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Revista de estudios de

Europa sudoriental

nº 4 (2003)

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El tema del número: “La cuestión de Oriente”

VEIGA, Francisco. El laboratorio turco. Un siglo de transfor- 5-17


maciones radicales y de experimentos políticos

Otros artículos
RODRÍGUEZ, Roberto. Entre dos aguas. Un panorama de la 19-31
cultura griega (1770-1930)
Debates en la lista Balkan
Los Balcanes y la Unión Europea: ¿cuadratura del círculo 33-40
vicioso?
Modelos balcánicos para nuevas independencias 41-60
Criminalidad balcánica 63-64
Reconciliación y yugonostalgia 65-68
Censos en la antigua Yugoslavia 69-72

ISSN 1697- 2864


Bosnia. Intervención internacional y construcción estatal 73-93
Terminología de la antigua Yugoslavia: Ljubljana 95-106
Grecia, europea y olvidada 107-112
Kósovo: a unos niños muertos 113-116
Djindjic asesinado: lo que quedará de su obra 117-120
Participaron en los debates Jacinto Benito, Srdjan Darmanovic,
César Luis Díez, Svebor Dizdarevic, Carlos Flores Juberías, Alberto
Gómez Font, Ivan Klajn, Jorge Lucas, Jasmina Markic, Silvia
Monrós de Stojakovic, José-Miguel Palacios, Juan Octavio Prenz,
Roberto Rodríguez, Virtuts Sambró, Dalibor Soldatic, Fatih Tayfur,
Francisco Veiga, Eduard de Vilar y Zoran Vujic .

Varios
Reseña de libros 121-150
Crónica: acontecimientos del año 151-162

REDACCIÓN

Prof. Dr. Francisco Veiga

Dr. José-Miguel Palacios

http://www.estudiosbalcanicos.org
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Jorge Luis Borges decía aquello de que todo hombre vive continuamente en un momento
de transición. Si esto puede aplicarse también a las listas, podríamos decir que a lo largo
de 2003, Balkan ha entrado en la fase de la consolidación. Pronto cumpliremos cuatro años
de existencia y llegaremos al millar de mensajes intercambiados. Hemos recibido incluso
algunos interesantes apoyos institucionales. Si nos comparamos con otras listas de
distribución es difícil decir si esto es mucho o poco, pero al menos indica la existencia de
una trayectoria reconocible.

Aunque, como en años anteriores, las cuestiones relativas a la antigua Yugoslavia siguieron
estando en el centro de la mayor parte de los debates, Balkan no renuncia a ser una lista
dedicada al conjunto de los Balcanes y, en consecuencia, dedicar una atención importante
a lo que ocurre en otros países de la zona (no está de más recordar que también existen
Grecia, Albania, Bulgaria y Rumania), así como a examinar la perspectiva regional
balcánica de todos los acontecimientos. Prescindir de este “enfoque balcánico” podría ser
un error grave, ya que incluso parte de lo que ocurre y transcurre en las repúblicas de la
antigua Yugoslavia se entiende mejor dentro de su contexto regional.

En 2003 inauguramos la práctica de sugerir un tema central del número anual de nuestra
revista y proponer a nuestros colaboradores que centraran su atención sobre él. El que
elegimos, la “cuestión de Oriente”, nos sirvió para introducir a Turquía dentro de nuestros
debates, para redescubrir la vertiente balcánica de este país y para recordar que los Balcanes
actuales resultan incomprensibles sin tener en cuenta la herencia del largo periodo otomano.

El próximo año 2004 será testigo de la cuarta ampliación de la Unión Europea, en la que
estará incluido Chipre, un país que forma parte de la “periferia cercana” de los Balcanes.
Muy pronto, quizá en 2007, Rumanía y Bulgaria pueden convertirse también en nuevos
miembros de la Unión. Turquía se encuentra en la sala de espera, y todo el amplio
mecanismo comunitario de incorporación de nuevos países va a centrar su labor a partir de
ahora sobre la región balcánica. Están surgiendo nuevas realidades y la atención de la lista
y de la revista, dirigida sobre todo hacia el pasado durante los últimos cuatro años, puede
reorientarse a partir de ahora hacia ese futuro europeo que esperamos que no sea un “futuro
imperfecto”.

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Balkan (REES), 4 (2003)

El laboratorio turco. Un siglo de transformaciones radicales


y experimentos políticos
Francisco Veiga, UAB

Turquía: para los europeos, y durante decenas de años, ese nombre vino asociado
al miedo y al desprecio. La imagen de los cristianos sometidos al poder de un déspota que
gobierna en virtud de sus caprichos crueles y a una religión que era un mero compendio de
leyes sanguinarias y lujuriosas, resultaba intolerable para los occidentales.

El mito tiene raíces profundas. Se remonta a mediados del siglo XVII y coincide con
la decadencia del Imperio otomano. El otrora poderoso y admirable enemigo, castigo divino
a los cristianos por sus divisiones, era ahora la imagen del monstruo cuya aniquilación
parecía ofrecer una oportunidad de redención, como venía a concluir el viajero Ricaut en
una obra contemporánea. A partir de Montesquieu, Turquía y con ella Oriente se convierte
en “el Otro” amenazador, clausurado y maquiavélico, con miles de súbditos dispuestos a
obedecer y morir sin rechistar. “No hay que extrañarse de que (los turcos) sean felices en
la servidumbre y vivan contentos bajo la tiranía, porque eso es para ellos tan natural como
lo es para un cuerpo vivir y alimentarse con los alimentos a los que se acostumbró desde
la infancia” -escribía Ricaut en 1669. La imagen perfecta de este despotismo oriental será
el harén, que con sus intrigas y la figura del eunuco conformaba una verdadera estructura
de poder.

Obras recientes y bien documentadas están poniendo muy en duda tales clichés.
Fikret Adanir, un historiador turco que utiliza fuentes occidentales para rebatir los tópicos
sobre el Imperio otomano cuestiona, por ejemplo, que existiera un gran contacto cultural
entre los estados balcánicos pre-otomanos y la cultura occidental. Por entonces, se
consideraba que el patriarca Euthynius de Tûrnovo era el eslavo más sabio, hombre ligado
al foco cultural del monasterio del Monte Athos. Sin embargo, a lo largo del siglo XIII y
XIV Dante, Petrarca, Boccaccio y Chaucer eran personalidades literarias conocidas en
occidente, mientras que en Tûrnovo la actividad cultural seguía ligada a los manuscritos
hagiográficos del Monte Athos. Ya bajo el Imperio el clero griego ortodoxo rechazó los
autores o instituciones progresistas occidentales que no eran estorbados por las autoridades

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VEIGA, F. El laboratorio turco

otomanas. Por tanto, sin querer afirmar que la comunidad griega en su conjunto fuese
refractaria a las influencias occidentales más progresistas -en todo caso lo eran sus
autoridades eclesiáticas- no hay duda de que los continuos contactos entre comerciantes del
Imperio otomano y el occidente europeo posibilitaban una relación fluida entre las
respectivas corrientes culturales, más por parte de los turcos que a la inversa.

Por otra parte, si bien en líneas generales el sistema político otomano resultaba
teóricamente opresivo para los pueblos no musulmanes del Imperio, lo cierto fue que las
posibilidades de progreso económico e integración social eran notables. De hecho, muchos
comerciantes griegos, válacos o armenios nunca abandonaron su fe cristiana a pesar de
amasar importantes fortunas. En teoría, los cristianos no podían llevar armas, vestir como
musulmanes o montar a caballo. Pero en el siglo XVII numerosas fuentes documentales
referidas a Bosnia, por ejemplo, mencionan a sacerdotes y mercaderes cristianos vestidos
casi exactamente como musulmanes, cabalgando y llevando armas. Numerosas fotografías
de fines del siglo XIX y comienzos del XX muestran a sacerdotes franciscanos en Bosnia
tocados con fez.

Se ha argumentado en muchas ocasiones que las comunidades cristianas pagaban


impuestos especiales, pero no necesariamente tenían por qué ser onerosos, excepto en los
periodos de guerra o carestía; y en ese caso podían ser aplicados también sobre la
comunidad musulmana. En cualquier caso, lo que se buscaba era el dinero, no las
conversiones. También es frecuente leer que al menos en los pleitos jurídicos, la palabra
de un musulmán valía más que la de un cristiano. Es decir, éste era un ciudadano de
segunda. Pero esta situación no era difícil de superar, dado que la conversión al Islam abría
rápidamente la posibilidad de hacer carrera administrativa o militar (generales griegos
musulmanes en la guerra civil).

En cualquier caso, el régimen otomano nunca pretendió la conversión masiva de sus


súbditos; de hecho la conquista de los Balcanes nunca fue concebida como una guerra
santa. De hecho se apoyó en la activa colaboración de ciertos núcelos de población
ortodoxa, especialmente en áreas de predominancia católica. Ello era debido a la
animosidad entre griegos y latinos tras la Cuarta Cruzada que deterioró seriamente el poder
imperial bizantino (1204). Así, el tratamiento de la cuestión balcánica por los otomanos

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Balkan (REES), 4 (2003)

tuvo desde el principio una vertiente política más que religiosa; unir fuerzas con la
ortodoxia en contra de la catolicidad. La restitución del Patriasrcado ortodoxo en
Constantinopla por Mehmed II en una fecha tan temprana como 1454 (un años después de
la caída de la capital bizantina) es una muestra de hasta qué punto esta política era
conscientemente perseguida.

Se suele considerar que el sistema millet o de comunidades autogestionadas


agrupadas por confesiones religiosas, era la institución sobre la que reposaba la desigualdad
fundamental entre musulmanes y cristianos en el Imperio otomano. Sin embargo, a lo largo
del siglo XVIII se puede constatar cómo la estructura de los millet se transformó dando
como resultado el ascenso hacia el poder de los notables locales. Paralelamente declinó el
control de la autoridad central sobre las provincias del imperio. Como afirma Adanir
recogiendo las conclusiones de otros especialistas, el fenómeno ha sido malinterpretado
hasta ahora, caracterizándolo como decadencia política, cuando en realidad parece
obedecer más a un proceso de descentralización.. A lo largo del siglo XIX las reformas del
Tânzimat parecían buscar, ante todo, una centralización administrativa a la manera
occidental, pero en realidad pretendían conjugarla con un “patriotismo estatal” sobre la
aplicación gradual de una igualdad jurídica entre comunidades religiosas o étnicas, creando
buenos ciudadanos otomanos a la manera de los norteamericanos o australianos.

El último sultán de la era de los Tânzimats fue Abdülhamit II, monarca absoluto que
reinó durante 30 años en los que, se ganó una profunda antipatía internacional y que
terminó siendo conocido internacionalmente como “la vieja araña”. Pero la realidad fue
mucho más paradójica. En primer lugar, porque bajo el nuevo sultán se impulsaron las
reformas más ambiciosas de las Tânzimat: el tendido de líneas telegráficas que contribuyó
a una centralización adminsitrativa eficaz, las primeras líneas de ferrocarril y buques de
vapor. Y sobre todo, una red de escuelas modernas cuyo número se duplicó entre 1867 y
1895. La alfabetización abrió tabmién el camino al desarrollo de la prensa. Como
contrapuento, al primera oposición política de importancia al sultanato surgió de las filas
de aristócratas, militares y funcionarios opuestos a las reformas de unas Tanzîmats que
llevarían a la destrucción del estado. Eran liberales y partidarios de medidas representativas
y constitucionales, pero defendían sus ideas con argumentos del Islam. Sus líderes fueron
Namik Kemal, funcionario en la Sublime Puerta en los años sesenta del siglo XIX y el

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príncipe Mustafa Fazil Pasham quien desde su exilio parisino dio nombre al movimeinto:
Yeni Osmanlilar o Jóvenes Otomanos. Su principal victoria fue obligar al sultán
Abdülhamit II a aceptar una Constitución en diciembre de 1876.

Con el tiempo, la huella dejada por los Jóvenes Otomanos contribuyó a animar una
nueva generación de opositores, los Jóvenes Turcos, que vió la luz en el cambio de siglo
y se formalizó orgánicamente en el denominado Comité de Unión y Progreso (Ýttihat ve
Terakki Cemiyeti). Más activistas que sus predecesores, su primer intento de organizar un
golpe de estado fracasó en 1896 y la policía casi desmanteló el movimiento. Siguieron años
de difíciles intentos por reorganizar el CUP, cuyos cuadros se fue nutriendo con
funcionarios y militares, estamentos ambos especialmente sensibles a la decadencia del
Imperio, aunque en realidad era un movimiento integrado por la nueva burguesía otomana:
desde profesionales, como abogados, maestros y médicos, hasta terratenientes, artesanos
y comerciantes. Finalmente, en julio de 1908 el Segundo y Tercer Ejércitos, de guarnición
en Macedonia y Tracia respectivamente, se rebelaron y dieron lugar a la Revolución de los
Jóvenes Turcos, cuya primera consecuencia directa fue la reinstauración de la Constitución,
suspendida durante 30 años.

Por entonces existían indicios de que Gran Bretaña y Rusia se disponían a dar el
golpe de gracia al Imperio, lo cual fue un desencadenante del golpe, destinado a
regenerarlo. También fue decisivo el ejemplo del Japón, la nueva potencia asiática que en
la guerra de 1904 había derrotado de forma humillante a un enorme imperio europeo con
sus propias armas. Los Jóvenes Turcos despertaron importantes expectativas dentro y fuera
del Imperio; en consecuencia, sus enemigos más directos del se apresuraron a rebañar lo
máximo posible antes de que el Hombre Enfermo lograra levantarse sobre sus piernas. En
octubre de 1908, Austria-Hungría se anexionó Bosnia, provincia formalmente otomana que
el Imperio dual administraba desde 1878. En 1911, Italia le declaró la guerra a la Sublime
Puerta y se apropió de Tripolitania y las islas del Dodecaneso, tras haber bombardeado los
Dardanelos. El final de esa contienda coincidió con el ataque de la Liga Balcánica, alianza
constituida por Serbia, Bulgaria, Montenegro y Grecia. El objetivo de este nuevo ataque era
la eliminación definitiva de toda influencia otomana en Europa, lo que casi consiguieron
pocos meses más tarde.

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Balkan (REES), 4 (2003)

En esa situación de emergencia, el CUP dio un nuevo golpe, terminó de tomar el


control del Estado otomano y situó al frente al triunvirato que había organizado y
desencadenado la revolución de 1908: Enver, Cemal y Talât. Los unionistas utilizaron el
monopolio del poder y la crítica situación del Imperio para acelerar las reformas. El Ejército
fue profundamente reformado y purgada una buena parte de la oficialidad; la administración
fue reconstruida y descentralizada, teniendo en cuenta los sentimientos de la población
árabe. El sistema judicial y educativo fue secularizado y los tribunales de la ªeri o Ley
Islámica pasaron bajo el control del Ministerio de Justicia. Hasta las leyes de herencia
fueron modificadas según el modelo alemán. Los Jóvenes Turcos buscaron asimismo
impulsar el papel de la mujer en la sociedad otomana, y la Universidad de Estambul les
abrió sus puertas en 1914. Incluso se creó una Sociedad para el Empleo de la Mujer.

Pero donde más ambiciones pusieron los unionistas fue en las finanzas, y eso ya
desde 1909. Aparte de modernizar la legislación sobre comercio y propiedad, en economía
el CUP propugnaba una política liberal sin concesiones sociales. En base a tales premisas,
los Jóvenes Turcos esperaban ganarse el respeto y la cooperación de las grandes potencias
occidentales. Para su desencanto, las inversiones extranjeras no crecieron de forma
apreciablemente con el cambio de régimen. En las capitales europeas la experiencia
otomana se veía con desconfianza, y en consecuencia tampoco se le concedieron a
Estambul préstamos que necesitaba con urgencia en 1909 y 1910. Sólo el Deutsche Bank
atendió esas peticiones, lo que abrió las puertas a una creciente influencia alemana en el
Imperio otomano.

Occidente inauguraba una tradición de desconfianza ante los intentos turcos por
renovar y modernizar su estado. De hecho, todavía hoy pocos historiadores han explorado
el complejo debate político que acompañó la experiencia de los unionistas y que estos
aprovecharon según las circunstancias. La idea de regenerar el Imperio a partir del
panislamismo fue una opción que los Jóvenes Turcos secundaron temporalmente durante
la Gran Guerra, como vehículo para atraerse a los árabes y atacar las bases del Imperio
británico. Pero también por entonces se agudizó el debate, tan actual, sobre la necesidad
de extender un panislamismo que no recnunciara a los logros de la técnica y las ideas
occidentales (opción que, por otra parte, se remontaba a los tiempos del ideólogo Al
Afganí, a mediados del siglo XIX). Pero sobre todo, bajo los Jóvenes Turcos se debatió

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VEIGA, F. El laboratorio turco

sobre el “otomanismo”, la idea de que todos los ciudadanos del Imperio tenían iguales
derechos en el marco de un un Estado constitucional. El talón de Aquiles del otomanismo
resultó ser el nacionalismo, no sólo el de los diversos pueblos que componían el Imperio,
sino también el de los turcos. Asimismo y por entonces el turquismo y el panturquismo se
desarrollaron con fuerza; paradójicamente, algunos de los más destacados ideólogos del
reformsimo en todos sus aspectos no eran turcos sino tártaros, azeríes, judíos e incluso
kurdos. Yusuf Akçura, uno de los más destacados pensadores del panturquismo era un
tártaro originario de Rusia. Pero el más destacado del periodo, que intenó conciliar todas
las ideologías reformistas fue Mehmet Ziya (Gökalp), seguidor de Durkheim y Tönnies.
Gökalp reivindicaba la idea de que existía una nación turca con una civilización propia, en
parte árabo-islámica, pero también de raíz bizantina y occidental. Por lo tanto, el
movimiento de los Jóvenes Turcos fue la verdadera matriz de la cual surgiría la moderna
Turquía, aunque la imagen histórica de ese régimen terminara ensuciada por la implicación
del Imperio otomano en el Primera Guerra Mundial, y sobre todo por el genocidio del
pueblo armenio.

El final de la Gran Guerra marcó también la desmembración del Imperio, del cual
sólo quedó propiamente la península de Anatolia, y aún ésta sometida en parte a ocupación
militar directa de británicos, franceses, italianos y griegos. Sin embargo, pronto surgió un
movimiento de resistencia estructurado en torno a los restos de la oficialidad militar
unitarista (la denominada red Karakol) y situado en el centro más inaccesible de Anatolia.
De ese núcleo duro de Jóvenes Turcos pronto se destacó un militar: el general de brigada
Mustafa Kemal Pasha, que se había distinguido durante la Gran Guerra pero políticamente
enfrentado a Enver, no había estado implicado en sus crímenes. En torno a la capacidad de
liderazgo y organización de este hombre se estructuró un nuevo ejército que fue derrotando
uno a uno a todos los enemigos, hasta terminar con al presencia militar griega y británica
en 1922. Y la nueva capital, Ankara, en un lugar estratégicamente menos vulnerable que
la vieja Estambul.

A partir de ahí, Mustafa Kemal terminó haciéndose con el control absoluto del
poder político y transformó a Turquía en una República, proclamada en octubre de 1923.
Dos años más tarde, la Ley de Mantenimiento del Orden introducía, de hecho, la autocracia,
abiertamente reconocida en 1931 cuando se instituyó que el único partido permitido era el

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Republicano del Pueblo. En 1922 también se abolió el Califato, máxima autoridad religiosa
de la comunidad musulmana internacional, asociada a la jefatura política del Imperio
otomano. Por lo tanto, con él desaparecía, por primera vez desde el siglo VII, el último
imperio musulmán de la historia, un hecho que sigue teniendo profunda influencia en el
Islam actual.

En años sucesivos, Mustafa Kemal introdujo una serie de reformas que cambiaron
profundamente a Turquía y la convirtieron en modelo de un nuevo y revolucionario tipo de
estado en el cual la religión musulmana y el estado quedaban claramente separados,
iniciativa tanto más chocante cuanto que del Corán y los otros textos religiosos musulmanes
se pueden extraer recomendaciones políticas concretas que los estados musulmanes habían
utilizado para su funcionamiento. La “revolución por decreto” se estructuró en tres grandes
oleadas de leyes. En primer lugar, las referidas a la secularización del estado, el sistema
educativo y el código legal en general. Kemal no hacía sino concluir las reformas iniciadas
bajo el sultán Mahmud un siglo antes, pero de todas formas fue muy drástica por cuanto
abolió la ªeri o Ley Islámica e introdujo un Código Civil de modelo suizo y un Código
Penal inspirado en el de la Italia mussoliniana de aquel entonces (1926).

Más visible y espectacular fue el segundo paquete de reformas que atacó los
símbolos religiosos y los sustituyó por otros relacionados con la civilización occidental.
Uno muy característico fue la abolición del tradicional fez y la imposición del sombrero
occidental de caballero. El velo femenino nunca fue prohibido, pero la emancipación de la
mujer fue un objetivo perseguido con insistencia. También la imposición del domingo
como día festivo semanal, el calendario occidental y su sistema de pesos y medidas, el
alfabeto latino en lugar del persa-arábigo, y el apellido familiar en vez del sistema
musulmán de nombres (1934).

En tercer lugar, el kemalismo socavó frontalmente las manifestaciones religiosas


más populares y se lanzó a secularizar la vida social. Los santuarios religiosos fueron
cerrados y las órdenes místicas de los derviches (tarikats) fueron suprimidas (1925). Habían
sido la punta de lanza contra la penetración de influencias occidentalizantes desde el siglo
XVIII.

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VEIGA, F. El laboratorio turco

Los países occidentales quedaron boquiabiertos ante la rapidez y profundidad con


las que Kemal Atatürk había creado una Turquía laica; por otra parte, no era un país
musulmán cualquiera, sino el corazón del último imperio musulmán y cabeza religiosa de
la umma o comunidad de creyentes desde el Califato. Sin embargo, esas medidas trajeron
como consecuencia una activa politización del Islam, que pasó a convertirse en vehículo
de la oposición política hasta nuestros días. No era un adversario despreciable, dado que
el kemalismo, cuya base social era el extenso funcionariado y la clase media urbana, no
tuvo buena acogida en las zonas rurales. Los campesinos de la Turquía profunda siguieron
llevando su modus vivendi tradicional durante largos años y tras la muerte de Mustafá
Kemal (que adoptó el apellido Atatürk) en 1938 el régimen devino cada vez más impopular.
A ello contribuyeron también las cargas fiscales y una modernización social que tardó
demasiado en arrojar resultados materiales más allá de las ciudades.

En cualquier caso, la historia de la recién nacida Turquía entró en una nueva fase
tras la Segunda Guerra Mundial. La estricta neutralidad mantenida durante la contienda no
evitó que las cosas cambiaran a partir de 1945. La victoria de los Aliados había sido la de
la democracia sobre el fascismo, de ahí que recién llegada al club de las Naciones Unidas,
la Turquía autocrática de Ýnönü, heredero político de Atatürk, hubo de adoptar otros modos
políticos. La conclusión del proceso de transición fueron las elecciones de 1950, que ganó
de forma aplastante una formación de nuevo cuño: el Partido Democrático. Por primera vez
el Partido Republicano del Pueblo quedó fuera de juego; eso no significó el entierro del
legado kemalista, dado que el Partido Democrático resultó ser de la derecha conservadora
y neoliberal. Pero su decadencia al frente del poder y el creciente enfrentamiento con el
PRP llevó en 1960 al Ejército a organizar el primer golpe de estado de la posguerra. Tras
redactar una nueva Constitución, los militares permitieron el regreso a la democracia al año
siguiente. Otro esquema que se repetirá será la aparición de nuevos partidos políticos, en
algunos casos reconstrucciones de los previamente existentes.

Los años sesenta y setenta trajeron un cortejo de débiles gobiernos de oposición, una
gran inestabilidad política, y un creciente radicalismo por la derecha y la izquierda. Fueron
también "años de plomo" para Turquía. En ese crisol surgieron los grandes nombres de la
política en los ochenta y los noventa: Süleyman Demirel, Bülent Ecevit, Necmettin
Erbakan. En 1971 el Ejército dio un “golpe sordo” por medio de un ultimátum para la

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Balkan (REES), 4 (2003)

formación de un gobierno de técnicos. Siguieron nuevas refundaciones de partidos, nuevas


coaliciones, y en 1980 un nuevo golpe militar.

Esta interferencia castrense supuso la aparición de una verdadera Tercera República


turca forjada a lo largo de tres años de régimen militar: nueva Constitución, arrestos
masivos de la clase política en general y nuevos partidos que por decreto nada tuvieran que
ver con los tradicionales. De ahí surgió la era del técnico Turgut Özal y su Partido de la
Madre Patria, vencedor de las elecciones (vigiladas) de 1983. Cuatro años más tarde, este
popular político restauró la total normalidad democrática a partir de un referéndum y
continuó al frente del poder hasta su muerte. La caída del Partido de la Madre Patria, en las
elecciones de 1991, trajo un nuevo periodo de inestabilidad y coaliciones inseguras.
También llevó al afianzamiento de los islamistas liderados por Necmettin Erbakan,
ingeniero técnico y profesor. El Partido del Bienestar, (el popular Refah) que obtuvo
brillantes resultados en las municipales de 1994, se repartió a partes iguales los resultados
de las parlamentarias del año siguiente. Junto con el Partido del Recto Camino (centro-
derecha) de Tansu Çiller y el Partido de la Madre Patria. La incapacidad de estos últimos
por llegar a un acuerdo originó una coalición entre los islamistas y el partido de la Çiller.

La posibilidad de que los islamistas coparan el poder inquietó al Ejército, que una
vez más y en nombre del legado laico de Atatürk, se las arregló para apartarlos del poder
-con el apoyo de amplios sectores sociales- en junio de 1997. Fue el momento del veterano
Bülent Ecevit, que dos años más tarde logró formar una coalición entre su partido
(Izquierda Democrática), el centro-derecha y los nacionalistas. Ese edificio aguantó hasta
que la enfermedad apartó a Ecevit del poder, no sin generar una nueva crisis. Como
consecuencia y en las elecciones de noviembre del 2002, obtuvo las victoria una nueva
formación (y una nueva incógnita): el Partido de la Justicia y el Desarrollo liderado por
Recep Tayyip Erdogan, de talante islamista moderado y con pretensiones de erigirse en
representante de una nueva “democracia islámica”, similar conceptualmente a las
democracias cristianas occidentales.

En conjunto, la extrema complejidad de la política turca en la segunda mitad del


siglo XX fue debida a la entrada del país en el juego de la política internacional como
protagonista de primera fila. Se puede discutir hasta la saciedad sobre la europeidad o no

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VEIGA, F. El laboratorio turco

de Turquía, pero no se puede negar que como miembro de la OTAN, antiguo vecino de la
URSS, actor en las crisis de Oriente Medio y Asia Central, gendarme del Mediterráneo
Oriental (lo que incluye a Chipre y su destino), rival de Grecia, exportador de mano de obra
barata en cantidades masivas y postulante a la Unión Europea, es cualquier cosa menos un
segundón. Esa maraña de compromisos cruzados explica por sí misma fenómenos como
el abusivo protagonismo arbitral del Ejército. Durante medio siglo, Turquía no ha podido
(ni le han tolerado los norteamericanos) permitirse el lujo de ser un país democráticamente
inestable. La natural influencia del radicalismo islámico procedente del vecino Irán ha sido
vista como un peligro intolerable por los poderes fácticos del país. sobre todo después de
largos años de un estricto control de la religión mayoritaria que incluía la prohibición de
editar el Corán en turco: un fenómeno realmente increíble para un país musulmán que
además ha contenido, durante siglos, la máxima autoridad del Islam. De hecho, el golpe de
1980 se debió en parte al miedo que provocaba al influencia de la revolución fundamenta-
lista iraní, que había triunfado precisamente el año anterior.

Resulta demasiado arriesgado calcular qué sucederá con Turquía en relación a su


posible ingreso en la UE. Sus pretensiones de europeidad las comparten otros países del
Mediterráneo: no faltan argumentos similares en Egipto, Marruecos o el Líbano países que
han tenido un pie en Europa o han influido en su historia; no digamos Israel, Armenia o
Georgia. Turquía es inequívocamente asiática, pero eso no debería ser (y no será) la razón
real que le impida alguna forma de acceso a la UE. Tampoco sería bueno para Europa
centrar la discusión en ese tipo de argumentos cuando miles de mezquitas y millones de
inmigrantes musulmanes hacen del Viejo Continente una sociedad multicultural y
multirreligiosa desde hace ya bastantes años -como saben miles de turcos nacidos en
Alemania que no han podido acceder a la nacionalidad de su país de adopción. En
definitiva, discutir sobre marchamos de europeidad es caer en una polémica que, al menos
en el caso de Turquía, nunca se resolverá. Algo similar ocurre con Rusia, la otra gran
incógnita frente a la UE.

En definitiva, el acceso de Turquía a la Unión Europea estará relacionado con sus


logros socioeconómicos: renta per cápita, potencia económica, tasa de natalidad, peso
geoestratégico, capacidad para actuar como frontera avanzada de Europa en territorios
peligrosos, credenciales democráticos suficientes. Pero sea cuál sea el resultado final de ese

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Balkan (REES), 4 (2003)

desafío, el acercamiento de Europa a Turquía será una experiencia enriquecedora, sobre


todo si se valora correctamente a ese país y se tiene en cuenta su rico pasado intelectual. De
la misma forma que Atatürk logró imponer una revolución impensable en cualquier otro
país musulmán, Turquía puede ser ahora el laboratorio del que surja un Islam europeizado
del cual existen precedentes en el mismo país con más de un siglo de antigüedad y más
modernos aún. Tal es el caso del pensador musulmán Sayyid Nursi conocido como
Bediüzzaman (“Maravilla de los tiempos”). En sus escritos, abogaba por situar el Islam en
el centro de la vida de los creyentes y la sociedad musulmana, pero también para estudiar
y formarse sin descanso en las más modernas tecnologías y explorar la ciencia sin
complejos. Sait Nursi fue detenido y juzgado en numerosas ocasiones entre 1935 y 1953,
considerado como enemigo del legado kemalista. Murió en 1960. Sus pensamientos,
recogidos en folletos, panfletos y hasta notas y cartas, fueron recopilados en el Mensaje de
Luz, lo que dio lugar al denominado “movimiento Nurcu”.

TABLA 1

Principales reformadores otomanos y turcos

Yusuf Açura, tártaro de Rusia. Autor del primer gran manifiesto panturco, publicado
en 1904 en El Cairo.
Tekin Alp (seudónimo de Moise Cohen de Seres, judío): autor de los objetivos de
guerra panturcos del Imperio otomano durante la 1ª GM
Sayyid Nursî, kurdo de Bitlis, fundador del movimiento Nurculuk de tendencia
islamista; miembro de de la orden mística Nakºibendi. A principios de siglo no sólo
era miembro de la Unión Mahometana, sino propagandista de los unionistas.
Sait Halim Pasha, Mehmet Akif (Ersoy) y Eºref Edip (Fergan) figuras de los
islamistas reformistas moderados en 1909, fudnadores del Sebilürreºat (1912)
Abdullah Cevdet, occidentalista, kurdo de Arapkir.
Ziya Gökalp, medio turco de Diyarbakir

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VEIGA, F. El laboratorio turco

TABLA 2

Revolución por decreto

Ley de Unificación Educativa, marzo, 1924. Abolición de las medersas. Ídem del
ministro de Asuntos Religiosos y Fundaciones Piadosas.
Marzo, 1925: Ley de Mantenimiento del Orden: régimen autoritario y monopartidista.
Septiembre, 1925: Cierre de los conventos derviches y santurarios religiosos.
Noviembre, 1925: Abolición del fez y sustituicón por sombrero europeo de estilo
europeo.
Primera mitad de 1926: Introducción del calendario europeo + Código Civil suizo +
Código Penal de la Italia fascista. Abolición de los títulos honoríficos de cortesía.
Leyes de banca.
Octubre, 1927: el discurso de 36 horas (Nutuk) + Congreso del Partido Popular
Republicano.
Agosto, 1928: Introducción del sistema numérico occidental. Introducción del alfabeto
latino
1930: fundación de una oposición artificial: el Partido Republicano Libre de Fethi
(Okyar).
1931: Proclamación oficial del régimen monopartido. Introducción del sistema de
pesos y medidas occidental. Fundación de la Sociedad para el Estudio de la Historia
Turca (pag. 199)
1932: Primer Congreso Lingüístico
1934: Se introducen los apellidos.
1935: Decreto por el cual el día de descanso semanal pasa a ser el domingo y no el
viernes. Teoría del Güneº-Dil Teorisi (pag.198)
10.11.1938: Muere Kemal Atatürk

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Balkan (REES), 4 (2003)

TABLA 3

Orgullo de ser turco

La revolución kemalista culminó su obra con dos construcciones ideológicas


destinadas a fundamentar el nuevo nacionalsimo turco: La Teoría Solar del Lenguaje
y la Tesis de Historia turca. La primera, aparecida en 1935, argumentaba que todas
las lenguas derivaban originariamente de una primigenia, hablada en Asia Central; que
el turco era uno de los idiomas más próximos a ese lenguaje matriz, y que por ello los
demás evolucionaron a través suyo. La Tesis de Historia turca, formulada en 1932,
argumentaba que los turcos vivían originariamente en Asia Central, pero que la sequía
y el hambre les forzaron a emigrar a otras áreas, como China, Europa y Oriente
Próximo, dando lugar así a las grandes civilizaciones. Por lo tanto, sumerios, hititas
o troyanos venían definidos como "pre-turcos" y no por casualidad los dos mayores
entidades financieras estatales fundadas en los años treinta del siglo XX fueron
denominadas “Banco Sumerio” y “Banco Hitita”. De esa manera se contaba promover
el orgullo de lso turcos por un nuevo pasadso idealizado que les haría olvidar las
glorias del desaparecido Imperio otomano.

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VEIGA, F. El laboratorio turco

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Balkan (REES), 4 (2003)

Entre dos aguas: un panorama de la cultura griega (1770-


1930)
Roberto Rodríguez

Desde el siglo XVIII hasta nuestro tiempo hay un discurso griego (y no sólo) de que
Europa paga su deuda cultural y política con la Antigüedad griega aceptando a la Grecia
moderna en su seno1. Al mismo tiempo y desde su Revolución de la independencia en 1821,
los griegos hablan de Europa y de “viajar a Europa” como si su país no hiciera parte de ella.
Europa, pues, es un concepto divisor, hasta el punto que cuando se estudia a los
intelectuales griegos de los dos últimos siglos se tiende a dividirlos en función de su actitud
hacia ella: hay intelectuales europeístas, en la línea de la Ilustración griega e idealizadores
del modelo europeo; y los hay antieuropeístas, defensores de la particularidad griega y del
mundo bizantino cristiano ortodoxo que considera el Occidente “latino” como algo ajeno,
cuando no hostil. Aunque limitante, esta línea divisoria nos permite ofrecer un panorama
de la cultura griega entre 1770 y 1930 que de otro modo, y dado lo vasto del tema, sería
complejo hasta la confusión por límites de espacio.

La ocupación otomana del imperio medieval bizantino había puesto una barrera
militar en torno al mundo ortodoxo de Europa sudoriental que la “aisló política y
culturalmente de Europa occidental” y generó las bases para la formación de sus
identidades modernas. En este contexto surge, por lo menos desde el siglo XVIII, el núcleo
de las preocupaciones y dilemas modernos de la conciencia griega: la naturaleza de su
identidad y el carácter de su relación con Europa occidental y su civilización. Durante este
siglo XVIII, los fanariotas (aristocracia, alto funcionariado griego al servicio del Imperio
Otomano) son la elite que se ocupa de la cultura “importada”. Se dedican a traducir obras
europeas y reciben una fuerte influencia del enciclopedismo francés, aunque se limitan a
un papel de transmisores de la modernidad europea. Por su parte, la iglesia ortodoxa es la

0. Un ejemplo del discurso en nuestra época es el que se realiza para y con la entrada de Grecia en la
entonces CEE. Por otra parte, en el discurso griego Europa es sinónimo de Europa occidental. Cuando se
habla de otras partes de Europa, se especifica (p.e. Europa oriental, Europa sudoriental). Es como lo que
significa América para los estadounidenses, y no sólo, y que lleva a especificaciones como América latina.

- 19 -
RODRÍGUEZ, Roberto. Entre dos aguas

preservadora de la lengua griega, controla la educación y es el eslabón que une el presente


con el Bizancio medieval y configura la identidad colectiva.

Sin embargo, a lo largo de todo el siglo y hasta las primeras décadas del XIX, una
literatura de tema geográfico despliega ante la conciencia griega la noción de Europa como
parangón de civilización y prototipo de una nueva cultura que debería ser modelo para los
griegos. La intelectualidad que busca introducir este modelo es dispersa, de individualida-
des, a menudo integrantes del clero ortodoxo (p.e. Iósipos Moisiodakas, aprox.1730-1800).
La aspiración al cambio cultural se transforma en crítica social bajo el impacto de la
Revolución francesa, y la imagen de Europa se empieza a definir no sólo por sus logros
culturales, sino también por su dinámica de cambio político frente a regímenes viejos y
corruptos. Y es que la influencia de las elites fanariotas y eclesiásticas comienza a dejar
paso a la de una clase social ascendente, la burguesía mercantil, que constituye un público
lector de intelectuales, comerciantes, funcionarios y profesionales radicados en los mayores
puertos y núcleos urbanos del Imperio Otomano y de la diáspora, de presencia importante
en Europa occidental. Este público, surgido del empuje económico derivado de los
intercambios crecientes con Occidente y en plena efervescencia intelectual, se informa
sobre las formas de organización, los modelos de vida cultural y los valores seculares de
la sociedad europea, y desarrolla un sentido de las alternativas a sus propios modelos
tradicionales que van más allá del horizonte fanariota o de la iglesia ortodoxa. La cuestión
central en la teoría social de esta Ilustración griega y el tema fundamental en el pensamiento
político griego a partir de este momento es el reconocimiento del modelo europeo como vía
posible para el futuro griego, que obliga a plantearse la conformación de una estrategia para
la realización de este ideal. El ejemplo más sobresaliente de la Ilustración griega lo
constituye Adamantios Coráis (1748-1833), que educado y radicado en Francia dedica la
mayor parte de su amplia producción al renacimiento intelectual de una Grecia libre,
estimulando a sus compatriotas a seguir el ejemplo de la “Europa ilustrada” y superar el
retraso debido a la “congelación” otomana, y tejiendo redes de comunicación con
filohelenos europeos y hombres de negocios progresistas griegos2.

