

Los diputados duran en su cargo tres años; por cada diputado


propietario se nombra un suplente.

En la elección federal de 1994, se eligieron dos senadores de mayoría


relativa para cada Estado y el Distrito Federal, uno de primera minoría, quienes
durarán en el cargo del 1 de noviembre de 1994 al 31 de agosto del año 2000.

Se prevé que en la elección federal de 1997, se elegirá un senador para


cada Estado y el Distrito Federal, según el principio de mayoría relativa,
quienes durarán en funciones hasta el 31 de agosto del año 2000. Lo anterior,
con el fin de que a partir del año 2000 la Cámara de Senadores esté integrada
por ciento veintiocho senadores, de los cuales, en cada Estado y en el Distrito
Federal, dos serán elegidos según el principio de votación mayoritaria relativa
y uno será asignado a la primera minoría.

Los treinta y dos senadores restantes serán elegidos según el principio


de representación proporcional.

La Cámara de Senadores se renovará en su totalidad cada seis años.


También por cada senador propietario se elige a un suplente. Para ser senador
se piden los mismos requisitos que para ser diputados, excepto el de la edad,
ya que en este caso se requiere un mínimo de 30 años.

Los diputados y senadores propietarios no pueden se reelectos en el


puesto que tenían para el periodo inmediato al de su encargo.
El Congreso de la Unión formado por las dos Cámaras tiene las
facultades más importantes del Poder Legislativo; el artículo 73 de la
Constitución política señala sus funciones, las más relevantes son:

• Para admitir nuevos estados a la Unión Federal; y formar nuevos


estados dentro de los existentes.

• Para arreglar definitivamente los límites de los estados,


terminando las diferencias que entre ellos se susciten sobre las
demarcaciones de sus respectivos territorios, menos cuando estas
diferencias tengan un carácter contencioso.

• Para cambiar la residencia de los Supremos Poderes de la


Federación.

• Para legislar en lo relativo al Distrito Federal, salvo en materias


conferidas a la Asamblea de Representantes.

• Para imponer las contribuciones necesarias para cubrir el


presupuesto.

• Para dar bases sobre las cuales el Ejecutivo pueda celebrar


empréstitos sobre el crédito de la Nación, para aprobar esos
mismos empréstitos y para reconocer y mandar pagar la deuda
nacional.

• Para impedir que en el comercio de estado a estado se


establezcan restricciones.

• Para legislar en toda la República sobre hidrocarburos, minería,


industria cinematográfica, comercio, juegos con apuestas y
sorteos, intermediación y servicios financieros, energía eléctrica y
nuclear, y para expedir las leyes del trabajo reglamentario del
artículo 123.

• Para crear y suprimir empleos públicos de la Federación y señalar,


aumentar o disminuir sus dotaciones.

• Para declarar la guerra en vista de los datos que le presente el


Ejecutivo.

• Para dictar las leyes según las cuales deben declararse buenas o
malas las presas de mar y tierra.

• Para levantar y sostener a las instituciones armadas de la Unión.


Para dar reglamentos con objeto de organizar, armar y disciplinar
la Guardia Nacional.
• Para dictar leyes sobre nacionalidad y condición jurídica de los
extranjeros, ciudadanía, naturalización, colonización, emigración e
inmigración y salubridad general de la República.

• Para dictar leyes sobre vías generales de comunicación. Para


establecer casas de moneda.

• Para fijar las reglas a que deba sujetarse la ocupación y


enajenación de terrenos baldíos y el precio de éstos.

• Para expedir las leyes de organización del cuerpo diplomático y


del cuerpo consular mexicanos.

• Para establecer los delitos y faltas contra la Federación.

• Para conceder amnistías por delitos cuyo conocimiento


pertenezca a los Tribunales de la Federación. Para expedir la Ley
Orgánica de la Contaduría Mayor.

• Para establecer, organizar y sostener en toda la República


escuelas rurales elementales, superiores, secundarias y
profesionales, etcétera

• Para conceder licencia al Presidente de la República y constituirse


en Colegio Electoral y designar al ciudadano que deba sustituir al
Presidente de la República.

• Para aceptar la renuncia del cargo de Presidente de la República.

• Para establecer contribuciones.

• Para legislar sobre las características y uso de la bandera, escudo


e himno nacionales.

• Para expedir las leyes que establezcan la concurrencia del


Gobierno Federal de los Estados y de los Municipios.

• Para expedir leyes sobre planeación nacional de desarrollo


económico y social.

• Para expedir leyes tendientes a la promoción de la inversión


extranjera.

• Para expedir leyes que instituyan Tribunales de lo contencioso


administrativo.

• Para expedir todas las leyes que sean necesarias, con objeto de
hacer efectivas las facultades anteriores, y todas las otras
concedidas por esta Constitución a los Poderes de la Unión.
Además, por separado, la Cámara de Diputados y la de Senadores tienen
sus propias facultades.

La de Diputados posee entre sus facultades exclusivas: erigirse en


Colegio Electoral en las elecciones presidenciales, aprobar el presupuesto de
egresos de la Federación y del Departamento del Distrito Federal y conocer de
las acusaciones a los funcionarios públicos.

La de Senadores tiene entre otras como facultades exclusivas: aprobar


los tratados internacionales, verificar los nombramientos de los embajadores y
jefes superiores del ejército, declarar cuando hayan desaparecido los poderes
constitucionales de un estado, aprobar los nombramientos de los ministros de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

El Congreso de la Unión trabaja en dos periodos del 1o. de septiembre al


15 de diciembre y del 15 de marzo al 15 de abril.

Cuando no está reunido el Congreso se nombra una Comisión


Permanente, compuesta por 15 diputados y 14 senadores. Esta comisión sólo
atiende asuntos urgentes, e inclusive, si así lo juzga necesario convoca a una
reunión extraordinaria del Congreso.

La existencia de dos Cámaras en el Congreso de la Unión se debe a que


hay el criterio, de que la Cámara de Diputados se conforma por representantes
directos del pueblo mexicano que los elige, en cambio los senadores, aunque
también son electos por el pueblo, representan a los estados de donde
provienen, lo anterior en aras del federalismo cuyas características ya
conocemos.

