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1. El documento presenta la cristología de Walter Kasper, la cual propone una aproximación histórica a Jesucristo y una interpretación de la realidad a través de la cruz y resurrección de Jesús.
2. Kasper argumenta que una cristología contemporánea debe ser históricamente orientada, de alcance universal y determinada soteriológicamente.
3. Aborda tanto la cuestión histórica sobre Jesucristo como la religiosa, examinando la relación entre redención cristiana y emancipación moderna.
1. El documento presenta la cristología de Walter Kasper, la cual propone una aproximación histórica a Jesucristo y una interpretación de la realidad a través de la cruz y resurrección de Jesús.
2. Kasper argumenta que una cristología contemporánea debe ser históricamente orientada, de alcance universal y determinada soteriológicamente.
3. Aborda tanto la cuestión histórica sobre Jesucristo como la religiosa, examinando la relación entre redención cristiana y emancipación moderna.
1. El documento presenta la cristología de Walter Kasper, la cual propone una aproximación histórica a Jesucristo y una interpretación de la realidad a través de la cruz y resurrección de Jesús.
2. Kasper argumenta que una cristología contemporánea debe ser históricamente orientada, de alcance universal y determinada soteriológicamente.
3. Aborda tanto la cuestión histórica sobre Jesucristo como la religiosa, examinando la relación entre redención cristiana y emancipación moderna.
CONTEXTUALIZACIN DE LA CRISTOLOGA DE WALTER KASPER
ngelo Amato en su obra de Cristologa presenta la aportacin de Walter Kasper dentro de las corrientes contemporneas como una cristologa histrica, en un doble sentido: porque el objeto de la revelacin es afirmado como histrico; segundo, porque para Kasper, la historia sera el mtodo adecuado para el anuncio de Cristo en el mundo contemporneo. Este trabajo se basa prcticamente en la lectura de la obra Jess, el Cristo, de Walter Kasper. Un estudio slido y profundo, como lo puede comprobar quien se acerque a su lectura, en el que el autor gasta largos aos de investigacin y reflexin docente. La finalidad de este breve texto consistir sencillamente en presentar el contexto y algunos principios generales a partir de los cuales se articula la propuesta cristolgica de Walter Kasper. Lamentablemente el espacio no alcanza para presentar, en concreto, el desarrollo que hace en su obra de algunos temas de la Cristologa, como son: el mensaje de Jess, sus milagros, su pretensin, su muerte; as como la razn de la fe en la resurreccin y su contenido, el papel de Jesucristo como mediador entre Dios y los hombres, etc. Comenzando a realizar nuestro cometido, digamos que el autor mismo sita su propuesta y reflexin dentro del mbito de la renovacin eclesial exigida y buscada por el Concilio Vaticano II. Considera que una cristologa renovada da respuesta a los problemas eclesiolgicos, puesto que la base y el sentido de la Iglesia es Jesucristo mismo. En este sentido, la tarea de la teologa consiste en la cristologa, tarea que se condensa en la exposicin y desarrollo de la profesin de fe: Jess, el Cristo. De aqu la justificacin misma del ttulo de su obra. Rpidamente se descubre nuestro autor como un interlocutor erudito y crtico de las corrientes filosficas y teolgicas y sus autores. Es consciente del contexto en el que se enmarca su reflexin cristolgica: una tendencia histrica en dilogo con Pannenberg, Moltmann, Geiselman y otros autores que se sitan en esta misma perspectiva. Todos convergen al considerar que la pregunta por el sentido y la salvacin del hombre es tambin pregunta por la historia como totalidad. Este ser pues el centro aglutinador de su reflexin.