0. La noción de “congelación” otomana, de un fuerte determinismo histórico, implicaba que bajo el


yugo de dicho Imperio, Grecia había perdido el Renacimiento, la Reforma, las Revoluciones científica e
industrial, que le correspondían como a cualquier otra nación de Europa con las que proclamaba afinidad
cultural y política.

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Balkan (REES), 4 (2003)

Pero junto a esta escuela de pensamiento surge otra de carácter opuesto: la


intelectualidad modernizante griega empieza a ser atacada por las altas instancias de la
iglesia ortodoxa, inquieta por la Revolución francesa, por sus progresos en ciencias
sociales, por sus ataques a la superstición, por el olvido del polo de atracción ruso: en suma,
por lo que implica la modernidad europea como ataque a su ascendente sobre la sociedad
y la cultura griegas. Esta actitud aleja a los fanariotas de la iglesia pero no los acerca a los
modernizadores.

En el contexto de este debate interno se configura otro, el de la cuestión de la


lengua. La cuestión de la lengua opone dos corrientes principales de carácter aparentemente
filológico, pero de neto calado político: una corriente partidaria del uso y mantenimiento
de la lengua purista o cazarévusa; otra, partidaria del uso de la lengua popular o demótica.
La primera es sostenida por las elites (fanariotas y religiosas), se considera depositaria y
protectora del legado histórico del helenismo y desprecia la lengua popular como producto
abastardado de la historia, manchado por su contacto con otras lenguas y pueblos. La
segunda corriente considera la lengua popular evolución natural del griego a través del
tiempo y manifestación del “alma del pueblo griego”, vehículo a través del cual se ilustrará
a este pueblo para romper las cadenas que lo esclavizan a un Imperio ajeno y hostil (por
oriental y musulmán). Entre 1770 y 1820 se gesta la escisión, ya neta a lo largo del siglo
XIX y buena parte del XX, entre ambas lenguas y se pone también de manifiesto el debate
político de fondo entre dos proyectos nacionales. El debate sobre la lengua implica
necesariamente también un debate sobre la educación y el control de la misma. Desde este
momento y hasta la época de Venizelos en las primeras décadas del siglo XX, la educación
se concibe en medios progresistas como el instrumento de cambio y progreso por definición
y, por ello, como el primer campo de acción e intervención intelectual.

Paralelamente a estos desarrollos, los intelectuales de la diáspora griega ilustrada


han establecido firmes redes de comunicación con el filohelenismo europeo. Las
herramientas de enganche son el énfasis que da la Ilustración a la Antigüedad clásica griega
(olvidando la herencia medieval bizantina, cuando no rechazándola) y la noción de que la
independencia nacional de Grecia en el presente conllevará la regeneración de la antigua

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RODRÍGUEZ, Roberto. Entre dos aguas

nación helénica. La nación griega emergente busca su lugar en Europa aduciendo sus
orígenes remotos, las aportaciones de la Antigüedad a Europa (incluido su nombre) y
también la religión común (cristianismo). Sin embargo, el legado histórico -reconocido por
los filohelenos- y la voluntad de estar hermanada con la Europa moderna implican una
doble marca con que la Grecia independiente tendrá que medirse constantemente,
prácticamente desde su nacimiento: primero, porque Europa occidental hace ya mucho
tiempo que ha tomado el relevo cultural de la Antigüedad y es, pues, el marco de referencia;
y segundo, porque casi desde el principio de la existencia del estado griego moderno se
inician precisamente en Europa los ataques contra los argumentos de la Ilustración3. La
Ilustración griega se bate así en dos frentes: el interno, frente al pensamiento antioccidental,
partidario de la ortodoxia, su iglesia y su legado histórico medieval, que incluye el rechazo
de Occidente “hostil a Bizancio”; el externo, frente a la duda europea sobre su legado
histórico y pertenencia a Europa.

En la (nueva) capital del recién nacido estado griego, Atenas, y a pesar del peso de
formas culturales importantes4, son los fanariotas reinstalados en el reino de Grecia y sus
discípulos los que prácticamente monopolizan la vida cultural de la capital. Para justificar
la independencia y, algo más adelante, la expansión del estado a fin de integrar en su seno
a la Grecia irredenta, las nuevas elites del reino de Grecia van a luchar porque ésta continúe
siendo reconocida como parte de Europa. Se va a buscar una imagen del país conectada
exclusivamente con la Antigüedad, por una parte mediante una rehelenización de la lengua
a través de la cazarévusa -en una literatura imitadora del romanticismo francés e inglés5-
o la adopción del estilo neoclásico en arquitectura y otros símbolos. Por la otra, se va a
intentar dar réplica intelectual a los ataques externos a la europeidad de Grecia.

0. El ataque más severo tiene lugar en 1830, cuando Jacob Ph. Fallmerayer publica su Historia de la
Península del Peloponeso durante la Edad Media y pone en entredicho el pedigrí de los griegos
contemporáneos y, por extensión, su capacidad para gobernarse a sí mismos en el presente.

0. Libros de memorias de protagonistas de la Revolución, el teatro de sombras (karaguiosis) que ofrece


retablos satíricos de la sociedad griega u obras particulares, como la comedia de Dimitrios Visantios
Babilonia (1836).

0. Se trata de evitar “manchas” molestas en la lengua y la cultura que justifiquen a Fallmerayer o


similares. Así, en 1853 Panayotis Sutsos (1806-1868) publica Nueva Escuela de la lengua escrita (1853), que
no es sino un manifiesto a favor de la cazarévusa. Esta opción de las elites perpetúa la cuestión de la lengua.

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Balkan (REES), 4 (2003)

En esta labor destaca Constantinos Paparrigópulos (1815-1891)6. Frente a defensas


del helenismo que exaltan sólo la Antigüedad, y en medio de un intenso debate sobre la
incorporación al discurso nacional del pasado bizantino y su legado cultural, Paparrigópulos
realiza una síntesis histórica que da una concepción global del helenismo, introduciendo
el concepto de continuidad ininterrumpida de la historia griega y del helenismo y
conectando Antigüedad pagana, Bizancio ortodoxo y Estado griego moderno, europeo y
secular. El logro intelectual de Paparrigópulos estriba en que afirma la afinidad histórica,
cultural y étnica (que no racial) de la Grecia moderna con la civilización clásica; afirma la
identidad europea de Grecia, cuya herencia clásica comparte con la Europa moderna, dando
una respuesta contundente al debate sobre si Grecia es Oriente u Occidente7; integra la
historia medieval griega ortodoxa; y ofrece la base histórica y la justificación teórica de la
Megali Idea como meta de la política exterior griega y parámetro intelectual que impregna
a toda la sociedad griega hasta 19228. Por último, con la integración de los diversos, e
incluso opuestos, pasados griegos en un todo y la superación de la oposición entre
Ilustración y ortodoxia, la evolución ideológica del país en el siglo XIX permite que se
implante la orientación europea.

Pero el europeísmo no es un consenso. La tradición ortodoxa griega había sido


tamizada y domesticada por el estado secular independiente a través de la declaración de
la Iglesia autocéfala de Grecia y su transformación de fuente primaria y exponente de la
definición colectiva de la sociedad griega en un departamento de la administración pública;
el cristianismo ortodoxo se fusionaba con la ideología nacional en el discurso oficial y en
la educación. Pero la fuerza de la tradición ortodoxa se hace sentir en varias formas de
resistencia a este nuevo orden de cosas y como rechazo a la identidad europea de Grecia
que se establece oficialmente tras la independencia. Entre sus exponentes cabe destacar a

0. Historia de la nación griega (1860-1872) y su actividad a través de la publicación periódica


Pandora. A diferencia del período precedente, en que la publicación y edición la lleva a cabo la diáspora
griega en ciudades de Europa occidental, ahora Atenas se está convirtiendo en centro de publicación de obras
originales y traducidas y es la intelectualidad local la que se ocupa de todo ello.

0. Un texto muy temprano del recién estrenado estado griego lleva precisamente por título ¿Qué es
Grecia? ¿Oriente u Occidente? (1842) -es de Marcos Renieris, intelectual europeísta y filósofo de la historia.

0. En enero de 1844 el líder político Ioannis Coletis pronuncia un discurso ante la Asamblea en que
acuña el concepto Megali Idea o “Gran Ideal”, vago programa del nacionalismo irredentista griego para una
“Gran Grecia”.

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RODRÍGUEZ, Roberto. Entre dos aguas

Constantinos Iconomos (1780-1857) y la Sociedad Filoortodoxa (décadas de 1830 y 1840);


el fundamentalismo ortodoxo del monje Jristóforos Papulakos (1780(?)-1861) o de la obra
Visiones y prodigios, del general de la Revolución Ioannis Makriyannis en la década de los
50. También hacia mediados de siglo surge una tendencia alternativa al europeísmo, de
inspiración italiana, que propone que Grecia confíe en sí misma y en sus propias luces, sin
necesidad de las europeas9. Uno de sus máximos representantes es Nicólaos Sarípolos
(1817-1887), que rechaza la fijación con Europa occidental y dirige su mirada a Oriente,
que es donde se situarían las ambiciones de la Grecia moderna (Le passé, le présent et
l'avenir de la Grèce, 1866). Asimismo se desarrolla una corriente de pensamiento aún más
radical opuesta a Occidente tanto en lo político como en lo cultural (Dimitrios Vernardakis,
1834-1907), siendo los antioeuropeístas más agresivos Ánguelos Vlajos (1838-1920) y
Aristotelis Valaoritis (1824-1879), que oponen una Grecia pura frente a un Occidente
decadente; el máximo exponente de éste último es para Vlajos Nana, cuya traducción
(como todas las de Zola) tiene un gran éxito y ejerce una enorme influencia sobre el
naturalismo griego que empieza a despuntar en la llamada Generación de 1880.

Y es que la adopción del realismo literario europeo en su versión extrema naturalista


servía a la corriente contraria, la europeísta, como herramienta para la demostración de la
continuidad nacional a través del tiempo. También lo era el refuerzo de estudios, ediciones
y publicaciones sobre Bizancio y la relectura antirromántica de Paparrigópulos, en que
primaba la noción de continuidad del helenismo por la lengua y la civilización, sin que
ninguna época fuera superior a cualquier otra. Así, la lengua demótica, evolución natural
del griego a través de la historia se concibe como la más sencilla y común a todos frente a
la elitista y arcaizante cazarévusa, que empieza a recibir ataques10. Se configura así uno de

0. Italia farà da se, que en Grecia se convierte en la consigna Oriente por sí mismo.

0. El espíritu crítico había sido potenciado por los concursos poéticos que se celebran en Atenas entre
1850 y 1877, donde se aprecia una oposición nacionalista a los excesos del romanticismo, percibido como
a remolque de un movimiento extranjero, y una oscilación entre cazarévusa y demótica. Esta última recibe
el impulso de la incorporación del Heptaneso al reino de Grecia en 1864. Paradójicamente, mientras la Grecia
independiente se convierte en polo romántico conservador, la innovación llega del Heptaneso (la Grecia
irredenta) con la llamada Escuela Jónica, cuya figura capital es Dionisios Solomós (1798-1857), padre de
la poesía griega moderna y defensor de la lengua demótica; también desataca la figura de Antonios Mátesis
(1794-1875), cuya obra Vasili (1830) es considerada el primer drama social de calidad del teatro griego
moderno. En 1873 es premiada La voz de mi corazón de D. Cambúroglu (1852-1942), una poesía
antirromántica y en lengua demótica: se ha propinado un golpe a la tradición conservadora ateniense y se ha
iniciado un viraje que llevará a la victoria de la demótica en poesía y prosa en algo más de una

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Balkan (REES), 4 (2003)

los problemas centrales de la vida intelectual griega hasta las primeras décadas del siglo
XX: la cuestión del demoticismo. Estos cambios se relacionan con el ascenso de una nueva
burguesía de comerciantes y banqueros (a menudo de la diáspora del Mediterráneo oriental
y el Mar Negro), que es la que aporta escritores a esta Generación y que es el soporte del
proyecto político de Jarílaos Tricupis, que pretende modernizar y europeizar el país
abandonando el nacionalismo romántico de la Megali Idea, que tantas amarguras y
humillaciones ha provocado (sobre todo, la derrota de 1897 frente a los turcos). Por su parte
las clases medias urbanas empiezan a crear y utilizar una versión adaptada del modo de vida
moderno (europeo, occidental) de las clases altas11.

En el contexto del debate entre europeístas y antieuropeístas que se establece, se


desarrolla aún otro debate, relacionado con el valor y la incorporación de la cultura popular.
Al principio ésta había sido rechazada por las elites europeizantes como algo oriental (léase
“bárbaro”, “ajeno al helenismo” y relacionado con la ocupación otomana). Entre mediados
y finales de siglo la cultura popular atrae el interés de todos y empieza a ser considerada
como signo de continuidad de tradiciones antiguas en el pueblo y manifestación del
“helenismo eterno”12. Aun así, en el cambio de siglo pervive una corriente de pensamiento
crítico antioccidental que critica la falta de originalidad de la imitación de modelos
europeos, critica la tesis de la identidad europea de Grecia y advierte de las amenazas que
pesan sobre la “autenticidad griega” procedentes de Europa occidental. Esta corriente es
expresada por los intelectuales de la llamada Generación de 1897, como Íon Dragumis
(1878-1920) o Periclís Yanópulos (1869-1910) y se va a prolongar durante todo el siglo
XX, y propone una autenticidad y diferenciación del helenismo moderno, radicadas en su

década.Paralelamente, revistas como Hestía (1876) o Rambagas (1878) acogen a los jóvenes poetas de una
generación que se proclama positivista, reformista y abierta a la novedad. En 1880 N. Cambas (1857-1931)
publica en lengua demótica y se considera que con ello marca la llegada a la escena literaria griega de una
nueva generación de intelectuales y autores, la llamada Generación de 1880. Un representante de esta
Generación es N. Politis (1852-1921), fundador en Grecia del estudio científico del folclore y cuyo Estudio
sobre las costumbres de los griegos modernos (1871) sostenía que la lengua demótica era resultado natural
de una evolución como la de las otras características del helenismo, luego debía ser la lengua de los griegos.

0. No resulta, pues, extraño el auge del vodevil, representado sobre todo por G. Surís (1853-1919),
redactor también de la publicación satírica Romiós.

0. De hecho, es una recuperación de los delirios iniciales de los filohelenos. Sobre este punto, el trabajo
de F. Veiga Rodríguez señalado en la bibliografía es muy revelador.

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RODRÍGUEZ, Roberto. Entre dos aguas

herencia bizantina ortodoxa. Paradójicamente, las fuentes de inspiración de esta corriente


pueden rastrearse en Europa occidental13.

Quienes participan en el debate y sellan la victoria del demoticismo y se constituyen


en máximos representantes de la Generación de 1880 son el poeta Costís Palamás (1859-
1943) y el filólogo, escritor y polemista Ioannis Psijaris (1854-1929). Este último en Mi
viaje (1888) expone la teoría de una lengua viva y adquiere el valor de un manifiesto. A
partir de él se empieza a construir una prosa basada en la demótica. Por otra parte, tanto
Pisjaris como sus seguidores tienen una actitud negativa respecto a Occidente y sus
influencias, a los que asocian el arcaísmo lingüístico y la veneración exclusiva de la
Antigüedad griega en detrimento de Bizancio y la cultura popular de la Grecia moderna;
a todo esto contraponen la cultura popular, la lengua demótica y el culto de Bizancio. Por
su parte, Palamás (Cantos de mi patria, 1886) da el contrapunto europeísta a Psijaris y a su
línea y realiza su crítica desde el cosmopolitismo eurocéntrico que emana de Víctor Hugo,
al que admira, y da la réplica a los ataques contra Europa y las afirmaciones etnocéntricas
de Yanópulos.

La influyente corriente europeísta ridiculiza la actitud xenofóbica y exclusionista


de los orientalizantes y dirige su mirada a Occidente. En algunas ocasiones se recupera la
argumentación europeísta de Coraís, aunque también hay una corriente de pensamiento que
no sólo es favorable a Europa, sino que va más allá y suscribe los vagos planes románticos
del siglo XIX para una unidad europea. El representante más destacado de este movimiento

0. En su Helinicós politismós (1913), Dragumis realiza una crítica no tanto de Europa y su civilización
como del proceso de europeización de su país, dado que considera que los griegos no pueden cambiar, con
o sin influencias europeas. Su perspectiva está inspirada en el determinismo racial deudor de Maurice Barrès
y en una interpretación racial de Nietzsche, al que introduce en Grecia, y reduce la crítica nietzscheana de las
enfermedades de la civilización moderna exclusivamente a la civilización europea, y por ello la rechaza.
Critica que los filohelenos europeos y los europeístas griegos hayan impuesto a los griegos modernos un culto
excesivo de la Antigüedad y patrones lingüísticos y educativos consiguientes, puesto que ello condena a la
nación griega a una existencia falsa y arrendada y genera una mentalidad que confina las aspiraciones
territoriales nacionales a los límites geográficos de la Grecia clásica. Por otra parte, el ataque a Europa más
feroz del debate lo lanza Yanópulos a través de su Neon Pnevma (1906), donde desarrolla una teoría de la
superioridad racial griega de un determinismo racial y geográfico extremo, en que la helenicidad es el
equivalente de la condición humana, y el mundo occidental no es sino un ente “alcohólico-sifilítico”. A la
crítica cultural e histórica, Yanópulos añade también una crítica del capitalismo, fuertes dosis de
antisemitismo y llamamientos a la creación de una nueva civilización griega. Un intelectual de la época
sugería la necesidad de una interpretación psicoanalítica de estas teorías, lo cual, si no más, pone de
manifiesto la circulación en Grecia de las teorías de Freud. Yanópulos no puede ser considerado prefascista,
porque el fascismo griego es, cuando no demoticista (dictadura de Ioannis Metaxás a finales de los años
1930), sí claramente occidentalista; Yanópulos encarna más bien el pensamiento reaccionario.

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Balkan (REES), 4 (2003)

es el pensador político y estadista Andreas Rigópulos, que apoya firmemente el componente


democrático del Risorgimento italiano y de su líder Mazzini14.

A la izquierda de Rigópulos se sitúa Yorgos Sclirós (1878-1919), sociólogo y


teórico del marxismo cuya obra Nuestro problema social (1907) se considera fundadora del
pensamiento socialista griego. Las teorías sociales, paralelas a la incipiente aparición de los
movimientos obrero y agrícola surgen en Grecia hacia 1875 como un eco débil y sin
sistematización de las corrientes ideológicas de Europa occidental (fabianismo inglés,
socialismo francés, anarquismo italiano). Rápidamente estas tendencias se confunden en
el plano político con el movimiento democrático-republicano que prepara el levantamiento
de 1909, y luego con el revisionismo liberal venizelista. Forman el ala izquierda del
movimiento demoticista e influyen sobre la revista literaria más importante de éste, Numás
(1903) 15. Por su parte, el liberalismo burgués de la Generación de 1880 se manifiesta a
través de instituciones como la sociedad Lengua Nacional (1905) o la Asociación
Educativa (1910). Su reflexión intelectual se centra en cuestiones pedagógicas y la defensa
de la demótica, así como en las relaciones entre Grecia y Occidente. La Asociación toma
parte en el movimiento revisionista de Elefcerios Venizelos e imponen la Reforma de 1917,
que basa la enseñanza primaria en lengua demótica; se resuelve así el problema de la
literatura, pero la cazarévusa continúa siendo el instrumento oficial del estado y de las
enseñanzas secundaria y superior (paradójicamente, la dictadura fascista de Metaxás

0. Entre los seguidores de la línea de Coraís destaca Emanuíl Roídis (1836-1904), aunque desde una
perspectiva pesimista según la cual los griegos ya no son orientales, pero no han logrado hacerse occidentales.
En cuanto a Rigópulos, se había encontrado con Mazzini en Londres y habían coincidido en su percepción
de Europa y sus asuntos -nacionalismos contra imperios multiétnicos-, con vistas a una Europa federal en la
línea de las revoluciones de 1848. Rigópulos era un convencido de la modernización y la democracia,
mantenía correspondencia con Víctor Hugo y participó en las actividades y empresas de algunas de las
organizaciones y sociedades más progresistas de Europa y Grecia: miembro del Comité Central Démocratique
Européen, de la Ligue Internationale de la Paix et de la Liberté y de la Asociación Democrática "Rigas",
cuyo objetivo era establecer una Federación Oriental Democrática. En 1886 anticipaba en el parlamento la
creación de unos Estados Unidos de Europa, a semejanza de los de América, compuestos por naciones estado
constituidas democráticamente.

0. C. Ceotokís (1872-1923) es un autor que refleja la efervescencia intelectual de Grecia a principios


del siglo XX. Marcado por el naturalismo y el socialismo que conoce en Alemania, expresa sus convicciones
sociales en Vida y muerte de Caravelas (1902). En 1903 nace la revista literaria Numás, que contribuye a la
evolución de la demótica y evoluciona paralelamente al progreso del análisis psicológico y la aparición del
denominada “novela urbana”, matizando los excesos folcloristas del naturalismo griego y la confusión entre
empleo de la lengua demótica y demoticismo como estilo literario. El naturalismo sigue marcando la pauta
y describe la vida burguesa ateniense, pero empieza a hacer lo propio con la de las clases trabajadoras.

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RODRÍGUEZ, Roberto. Entre dos aguas

impulsará el uso de la demótica en todas las instancias del Estado en la segunda mitad de
los años 30).

El periodo turbulento que sigue a la Primera Guerra Mundial y que resulta


especialmente confuso en Grecia debido a la crisis política y social que surge del Cisma
Nacional y el Desastre de 1922 y a la falta de tradiciones ideológicas sólidas hace
prevalecer corrientes intelectuales decadentes, de un pesimismo nihilista o de un
cosmopolitismo sin raíces nacionales. Contra esto se intenta reaccionar desde el
nacionalismo exacerbado nietzscheano o posiciones que buscan la creación de una
civilización esencialmente nacional, poniendo el fundamento general en la cultura popular.
En cualquier caso, en todas partes predomina la cultura del desastre, porque 1922 es una
ruptura por el enorme impacto que supone el fin de la Megali Idea: se pierde la ideología
que había sido el cemento de la sociedad griega; se produce una llegada masiva de
refugiados que implica una reconfiguración de la sociedad burguesa ateniense, un
crecimiento brutal del proletariado (aunque se trata de un proletariado en buena medida
alfabetizado) y una (re)orientalización de la cultura popular urbana; se fijan las fronteras
definitivas de un estado pequeño; se ahonda la crisis del periodo iniciado con el Cisma
Nacional, caracterizada por la inestabilidad política (golpismo, aparición de la “amenaza
interna” comunista) y por la puesta en tela de juicio de los valores de la generación
precedente16.

Pero esta inercia negativa y negadora se quiebra con Yorgos Ceotocás (1905-1966).
Éste y su Eléfcero Pnevma (1929) indican las intenciones y objetivos modernizadores de
cuantos en los diversos campos de la literatura y la crítica constituyen la denominada
Generación de 1930. Ceotocás propone la superación del demoticismo, la búsqueda de
nuevas formas literarias y la apertura a la modernidad literaria de Europa occidental sin
perder las raíces de la tradición griega, y lo hace frente a la polarización de las evoluciones
y debates políticos e intelectuales, sean de corte ultranacionalista o marxista y de sus
militancias intelectuales. Ceotocás también realiza una reflexión social y una crítica del
capitalismo (Frente al problema social, 1932) y observa el enfrentamiento creciente entre

0. Crispación conservadora (F. Politis, 1890-1934; I. Apostolakis, 1886-1947) marcada a veces por el
idealismo alemán y donde únicamente Solomós y la canción popular valen. Contra esto reaccionan otros
creadores (C. Varnalis, 1884-1974) con una crítica de la generación precedente y expresando el desarraigo.

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Balkan (REES), 4 (2003)

fascismo y comunismo, asentándose en sus teorías humanistas y su preocupación por


Europa17.

La Generación de 1930 no está desprovista de un criticismo cultural que acentúa


el valor de la autenticidad griega y pretende recuperar lo genuino de sus tradiciones, aunque
dicho criticismo tiene sus fuentes también en Europa. De hecho, el redescubrimiento de
valores estéticos de la Antigüedad y del arte popular griego se aprecian a la luz de las
teorías de la abstracción asociadas con la modernidad europea de entreguerras. En cualquier
caso, la actividad crítica marca su época con escritos en que el helenismo es el centro de
la reflexión en diversos ámbitos: derecho constitucional, la reforma de la enseñanza, el
estudio del medio ambiente y el urbanismo, la lengua griega antigua, la literatura griega
moderna (cuyo primer gran historiador es C.T. Dimarás). Los integrantes de esta
Generación se agrupan en torno a la revista Nuevas Letras en 1935 y publican a C. Cavafis
(1863-1933), dan entrada al Surrealismo (A. Embiricos, 1901-1975, médico y estudioso del
psicoanálisis; N. Engonópulos; N. Gatsos, que traduce a Lorca; O. Elytis) y en varios casos
hay un compromiso neto con la izquierda política (N. Vretacos, I. Ritsos). Se evita el
folclorismo, pero no el regionalismo, hay predilección por la historia (normal, tras 1922 y
dado que muchos de los de 1930 proceden de Asia Menor), aunque se rechaza la novela
histórica decimonónica a lo Walter Scott.

También a finales de los años 20 la prensa griega empieza a reflejar una corriente
favorable a proyectos como el de Aristide Briand para la creación de una unión europea.
Sin embargo, una parte de las elites políticas e intelectuales se muestra precavida, cuando
no hostil, a estos proyectos y a Europa en general18: esta actitud se entiende a la luz de la
“traición y abandono” de Grecia por parte de las grandes potencias en Asia Menor, de la

0. Junto con los de Psijaris y Sclirós, el de Ceotocás es uno de los grandes manifiestos intelectuales de
la época que va de 1880 a 1930. La perspectiva europea de Ceotocás tiene sus predecesores en Roídis o M.
Mitsakis (1863-1916) y está modelada por sus lecturas de Stefan Zweig y André Gide. En su novela Argó
(1933-36) describe las tendencias europeístas y antieuropeístas de la sociedad griega.

0. P.e. A. Papanastasíu, líder del progresismo a la izquierda del venizelismo liberal-republicano,


concentra sus esfuerzos en la creación de una liga o federación balcánica; Fílipos Dragumis (hermano de Íon
y antivenizelista), C. Caravidas (sociólogo de renombre) o A. Sikelianós (poeta, 1884-1951) adoptan una
actitud etnocéntrica antioccidental y antieuropea. Cabe decir que tampoco el venizelismo es muy favorable
al europeísmo referido.

- 29 -
RODRÍGUEZ, Roberto. Entre dos aguas

agresión italiana en Corfú y de la inoperancia de la Sociedad de Naciones para defender en


este caso la integridad e independencia territoriales griegas.

Aunque también tiene sus vertientes críticas para con el referente europeo, el
ultranacionalismo anticomunista (y antisemita) helénico busca a menudo sus modelos en
Europa occidental. A fin de cuentas, el fascismo griego es una ideología de resurgir
nacional tras las crisis de la Primera Guerra Mundial y los años 20 y se articula como una
vía de modernidad y modernización. Paradójicamente la dictadura fascista de Metaxás será
anglófila (en parte debido a la anglofilia de la monarquía) y será agredida por sus
congéneres ideológicos europeos, primero por la Italia de Mussolini, a continuación
también por Alemania nazi. Estas circunstancias históricas limitan las posibilidades de la
dinámica Generación de 1930, aunque buena parte de sus representantes ofrecerá sus
mejores obras tras la guerra (Ritsos, Elytis, Seferis) y serán los puntos de referencia claros
para la nueva generación que surgirá de ella.

BIBLIOGRAFÍA

El asterisco (*) indica textos en griego. En la referencia se utilizan las traducciones españolas de los títulos,
pero se respetan las versiones originales de los nombres de revistas.

AZANASÓPULOS, Vangueli. “Realismo literario y político”. Istoricá 8: J. Tricupis. La visión y la


bancarrota. Atenas: Elefcerotipía, 9/12/99: 46-48*.

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XIX griego. Atenas: Bibliórama, 2001*.

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5/12/98). Atenas, 2002.

- 31 -
RODRÍGUEZ, Roberto. Entre dos aguas

- 32 -
Balkan (REES), 4 (2003)

Los Balcanes y la Unión Europea: ¿cuadratura del


círculo vicioso?
Este debate surgió como resultado de uno previo sobre Bosnia-Hercegovina, donde, tras
ocho años de cuasiprotectorado internacional, no parecía haberse conseguido un Estado
funcional, aceptado por sus ciudadanos y capaz de ejercer sus funciones sin tutela
extranjera. A la sugerencia inicial de que el ingreso en la Unión Europea podría ser la
solución para los problemas, tanto de Bosnia como de otras partes de la antigua
Yugoslavia, siguió la constatación de que se encuentran muy lejos de cumplir los
requisitos mínimos de admisión. La idea de constituir una comunidad regional como
paso intermedio hacia la Unión Europea fue acogida con división de opiniones por los
miembros de la lista.

14 Octubre 2003
Dalibor Soldatic

Evidentemente no hay salida posible salvo que se busquen otras soluciones. ¿Cuáles pueden
ser?

Creo que la única salida viable es la incorporación de Bosnia a una entidad mayor tipo
Unión Europea en la que la división entre las entidades ya no tendría mucha importancia.
Puesto que no creo que Bosnia sera el candidato ideal para la Unión Europea, lo mismo que
los demás países de la ex-Yugoslavia, y puesto que tampoco creo en la posibilidad de
reconstruir una nueva Yugoslavia, después de tanta sangre derramada y odios reanimados,
la única solución que parece ser posible es una amplia Unión de Países Balcánicos o mejor
dicho (ya que muchos no quieren ser considerados balcánicos) Unión de países sudeuro-
peos. Esa unión podría ser el socio de la UE, podría crear su sistema Schengen de visados,
zonas de libre comercio etc. etc. Ello podría abrir perspectivas de prosperidad económica
a los países que siguen viviendo todo un desastre económico.

Claro que para eso se van a necesitar recursos. La verdadera pregunta es ¿en qué medida
el contribuyente europeo y americano estará a dispuesto a pagar la cuenta? Habría que

- 33 -
Los Balcanes y la Unión Europea

recordarle que el juego de la comunidad internacional en la zona de los Balcanes ha costado


ya más de lo debido y amenaza con seguir costando. Más vale una buena inversión que
dinero gastado cada día en vano. Y el hecho de que se esté gastando dinero en vano viene
demostrado por lo que ocurre en Kósovo donde después de la intervención de las fuerzas
de la OTAN estamos lejos de ver imponerse un sistema democrático y la coexistencia
pacífica entre las diversas naciones que viven. Si el ideal democrático por el que decidió
intervenir la comunidad internacional después de Rambouillet fue ver que los niños serbios
tengan que ir a la escuela, en las pocas localidades en las que quedan, acompañados por las
patrullas de la KFOR, UNMIK o quien sea, entonces estamos hablando diferentes lenguajes
políticos.

Lamentablemente el problema sigue siendo el mismo. En lugar de orientarse hacia el futuro,


todos siguen leyendo los libros de historia. Nadie quiere dejar de lado el pasado y tratar de
construir un pasado nuevo. Mientras tanto el tiempo pasa para generaciones enteras.

17 Octubre 2003
Francisco Veiga

Arreglar una cosa a veces significa estropear otra, y en conjunto se trata de aplicar
tratamientos complejos, “baterías de medicamentos”, tener en cuenta los prolongados
tiempos de espera, contentar a todos los intervinientes, no estropear el resto de los procesos
en curso y un larguísimo etc.

Esto quiere decir que meter a Bosnia en la UE no le solucionaría nada ni a la malparada


república ni al club europeo. Desde los Balcanes tiende a verse a la UE como una
institución de ayuda, cuando en realidad se parece más a una sociedad anónima para
obtener beneficios. Cuando estos no aparecen en el horizonte, la UE no funciona bien o
algunos miembros comienzan a irse de parranda por su cuenta. Por lo tanto, los socios
deben verse como hijos que aportan algo a la familia común. Si el vástago está lisiado y no
puede trabajar o aportar riqueza al fondo común, el resto de la prole no se va mostrar muy

- 34 -
Balkan (REES), 4 (2003)

dispuesto a mantenerlo y mucho menos a darle voz y voto en las decisiones conjuntas. No
nos engañemos: la UE no es una experiencia a prueba de bomba, capaz de aguantar lo que
le echen. Al revés: ya se está viendo lo difícil que le resulta digerir a una potencia como
Alemania la asimilación de la antigua RDA.

Dalibor apunta como idea la posibilidad de crear una especie de mercado regional, pero
creo que eso es un paseo innecesario. Si ya existe una solución comunitaria (la UE)
romperse la cabeza y gastarse dinero en fundar algo nuevo, de incierto futuro, parece
demasiado aventurado. Además, si políticos y mandatarios serbios y montenegrinos tienen
reservas sobre si acceder juntos o no a la UE, ¿podemos imaginarnos las discusiones sin
cuento -y sin final- que implicaría fundar una Unión Balcánica?

17 Octubre 2003
Dalibor Soldatic

Una Unión de países de Europa Sudoriental me parece más factible que la incorporación
de los países de la ex-Yugoslavia a la Unión Europea. El distinguido economista croata
Branko Horvat19 hace más de un año escribía que, según sus estimaciones, Croacia no
podría llegar a ser miembro de la UE en menos de 20 años. No creo que Serbia pueda
conseguirlo más rápido. ¿Cuánto tardó España con menos problemas? En los Balcanes

19
Despacho de la agencia Tanjug del 19 de diciembre de 2003: “Branko Horvat, economista, político
y pedagogo, uno de los partidarios más conocidos de la autogestión obrera en el mundo, murió la noche
pasada a la edad de 76 años. Nació en Petrinja el 24 de julio de 1928. después de los estudios de economía
en 1955 Horvat obtuvo el primer doctorado en ciencias económicas sobre el tema de la industria petrolera
yugoslava, y cuatro años más tarde se graduó de doctor por la Universidad de Manachester. Formó a
generaciones de economistas de los que la mayoría son hoy profesores distinguidos en las facultades del país
y del mundo. Inició su carrera en el Instituto de Petróleo de Zagreb y el Instituto Económico de Zagreb, luego
trabajó en el Instituto Federal de Planificación en Belgrado, como jefe del departamento metodológico, que
en 1963 por mérito suyo creció en el Instituto Yugoslavo de Investigaciones Económicas. Como director del
Instituto fundó la escuela internacional para estudios de postgrado. En 1975 fue elegido catedrático de
economía en la Universidad de Zagreb en cuya Facultad de Economía trabajó hasta 1992". Comentario de
Dalibor Soldatic, 22-12-2003: “No he seguido sus trabajos desde esa época, pero puedo decir que hasta la
fecha en la que tuve la oportunidad de leer sus textos se distinguió por haber sabido introducir en la economía
de la autogestión las leyes del mercado. Estuvo a favor de la opción yugoslava hasta el momento en que pudo
serlo, luego admitió las realidades. Pero aún después supo plantear los problemas políticos a
través de un enfoque racional de economista”.

- 35 -
Los Balcanes y la Unión Europea

todavía no terminan los procesos de transición. Por lo tanto, a falta de un elemento


aglutinante, que trascienda las fronteras nacionales y las políticas nacionales veo la única
salida en una Unión que deje a todos a medio camino de la UE y que se presente como el
socio en pie de igualdad de la UE.

Paco observa bien que Serbia y Montenegro todavía no logran ponerse de acuerdo si tratar
de acceder a la UE juntos o separados. Pero, eso es otra cosa. El tema de la independencia
de Montenegro se resolvería en unos cuantos meses si se dejara que el presunto Estado
independiente afronte solo los problemas de su economía. Además el futuro de un eventual
Estado independiente de Montenegro es bastante incierto a causa de la presencia de un
porcentaje considerable de albaneses en esa República, porcentaje que van en aumento
constante. Un Montenegro independiente en diez años afrontará la misma situación que la
Macedonia actual.

Mientras haya alguien dispuesto a pagar las cuentas para utilizar el separatismo montenegri-
no como elemento de presión sobre Serbia, no faltará quien prefiera la independencia. Pero
eso son temas de geoestrategia política que abren otro capítulo de nuestro debate.

Por lo tanto, si todos estamos de acuerdo en que las cosas no funcionan en Bosnia y que hay
que buscar una solución nueva, o se deshace el Estado (cosa poco probable porque
implicaría el fracaso total de la comunidad internacional) o se busca integrar ese Estado a
una entidad superior, capaz de superar las fronteras de lo nacional sobre la base de
auténticos intereses económicos. Solamente el interés económico y la posibilidad de
circular libremente por los territorios balcánicos pueden llevar a la creación de una Unión
que tenga perspectivas.

19 Octubre 2003
Francisco Veiga

¿Cuánto costó elaborar una constitución para Republika Solania? Y aún así, a punto estuvo
de no salir nada. Ahora imaginemos los debates que se abrirían para organizar una

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Balkan (REES), 4 (2003)

hipotética Unión de Países del Sudeste. De entrada, ¿quiénes entrarían?¿Estaría incluida


Albania? Supongo que imagináis mi sonrisa reflejada en la pantalla del ordenador. ¿Qué
se haría de Grecia como miembro que es de pleno derecho de la UE?¿Tendría interés en
acceder?¿Y los candidatos a punto de entrar en el club (Bulgaria-Rumania)? Bueno, si
excluimos todos esos, nos quedamos con que la UPSEE sería... ¡la ex Yugoslavia! (y eso,
sin Eslovenia: no creo que tuvieran interés en acceder).

Bromas aparte, me parece que poner en marcha un entramado institucional, unas reglas,
unos acuerdos políticos entre los vecinos balcánicos, sería una tarea titánica que iría mucho
más allá de los 20 años del profesor Horvat para el acceso de Croacia a la UE.