El derecho de iniciar leyes, es decir, el proponer al Congreso de la Unión


que discuta y apruebe en su caso alguna disposición, comprende a los
diputados y senadores, al Presidente de la República y a los legisladores de los
estados.

Poder Legislativo local.

Se encarga de elaborar leyes para el estado que se trata. Las leyes que
formula no deben estar en contradicción con las federales. Ya analizamos
cuales son las facultades del Congreso de la Unión y de las Cámaras de
Diputados y Senadores, la cuales se encuentran señaladas en la Constitución
federal. De igual manera, en las constituciones locales se anotan las facultades
del congreso local.

El artículo 116 de la Constitución federal circunscribe los lineamientos a


los que deben sujetarse los congresos locales:
1. El congreso local se formará por un mínimo de siete diputados cuando la
población de ese estado no llegue a 400 000 habitantes, de nueve diputados
cuando la población no llegue a 800,000 habitantes y de 11 cuando la
población sea superior a 800,000 habitantes.

2. Los diputados en función de las legislaturas de los estados no pueden ser


reelectos para el periodo inmediato.

3. En la legislatura de los estados deberán existir diputados locales de


"representación proporcional".

Los estados sólo pueden tener una Cámara ya que en ellos no se


presenta la necesidad del Congreso de la Unión donde se contempla la
existencia de representantes de los diversos estados como son los senadores.

Los diputados locales permanecen en su cargo tres años. Una


característica importante tanto para los miembros del Poder Legislativo federal
como local es que gozan de fuero, es decir, tienen la facultad de no ser
detenidos por ninguna autoridad si previamente no se les desafuera por el
propio cuerpo legislativo al que pertenecen. Los diputados locales sólo tiene
fuero dentro del territorio de su estado, en cambio los diputados federales y los
senadores lo tienen en todo el territorio nacional.

El Distrito Federal carece de Poder Legislativo local; las funciones de


elaborar leyes locales para el Distrito Federal las tiene el Congreso de la Unión
Con la idea de ir incorporando a los ciudadanos del Distrito Federal al derecho
legislativo de dictar sus propias leyes se ha creado una Asamblea de
Representantes para participar en algunas cuestiones del gobierno capitalino.
Sobre esto abundaremos más adelante.

Poder Ejecutivo federal y local

Presidentes municipales.

El presidente de la República, los gobernadores de los estados y los


presidentes municipales, como autoridades tienen en común ser
representantes de un poder, los dos primeros del Ejecutivo y el tercero es la
cabeza del ayuntamiento.

Son encargados de ejecutar, de aplicar las leyes y las diversas


disposiciones, tienen facultades de mando, cuentan con colaboradores, son
administradores de sus respectivos campos de acción.

El Presidente de la República tiene un ámbito de competencia federal,


en toda la República Mexicana. El gobernador sólo puede ordenar en el
territorio sobre el cual gobierna. En cambio el Presidente municipal limita sus
áreas de trabajo al territorio que ocupa su municipio. Entre estos funcionarios
no existe jerarquía, es decir, no dependen uno de otro; dicho de otra manera el
Presidente de la República no es jefe del Gobernador ni éste del presidente
municipal, cada uno, insistimos, tienen sus propias facultades, las cuales se
encuentran señaladas entre otras leyes en la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y en las diversas constituciones locales.

A continuación mencionaremos los requisitos para ocupar los tres cargos


de referencia, sus facultades y obligaciones así como algunas características
de los mismos.

Presidente de los Estados Unidos Mexicanos. Es el único


depositario del Poder Ejecutivo Federal.

Para ser Presidente de la República se requiere, según señala el artículo


82 de la Constitución política:

Artículo 82. Para ser Presidente se requiere:

I. Ser ciudadano mexicano por nacimiento, en pleno goce de sus derechos, e


hijo de padres mexicanos por nacimiento;

II. Tener 35 años cumplidos al tiempo de la elección;

III. Haber residido en el país durante todo el año anterior al día de la elección.
La ausencia del país hasta por treinta días, no interrumpe la residencia;

IV. No pertenecer al estado eclesiástico ni ser ministro de algún culto.

V. No estar en servicio activo, en caso de pertenecer al Ejército, seis meses


antes del día de la elección;

VI. No ser Secretario o Subsecretario de Estado. Jefe o Secretario General del


Departamento Administrativo, Procurador General de la República, no
Gobernador de algún Estado, a menos de que se separe de su puesto seis
meses antes del día de la elección, y

VII. No estar comprendido en alguna de las causas de incapacidad


establecidas en el artículo 83. (No haber sido Presidente de la República con
anterioridad).

Con la reforma constitucional del 12 de julio de 1994, se establece una


reforma a la fracción I del artículo 82 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, y la nueva redacción es la siguiente:
I. Ser ciudadano mexicano por nacimiento, en pleno goce de sus derechos, hijo
de padre o madre mexicanos y haber residido en el país al menos durante
veinte años.

Esta disposición entrará en vigor el día 31 de diciembre de 1999.

En tal reforma se observa que a partir del año 2000, ya no se requerirá


ser hijo de padres mexicanos por nacimiento, para ocupar el más alto cargo del
país.