LA TAREA DE LA CRISTOLOGA ACTUAL Segn Kasper, una cristologa que pretenda ser significativa en nuestro tiempo, necesita contener las siguientes caractersticas: 1) Una Cristologa orientada histricamente. Que intenta mantener vivo y actualizar un recuerdo, narrar y testificar una historia concreta. Debe responder a la cuestin Quin es este Jess de Nazareth? Qu pretenda, cul era su mensaje, su conducta... As como responder cmo y por qu se pas del Cristo predicador al Cristo 2
predicado, qu relacin hay entre Jess de Nazaret que es histricamente uno y el Cristo de la fe, es decir, tiene que abordar el origen de la fe pascual. 2) Cristologa de alcance universal. Este recuerdo de Jess tiene que ser interpretado como tradicin viviente, conservado con fidelidad creadora para que surja una fe viviente. As pues, otra de las labores ineludibles de la cristologa consistir en justificar la pretensin de que solo en Jesucristo de manera nica y definitiva ha aparecido el ms profundo sentido de toda la realidad. Es en definitiva una pregunta por el sentido del ser que lleva al encuentro con la filosofa y en particular con la metafsica. Qu relacin hay entre cristologa y filosofa. 3) Cristologa determinada soteriolgicamente. Pregunta por el significado salvador de Jesucristo. Sintetiza los dos puntos anteriores en una unidad superior, evitando la dualidad: la pregunta por el significado universal de Jess es indisoluble de su persona e historia. Hay que afirmar que la cristologa y la soteriologa son inseparables.
PUNTO DE ARRANQUE: LA CUESTIN HISTRICA SOBRE JESUCRISTO. 1) Punto de partida: profesin de fe de la comunidad eclesial. Una vez afirmada la existencia de la figura histrica de Jess de Nazareth, habr que distinguir aquello que procede vlidamente de los mtodos histricos actuales, es decir, lo que en concreto podemos llegar a saber sobre su vida, actividad, mensaje y muerte, aunque en su relacin inseparable con el cristianismo. Lo que aqu se quiere resaltar es que la pregunta por Jesucristo est estrechamente relacionada con el modo como se cree, vive y anuncia en la Iglesia primitiva. Los escritos del Nuevo Testamento, que son las fuentes casi nicas que nos dan acceso a Jess de Nazareth no son histricos en el sentido moderno, sino testimonios de la fe en Jesucristo. En este sentido, Jess es accesible solo a travs de la fe de las primeras comunidades cristianas. Siendo as, el ambiente vital de la fe en Cristo es la Iglesia, entonces, solamente desde ella podr entenderse el testimonio del Nuevo Testamento. Aunque, como lo expresa el mismo autor, la situacin no es tan desesperada, puesto que los evangelios no llevan al escepticismo histrico ni a la resignacin, sino que presentan la figura histrica de Jess de un modo muy distinto a como lo hacen los relatos histricos. Lo que se quiere sealar es que no puede plantearse la pregunta por Jess prescindiendo del kerigma de la Iglesia primitiva, sino valindose del mensaje cristiano. De este modo, interpretacin y tradicin no se pueden separar: se interpreta a Jess a partir de la fe eclesial, interpretando a esta a su vez a partir de Jess. 2) Contenido: La cruz y resurreccin de Jess, paso del Jess de la historia al Cristo exaltado 3
El Jess histrico es imposible constituirlo en contenido total de la fe en Cristo, pues la revelacin no solo acontece en el Jess terreno, sino igualmente y hasta de modo ms definitivo en la resurreccin y el envo del Espritu Santo. De aqu se deduce que en el Espritu tenemos acceso a Jess. Si nicamente tuviramos un acceso histrico a Jess entonces sera para nosotros letra muerta y ley esclavizante. Esto constituye una cristologa de mutua correspondencia entre el Jess terreno y el Cristo resucitado. 3) El problema fundamental: La cristologa no trata nicamente de la esencia de Jesucristo, sino de la interpretacin cristiana de la realidad en general. En este sentido, la cuestin histrica sobre Jesucristo se convierte en pregunta por la historia como tal. Una cristologa que tiene como centro la cruz y resurreccin