Pero luego vendría la cuestión económica, porque supongo que esa sería el cemento que
debería unir a los miembros de la UPSEE. Para que tiren adelante estos mercados comunes,
las economías tienen que funcionar bien, ofrecerse algo las unas a las otras, tener una base
financiera sólida. En definitiva, ganar algo con la unión ¿Qué intercambiarían Montenegro
y Albania?¿Cigarrillos de contrabando?¿Ciruelas? La gran mayoría de las economías de la
zona están hechas polvo, no existe un motor económico solvente.

25 Octubre 2003
José-Miguel Palacios

Dalibor Soldatic y Paco Veiga han abierto estos últimos días el debate sobre Europa como
solución para casar todas las contradicciones que los últimos años han hecho surgir en los
Balcanes (en particular, en la antigua Yugoslavia).

El primer argumento que se ha manejado es que muchos de los problemas exyugoslavos


no tienen solución (al menos por ahora) en el marco en que se han planteado (“Dayton-
land”, “Republika Solanija”, “Postyugoslavia”, etc.), pero sí pueden tenerlos en otro marco,
en el de la Unión Europea. Es una idea que defiende Dalibor (Creo que la única salida
viable es la incorporación de Bosnia a una entidad mayor tipo Unión Europea en la que

- 37 -
Los Balcanes y la Unión Europea

la división entre las entidades ya no tendría mucha importancia) y que Paco, en principio,
no niega.

El problema surge cuando se pasa a examinar la “viabilidad de la idea”. Aquí Paco Veiga
es claro y rotundo: meter a Bosnia en la UE no le solucionaría nada ni a la malparada
república ni al club europeo. Desde los Balcanes tiende a verse a la UE como una
institución de ayuda, cuando en realidad se parece más a una sociedad anónima para
obtener beneficios. Cuando éstos no aparecen en el horizonte, la UE no funciona bien o
algunos miembros comienzan a irse de parranda por su cuenta. Y Dalibor asiente, aunque
atendiendo, sobre todo, a la falta de preparación de Bosnia (por extensión, del resto de la
exYU) para unirse al club europeo (no creo que Bosnia sera el candidato ideal para la
Unión Europea, lo mismo que los demás países de la ex-Yugoslavia).

La solución que propone Dalibor es crear una especie de “UE bis”, una Unión de países
sudeuropeos. Esa unión podría ser el socio de la UE, podría crear su sistema Schengen de
visados, zonas de libre comercio etc. etc. Ello podría abrir perspectivas de prosperidad
económica a los países que siguen viviendo todos un desastre económico. Paco no lo ve
factible, y ello por razones de dos tipos:

a) de tipo identitario: ¿quién formaría parte?; ¿Rumanía y Bulgaria estarían interesadas?;


¿y Grecia?; ¿no sería, al final, una reconstrucción de la antigua Yugoslavia, algo que el
propio Dalibor considera impensable?

b) de tipo práctico: ¿existe base económica para la integración de los países balcánicos?:
Para que tiren adelante estos mercados comunes, las economías tienen que funcionar bien,
ofrecerse algo las unas a las otras, tener una base financiera sólida. En definitiva, ganar
algo con la unión ¿Qué intercambiarían Montenegro y Albania?¿Cigarrillos de
contrabando?¿Ciruelas? La gran mayoría de las economías de la zona están hechas polvo,
no existe un motor económico solvente. A simple vista, me parece que hay una cierta razón
en este argumento. ¿Están los consumidores de Belgrado ansiosos de productos búlgaros,
o preferirán, más bien, equivalentes alemanes? Desde luego, estoy seguro de que los
bombones Kras o los zumos Fructal tienen su atractivo, pero parece más ligado a la
yugonostalgia que a otra cosa, y quizá sea pasajero.

- 38 -
Balkan (REES), 4 (2003)

El principal problema que veo en relación con la creación de una UEbis para los Balcanes
es la complicación del proceso negociador. Vemos cómo está yendo la cosa entre Serbia
y Montenegro, vemos que no es ni siquiera posible entablar conversaciones serias entre
Pristina y Belgrado, vemos que dentro de Bosnia los acuerdos se alcanzan mediante una
imposición. En estas condiciones, mucho me temo que el negociar una Unión de Estados
Balcánicos podría ser tarea de décadas.

El proceso de adhesión a la UE es mucho más sencillo. Allí no hay reglas del juego que
negociar. El acervo comunitario es el que es, y de lo que se trata es de incorporarlo a la
legislación interna y de pactar las fórmulas de adaptación, la asistencia técnica y las ayudas.
Nadie tiene mucho margen de maniobra. La UE ya está inventada.

Está, desde luego, el problema de si estarán en condiciones de adaptarse a la UE, y Dalibor,


con razón, utiliza el argumento de la incorporación de España. Sin embargo, parece que las
reglas ya no son las mismas, y que el nivel de exigencia ha bajado. Con alguna excepción,
los nuevos socios están muy lejos del nivel económico que tenían España y Portugal hace
veinte años. Alguno de ellos ha cumplido las condiciones políticas sólo porque ha habido
muy buena voluntad por parte de la UE. Se da, incluso, el caso de un estado que sigue
dividido (Chipre). Quizá el ingreso no esté tan lejos del alcance de los países balcánicos.

21 Noviembre 2003
Foro de Estudios Balcánicos

En el número de noviembre/diciembre de 2003 (vol.XVII/núm.96) de Política Exterior


aparece (pág. 137-148) un interesante artículo de Jorge Fuentes: “Los Balcanes occidenta-
les: ¿sexta ampliación de la UE?”. El autor, uno de nuestros diplomáticos más especializa-
dos en la Europa postcomunista, es en estos momentos Embajador en misión especial
encargado de la ampliación de la UE.

En su artículo, Jorge Fuentes, aun reconociendo las dificultades que planteará, se muestra
decidido partidario de la “sexta ampliación” (a los Balcanes Occidentales). Considera,

- 39 -
Los Balcanes y la Unión Europea

además, que en un plazo no demasiado largo (5-10 años) su incorporación a la Europa


unida es inevitable.

El resumen del artículo, que podemos encontrar en la presentación Internet20 de la revista


es el siguiente:

Cuando la quinta ampliación se haya realizado, la Unión Europea contará con veintiocho
miembros. Con esta integración del centro y el este del continente europeo, el proceso de
adhesión estará avanzado pero incompleto. Diecinueve países permanecerán todavía fuera
de la Unión.

20
http://www.politicaexterior.com/revistas.asp?idRevistas=1.

- 40 -
Balkan (REES), 4 (2003)

Modelos balcánicos para nuevas independencias


La filtración de un primer borrador del proyecto de nuevo Estatuto vasco (desarrollo
articulado del llamado “plan Ibarretxe” nos hizo reflexionar sobre la influencia que el
ejemplo de independencias balcánicas podría tener sobre la estructuración interna de
estados europeos occidentales. Ello nos condujo a una revisión crítica de los procesos
independentistas en la antigua Yugoslavia, tanto los ya culminados como los que se
encuentran aún en fase de desarrollo, y nos puso en puertas de poder abordar de una
forma general las reglas que gobiernan el proceso de formación de nuevos estados.

24 Julio 2003
José-Miguel Palacios

Puede ser interesante examinar el borrador de Estatuto vasco, desarrollo del “plan
Ibarretxe”, a la luz de las experiencias en la antigua Yugoslavia (muy en especial, las de
Eslovenia y Croacia). 21

A primera vista, se me ocurren algunos paralelismos importantes:

a) Unilateralismo: la base del proceso no es el libre acuerdo entre las partes, sino la
decisión de una de ellas (se ofrece a la otra parte la posibilidad de aceptarla, aunque, de no
hacerlo, el proceso no quedaría interrumpido -el paralelo balcánico sería la oferta
croatoeslovena de confederación yugoslava en el otoño de 1990-). La base para ello es el
concepto de la soberanía originaria (de Eslovenia, del País Vasco), frente a la soberanía del
estado, que sería delegada. A esta idea de la soberanía originaria se llega por dos caminos
formalmente distintos, pero prácticamente equivalentes: reconocimiento constitucional de
los derechos históricos (País Vasco) y reconocimiento constitucional del derecho de
autodeterminación de las naciones yugoslavas (Eslovenia, Croacia).

21
Lo publicaron ABC y El Correo el día 23 de julio de 2003. Para consultar una versión de libre
a cc eso , “B o rrad o r d el P lan Iba rretxe para la se gre ga ción de Espa ña ”. 23-7-2003.
<http://www.nodulo.org/bib/drio/ 20030723. htm> (10 ene 2003).

- 41 -
Modelos balcánicos para nuevas independencia

b) Rupturismo incompleto: no se propone la independencia completa (respecto a Eslovenia


y Croacia estamos hablando de los últimos meses de 1990) ni se prescinde por completo
de la Constitución. Se proclama, simplemente, la superioridad del ordenamiento propio (por
lo que la Constitución seguiría siendo válida en cuanto no se opusiera a él). Como
corolario, se establece de una manera clara la posibilidad de avanzar hacia la independencia
completa de forma unilateral.

Se me ocurren, embargo, dos importantes diferencias:

a) En Eslovenia y Croacia existía un amplio consenso en favor de la separación (o, al


menos, del alejamiento respecto al poder central). En el País Vasco, ese consenso no existe.

b) Yugoslavia no era un estado democrático y la legitimidad de origen de su Constitución


era muy discutible. La situación en el caso de España es completamente distinta.

24 Julio 2003
Carlos Flores Juberías

Se me ocurren más razones para que el establecimiento (interesado o no, eso queda de
cuenta de quien los plantee) de paralelismos entre el proyecto separatista de Ibarreche y el
proceso de disolucion de la antigua Yugoslavia resulte de todo punto inútil.

Uno es el que tiene en cuenta el marco en el que se ubican hoy el País Vasco y ayer
Croacia, Eslovenia y las demas repúblicas que con más o menos ímpetu presionaron por
la independencia. Mientras que la antigua Yugoslavia era un estado sostenido -como se dice
coloquialmente- con alfileres, España es un Estado nación con medio milenio (al menos)
de historia común a sus espaldas. Quiero decir con ello que mientras la estatalidad de Yugoslavia
era un fenomeno histórico todavía reciente en el momento de su disolución, y que mientras
que ésta había sido repetidamente puesta en tela de juicio e incluso suprimida (véase la
partición del país durante la II Guerra Mundial), ni uno ni otro fenomeno han sucedido en
España salvo por episodios bien puntuales y ya alejados en el tiempo (la revolución
cantonal del XIX por ejemplo).

- 42 -
Balkan (REES), 4 (2003)

Y, por supusto, está el problema de la violencia, que condiciona todo diálogo. Allí no la
hubo, y aquí sí que la hay. Y nadie en su sano juicio mantendrá que es posible un dialogo
franco y libre entre los españoles (todos) y los vascos (todos) con ese condicionante
interfiriendo de manera cotidiana.

31 Julio 2003
Francisco Veiga

No creo que el unilateralismo de la iniciativa soberanista del PNV sea un punto de partida
muy fiable para la comparación con el modelo esloveno de 1990 (el croata era una mala
copia de éste). De hecho, lo son la gran mayoría de las campañas separatistas desde 1776.
Lo paradójico del modelo peneuvista es que parece estar más fundado en el quebequés, y
ése sí que rompía la norma y era de tipo consensual (hasta cierto punto).

Otra diferencia importante es que los eslovenos se cuidaron muy mucho de armarse hasta
los dientes –o hasta donde pudieron- antes de dar el paso de declarar la independencia. Es
decir, contaban con la existencia de un ejército propio –con 70.000 reclutas potenciales-
como elemento definitorio de la soberanía; algo similar hicieron los croatas con sus
“zengas”. El gobierno vasco no ha dado ese paso: parece haber elaborado una estrategia
más “a la lituana”, esperando quizás que en un momento dado, el envío de los “boi-
nas/tricornios negros” (o situación asimilable) coloque al ejecutivo madrileño en una
incómoda situación internacional semejante a la de Gorbachev en 1990. Es más:
posiblemente reforzarán esta manera de actuar argumentando que su proyecto sería el fin
de la violencia terrorista. Mira por dónde, adoptar ese papel de moderados razonables frente
a la doble violencia terrorista y española recordaría a los chicos del LDK albanés en
Kósovo.

Por lo tanto, a este lado de los Balcanes, lo que cuenta y lo que se busca –como en cualquier
proceso soberanista- es alguna forma de reconocimiento y apoyo internacional, y lo demás
son cuentos chinos. O indios: en 1947 la India era una entidad más milenaria que España

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Modelos balcánicos para nuevas independencia

y ahí están Pakistán y Bangla Desh. Por otra parte, España vivió desmembramientos
soberanistas bien claros en 1934 y 1936, si no me falla la memoria. Y lo mismo vale para
las “patentes democráticas”. ¿Te suena que en 1991 Baker y los delegados de la CE se
pasearan por Yugoslavia haciendo valer el argumento de que apoyarían su integridad en
base de que era un estado con una democracia recién implantada?

A pesar de que posiblemente la iniciativa del PNV va a dar bastantes dolores de cabeza al
gobierno de Madrid –en un momento en que parece que ya ha gastado sus ideas más
originales- el hecho de que España forme parte de la UE será la salida a la cuestión, aunque
quizás a costa de la siempre indeseable mediación o intervención (jurídico-diplomática)
internacional. Pero bueno, hay que estar a las duras y a las maduras, ¿no? Lo que es válido
para los vascos lo es también para el estado español y para las repúblicas yugoslavas, que
les guste o no deberán reagruparse de alguna forma entre ellas –y con sus odiados vecinos-
si quieren acceder algún día al espacio de la UE.

Aznar posiblemente buscaba el respaldo norteamericano ante el proyecto peneuvista y


quizás sea ésa la explicación más plausible para la entusiástica intervención en Irak, y no
la tontería de meter a HB en la lista negra americana –que ya veis de lo que ha servido: cero
patatero. Por supuesto que el gobierno conocía el plan soberanista. Es un cuento ya viejo:
a mí me lo explicó Antonio Elorza en el verano de 2000 y hasta dijo que existía fecha para
la proclamación final de la independencia vasca: 2006.

Se me ocurren, embargo, dos importantes diferencias:


a) En Eslovenia y Croacia existía un amplio consenso en favor de la
separación (o, al menos, del alejamiento respecto al poder central).
En el País Vasco, ese consenso no existe.

Si mal no recuerdo –no tengo a mano los datos precisos- el 24 de junio de 1991 el 40% de
los eslovenos, o más, consideraba que el gobierno de Ljubljana se había precipitado en la
proclamación de la independencia. En 1995, el referéndum secesionista quebequés falló por
bien poco, pero el incremento del “sí” a la independencia tuvo mucho que ver con la forma
en que fue planteada la pregunta. Los consensos varían bastante, según los momentos, las
maneras de plantear las propuestas o quién controla lo que votas en le pueblo en el que

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Balkan (REES), 4 (2003)

vives. Además, no te olvides de contar los votos de PNV + HB, que son un mensaje al
respecto. Parece que está bastante bien el libro de José Luis Barbería y Patxo Unzueta,
Cómo hemos llegado esto (Taurus, 2003), aunque escribo de oídas.

b) Yugoslavia no era un estado democrático y la legitimidad de origen


de su Constitución era muy discutible. La situación en el caso de
España es completamente distinta.

Los nacionalistas vascos te recordarán que la Constitución española no fue aprobada por
mayoría en el País Vasco (aunque sí el Estatuto de Gernika).

Por lo tanto y para terminar, todo es comparable en esta vida, y a la vez, nada lo es. Así es
si así os parece. Pero de lo que estoy seguro – aunque Ibarretxe no lo admitiría ni bajo
tortura- es que el “espíritu de Europa Oriental” es lo que ha inspirado el proyecto de
Comunidad Libre Asociada de Euskadi dentro de la UE. El modelo quebequés se frustró
en 1995; pero no así la mayoría de los intentados en Europa del Este desde 1990: países
Bálticos y ex repúblicas soviéticas, Eslovaquia y los balcánicos en general. Aunque para
la prensa y los gobiernos los Balcanes ya no están de actualidad, los procesos políticos que
tuvieron lugar allí durante los últimos años están siendo estudiados con detalle por muchas
instancias políticas. Han dejado transcurrir un tiempo prudencial desde el último episodio
(Kósovo), pero el PNV no ha querido dejar pasar la oportunidad histórica de la “década de
los pueblos”. Esto se me ocurre porque las fundamentaciones nacionalistas suelen ir hacia
el pasado, pero la estrategia soberanista en relación al futuro que personifica la UE no
parece que tenga mucho sentido.

11 Agosto 2003
José-Miguel Palacios

No creo que el unilateralismo de la iniciativa soberanista del PNV sea un punto de


partida muy fiable para la comparación con el modelo esloveno de 1990 (el croata
era una mala copia de éste). De hecho, lo son la gran mayoría de las campañas
separatistas desde 1776.

- 45 -
Modelos balcánicos para nuevas independencia

Completamente de acuerdo. Esto es como en el caso de los divorcios, que la iniciativa suele
corresponder a una de las dos partes. Por “unilateralismo” me refería a, una vez planteada
la cuestión, prescindir por completo de la opinión e intereses de la otra parte (un portazo,
si te he visto no me acuerdo y no me vengas reclamando pensiones). La táctica más
civilizada es respetar las reglas del juego, enviar a los abogados a que se pongan de acuerdo
y, quizá, en última instancia, acudir al juez a que arbitre.

En las secesiones anglosajonas (Canadá, Australia, etc.) es poco frecuente el unilateralismo


(las excepciones son Rhodesia, que acabó como acabó, EEUU, demasiado temprana y,
parcialmente, Irlanda). Creo que en las condiciones contemporáneas la secesión unilateral
parece menos legítima (lo que, por otra parte, aumenta el riesgo de que, para justificarla,
haya que demonizar al rival -peligro de guerra-).

Otra diferencia importante es que los eslovenos se cuidaron muy mucho de armarse
hasta los dientes -o hasta donde pudieron- antes de dar el paso de declarar la
independencia.

Es cierto, pero me parece que no es uno de los elementos fundamentales del modelo
esloveno, sino de los coyunturales. Eslovenia desarrolló un apoyo militar de la independen-
cia porque temía una reacción militar contra ella y disponía de los medios para oponerse
con cierta eficacia. En casos posteriores inspirados en el modelo esloveno, la actitud ha sido
diferente. Montenegro nunca ha llegado a desarrollar un parajército propio(aunque sí a
reforzar su policía). En Kósovo, el que se fuera a la independencia desde fuera de las
instituciones oficiales dificultó la creación de un ejército (aunque, en cierto modo, el UÇK
representó un papel similar, a pesar de su rivalidad política con el grupo nacional
mayoritario, la LDK).

El gobierno vasco no ha dado ese paso: parece haber elaborado una estrategia
más "a la lituana", esperando quizás que en un momento dado, el envío de los
"boinas/tricornios negros" (o situación asimilable) coloque al ejecutivo madrileño
en una incómoda situación internacional semejante a la de Gorbachev en 1990.

No creo que el Báltico sea un modelo para nadie (en cualquier caso, agradecería cualquier
referencia que me demostrara lo contrario). La independencia báltica llega como producto
de tensiones internas soviéticas. Por una parte, es el primer paso en la descomposición del
estado tras el 19 de agosto. Por otra, la propia lógica de existencia de la URSS estaba

- 46 -
Balkan (REES), 4 (2003)

basada en la integración voluntaria. Una vez demostrado que no existía esa voluntad en el
caso báltico, todo el problema era de tipo procedimental (¿cómo separarse y con qué
garantías?). El propio Gorbachev no se negaba a la separación, sino que promovió una ley
para hacerla posible. El que esa ley no se siguiera no fue porque las condiciones que
planteaba resultaran imposibles (cualquiera de las tres repúblicas las hubiese alcanzado),
sino
porque a esas alturas sus dirigentes no estaban dispuestos a reconocer ninguna validad a la
constitución y legislación soviéticas.

Por lo tanto, a este lado de los Balcanes, lo que cuenta y lo que se busca -como en
cualquier proceso soberanista- es alguna forma de reconocimiento y apoyo
internacional, y lo demás son cuentos chinos.

Me parece un elemento clave del modelo esloveno.

11 Agosto 2003
Francisco Veiga

Por "unilateralismo" me refería a, una vez planteada la cuestión, prescindir por


completo de la opinión e intereses de la otra parte (un portazo, si te he visto no me
acuerdo y no me vengas reclamando pensiones). La táctica más civilizada es
respetar las reglas del juego, enviar a los abogados a que se pongan de acuerdo
y, quizá, en última instancia, acudir al juez a que arbitre. En las secesiones
anglosajonas (Canadá, Australia, etc.) es poco frecuente el unilateralismo (las
excepciones son Rhodesia, que acabó como acabó, EEUU, demasiado temprana
y, parcialmente, Irlanda). Creo que en las condiciones contemporáneas la secesión
unilateral parece menos legítima (lo que, por otra parte, aumenta el riesgo de que,
para justificarla, haya que demonizar al rival -peligro de guerra-).

Aquí hay mucha tela que cortar, y no sé si se puede resolver en unas pocas líneas. De
entrada, creo que deberíamos establecer una diferencia entre secesiones coloniales y
“continentales” (no se me ocurre una terminología precisa). Y añadirle un poco de contexto

- 47 -
Modelos balcánicos para nuevas independencia

histórico, porque las secesiones coloniales van por bloques, y a las violentas de los 50 (del
imperio francés, mayormente) le suceden las “automáticas” de los sesenta.

Por otra parte, en las secesiones coloniales encontramos a veces un ingrediente ideológico
que se añade al puramente nacionalista y no siempre está presente en las demás. Por
ejemplo, el conocido componente revolucionario del proceso de independencia vietnamita.
Es una curiosa herencia que le queda al modelo vasco en su versión radical y que
encontramos inicialmente en Kosovo (aquellas fracciones izquierdistas del primer UÇK en
1997-1998).

Por otra parte, las secesiones estatales-históricas generan unas fracturas sociales y
económicas que no suelen dejar las coloniales, porque su integración en el estado
metropolitano era más postiza. Un caso espectacular es el de Checoslovaquia, que se partió
por la mitad.

Por lo tanto, no sé muy bien si realmente resulta adecuado decir que “en las condiciones
contemporáneas la secesión unilateral parece menos legítima”. En estos casos, las cosas van
como van y salen como salen. Nadie comienza una guerra para perderla y nadie inicia un
proceso soberanista para quedar en ridículo y quemar sus cartas para los próximos años. En
los Balcanes, una de las cuestiones que despertó mayor asombro fue ver cómo las potencias
intervinientes respaldaban bajo cuerda a las opciones secesionistas: todos sabían que
croatas y eslovenos estaban comprando armas desde hacía meses y eso desconcertó
enormemente a los generales del EPY, como hemos discutido muchas veces.

Es cierto, pero me parece que no es uno de los elementos fundamentales del modelo
esloveno, sino de los coyunturales. Eslovenia desarrolló un apoyo militar de la
independencia porque temía una reacción militar contra ella y disponía de los
medios para oponerse con cierta eficacia. En casos posteriores inspirados en el
modelo esloveno, la actitud ha sido diferente. Montenegro nunca ha llegado a
desarrollar un parajército propio(aunque sí a reforzar su policía).

Como sabes mejor que yo, el modelo esloveno, el croata y el montenegrino para la creación
de ejércitos nacionales es el mismo: a partir de unidades policiales “engordadas”. Bueno,

- 48 -
Balkan (REES), 4 (2003)

quizás en el esloveno se recurrió más a la TO debido a que sus efectivos originales eran
monoétnicos. Curiosamente, el modelo serbio también iba por ahí. Dado que Milosevic no
se fiaba demasiado del Ejército Popular Yugoslavo, se cuidó muy mucho de crear un
soporte militar puramente serbio a base de paramilitares y unidades de policía. El
argumento que apuntas para los eslovenos es el que daban ellos, y no me parece muy
sostenible a estas alturas. ¿Acaso los vascos no pueden argumentar algo así?

En cuanto a los montenegrinos, aquello de la policía especial era un verdadero ejército en


ciernes, con medios anticarro y antiaéreos, y con unidades que ya estaban siendo entrenadas
por el SAS británico. Si el proceso secesionista quedó detenido, fue debido a que no le
interesaba a determinados actores internacionales. Y de nuevo estamos en el asunto del
reconocimiento y apoyo internacional, que es clave central.

En Kósovo, el que se fuera a la independencia desde fuera de las instituciones


oficiales dificultó la creación de un ejército(aunque, en cierto modo, el UÇK
representó un papel similar, a pesar de su rivalidad política con el grupo nacional
mayoritario, la LDK).

En Kósovo el problema fue que hubo dos secesiones: la del UÇK (que era más que un
grupo guerrillero) y la del LDK. Ambas en paralelo y a veces a tiros entre ellas (recordemos
el fenómeno FARK). Quiero decir con esto que el UÇK ni en sueños se consideraba el
ejército del LDK; ya le hubiera gustado a Holbrooke, ya... Esto es un poco lo que puede
pasar (ya pasó) con las dos opciones nacionalistas mayoritarias en al País Vasco.

No creo que el Báltico sea un modelo para nadie (en cualquier caso, agradecería
cualquier referencia que me demostrara lo contrario). La independencia báltica
llega como producto de tensiones internas soviéticas.

Sí, pero no pienses el modelo “vasco-lituano” en relación a España, sino a la UE en su


conjunto. Veremos qué pasa con los demás socios del club en adelante, porque el asunto
Ibarretxe plantea un problema a escala de toda la Unión, sobre todo si lo sumas a los
recientes acontecimientos en Córcega, por ejemplo, siempre tan mal explicados. O si

- 49 -
Modelos balcánicos para nuevas independencia

piensas que dentro de un tiempo habrá nuevos socios con parecidos problemas pero más
en caliente. A ver qué hacen los húngaros de Transilvania o Eslovaquia, por ejemplo.

Por otra, la propia lógica de existencia de la URSS estaba basada en la integración


voluntaria. Una vez demostrado que no existía esa voluntad en el caso báltico, todo
el problema era de tipo procedimental (¿cómo separarse y con qué garantías?).

Lo dicho. Piénsalo a escala continental y acuérdate de “pinchazos” previos en Austria,


Italia... No me parece que en Bruselas nadie se haya preocupado de articular una política
concreta para resolver crisis internas de tal estilo.

Además, yo me refería al modelo lituano en función del apoyo internacional que puedes
conseguir pisando a fondo el acelerador del martirologio. En último término, no se trata de
cuadrar esquemas politológicos como si fueran balances anuales de un negocio.

Lo que cuenta y lo que se busca en cualquier proceso soberanista es alguna forma de


reconocimiento y apoyo exterior. Y yo aún no he oído ninguna declaración internacional
contra el plan Ibarretxe. Quizá se me ha pasado; pero las crisis balcánicas enseñan que estos
“espera a ver” suelen ser bastante peligrosos.

11 Agost 2003
Dalibor Soldatic

No quise incorporarme a las polémicas, pero son estimulantes. Mi tesis sigue siendo la de
siempre: ¿en qué punto es legítimo el derecho a la secesión y dónde se termina?

El caso de la ex Yugoslavia es bastante ilustrativo. La comunidad internacional en una


primera fase apoya la secesión de Eslovenia y Croacia, sosteniendo que resulta evidente que
la convivencia de diversas nacionalidades en el país resulta imposible. Luego, en el caso
de Bosnia, insiste en mantener lo que en definitiva fue una mini-Yugoslavia para volver a
respaldar el separatismo albanés en el caso de Kósovo.

- 50 -
Balkan (REES), 4 (2003)

Para los que buscan paralelos en el caso del separatismo vasco o catalán hay que recordar
que la estrategia fue siempre sencilla: se fueron destruyendo las instituciones que
simbolizaban la federación: el Partido comunista, la policía, el ejército, todas las
instituciones federales desde asociaciones de escritores hasta las federaciones deportivas.
Con ello se lograba la crisis de funcionamiento de las instituciones federales. No sé hasta
qué grado se ha visto algo similar en el caso de los diversos separatismos en Europa
Occidental (catalán, vasco, bretón, corso, Alto Adige etc.).

Es un error creer que Eslovenia hubiera podido resistir una intervención militar del Ejército
Yugoslavo. Fueron a Eslovenia jóvenes reclutas sin munición y con órdenes estrictas de no
disparar contra los territoriales. Además fueron los altos funcionarios eslovenos en la
federación (Pregl, vicepresidente del Gobierno federal y, probablemente, el almirante
Brovet) quienes informaron de ello a las autoridades eslovenas.

Se comienza con quejas que la vida en la federación perjudica los intereses nacionales de
una unidad federal. Se bloquea el funcionamiento de las instituciones federales y se
demuestra que, efectivamente, la federación no funciona. Y luego se toma la decisión de
salirse del país federal unilateralmente, sin esperar acuerdo alguno, contando con el apoyo
de Alemania y de la Santa Sede. Ante cualquier reacción de la metròpoli se levanta el grito
al cielo y allí vamos con el apoyo de la llamada comunidad internacional. Recordemos tan
sólo la gran campaña de propagando orquestada por Jelko Kacin el ministro de informa-
ción, sus transmisiones en directa por teléfono del supuesto bombardeo de Ljubljana por
los mig-s de la aviación yugoslava.

Nada de ello veo yo en el caso de los separatismos españoles. El discurso del unilateralismo
es superfluo si no se cuenta con un fuerte apoyo de fuera.

- 51 -
Modelos balcánicos para nuevas independencia

12 Agosto 2003
José-Miguel Palacios

De entrada, creo que deberíamos establecer una diferencia entre secesiones


coloniales y "continentales" (no se me ocurre una terminología precisa).

Establecida. Y convengamos que los modelos yugoslavos no tienen nada que ver con las
“secesiones coloniales”. [Quizá el término “secesiones continentales” no sea adecuado: uno
de los motivos principales para la ruptura “no colonial” ha sido la discontinuidad
geográfica: Canadá, Australia...].

Y añadirle un poco de contexto histórico, [...] en las secesiones coloniales


encontramos a veces un ingrediente ideológico que se añade al puramente
nacionalista y no siempre está presente en las demás.

No sólo en las coloniales. Mientras el “marxismo-leninismo eurooriental” mantuvo un


cierto atractivo sirvió como apoyo ideológico a movimientos separatistas tanto de un tipo
como de otro (ETA, IRA, por ejemplo). La ideología anticomunista también sirvió como
justificación de otro tipo de separatismos (frente a estados que aún se consideraban, o
podían ser acusados de, comunistas: URSS, Yugoslavia...).

Por lo tanto, no sé muy bien si realmente resulta adecuado decir que "en las
condiciones contemporáneas la secesión unilateral parece menos legítima".

El prejuicio contemporáneo es antiheroico. Nos parece estupendo Garibaldi, pero en


pretérito (pretérito imperfecto). En condiciones contemporáneas, lo que estamos habituados
a pensar es que siempre se puede uno sentar a la mesa, discutirlo y llegar a un acuerdo
razonable. Por eso, el unilateralismo violento se justifica sólo como última medida de
resistencia a una tiranía sanguinaria. Y el unilateralismo no suficientemente violento (o

- 52 -
Balkan (REES), 4 (2003)

situado en una zona periférica, o dirigido contra una potencia cuyos intereses más vale no
tocar) provoca el curioso fenómeno de los “estados no reconocidos”: los bálticos en 1990-
91, Transnistria, Chechenia, Abjazia, etc.

Como sabes mejor que yo, el modelo esloveno, el croata y el montenegrino para la
creación de ejércitos nacionales es el mismo: a partir de unidades policiales
"engordadas".

Desde el punto de vista orgánico, el caso esloveno es diferente, porque consistió en la


utilización de una “fuerza armada” ya existente, y que en condiciones políticas distintas
cambia de misión. En Montenegro, se refuerza la Policía. En Croacia, se crea una milicia
nueva y se “justifica” legalmente como “reserva de la Policía” (es algo substancialmente
distinto del caso esloveno y del montenegrino).

Desde el punto de vista de la misión, las fuerzas eslovenas y croatas son concebidas para
enfrentarse al JNA en caso de necesidad. El refuerzo de la Policía montenegrina, sin
embargo, tiene otro objetivo: evitar un “golpe militar” en la república [hacer imposible
cualquier intervención militar distinta de la “guerra”, cuyas consecuencias políticas habrían
resultado devastadoras para los yugoslavistas].

Quiero decir con esto que el UÇK ni en sueños se consideraba el ejército del LDK;
ya le hubiera gustado a Holbrooke, ya... Esto es un poco lo que puede pasar (ya
pasó)con las dos opciones nacionalistas mayoritarias en al País Vasco.

Por supuesto que el UÇK no se consideraba el ejército de la LDK, pero sí constituía ese
elemento de fuerza capaz de enfrentarse al VJ y al MUP que el LDK no fue capaz de crear
desde las instituciones paralelas que controlaba. El problema, por supuesto, es que siempre
ha tenido un programa propio, y surge entonces la cuestión de casar ambos programas, de
hacer volver al redil al hijo pródigo (o de echarlo a patadas del redil ya pacificado).

El paralelismo que estableces con ETA me parece muy sugerente.

- 53 -
Modelos balcánicos para nuevas independencia

12 Agosto 2003
Francisco Veiga

Mientras el "marxismo-leninismo eurooriental" mantuvo un cierto atractivo sirvió


como apoyo ideológico a movimientos separatistas tanto de un tipo como de
otro(ETA, IRA, por ejemplo). La ideología anticomunista también sirvió como
justificación de otro tipo de separatismos (frente a estados que aún se considera-
ban, o podían ser acusados de, comunistas: URSS, Yugoslavia...).

a) En el primer caso: lógico; el independentismo norirlandés católico y el vasco


argumentaban la existencia de un problema colonial.

b) Segundo caso: No tan claro; o, por lo menos, resulta que ese nacionalismo derechista-
conservador no está tan articulado como el otro. Vid. el caso de Seselj, que termina ganado
votos en distritos obreros con retórico “socialista-nacional”.

El prejuicio contemporáneo es antiheroico. Nos parece estupendo Garibaldi, pero


en pretérito (pretérito imperfecto). En condiciones contemporáneas, lo que estamos
habituados a pensar es que siempre se puede uno sentar a la mesa, discutirlo y
llegar a un acuerdo razonable. Por eso, el unilateralismo violento se justifica sólo
como última medida de resistencia a una tiranía sanguinaria.

Los eslovenos reintrodujeron la invención de la “tiranía sanguinaria”, algo que está por
discutir. Y eso dio opción a movilizar el potencial de la TO reconvertida en flamante
Ejército esloveno de bonitos uniformes (aunque nada comparable al relevo de la Guardia
croata en Zagreb). Dalibor hizo alusión ayer a esa cuestión, y es que cada vez hay más
material que va en ese sentido. Curiosamente, la primera mención de que Bavcar y Jansa
habían montando toda una coreografía en Eslovenia la leí en Newsweek ... ¡en julio de
1991!

- 54 -
Balkan (REES), 4 (2003)

Pero casi nunca hay nada nuevo bajo el sol. Acércate al videoclub y alquila “El patriota”.
No verás ni una sola alusión a los regimientos de “loyalists” americanos con que contaban
los británicos. De hecho, algunos de los últimos estudios sobre la Guerra de Independencia
norteamericana enfatizan el importante apoyo con el que contaban los británicos entre los
colonos continentales. ¡Allí tampoco había consenso por la independencia! (Hugh Bicheno.
Rebels and Red Coats. The American Revolutionary War. Londres: Harper Collins, 2003).

Pero espera... uuum... ahora recuerdo que hace un par de semanas Mr. A. salió por la tele
(Tele5? TV1?) diciendo que en España ya no existía una genuina democracia ¿recuerdas?
Que todo el asunto de la ilegalización de HB había roto las reglas del juego...

La argumentación un tanto puntillista que haces sobre “misión” y “organización” de las


FF.AA. eslovena, croata y montenegrinas (olvidando las serbias: paramilitares + policía
especial) no me convence demasiado. A toro pasado todo es estructurable, pero no siempre
veraz. Hace tiempo que los historiadores hemos asumido eso, ahora le toca a los
politólogos.

Ljubljana, Zagreb y Podgorica hicieron lo que pudieron en función de las circunstancias,


pero el modelo era más o menos el mismo: no mostrar las cartas hasta el último momento
(algo también muy propio de Milosevic). En mayo de 1991, ni eslovenos ni croatas podían
decir en voz alta que tenían un embrión de fuerzas armadas, elemento básico de soberanía.
Y no lo podían hacer cara a Belgrado y el EPY; pero tampoco, y sobre todo, cara a la
comunidad internacional.

Una de las claves del juego político internacional actual es que se puede hacer todo pero
no siempre se puede decir lo que se hace. Por lo tanto, TO eslovena (+ policía, que también
se utilizó en operaciones militares) policía croata y policía eslovena (y policía serbia) iban
por el mismo camino con parecidos objetivos políticos. Porque los estratégicos ¿quién los
preveía? Haces una distinción demasiado sutil entre la situación militar en Eslovenia-
Croacia y Montenegro. Pero en realidad eran la misma: parte del Ejército federal como
amenaza interna (en los cuarteles en Croacia, Eslovenia y Montenegro) y parte como
amenaza externa, más allá de las fronteras. Y una vez puesto en marcha el lío, a improvisar
sobre un guión genérico. Tudjman se enfrentó a Spegelj por la estrategia a utilizar en

- 55 -
Modelos balcánicos para nuevas independencia

relación a los cuarteles del EPY, dejaron pasar los carros de combate del EPY en dirección
a Eslovenia...

A mi entender, la estrategia militar de los secesionistas y la política son inversamente


proporcionales. Militarmente juegan variables complejas que suelen resolverse sobre la
marcha, pero son decisivas. Por ejemplo, el cálculo unidades armadas / tamaño del
territorio. Si Eslovenia hubiera tenido una superficie y una orografía como la de Bosnia,
seguramente hubiera salido mal el envite. De la misma forma, en el País Vasco resultaría
relativamente fácil desplegar unidades de “policía especial” cubriendo el territorio en pocas
horas.

En cambio, la estrategia política (que es la fundamental) suele evolucionar hacia las ideas
sencillas. Y ahí es donde fallan los gobiernos centrales. Madrid está cometiendo ahora el
error de Belgrado: se considera que la propuesta vasca es “irreal por sí misma”, que la
unidad española es “evidente”, no necesita demostración, está basada en la historia, etc.,
etc., etc. Pero visto desde fuera lo que se percibe es un gobierno sin ideas que suple eso con
una arrogancia poco convincente. Mal asunto.