Las facultades y obligaciones del Presidente de la República se señalan


en el artículo 89 de la Constitución federal:

Artículo 89. Las facultades y obligaciones del Presidente son las siguientes:

I. Promulgar y ejecutar las leyes que expida el Congreso de la Unión,


proveyendo en la esfera administrativa a su exacta observancia;

II. Nombrar y remover libremente a los Secretarios del despacho, remover a los
agentes diplomáticos y empleados superiores de Hacienda y nombrar y
remover libremente a los demás empleados de la Unión, cuyo nombramiento o
remoción no esté determinado de otro modo en la Constitución o en las leyes;

III. Nombrar los ministros, agentes diplomáticos y cónsules generales con


aprobación del Senado;

IV. Nombrar, con la aprobación del Senado, los coroneles y demás oficiales
superiores del Ejército, Armada y Fuerza Aérea nacionales, y los empleados
superiores de Hacienda;

V. Nombrar a los demás oficiales del Ejército, Armada y Fuerza Aérea


nacionales, con arreglo a las leyes;

VI. Disponer de la totalidad de la Fuerza Armada permanente o sea del Ejército


Terrestre, de la Marina de Guerra y de la Fuerza Aérea para la seguridad
interior y defensa exterior de la Federación;

VIl. Disponer de la Guardia Nacional para los mismos objetos en los términos
que previene la fracción IV del artículo 76;

VIII. Declarar la guerra en nombre de los Estados Unidos Mexicanos, previa ley
del Congreso de la Unión;

IX. Designar, con ratificación del Senado al Procurador General de la República;

X. Dirigir la política exterior y celebrar tratados internacionales, sometiéndolos


a la aprobación del Senado. En la conducción de tal política, el titular del Poder
Ejecutivo observará los siguientes principios normativos: la autodeterminación
de los pueblos, la no intervención; la solución pacífica de controversias; la
proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones
internacionales, la igualdad jurídica de los Estados; la cooperación
internacional para el desarrollo, y la lucha por la paz y la seguridad
internacionales;

XI. Convocar al Congreso a sesiones extraordinarias, cuando lo acuerde la


Comisión Permanente;

XII. Facilitar al Poder Judicial los auxilios que necesite para el ejercicio expedito
de sus funciones;

XIII. Habilitar toda clase de puertos, establecer aduanas marítimas y fronterizas


y designar su ubicación;

XIV. Conceder, conforme a las leyes, indultos a los reos sentenciados por
delitos de competencia de los tribunales federales y a los sentenciados por
delitos del orden común en el Distrito Federal;

XV. Conceder privilegios exclusivos por tiempo limitado, con arreglo a la ley
respectiva, a los descubridores, inventores o perfeccionadores de algún ramo
de la industria;

XVI. Cuando la Cámara de Senadores no esté en sesiones, el Presidente de la


República podrá hacer los nombramientos de que hablan las fracciones III y IV
y IX, con aprobación de la Comisión Permanente;

XVII. (Derogada);

XVIII. Presentar a consideración del Senado, la terna para la designación de


Ministros de la Suprema Corte de Justicia y someter sus licencias y renuncias a
la aprobación del propio Senado; , XIX. (Derogada);

XIX. Las demás que le confiere expresamente esta Constitución.

La función esencial del presidente de la República es promulgar y


ejecutar las leyes, esto es, darlas a conocer al pueblo y cumplir con ellas.
También tiene la obligación de proveer en la "esfera administrativa su exacta
observancia", esto significa que debe proporcionar todos los elementos
necesarios para que las leyes se cumplan.

El presidente de la República es el encargado de la administración


pública federal, pero el trabajo no lo puede hacer sólo, requiere de la ayuda de
colaboradores, entre ellos están los que reciben el nombre de Secretarios de
Estado, Jefes de Departamento y Procuradores de Justicia.
Estos funcionarios de dependencia directamente del presidente forman
el sistema centralizado.

Existe otro sistema que colabora con el Poder Ejecutivo federal en el


ejercicio de sus funciones, al que se le denomina descentralizado formado
entre otros por empresas paraestatales y gubernamentales, o sea, aquellas
administradas y manejadas principal y perfectamente por el Estado tal es el
caso de Petróleos Mexicanos, IMSS, ISSSTE, CONASUPO, etcétera.

Dentro del sistema centralizado se señala la existencia de 18 secretarías


y un departamento.

El artículo 26 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal


señala:

Artículo 26. Para el despacho de los asuntos del orden administrativo, del
Poder Ejecutivo de la Unión contará con las siguientes dependencias:

Secretaría de Gobernación

Secretaría de Relaciones Exteriores

Secretaría de la Defensa Nacional

Secretaría de Marina

Secretaría de Hacienda y Crédito Público

Secretaría de Desarrollo Social

Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca

Secretaría de Energía

Secretaría de Comercio y Fomento Industrial

Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural

Secretaría de Comunicaciones y Transportes

Secretaría de Contraloría y Desarrollo Administrativo

Secretaría de Educación Pública

Secretaría de Salud

Secretaría de Trabajo y Previsión Social

Secretaría de la Reforma Agraria

Secretaría de Turismo
Departamento del Distrito Federal

Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal

Las principales funciones de cada una de las dependencias del Ejecutivo


así como una mayor explicación de los sistemas centralizados y
descentralizados, las veremos en el capítulo referente al derecho
administrativo.

A los secretarios de Estado los puede nombrar y cambiar libremente el


presidente de la República.

El Presidente de la República permanece en el puesto seis años; si por


alguna razón llega a faltar, el Congreso de la Unión, o cuando no esté reunida
la Comisión Permanente, debe nombrar a una persona que lo sustituya, ya que
en nuestro país no existe la vicepresidencia.

Quien haya sido presidente de la República aún por breve lapso, no


puede volverá ocupar ese cargo. Esto es el principio de la no reelección, uno de
los motivos que dio origen la Revolución Mexicana de 1910, ya que antes los
Presidentes de la República si podían reelegirse tal como sucedió con el
general Porfirio Díaz.

El Presidente de la República puede ser removido de su cargo, es decir,


se le puede quitar por causa grave, misma que será calificada por el Congreso
de la Unión.

Gobernadores de los estados.

De acuerdo con el artículo 11 6 de la Constitución federal el titular del


Ejecutivo estatal es el gobernador, y sólo pueden serlo los ciudadanos
mexicanos por nacimiento (no se requiere que sus padres también sean
mexicanos por nacimiento, como en el caso del presidente de la República).
Debe ser nativo del estado o con residencia efectiva por un tiempo no menor
de cinco años antes de la elección.

Los gobernadores no deben perdurar en su cargo más de seis años,


asimismo no podrán ser reelectos para el periodo inmediato. La elección de
estos funcionarios se hará en forma directa, ya hemos señalado que el campo
de acción, es decir, ámbito de competencia de los gobernadores, sólo lo es el
territorio donde se encuentra su estado, no pudiendo traspasar dicha
circunscripción.
En las constituciones locales se señalan otras características y
obligaciones de los gobernadores.