LA CUESTIN RELIGIOSA SOBRE JESUCRISTO Se plantea la pregunta sobre la salvacin y la redencin, a partir de los presupuestos, no condiciones, de la poca moderna. Un pregunta que tiene que desarrollarse dentro de la actual situacin de bsqueda secularizada de la emancipacin. La secularizacin, siguiendo a Kasper, se caracteriza precisamente por el hecho de que la sociedad y el hombre se liberan de la tutela de las ideologas y de conductas determinadas por una visin religiosa y cristiana. El hombre pretende orientarse racionalmente en las estructuras de la poltica, la economa, la ciencia, etc. Quiere tratar y juzgar lo mundano, mundanamente. As, las cuestiones absolutas y definitivas que no pueden solucionarse de forma racional se consideran absurdas y hay que posponerlas en favor de los problemas solubles. Esta secularizacin moderna est estrechamente ligada con el otro principio fundamental de la modernidad: la subjetividad. El hecho de que el hombre se coloca como punto de partida y medida en orden a la comprensin de toda la realidad. En este sentido, el hombre se erige como seor de la realidad, y sta es considerada como mero objeto que se puede conocer cientficamente y dominar mediante los recursos de la tcnica. As es como se llega a prescindir de Dios en cuanto hiptesis de conocimiento y trabajo, y se desarrolla una visin del mundo desmitologizada y desacralizada. Desde estos presupuestos, la cristologa debe plantearse como fundamental la siguiente cuestin: Qu relacin existe entre redencin entendida cristianamente y emancipacin interpretada de acuerdo con la poca moderna. Para dar respuesta a esta cuestin se impone una autntica necesidad de desmitologizacin para salvar o actualizar el contenido esencial y perenne de la profesin de fe de la Iglesia, el cual se encuentra en forma mitolgicamente cifrada. Es una aspiracin 4
legtima, dice Kasper, si no reduce la cristologa a mera antropologa, quitndole lo indeduciblemente nuevo y nico a Jesucristo. Reconoce en este sentido las aportaciones de Bultmann y su programa de desmitologizacin y a Karl Rahner con su cristologa trascendental por haber dado los primeros pasos en este intento de hacer teologa desde los presupuestos de la poca moderna. Sin embargo, yendo ms all de ellos, nuestro autor afirma la categora de lo nuevo como aquella que permite alcanzar un pensamiento histrico en el cual plantear la cuestin sobre Jesucristo. Este concepto va contra una imagen del mundo cerrada en s misma, que se absolutiza sin dejar espacio alguno a las posibilidades de Dios inderivablemente nuevas, y creadoras. Esta concepcin no supone un quebrantamiento de la regularidad de las leyes naturales, sino una visin de la totalidad del mundo, que entiende a Jess fuera de toda correlacin y analoga con cualquier otro acontecimiento.
LA CUESTIN SOBRE JESS EN UN MUNDO QUE SE HA HECHO HISTRICO: Walter Kasper vuelve a partir del Vaticano II que ha sealado en la poca actual el paso de una concepcin ms esttica de la realidad global hacia una interpretacin ms dinmica y evolutiva. Segn esto, todo se encuentra en transformacin y cambio y apenas hay algo inamovible sobre lo cual se pueda edificar algn sistema de pensamiento. Es por eso que Kasper considera la historia como el ms completo horizonte de toda comprensin y actuacin humanas, de ah que lo absoluto pueda expresarse solo de modo histrico. Idea que contina profundizando desde de distintos acercamientos a lo largo de su obra. A la historia se la define como un proceso de cambio entre sujeto y objeto, un acontecimiento mediador en el que el mundo determina al hombre y el hombre al mundo. As pues, la historia no es mera sucesin de das, sino que supone la libertad del hombre que es capaz de cobrar distancia respecto a cada momento, y lleva en su interioridad las condiciones histricas que hacen posible la historia externa. No es algo contradictorio hablar de algo absoluto en la historia?, se pregunta nuestro autor, Puede seguirse defendiendo la esperanza cristiana en el pensamiento histrico, en un mundo convertido en historia? Para responder a estas inquietudes se apoya en la concepcin bblica del tiempo y en la experiencia juda de Dios como Seor de la historia, tomando distancia respecto el pensamiento griego que ha impregnado en gran medida al mensaje cristiano. Finalmente, presento las tres argumentaciones con las cuales, el ahora cardenal Kasper, intenta abrir la posibilidad a la fe en Jesucristo. Estos argumentos no son pruebas, puesto que su inters no es probar que cada hombre tenga que hacerse necesariamente cristiano, sino que, muy al contrario, considera que las pruebas imposibilitan la fe como 5