Al final lo que se busca desde el bando secesionista es anteponer ideas “nuevas” y


“modernas” frente a ideas “caducas” (por caducadas). Si el nacionalismo quebequés no
logró su objetivo fue porque el gobierno central recondujo el conflicto hacia un debate
valiente con matizaciones, aclaraciones... en definitiva hacia un debate complejo y lleno de
pros y contras por ambas partes.

Por supuesto que el UÇK no se consideraba el ejército de la LDK, pero sí


constituía ese elemento de fuerza capaz de enfrentarse al VJ y al MUP que el LDK
no fue capaz de crear desde las instituciones paralelas que controlaba. El
problema, por supuesto, es que siempre ha tenido un programa propio, y surge
entonces la cuestión de casar ambos programas, de hacer volver al edil al hijo
pródigo (o de echarlo a patadas del redil ya pacificado).

El problema consistía en que no eran sólo una fuerza armada, sino una opción política.
Unida en torno a la “propaganda por la acción”, por supuesto, pero opción política. Muy

- 56 -
Balkan (REES), 4 (2003)

desestructurada, por supuesto; sin cabezas visibles, ni teóricos. Y conste que por opción
política entiendo la directriz de modelar el nuevo estado (República de los Mirlos) a
conveniencia propia para colocar en el poder y puestos administrativos a los componentes
de la “opción política”. Sólo eso ya es suficiente para que el caso UÇK no tuviera que ver
con “zengas”, TO,s ni policías especiales subordinadas a un mando político.

El paralelismo que estableces con ETA me parece muy sugerente.

Ahora hay que ver si Washington piensa lo mismo. Porque si es así, apoyarán las opciones
radicales según les convenga (cosa que hicieron en Kósovo). Y puede llegar a convenirles,
como forma de fastidiar a la UE, que es uno de sus objetivos estratégicos estructurales a
largo plazo. En ese caso, de muy poco servirán los gestos de Aznar, porque en realidad,
como nos recordó Charles Powell en una lección magistral22, en el Departamento de Estado
se respira un olímpico desprecio hacia Europa. Y me temo que ahí entra España también.
De momento todo está muy tierno, pero recordemos la protesta de Ana Palacio contra el
NYT, el mes pasado, por un artículo al que aquí se dio muy escasa publicidad.

12 Agosto 2003
José-Miguel Palacios

Mi tesis sigue siendo la de siempre:¿en qué punto es legítimo el derecho a la


secesión y dónde se termina?

Para los que no lo conozcáis, permitidme que os recomiende el artículo de Donald


Horowitz “The Cracked Foundations of the Right to Secede”, que aparece en Journal of
Democracy, volumen de abril de 200323. Horowitz examina las bases teóricas del derecho
de secesión, así como las consecuencias prácticas de su uso, y se muestra completamente
en contra. Según expone, los problemas de convivencia interétnica, base argumental de la

22
Curso de verano de la UAM -El País.

23
Puede encontrarse en http://www.journalofdemocracy.org.

- 57 -
Modelos balcánicos para nuevas independencia

mayor parte de los intentos secesionistas, no hacen sino agravarse con la formación de
nuevos estados.

En una referencia directa al caso de la antigua Yugoslavia (hay muchas más), Horowitz
sostiene que las decisiones de Badinter han tenido el efecto perverso de desestimular la
formación de federaciones (ya que, por la misma regla, bastaría constatar la inoperancia del
estado común para reconocer la indepedencia de las entidades federales). En relación con
este argumento, es interesante el artículo que publica hoy en Politika Milan Pajevic24: para
conseguir un acceso más rápido a la UE, reclama la independencia de un estado serbio
funcional y “unitario”.

Claro que Horowitz se refiere preferentemente al caso de las “secesiones por dificultades
interétnicas”, que parecen ser la norma en Europa Oriental. Claro que existen también otras
posibilidades: una sociedad que se autodetermina y prefiere un desarrollo futuro separado.
Fue el caso de Eslovaquia y, en lo fundamental, de Eslovenia.

El caso de la ex Yugoslavia es bastante ilustrativo. La comunidad internacional en


una primera fase apoya la secesión de Eslovenia, Croacia sosteniendo que resulta
evidente que la convivencia de diversas nacionalidades en el país resulta imposible.
Luego, en el caso de Bosnia insiste en mantener lo que en definitiva fue una mini-
Yugoslavia para volver a respaldar el separatismo albanés en el caso de Kosovo.

Los ejemplos recientes que conocemos de secesiones exitosas “no coloniales” (para
ajustarnos a la terminología de Paco Veiga) han supuesto siempre la desaparición del estado
anteriormente existente: URSS, Yugoslavia, Checoslovaquia.

Y es natural. Como recuerda Horowitz, fuera del caso colonial, la secesión no se acepta.
Así que todas las secesiones lo son por causa de fuerza mayor. En general, porque
desaparece el estado al que se pertenecía (la regla general, sancionada por Badinter en el
caso de Yugoslavia). En el caso báltico, porque no se reconocen los cincuenta años de

24
Véase <http://www.politika.co.yu/2003/0812/01_08.htm>. Milan Pajevic es un miembro destacado
de G17 Plus, un partido serbio que aboga por la separación de Serbia y Montenegro.

- 58 -
Balkan (REES), 4 (2003)

pertenencia a la URSS (con las consecuencias que esto ha tenido para los llegados durante
esos cincuenta años, convertidos de repente en ciudadanos de ningún país).

Se comienza con quejas que la vida en la federación perjudica los intereses


nacionales de una unidad federal. Se bloquea el funcionamiento de las instituciones
federales y se demuestra que, efectivamente la federación no funciona. Y luego se
toma la decisión de salirse del país federal unilateralmente, sin esperar acuerdo
alguno,

En este contexto, es fácil comprender que existan los que han defendido la secesión de las
repúblicas yugoslavas desde una perspectiva antisecesionista. Así, por ejemplo, creo haber
leído declaraciones del Embajador Westendorp defendiendo la estatalidad independiente
de Bosnia-Hercegovina (el producto de una secesión) frente a los separatistas serbobosnios.

Está también la cuestión de la identidad. Para gran parte de los futuros ciudadanos del
futuro (nuevo) estado independiente, la “pertenencia” al estado anterior puede formar parte
de su identidad (en diversos grados; en España el CIS suele hacer encuestas preguntando
a la gente si se considera “sólo catalán” -o andaluz, o vasco, o gallego-, “más catalán que
español”, “tan como”, “más español que catalán” o “sólo español”; el porcentaje de los que
se declaran “sólo catalanes” suele ser bastante bajo). La lealtad al nuevo estado es más fácil
si el anterior desaparece (forma parte sólo del pasado; la identidad con él es una
manifestación de nostalgia, como el recuerdo de la juventud). Esto nos explica el disgusto
de las repúblicas separadas por el hecho de que Serbia-Montenegro siguiera utilizando el
nombre de Yugoslavia (en la prensa y literatura oficial de estos países fue frecuente el uso
de la siglas “tzv SRJ” -autodenominada RFY- para referirse al estado serbomontenegrino).

El discurso del unilateralismo es superfluo si no se cuenta con el fuerte apoyo de


afuera.

Creo que es cierto. Sin embargo, estamos tratando de un fenómeno con muy pocos casos
conocidos. Cada ejemplo recoge la experiencia de casos anteriores e introduce nuevas
variantes. El hecho de que el unilateralismo sin fuerte apoyo (¿patronazgo?) exterior no

- 59 -
Modelos balcánicos para nuevas independencia

haya tenido éxito hasta ahora no implica necesariamente que resulte por completo
imposible en el futuro.

13 Agosto 2003
Francisco Veiga

Los ejemplos recientes que conocemos de secesiones exitosas "no coloniales"(para


ajustarnos a la terminología de Paco Veiga) han supuesto siempre la desaparición
del estado anteriormente existente: URSS,Yugoslavia,Checoslovaquia.

Y es natural. Como recuerda Horowitz, fuera del caso colonial, la secesión no se


acepta.

¿Estás seguro de poder mantener estas afirmaciones, incluso con el apoyo de Horowitz?

16 Agosto 2003
José-Miguel Palacios

Creo que podemos dar por terminado (de momento) el debate que hemos mantenido en la
lista sobre los modelos ex-yugoslavos de acceso a la independencia. Hemos avanzado en
la comprensión del fenómeno, hemos empezado a identificar detalles característicos y
aspectos esenciales; y hemos también comenzado a elaborar categorías.

No está nada mal por el momento, pero creo que nos sigue faltando una base conceptual
adecuada para dar el gran salto adelante. Mi sugerencia sería incorporar un enfoque
“transitológico” a los estudios sobre independencia. Se empezó a avanzar de verdad en los
estudios de transiciones cuando se dejó un poco de lado el aspecto moral (los buenos contra
los malos) para concentrarnos en cuestiones formales (cómo funciona, qué grupos existen,
qué intereses, cómo interaccionan). Evidentemente, en los estudios de transiciones no se
excluye por completo el aspecto moral (en cuanto que se asume que un régimen

- 60 -
Balkan (REES), 4 (2003)

democrático es más perfecto que uno no democrático), pero existe un esfuerzo claro por
limitar la influencia de esta cuestión (frente al término peyorativo “dictadura” los
transitólogos utilizaron el mucho más neutro “régimen autoritario”, por ejemplo).

Creo que nos dará mucho juego el mirar las independencias ex-yugoslavas desde este punto
de vista; olvidar si estaban justificadas, o no; si nos gustan (en este tema parece que nos ha
ocurrido a los españoles como durante la I GM, que hemos librado a través de otros una de
nuestras discusiones interna) o no; si son buenas, o no. Nos conviene aceptar en principio
que tan buena es una solución como la otra, eliminar el aspecto moral (o propagandístico)
de las acciones de unos y otros (olvidarnos del “carnicero de los Balcanes”, sediento de
sangre; y de los valientes luchadores por la libertad, dispuestos a arrostrar los mayores
peligros por salvar a sus pueblos) y concentrar nuestra atención sobre aspectos formales:
cómo se hizo, qué medidas tuvieron éxito y cuáles no, etc. etc.

En alguna ocasión hemos discutido sobre el futuro de la balcanología: en qué direcciones


puede orientarse la disciplina. Esto nos da un ejemplo bueno: dar ejemplos que pueden
servir para analizar problemas generales, o presentes en otras partes del mundo.

- 61 -
Modelos balcánicos para nuevas independencia

- 62 -
Balkan (REES), 4 (2003)

Criminalidad balcánica
Un breve artículo publicado en la edición catalana de El País vino a recordarnos que los
Balcanes se han convertido durante los últimos años en origen de parte de las mafias
internacionales que operan en nuestro país y en otros de Europa Occidental.

23 Febrero 2003
Francisco Veiga

La edición de El País de hoy publica en su página 6-Cataluña un interesante reportaje a


cargo de Pere Ríos, de la redacción de Barcelona. La pieza se titula: “La delincuencia que
vino del Este” y pasa revista de forma sistemática a los grupos violentos y organizados que
actúan en Barcelona y área metropolitana “con métodos que sorprenden a la policía”.

Al autor los clasifica como: kosovares, rumanos-moldavos, serbios-eslovenos-macedonios


y albaneses-bosnios. El trabajo se basa en sendas entrevistas al Jefe del Grupo II del Crimen
Organizado, Jefatura Superior de Policía de Cataluña, y al Subjefe de la División de
Investigación Criminal de los Mossos d´Esquadra.

En líneas generales no hay muchos datos nuevos sobre lo que ya sabe cualquier lector
habitual de la prensa en relación al modus operandi de cada uno de los grupos, aunque hay
alguna anécdota. Por ejemplo, que los kosovares (sic.) “siempre que se identifican,
mencionan el grado militar que tenían cuando combatían en el Ejército de su país” (sic.)
¿Se refiere Pere Ríos al ejército federal yugoslavo o al UÇK? No deja de ser interesante esa
insistencia en difuminar la nacionalidad de los delincuentes como kosovares, metiendo en
cajón aparte a los “albaneses y bosnios” y “serbios-eslovenos-macedonios”. ¿Hacia un
“hecho diferencial kosovar” por el delito? ¿O es que los órganos policiales de investigación
andan un poco despistados? Mal asunto entonces si un clan albanés guego resulta que tiene
prolongaciones en Kósovo y Montenegro y algunos de sus chicos se han especializado en
el robo y venta de coches (por poner un ejemplo). Por otra parte, o Pere Ríos o los policías
se han olvidado de los búlgaros, que andan abriendo automóviles y otras lindezas.

- 63 -
Criminalidad balcánica

23 Febrero 2003
Zoran Vujic

Por propia experiencia (he hablado de este tema con los policías en Barcelona), Pere no
tiene ni idea de lo que esta escribiendo. La Policía sabe muy bien con quién está trabajando
y cuáles son los problemas. Hay mafias mixtas serbo-bosnio-croatas, pero nadie se mezcla,
de momento, con los albaneses. Habría que hablar con ese periodista y explicarle algunas
cosas.

24 Febrero 2003
Francisco Veiga

En efecto, a mí también me da la impresión de que el periodista anda despistado. De todas


formas, lo que me extraña es que agrupe a los albaneses y bosnios por un lado y a los
kosovares por otro. Y no es la primera vez que en la prensa de aquí hablan de delincuentes
“kosovares” de forma muy pudorosa.

8 Julio 2003
Francisco Veiga

Dado que, efectivamente, el interés por la desarrollada criminalidad en los Balcanes está
en alza -en relación a la perspectiva de integración en la UE de esa zona- permitidme
aportar mi granito de arena sugiriendo una de las direcciones de los “maestros” italianos:
se trata de la web del CeSPI (Centro Studi di Politica Internazionale) Dossier ASCOD sobre
“Criminalità nei Balcani”. De paso, merece un vistazo el workshop ASCOD sobre: “Il
futuro dell'Europa Sud Orientale tra integrazione europea e sviluppo locale”, celebrado el
pasado 4 de julio. La dirección es: http://www.cespi.it/

- 64 -
Balkan (REES), 4 (2003)

Reconciliación y yugonostalgia
En una lista que ha estado demasiado volcada hacia la discusión del pasado, surgió la
oportunidad de orientarse hacia el futuro y discutir sobre la forma de conseguir la
reconciliación de los pueblos yugoslavos, tras una década de guerras. Curiosamente, todo
acabó con una nueva mirada hacia atrás, buscando refugio en la yugonostalgia de Aleksa
Djilas.

23 Febrero 2003
Francisco Veiga

En un artículo reciente de Natasa Kandic se planteaba el problema de la reconciliación de


los pueblos balcánicos y la forma de alcanzarla. Creo que siguen abiertas cuestiones como:

a) ¿Es necesaria la reconciliación?

b) ¿Es posible la convivencia sin reconciliación?

c) Los juicios, tal y como están planteados, ¿favorecen o dificultan la reconcilia-


ción?

d) ¿Qué otras vías se nos ocurren para alcanzar la reconciliación?

11 Agosto 2003
Dalibor Soldatic

A los amigos que lean textos en serbio les recomiendo la serie de artículos del Dr Aleksa
Djilas (hijo del famoso disidente Milovan Djilas) titulada “Discurso póstumo a Yugosla-
via”. Politika lleva ya siete días publicándolos. He aquí algunos títulos y subtítulos:

- 65 -
Reconciliación y yugonostalgia

- Un diálogo imaginado. Pero, amigos míos de Occidente: ¿es que algún pueblo se
ha merecido la guerra civil? ¿No se ha castigado suficientemente a los serbios?

- Sueños sentimentales. Resultaría vanidoso creer que las murallas de odios se van
a derrumbar ante el sonido de las trompetas liberales que tocan la melodía de la
reconciliación.

- Posibilidades para la democracia. ¿Es que realmente resulta tan difícil imaginarse
una Yugoslavia democrática en una Europa nueva?

- Comunismo y tolerancia. No hay pruebas de que el comunismo yugoslavo haya


sido más severo que los demás, pero sí hay pruebas de que fue más suave.

No resisto la tentación de traducirles unas cuantas líneas yugonostálgicas :

Naturalmente, nosotros los eslavos del Sur nunca más vamos a vivir en un estado común:
hay demasiadas tumbas, marcadas y sin marcar; los refugiados pocas veces vuelven a sus
casas y nunca perdonan a los que les expulsaron de sus hogares; las ruinas seguirán
mutilando la imagen de las ciudades y aldeas por mucho tiempo. Resultaría vanidoso creer
que las murallas del odio van a derrumbarse ante el sonido de las trompetas liberales que
tocan la melodía de la reconciliación.

Pero si la unidad yugoslava a tiempo completo es imposible, una variante de tiempo


incompleto puede alcanzarse. Los pueblos de la ex Yugoslavia siguen viviendo unos junto
a otros - sea lo que sea lo que desean sus líderes - mientras que los factores económicos,
culturales y de seguridad nos dicen que hay que cooperar. Los que nos identificamos con
la "idea" yugoslava, quienes apoyamos el "yugoslavismo", tenemos que aprovechar
nuestras fuerzas para impulsar tal cooperación. Y no roguemos para ello a nuestros
gobiernos que nos ayuden. En la época de la privatización, apoyémonos en la iniciativa
privada para que ayude la resurrección parcial de la unidad yugoslava.

Si estamos de acuerdo en que en un sentido más profundo las víctimas musulmanas y


croatas a manos serbias han sido también víctimas serbias, y viceversa, entonces en la

- 66 -
Balkan (REES), 4 (2003)

guerra civil yugoslava ninguna de las partes pudo vencer y solamente pudo ser derrotada.
Los niveles de derrota, naturalmente, fueron diferentes. Los musulmanes bosniacos
perdieron un mayor porcentaje de sus territorios y tuvieron más víctimas que los serbios,
mientras que los serbios las tuvieron más que los croatas. Pero, al mismo tiempo, todos
nosotros ( incluyendo a eslovenos, montenegrinos y macedonios), en la cima de esa escala
imaginada de los sufrimientos yugoslavos, todos nosotros hemos sido igualmente
derrotados, todos nosotros somos víctimas - porque ya no tenemos Yugoslavia.

Ya puedo oírles, amigos míos de Occidente, cómo dicen: éstos son sueños sentimentales,
ilusiones, un mundo que existe solamente en la imaginación de un "yugonostálgico"
crónico, empedernido, obstinado y no arrepentido. Quizás estén ustedes en lo cierto,
amigos míos de Occidente, y no cabe duda alguna que todos los nacionalistas de la ex
Yugoslavia, los que han inventado la expresión "yugonostálgico" para despreciarnos y
ridiculizarnos a nosotros, sus críticos, estarían de acuerdo con ustedes. Pero a mí no me
da ni la más mínima verguenza admitir que sigo queriendo a ese país que ha sido
asesinado cruelmente y sin motivo alguno para ello por sus maléficos hijos. Realmente, en
el próximo censo de la población tengo la intención de declararme yugoslavo. Lo he sido
en los censos de 1971, 1981 y 1991, y lo soy ahora.

Nosotros, los repudiados yugonostálgicos, admitimos la derrota y que el estado yugoslavo


único ya no va a ser creado de nuevo, pero no vamos a permitir que su damnatio memoriae
siga sin nuestra oposición ni vamos a reconocer que los asesinos de Yugoslavia estuvieron
en lo cierto. Yugoslavia fue inocente; ellos son los culpables. Ese país demasiado
calumniado no sofocaba las culturas nacionales, ni ellas han llegado a florecer después
de su desaparición; no nos sojuzgaba, ni estamos libres ahora; ninguna tiranía ha sido
derrocada, ni se ha logrado la liberación. Los nacionalistas antiyugoslavos no han
realizado ningún acto heroico: simplemente han cometido un vil matricidio. Ninguno de
ellos se ha distinguido como líder político o militar y, sobre todo, no se ha ganado un
prestigio internacional. Ninguno ha pronunciado nunca un discurso inspirado, emocionan-
te, ni ha dicho algo sabio o espiritual que deberían recordar las generaciones futuras.

- 67 -
Reconciliación y yugonostalgia

26 Agosto 2003
Francisco Veiga

Según cuenta Politika (Belgrado), la Asamblea Parlamentaria de Bosnia-Hercegovina ha


decidido prohibir legalmente los chistes sobre rubias, en el marco de la lucha para la
igualdad de los sexos.

El humor puede ser una buena vía para las reconciliaciones nacionales. Al menos, un
primer paso. Por lo tanto, saludo con optimismo y esperanza el decreto de la Asamblea
Parlamentaria de BiH, esperando que otros gobiernos y parlamentos balcánicos sigan por
ese camino.

- 68 -
Balkan (REES), 4 (2003)

Censos en la antigua Yugoslavia


La publicación de los primeros resultados del censo montenegrino, según los cuales una
parte importante de la población había pasado a declararse serbia, dieron pie a un debate
sobre la influencia que los acontecimientos políticos de los últimos años está teniendo
sobre la autodefinición nacional de los ciudadanos de la antigua Yugoslavia. En este
aspecto, Montenegro se ha revelado como un caso excepcional. Frente a la tendencia
generalizada hacia la homogeneización étnica, la pequeña república mediterránea ha
pasado a convertirse, a tenor de la estadística, en binacional y las dos minorías
tradicionalmente presentes en su territorio (bosniaca-musulmana y albanesa) tienen a
partir de ahora un tamaño considerable en relación con los grupos mayoritarios.

8 Diciembre 2003
José-Miguel Palacios

El diario belgradense Politika informe en su edición del 7 de diciembre (“Poredjenje u


Crnoj Gori sa Popisom iz 1991. godine. Srba znatno vise”), que, según los primeros
resultados del censo de 2003, el porcentaje de ciudadanos que se declaran “serbios”, que
era del 9,5% en 1991, puede elevarse ahora al 30%.

La información no se basa en resultados oficiales (los hasta ahora divulgados se refieren


a número total de habitantes, sin distinción de nacionalidad), y el autor del artículo los
atribuye a “filtraciones”, que califica de “dignas de confianza”.

De ser cierto lo que informa Politika, a pesar de que no ha habido migraciones masivas (un
cierto número de serbios de Croacia y de Bosnia-Hercegovina se ha asentado en algunas
comunas), los “serbios” estadísticos constituirían casi la tercera parte de la población, y
serían mayoritarios en algunas comunas del norte de la república: Andrijevica, Savnik,
Zabljak, Pluzine, Pljevlja. En otras comunas, los “serbios” se acercan a la mayoría: Kolasin,
Mojkovac, Berane.

Algunos resultados interesantes:

- 67 -
Censos en la antigua Yugoslavia

Podgorica: 56% montenegrinos, 25% serbios.


Bar: 45% montenegrinos, 25% serbios.
Budva: 39% montenegrinos, 37% serbios.

Como dato curioso, se advierte una tendencia a que los “eslavos musulmanes”, que hasta
1991 se declaraban “Musulmanes”, lo hagan ahora como “Bosniacos”. Aunque siguen
coexistiendo ambas denominaciones, la segunda es tres veces más utilizada que la primera.

Un último detalle: más de las dos terceras partes de los montenegrinos llaman “serbio” la
lengua que hablan, lo que indica que, a pesar de la tendencia a utilizar las denominaciones
“lengua bosnia” o “lengua montenegrina”, la mayoría de los miembros de estas nacionalida-
des sigue utilizando el nombre tradicional. En relación con este tema, en su edición del 6
de diciembre, informaba que el Vicepresidente de la Asamblea de Montenegro, Dragan
Kujovic (miembro del DPS25), había declarado el sábado que en la nueva Constitución de
Montenegro debería declararse el “montenegrino” lengua oficial de la república.

¿A qué obedecería este aumento del número de “serbios” en Montenegro?

Parece que la diferenciación nacional entre serbios y montenegrinos ha sido hasta ahora
mucho más débil que la existente entre el resto de pueblos yugoslavos. Se dan casos (como
el de los Milosevic) en que, de dos hermanos de padre y madre, uno se declara serbio
(Sloba) y otro se declara montenegrino (Bora).

“Montenegrino” ha sido una autodenominación muy cómoda, ya que abarcaba varios


sentidos diferentes: para se trataba de una “categoría regional” dentro del pueblo serbio;
para otros, una variedad subétnica de los serbios; para unos terceros, una nación diferente,
aunque muy próxima, y para unos cuartos, una nación tan distinta de la serbia como puedan
serlo la croata o la bosniaca. Mientras no había que elegir, tantos significados diferentes
podían coexistir sin problemas.

25
Demokratska Partija Socijalista (Partido Democrático de los Socialistas). Es el partido del Primer
Ministro Djukanovic, del Presidente de la república, Vujanovic, y del Presidente federal, Marovic. Sucesor
de la Liga de los Comunistas de M ontenegro, ha gobernado ininterrumpidamente desde las primeras
elecciones democráticas (1990).

- 68 -
Balkan (REES), 4 (2003)

Ahora parece que se acerca la hora de la verdad. La independencia de Montenegro podría


producirse dentro de dos años; o también podría consolidarse una confederación donde las
dos repúblicas vivieran vidas separadas e acometieran intensos procesos de construcción
nacional. En estas condiciones, que obligan a la gente a elegir, hay algunos que ya no van
a sentir fácilmente compatibles sus identidades montenegrina y serbia. Además, para
empeorar las cosas, la antigua identidad común, yugoslava, que podría haber servido de
“amortiguador” o “paraguas”, ha desaparecido.

9 Diciembre 2003
Srdjan Darmanovic

No dispongo aún de los datos exactos del censo, pero la cifra de un 30% de serbios, o algo
menos, no me extrañaría. Desde hace tres años nuestras encuestas vienen indicando la
existencia de tales tendencias. Esperemos los resultados oficiales para poder analizarlos
tranquilamente.

20 Diciembre 2003
Foro de Estudios Balcánicos

Según el diario de Podgorica Vijesti (19-12-2003), los resultados provisionales del censo
montenegrino indican la siguiente distribución de la autoidentificación nacional:

POBLACIÓN TOTAL 672656 100%


Montenegrinos 273.366 40,64%
Serbios 201.892 30,01%
Bosniacos 63.272 9,41%
Albaneses 47.682 7,09%
Musulmanes 28.714 4,27%
Croatas 7.062 1,05%
Gitanos 2.875 0,43%

- 69 -
Censos en la antigua Yugoslavia

POBLACIÓN TOTAL 672656 100%


Nacionalmente indefinidos 27.715 4,12%

Si comparamos estos resultados con los de 1991, vemos que el número de montenegrinos
ha disminuido en 107.101, mientras que el de serbios ha aumentado en 144.439.

Las ciudades en que los montenegrinos constituyen más del 50% de la población son
Cetinje (90,28%), Niksic (62,5%), Danilovgrad (67,93%), Podgorica (54,94%), Kolasin
(50,35%)y Mojkovac (54,77%). Vemos, pues, que entre ellas se encuentran las dos
ciudades más importantes, así como la capital histórica.

Por último, hay que tener en cuenta que los clasificados como Musulmanes no se
consideran miembros de una nación distinta a los clasificados como Bosniacos, sino que
han utilizado la denominación tradicional frente a la introducida en 1994 en Bosnia-
Hercegovina y, con posterioridad, en otras partes de la antigua Yugoslavia.

20 Diciembre 2003
Foro de Estudios Balcánicos

También en el censo de la República de Serbia del año 2002 (no incluye la región de
Kósovo) se registra un importante descenso de las personas que se declaran “montenegri-
nas”: su número se ha reducido en cerca de un 50%, desde los 120.000 de 1991 a los 70.000
de 2002. Al igual que en el caso de la república meridional, la diferencia no parece deberse
a la existencia de importantes movimientos migratorios, sino a la modificación de la forma
en que los ciudadanos se identifican a sí mismos.

Las diez primeras nacionalidades en Serbia pasan a ser:

Serbios 6.212.838 82,86% Yugoslavos 80.721 1,08%


Húngaros 293.299 3,91% Croatas 70.602 0,94%
Bosniacos 136.087 1,82% Montenegrinos 69.049 0,92%
Gitanos 108.193 1,44% Albaneses 61.647 0,82%
Indefinidos 107.732 1,44% Eslovacos 59.021 0,79%

- 70 -
Balkan (REES), 4 (2003)

Como curiosidad, las 5 “nacionalidades titulares” de Voivodina registran los porcentajes


que las columnas de la izquierda de la siguiente tabla. Curiosamente, las nacionalidades que
se indican en las columnas de la derecha son más numerosas que alguna las titulares:

Serbios 65,05 % Croatas 2,78 %


Húngaros 14,28 % Válacos 1,43 %
Eslovacos 2,79 % Bunjevci26 0,97 %
Rumanos 1,50 %
Rusinos 0,77 %

En la ciudad de Belgrado, los serbios son los más numerosos (89,92%), pero los yugoslavos
ocupan un segundo lugar (1,41%), mientras que los montenegrinos son los terceros
(1,34%). De las restantes naciones de la antigua Yugoslavia, destacan los croatas (0,66%)
y los macedonios (0,53%).

22 Diciembre 2003
Dalibor Soldatic

Añado a los resultados ya expuestos que el último censo hecho en Serbia muestra también
una disminución del número de montenegrinos. Se han registrado, según Politika, unos
setenta mil, mientras que en 1991 eran cincuenta mil más. A nivel de Serbia y Montenegro
el número de habitantes que se declaran montenegrinos, comparando con el censo anterior,
ha disminuido en 160.000 personas.

Es curioso el hecho que el censo montenegrino de 1981 registraba unos 400.000


montenegrinos y menos de veinte mil serbios, lo que significa que en dos decenios el
número de serbios se ha multiplicado por diez.

26
Los bunjevci son un pequeño pueblo eslavo de la zona de Subotica. De religión católica, su lengua
propia era un dialecto afín al serbocroata. En Zagreb se los considera una variante regional del pueblo croata.
Desde Belgrado, por el contrario, se ha favorecido que se consideren un pueblo independiente. Entre ellos
mismos, hay quienes se consideren croatas y hay quienes no.

- 71 -
Censos en la antigua Yugoslavia

Es evidente que no se trata de una explosión demográfica, sino que el cambio en el número
de habitantes resulta de los cambios políticos en Montenegro. Ello viene a complicar aún
más la escena política yugoslava, ya que ahora la opción separatista en Montenegro, aunque
sea más factible, viene a ser más problemática.

- 72 -
Balkan (REES), 4 (2003)

Bosnia. Intervención internacional y construcción estatal


Una serie de artículos aparecidos en publicaciones internacionales a lo largo del verano
de 2003 planteó la cuestión de la eficacia de la acción internacional en Bosnia-
Hercegovina. Para los más radicales, casi diez años de fuertes inversiones políticas y
económicas no están creando un estado viable y una democracia consolidada, sino que,
por el contrario, han venido a introducir importantes disfunciones que será difícil
superar. Otros, por el contrario, piensan que se va por buen camino y que las dificultades
coyunturales no pueden hacernos olvidar los grandes éxitos ya alcanzados.

En Balkan seguimos con atención este debate, glosamos sus momentos de mayor interés
y aportamos también nuestros puntos de vista.

27 Septiembre 2003
José-Miguel Palacios

Iraq nos está devolviendo a la actualidad algunos temas balcánicos. En particular, el caso
de Bosnia-Hercegovina, con más de siete años de “state-building” dirigido por la
comunidad internacional está atrayendo un interés considerable. En esta ocasión se estudia,
sobre todo, cuál ha sido la estrategia internacional, en qué puntos ha resultado positiva y
en qué otros ha sido negativa.

Una de las contribuciones más polémicas de los últimos tiempos es la de Gerald Knaus y
Felix Martin (ESI) en el número de julio de Journal of Democracy271.

Su tesis básica es que los rectores internacionales de BiH se han extralimitado considerable-
mente, han abusado de sus poderes extraordinarios y, finalmente, han acabado imponiendo
sus caprichos, no lo que el país estaba necesitando. Es muy caracaterístico de su
pensamiento el siguiente párrafo.

27
KNAUS, Gerald y M ARTIN, Felix. “Travails of the European Raj. Lessons from Bosnia and
Herzegovina”. Journal of Democracy 14, 3 (Julio 2003): 60-74. Puede encontrarse en internet en la siguiente
dirección http://www.journalofdemocracy.org/articles/KnausandMartin.pdf.

- 73 -
Bosnia. Intervención internacional y construcción estatal

There are, finally, lessons for future international missions. The experience of Bosnia
shows the ease with which a state-building mission may start out with unlimited powers to
meet extraordinary circumstances and end up as an uncomfortable caricature of a
Utilitarian despot. No mission should be relied upon to impose limits on itself. The Bosnian
illusion, shared by a large international human rights and democratization community, has
been that universal laws of power-including the well-known tendencies of institutions to
pursue their self-interest, reject blame for failures, evade hard decisions, and prolong their
own tenures-somehow do not apply in the case of well-intentioned international
state-building missions. The Bosnian reality shows clearly, however, that such laws
describe the behavior of an international mission just as accurately as that of any other
public institution.

11 Octubre 2003
Francisco Veiga

Recientemente se ha producido un boom a pequeña escala de libros relacionados con la


recuperación económico-social o la transición política en Bosnia. Insisto en que no es un
fenómeno de importantes dimensiones, pero han ido apareciendo algunos libros, aquí y allá,
que tratan este asunto. En el contexto de la inminente desaparición de Izetbegovic -el gran
símbolo de la Bosnia postitoísta- y de la retirada de las tropas norteamericanas de la
república, el fenómeno recoge claras resonancias: se trata de hacer balance de la era
posterior a Dayton porque la “comunidad internacional” está plegando, definitivamente,
velas en la zona.

11 Octubre 2003
José-Miguel Palacios

Hace unos días mencionábamos el artículo que publicaban en Journal of Democracy Gerald
Knaus y Felix Martin. La tesis que defienden los autores consiste en que la misión

- 74 -
Balkan (REES), 4 (2003)

internacional en Bosnia ha acabado creando un sistema de “imperialismo liberal”, no muy


diferente del que guiaba las administraciones coloniales (la británica en la India, por
ejemplo) durante el siglo XIX28.

La aparición de esta situación se debería a un par de circunstancias interconectadas:

a) the early days of the Bosnian mission clearly demonstrated that some coercive powers
were required in order to enforce the peace agreement.

b) the introduction of these powers has led to the creation of a European Raj. Does this
mean that there was an inherent contradiction between the demands of democratization
and the imperatives of peace-building in an unstable environment? Or is there a way to
institute extraordinary powers such that they do not expand indefinitely?

Algunas de las paradojas que produce esta situación son las siguientes:

a) Muchos de los funcionarios internacionales parecen convencidos de que puede crearse


la democracia por medios sustancialmente no democráticos: What Bosnia and Herzegovina
needs is not democratic domestic politics, but government by international experts.

b) A pesar de la insistencia en que los propios bosnios sean protagonistas del proceso, la
realidad sigue siendo que todas las decisiones importantes las adoptan extranjeros. In
Bosnia and Herzegovina, outsiders do more than participate in shaping the political
agenda-something that has become the norm throughout Eastern Europe, as governments
aspire to join the European Union. In BiH, outsiders actually set that agenda, impose it,
and punish with sanctions those who refuse to implement it.

c) La Oficina del Alto Representante no es responsable de hecho ante ningún poder


democráticamente elegido. In fact, the OHR is not accountable to any elected institution
at all. It answers to a biennial gathering of foreign ministries, the Peace Implementation
Council (PIC), which it chairs and whose report it normally drafts. Its mandate is
open-ended.

28
Gerald Knaus es el director de la European Stability Initiative (ESI), un think-tank con base en Berlín
y Sarajevo. Felix Martin es el secretario general de la ESI.

- 75 -
Bosnia. Intervención internacional y construcción estatal

El problema de la falta de control sobre los poderes de los órganos internacionales es que,
a diferencia de lo que ocurre normalmente en una democracia consolidada, pueden ser
utilizados de modo arbitrario. Missing from the outset, however, were substantive or
procedural checks on the use of the new powers. In a mission whose staffers were worried
about potential abuses of authority by local figures, the absence of any serious thought
concerning limits on the mission's own extraordinary powers was remarkable.

The Bonn powers [base de las competencias actuales del Alto Representante] had become
instruments of bureaucratic convenience, their sweeping use justified in public on vague
and general grounds, and little restrained by basic principles of individual responsibility
and due process. All of this was happening, moreover, in the name of “strengthening the
rule of law”.

Este estilo de actuación está produciendo unos efectos negativos en el funcionamiento del
sistema político bosnio. Por una parte, los ciudadanos no se sienten comprometidos con las
reformas (a pesar de lo mucho que se habla de “bosnian ownership” del proceso, tienen
claro que han sido impuestas desde fuera). Por otra, los poderes públicos se sienten poco
responsables ante los ciudadanos, de cuya voluntad política depende sólo en parte su
elección (y en nada su posible destitución) y mucho ante los órganos internacionales. Por
último, son frecuentes las quejas en las tres comunidades nacionales por las injustificadas
intervenciones de los órganos internacionales en asuntos internos bosnios.

Por supuesto, estas protestas sólo se producen cuando la decisión les perjudica. En otros
casos, asistimos a intentos claros de manipular en propio beneficio las decisiones
internacionales. As the deputy head of the OHR political department noted at the time: “It
is not only the other international agencies and some embassies who would like to use the
High Representative's powers for their games, but now even local parties try to
instrumentalise us against their opponents”.

Los autores destacan que estas tendencias, lejos de disminuir, tienden a aumentar con el
tiempo. Each successive chief of the OHR has used the Bonn powers more frequently.
Westendorp (1997-99) handed down an average of four impositions a month, a figure that
Petritsch (1999-2002) tripled. Paddy Ashdown, who began his tenure in May 2002, is
currently imposing about 14 decisions each month.

- 76 -
Balkan (REES), 4 (2003)

Como conclusiones internas, los autores señalan que these examples underscore the two
dynamics that have characterized the international mission in Bosnia.

a) First, there are the moving goalposts. In the early days of the protectorate, its stewards
described their challenge as the establishment of law and order and basic public
institutions. As those aims were met, the nationalist parties emerged as culprits in the
failure of Bosnian democracy. Once they lost power, general crime and corruption (and,
as occasional references since September 11 would have it, “terrorism”) became the
difficulties in Bosnia.

b) The second dynamic has been the way in which the OHR's powers have expanded to
meet each newly defined challenge.