Al igual que el presidente de la República, los gobernadores cuentan con


colaboradores a los que también generalmente se les denomina secretarios,
quienes son nombrados y removidos libremente por el gobernador.

Presidente municipal.

El artículo 115 de la Constitución federal menciona algunas


características de ese funcionario, pero las constituciones locales amplían las
reglas a las que deben sujetarse los presidentes municipales así como sus
facultades y obligaciones.

El presidente municipal es el funcionario más importante del


ayuntamiento. Es electo en forma directa, al igual que otros de sus
funcionarios, como lo son los regidores y síndicos.

El presidente municipal no puede ser reelecto para el periodo inmediato,


pero si deja pasar uno es posible reelegirse. Generalmente, permanece en su
cargo tres años, pero esto lo determina la Constitución local de cada estado.

Este funcionario sólo tiene autoridad en el territorio donde se encuentra


su municipio y al igual que el Presidente de la República y los gobernadores
cuenta con colaboradores, los cuales reciben diversos nombres entre otros;
jefe de la policía, jefe de limpia, jefe de reglamentos, secretario del
ayuntamiento, etcétera.

El presidente municipal forma parte de un cuerpo colegiado llamado


ayuntamiento; en el cual hay otros funcionarios a los que generalmente se les
llama regidores y un síndico. El ayuntamiento es el órgano municipal, como ya
hemos señalado, más cercano al pueblo, por ello se le debe respetar y
conceder de manera irrestricta libertad; los ciudadanos en un margen de
absoluta libertad deberán elegir a sus representantes municipales.

Muchas veces en la práctica, los ayuntamientos y, en especial el


presidente municipal, son presionados por las autoridades estatales, insistimos
en que esto es un error; ya que el municipio y sus autoridades deben ser
profundamente respetados y alentados para lograr el progreso de su localidad.

Poder Judicial federal y local


El poder Judicial es el encargado de juzgar, aplicar el derecho, hacer
justicia y darle a cada quien lo suyo. El federal juzga todo lo relacionado con el
ámbito nacional, aplica leyes federales pero además tiene una importante
función, conocer del juicio de amparo. Éste es una institución muy importante
para todos los mexicanos, por medio del juicio de amparo podemos evitar
abusos de las autoridades. Cuando nos sentimos afectados por actos de una
autoridad o por una ley, podemos acudir ante el Poder Judicial federal en
demanda de amparo y protección.

El poder Judicial local juzga y aplica el derecho proveniente de leyes


estatales.

El poder Judicial federal se deposita en:

1. La Suprema Corte de Justicia de la Nación.

2. Los tribunales colegiados.

3. Los tribunales unitarios.

4. Los jueces de distrito.

5. Consejo de la Judicatura Federal,

La Suprema Corte de Justicia de la Nación se compone de once


ministros, trabaja tanto en pleno, es decir, todos los ministros juntos; como en
salas, éstas últimas son dos: formadas por cinco ministros cada una; mientras
que el Presidente de la Suprema Corte no forma sala. Las salas son: civil y
penal; y administrativas y laboral. Los ministros durarán en su encargo quince
años y ninguna persona que haya sido ministro podrá ser nombrada para un
nuevo periodo, salvo que hubiera ejercido el cargo con el carácter de
provisional o interino.

El artículo 95 de la Constitución federal señala los requisitos para ser


ministro de la corte.

Artículo 95. Para ser electo ministro de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación se necesita:

I. Ser ciudadano mexicano por nacimiento, en pleno ejercicio de sus derechos


políticos y civiles;

II. Tener cuando menos treinta y cinco años cumplidos el día de la designación;
III. Poseer el día de la elección, con antigüedad mínima de diez años, título
profesional de licenciado en derecho, expedido por la autoridad o institución
legalmente facultada para ello;

IV. Gozar de buena reputación y no haber sido condenado por delito que
amerite pena corporal de más de un año de prisión; pero si se tratare de robo,
fraude, falsificación, abuso de confianza u otro que lastime seriamente la
buena fama en el concepto público, inhabilitará para el cargo, cualquiera que
haya sido la pena;

V. Haber residido en el país durante los dos años anteriores al día de la


designación; y

VI. No haber sido secretario de Estado, jefe de departamento administrativo;

Procurador General de la República o de Justicia del Distrito Federal,


senador, diputado federal ni gobernador de algún Estado o Jefe del Distrito
Federal, durante el año previo al día de su nombramiento.

Para nombrar a los ministros de la Suprema Corte de Justicia, el


Presidente de la República propondrá una terna al Senado, el cual designará al
Ministro que cubra la vacante, esto debe ser en un plazo de 30 días, con el
voto de las dos terceras partes de los miembros del Senado presente. Si no
resolviere dentro de ese plazo, el Presidente de la República designará a quien
ocupará el cargo de Ministro.

Los tribunales colegiados se forman de tres magistrados y hay la


cantidad de tribunales necesarios para atender sus asuntos, los cuales son casi
siempre revisores de los jueces de distrito.

Los tribunales unitarios se forman por un magistrado y tienen las


facultades que señala la Ley Orgánica del Poder Judicial Federal.

Los jueces de distrito analizan los problemas originados en el ámbito


federal, por ejemplo, los delitos federales, y también conceden, cuando
proceda, el amparo a los particulares que lo soliciten. Su número es variado,
pero por lo menos hay uno en cada estado.

En la reforma constitucional del 31 de diciembre de 1994, se creó el


Consejo de la Judicatura Federal, el cual estará integrado por siete miembros
de los cuales, uno será el Presidente de la Suprema Corte de Justicia Nación,
quien también lo será del Consejo; un Magistrado de los Tribunales Colegiados
de Circuito, un Magistrado de los Tribunales Unitarios de Circuito y un juez de
Distrito, quienes serán electos mediante insaculación; dos Consejeros
designados por el Senado y uno por el Presidente de la República.
Los consejeros deben reunir los requisitos necesarios para ser Ministros.
El consejo funcionará en Pleno o en comisiones. Salvo el Presidente del
Consejo, los demás Consejeros durarán en su encargo 3 años, serán sustituidos
de manera escalonada y no podrán ser nombrados para un nuevo periodo. La
función principal del Consejo es la administración, vigilancia y disciplina del
Poder Judicial de la Federación, exceptuando a la Suprema Corte de Justicia de
la Nación.

Los magistrados y los jueces de distrito los designa en pleno la


Suprema Corte de Justicia de la Nación. Las principales funciones de los
Tribunales Federales se señalan en los artículos 103 y 104 de la Constitución
federal; algunas de ellas son:

Artículo 103. Los Tribunales de la Federación resolverán toda controversia que


se suscite:

I. Por leyes o actos de la autoridad que violen las garantías individuales.

II. Por leyes o actos de la autoridad federal que vulneren o restrinjan la


soberanía de los Estados o la esfera de competencia del Distrito Federal, y

III. Por leyes o actos de las autoridades de los Estados o del Distrito Federal
que invadan la esfera de competencia de la autoridad federal.

Artículo 104. Corresponde a los tribunales de la Federación conocer:

I-A. De todas las controversias del orden civil o criminal que se susciten sobre
el cumplimiento y aplicación de leyes federales o de los tratados
internacionales celebrados por el Estado mexicano, Cuando dichas
controversias sólo afrenten intereses particulares, podrán conocer también de
ellas, a elección del actor, los jueces y tribunales del orden común de los
Estados y del Distrito Federal. Las sentencias de primera instancia podrán ser
apelables ante el superior inmediato del juez que conozca del asunto en primer
grado;

1 -B. De los recursos de revisión que se interpongan contra las resoluciones


definitivas de los tribunales de lo contencioso administrativo a que se refiere la
fracción XXIX-H del artículo 73 y fracción IV, inciso e) del artículo 122 de esta
Constitución, sólo en el caso que señalen las leyes. Las revisiones, de las
cuales conocerán los Tribunales Colegiados de Circuito, se sujetarán a los
trámites que la ley reglamentaria de los artículos 103 y 107 de esta
Constitución fije para la revisión en amparo indirecto, y en contra de las
resoluciones que en ellas dicten los Tribunales Colegiados de Circuito no
procederá juicio o recurso alguno;
II. De todas las controversias que versen sobre derecho marítimo;

III. De aquellas en que la Federación fuese parte;

IV. De las controversias y de las acciones a que se refiere al artículo 105,


mismas que serán del conocimiento exclusivo de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación;

V. De las que surjan entre un Estado y otro o más vecinos de otro y,

VI. De los casos concernientes a miembros del cuerpo diplomático y consular.

Al igual que hay un Poder Judicial Federal, también hay uno local, mismo
que tiene su propia organización.

El Poder Judicial local casi siempre se deposita en un Tribunal


Superior de Justicia compuesto por magistrados, generalmente nombrados por
el gobernador del estado con la aprobación del congreso local.

Además de los magistrados, se cuenta con jueces; todos ellos, como ya


hemos señalado, se encargan de dirimir los conflictos mediante la aplicación
de leyes locales.

El Distrito Federal sí cuenta con Poder Judicial local, mismo que se


deposita en un Tribunal Superior de Justicia, jueces penales, civiles, de
arrendamiento, familiares y de concursal.

El Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal se forma de


magistrados, los cuales trabajan en pleno o en salas; estas últimas se
componen de tres magistrados.

Los jueces penales atienden todos los problemas relacionados con la


comisión de delitos; juzgan a todos aquellos que han incurrido en algún acto de
este tipo señalado en el Código Penal. Se encuentran ubicados en los diversos
reclusorios del Distrito Federal.

Los jueces civiles resuelven los problemas entre los particulares,


mediante la aplicación de los Códigos Civil y Mercantil.

Los jueces de arrendamiento atienden todos los problemas relacionados


con arrendadores y arrendatarios de inmuebles.

Los jueces de lo familiar dirimen las controversias que se presentan


dentro del ámbito familiar como divorcios, herencias, etcétera.

Además de las anteriores autoridades judiciales se cuenta en el Distrito


Federal con juzgados penales y civiles de paz, donde se ventilan asuntos de
menor cuantía.
Los magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal son
nombrados por el Presidente de la República con la aprobación de la Asamblea
de Representantes del propio Distrito Federal; anteriormente era una facultad
de la Cámara de Diputados federal. Los demás jueces son designados por el
Tribunal Superior de Justicia.

Para ser magistrado o juez se requiere ser licenciado en derecho dado


que estos profesionistas son técnicos del derecho y con esa calificación tienden
a aplicar con acierto las normas jurídicas.

EL MUNICIPIO LIBRE Y EL DISTRITO FEDERAL

Ya hemos indicado que la Federación se divide en estados, los que de


acuerdo con el artículo 40 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos deben ser libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen
interior; esto significa que cada estado va a administrarse y manejarse en la
forma en lo que considere adecuado, sólo deberá respetar los lineamientos de
la Constitución federal, precisamente en su artículo 115 señala que los estados
adoptarán para su régimen interior la forma de gobierno republicano,
representativo y popular teniendo como base de su división territorial, de su
organización política y administrativa al municipio libre.

De la anterior manera los estados son autónomos y soberanos pero


tienen obligación de regirse por la forma de gobierno antes reseñada y de
dividir su territorio en municipios.

Haciendo una comparación, si la República Mexicana se divide en


estados, éstos a su vez se subdividen en municipios; el número de municipios
de cada estado es variable; hay estados con un numero excesivo de ellos, por
ejemplo; Oaxaca cuenta con 570, en cambio los estados de Baja California
Norte y Baja California Sur sólo tienen cuatro; el número de municipios de cada
entidad depende de las características particulares, de las especiales
necesidades regionales y en buena medida de la decisión de los ciudadanos.
En la República Mexicana hay un total de 2,394 municipios.

El municipio se define como una circunscripción territorial habitada por


familias e individuos quienes conforman una colectividad con fines propios
como grupo, pero distintos en interés personal y familiar.