Las propuestas de solución que efectúan los autores son las siguientes:

a) First, the case of every dismissed official must be reviewed, and the effect of every
legislative imposition must be assessed by an independent commission set up especially for
the purpose, ideally by elected Bosnian legislators who might be joined by members from
elected assemblies abroad such as the European Parliament or the U.S. Congress. Banning
individuals for life from public employment or political office without even giving them a
chance to confront the charges against them plainly violates even the most basic notions
of due process and is simply unacceptable in a democratic country.

b) Likewise, the imposition of institutions without public participation, whose costs are to
be borne by Bosnian taxpayers, violates the most basic democratic link between taxation
and representation.

c) Any dismissal power needs to be accompanied by precise rules explaining the emergency
conditions under which OHR may even consider such a step. Where a domestic remedy
exists (whether through the local courts or through administrative procedures), OHR
interventions should be barred in principle. Finally, all the principles of good governance
that apply to domestic institutions should also apply to OHR: transparency, public access
to information, and a clear set of procedures available to the public.

- 77 -
Bosnia. Intervención internacional y construcción estatal

La experiencia bosnia sugiere a los autores una consideración general sobre intervenciones
exteriores, algo que, en las actuales circunstancias, puede ser de interés en otras zonas del
mundo: The experience of Bosnia shows the ease with which a state-building mission may
start out with unlimited powers to meet extraordinary circumstances and end up as an
uncomfortable caricature of a Utilitarian despot. No mission should be relied upon to
impose limits on itself. The Bosnian illusion, shared by a large international human rights
and democratization community, has been that universal laws of power-including the
well-known tendencies of institutions to pursue their self-interest, reject blame for failures,
evade hard decisions, and prolong their own tenures-somehow do not apply in the case of
well-intentioned international state-building missions. The Bosnian reality shows clearly,
however, that such laws describe the behavior of an international mission just as
accurately as that of any other public institution.

Una conclusión particular: este tipo de misiones internacionales puede resultar muy útil
para detener un conflicto y para calmar inicialmente la situación. Para que sean útiles
también en la construcción de la democracia, las competencias internacionales deben tender
a disminuir y estar sometidas a una serie de controles similar al que lo están las competen-
cias de los órganos democráticos (puede haber checks sin democracia, pero no democracia
sin checks).

En cualquier caso, lo que resulta especialmente dudoso es que intervenciones de este tipo
puedan ayudar a crear un estado que sea considerado como propio por la mayor parte de sus
habitantes. De hecho, la guerra surgió a causa del desacuerdo sobre la idea del estado, y
muchas de las medidas que adoptan los órganos internacionales están motivadas por la
necesidad imperiosa de mantener su existencia, sea cual sea la voluntad política de sus
habitantes.

- 78 -
Balkan (REES), 4 (2003)

13 Octubre 2003
José-Miguel Palacios

El artículo de Knaus y Martin, como pieza destinada a la polémica, no podía quedar sin
respuesta. Una de las más interesantes es la que publicó Florian Bieber en Transitions on
Line el pasado 31 de julio29.

La intervención de Bieber respondía a una réplica previa de Valery Perry (International


Crisis Group), para quien the quality of the decision-making by most political parties is
inadequate, and support for the decisions of the high representative in opinion polls, or the
absence of widespread resistance, is in fact the lesser evil or even more democratic and
transparent than decision-making by local politicians.

En general, Bieber se encuentra más próximo de las posiciones de Knaus/Martin que de las
de Perry. En particular, por lo que respecta a la figura del Alto Representante (AR), observa
que:

C No responde ante los ciudadanos bosnios, principales beneficiarios teóricos de su


acción.

C El miedo a los otros y la arbitrariedad de las acciones del AR favorecen a las


alternativas nacionalistas radicales

C El AR no debería preocuparse por ser popular. El que resulte más rentable hacer
lobby ante la OHR que ante las autoridades del país supone un elemento de
distorsión importante en el sistema político bosnio.

C Las elecciones bosnias, más que para elegir a los gobernantes, están sirviendo para
que la ciudadanía castigue políticamente al Alto Representante

Sin embargo, a diferencia de Knaus/Martin, sostiene que:

29
http://balkanreport.tol.cz/look/BRR/article.tpl?IdLanguage=1&IdPublication=9&NrIssue=1&NrSection=2&NrArticle=10315

- 79 -
Bosnia. Intervención internacional y construcción estatal

C La acción del Alto Representante no es necesariamente negativa para los ciudada-


nos. Tiene papel como árbitro.

C Hay que tener en cuenta la incapacidad de la clase política local (es un tema que
Knaus y Martin silencian)

Al final de su artículo, Bieber nos ofrece sus sugerencias sobre lo que conviene hacer: What
needs to be realized is that the current institutional setup does not work; that before
international actors reduce their intervention, the institutions have to be reformed; and that
no simple majoritarian democracy is going to work in Bosnia. This framework leads to the
conclusion that there is a need for a new constitutional and institutional framework for
Bosnia. This should not be a Dayton 2: It should not be imposed from without or reopen
issues that were resolved more or less satisfactory at Dayton. Instead, the constitutions
need to be changed, for which, unlike elsewhere in the Dayton Accords, there is a regular
domestic process. As this process is likely to be highly controversial, the high representati-
ve and others have been doctoring the symptoms instead of recognizing one (but not the
only) core problem of Bosnia today.

Al hilo del artículo de Bieber, se me ocurren algunos comentarios personales:

Los partidos y políticos bosnios no pagan el precio de su mal gobierno porque la ciudadanía
entiende que no son los auténticos responsables de la dirección del país. Por ello, como
Bieber señala, Bosnian voters choose political leaders not on the basis of their performance
or ability to improve their quality of life, but out of instrumentalized fear or as a protest
vote.

El problema estatal sigue siendo determinante. No existe consenso sobre el estado (gran
parte de la población, en particular muchos serbios y croatas, aceptan resignadamente, pero
sin ningún entusiasmo, que Bosnia-Hercegovina es el país en el que les corresponde vivir;
pero preferirían que las fronteras y los pasaportes fueran diferentes). La actitud hacia el
problema estatal sigue determinando el sentido de voto de muchas personas (si recordamos,
ya Rustow hace más de 30 años señalaba que el consenso sobre el estado era un requisito
básico para su modelo de transición a la democracia).

- 80 -
Balkan (REES), 4 (2003)

Si hay una prioridad dentro de la acción internacional es la construcción y consolidación


del estado bosniohercegovino independiente, precisamente uno de los temas que resultan
más discutibles dentro del propio país. Si se va a una reforma institucional, el árbitro (Alto
Representante) decidiría, muy probablemente, desde este punto de vista. Ello lo convertiría
de forma automática en un árbitro no neutral, porque lo que distancia a unos bosnios de
otros es, sobre todo, el estado al que consideran su país, no si se debe privatizar más o
menos, o si la policía debe ser eficaz o corrupta.

13 Octubre 2003
Francisco Veiga

Creo que estamos ante un caso en el que todos los críticos tienen su parte de razón. Eso no
suele ser buena señal, porque indicaría que el fallo está en la base misma del sistema, en
este caso, la organización del actual Estado bosnio (Daytonland). Desde ese punto de vista,
yo estaría de acuerdo con la afirmación de Bieber:

This framework leads to the conclusion that there is a need for a new constitutional
and institutional framework for Bosnia

El problema es que quizás planteado ahora o dentro de algún tiempo, tendría unos efectos
indeseables. Quizás en Dayton o inmediatamente después, debería haberse introducido un
calendario preciso para el relevo y reforma de un modelo que inicialmente sirvió para
detener la guerra, pero que no necesariamente tiene validez a largo plazo. Dicho de otra
manera: posiblemente hubiera sido más inteligente y previsor dejar claro que el modelo de
estado surgido en Dayton, incluyendo la estructura de administración internacional, tenía
una fecha de caducidad fija, inamovible y precisa. Él actual planteamiento favorece la
eternización de los problemas al diferir sine die las soluciones.

Por otra parte, me temo que hay un problema de teorización “en vacío” que tampoco crea
el marco favorable para la eficacia resolutiva. Por ejemplo, tomemos otra afirmación del
mismo Bieber:

- 81 -
Bosnia. Intervención internacional y construcción estatal

Bosnian voters choose political leaders not on the basis of their performance or
ability to improve their quality of life, but out of instrumentalized fear or as a
protest vote.

¿Seguro que la mayoría de los bosnios tiene tiempo y humor para tales cálculos y votos de
castigo? No cabe duda de que unos cuantos miles pueden pensar así, pero no estoy seguro
de que sean la mayoría que decide las votaciones. No tengo mucha experiencia directa, pero
por los artículos, denuncias, informes y material leído sobre los procesos electorales,
además de los comentarios de amigos en esta lista que tienen mucha veteranía de trabajo
sobre el terreno, da la sensación de que un porcentaje significativo de la población vota “lo
que le conviene” o “lo que le mandan”. El hecho de que el director de su puesto de trabajo
o el kum que se lo suministró pertenezca a tal o cual opción y presione para que se vote por
ella, creo que tiene mucha importancia en Bosnia. Dicho de otra manera, se ha instituciona-
lizado un sistema “macro-caciquil” con unas reglas muy precisas e interesadas que no son
las que corresponden a una democracia occidental.

En base a esto, me da la impresión (de nuevo escribo desde el terreno de la incertidumbre


y la intuición) de que la relación política de los “gestores” del voto ciudadano con el AR
e instituciones administrativas internacionales, incorpora a veces elementos de
“negociación dura” que pueden llegar al chantaje. También, en muchas ocasiones, el voto
“contra” el AR sería una forma de desviar la atención hacia los fallos propios de los
partidos hegemónicos.

Desde este punto de vista, parece como si el AR y todo el tinglado administrativo


internacional fuera en buena medida rehén del actual sistema político bosnio, y no al revés.
Una vez más, el factor tiempo juega a su favor: los bosnios siempre vivirán ahí; los
extranjeros, tarde o temprano, se irán. Y en base a ello, y recordando a Vietnam, los
partidos hegemónicos (sistema macrocaciquil autóctono) gana si no pierde, mientras el AR
pierde si no gana. Así, la responsabilidad de los partidos hegemónicos bosnios en la
“negociación” y “control” del AR deviene muy importante, y en realidad, todos los actores
locales (incluyendo el AR) lo saben.

14 Octubre 2003
Dalibor Soldatic

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Balkan (REES), 4 (2003)

Hablando del tema de Bosnia recordarán los amigos que participan en la lista Balkan que
en una de las primeras intervenciones en el debate había citado a un notable ex-diplomático
italiano y comentarista de La Stampa de Turín, Sergio Romano, quien desde un principio
señaló que en el proceso de desintegración de Yugoslavia se habían creado dos estados
artificiales y que por lo tanto tenían poco porvenir: Bosnia y Macedonia. Resulta que
ahora, tantos años después, la comunidad internacional se da cuenta que el Estado bosnio
no funciona.

Pero, eso se sabía desde antes de Dayton. El plan Cutilheiro iba en una dirección mejor pero
no se aplicó. Dayton se firmó porque hubo consenso absoluto en una cosa: había que parar
esa terrible y sangrienta guerra. Eso se logró. Después se necesitó de un Alto representante
que actuara como un gobernador o virrey en las colonias latinoamericanas. Eso funcionó
mientras el AR tenía en sus manos las llaves de la caja con el dinero. Pero ahora el dinero
afluye cada vez menos y ese Estado que sigue dividido, donde tanto croatas como serbios
tienen la mirada puesta en la “madre patria” y los musulmanes o “bosniacos” como
prefieren llamarlos ahora ya no pueden recibir toda la ayuda de los países islámicos después
de Afganistán, Irak etc., el AR, no funciona de la misma manera . Y las elecciones políticas
se siguen decidiendo sobre plataformas políticas nacionales que cubren el territorio de las
entidades nacionales. Llevan más de diez años votando así.

Evidentemente, no hay salida de allí salvo que se busquen otras soluciones. ¿Cuáles pueden
ser? Creo que la única salida viable es la incorporación de Bosnia a una entidad mayor tipo
Unión Europea en la que la división entre las entidades ya no tendría mucha importancia.
Puesto que no creo que Bosnia sea el candidato ideal para la Unión Europea, lo mismo que
los demás países de la ex-Yugoslavia, y puesto que tampoco creo en la posibilidad de
reconstruir una nueva Yugoslavia, después de tanta sangre derramada y odios reanimados,
la única solución que parece ser posible es una amplia Unión de Países Balcánicos o, mejor
dicho (ya que muchos no quieren ser considerados balcánicos), Unión de Países
Sudeuropeos. Esa unión podría ser el socio de la UE, podría crear su sistema Schengen de
visados, zonas de libre comercio etc. etc. Ello podría abrir perspectivas de prosperidad

- 83 -
Bosnia. Intervención internacional y construcción estatal

económica a los países que siguen viviendo todo un desastre económico. Claro, para eso
se van a necesitar recursos.

La verdadera pregunta es ¿en qué medida el contribuyente europeo y americano estará a


dispuesto a pagar la cuenta? Habría que recordarle que el juego de la comunidad
internacional en la zona de los Balcanes ha costado ya más de lo debido y amenaza con
seguir costando. Más vale una buena inversión que dinero gastado cada día en vano. Y el
hecho de que se esté gastando dinero en vano viene demostrado por lo que ocurre en
Kósovo donde después de la intervención de las fuerzas de la OTAN estamos lejos de ver
imponerse un sistema democrático y la coexistencia pacífica entre las diversas naciones que
viven. Si el ideal democrático por el que decidió intervenir la comunidad internacional
después de Rambouillet fue ver que los niños serbios tengan que ir a la escuela, en las pocas
localidades en las que quedan, acompañados por las patrullas de la KFOR, UNMIK o quien
sea, entonces estamos hablando diferentes lenguajes políticos.

Lamentablemente el problema sigue siendo el mismo. En lugar de orientarse hacia el futuro


todos siguen leyendo los libros de historia. Nadie quiere dejar de lado el pasado y tratar de
construir un pasado nuevo. Mientras tanto el tiempo pasa para generaciones enteras.

15 Octubre 2003
José-Miguel Palacios

Christophe Solioz es otro de los especialistas que se han sumado al debate desatado por el
artículo de Knaus y Martin.

Solioz (Transitions on Line, 07.08.2003) recuerda la postura que durante años ha


mantenido ESI (think-tank al que pertenecen Knaus y Martin) sobre la actuación
internacional en Bosnia. En 2000-2001, para ESI “The essence of the ownership strategy
should be to use international influence, even in an intrusive fashion, to create Bosnian
institutions capable of taking responsibility for the new state”. Una vez creadas estas
instituciones, habrían de ser ellas las que se ocuparan de tomar las decisiones (en particular,

- 84 -
Balkan (REES), 4 (2003)

sobre la reforma) que necesita el país. No es bueno que sean los internacionales quienes se
encarguen de gobernar Bosnia-Hercegovina.

Aunque, en principio, Solioz comparte este argumento, cree que Knaus y Martin han
llevado sus consecuencias hasta un extremo peligroso. Aduce, en particular, que son los
propios bosnios los que muy a menudo reclaman mayor intervención internacional para
superar determinados bloqueos (y cita, en particular, la petición de protectorado
internacional realizada en enero de 2000 por los redactores del semanario Dani).

Frente a lo que cree radicalismo de Knaus y Martin, Solioz defiende la línea del Alto
Representante y entiende que perseverando en el camino emprendido podrá empezarse un
traspaso paulatino de poderes desde los órganos internacionales a los de BiH.

En esta línea, es importante que se trabaje para una reforma institucional en profundidad
de BiH, que haga posible la superación de las contradicciones de Dayton. Al igual que hace
Ashdown, Solioz no defiende un Dayton 2 (foro de negociación abierto, donde podrían
plantearse muchas cuestiones, en particular, de carácter regional), sino una reforma interna
alcanzada mediante el consenso. Evidentemente, en las condiciones actuales, la reforma
sólo podría afectar a aquellos puntos que determinase el AR, y el consenso siempre podría
conseguirse por medio de presiones.

La corrección de esta línea viene avalada por la reacción positiva de la población: In


contrast to some foreign and local experts, polls indicate that the majority of Bosnians view
these constitutional changes as positive. The figures tend to prove that there is increasing
public support for Bosnia and Herzegovina as a state of equal citizens and peoples in all
areas and among all cultural communities, according to a 2002 report by the United
Nations Development Program (UNDP).

El problema es que, después de tantos años de presencia internacional intrusiva, años en


que la estrategia más rentable era buscar el apoyo internacional a la propia postura, años en
que la oposición a la voluntad de OHR (o de funcionarios concretos) era castigada con la
destitución, ya no podemos estar seguros de que lo que dicen los bosnios sea lo que de
verdad piensan. Todos los políticos intentan hablar en “políticamente correcto” (y son
votados más por lo que son que por lo que dicen), los diarios -todos o casi todos

- 85 -
Bosnia. Intervención internacional y construcción estatal

subvencionados- no se salen de lo marcado, y es posible también que la gente haya


aprendido a decir en las encuestas lo que se supone que tiene que decir. Si fuera así, no
tendríamos ya ninguna base sólida para intentar entender la situación bosnia, ya que todos
los fenómenos observables serían puramente virtuales, “aldeas de Potiomkin” levantadas
al gusto del Alto Representante.

¿Qué hay detrás de las lonas pintadas, en el viejo tamni vilajet? Esperemos que todo sea
mejor de lo que se temen los pesimistas y que esos cuatro millones de compatriotas
europeos puedan en estos próximos años dar el gran salto adelante.

17 Octubre 2003
Francisco Veiga

Si en el presente debate sobre Bosnia sumamos las opiniones ajenas que hemos ido
glosando, más las propias de miembros de la lista que han intervenido, tenemos ya un
abanico que comienza a ser amplio y variado, aunque se confunden todavía síntomas,
diagnósticos y tratamientos. ¿Podemos intentar ordenarlo un poco?

a) Parece claro que Daytonland va mal. A estas alturas coinciden todos: los expertos, los
observadores, los mismos bosnios y hasta los representantes de la administración
internacional. ¿Alguien tiene por ahí algún análisis en clave positiva?

b) Posiblemente las cosas podrían haber ido mejor, quién lo duda. Con el plan Cutilheiro
y sobre todo, sin llegar a la guerra o habiéndola atajado antes, no existiría la hipoteca de
sangre que debe amortizarse ahora. Pero eso es historia-ficción y no creo que cuente
demasiado para enderezar la solución actual. De hecho, las potencias intervinientes
repitieron errores cometidos en Bosnia: primero en Kósovo, luego en Macedonia y
posteriormente en Afganistán e Irak. Aunque son intervenciones provocadas por motivos
puntualmente diferentes, no dejan de ser intervenciones todas ellas y forman parte de un
estilo intervencionista inaugurado tras la guerra fría.

c) En Bosnia (como en los otros casos) las soluciones radicales, panaceas, “varitas
mágicas”, etc. no existen. Eso se comprobó durante la misma guerra de Bosnia y después

- 86 -
Balkan (REES), 4 (2003)

se convirtió en un axioma. Arreglar una cosa a veces significa estropear otra, y en conjunto
se trata de aplicar tratamientos complejos, “baterías de medicamentos”, tener en cuenta los
prolongados tiempos de espera, contentar a todos los intervinientes, no estropear el resto
de los procesos en curso y un larguísimo etc.

d) Las opiniones de expertos que venimos reseñando no aportan en realidad nada nuevo ni
demasiado imaginativo, más allá de la constatación reiterada de que la cosa va mal. El
estilo políticamente correcto que impregnó el lenguaje político impuesto por la administra-
ción internacional en Bosnia-Hercegovina también se traspasó a los analistas, cooperantes,
funcionarios, expertos y toda la extensa población de ONGs que poblaron la república
durante años, antes de irse retirando. En cierta manera, todos tienen pecadillos que esconder
(junto con la mayoría de los partidos bosnios locales) y nadie tira primeras piedras de peso
importante. Además, a ninguno se le ocurren soluciones viables estilo panacea (volvemos
al punto anterior). Hay que opinar (por algo se es experto en Bosnia), qué remedio queda,
pero me parece que los debates son más bien rutinarios.

e) La situación política en Bosnia parece completamente estancada, tanto en lo que respecta


a los partidos políticos como en lo referente a la administración internacional. Es evidente
que debe tomarse un nuevo rumbo, pero ¿cuál?

Al igual que hace Ashdown, Solioz no defiende un Dayton 2 (foro de negociación


abierto, donde podrían plantearse muchas cuestiones, en particular, de carácter
regional), sino una reforma interna alcanzada mediante el consenso. Evidentemen-
te, en las condiciones actuales, la reforma sólo podría afectar a aquellos puntos
que determinase el AR, y el consenso siempre podría conseguirse por medio de
presiones.

¿Se puede ser más impreciso que Solioz en menos líneas? Las potencias intervinientes en
Bosnia y la administración internacional desean evitar a toda costa un Dayton 2 o una
conferencia internacional para los Balcanes y eso es comprensible. Si no hay una solución
prefabricada y clara que los convocantes deseen imponer a priori, ese tipo de foros se
convierten en gallineros donde cada uno barre para sí y el resultado final es la suma de las
rebatiñas: un caos sumado al caos anterior. Lo malo es que no existe esa directiva general,
esa “panacea” que los convocantes deberían imponer y que no sólo solucionara el problema

- 87 -
Bosnia. Intervención internacional y construcción estatal

bosnio, sino también el kosovar y los demás. Por lo tanto, lo que Solioz parece sugerir es
el “modelo gangster”: te llevo a una esquina y te arranco el consenso en voz baja. No digo
que volver a la diplomacia secreta del XIX no funcione, pero me parece que en todo caso
“remendaría” algunos problemas y no sería la solución global clara y transparente que
Bosnia necesitaría.

f) Perdonad que insista, pero yo vuelvo sobre el factor “fecha de caducidad”. Como
mínimo, suele ser indicativa de una cierta honestidad y voluntad resolutiva. Pensad en un
golpe de estado: cuando se produce, los observadores siempre están atentos al crucial
anuncio de las nuevas autoridades: ¿Será una situación reversible a corto plazo o no?
Cuando en el comunicado pertinente se recoge la intención de convocar elecciones a uno
o dos años vista, hay un suspiro general. Fijaros en el caso de Irak: lo primero que dijeron
los americanos es que no sabían cuándo se irían. Mal asunto, muy mal asunto. Ahí hay gato
encerrado y consiste en que:

C Los intervinientes no tienen ni idea de cómo arreglar la situación.

C Los intervinientes se van a tomar su tiempo, al margen de los locales y de la


comunidad internacional, para completar lo que han ido a hacer allí; pero por alguna
sospechosa razón, prefieren no explicarlo.

Por lo tanto, yo comenzaría por anunciar que se va a fijar una fecha para la retirada de
administración internacional, previa solución, total o parcial, de los problemas pendientes.
Así se empezó en Dayton y gracias a eso se llegó a un acuerdo. A continuación,
recapitularía los problemas pendientes que impiden el funcionamiento de Bosnia como un
estado plenamente soberano. Haría un cálculo de tiempo realista, y en marcha.

Llegados a este punto suele sacarse a colación la frase: “El día en que nos vayamos de allí
volverán a matarse”. Yo no lo veo así, pero en todo caso, si se comprueba que tal
posibilidad es real, cabría preguntarse por la viabilidad presente del Estado bosnio tal como
está configurado, como una Yugoslavia en miniatura gobernada por un Tito de importación,
pero sin el carisma del mariscal. En realidad, el problema es más grave, porque la
Bosnia-Yugoslavia de la actualidad no es un sistema de partido único, encarnado en la Liga
de Comunistas de Bosnia, sino un campo de batalla político dominado por tres partidos

- 88 -
Balkan (REES), 4 (2003)

hegemónicos de signo nacionalista que se reparten a medias con el AR el ejercicio de una


especie de “caciquismo ilustrado”. Pero en el fondo, el problema reside en que Bosnia está
gobernada por los vencedores de una guerra: vencedores fueron los partidos nacionalistas
en sus respectivos territorios (por eso controlan los medios de producción, el voto y el
poder) y vencedora fue la administración internacional. En 1995 el plan americano consistió
en que todos fueran vencedores para ir a Dayton en igualdad de condiciones; y en esas
estamos y así continuamos. De ahí el gran empate político que gobierna Bosnia, mantiene
el statu quo, pero impide la evolución hacia formas nuevas.

18 Octubre 2003
José-Miguel Palacios

Aunque ya estamos entrando en el debate de fondo, quizá estemos aún a tiempo de


incorporar alguno de los textos recientes que pueden considerarse de referencia. Uno de
ellos es el informe del ICG “Bosnia's Nationalist Governments: Paddy Ashdown and the
Paradoxes of State Building”, distribuido el 22 de julio.

Para el ICG, no es tan malo que el gobierno formalmente reformista de la Alianza por el
Cambio fuera sustituido tras las últimas elecciones por los nacionalistas. Éstos no tienen
más remedio que poner en práctica el programa de reformas sugerido por el Alto
Representante y, al no estar en la oposición, carecen de otra alternativa que apoyarlo.

Curiosamente, según el ICG el principal incentivo que mueve a estos partidos a obrar no
es ya la amenaza de uso de los “poderes de Bonn”, sino el señuelo de la integración
europea.

En cualquier caso, y como la mayor parte de los observadores, el ICG destaca la pasividad
de los actores locales bosnios. The now non-rotating chairman of the CoM, Adnan Terzic,
whom Ashdown prefers to refer to as Bosnia's prime minister, has thus far failed to exert
the leadership necessary [¿tiene la suficiente base de poder propia como para ser aceptado
como líder real por una mayoría suficiente de ciudadanos?] to break such impasses or to
move from declarative endorsement of reform to its realisation. The CoM reacts, but does

- 89 -
Bosnia. Intervención internacional y construcción estatal

not yet act. The entity governments are no more coherent or competent. The initiative
remains almost entirely with the High Representative, and there it is likely to stay for some
time yet.

Así que la conclusión de ICG es que el Alto Representante debe ser más intrusivo si quiere
llegar a dejar de serlo. Como señala ICG, “The terminal phase of the international
community's belated effort to build a self-sustaining state in BiH will be replete with
paradox”, y en la frase es significativo el elemento “paradoja”, pero también lo es la
“construcción del estado como objetivo fundamental, y casi único (una vez que la guerra
ha desaparecido como posibilidad real)”.

Y, si los bosnios no colaboran en la construcción de este estado (que quizá no les gusta
demasiado), entonces se hará sin contar con ellos. “If these commissions realise their
potential to undo the worst effects of BiH's partition at Dayton, the High Representative
could have recourse to more such issue-specific bodies. The hope then would be that the
cumulative effect of ad hoc reassessments of what the constitution allows will create the
consensus required for a fully-fledged domestic revision of BiH's constitutional
architecture. But if the commissions fail to adopt state-boosting options, there may be no
alternative but for the international community to address constitutional obstacles directly.
The fact that it is doing so already in promoting amendments that would permit the
Constitutional Court to take over the mandate of the Human Rights Chamber could set a
potent precedent”.

Y la pregunta surge: ¿se puede basar un estado, una democracia, sobre la ausencia de un
mínimo consenso interno? ¿Puede la iniciativa exterior actuar como sustituto del consenso
interno? Según la experiencia española, ello no debería ser así, aunque quizá podríamos
codificar unas condiciones en las cuales conviene que el consenso real sea sustituido por
un consenso virtual, impuesto.

19 Octubre 2003
Francisco Veiga

Para el ICG, no es tan malo que el gobierno formalmente reformista de la Alianza


por el Cambio fuera sustituido tras las últimas elecciones por los nacionalistas.

- 90 -
Balkan (REES), 4 (2003)

El ICG tampoco tiene muchas opciones, excepto parecerle bien el cambio.

Éstos no tienen más remedio que poner en práctica el programa de reformas


sugerido por el Alto Representante y, al no estar en la oposición, carecen de otra
alternativa que apoyarlo.

Es decir, acatarlo pero no cumplirlo. Creo que llevamos unos cuantos días enzarzados en
estos argumentos que giran en el vacío. El mismo ICG lo reconoce unas líneas más abajo:

En cualquier caso, y como la mayor parte de los observadores, ICG destaca la


pasividad de los actores locales bosnios.

Y para terminar, la guinda;

Y, si los bosnios no colaboran en la construcción de este estado (que quizá no les


gusta demasiado), entonces se hará sin contar con ellos.

En ese caso, lo más adecuado sería diseñar un juego para PC: “Construya su propio Estado
bosnio” con ayuda de Mario Bross. No hace falta mucha IA para eso.

Y la pregunta surge: ¿se puede basar un estado, una democracia, sobre la ausencia
de un mínimo consenso interno? ¿Puede la iniciativa exterior actuar como sustituto
del consenso interno?

Una vez más, eso depende del tiempo. Si se hace a cien años vista, es posible, de la misma
forma que se crearon estados como Nigeria o Zaire. O Nicaragua, Guatemala, etc. En una
plazo de 20 años, no lo parece. Como no conocemos el timing", no hay respuesta.

Pero en realidad, el problema no es el que señala Jose, porque tampoco es el objetivo


verdadero. El principal secreto de la intervención internacional en Bosnia es que no hay
secreto. Cada vez parece más plausible que uno de los objetivos es, simplemente, mantener
el statu quo hasta que llegue el momento de largarse de allí. De momento los norteamerica-
nos ya lo están consiguiendo (aunque a cambio del precio terrible de haber quedado presos
de patas en Irak). Llegará un día en que nadie se fijará en Bosnia, importará poco lo que
ocurra allí, la inversión exterior, política y financiera, superará con creces los beneficios...

- 91 -
Bosnia. Intervención internacional y construcción estatal

y entonces, tras pergeñar algún tipo de pantalla jurídico-política, se irán los principales
valedores de la administración internacional.

De hecho, el lenguaje del ICG ya contiene un trasfondo bastante indicativo: “Seguiremos


allí al margen de la voluntad de la ciudadanía bosnia, lo cual implica que nos iremos
cuando nos parezca bien (previa constatación de que los bosnios no nos merecen)”.
Posiblemente, el relevo generacional que comporta la desaparición de Izetbegovic sea el
primer paso para el comienzo del fin.

23 Diciembre 2003
José-Miguel Palacios

Hace tiempo que no tratábamos este tema y lo traemos de nuevo a colación por unas
declaraciones efectuadas ayer en Trebinje (República Srpska) por el Presidente del Partido
Socialista de la República Srpska, Petar Djokic (en tiempos, Presidente de la Asamblea
Nacional).

Según Djokic, los socialistas serbobosnios pedirán la disolución de la Federación de


Bosnia-Hercegovina (entidad croato-bosniaca) y que el país quede estructurado en diez
unidades federales: la República Srpska y los diez cantones de la Federación.

En palabras de Djokic, “la actual BiH puede durar como país sólo mientras estén presentes
las fuerzas internacionales de paz”.

La existencia de la Federación es uno de los problemas estructurales de BiH:

C Por el nombre, capital (Sarajevo) y representar la mayor parte del potencial


económico de BiH, es fácil identificarla con el país en su totalidad. De hecho, la
Federación nació en los acuerdos de Washington como una alternativa de
reestructuración de “todo el país” y tuvo siempre presente un “hueco” para los
representantes serbios.

- 92 -
Balkan (REES), 4 (2003)

C Tras la decisión sobre el carácter constituyentes de los tres pueblos bosnios en todo
el territorio, ha perdido sentido el concepto “daytoniano” de la Federación como
entidad croato-bosniaca.

C En el terreno práctico, los ciudadanos de la Federación dependen de nada menos


que tres gobiernos distintos (cantonal, federal y del estado), con competencias no
siempre claramente distribuidas.

Esta propuesta socialista serbobosnia conduciría, evidentemente, a una simplificación de


la estructura administrativa del estado. Lo que pasa es que desde la Federación alguien
pediría que se viera acompañada por la desaparición de la República Srpska y su división
en cantones (3 a 5), algo que, probablemente, no entra en los cálculos de Djokic.

- 93 -
Bosnia. Intervención internacional y construcción estatal

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Balkan (REES), 4 (2003)

Terminología de la antigua Yugoslavia: Ljubljana


El conflicto de los años noventa obligó a periodistas, diplomáticos y analistas de habla
hispana a desarrollar una terminología específica que les permitiera abordar un tema que,
en nuestra lengua, había sido muy poco tratado. En algunos casos, se llegó sin dificultad
a soluciones que fueron generalmente aceptadas. En otros, sigue existiendo hoy en día
una cierta indefinición y se carece aún de una norma única. Finalmente, en alguno
concreto, la propia evolución de los acontecimientos está haciendo que la opción inicial
empiece a revelarse inconveniente, por lo que parece que puede llegarse a su revisión.

Durante varios meses a lo largo de 2003 debatimos en la lista cuál debería ser la forma
más correcta de nombrar la capital eslovena: Ljubljana (versión tradicional) o alguna de
las castellanizaciones que con frecuencia se pueden encontrar en los últimos tiempos.

3 Junio 2003
José-Miguel Palacios

El nombre de la capital de Eslovenia (Ljubljana) resulta gráficamente chocante en nuestro


idioma, y difícilmente pronunciable para los hispanohablantes.

En un artículo en Cuadernos del Este30 César Luis Díez y yo hemos defendido el criterio
de respetar para las ciudades de la antigua Yugoslavia su nombre en idioma original,
siempre que no exista un término generalmente aceptado en español. Según esta norma,
deberíamos conservar Ljubljana, precisamente en la misma forma en que lo utilizan los
eslovenos.

Nos parece todavía un criterio perfectamente válido para escribir sobre la antigua
Yugoslavia. Los tiempos, sin embargo, están cambiando. Eslovenia será dentro de nada un
socio dentro de la UE, la distancia entre los dos países no es excesiva y podemos suponer
que vamos a necesitar hablar de la capital de Eslovenia mucho más a menudo que en el

30
PALACIOS, José-Miguel y César Luis DÍEZ. “Terminología del conflicto de la antigua Yugoslavia”.
Papeles del Este, 5 (2003). <http://www.ucm.es/BUCM/cee/papeles/05/10.pdf> (30 ene 2003).

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Terminología: Ljubljana

pasado. En este contexto, lo normal es que nuestro idioma acabe produciendo un término
más fácilmente utilizable por españoles e hispanoamericanos.

La carrera ya ha comenzado. Si visitáis la página web de nuestro MAE, en ellas se emplea


ya una versión diferente de la original: Liubliana. Si buscáis en google, veréis que, además
de ésta, se están utilizando, al menos, Liubiana y Lubiana.

¿Seríamos capaces de llegar a un consenso terminológico dentro de la lista y proponerlo a


los principales medios de información en nuestro idioma?

11 Junio 2003
César Luis Díez

En la forma eslovena <Ljubljana>, tenemos dos veces la aparición de un fonema palatal


lateral, representado ortográficamente por un dígrafo <lj>. Este mismo dígrafo lo
encontramos, por ejemplo, en las otras lenguas de la zona para representar fonemas
equivalentes. Ahora intentemos analizar las formas que se pueden proponer para adaptar
el término, teniendo presente lo siguiente:

1. En el sistema español, un dígrafo com <lj> no tendría interpretación fonológica. Y en el


caso de intentar generarla, sería la suma de una <l> + una <j> (fonológicamente /l + x/).

2. En el sistema español (o, en los sistemas, teniendo en cuenta una perspectiva dialectal)
sí existen fonemas parecidos a los presentes en las lenguas eslavas, representados por las
grafías <ll> e >y>.

Una vez expuesto esto veremos lo que ocurre con las distintas formas:

1. Ljubljana: forma original. Problema: dar un valor palatal al dígrafo <lj> en español.

2. Liubliana: la secuencia <li> reproduce bastante bien el valor fonológico palatal del
digráfo <lj> que aparece en la lengua original. Es más, desde un punto de vista histórico
(aunque no venga demasiado al caso), en nuestra lengua bastantes palatales tuvieron su
origen en secuencias /l + i/

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Balkan (REES), 4 (2003)

3. Liubiana: forma poco afortunada por su falta de coherencia interna: la primera <lj> se
representa por <li> y la segunda sólo por <i>.

4. Lubiana: otra forma poco afortunada. El grupo "incómodo" <lj> se "simplifica" de dos
maneras diferentes (¡en la misma palabra!): con <l> y con <i>.

Por tanto, si tuviera que elegir me quedaría con la segunda forma (<Liubliana>); aunque
propongo dos soluciones más:

1. Mantener el original citando en algún momento la transcripción con el fin de facilitar la


interpretación del dígrafo: Ljubljana /llubllana - yubyana/. Problema: la transcripción no
refleja exactamente una palatal lateral, sino más bien una central (el problema lo podríamos
solucionar usando el símbolo del Alfabeto fonético Internacional para la representación de
las palatales laterales -una letra landa griega invertida-).

2. “Crear” una forma en español cercana al original y que ayude a la pronunciación (más
o menos correcta) por su propia estructura fonológica en español. Ejemplo: <Lliublliana>.

11 Junio 2003
Francisco Veiga

Aunque me parece muy estimulante la propuesta de castellanizar nombres balcánicos, no


termino de ver muy claro que la iniciativa esté en consonancia con las tendencias culturales
de nuestra época. Lo cierto es que si nos miramos a nosotros mismos, lo que parece primar
es un retorno a las denominaciones originales: tras una fuerte campaña triunfó Girona sobre
Gerona, y Lleida sobre Lérida. No sé si se ha impuesto Donosti o Gasteiz en la misma
medida, pero como mínimo se ha logrado una cierta paridad de uso. Por lo demás, me temo
que hay toponímicos sobre los que la historia ha hecho su trabajo y no hay vuelta atrás.
¿Quién se referiría en nuestros días al “Tratado de Mastrique”, que es la adaptación
española de Maastricht?

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Terminología: Ljubljana

11 Junio 2003
José-Miguel Palacios

Lo cierto es que si nos miramos a nosotros mismos, lo que parece primar es un


retorno a las denominaciones originales: tras una fuerte campaña triunfó Girona
sobre Gerona, y Lleida sobre Lérida. No sé si se ha impuesto Donosti o Gasteiz en
la misma medida, pero como mínimo se ha logrado una cierta paridad de uso.