Se ha dicho con razón que el municipio es la célula o base de la división


territorial de nuestro país. Las personas y familias que lo habitan tienen
intereses comunes como grupo; se preocupan porque la zona prospere, porque
haya buenos y eficaces servicios públicos; pero al mismo tiempo conservan su
individualidad, sus intereses particulares y familiares. De acuerdo con el
artículo 115 de la Constitución federal, los municipios serán administrados por
un ayuntamiento de elección popular directa.

El ayuntamiento se forma por diversos funcionarios, uno de ellos lo


encabeza y se le denomina presidente municipal, al cual, cuando estudiamos al
Poder Ejecutivo, hicimos referencia; los otros reciben el nombre de regidores y
síndicos.

La elección de los miembros del ayuntamiento debe hacerse en forma


directa y no pueden ser reelectos para un periodo inmediato; casi todos los
municipios del país señalan una etapa de tres años de duración para los
ayuntamientos, los municipios administrarán libremente su hacienda y tendrán
personalidad jurídica, o sea, podrán actuar por sí mismos propugnando siempre
a buscar la superación de los individuos u y de las familias que lo habitan.

Los municipios obtienen sus ingresos fundamentalmente de los


impuestos que pagan sus habitantes. En este punto es conveniente precisar lo
señalado en capítulos anteriores en el sentido de que sólo la Federación. los
estados y los municipios pueden imponer y cobrar impuestos.

El ayuntamiento de cada municipio es el órgano gubernamental más


cercano a los individuos y a las familias, por lo tanto se recomienda que su
actuación debe ser lo más apegada a los intereses populares, procurando
encontrar solución a los problemas sociales más apremiantes así como llevar a
cabo programas tendientes al progreso de la comunidad.

Además de la división en estados y municipios de la República Mexicana,


ésta cuenta con un Distrito Federal, sede de los tres poderes de la Federación.
Este hecho obliga a que el Distrito Federal esté gobernado por un poder federal
pero también por los órganos Ejecutivo, Legislativo y Judicial de carácter local;
anteriormente con el objeto de que no se diera una duplicidad o poderes, en
particular el Presidente de la República de acuerdo con el artículo 89 de la
Constitución Política Mexicana, designaba a un funcionario que hacía las veces
de gobernador de un estado, al que se denomina Jefe del Departamento del
Distrito Federal.

Las leyes que se aplicaban en el Distrito Federal las aprobaba el


Congreso de la Unión pero de acuerdo a reformas constitucionales, ha habido
modificaciones las cuales las señalaremos más adelante.

El Distrito Federal carece de municipios por la razón que antecede, pero


debido al número de habitantes se ha dividido en 16 delegaciones, al frente de
cada una de ellas se encuentra un funcionario llamado delegado, que es
nombrado y removido libremente por el Jefe del Departamento del Distrito
Federal previo acuerdo con el presidente de la República.
La discusión sobre las desventajas de los habitantes del Distrito Federal
por no poder designar a sus autoridades, trajo consigo, el establecimiento de
sistemas democráticos para que los ciudadanos del Distrito Federal designen a
un órgano de representación ciudadana al que se denomina "Asamblea de
Representantes del Distrito Federal", la cual está conformada desde 1988 y se
integrará con el número de diputados electos según los principios de mayoría
relativa y representación proporcional.

Estos representantes serán electos cada tres años y tendrán a su cargo,


entre otras facultades dictar mandos, ordenanzas y reglamentos de policía y
buen gobierno; proponer al Presidente de la República la atención de
problemas prioritarios de la ciudad de México; recibir informes trimestrales de
las autoridades administrativas del Distrito Federal sobre ejecución y
cumplimiento de los presupuestos y programas aprobados; aprobar los
nombramientos de los Magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Distrito
Federal; también pueden iniciar leyes en materia del Distrito Federal.

La Asamblea de Representantes del Distrito Federal es un inicio de


otorgar a habitantes de la capital de la República oportunidad de tener su
propia Cámara como sucede en las diversas entidades federativas.

Otro avance democrático, lo constituye la reforma constitucional, del 22


de agosto de 1,996, en la cual se establecen como autoridades locales del
Distrito Federal, además de la Asamblea Legislativa, que ya hemos
mencionado, a un Jefe de Gobierno del Distrito Federal y al Tribunal Superior
de Justicia.

Estatuye el artículo 122 Constitucional reformado, que el Jefe de


Gobierno del Distrito Federal tendrá a su cargo el Ejecutivo Y la administración
pública en la entidad y recaerá en una sola persona, elegida por votación
universal, libre, directa y secreta.

También dice este artículo que el Tribunal Superior de Justicia y el


Consejo de la Judicatura, con los demás órganos que establezca el Estatuto de
Gobierno, ejercerán la función del fuero común en el Distrito Federal.

Esta reforma estipula que el jefe de gobierno del Distrito Federal se


elegirá en el año 1997 y ejercerá su mandato hasta el 4 de diciembre del año
2000.

EL JUICIO DE AMPARO COMO MEDIO DE PROTECCIÓN DE LAS


GARANTÍAS CONSAGRADAS EN LA CONSTITUCIÓN
Tanto las garantías individuales como las sociales requieren de un medio
para evitar su violación. Tal medio lo señala la propia Constitución y le da el
nombre de juicio de amparo. Éste surgió en nuestro país a mediados del siglo
XIX, teniendo entre sus creadores a Mariano Otero y a Manuel Rejón; en la
actualidad se considera uno de los sistemas más perfectos para proteger las
garantías individuales y sociales. El juicio de amparo procede cuando la
violación a la Constitución perjudica a una persona física o moral. Así, el juicio
de amparo además de salvaguardar el desarrollo de las garantías individuales
y sociales es un instrumento de protección para la propia Constitución.

Los artículos 103 y 107 de la Constitución vigente y la Ley de Amparo


reglamentan el proceso del juicio de amparo y en ellos se dice que conocerán
de éste los tribunales de la Federación, los cuales son: Suprema Corte de
Justicia, Tribunales Colegiados de Circuito, Tribunales Unitarios y Jueces de
Distrito.

A continuación analizaremos tres aspectos básicos en el juicio de


Amparo:

1. Casos en que procede el juicio de amparo.

2. Quiénes son las autoridades competentes para conocer de un juicio de


amparo.

3. Qué es la suspensión provisional, la suspensión definitiva y la


sentencia de fondo en el juicio de amparo.

Casos en que procede el juicio de amparo

El artículo 1° de la Ley Orgánica de los artículos 103 y 107 de la


Constitución federal, también conocida como Ley de Amparo, dice:

El juicio de amparo tiene por objeto resolver toda controversia que se


suscite:

I. Por leyes o actos de la autoridad que violen las garantías individuales;

II. Por leyes o actos de la autoridad federal que vulneren o restrinjan la


soberanía de los Estados;

III. Por leyes o actos de las autoridades de éstos que invadan la esfera
de la autoridad federal.
Otro artículo importante lo constituye al 4°.:

El juicio de amparo únicamente puede promoverse por la parte a quien


perjudique la ley, el tratado internacional, el reglamento o cualquier otro acto
que se reclame, pudiendo hacerlo por sí, por su representante, por su defensor
si se trata de un acto que corresponda a una causa criminal, por medio de
algún pariente o persona extraña en los casos en que esta ley lo permita
expresamente; y sólo podrá seguirse por el agraviado, por su representante
legal o por su defensor.

El artículo 5o. establece las partes del juicio de amparo que son:

I. El agravio o agraviados;,

II. La autoridad p autoridades responsables;

III. El tercero o terceros perjudicados;

IV. El Ministerio Público Federal, quien podrá abstenerse de intervenir


cuando el caso de que se trate carezca, a su juicio, de interés público.

El agraviado es la persona que promueve el juicio de garantías es, a


quien perjudica el acto o la ley que se consideró lesiva.

La autoridad responsable es la parte contra quien se promueve el


juicio por ser ella la que ordena, dicta, ejecuta o trata de ejecutar la ley o el
acto reclamado.

El tercero perjudicado es la persona que resulta afectada al


concederse el amparo. Por eso debe ser llamada a dicho juicio.

El Ministerio Público Federal, es el representante de la sociedad. Su


finalidad es analizar los intereses de la colectividad. En esencia es un
funcionario público que vigila el bienestar de la sociedad y por ello actúa
contra las personas que dañan a otras como es el caso de los delincuentes,
contra quien el Ministerio Público ejerce la acción penal. En las mismas
condiciones en el juicio de amparo actúa en defensa del grupo social.

Autoridades competentes para conocer de un juicio de amparo

Son competentes para conocer de juicios de amparo, las autoridades


judiciales federales de acuerdo con lo que marca la Ley de Amparo en vigor (o
Ley Orgánica de los artículos 103 y 107 de la Constitución federal): a) Suprema
Corte de Justicia de la Nación, b) Tribunales Colegiados de Circuito, y c)
Juzgados de Distrito.
Además de ellas, el artículo 38 de la Ley de Amparo establece:

Artículo 38. En los lugares en que no resida juez de Distrito, los jueces de
primera instancia dentro de cuya jurisdicción radique la autoridad que ejecuta
o trate de ejecutar el acto reclamado, tendrán facultad para recibir la demanda
de amparo, pudiendo ordenar que se mantengan las cosas en el estado en que
se encuentren, por el término de setenta y dos horas, que deberá ampliarse en
lo que sea necesario, atenta la distancia que haya a la residencia del juez de
Distrito; ordenará que se rindan a éste los informes respectivos, y procederá
conforme a lo prevenido por el artículo 144. Hecho lo anterior, el juez de
primera instancia remitirá al de Distrito sin demora alguna, la demanda
original con sus anexos.

De acuerdo con lo anterior el amparo se solicita ante el juez de disto, de


quien por lo menos hay uno en cada entidad federativa, pero en caso de no
localizarse se procederá en los términos que marca el propio artículo 38 de la
Ley de Amparo. Si después de haber ocurrido al juez de distrito no se ha
encontrado solución a lo demandado, o si ha dejado inconforme a las partes, se
acude a revisión, bien sea ante el Tribunal Colegiado de Circuito, o ante la
Suprema Corte de Justicia según corresponda Existen casos en que la propia
ley señala que se debe acudir en forma directa para solicitar amparo ante la
Suprema Corte de Justicia. En usta forma encontramos dos tipos de amparo: el
indirecto, solicitado ante el juez de distrito, y el directo, que se solicita ante la
Suprema Corte de Justicia.

La suspensión provisional, la suspensión definitiva y la sentencia de


fondo en el juicio de amparo
La suspensión en el juicio de amparo tiene por objetivo evitar que se
realice o se siga realizando al acto reclamado. Esto es para proteger al
particular de la consumación de un acto que afecte sus garantías individuales.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación se ha inclinado por considerar:


"los efectos de la suspensión consisten en mantener las cosas en el estado que
guardaba al decretarla, y no en el de restituirles al que tenían antes de la
violación constitucional, lo que sólo es efecto de la sentencia que concede el
amparo en cuanto al fondo".

Existe la suspensión provisional y definitiva. La suspensión del acto


reclamado la decreta el juez de distrito si lo juzga prudente y de acuerdo con la
ley, bien sea de oficio o a petición de parte.

Los artículos 123 y 124 de la Ley de amparo ayudarán a entender el


problema:

Artículo 123. Procede a la suspensión de oficio:


I. Cuando se trate de actos que importen peligro de privación de la vida,
deportación o destierro o alguno de los prohibidos por el artículo 22 de la
Constitución Federal;

II. Cuando se trate de algún otro acto que, si llegare a consumarse, haría
físicamente imposible restituir al quejoso en el goce de la garantía individual
reclamada.