Creo que son ejemplos excelentes, porque ilustran bastante bien la tendencia que hay en
nuestro idioma. Desde luego, los locutores, periodistas y redactores del BOE van a utilizar
la forma que les marque el libro de estilo, así que creo que nos referimos, más bien, a lo que
se está hablando en la calle. Supongo que los que vamos ya para los 50 no somos muy de
fiar para apreciar cambios, porque es muy fácil que sigamos fieles a lo que aprendimos de
niños. Así que, si nos fijamos como hablan jóvenes de 15-20 años (es decir, los que lo han
aprendido todo con la nueva normalización en vigor) y lo hacemos fuera de las zonas
bilingües (supongo que alguien que utiliza dos idiomas corrientemente puede tener una
tendencia mayor a utilizar la misma forma en ambos), creo que los resultados son:

Lleida se ha aceptado muy bien, y puede llegar a desplazar por completo a Lérida
(aunque nadie dice lleidatano, sino, si acaso, leridano).

Apenas se oye Girona. Algunos hacen como los locutores de la televisión y


pronuncian “Yirona”.

Parece que la diferencia está en la pronunciación: mientras que Lleida resulta perfectamente
aceptable, Girona es casi impronunciable dentro de nuestro sistema fonético.

Creo que la tendencia es clara y que castellanizamos en la pronunciación todos los nombres
de ciudades que utilizamos, y que esto tiene muchas veces reflejo en el lenguaje escrito.
Nadie pronuncia Michigan o Chicago como los norteamericanos, sino de una manera
perfectamente españolizada, y prácticamente todos optan por Nueva York (Nuevayor) o
Nueva Orleans frente a New York y New Orleans.

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Balkan (REES), 4 (2003)

Por supuesto que si un topónimo apenas se utiliza, lo normal es que conserve su forma
original y si alguien se lo tropieza lo pronuncie como buenamente pueda (Middelsborough,
por ejemplo). El problema que comentamos reside en que Ljubljana, capital de un socio
comunitario, puede ser un topónimo bastante más utilizado de lo que lo fue en el pasado.

11 Junio 2003
Francisco Veiga

Es mucho más utilizada “La Caixa” (millones de transacciones diarias) a pesar de que se
pronuncia: “La Caiksa”, “La Caicha”, o cosas peores. La dificultad en la pronunciación no
siempre produce el abandono o transformación del término, aunque se sazone con ironías
(recordemos a Roca “Chunchén”). En relación a Girona (muchas veces se convierte en
“Chirona”) y otros toponímicos al uso, me temo que los medios de comunicación son los
que marcan la norma, y no las generaciones. Si en las diversas cadenas de televisión se
impone su utilización, el común de la población de menos de 50 años no desea quedarse
al margen como unos “anticuados” y se apuntarán a “Yirona” con más pena que gloria.

Creo que la tendencia es clara y que castellanizamos en la pronunciación todos los nombres
de ciudades que utilizamos, y que esto tiene muchas veces reflejo en el lenguaje escrito.

Volvemos al tema de Maastricht o Schengen, nombres importantes en la Europa


comunitaria, con los cuales se brega como se puede (mucha gente olvida lo del “espacio
Schengen” y te hablan del “espacio ese”).

El caso es que Ljubljana, capital de un socio comunitario, puede ser un topónimo


bastante más utilizado de lo que lo fue en el pasado.

Supongo que es la excepción que confirma la regla. No habrá problemas con los demás,
incluyendo a Bratislava. Me temo que con Ljubljana tendremos que tragar lo que impongan
las televisiones, las nuestras y las extranjeras, aunque si no se produce allí algún evento
relevante que justifique un uso continuado, oiremos mucho lo de “la capital de Eslovenia”.
En el caso de la capital de Bosnia se impuso Sarajevo - con “J” fuerte- y no “Sarayevo”; en
cambio sobrevivió correctamente el club de fútbol Galatasaraj como “Galatasaray”.

- 99 -
Terminología: Ljubljana

Digo lo de los medios de comunicación extranjeros porque lo que aquí se ha hecho en


muchos casos ha sido castellanizar la versión internacional, no la local. Por eso decimos
“Belgrado” y no “Beogrado”, o “Bucarest” y no “Bucuresti”.

2 Diciembre 2003
Jorge Lucas

Los motivos de la opción del MAE por una denominación u otra para un país - y su capital
(Moldavia-Moldova, Belarús-Bielorrusia, etc) son generalmente plurales, y se toman en
cuenta varios criterios, como, por ejemplo, la denominación que utiliza la Dirección
General Política, en este caso, la D.G. de Europa, o la lista oficial de Estados Miembros de
Naciones Unidas (Iraq vs. Irak)31.

En última instancia, en este caso, el criterio que se ha seguido coincide con el del
diccionario ortográfico de la Real Academia, que utiliza Liubliana para designar la capital
de Eslovenia (aunque no siempre ese criterio es el definitivo: por ejemplo, para Azerbaiyán
el diccionario propugna “azerbayano”, cuando en la práctica, internamente, se utiliza -o se
utilizaba- el gentilicio azerí).

La UE también utiliza Liubliana en su documentación en castellano32 y en “Nomenclatura


Toponímica Internacional. Nombres de países, capitales, gentilicios y monedas Junio de
2003”33.

Por si resulta de interés pueden consultarse también:

http://europa.eu.int/comm/translation/bulletins/puntoycoma/37/pyc3721.htm

http://europa.eu.int/comm/translation/bulletins/puntoycoma/34/pyc346.htm

31
http://www.un.org/spanish/aboutun/unmember.htm.

32
http://europa.eu.int/abc/european_countries/new_eu_members/slovenia/index_es.htm.

33
http://europa.eu.int/comm/translation/currencies/estable1.htm.

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Balkan (REES), 4 (2003)

7 Diciembre 2003
José-Miguel Palacios

Microsoft utiliza LUBIANA. Intentad cambiar el huso horario en el reloj del ordenador y
lo veréis.

Me parece que es interesante como criterio, porque no suelen hacer nada “porque sí”. Todos
somos testigos de que la normalización del español informático le debe mucho al buen
hacer del departamento lingüístico de Microsoft.

7 Diciembre 2003
Jacinto Benito

Lubiana es el nombre italiano de Ljubljana.

Ahora, cuando estaba escribiendo esto, Word me señala como incorrecto el término
Lubiana y me da por correcto el de Ljubljana (corrección automática de textos). También
es incorrecta la expresión Liubliana, según ese criterio.

Yo creo, en todo caso, que la expresión más correcta es Liubliana. Pasa lo mismo que con
todos los términos geográficos provenientes de la Europa Oriental y Central que, después
de la caída del comunismo soviético, han adquirido, de repente, una especial relevancia, por
el motivo que sea.

Todo esto también depende de las modas. Yo creo más correcto escribir Mainz, Frankfurt,
Speyer o Saarbrücken que Maguncia, Francfort, Spira o Sarrebruck, adaptaciones al francés
de nombres alemanes que fueron adoptadas también, en su momento, y durante mucho
tiempo, por el español. En todo caso, no renuncio a otros términos como Munich, Colonia
o Hamburgo a cambio de Köln, München o Hamburg. Hubo una época en que se acentuaba
Washington, sólo por poner otro ejemplo.

A mí me sigue sonando mal Chequia. Pero es un término correcto, creo, atendiendo al


término equivalente checo; en todo caso, es una expresión que también se utiliza en alemán,

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Terminología: Ljubljana

neerlandés y francés. A muchos otros, también, les sigue sonando mal y prefieren utilizar
otros términos equivalentes, como Países Checos o República Checa, también muy
utilizados en la lengua checa.

9 Diciembre 2003
Juan Octavio Prenz

En mi traducción de Preseren, que ha sido presentada en Kranj el 3 de diciembre, me he


encontrado con el mismo problema. Dado que debía mantener la sonoridad del nombre (al
menos aproximada) por razones rítmicas y eufónicas, escogí la solución “Liubliana”, que
en este caso poético me parece la más afortunada. Tal vez, desde el punto de vista
estrictamente fonético la escritura debería ser “Llubllana”, pero en español el fonema “ll”
no forma sílaba con el fonema “b”, lo cual invalida semejante solución, pues se terminaría
pronunciando Llub-llana.

Creo que la solución “Liubliana” sería la más acertada y, además, la palabra me parece
realmente bonita. Me juego por ella. El italiano “Lubiana” es muy duro y demasiado
simplificado; me parece una clara demostración de pereza fonética. Bienvenido, pues,
“Liubliana”.

9 Diciembre 2003
Jasmina Markic

Liubliana es justamente la variante que yo propuse hace algunos meses ... Decía que si no
se puede dejar en la forma original, lo más adecuado para el español es Liubliana, y no
Liubiana, como denominan nuestra ciudad en italiano.

El profesor Prenz acaba de presentar su traducción de Preseren la semana pasada en Kranj,


pero no hablamos de Liubliana, ya que esta forma de escribir el nombre español de nuestra
ciudad de Ljubljana es aceptada hace ya bastante tiempo y nos parece normal.

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Balkan (REES), 4 (2003)

13 Diciembre 2003
Ivan Klajn

Por desgracia, no sé desde cuándo se utiliza en italiano la forma “Lubiana”, pero estoy
seguro de que es muy antigua, algo normal cuando se sabe que Ljubljana se encuentra a
menos de 40 kilómetros de la zona de habla italiana.

Fonéticamente es fácil de explicar, dado que el grupo /bj/ existe también en italiano como
reflejo de /bl/ (por ejemplo, “bianco” del germánico “blank”), y que se pasó también por
la fase /blj/.

No conozco ningún otro idioma en el que exista una adaptación del nombre “Ljubljana” (no
tengo en cuenta el alemán “Laibach”, que tiene evidentemente otra raíz).

Del español, teniendo en cuenta que está alejado geográfica e históricamente de Eslovenia,
no puede esperarse que disponga de una adaptación propia, y no existen tampoco razones
para que adopte la forma italiana, ya que Ljubljana no fue italiana ni el italiano ha sido en
ninguna parte idioma transmisor de este nombre. Teniendo en cuenta esto, creo que en
español se debe escribir la forma original “Ljubljana”. Por lo que respecta a la pronuncia-
ción, ustedes sabrán mejor que yo: quizá puedan convencer a sus compatriotas de que
pronuncien como en el original (la LJ- inicial no debería representar un problema, ya que
existen Lloret de Mar y otros ejemplos; la segunda LJ- es rara, ya que va después de
consonante, pero tampoco resulta imposible de pronunciar), o de que digan “Liubliana”,
que es una aproximación bastante buena. Otras pronunciaciones, como “Lubiana”, creo que
no se podrían justificar.

14 Diciembre 2003
Dalibor Soldatic

Completamente de acuerdo con el profesor Klajn. No veo motivo alguno para romperse la
cabeza inventando transcripciones cuando basta con utilizar el original. Ademas, creo que
es la praxis que se ha seguido en todos los casos en los que han aparecido nombres nuevos.

- 103 -
Terminología: Ljubljana

Las versiones españolas se han utilizado solamente para los nombres de ciudades y países
que han tenido contactos con España en el pasado. Si no me equivoco, en Naciones Unidas
hay una comisión especial que se ocupa de este tema.

Mientras lo averiguamos, mejor seguir con Ljubljana. Se evitan muchos problemas. Si no,
tendríamos que transformar Novi Sad en Nueva Sad, o Kragujevac en Kraguievatz.
Francamente, no. Un problema mucho mas interesante es cómo se llaman los habitantes de
las diversas ciudades. Los de Belgrado son belgradenses, pero, ¿y los de Ljubljana? ¿Y los
de Nis, Novi Sad etc.?

23 Diciembre 2003
Alberto Gómez Font

Alberto Gómez Font nos transmite la nota que ha distribuido el Departamento de Español
Urgente de la Agencia EFE, por la que modifica el criterio seguido hasta ahora en relación
con Ljubljana/Liubliana:

Ljubljana / Liubliana

En nuestra página de Internet34 damos instrucciones sobre los topónimos de la antigua


Yugoslavia, y decimos que debido a que esas lenguas (las de las repúblicas yugoslavas)
utilizan el alfabeto latino, sólo se nos plantean problemas de transcripción en algunos casos,
y en los demás debemos escribir los topónimos tal y como lo hacen ellos, sin cambiar
ninguna letra, excepto en casos como Belgrado, que es el nombre tradicional en español de
la ciudad que allí llaman Beograd.

Pero debido a la vacilación en el uso y a las dificultades de pronunciación que se presentan


en algunos nombres, replanteamos la cuestión a nuestro Consejo Asesor de Estilo y, tras
analizar los pros y los contras, hemos tomado la decisión de cambiar de criterio, sólo en el
caso de los topónimos de lenguas que en algún momento usaron el alfabeto cirílico, e
indicar que en las noticias de la Agencia EFE deben escribirse a partir de ahora tal y como

34
http://www.efe.es/esurgente/lenguaes

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Balkan (REES), 4 (2003)

suenan. Nos referimos especialmente a aquellos nombres en los que aparece una j con valor
de i en español. (Hay que tener en cuenta que en todos los nombres yugoslavos en los que
aparece la letra j, al leerla debemos pronunciarla como nuestra i, así Ljubljana, Skopje y
Vojvodina sonarán /liubliana/, /saraievo/, /skópie/ y /voivodina/).

Escríbase, a partir de la recepción de esta nota, Liubliana (en lugar de Ljubljana), Skopie
(en lugar de Skopje) y Voivodina (en lugar de Vojvodina).

No son aceptables las otras grafías (para el caso de Liubliana) que aparecen en las noticias
del banco de datos de la Agencia EFE: Liubiana / Lubiana, ni otras que hemos encontrado
en los medios de comunicación: Ljublianica / Ljubia / Ljublia.

23 Diciembre 2003
José-Miguel Palacios

Creo que después de varios meses de polémica y de numerosas contribuciones podemos


estar ya en condiciones de dar por concluido el debate sobre la mejor forma de nombrar en
español la capital de Eslovenia.

La mayor parte de los contribuyentes españoles o hispanoamericanos se ha mostrado en


favor de la forma Liubliana. Además, ésta es la forma que han acabado adoptando el
Ministerio de Asuntos Exteriores español, los diarios El País y ABC, y la agencia EFE.

Entre los contribuyentes ex-yugoslavos ha sido frecuente la defensa de la forma original


(Soldatic, Klajn), más acorde con la tradición de estos países, aunque no la eslovena
Jasmina Markic.

Nadie se ha manifestado en favor de aceptar una transformación más radical que facilite la
pronunciación por parte de hispanohablantes (Lubiana, como en italiano). Diversos
comentarios apuntaban a que se trataba de una simplificación excesiva, difícilmente
justificable.

Como resumen, creo que estamos en condiciones de respaldar LIUBLIANA como forma
normalizada en castellano del nombre de la capital eslovena.

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Terminología: Ljubljana

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Balkan (REES), 4 (2003)

Grecia, europea y olvidada


Grecia, que ocupa un lugar periférico dentro de la región, salta con poca frecuencia a las
páginas de los periódicos españoles y sólo circunstancialmente ha sido objeto de la
atención de la lista. ¿Tal vez no es un país balcánico de verdad? ¿O lo es simplemente
a veces? En este debate del mes de febrero de 2003 reflexionamos sobre estos temas e
hicimos uso de un concepto de “balcánico” que, quizá, compartan muchos de los
habitantes de la región: balcánico es nuestro pasado, y balcánica es también esa parte de
nosotros que no nos gusta y que se resiste a desaparecer. Por el contrario, “europeo” sería
nuestro futuro, nuestras buenas carreteras, nuestro orden y limpieza.

8 Febrero 2003
Francisco Veiga

En Grecia, el pasado martes 4 de febrero fue desarticulado en Grecia otro grupo terrorista
histórico: Lucha Revolucionaria del Pueblo (ELA), supuestamente creado en 1971. Esta
operación sigue a la desactivación del grupo 17 de Noviembre, el pasado mes de julio.
Parece que se estén llevando a cabo sustituciones de grupos en función de épocas. Ahora
ya no pintan nada los de tipo marxista-revolucionario y son más adecuados los de tipo
islámico-integrista. Curiosamente, El País le dedicó tanto espacio a esta noticia como a la
constitución de Serbia-Montenegro, el mismo 6 de febrero.

19 Febrero 2003
Francisco Veiga

En estos días han tenido lugar algunas noticias referidas al mundo helénico, que se suman
a la ya comentada en este mismo foro sobre la desarticulación del grupo terrorista Lucha
Revolucionaria del Pueblo el pasado 4 de febrero.

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Grecia, europea y olvidada

a) El pasado domingo día 17 los grecochipriotas eligieron como presidente a Tasos


Papadópulos, lo que supuso la derrota electoral de Glafkos Clerides, de 83 años de edad y
líder de la porción griega de la isla desde 1974. Todo un cambio. El diario El País le dedicó
un comentario de extensión mediana firmado por Jorge Marirrodriga, redacción Madrid.
Dado que esencialmente era un mero resumen del conocido problema chipriota, no tenía
mayor interés, a excepción del comentario final:

Curiosamente, la incorporación a la UE ha cambiado los sentimientos en ambas


partes de la isla respecto a la unificación. Los turcochipriotas son ahora los que
más presionan para lograr un acuerdo, mientras que entre los grecochipriotas, una
vez garantizada su pertenencia a a UE, se extiende la opinión de que tienen más
que perder en caso de que se derrumbe la “línea verde” que divide la isla.

¿Tendrán razón los turcos cuando denuncian que la integración de la isla dividida esconde
una tendencia a la enosis? En cualquier caso, un curioso comentario desde un periódico
que, por afinidad ideológica con el actual gobierno griego, tiende a ser poco favorable a los
turcos en éste y otros conflictos.

b) El pasado domingo el ex monarca heleno hizo una especie de visita sorpresa a su país.
Descubrí la noticia por casualidad en El Periódico, pero otros medios españoles (supongo
que la mayoría) no dijeron ni media palabra del asunto. ¿Cómo se vivió el asunto en
Grecia?

22 Febrero 2003
Roberto Rodríguez

Últimamente me pregunto si Grecia y su clon isleño, Chipre, pertenecen a los Balcanes.


Personalmente los veo cada vez más “unioneuropeos” en todos los sentidos. Pero regreso
al mensaje del Prof. Veiga, que hace referencia a los últimos avances en materia de
antiterrorismo griego, a la cuestión de Chipre y a la reciente visita del ex-monarca griego.

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Balkan (REES), 4 (2003)

En lo referente a las bandas terroristas, 17N y ELA, y a la cuestión de Chipre, ambos temas
han pasado en los medios de comunicación a tercer o cuarto plano, por lo menos, detrás del
“top one” de la guerra contra Irak y la racha de tempestades que está dejando el país
literalmente en los cimientos a poco más de año y medio de los Juegos Olímpicos.

Lo de las bandas terroristas griegas fue una buena solución hace meses, cuando a falta de
otros temas y con la vigésima quinta edición del “Gran Hermano” (o similar) cayendo en
barrena en índices de audiencia, cualquier cotilleo relacionado de alguna manera con los
presuntos implicados ocupaba días enteros a los medios. Bastaba con ver media hora el
telediario de cualquier cadena (estatal o privada) o los titulares de cualquier periódico de
peso para entender que esto no es el País Vasco. La trama terrorista ha adquirido aquí
dimensiones de novela (mala) por entregas, y no exagero.

Cuando se agotaba la cosa del terrorismo, Chipre invadía los medios hasta en los
pronósticos del tiempo: normal, dado que parafraseando el chiste del momento, “se busca
solución en 28 días a un problema que no la ha encontrado en 28 años”. Pues se ha ido el
dinosaurio G. Clerides y aquí la gente sigue mirando el cielo, a ver si sigue nevando y
revienta otra carretera provincial. O miran la tele, a ver qué pasa con Irak o con la política
bancaria griega en relación con los intereses a los préstamos menores.

En otras palabras, ambos temas, terrorismo y Chipre, han quedado para los gabinetes
ministeriales correspondientes y poco más. Desde otro prisma, la gente ahora siente más
curiosidad por entender la cuestión de ETA (con 17N y ELA se ha resquebrajado el mito
del “freedom-fighter” casi tanto como la red viaria griega con las tempestades de estas
últimas semanas) y se hace cruces con la actitud del presidente del gobierno español
respecto a Irak.

En cuanto a Constantino de Grecia (tal como lo he escrito, con caracteres latinos y todo, en
su flamante pasaporte danés) vino, vio y se fue. Programado o no, el “Ciudadano Kokó”
llegó en plena manifestación multitudinaria contra la guerra en Irak. Así, la cosa se
convirtió en un interesante intermedio a las retransmisiones en directo de las manifestacio-
nes de todo el universo mundo contra la guerra. La clase política quiso restarle importancia
al hecho de la visita, aunque más de uno se pregunta si se trata del preludio del Retorno

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Grecia, europea y olvidada

(cual si del “Señor de los Anillos” se tratara). Por otra parte, la reciente visita de Yanna
Anguelopulu a Juan Carlos y Sofía para informarles de los Juegos Olímpicos ha generado
suficiente glamour informativo para hacer olvidar la mala vida que la monarquía le ha dado
al pueblo heleno.

No me extraña que en la prensa española se refleje tan de pasada lo que sucede por estos
lares: las noticias, cuando lo son, son de consumo interno y poco aptas para la exportación.

23 Febrero 2003
Francisco Veiga

Últimamente me pregunto si este país y su clon isleño Chipre pertenecen a los


Balcanes. Personalmente los veo cada vez más “unioneuropeos” en todos los
sentidos (...) Pues se ha ido el dinosaurio G. Clerides y aquí la gente sigue mirando
el cielo, a ver si sigue nevando y revienta otra carretera provincial.

Mucho hemos de temer que los problemas con las obras de caminos, canales y puentes -que
también han recibido cobertura estos días en algunos medios hispanos- suena bastante a
balcánica. O los dioses del Olimpo han decidido castigar a Grecia en particular o ahí hay
problema de fondos europeos destinados a la red viaria y desviados hacia otros menesteres,
sisas varias en la calidad de los materiales, etc.

24 Febrero 2003
Roberto Rodríguez

Grecia es como los ojos del Guadiana: desde su guerra civil va apareciendo y desaparecien-
do como “país europeo”.

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Balkan (REES), 4 (2003)

Desde luego, los dioses del Olimpo deben de llevar un enojo considerable, porque el mal
tiempo aquí tiene rasgos de maldición bíblica. Por otra parte, el reventón generalizado de
infraestructuras se relaciona de la última época en que Grecia dejó de ser europea para
“balcanizarse”: la década prodigiosa de Andreas Papandreu, que se dedicó por un lado a
denostar a sus socios comunitarios y jugar a que “esto es Balcanistán”, mientras por el otro
absorbía como un poseso fondos europeos que repartió como un sátrapa entre “los suyos”
a expensas del país. La europea Grecia de su sucesor, Costas Simitis, paga los excesos de
su antecesora balcánica.

24 Febrero 2003
Jesús Nieto

No es ni mucho menos nueva la polémica sobre si Grecia es un país europeo o balcánico.


Mas bien es una constante desde el momento mismo de su independencia. Los vaivenes en
uno y otro sentido han sido constantes y, en mi opinión, este proceso no está en absoluto
liquidado, por mucho que la política de Simitis esté mostrando una inesperada solidez. Pero
las fuerzas “tradicionales” siguen acechando y tienen sólidas raíces tanto en el Pasok como
en Nea Demokratia. El espíritu de Papandreu sobrevuela aún sobre Grecia y el ultranacio-
nalismo que sembró está todavía firmemente asentado en todos los sectores de la sociedad
griega.

Por si a alguno le interesa, una de los pocos trabajos publicados en España (¡en inglés!)
sobre Grecia contemporánea se refiere a este tema. Su autor es el profesor Nikiforos
Diamandourous y el título de su ensayo es Cultural Dualism and Political Change in
Postauthoritarian Greece. Lo editó el Centro de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales
del Instituto Juan March de Estudios e Investigaciones (1994). Hasta hace poco lo enviaban
gratuitamente a quien lo pedía por fax.

- 111 -
Grecia, europea y olvidada

26 Febrero 2003
Roberto Rodríguez

He leído con interés la intervención de Jesús Nieto, y estoy de acuerdo con sus apreciacio-
nes. No hay más que ver las reacciones que se desencadenaron en Grecia cuando los
bombardeos de Serbia, por poner un ejemplo notorio.

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Balkan (REES), 4 (2003)

Kósovo: a unos niños muertos


Con un poema dedicado a unos niños muertos en Kósovo, víctima de los odios
balcánicos, Silvia Monrós nos recordó que, a pesar de que los procesos que comentamos
en la lista son tan interesantes, detrás de ellos se encuentran las vidas y las ilusiones de
muchas personas, sujeto y objeto de amores e inquinas. Los niños esta vez eran servios,
pero a Silvia este detalle no le pareció tan importante.

17 Agosto 2003
Silvia Monrós de Stojakovic

Junto con calurosos saludos desde Belgrado a todos los transitólogos de la lista, envío, para
variar, un breve texto nada científico y, por si acaso, lo hago by Copy-Paste, porque parece,
querido Paco, que de tan docto te asustaste de una mera realidad, en este caso llamada
Silvia Monrós, la que ahora se ve forzada a actualizar los temas mancomunados sin los
signos gráficos del correspondiente programa electrónico, por miedo de una constipación
o no sé qué de virus:

Mucho era el calor


que hacía ese día
en el que unos chicos se fueron a nadar
fuéronse ese día de tanto calor
como en el resto de un continente
desacostumbrado a la naturaleza
de tanta civilización
fuéronse a nadar en el río
a nadar se fueron en ese día de tanto calor
unos chicos, unos chavales, unos chamacos
o simplemente niños.
mucho era el calor que hacía
ese día, en que los niños, nadando,
en que, nadando estando,
en que, estando,
de repente dejaron de nadar
de ser
y de estar
mucho era el calor que en ese día
mucho era el que hacía en ese día

- 113 -
Kósovo: a unos niños muertos

en que en un río los mataron


nosotros ya encontraremos
alguna explicación al río
pero mucho fue el calor de ese día.

20 Agosto 2003
Silvia Monrós de Stojakovic

Sigue habiendo demasiada tele, diría yo. Demasiada tecnología. Y demasiada aplicación
literal y/o coyuntural, para no decir algo peor - repito - como, por ejemplo, virtual.

En la vida real sólo ocurren niños asesinados. Niños asesinados mientras se están bañando
en el riachuelo local de su pequeño enclave. Se están bañando porque en estos días está
haciendo mucho calor. Pero no quise decir que todos podríamos sentirnos acalorados por
la muerte de esos niños; no quise hacer juegos de palabras. Ni siquiera dije que, por
casualidad, esos niños eran serbios.

Dije “chavales, chamacos, muchachos” y otros pibes. Porque eran sólo niños, y porque
podrían haber sido de cualquier parte. Eran sólo niños.

A su edad, su único pecado habría sido comparar entre sí los argumentos de sus respectivas
ilusiones debajo de los calzoncillos, a fin de ganarse, sin mayor fuerza, el cariño de la niña
intimidante, a esa edad. A fin de ganarse el aprecio de los demás amiguitos. Como siempre
y en todas partes.

A cualquier edad.

Hasta la muerte.

Mas tampoco quise ser patética. Sólo quise poneros al tanto, en lo básico. Los detalles
ulteriores me parecieron intransmisibles, de tan reales que fueron, lamentablemente: a un
niño tan sólo herido el médico del otro bando le puso yeso en la pierna para que no se

- 114 -
Balkan (REES), 4 (2003)

notara que la herida provenía de un balazo. El otro bando siguió celebrando con balas y
pistolas el asesinato de los demás niños, cuyos padres ni siquiera pudieron ir al etc.

Os quise poner al tanto, sin adentrarme en la ulterior violación de una serbia de más de
ochenta años (¡Oh, dónde están esos malvados albaneses!), y sin tener que llegar al jardín
de infantes hoy masacrado a pesar o precisamente por tanta administración. Quise poneros
al tanto, porque veo que en la lista todavía estamos a la altura del turbo-folk. Porque me
temo que todo sea turbo, muy turbio. Y porque, a pesar de todo, sigo creyendo o queriendo
creer en una lista cuyos doctos integrantes, incluso independientemente de la sesión
especial que Covic convocó ayer en las Naciones Unidas, sabrán comprender la pena
personal, por cada uno de nosotros. Por cado uno de ellos. Los niños. Las mujeres,
albanesas fuera de Tirana inclusive.

Quise compartir lo que sabía, para no decir lo que siento, yo, la muy peligrosa.

20 Agosto 2003
José-Miguel Palacios

Cuando leí la noticia sentí el horror que creo que todos habremos sentido al enterarnos de
que alguien puede considerar (a estas alturas) que unos niños son el enemigo al que hay que
exterminar.

Al igual que Silvia, yo no insistiría demasiado sobre la nacionalidad de estos niños (aunque
es un hecho que murieron por ser serbios). En los artículos que hace unos días nos
recomendaba Dalibor Soldatic35, Aleksa Djilas decía que lo que ha ocurrido estos años en
la antigua Yugoslavia debería ser visto como una gran pérdida por todos sus habitantes, y
que cada bando (y es que sigue habiendo bandos) tendría que considerar "suyas" de una
manera muy especial a las víctimas de los otros.

35
Los artículos proceden del capítulo que ha escrito Djilas para una obra colectiva editada por Dejan
Djokic, que acaba de aparecer en Londres y W isconsin: DJOKIC, Dejan (ed.). Yugoslavism. Histories of a
Failed Idea, 1918-1992. Londres: C. Hurst & Co., 2003.

- 115 -
Kósovo: a unos niños muertos

En este sentido, es magnífico oír las durísimas condenas del atentado efectuadas por la
práctica totalidad de los políticos albaneses de algún relieve. Sólo que...

a) En algunos casos, la segunda parte de la frase (tengo un mente unas declaraciones de


Bajram Rexhepi, por ejemplo36) parecía sugerir que, tanto o más que la vida de los niños,
preocupaba que el incidente pudiera ser perjudicial para la causa nacional.

b) Tras años de presencia internacional, en Kósovo (como en BiH) están perfectamente


entrenados para tratar con nosotros. Todo el mundo sabe qué es lo políticamente correcto37
en cada momento y tiene miedo de sufrir la “ira del occidental” si se sale de la corrección
política. Con lo que mucho me temo que, al igual que en Bosnia, estemos trabajando sobre
una realidad virtual, bastante diferente de la situación sobre el terreno.

Al final, la salida está en la reconciliación definitiva de los pueblos ex-yugoslavos (entre


sí, consigo mismos, con su pasado). Es un debate que en algún momento habremos de
abordar.

36
``The latest incidents of violence create an unbearable situation for Kosovo citizens,'' Rexhepi said
in a statement. ``It seems somebody is interested in committing such criminal acts in order to create fear and
to diminish the outlook for Kosovo”. Puede encontrarse en Internet en el servicio de traducción de noticias
de UNMIK <http://www.unmikonline.org/press/2003/wire/Sept/imm020903AM.htm>.

37
Véanse diversas reacciones en las siguientes selecciones de prensa realizadas por UNM IK:
http://www.unmikonline.org/press/2003/mon/Aug/lmm%20140803.htm
http://www.unmikonline.org/press/2003/mon/Aug/lmm160803.htm

- 116 -
Balkan (REES), 4 (2003)

Djindjic asesinado: lo que quedará de su obra


El asesinato del Primer Ministro de Serbia, Zoran Djindjic, conmocionó a los miembros
de la lista. En este debate hemos reunido los comentarios inmediatos que nos sugirió el
magnicidio. En alguno de ellos, se intentaba una primera valoración de su vida y obra.
Es, probablemente, un proceso que requerirá de algún tiempo para poder realizarse con
serenidad y perspectiva.

12 Marzo 2003
Eduard de Vilar

Os escribo debido a que acabo de recibir la noticia por la radio de que el primer ministro
serbio, Zoran Djindjic, ha sido asesinado a tiros (de dos balazos) hace unas pocas horas
enfrente del Parlamento Federal en Belgrado.

Creo que sin ser alarmistas, hay que seguir de cerca los acontecimientos actuales por los
riesgos que conllevan para una nueva crisis. En concreto, Serbia y Montenegro se hallan
en desacuerdo en concretar el nuevo estado impuesto por Solana, Serbia continúa con un
gobierno provisional (debido a la falta de participación en las urnas); sigue el país en crisis
política y económica (con una inflación y desempleo importantes), sin recuperarse de la
etapa del bloqueo y de la política corrupta de Milosevic, mientras que el futuro de Kosov@
es aún una incógnita.

A todo esto, ahora se suma el asesinato de Djindjic...

- 117 -
Djindjic asesinado: lo que quedará de su obra

13 Marzo 2003
César Luis Díez

Ahora voy a comprar los periódicos del día. Anoche sólo localicé una edición especial de
Vecernje Novosti que daba las mismas noticias que habían estado retransmitiendo las
distintas agencias de televisión.

Por lo que respecta a la gente, y en especial al mundo universitario (que es donde me


muevo) la noticia fue un shock. Como ocurre en estos casos, los medios nacionales fueron
los últimos en confirmarla. Mientras que las cadenas internacionales abrían sus telediarios
con el asesinato, las locales mantenían la incógnita de lo que ocurría. Sobre las 15:00
todavía se hablaba de estado grave y se decía que permanecía en la sala de operaciones. A
las 16:15 (aproximadamente) fue cuando el Viceprimer Ministro republicano, Nebojsa
Covic, daba la noticia oficial de la muerte (al término de una reunión extraordinaria del
gobierno de Serbia) y pedía a la Presidenta de la República en funciones, Natasa Misic, que
proclamara el estado de excepción (vanredno stanje). Ésta lo hizo en una rueda de prensa
alrededor de las 18:00 de la tarde, antes de marcharse a una reunión de emergencia del
Consejo de Seguridad Nacional (con el nuevo Presidente federal a la cabeza).

En la Facultad de Filología, donde trabajo, los estudiantes seguían estas noticias en uno de
los televisores que están en la entrada del edificio. En él, estaba sintonizada la cadena BK,
que fue la que retransmitió en directo las ruedas de prensa y anuncios que os he menciona-
do antes.

- 118 -
Balkan (REES), 4 (2003)

17 Marzo 2003
José-Miguel Palacios

Estos días, con ocasión de la crisis de Iraq, hemos visto cómo, tanto los partidarios como
los enemigos de la acción militar, utilizaban con frecuencia las intervenciones internaciona-
les en la antigua Yugoslavia para apoyar su postura. Mi impresión es que, a pesar de los
esfuerzos de Raül Romeva (último número de Afers Internacionals) o de Florian Bieber
(último número de Global Review of Ethnopolitics) por racionalizar y entender mejor esas
experiencias, las menciones a los conflictos de Bosnia y Kósovo recogen, en lo fundamen-
tal, las explicaciones iniciales, lanzadas por los gobiernos y recogidas por la prensa. Al
final, lo que va a contar es la memoria que esas acciones dejen en nosotros, no lo que en
sí fueron y representaron.

Viene esto a colación porque puede ser que el asesinato de Djindjic acabe haciendo de él
un mito y legue a la posteridad una imagen extraordinariamente favorable de un político
que, como pocos, tuvo sus luces y sus sombras. Inteligencia brillante, capacidad de
organización o dominio de la política de personal están entre sus puntos más fuertes. Pero
también existía otro lado. Me da la impresión de que, incluso entre sus correligionarios, era
mucho más respetado (o admirado) que querido. Y el pueblo en general puede haber
empezado a quererlo cuando ha sido asesinado.

Sobre su cadáver, Papandreu hablaba ayer de una Serbia en Europa y quizá Zoran Djindjic,
convertido en un símbolo, podrá alcanzar lo que como político le hubiera resultado muy
difícil.

- 119 -
Djindjic asesinado: lo que quedará de su obra

18 Marzo 2003
Francisco Veiga

No creo que sea exactamente como dice José Miguel, ni en un sentido ni en otro. Los
hechos y los protagonistas tienen sus momentos y se entrelazan unos con otros en relación
al tiempo que les tocó, vivos o ya muertos. Es una interacción a la que deberíamos estar
acostumbrados los historiadores. Hay personajes que han combatido batallas después de
muertos y las vuelven a ganar y perder cíclicamente. Se me ocurre el ejemplo académica-
mente clásico de Napoléon III, pero también podría servir Adolfo Suárez, a quien odiaba
mi promoción universitaria y luego fue recuperado como “mago de la transición”. Quizá,
como decíamos Enrique y yo en “Desfile de modelos”, gloriosamente publicado por
Beohispánica, no fuera ni una cosa ni otra. Pero para nosotros, el mejor ejemplo es Tito,
que tuvo un funeral mejor que el de Djindjic y ya ves cómo terminó en la memoria popular
yugoslava, aunque posiblemente su suerte volverá a cambiar.

Djindjic ya no es Djindjic. Será lo que hagamos con él los historiadores y, de momento, los
gestores de su herencia política inmediata. También tendrá mucha importancia cómo le
vaya a Serbia (acordémonos nuevamente de Tito). Las apuestas ya están en la calle y
esperemos que ello nos ayude a entender el futuro. Por su parte, no creo que desde allá
arriba él considere que le han hecho un favor los que le enviaron al otro mundo. Me parece
que, dadas las actuales circunstancias, la mayoría de los serbios tampoco lo piensa.

- 120 -
Balkan (REES), 4 (2003)

Reseña y crítica de libros

Un libro fundamental sobre la nueva Eslovenia

FINK-HAFNER, Danica y John R. Robbins (ed.). Making a New Nation: The Formation
of Slovenia. Dartmouth Pub Co., 1987.

14 Enero 2003
José-Miguel Palacios

De los países que cubre nuestra lista, Eslovenia parece el menos problemático. A pesar de
la experiencia traumática de la ruptura con Yugoslavia, ha sabido realizar con éxito todos
los cambios necesarios y es uno de los países que van a entrar en la UE en 2004 (dentro de
nuestra región será el único socio, además de Grecia). Es, por otra parte, el país excomunis-
ta con mayor nivel de vida (algo que ya ocurría antes de la caída del comunismo) y, a
diferencia de otros países del Centro-Este, su desarrollo económico no sólo está basado en
la inversión extranjera, sino que tiene un fuerte apoyo en empresas y tecnologías propias.

Quizá en la lista estamos más acostumbrados a tratar de países en problemas, pero a veces
puede ser útil dirigir la mirada a aquéllos que no los tienen (o que los tienen menos grave).
Y ello por motivos puramente prácticos: el porvenir de los Balcanes está en la integración
y el camino que los eslovenos han recorrido (brillantemente) en los 90 es el camino que el
resto de la zona deberá recorrer en esta década (si todo va bien). Para los demás países de
la antigua Yugoslavia, el ejemplo esloveno resulta una referencia extraordinariamente
válida.

Para los interesados por el tema, el libro de referencia es éste que comentamos de
Fink-Hafner y Robbins. Los capítulos de que consta son los siguientes:

1. Setting the Scene: Problems of Transition (John R. Robbins)


2. The Origins of an Independent Slovenia (Janko Prunk)
3. The International Recognition of Slovenia (Bojko Bucar)
4. The Defence of Slovenia (Anton Grizold)

- 121 -
Reseña y crítica de libros

5. Slovenian Political Culture: Paradoxes of Democratization (Ivan Bernik, Brina


Malnar, Niko Tos)
6. Establishing State Authority (Franci Grad)
7. Changes and Adaptations of Formal Control (Janez Pecar)
8. Changing Patterns of Social Partnership (Igor Luksic)
9. Interest Organizations in the Policy-making Process (Danica Fink-Hafner)
10. Development of a Party System (Danica Fink-Hafner)
11. The Changing Political System (Drago Zajc)
12. The New Electoral System (Franci Grad)
13. Local Government and State Administration (Janez Smidovnik)
14. The Public Sector in Transition (Marko Lah, Andrej Susjan)
15. Costs and Benifits of Secession (Joze Mencinger)
16. Re-shaping the Labour Market (Ivan Svetlik)
17. The Future of Self-management: Reflections (Ales Vahcic)
18. From Self-management to Co-determination (Miroslav Stanojevic)
19. Social Structure and Cleavages: Changing Patterns (Mitja Hafner-Fink)
20. The Role of the Media in the Transition (Sandra Basic Hrvatin)
21. Epilogue: The Attainment of Viability (John R. Robbins)

Appendices

I. Chronology of Attainment of Independence of Republic of Slovenia


II. Selected Statistics, Republic of Slovenia
III. Contributors

Bibliography

La Prof. Danica Fink-Hafner (Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de


Ljubljana) es, quizá, la politóloga eslovena más conocida en el extranjero. Dirige varios
programas de investigación y ha escrito tanto sobre la democratización e independencia de
Eslovenia como sobre la integración del país en las instituciones europeas. Entre los demás
autores se encuentran algunos de los científicos sociales más prestigiosos del país (Anton

- 122 -
Balkan (REES), 4 (2003)

Grizold, por ejemplo, es uno de los más conocidos expertos eslovenos en materia de
seguridad -con Anton Bebler- y ocupa desde 2000 el puesto de Ministro de Defensa).

Un comentario del libro que podemos encontrar en internet (Erika Wolfe from Reykjavik
and Seattle) dice:

As Slovenia embarked on the road to independence, no one thought it would be easy.


Slovenia is a small, alpine country... once Communist and once a part of Yugoslavia. I
wrote my Master's thesis about Slovenia's economy, and finding reliable, helpful and
unbiased information was next to impossible. However, I found this book, which contained
a great deal of credible information as well as avenues for further research.

Of particular value for me were chapters on the economy of Slovenia, which is highly
unique among Eastern European economies in that it has remained buoyant throughout its
struggle for independence from Yugoslavia (and the loss of the Yugoslav market) as well
as economic recession in Western Europe (Germany, Austria), Slovenia's primary
economic partners.

The book as a whole, however, brings together all the issues that Slovenia faces, from the
labor market, to the political system, to language and education policy.

This is an excellent overview of a new nation from a variety of viewpoints.

Los Balcanes como metáfora

BJELIC, Dusan I.; SAVIC, Obrad. Balkan as a Metaphor. Between Globalization and
Fragmentation. Cambridge, Mass: The MIT Press, 2002.

8 Febrero 2003
Francisco Veiga

Hace unos días localicé y adquirí un libro muy interesante sobre el tema que nos ocupa.
Transcribo la presentación que se lee en la solapa:

- 123 -
Reseña y crítica de libros

“Balkan. Somewhere between a tragedy and a myth, a place and a condition, the term is
perhaps best understood as a metaphor. It has been used and abused in academia by
proponents of opposing political views. Multiculturalism has appropriated it, as have
postmodernism and postcommunism. It is used pejoratively to refer to excessive
specialization and nostalgically to refer to Europe´s lost people -its wild warriors and
passionate geniuses. This book explores the idea of Balkan as metaphor and the meaning
of Balkan identity in the context of contemporary culture. Focusing on Balkanism both as
a body of knowledge and as the critical study of that discourse, this book does for the
Balkans what Edward Said´s “Orientalism” did for “the Orient”“.

Como podéis ver, es un libro con pretensiones. Pero no resulta pretencioso, sino más bien
divertido. Y algo disperso. Copio el índice para que os hagáis una idea

Introduction: Blowing Up the “Bridge” by Dusan Bjelic

Part I: Orientalism, Balkanism, and Occidentalism

1. Invention and In(ter)vention: The Rhetoric of Balkanization, by Vesna Goldsworthy


2. Vampires Like Us: Gothic Imaginary and “the serbs”, by Tomislav Z. Longinovic
3. What´s so Byzantine About the Balkans? by Milica Bakic-Hayden
4. The Balkans as an Element in Ideological Mechanisms, by Rastko Mocnik
5. Carl Schmitt on Kosovo, o, Taking War Seriously, by Grigoris Ananiadis

Part II: Balkan Identity and Nationality

6. The Dark Intimacy: Maps, Identities, Acts of Identifications, by Alexander Kiossev


7. South Slav Identity and the Ultimate War-Reality, by Ugo Vlaissavljevic
8. The Impossible Escape: Romanians and the Balkans, by Adrian Cioroanu
9. The Eros of Identity, by Ivaylo Ditchev

Part III: Sexuality, Trauma and Myth

10. Queer Serbs, by Branka Arsic

- 124 -
Balkan (REES), 4 (2003)

11. Sexualizing the Serb, by Dusan I. Bjelic & Lucinda Cole


12. Muslim Women, Croatian Women, Serbian Women, Albanian Women..., by Vesna
Kesic
13. Hypnosis and Critique (Film Music for the Balkans), by Stathis Gourgouris
14. Simonides on the Balkans, by Petar Ramadanovic

La mayor parte de los autores son relativamente desconocidos y trabajan en universidades


anglosajonas (aunque algunos imparten en Sofía, Ljubljana, Belgrado y Sarajevo) lo cual
es un aliciente tras años de “opiniones autorizadas” de las correspondientes vacas sagradas.
En conjunto, un libro provocativo y estimulante escrito por balcánicos (incluso un rumano)
y avalado por una gran casa editorial.

Los diarios de Sebastian

SEBASTIAN, Mihail. Diario (1935-1944). Madrid: Eds. Destino-Imago Mundi, 2003


(editado originalmente por Stock en 1998).

6 Abril 2003
Francisco Veiga

Hace unos días adquirí por fin el Diario de Mihail Sebastian, publicado recientemente por
Ediciones Destino con prólogo, traducción del rumano y notas de nuestro amigo Joaquín
Garrigós. Ando muy escaso de tiempo estos días, por lo que no me he podido poner a fondo
con el libro, pero me da pena no hacer alguna referencia a esta obra.

“Mihail Sebastian” es el seudónimo de Iosef Hechter (1907-1944), uno de los intelectuales


rumanos de vanguardia más importantes de la literatura de entreguerras en ese país. A los
20 años comenzó a colaborar en el prestigioso diario Cuvântul, donde entablaría amistad
con los intelectuales rumanos de la denominada “joven generación”, entre ellos Mircea
Eliade. Sebastian fue un destacado difusor de la moderna cultura francesa en Rumania
(especialmente de Proust) así como novelista y dramaturgo él mismo. Pero sus diarios
tienen importancia por sí mismos, porque constituyen una obra literaria a la vez que un
fresco monumental de la cultura rumana de entreguerras, con excelentes retratos de

- 125 -
Reseña y crítica de libros

personajes (algunos injustamente olvidados tras la tormenta de la Segunda Guerra Mundial)


y ambientes. Es, como nos dice el mismo Joaquín Garrigós, una verdadera “novela
indirecta”. El diario de Sebastian tuvo una considerable dosis de “morbo” por las críticas
que su autor vertía sobre el que fue su amigo Mircea Eliade, cuando éste se acercó a la
Guardia de Hierro. Además, el texto tuvo problemas para ser publicado en Rumania tras
la caída del régimen comunista. Pero la obra va mucho más allá de todo eso: es el fresco
soberbio de un panorama cultural muy fructífero y cargado de un glamour irrepetible.
Recomiendo su lectura acompañada de otras obras sobre la misma época: Medianoche en
Serampor, de Mircea Eliade, y Memorias de un antisemita, de Gregor Von Rezzori, ambas
publicadas hace años en Anagrama.

La edición española de esta obra es excelente. Joaquín Garrigós la realza con una de sus
impecables traducciones directamente del rumano (todo un lujo en el actual panorama
editorial español) y una introducción muy ajustada sobre el personaje y su época. Viene
acompañada por valiosas fotos de Mihail Sebastian y algunas rarezas, como la cubierta del
libro Cómo me convertí en revoltoso o carteles de sus obras teatrales. Por último, incluye
un valioso índice final de nombres.

Autobiografía de Bratescu

BRATESCU, Gheorghe. Ce-a fost sa fie. Bucarest: Editura Humanitas, 2003.

3 Julio 2003
Francisco Veiga

G. Bratescu es un personaje ampliamente desconocido y ni siquiera en Rumania es una


celebridad. Pero justamente por eso, por ser un testimonio de segundo (o tercer) nivel, su
autobiografía resulta de particular interés. Muchas veces, los grandes personajes, los
protagonistas muy comprometidos, no dicen nada de especial relevancia: vaciedades,
obviedades, meras justificaciones. En cambio, los situados en los escalones inferiores
tienen unas enormes ganas de contar lo que han visto con total sinceridad.

- 126 -
Balkan (REES), 4 (2003)

G. Bratescu es un médico que nunca ejerció la medicina. Entró en el PCR a partir de 1944
y al cabo se casó con la hija de Ana Pauker, una de las figuras claves en la primera etapa
histórica del Partido Comunista Rumano. Líder estudiantil, cargo destacado del Ministerio
de Asuntos Exteriores, primer consejero de la Embajada de Rumania en Moscú, G.
Bratescu vivió en primer plano los últimos años del estalinismo, las purgas y las
transformaciones del jruchovismo, el final de Gheorghe Gheorghiu-Dej y el advenimiento
de Ceausescu. Ensayista él mismo, sólidamente relacionado con el mundo cultural rumano,
Bratescu describe también ese mundo. Hombre lúcido y profundamente irónico, en sus
memorias nos relata asimismo el final del régimen comunista y su particular desilusión
muchos años antes de aquel 1989.

Hace un tiempo, cenando en el Capsa de Bucarest, le pregunté:

- Retrospectivamente, ¿qué piensa ahora de aquellos años cincuenta en relación a su


experiencia personal?

El hombre guardó silencio unos segundos y respondió:

- Ahora que lo veo en perspectiva, pienso que de buena me libré.

Políticas exteriores comparadas de Grecia y España

TAYFUR, Fatih. Semiperipheral Development and Foreign Policy. The Cases of Greece
and Spain. Ankara: Middle East Technical University, 2003.

23 Julio 2003
Fatih Tayfur

En algunas ocasiones hemos hablado de la relevancia del tema turco en relación con nuestra
lista. En cualquier caso, sea o no balcánica (o lo sea sólo en parte) Turquía es muy
importante para comprender los desarrollos políticos en el Mediterráneo (incluidos los
Balcanes).

- 127 -
Reseña y crítica de libros

En esta línea, el libro que comentamos constituye una buena aportación reciente. Su autor,
el Dr Tayfur, es Profesor Asociado de la Universidad Técnica de Oriente Medio en Ankara
y ha escrito este comentario especialmente para nuestra lista:

Basically my book is an attempt to provide an alternative explanation to the foreign polices


of Greece and Spain in the context of world-system and their economic development
patterns since the end of the Second World War. Basically, this is a study of political
economy of foreign policy.

I employ the modern world-system approach of I. Wallerstein, and I locate Greece and
Spain in the semiperipheral state category of the world-system approach. I try to show that
since the end of the second world war, how did developments and changes in the
world-economy and politics were reflected in the economies of the semiperipheral Greece
and Spain and how did the domestic actors (economic and political elites) of these two
semiperipheral countries respond to these developments and changes (in the world--
economy) in different periods. In the context of the interaction between the world and
domestic economic and political environments, I emphasise the significance of strategies
choosen by the domestic actors for the economic and political developments of their
respective contries. Then I try to show that what sort of foreign policies they developed and
followed, and to what extent the foreign policy orientations and behaviours of Greece and
Spain were complementary to their economic and political development patterns in
different periods. And I analyse whether these polices end up with an upward mobisation
for Greece and Spain in the world-system hierarchy of states from “semiperiphery” to
“core”.

I try to develop all these arguments in the understanding that the economic, political and
foreign policy trajectories followed by Greece and Spain generally fits into the characteris-
tic behaviour of semiperipheral state category of the world-system approach (which I try
to make it clear in the first chapter) or alternatively I try to show that world-system
approach and the concept of semiperiphery provides a useful tool to explain the economic
and political developments, and foreign policy orientations of these two states.

- 128 -
Balkan (REES), 4 (2003)

I try to develop my arguments in two broader periods since the second world war: First,
from 1945 to mid-1970s and second, from mid-1970s to the present. (However, there are
also sub-periods in each broader period). I apply the above framework to each period
thoughout the book.

Obra española sobre Bosnia

ROMEVA RUEDA, Raül. Bosnia en paz. Lecciones, retos y oportunidades de una


posguerra contemporánea. Madrid: Los libros de la catarata, 2003.

29 Julio 2003
Foro de Estudios Balcánicos

La guerra de Bosnia impregnó las conciencias del mundo de una forma casi sin parangón
con las guerras recientes, y generó una labor internacional inmensa que incluye conversa-
ciones políticas de alto nivel entre varios gobiernos, esfuerzos humanitarios y no
humanitarios de organizaciones diversas (gubernamentales, intergubernamentales y no
gubernamentales) y, por supuesto, una atención especialmente intensa por parte de los
medios de comunicación. La fase posbélica no dispone de los focos de atención del pasado.
Sin embargo, su interés es grande, ya que los últimos años de acompañamiento internacio-
nal a la construcción de la paz en Bosnia ofrecen muchas lecciones sobre cómo afrontar este
tipo de situaciones de posguerra, y especialmente sobre cómo analizar este tipo de
conflictos, así como el papel que pueden y deben asumir los actores internacionales en la
gestión y transformación de los mismos.

Raül Romeva es coordinador de investigación y profesor de la Escuela de Cultura de Paz


de la Universidad Autónoma de Barcelona. Es autor de varias publicaciones, entre las que
cabe destacar: Posguerra y paz. Déficits, retos y oportunidades de la Rehabilitación
posbélica (Icaria), Desarme y desarrollo: claves para armar conciencias (Intermón-Oxfam);
Bòsnia-Hercegovina. Lliçons d'una guerra (Centro UNESCO de Cataluña). De octubre de
1995 a septiembre de 1996, fue jefe de gabinete del representante de la UNESCO en Bosnia
y responsable del proyecto de reconstrucción educativa de la UNESCO. Actuó también
como supervisor de la OSCE durante las elecciones de 1996 y 1997. Asimismo, ha sido

- 129 -
Reseña y crítica de libros

coordinador de campañas de desarme y prevención de conflictos de Intermón-Oxfam e


investigador sobre paz en el Centro UNESCO de Cataluña.

Aleksa Djilas sobre la post-Yugoslavia

DJOKIC, Dejan (ed.). Yugoslavism. Histories of a Failed Idea, 1918-1992. Lon-


dres/Wisconsin: C. Hurst & Co., 2003.

12 Agosto 2003
Dalibor Soldatic

A los amigos que lean textos en serbio señalo la serie de artículos del Dr Aleksa
Djilas (hijo del famoso disidente Milovan Djilas) titulada “Oración fúnebre por
Yugoslavia”. Politika lleva ya siete días publicándolos.

Los textos de Djilas son, como siempre, magníficos. Están dirigidos a un lector occidental
y sería estupendo que alguien los publicara en español.

Los artículos proceden del capítulo que ha escrito Djilas para una obra colectiva editada por
Dejan Djokic, que acaba de aparecer en Londres y Wisconsin (ver referencia). La editorial
distribuye el siguiente resumen introductorio:

This volume explores historical, political, social, diplomatic, and economic aspects of the
Yugoslav idea -“Yugoslavism”- between the creation of the nation in 1918 and its
dissolution in the early 1990s. The key theme that emerges is that Yugoslavism was a fluid
concept, understood differently at different times by various leaders, social groups, and the
member states that comprised Yugoslavia. There never was a single definition of who and
what was (or was not) “Yugoslav”, and this contributed to the ultimate failure of the
Yugoslav idea and the Yugoslav state. These essays, by scholars from the former
Yugoslavia and from the West, look at the interplay of the states and peoples of Yugoslavia
and at the roles played by intellectuals, leaders, and institutions, both secular and religious.

- 130 -
Balkan (REES), 4 (2003)

Dejan Djokic is lecturer in contemporary history at the School of History, Classics and
Archaeology, Birkbeck College, University of London. He is a frequent contributor to both
scholarly and popular media in Europe, commenting on politics in the Balkans.

Sistemas constitucionales de los Estados postyugoslavos

NIKOLIC, Pavle. I sistemi constituzionali dei nuovi Stati dell’ex Jugoslavia. Turín:
Giappichelli Editore, 2002.

2 Septiembre 2003
Carlos Flores Juberías

Con algún retraso sobre su fecha de aparición, el pasado año, ha llegado a mis manos I
sistemi costituzionali dei nuovi Stati dell'ex Jugoslavia, del constitucionalista de la
Universidad de Belgrado Pavle Nikolic. Se trata de una serie de estudios sintéticos sobre
el sistema constitucional de cada una de las repúblicas de la antigua Yugoslavia, al que
precede un análisis del proceso de disgregación de la Federación y una introducción a cargo
de Silvio Gambino.

Si alguien que se atreva con el italiano está interesado en todo o parte del libro, no tiene
más que decirlo.

Europa del Este, vista desde Italia

GUIDA, Francesco (ed.). L’altra metà del continente. L’Europa Centro-Orientale dalla
formazione degli Stati nazionali all’integrazione europea. Roma/Padua: Univeritsà degli
Studi Roma Tre, Dipartimento di Istituzioni Politiche e Scienze Sociali, CEDAM: 2003.

18 Septiembre 2003
Francisco Veiga

Como sabéis, los libros surgidos de la publicación de actas de congresos suelen terminar
en los apartaderos más variados, aquellas estanterías a las que destinamos las obras que
raramente consultamos. En algunas ocasiones, el despacho de la Facultad suele ser el

- 131 -
Reseña y crítica de libros

destino final de esos libros que agrupan comunicaciones y actas de calidades y temáticas
demasiado dispares.

Pero éste no es el caso, en modo alguno, de una obra de gran interés que apareció este año
y que recoge las aportaciones presentadas a un congreso celebrado en Roma Tre en la
primavera de 2001:

El libro es un valioso compendio de expertos italianos en Europa del Este, entre los que
brillan con luz propia Marco Dogo, Armando Pitassio, Bianca Valota o el mismo Francesco
Guida. Pero también encontramos en él nombres tan destacados como Georges Castellan
o Marek Waldenberg. En conjunto, una obra de abundantes pero compactas aportaciones:

Maria Ormos, “L´Ungheria nel periodo delle guerre mondiali: il prezzo della indipenden-
za”.
Paolo Morawski, “Il tempo di una generazione: verso la Polonia nazionale”.
Francesco Caccamo, “La constituzione di uno Stato “nazionale” sulle rovine di un impero:
la Cecoslovacchia”.
George Cipaianu, “La formation de la Grande Roumanie”.
Marco Dogo, “I discutibili privilegi dell´arretratezza: Zog e il caso albanese”.
Valero Perna: “Le Repubbliche baltiche e la sicurezza. Anno 1921: il riconoscimento `de
iure´ dell´Italia”.
Ettore Cinnella, “Il primo tentativo di costituire uno Stato ucraino indipendente”.
Tatiana Krizman Maleva, “L´enigma jugoslavo: ingegneria statale o federazione di
popoli?”.
Marek Waldenberg, “Osservazioni sulla questione delle minoranze nazionali nell´Europa
centro-orientale”.
Bianca Valota, “La questione agraria, l´Internazionale Verde e l´esperimento bulgaro”.
Francisco Veiga, “Fascismi e regimi autoritari nell´Europa centro-orientale: la Guardia di
Ferro romena”.
Georges Castellan, “Les relations internationales dans l´Europe centrale entre les deux
guerres”.
Armando Pitassio, “L´avvento dei regimi comunisti nell´Est europeo (1944-1948)”.

- 132 -
Balkan (REES), 4 (2003)

Chiara Pacifici, “Ungheria, 1956: i tredici giorni che sconvolsero il blocco sovietico”.
Marco Clementi, “Note sulla primavera cecoslovacca: predajro, jaro, normalizace”.
Alberto Basciani, “La fragile illusione di un modello politico alternativo: la Jugoslavia di
Tito (1945-1980)”.
Francesco Guida, “La fine del blocco sovietico e le succesive crisi”.
Gaetano Trupiano, “Gli incentivi tributari agli investimenti privati nei Paesi dell´Est
europeo”.
Pietro Grilli di Cortona, “Partiti e sistemi politici nell´Europa post-comunista”.
Beglar Tavartkiladze e Shota Japaridze, “Il Caucaso dopo l´URSS”.
Leopoldo Nuti, “L´Europa centro-orientale e la transformazioni della NATO dopo il 1989".
Gian Cesare Romagnoli, “L´evoluzione delle politiche comunitarie nello allargamento a
Est dell´Unione Europea”.
Kzrysztof Zaboklicki, “La Polonia e l´Unione Europea”.
Marilena Giannetti, “Allargamento ad Est dell´Unione Europea: timori e spereanze per
l´economia italiana”.

Estrategias para el futuro de Bosnia-Hercegovina y Croacia

VERGOTTINI, Giuseppe de y Robert H. EVANS (eds.). Strategies for the future of


Bosnia-Herzegovina and Croatia. Bolonia: Giappichelli, 2001.

26 Septiembre 2003
Carlos Flores Juberías

Aunque en puridad no se trate de una novedad bibliográfica (data de 2001), sí es un libro


que, por haber sido publicado en Italia dentro de una colección más bien poco difundida,
puede haber pasado desapercibido a más de uno. De ahí la referencia.

Los editores son Giuseppe de Vergottini, catedrático de Derecho Constitucional de Bolonia,


y Robert H. Evans, director de la Johns Hopkins en esa ciudad. El libro contiene
colaboraciones varias (unas cuantas de funcionarios de la Oficina del Alto Representante),
fundamentalmente en torno al problemas derivados del retorno de los refugiados.

- 133 -
Reseña y crítica de libros

Libros de ciencia política editados en Serbia y Montenegro durante el último año

27 Septiembre 2003
José-Miguel Palacios

La lista procede de Knjizara, una librería virtual de Belgrado.

Albanci u Srbiji. Belgrado: Fond za Humanitarno Pravo, 2003.

BAZIC, Jovan. Srpsko Pitanje. Belgrado: Sluzbeni List Srbije i Crne Gore/Institut za
Politicke Studije, 2003.

BELIC, Milorad. Kompromis ili Revolucija. Belgrado: Pesic i Sinovi, 2003.

DAVIDOVIC, Blagoje. Srbi u Istoriji Rusije. Belgrado: Narodna Knjiga/Alfa, 2003.

DJORDJEVIC, Borivoje - Bora. Globalizacija i Medjunarodni Ekonomski Odnosi kroz


Milenijume. Belgrado: edición del autor, 2003.

DJORDJEVIC, Snezana. Renesansa Lokalne Vlasti. Belgrado: Fakultet Politickih Nauka,


2003.

GACEVIC, Radojko. Osvajanje Kosova. Belgrado: Itaka, 2003.

GACINOVIC, Radoslav. Nasilje u Jugoslaviji. Belgrado: Evro, 2003.

GAVRIC, Tomislav. Recnik Politickog Misljenja. Belgrado: Lento, 2003.

GOLUBOVIC, Zagorka. Izazovi demokratije u savremenom svetu. Pozarevac: Centar za


kulturu, 2003.

GOLUBOVIC, Predrag. Drzava u Pokusaju. Belgrado: Sluzbeni List Srbije i Crne


Gore/Centar za Socijalna Istrazivanja, 2003.

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Balkan (REES), 4 (2003)

IVANOVIC, Zivota. Ka Carstvu Dobra ili Apokalipsi. Belgrado: Filip Visnjic, 2003.

KNEZEV, Zoran D. Zapadne Sile i Jugoslavija u Drugom Svetskom Ratu. Belgrado: Evro,
2003.

KNEZIC-POPOVIC, Dragana. Istrazivacki Projekat Zakonodavstvo o Prosvetnom Savetu.


Belgrado: Institut za Uporedno Pravo, 2003.

LOPUSINA, Marko. FBI i Srbi. Belgrado: Narodna Knjiga/Alfa, 2003.

MAROVIC, Miodrag. Politika i Politika. Knjiga 1 - Otpor. Belgrado: Helsinski Odbor za


Ljudska Prava u Srbiji/Interprint: 2003.

MAROVIC, Miodrag. Politika i Politika. Knjiga 2 - Sunovrat. Belgrado: Helsinski Odbor


za Ljudska Prava u Srbiji/Interprint: 2003.

MILADINOVIC, Ivan. Tajna i Opomena. Belgrado: Draganic, 2003.

MILOSAVLJEVIC, Slavomir i Ivan RADOSAVLJEVIC. Osnovi Metodologije Politickih


Nauka. Belgrado: Sluzbeni Glasnik, 2003.

MILOSEVIC, Djordje. Rusija Na Raskrsnici. Novi Sad: Prometej, 2003.

Na Ivici. Belgrado: Plato, 2003.

Oluja Nad Hrvatskom. Belgrado: Samizdat B92, 2003.

PAVLOVIC, Vukasin. Drustveni Pokreti i Promene. Belgrado: Fakultet Politickih


Nauka/Udruzenje za Politicke Nauke Jugoslavije, 2003.

PETKOVIC, Milan V. Srpski Obavestajci. Belgrado: Gutenbergova Galaksija, 2003.

Politika i Svakodnevni Zivot. Belgrado: Institut za Filozofiju i Drustvenu Teoriju, 2003.

Prema Stabilnosti i Prosperitetu. Novi Sad: Prometej/Evropski Pokret u Srbiji, 2003.

- 135 -
Reseña y crítica de libros

PROTIC, Petar. Izmedju Samoobmana i Zabluda. Belgrado: Hilandarski Fond/Hriscanska


Misao, 2003.

RAJIC, Suzana. Vlada Nikole Hristca. Belgrado: Narodna Knjiga/Alfa, 2003.

Ratovanja. Belgrado: Dokumentacioni Centar Ratovi 1991., 2003.

SIMIC, Pero. Srbija Zemlja Neobjasnjiva. Belgrado: Filip Visnjic, 2003.

STANOVCIC, Vojislav. Vlast i Sloboda. Belgrado: Cigoja Stampa/Udruzenje za Politicke


Nauke Jugoslavije, 2003.

STEFANOVIC, Zlatko. Pravo Evropske Unije. Belgrado: Moc Knjige, 2003.

TOSIC, Desimir. Ko je Milovan Djilas? Belgrado: Otkrovenje, 2003.

Transition, Privatisation and Women. Belgrado: Zenski Centar za Demokratiju i Ljudska


Prava, 2003.

Ustavna Povelja Drzavne Zajednice Srbija i Crna Gora. Belgrado: Savremena Administra-
cija, 2003.

VASIC, Dragisa. Devetsto Treca. Belgrado: Zavod za Udzbenike i Nastavna Sredstva,


2003.

VUCKOVIC, Milan. Kap Nafte za Kap Krvi. Belgrado: Cigoja Stampa, 2003.

VUJOVIC, Miso. Masakriranje Istine. Belgrado: Bonart, 2003.

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Balkan (REES), 4 (2003)

28 Mayo 2003
Francisco Veiga

Las editoriales serbio-montenegrinas que publican obras sobre historia y política de los
Balcanes parecen más interesadas ahora en traducir los títulos de autores extranjeros que
en los autores autóctonos. Por mi parte encontré la siguiente obra autóctona:

ANTONIC, Slobodan. Zarobljena zemlja. Srbija za vlade Slobodana Milosevica. Belgrado:


Otkrovenje, 2002.

Pero fue mucho más interesante comprobar que en algunas librerías de segunda mano se
encuentran muy interesantes obras como:

SLIJEPCEVIC, Djoko. The Macedonian Question. Chicago: The American Institute for
Balkan Affairs, 1958.

Y dos obras más recientes:

Stephanie SCHWANDNER-SIEVERS y Bernd J. FISCHER (eds.). Albanian Identities.


Myth and History. Londres: Hurst and Co., 2002.

Hugh POULTON y Suha TAJI-FAROUKI (eds.). Muslim Identity and the Balkan State.
Londres: Hurst & Co., 1997.

También encontré una novela muy del gusto balcánico sobre los acontecimientos que
llevaron a la caída de Milosevic, publicada por B-92:

Tim MARSHALL. Shadowplay. Belgrado: Samizdat B-92, 2003.

- 137 -
Reseña y crítica de libros

La cuestión de Oriente, dentro de nosotros

CORM, Georges. L´Europe et l´Orient. De la balkanisation à la libanisation. Histoire


d´une modernité inaccomplie. 3ª reedición. París: La Découverte, 2002.

30 Septiembre 2003
Francisco Veiga

Georges Corm fue ministro de Finanzas del Líbano y más tarde devino asesor de esta
materia para diversos organismos internacionales. Pero hoy es más conocido por sus obras
de ensayo sobre los problemas de desarrollo del mundo árabe. Recientemente se ha
traducido al catalán su obra: La fractura imaginària. Esperit racional i religió a Occident
i Orient (Pagès editors, Lleida, 2003) un trabajo que está obteniendo bastante resonancia
por estos pagos. Sin embargo, el libro que motiva su presencia en esta lista es L´Europe et
l´Orient. De la balkanisation à la libanisation.

El desarrollo explícito de la balcanización no está muy presente a lo largo de la obra,


centrada con preferencia sobre Oriente Próximo, pero a lo largo de dos de las cinco partes
en que se divide el libro, el autor teoriza sobre la similitud de fondo existente entre ambos
tipos de crisis.

Una de las ideas que pone en juego Corm es que la forma en que se produce el hundimiento
del Imperio otomano es una de las causas de que tanto los Balcanes como Oriente Próximo
sean zonas tan dadas a las crisis y conflictos. Pero a su vez, esto no sería así sin la tendencia
recurrente de las grandes potencias europeas a implicarse en esas zonas:

“Mais dans des sociétés qui étaient stagnantes, comme les provinces arabes ou balkaniques
de l´Empire ottoman ou de l´Empire autro-hongrois, il est clair que sans la dynamique
externe que provoquent les rivalités et conflits des grandes puissances européennes entre
elles et pour le contrôle des peuples riverains de la Méditerranée, et sans l´exportation des
différentes idéologies nationales européennes, les dynamiques internes n´auraient pu se

- 138 -
Balkan (REES), 4 (2003)

mettre en mouvement et provoquer des violences continues et répétées. C´est ce que ce


livre tente de montrer, en mobilisant une documentation trop souvent ignorée des analyses
classiques sur la “question d´Orient” ou les questions balkaniques” (pag. XVII).

En definitiva, Corm argumenta que las potencias europeas exportaron una serie de ideas,
proyectos y referentes políticos que, si bien tenidos por modernos y progresistas, no eran
adecuados para esas zonas geoestratégicamente delicadas del Mediterráneo oriental, como
el estado-nación o las minorías nacionales con una serie de derechos mal delimitados y
definidos, imponiendo de paso anatemas sobre supuestas conductas “bárbaras” o
“irracionales” de estos sus vecinos orientales. La “modernidad” será así una manifestación
del “narcisismo europeo” que establece una barrera con el resto del mundo.

El autor establece un paralelismo entre el hundimiento de Yugoslavia y la guerra de Bosnia


con la crisis del Líbano, la tragedia palestina e incluso la crisis de Irak (aún no se había
producido la invasión cuando escribió el prólogo de la presente edición, en la primavera de
2002).

Para concluir:

“Ni la globalisation économique, ni le modèle bureaucratique de l´Union européenne ne


parviennent encore à faire reculer les imaginaires et passions “nationales” qui ont la vie
dure. Ces imaginaires peuvent même être fédérés dans les stupéfiants scénarios de “guerre
des civilisations” (entendez religion), aujourd´hui à la mode et que les événements du 11
septembre ont cristallisé dans les psychologies collectives. L´Europe a d´ailleurs peur de
ses nouvelles “minorités”, constituées par l´afflux de réfugiés de toutes les zones de conflit
de son voisinage méditerranéen. Les nouveaux canons de la ´democratie, qui exigent de
respecter le droit à la difference et de passer du modèle de l´État-nation à population
homogène à celui de l´État que doit accommoder le “multiculturalisme” créent beaucoup
de problèmes et font ressurgir les vieux démons du racisme fasciste sur lesquels prospèrent
les partis d´extrême droite dans plusiers pays européens” (pag. XXIV).

En otras palabras, que a fuerza de intervenir en la “cuestión de Oriente” durante dos siglos,
ésta se nos ha colado dentro de las fronteras europeas, nos guste o no.

- 139 -
Reseña y crítica de libros

Bosnia-Hercegovina: éxito o fracaso de una acción internacional

SOLIOZ, Christophe y Svebor André DIZDAREVIC (dirs.). La Bosnie-Herzégovine.


Enjeux de la transition. París: L´Harmattan, 2003.

11 Octubre 2003
Francisco Veiga

Recientemente se ha producido un boom a pequeña escala de libros relacionados con la


recuperación económico-social o la transición política en Bosnia. Insisto en que no es un
fenómeno de importantes dimensiones, pero han ido apareciendo algunos libros, aquí y allá,
que tratan este asunto. En el contexto de la inminente desaparición de Izetbegovic -el gran
símbolo de la Bosnia postitoísta- y de la retirada de las tropas norteamericanas de la
república, el fenómeno recoge claras resonancias: se trata de hacer balance de la era
posterior a Dayton porque la “comunidad internacional” está plegando, definitivamente,
velas en la zona.

Antes que nada, ahí va el índice:

“Introduction. La Bosnie-Herzégovine face à son avenir”. Svebor André Dizdarevic.


“Guerre et paix en Bosnie-Herzégovine: d´une paix négative à une paix positive”. Bozidar
Gajo Sejulic.
“La Bosnie-Herzégovine sept ans après la guerre: dépendance ou responsabilité et
autonomie”. Zarko Papic.
“Droits de l´Homme et réconciliation en Bosnie-Herzégovine”. Srdjan Dizdarevic.
“La Bosnie-Herzégovine prise au piège de la politique et de l´économie”. Dragoljub
Stojanov.
“La (re)conquête de la souveraineté, le défi a relever pour la Bosnie-Herzégovine”.
Christophe Solioz.

De momento, tras una examen superficial del libro, la contribución más interesante y
estructurada parece la de Zarko Papic, economista, ex alto funcionario yugoslavo, y antiguo
embajador en la OCDE (actualmente es director del Independent Bureau for Humanitarian

- 140 -
Balkan (REES), 4 (2003)

Issues). Papic señala con algunas cifras (no demasiadas) la importancia de la ayuda
internacional (que ya en 1998 suponía, al menos el 30% del PNB). En todo caso: “Sans
l´aide massive des donateurs, el produit national brut de la Bosnie-Herzégovine serait
déficitaire de l´ordre de 1% par an. En 2001, le revenu national brut était estimé à 35-40%
du niveau de 1991”. Por lo tanto, lógico es deducir, como lo hace Papic, que “la présence
d´étrangers en BiH, constitue un segment crucial de l´économie” (Pags. 60-61).

A pesar de lo cual, continúa el autor en el párrafo siguiente, “six ans après le rétablissement
de la paix en BiH, le seuil de pauvreté et le taux de chômage sont au même niveau qu´au
lendemain de la guerre” (pag. 61). Por lo tanto, algo falla y la pregunta es de cajón:
“Pourquoi un pays ayant bénéficié pendant cinq années d´une importante aide étrangère
est-il toujours aussi dépendant?”. Es la pregunta del millón de KMs.

A partir de ahí, Papic hace una cuidada disgresión, pautada, puntuada, de veinte páginas.
El autor nos pasea por problemas bien conocidos: corrupción, criminalidad, fuga de
cerebros... y rápidamente las culpas comienzan a recaer en la ayuda internacional. El punto
de partida de Papic es curiosamente yugoslavista: tras la Segunda Guerra Mundial, las
destrucciones materiales y las pérdidas humanas eran muchísimo más importantes que en
1995, pero “il lui avait alors fallu moins de cinq ans pour ramener le produit national brut
à son niveau d´avant guerre et pour achever la reconstruction. Tout cela sans l´aide de
l´étranger et dans des conditions d´isolement international (la crise provoquée par Trieste
et le conflit avec Staline)”.

Los defectos de la ayuda internacional, “que deben cambiar” son muchos y variados. Por
ejemplo, “la politique de soutien à la société civile est cependant souvent inadéquate”,
según el autor, porque ha creado una “sociedad civil virtual”. Pero esto es sólo un punto;
la batería argumental es amplia. Por ejemplo, Papic le concede bastante importancia al
planteamiento economicista que aplican las organizaciones internacionales a la
recuperación del país: todo se reduce a erigir una economía de mercado, y eso con jugosos
comentarios adicionales: “Ce serait faire preuve de cynisme que d´affirmer que la
philosophie dont s´inspire l´approche en transitologie n´est fondamentalment qu´une
interprétation soviétique du marxisme -“la base (de l´économie) détermine la superstructure

- 141 -
Reseña y crítica de libros

(la société)”- ou, pour être plus précis, une simplification du matérialisme dialectique” (pag.
66).