La suspensión a que se refiere este artículo se decretará de plano en el


mismo auto en que el juez admita la demanda, comunicándose sin demora a la
autoridad responsable, para su inmediato cumplimiento, haciendo uso de la vía
telegráfica en los términos del párrafo tercero del artículo 23 de la ley;

Los efectos de la suspensión de oficio únicamente consistirán en ordenar


que cesen los actos que directamente pongan en peligro la vida, permitan la
deportación o el destierro del quejoso o la ejecución de alguno de los actos
prohibidos por el artículo 22 constitucional; y tratándose de los previstos en la
fracción II de este artículo, serán los de ordenar que las cosas se mantengan en
el estado que guarden, tomando el juez las medidas pertinentes pata evitar la
consumación de los actos reclamados.

El artículo 124 señala de manera esencial.

Fuera de los casos a que se refiere al artículo anterior, la suspensión se


decretará cuando concurran los requisitos siguientes:

I.Que la solicite el agraviado;

II.Que no se siga perjuicio al interés social, ni se contravengan disposiciones de


orden público. Se considerará, entre otros casos, que si se siguen esos
perjuicios o se realizan esas contravenciones, cuando, de concederse la
suspensión: se continúe el funcionamiento de centros de vicios, de lenocinios,
la producción y el comercio de drogas enervantes; se permita la consumación
o continuación de delitos o de sus efectos, o el alza de precios con relación a
artículos de primera necesidad o bien de consumo necesario; se impida la
ejecución de medidas para combatir epidemias de carácter grave, el peligro de
invasión de enfermedades exóticas en el país, o la campaña contra el
alcoholismo y la venta de sustancias que envenenen al individuo o degeneren
la raza; o se permita el incumplimiento de las órdenes militares;

III. Que sean de difícil reparación los daños y perjuicios que se causen al
agraviado con ejecución de acto.

El juez de Distrito, al conceder la suspensión, procurará fijar la situación


en que habrán de quedar las cosas, y tomará las medidas pertinentes para
conversar la materia del amparo hasta la terminación del juicio .Cuando el juez
considere que al conceder la suspensión puede ocasionar un daño al tercero
perjudicado, exigirá que el quejoso otorgue una garantía amplia a fin de
reparar el daño que se pudiera ocasionar.

En el principio, el juez de distrito otorga la suspensión provisional y pide,


entonces, el informe previo a la autoridad responsable, que deberá rendirlo
dentro de las 24 horas siguientes. Después de ese tiempo, con el informe o sin
él, el juez de distrito celebrará una audiencia dentro del término de 48 horas,
donde las partes podrán ofrecer pruebas y, en esta turna, oyendo los alegatos,
el juez de distrito resolverá en esa misma .ludiencia si concede o niega la
suspensión definitiva.

El artículo 140 de la Ley de Amparo dice:

Mientras no se pronuncie sentencia ejecutoriada en el juicio de amparo, el juez


de Distrito puede modificar o revocar el auto en que haya concedido o negado
la suspensión, cuando ocurra un hecho superveniente que le sirva de
fundamento.

Respecto a la suspensión, las fracciones X y XI del artículo 107


constitucional, nos señalan:

X. Los actos reclamados podrán ser objeto de suspensión en los casos y


mediante las condiciones y garantías que determine la ley. para lo cual se
tomará en cuenta la naturaleza de la violación alegada, la dificultad de
reparación de los daños y perjuicios que pueda sufrir el agraviado con su
ejecución, los que la suspensión origine a terceros perjudicados y el interés
público.

Dicha suspensión deberá otorgarse respecto a las sentencias definitivas en


materia penal al comunicarse la interposición del amparo, y en materia civil,
mediante fianza que dé el quejoso para responder de los daños y perjuicios
que tal suspensión ocasionare, la cual quedará sin efecto si la otra parte da
contrafianza para asegurar la reposición de las cosas al estado que guardaban,
si se concediese el amparo, y a pagar los daños y perjuicios consiguientes.

XI. La suspensión se podrá ante la autoridad responsable cuando se trate de


amparos directos promovidos ante los tribunales colegiados de circuito, y la
propia autoridad responsable decidirá al respecto; en todo caso, el agraviado
deberá presentar la demanda de amparo ante la propia autoridad responsable,
acompañando copias de la demanda para las demás partes en el juicio,
incluyendo al Ministerio Público y una para el expediente. En los demás casos,
conocerán y resolverán sobre la suspensión los juzgados de distrito.
La sentencia de fondo en el juicio de amparo, la cual debe ser dictada
por la autoridad competente, consiste en restituir las cosas al estado que
guardaban antes de cometerse la violación.

La primera parte de la fracción II del propio artículo 107 constitucional


dice:

La sentencia será siempre tal, que sólo se ocupe en individuos particulares,


limitándose a ampararlos y protegerlos en el caso especial sobre el que verse
la queja, sin hacer una declaración general respecto de la ley o acto que
motivare.

El artículo 80 de la Ley de Amparo señala:

La sentencia que conceda el amparo tendrá por objeto restituir al agraviado en


el pleno goce de la garantía individual violada, restableciendo las cosas al
estado que guardaban antes de la violación, cuando el acto reclamado sea de
carácter positivo, y cuando se de carácter negativo, el efecto de amparo será
obligar a la autoridad responsable a que obre en el sentido de respetar la
garantía de que se trate y a cumplir, por su parte, lo que la misma garantía
exija.

Por último, el artículo 77 de la misma ley dice:

Las sentencias que se dicten en los juicios de amparo deben contener:

I. La fijación clara y precisa del acto o actos reclamados, y la apreciación de las


pruebas conducentes para tenerlos o no por demostrados;

II. Los fundamentos legales en que se apoyen para sobreseer en el juicio, o


bien para declarar la constitucionalidad o inconstitucionalidad del acto
reclamado; y

III. Los puntos resolutivos con que deben terminar, concretándose en ellos, con
claridad y precisión, el acto o actos por los que sobresea, conceda o nieguen el
amparo.

Con esto concluimos el estudio de uno de los más importantes aspectos


de nuestra vida jurídica como es el juicio de amparo; para mayor comprensión,
es recomendable el estudio de los artículos 103 y 107 de la Constitución
federal.
1 López Betancourt, Eduardo (1988). Manual de Derecho Positivo Mexicano.
pp 85-115 Edit Trillas México KGF 292 L68 1988

2 * Artículo adicionado según decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación del 3 de


febrero de 1983

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