Papic reparte para todos. Por ejemplo, en la página 74 critica la labor de las organizaciones
extranjeras cuyo personal, según él, no tiene mucho interés en ceder sus puestos al relevo
local bosnio, porque eso supondría perder unos salarios “extremadamente elevados”. Y
continúa: “Ce qui est, entre autres, une motivation partagée par les organisations et leur
bureaucratie, qui les pousse à agir dans leur propre intérêt et non pas pour assurer la
réalisation des objectifs fixés. L´organisation a intérêt à se maintenir et à se déveloper.
Donc, pour elle, la solution idéale est que le pays bénéficiaire reste dépendant de l´aide
internationale” [en negrita en el original].

Además del libro cuya referencia encabeza esta sección, otras obras interesantes aparecidas
recientemente son las siguientes:

BOSE, Sumantra. Bosnia after Dayton. Nationalist Partition and International Interven-
tion. Londres: Hurst & Co., 2002.

CHANDLER, David. Bosnia. Faking Democracy After Dayton. Londres: Pluto Press, 2000.

El planteamiento de Solioz/Dizdarevic tiene mucho en común con los que presentan estos
dos autores que observan la situación desde fuera. El libro de Chandler contiene en la
cubierta una frase de Simon Jenkins (“The Times”): “A devastating analysis”.

Ahora bien: una cosa es el trabajo de técnicos como David Chandler o Sumantra Bose, y
otro el que realizan los propios autores bosnios en el libro de Solioz y Dizdarevic. Es
totalmente cierto que en la reconstrucción de Bosnia-Hercegovina la administración
internacional ha cometido errores de bulto. Por mi parte lo he repetido en más de una
ocasión; lo podéis leer en mails, en artículos y en “La trampa balcánica”. Comenzando por
la hiperburocratización que denunció el mismo Paddy Ashdown en su discurso inaugural
como Alto Representante de la UE en BiH en mayo de 2002, citado por Dragoljub Stojanov
en su contribución al libro que estoy comentando:

- 142 -
Balkan (REES), 4 (2003)

“Vous avez, dans un pays qui compte moins de quatre millions d´habitants: 1200 juges, 760
membres qui siègent dans différents organes represéntatifs, 180 ministres à différents
niveaux du pouvoir et trois armées. Vous avez 13 premiers ministres, c´est-à-dire un
premier ministre pour 300.000 habitants. Le coût de ce gigantesque appareil d´Etat s´élève
à environ 1,8 milliards de KM, sans compter les dépenses destinées à la santé, l´éducation
ou les retraites. Si bien qu´à eux seuls, les salaires des hommes politiques représentent pour
chacun des citoyens une dépense d´environ 900 KM par an, soit presque trois mois de leur
salaire moyen”.

Sí, no hay duda de que la “comunidad internacional” lo ha llevado mal en BiH o en


Kósovo. El problema en cuanto al libro de Solioz y Dizdarevic, es que a lo largo de sus 143
páginas no encontramos en ningún rinconcito un análisis mínimamente serio, con nombres,
con datos técnicos, sobre las responsabilidades políticas y sociales de los mismos bosnios.
Todo se reduce a planteamientos genéricos, nebulosos incluso. ¿Por qué no poner los
puntos sobre las íes con respecto a los partidos políticos nacionalistas, la muy deficiente
calidad de los diversos líderes locales, los problemas estructurales del modelo político
bosnio, las carencias de la sociedad civil local? Es fácil echar toda la culpa a la “comunidad
internacional”, al deficiente diseño de sus planes para la reconstrucción, mientras parece
que existe una especie de miedo en denunciar lo propio. O quizás estamos viviendo una
continuación del discurso victimista que utilizaron todas las partes en el conflicto bosnio.
En un desafío tan complejo como el que supone la reconstrucción de Bosnia, siempre se
pueden encontrar fallos de los que más han arriesgado (los organismos internacionales): es
imposible hacer un plan que cubra todos los aspectos de la reconstrucción, los miles y miles
de factores que intervienen y se solapan. Hay un amplio margen de responsabilidad en los
actores locales, porque son ellos los que con su esfuerzo y buena voluntad deben solucionar
las contradicciones que deja sueltas la planificación global. Por lo tanto, y para terminar,
puede ser que la administración de los organismos internacionales presente similitudes con
una especie de “imperialismo liberal”, como señalan Knaus y Martin. Pero estamos
hablando de un estilo, no de una reproducción: el destino original de las colonias era formar
parte de los imperios por los siglos de los siglos y se suponía que de ellas las metrópolis
extraerían tangibles beneficios; no me parece que sea el caso de Bosnia o Kósovo.

- 143 -
Reseña y crítica de libros

12 Octubre 2003
José-Miguel Palacios

Aunque a muchos les sonarán los nombres de los autores del libro de Solioz y Dizdarevic,
un breve recordatorio para los más despistados:

Svebor Dizdarevic, profesor de la Universidad de Lyon. Es miembro de la familia


Dizdarevic, una de las más conocidas de la “aristocracia comunista” de
Bosnia-Hercegovina. Los Dizdarevic fueron yugoslavistas hasta el final de la antigua
Yugoslavia, y luego tomaron el partido de la Bosnia independiente. El padre de Svebor,
Faik Dizdarevic, fue el último embajador de la antigua Yugoslavia en España. El tío carnal,
Raif Dizdarevic, fue Ministro de Asuntos Exteriores de Yugoslavia y Presidente de la
Presidencia (1988-89).

Srdjan Dizdarevic, pariente del anterior, es presidente del Comité Helsinki, y una de las
figuras más conocidas del panorama bosnio de ONG,s.

Zarko Papic es uno de los serbios de Sarajevo que tomaron partido por la Bosnia
independiente. Muy conocido en los ambientes de ONGs bosnios.

Dragoljub Stojanov, profesor de la Facultad de Economía de Sarajevo, es también uno de


los serbios fieles al gobierno de Sarajevo durante la guerra.

Vemos, pues, que la selección de autores está hecha en un sector muy concreto del espectro
ideológico bosnio: entre los yugoslavistas, serbios o musulmanes, que permanecieron fieles
a las autoridades de Sarajevo durante la guerra. Es un grupo políticamente minoritario y su
importancia procede de que a él pertenecen personas de un gran prestigio intelectual y
moral, con cartel en occidente.

- 144 -
Balkan (REES), 4 (2003)

12 Octubre 2003
Francisco Veiga

Bozidar Gajo Sekulic sigue en la misma línea: nacido en Bjelo Polje (Montenegro), estudió
Filosofía y Lengua y Literatura alemanas en Sarajevo, pero se doctoró por Zagreb. Más
tarde se fue especializando en lo que más convenía en cada momento: marxismo, teoría
crítica de la sociedad, teoría de los derechos del hombre y teoría de la paz. Aparece como
traductor de J.G. Fichte, Hannah Arendt y Urs Altermatt. Actualmente ejerce como profesor
de Filosofía contemporánea e Historia de la Filosofía en la Universidad de Sarajevo.

El libro está publicado por L´Harmattan, de Paris, bajo los auspicios del Forum for
Democratic Alternatives (Sarajevo-Suiza-Bruselas) y con subvención del Departamento
Federal de Asuntos Exteriores de Suiza, República y Cantón de Ginebra y Fundación
Charles Veillon (Lausana). El coeditor es Christophe Solioz, director del mencionado
Forum.

1 Diciembre 2003
Svebor Dizdarevic

Para empezar, decir que se trata de una obra que se está convirtiendo en referencia obligada,
ya que en pocos años ha visto diversas ediciones en inglés, francés y serbocroata:

a) En inglés (primera versión) (2001): Ownership process in Bosnia and Herzegovina.

b) En serbocroata (2002) /versión corregida y aumentada/: Bosna i Hercegovina: od


ovisnosti do samoodrzivosti. Edición del Helsinski Komitet za ljudska prava u B-H
(Sarajevo). Autores: Svebor Dizdarevic, prof.Gajo Sekulic, dr.Zarko Papic, Srdjan
Dizdarevic, Prof. Dragoljub Stojanov y Christophe Solioz.

c) En francés (2003): La Bosnie-Herzégovine, enjeux de la transition. París: Hartamann.

- 145 -
Reseña y crítica de libros

d) En inglés (2003). Edición ampliada, con la participación de W.Petritsch: Ownership


Process in Bosnia-Herzegovina. Baden-Baden: Nomos Verlagsgesellschaft.

e) En alemán. Publicadas partes del libro en la revista Balkan diskurs # 1, “Südosteuropäis-


her Dialog, Bosnia-Herzegowina: 8 Jahre nach Dayton - Krisen, Kritik und Perspektiven”,
2003.

Introducción

Cette publication porte sur la situation de la Bosnie-Herzégovine (et en


Bosnie-Herzégovine), sur la voie (non)parcourue après la signature de l'accord de Dayton
(1995), les leçons tirées (ou non) du processus de transition, les orientations fondamentales,
incontournables et possibles vers une Bosnie-Herzégovine autonome, démocratique et
intégrée à l'Europe.

Un certain nombre d'auteurs étrangers et bosniens s'étant rassemblés autour du thème de


l'ownership, la nécessité s'est imposée, une fois leurs contributions publiées, d'approfondir
cette problématique, cruciale pour l'avenir et le destin de la Bosnie-Herzégovine. De
nombreux rapports, contributions, analyses et travaux ont été publiés sur ce vaste thème
dans l'ensemble du monde, un certain nombre de centres et instituts universitaires se
consacrent à cette problématique précisément, organisent des séminaires et colloques, mais
ce sont généralement les “experts” étrangers qui (pré)dominent sur les experts de
Bosnie-Herzégovine. Aussi l'avantage, dans cet ouvrage, a-t-il été donné majoritairement
à des auteurs nationaux, lesquels, se basant sur leurs propres expériences, connaissances
et recherches - et chacun selon sa propre méthodologie - y livrent leurs réflexions et
remarques critiques sur la voie parcourue depuis Dayton.

Il existe un large éventail de représentations et descriptions de la Bosnie-Herzégovine de


l'après-Dayton, allant de l'image d'une “Alice au pays des merveilles” à celle du monstre
“Frankenstein”. Le concept d'ownership, emprunté au langage économique, dont le sens
premier est “propriété”, s'est transformé en un concept synonyme de responsabilité dans les
domaines étatique, politique, social et économique. Il s'agit donc de prendre en main le
processus de transition, de progrès social et de démocratisation, d'édification des

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Balkan (REES), 4 (2003)

institutions et de l'économie ou, comme l'un des auteurs l'a si bien exprimé très simplement
et justement, de la nécessité pour la Bosnie-Herzégovine de prendre les choses en mains.
Selon la vision de certains analystes étrangers, afin que celle-ci se présente de moins en
moins comme une construction symbolique de la communauté internationale et de plus en
plus comme une réalité étatique acceptée par la majorité des peuples de
Bosnie-Herzégovine.

Le fil d'Ariane que l'on retrouve dans toutes ces contributions est la constatation que la
Bosnie-Herzégovine se trouve depuis Dayton dans un état de dépendance, qu'elle souffrirait
même d'un syndrome de la dépendance. Comme le souligne l'un de ces auteurs, toute
longue période de dépendance finit par créer ses propres structures et logique de
fonctionnement, qui trouvent leurs propres intérêts dans cet état de dépendance, au point
que celle-ci se reproduit, devient une situation normale.

La lecture de cet ouvrage confirme le fait que huit ans après Dayton, les résultats sont
décevants, ayant pour conséquence, entre autres, l'apathie générale de la population. Si la
Bosnie-Herzégovine doit se débarrasser de son complexe de dépendance, la communauté
internationale doit faire de même par rapport à son complexe “humanitaire”. Les acteurs
locaux doivent apprendre à accepter les compromis et les instances internationales doivent
faire preuve de persévérance, d'intransigeance et d'intolérance totale face à tout ce qui
relève de l'ethnonationalisme, en tant que phénomène profondément antieuropéen. Qu'elles
s'occupent moins des sensibilités des ethnies et plus de celles des citoyens. L'Europe devrait
démontrer de manière beaucoup plus claire qu'elle a une véritable vision et une stratégie
précise qui ne céderont pas aux diverses manouvres, flatteries et concessions au nom de la
realpolitik, qui sont d'ailleurs totalement contraires aux principes, valeurs et acquis
européens. Le problème de la responsabilité est aussi celui de la capacité de la Bos-
nie-Herzégovine à échapper à son statut de prisonnier du “réalisme” des acteurs
internationaux et des hystéries communautaires locales. Il lui sera impossible de s'inclure
aux larges processus intégratifs si elle s'en tient exclusivement et passionnément à la cause
bosniaque, croate ou serbe.

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Reseña y crítica de libros

El derrumbe del Imperio otomano

ORGA, Irfan. Portrait of a Turkish Family. Eland, 1988.

14 Octubre 2003
Francisco Veiga

Anécdota vivida este mismo verano en Estambul. Visitando una céntrica librería, por
Divanyolu, me llama la atención un volumen del expositor. “Cómprelo -me recomienda el
joven dependiente desde el otro extremo de la estancia- Es una obra maestra”. Al cabo de
un rato entra el encargado de la librería y añade entusiasmo: “No puede dejar de comprarlo.
Es una obra excelente”. Y lo adquirí, claro está. ¿Qué otra cosa podía hacer?

Se trata de la obra de Irfan Orga, Portrait of a Turkish Family. El libro está publicado por
Eland, editorial británica, en 1988, aunque la obra original fue cosa de la prestigiosa Victor
Gollancz Ltd., en 1950. Y un detalle divertido: la actual reedición de Eland fue impresa en
GraphyCems de... ¡Navarra!

Como relato autobiográfico, la obra de Irfan Orga es muy atractiva. A través de su vida y
la de su familia, asistimos al derrumbe del Imperio otomano y el establecimiento de la
nueva República turca entre 1908 y 1940. Es un periodo crucial que se desarrolla ante la
mirada de un niño, luego adolescente y más tarde joven oficial. Me recuerda el plantea-
miento de las memorias de Gregor von Rezzori en “Flores en la nieve” para el ambiente
crepuscular del Imperio austro-húngaro; y algo también al “Adiós a todo eso” de Robert
Graves para Gran Bretaña, aunque sin el dramatismo que aporta éste con su terrible
vivencia en las trincheras de la Gran Guerra.

El relato de Orga, en las duras vivencias de aquel desmoronamiento, es básicamente


amable, irónico y tierno, plagado de referencias a usos y costumbres de la vieja cultura
turca, desconocidas para el lector occidental. Además, algunas fotos del autor y su familia
contribuyen a dar más calidez al texto.

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Balkan (REES), 4 (2003)

Sería muy recomendable que alguna editorial española como Anagrama, Acantila-
do-Quaderns Crema o Metáfora se decidiera a traducirla al castellano.

Libros de éxito en Croacia

14 Octubre 2003
José-Miguel Palacios

No hemos hablado mucho hasta ahora del panorama editorial croata, a pesar de que este
país tiene un mercado interno relativamente importante y de que sus producciones se
encuentran también con gran facilidad en Bosnia-Hercegovina.

En las listas de éxitos de la última semana según la librería sveznadar.com de Rijeka


encontramos lo siguiente:

a) Ficción: sólo hay un libro de la antigua Yugoslavia entre los cinco primeros. Se trata de
Dvori od Oraha, de Miljenko Jergovic, un joven (1966) autor croata de Sarajevo.

b) No ficción. Dos apariciones:

Ivan Juric: Geneticko podrijetlo Hrvata (origen genético de los croatas). Particularidades
genéticas de los actuales croatas, que los diferencian de otros pueblos europeos.

Nenad Ivankovic: Krvava zemlja (tierra sangrienta). Sobre la guerra de Bosnia, en particular
desde el punto de vista de los croatas.

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Reseña y crítica de libros

Atatürk visto desde Yugoslavia

TEODOSIJEVIC, Mirjana. Mustafa Kemal Ataturk u jugoslovenskoj javnosti. Belgrado:


Nea, 1998.

22 Diciembre 2003
Francisco Veiga

En las estanterías de Plato, en Belgrado, descubrí esta interesante y pequeña joya. Como
se indica en el título se trata de una “perspectiva yugoslava” de Atatürk, a base de reunir
artículos y ensayos breves sobre la figura del líder turco, todos de los años treinta. La
edición se acompaña de una interesante colección de fotografías y cubiertas de libros de la
época. Y, por cierto, el prólogo es obra de nada menos que Tahir Hasanovic.

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Balkan (REES), 4 (2003)

Crónica: acontecimientos del año

Belgrado, 23-24 Mayo 2003


Primer Congreso de Balcanistas Españoles

Los días 23 y 24 de mayo se celebró en Belgrado el Primer Congreso de Balcanistas


españoles, organizado por la Embajada de España con la colaboración del Instituto de
Política y Economía Internacionales de Belgrado (IMPP), así como del Ministerio español
de Asuntos Exteriores y de la AECI.

Tras el acto de inauguración, en el que participaron el Embajador de España, Mariano


García Muñoz, el Director para Europa en el MAE de Serbia-Montenegro, Vojislav
Milinkovic, el Subdirector General de Relaciones Culturales del MAE español) y el
Profesor Slobodan Pajovic, del IMPP; se presentaron las siguientes ponencias:

VEIGA, Francisco. “Entre la ‘realpolitik’ y el entusiasmo. Acción exterior española en el


sudeste europeo 1900-2001”.
GIRÓN, José. “Serbia y Yugoslavia: historia y geopolítica”.
OJEDA MARÍN, Alfonso. “Las complejas relaciones de la Unión Europea con Serbia y
Montenegro”.
DÍEZ, César Luis. “Estética de un campesinado urbano: el ‘turbo-folk’ en el Belgrado de
los noventa”.
DÍAZ, David. “Serbia, una transición incompleta. La transición política de Serbia -
reformas estructurales e integración europea”.
HERRERO, José Luis. “Kósovo como modelo de administración: la dimensión regional”.
PALACIOS, José-Miguel. “La abstención electoral en Serbia: entre la frustración y la falta
de consenso”.
RODRÍGUEZ, Álvaro. “La libertad ha vuelto a nacer para Serbia”.

Durante el Congreso se presentó la revista Balkania/Balkanija, que se editará con carácter


semestral en versión bilingüe castellana/serbia. En su primer número se recogen los textos
de las ponencias presentadas durante el Congreso.

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Crónica: acontecimientos del año

Sarajevo, 11-12 diciembre 2003


La transición española a la democracia (Congreso)

Los días 11 y 12 de diciembre se celebró en Sarajevo el congreso: “La transición española


a la democracia”, auspiciado por la Embajada de España en esa ciudad, la AECI, el Instituto
Europeo del Mediterráneo (IEMed) y Mediacentar de Sarajevo. Las sesiones estuvieron
estructuradas de la forma siguiente:

Jueves, 11
Acto de inauguración:
Rafael Valle Garagorri, Embajador de España en BiH
Pablo García Berdoy, Director General de Política Exterior para Europa, del MAE
Lidija Topic, viceministra del MAE de Bosnia y Hercegovina.
Andreu Claret, Director del IEMed
Boro Kontic, Director de Mediacentar Sarajevo

Introducción general:

“Antecedentes de la transición española”, a cargo de Juan Avilés, catedrático de Historia


Contemporánea de la UNED.

“Valoración global de la transición española”, por José Mª Marín, profesor titular de Hª


Contemporánea de la UNED.

“La transición española vista desde los Balcanes”, por Francisco Veiga, profesor titular de
Historia Contemporánea de la UAB.

PRIMERA SESIÓN: Aspectos políticos y económicos de la transición

El proceso de crisis económica y reconversión industrial

Los pactos de la Moncloa (1977) - Debate:

Eduardo Punset, ministro para las relaciones con las Comunidades Europeas (1980-81).
Prof. de Política Económica de la Universitat Ramon Llull.

Pablo Martín Aceña, catedrático de Economía de la Universidad de Alcalá de Henares.

Mirza Hajric, director general de la Agencia Federal para la Promoción de Inversiones


Extranjeras de BiH.

Dragoljub Stojanov, catedrático de Economía Internacional de la Universidad de Sarajevo.

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Balkan (REES), 4 (2003)

El cambio político institucional

La Constitución de 1978 - Debate:

Victoria Prego, periodista y analista político.

Carlos Flores Juberías, profesor titular de Derecho Constitucional de la Universidad de


Valencia.

Mato Tadic, Presidente de la Corte Institucional de BiH.

Jakob Finci, Director de la Agencia Estatal de Funcionarios de BiH.

Viernes, 12

SEGUNDA SESIÓN: El desarrollo autonómico durante la transición

La etapa preautonómica

La institucionalización de las autonomías. Debate:

Fernando Álvarez de Miranda y Torres, presidente del Congreso de los Diputados


(1977-1979), presidente de la Fundación General de la Universidad SEK de Segovia, pdte.
del Instituto de Estudios de la Transición Española de la mencionada fundación.

Borja de Riquer, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Autónoma de


Barcelona.

Alberto López Basaguren, prof. titular de Derecho Constitucional de la Universidad del


País Vasco.

Nikola Spiric, presidente de la Cámara de Representantes de la Asamblea Parlamentaria de


BiH, profesor de Política monetaria y finanzas públicas en la Facultad de Economía de
Banja Luka.

Casim Sadikovic, profesor de Sistema político en al Facultad de Derecho, Universidad de


Sarajevo y juez de la Corte Constitucional.

Kresimir Zubak, pdte. del Partido de la Nueva Iniciativa Croata, ministro para la Protección
de los Derechos Humanos y de los refugiados de BiH (2000-2002), miembro de la
presidencia de BiH (1996-1998).

Nerzuk Curak, periodista y analista político.

TERCERA SESIÓN: La política exterior durante la transición - Debate

Andreu Claret, director del IEMed.

Darío Valcárcel, director de la revista Política Exterior.

- 153 -
Crónica: acontecimientos del año

Zlatko Lagumdzija, ministro de Asuntos Exteriores de BiH (2001-2003), profesor de


Gestión de sistemas de información de la Facultad de Economía de la Universidad de
Sarajevo.

CUARTA SESIÓN: La integración en las comunidades europeas

El proceso hacia la integración europea

Las consecuencias de la integración.

Eduardo Punset, ministro para las relaciones con las Comunidades Europeas (1980-81).
Prof. de Política Económica de la Universitat Ramon Llull.

Celestino del Arenal, catedrático de Relaciones internacionales de la Universidad


Complutense de Madrid.

Gabriel Ferrán, embajador jefe de la Misión de España ante las Comunidades Europeas
(1981-1985).

Hermann Tertsch, periodista y analista político.

Osman Topcagic, Director del Departamento para la Integración Europea de BiH.

Zdravko Grebo, profesor de Teoría del Derecho en la Facultad de Derecho de la


Universidad de Sarajevo.

Jasna Baksic-Muftic, profesora de Teoría del Derecho en la Facultad de Derecho de la


Universidad de Sarajevo.

SESIÓN DE CLAUSURA

Fernando Álvarez de Miranda y Torres


Osman Topcagic
Zdravko Grebo

La logística del congreso fue impecable y creo que todos los ponentes se sintieron muy bien
atendidos y alojados en el mítico Holiday Inn. En relación al contenido de las ponencias,
todas tuvieron un excelente nivel, aunque no puedo por menos de señalar dos sugerencias:

C Hubiera estado bien invitar a algún experto ni español ni bosnio (italiano, alemán,
norteamericano, británico) para que intentara alguna forma de ligazón teórica. En
general, los españoles y los bosnios hablaron cada uno de lo suyo, pero no estoy
seguro de que se lograran extraer conclusiones comunes para ambos procesos de
transición.

C No hubiera estado de más convidar a la prensa serbia y croata (amén de la


macedonia y eslovena) dado que seguramente habría interesado una cobertura
informativa del evento en esos países. No olvidemos que la transición bosnia
discurre inicialmente dentro de la yugoslava, hasta el comienzo de la guerra de
1992.

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Balkan (REES), 4 (2003)

Madrid (UAM), 2 Diciembre 2002


Tesis doctoral: El problema nacional macedonio: guerra mundial, ocupación,
resistencia y guerra civil griegas
Jesús Nieto González

El pasado 2 de diciembre de 2002, Jesús Nieto defendió su tesis doctoral en la Universidad


Autónoma de Madrid. El Director de la tesis fue el Prof. Pedro Martínez Lillo, del
Departamento de Historia Contemporánea de la UAM y el tribunal estuvo compuesto por
los Profesores Javier Donézar Díez de Ulzurrun (Presidente), Marta Bizcarrondo Alvea,
Carlos Taibo Arias, Pedro Bádenas de la Peña y Ricardo Martín de la Guardia.

Justificación e hipótesis de trabajo

La descomposición del Estado Yugoslavo ha levantado la lógica expectación mediática. Sin


embargo, dejando aparte honrosas y esforzadas excepciones38, no existe una tradición en
España de estudios históricos sobre la Península Balcánica. Como lógica consecuencia,
tampoco el mercado editorial ofrece una bibliografía básica en español, no ya original, sino
ni siquiera traducida. Sólo al calor de la actualidad han venido apareciendo últimamente
obras que ofrecían información de urgencia sobre lo que estaba pasando en la región. Una
prueba -si hiciera falta- del carácter coyuntural de la producción académica española sobre
los Balcanes es el hecho incontrovertible de la casi inexistente información sobre la historia
contemporánea griega. Cabe pensar que hay una relación directa entre el desinterés
mediático y el académico y editorial. La estabilidad política de Grecia no ocupa portadas
ni espacios de televisión y, por lo tanto, tampoco es objetivo prioritario de la producción
editorial. Por la misma razón, que la Macedonia yugoslava haya sido el único territorio
yugoslavo que ha accedido a la independencia de manera pacífica se tradujo en un casi total
desinterés sobre el proceso. Sólo cuando en el año 2001 se desencadenó el conflicto interno

38
Véanse los trabajos de Carlos Taibo (Universidad Autónoma de Madrid), Francisco Veiga
(Universidad Autónoma de Barcelona), Ricardo Martín de la Guardia y G uillermo Pérez Sánchez
(Universidad de Valladolid). Así mismo, el importante esfuerzo de reunir a los investigadores españoles sobre
Europa Oriental que, bajo la dirección del profesor Carlos Flores Juberías, lleva a cabo la Cátedra Fadrique
Furió Feriol de la Facultad de Derecho de la Universidad de Valencia y que ya va por su segunda edición; por
último las dos iniciativas españolas en Internet: el foro Balkan y la Revista Cuadernos del Este.

- 155 -
Crónica: acontecimientos del año

que enfrentó a los macedonios de origen eslavo con los de origen albanés, los problemas
del territorio saltaron a la actualidad, se convirtieron en objeto de interés mediático y, como
consecuencia, aparecieron las primeras publicaciones con análisis e información sobre esta
crisis.

Una vez que había accedido a una información básica, había que limitar temporalmente el
objeto de la investigación. Una opción era trabajar sobre el periodo inmediatamente anterior
a la Primera Guerra Mundial, la descomposición del Imperio Otomano en Europa y la
formación de la conciencia nacional macedonia. Otra podía ser también el convulso periodo
de entreguerras y la entrada en escena del factor comunista. Finalmente, me pareció más
lógico tratar estos dos aspectos en una introducción histórica sucinta y centrar la
investigación en el periodo 1941-1949. Es durante estos ocho años cuando se va a definir
el futuro de la región macedonia. La Segunda Guerra Mundial y el ordenamiento político
y estratégico derivados de su desenlace afectaron de lleno a una región fronteriza y de
difícil definición como la que aquí nos ocupa. La división del mundo a partir de 1947 en
dos grandes bloques como consecuencia de la Guerra Fría, se tradujo en una paralela
división de lo que se entiende por Macedonia desde el punto de vista geográfico.

Si la elección del momento histórico era problemática, la del espacio geográfico nunca fue
objeto de duda. La investigación debía referirse al concepto de Macedonia como región por
encima de las fronteras estatales establecidas en 1913 como consecuencia de la Segunda
Guerra Balcánica. Precisamente una de las incógnitas a las que este trabajo debe dar
respuesta es saber hasta qué punto el sentimiento nacional macedonio existía por encima
de dichas fronteras en este período. Además, el hecho de que durante el periodo 1941-1944
todo el territorio estuviera bajo un régimen de ocupación por parte de las fuerzas del Eje
facilitaba el tratamiento de Macedonia como región, puesto que, durante esos años, las
fronteras estatales griegas y yugoslavas tenían un valor real muy relativo. Así mismo, el
hecho de que durante el periodo 1946-1949 Grecia estuviera inmersa en una guerra civil
provocó que nuevamente las fronteras fueran muy permeables, dado que el gobierno griego
no tenía control total sobre ellas.

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Balkan (REES), 4 (2003)

Una vez establecido el ámbito temporal y espacial, se partía de la hipótesis de que el


proceso de construcción nacional macedonio nunca fue una opción independiente de las
potencias regionales implicadas en la región. Dicho de otra manera, se entendía que nunca
había existido una alternativa autónoma que trascendiera a los coyunturales intereses de
Serbia -luego Yugoslavia-, Bulgaria, Grecia y de las grandes potencias mundiales. En este
sentido, el estudio partía de la asunción de que el nacionalismo macedonio nació como una
derivación de los intereses búlgaros relacionados con la aspiración de Sofía de integrar la
región dentro de las fronteras de la “Gran Bulgaria” que se dibujó en el Tratado de San
Stéfano.

La siguiente hipótesis se refería al protagonismo de los partidos comunistas griego,


yugoslavo y búlgaro en el proceso de construcción nacional macedonio en este periodo. Se
partía de la hipótesis de que nunca existió una coordinación entre los mencionados partidos
comunistas sobre el nacionalismo macedonio. A lo largo de la investigación se trataría de
llegar a conclusiones sobre la verdadera implicación comunista en el fenómeno nacional
macedonio y su compromiso real ante una hipotética redelimitación de fronteras en la
región en función del reconocimiento efectivo de la existencia de esta nación. Se trataba,
en definitiva, de demostrar que cuando entraron en conflicto el internacionalismo,
componente ideológico básico del comunismo, y los intereses nacionales, ajenos a la teoría
política marxista pero vitales para mantener una situación de poder e influencia en el seno
de un estado, fueron estos últimos los que finalmente prevalecieron.

La última hipótesis de trabajo hacía referencia al papel desempeñado por las grandes
potencias de cada momento en el proceso de construcción nacional. Básicamente se trataba
de comprobar si la cuestión macedonia era, desde su punto de vista, la continuación, bajo
la misma perspectiva imperialista, de un problema iniciado en el último cuarto del siglo
XIX, que no recibió un nuevo tratamiento en función de los cambios derivados de la
Segunda Guerra Mundial. Así mismo, se intentaba delimitar la relación del conflicto
nacional macedonio con el mundo bipolar que se va gestando a partir de 1945 y que
desembocaría poco después en el inicio de la Guerra Fría.

Metodología, fondos documentales y centros de investigación

- 157 -
Crónica: acontecimientos del año

Durante los primeros años de elaboración de esta investigación la actividad se centró en la


lectura de fuentes indirectas y en la elaboración de un catálogo de necesidades documenta-
les. La dificultad se centraba en el hecho de que el material disponible en España era muy
escaso, como ya se ha explicado. Se intentó compensar esta carencia con viajes esporádi-
cos, coincidentes la mayoría con vacaciones -propias o de amigos y colegas- gracias a los
cuales pude adquirir obras básicas sobre el tema, editadas -en algunos casos reeditadas- en
la década de los noventa.

Finalmente, llegó un momento, en 1999 aproximadamente, en que este tipo de fuentes


estaba ya prácticamente agotado. Para continuar era necesario acceder a otro tipo de
material. Por un lado a las obras escritas durante el periodo objeto de estudio o inmediata-
mente después, cuyos autores habían sido testigos de estos hechos. Estos trabajos son
continuamente citados por autores posteriores y se hacía indispensable acceder a ellos
directamente. Así mismo, era necesario consultar trabajos antiguos y modernos de autores
locales, griegos, yugoslavos, macedonios y búlgaros, de muy difícil acceso en Europa
Occidental. Por último había que trabajar sobre fuentes documentales directas, de las cuales
sólo las británicas del Public Record Office (PRO) y las norteamericanas Foreign Relations
of the United States (FRUS) están parcialmente disponibles en España. El resto de los
fondos documentales sólo es posible encontrarlo en Grecia o en el territorio de la antigua
Yugoslavia, aunque, en muchos casos, la documentación es prácticamente inaccesible.

Ante tales circunstancias, la continuidad de la investigación dependía de la posibilidad de


viajar a la región macedonia. Durante el año escolar 1999-2000, gracias a una licencia por
estudios (el equivalente al año sabático universitario), pude pasar varios meses trabajando
en Tesalónica (Grecia) y en Skopje (República de Macedonia). En la capital de la
Macedonia griega se encuentra el Instituto de Estudios Balcánicos (IMXA en sus siglas
originales). Esta institución alberga una de las mejores colecciones de libros y revistas
sobre el problema nacional macedonio, con ejemplares de difícil localización editados a
partir de los años cuarenta, tanto en Europa Occidental, Estados Unidos y Canadá, como
en Yugoslavia, Bulgaria y, por supuesto, en Grecia. Así mismo el IMXA dispone de una
completa colección de documentos publicados en Yugoslavia, como el Istorijiski Arhiv
KPJ. [Archivo histórico del Partido Comunista de Yugoslavia] y en la República de

- 158 -
Balkan (REES), 4 (2003)

Macedonia, en especial la denominada Egejska Makedonija bo NOV [La Macedonia del


Egeo en la Guerra de Liberación Nacional]. Por último, también se puede encontrar en la
biblioteca de esta institución la documentación publicada por el Partido Comunista Griego,
entre la que destaca la recopilación denominada Epísima Kímena [Documentos oficiales]
y Deka jronia agones 1935-1945 [Diez años de Lucha], así como otras colecciones
menores, pero de gran interés.

Si en Tesalónica se podía hallar toda la información y documentación publicada necesaria


para llevar adelante este trabajo, no había, en cambio, la posibilidad de acceder a fondos
documentales no publicados. Sin embargo, el Instituto de Historia Nacional y los Archivos
de Macedonia, ambos en Skopje, disponen de un valiosísimo fondo de documentos, en gran
parte inéditos, procedentes de los archivos del Partido Comunista griego (KKE) y del
Frente de Liberación Nacional de los eslavomacedonios griegos(SNOF y más tarde NOF),
que, en 1949, tras la derrota en la Guerra Civil fueron trasladados al entonces territorio
yugoslavo y puestos bajo la custodia de las dos mencionadas instituciones. A pesar de las
dificultadas técnicas para la consulta de estos documentos, derivadas de la precaria
situación económica del joven Estado macedonio, la información recopilada en Skopje
constituye una de las bases más sólidas sobre las que se ha construido esta investigación.

Estructura del trabajo

Esta tesis se compone de una introducción metodológica, seguida de tres capítulos de


investigación histórica ordenados según criterios cronológicos. En el primero se ofrece una
panorámica general de las características geográficas y demográficas de Macedonia y una
visión general de los antecedentes históricos del problema nacional macedonio desde
principios del siglo XX hasta el periodo principal de estudio. El siguiente capítulo trata
sobre el proceso de ocupación y resistencia en Macedonia durante la Segunda Guerra
Mundial y el fenómeno paralelo de construcción nacional. El último se refiere al desarrollo
del problema nacional macedonio en la posguerra hasta el inicio de la Guerra Fría. El
trabajo termina con las conclusiones de la investigación, bibliografía e índices onomástico
y de acrónimos.

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Crónica: acontecimientos del año

Proceso de redacción

Una vez terminado el proceso de recopilación de datos, al iniciar la redacción se hizo


presente la dificultad que constituía el hecho de que la mayor parte de los acontecimientos
y personajes a los que se hacía referencia eran poco conocidos. Parecía imprescindible,
pues, dedicar un mayor espacio a describir los antecedentes históricos del tema fundamental
de esta tesis para poder entender mejor el cuerpo central del trabajo. De igual manera,
parecía conveniente explicar acontecimientos paralelos al problema nacional macedonio,
como la estructura de la resistencia yugoslava y griega y sus respectivas relaciones con las
grandes potencias, la ruptura de Tito con Stalin, la Guerra Civil Griega en su conjunto, etc.

Obviamente, si esta tesis se hubiera llevado a cabo en una universidad griega no hubiera
sido necesario dedicar tiempo y espacio a explicaciones de carácter general, de igual
manera que una tesis española acerca de un tema relacionado con nuestra Guerra Civil no
requeriría que su autor explicara, por ejemplo, quién era el General Mola o Francisco
Largo Caballero. Pero en el caso que nos ocupa, prescindir de este tipo de explicaciones
hubiera significado condenar esta tesis a una cierta incomprensibilidad. La inclusión de un
índice de personajes y otro de siglas de organizaciones era no sólo conveniente, sino
obligatoria para su mejor seguimiento.

Madrid (UAM), 26 Junio 2003


Tesis doctoral: Una aproximación traductológica al problema de la cultura del
extranjero. Aspectos lingüísticos y literarios de las traducciones al castellano de la
literatura serbia en España
Aleksandra Mancic

El pasado día 26 de junio de 2003, Aleksandra Mancic, una excelente traductora y


profesora belgradense, defendió su tesis doctoral en la Universidad Autónoma de Madrid.
Fue dirigida por el Prof. Carlos Piera Gil y obtuvo la calificación de sobresaliente cum
laude.

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Balkan (REES), 4 (2003)

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Crónica: acontecimientos del año

Resumen

El interés principal de este trabajo se centra en las cuestiones de la traducción literaria como
expresión de una posición y una actitud en la literatura a través de una investigación que
indaga cómo y cuánto se traducía la literatura serbia en España en el siglo XX.

El producto de la actividad translativa tiene una efectividad social y cultural: este trabajo
se interesa más por la eficacia, que por el análisis de la calidad de la traducción. Se analiza
el problema de las relaciones entre una cultura periférica y otra dominante, una del Este y
otra del Oeste de Europa, y en particular, la traducción de la literatura serbia en España. El
tema está cargado de lo político a lo largo del siglo XX, y la tesis analiza los cambios en
la percepción derivados de las distintas perspectivas políticas.

La tesis trata los autores y las obras que reúnen las características siguientes: el estatus
canónico dentro de la literatura de origen, la significancia del momento de su introducción
en la literatura de acogida, la especificidad de las circunstancias de su introducción y de su
presencia en esta literatura, y las circunstancias particulares de su traducción y sus
traductores.

El trabajo incluye una bibliografía de las obras publicadas en versión española en España
en el siglo XX, dispuesta cronológicamente.

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