tal, al suprimir el aspecto imprescindible de la libertad en el creer. As pues lo que pretende es mostrar cmo puede justificarse -en nuestro tiempo, y dadas sus circunstancias- con honradez intelectual la decisin de la fe: 1.- La historia en cuanto relacin de intercambio entre hombre y mundo conlleva la dialctica entre poder y debilidad. Por un lado el hombre supera todo cuanto existe mediante su libertad, en este sentido el hombre es mayor que la realidad. Aunque por otra parte, la realidad tambin es mayor que el hombre, pues ste es dado a s mismo en su libertad y no puede cambiar el hecho de su existencia. Poder y limitacin no son dos mbitos yuxtapuestos, como demuestra el hecho de que el hombre lo supera todo conociendo y queriendo, precisamente en su grandeza conoce tambin su limitacin y viceversa, pues tambin en su miseria experimenta su grandeza, ante cuya ausencia sufre. Es as que el hombre permanece siempre como una cuestin abierta, para la que no se dispone de respuesta alguna, limita con un misterio, l mismo hombre es un misterio insondable que experimenta su trascendencia como la inalcanzabilidad constitutiva de su existencia. Este razonamiento culmina con la siguiente y fundamental consideracin: la libertad del hombre solo es posible si en la realidad en general flota en definitiva la libertad, tiene que tratarse de una realidad infinita. Esto significa que slo si Dios existe como la libertad absoluta y creadora, el mundo es un posible espacio de libertad para el hombre. As, la libertad de Dios se revela no como lmite de la libertad humana, sino como su base definitiva. 2. Dialctica entre poder y debilidad en la historia agravada por el fenmeno del mal. El mal aunque es una realidad empricamente verificable, constituye a su vez un misterio insondable. La respuesta que puede ofrecerse al problema del mal es la siguiente: tiene su posibilidad en la estructura fundamental del hombre y la historia. Sigue nuestro autor con el siguiente razonamiento: solo en un horizonte infinito es posible la libertad finita, sta no se encuentra determinada, sino en suspenso, por lo tanto se puede malograr de dos maneras: absolutizando su debilidad (pereza, comodidad, pusilanimidad, etc.) o absolutizando su poder( hacindose arrogante y orgullosa). Pero el hombre no se conforma con la realidad del mal, sino que protesta y lucha contra ella en busca de un orden mejor. Pero en esta lucha contra la injusticia se cae bajo los condicionamientos del mal, terminando encerrad en un continuo crculo diablico de culpa venganza y violencia. Por eso, si ha de ser posible la esperanza a pesar del poder del mal y ha de tener xito la hominidad y la historia, entonces tal cosa solo es posible a base de un comienzo cualitativamente nuevo y no derivable de la historia. Tal comienzo nuevo 6
no es otra cosa que la forma exterior mundana de lo que el mensaje cristiano quiere decir con redencin, gracia y salvacin. 3. En continuidad con los dos puntos anteriores culmina nuestro autor concluyendo que la historia por s misma no puede lograr su propia perfeccin. Yendo ms all de la tentacin del vaco y lo absurdo, el autor seala aquellos signos que hacen esperar un cumplimiento nuevo y mayor. Esta visin ha sido desarrollada ya por la doctrina patrstica del Logos spermaticos, por el pensamiento de Theilard de Chardin y ltimamente por Rahner. Este ltimo entiende el devenir como una autntica autotrascendencia, autosuperacin, activa consecucin de su plenitud por el vaco. As se concluye que la historia no se mueve exclusivamente por la cuestin y la esperanza de la salvacin, sino que en ella se encuentran tambin signos salvficos que son los que dan plenitud de sentido a la esperanza. Aunque a pesar de estos signos hay otros del absurdo que hablan del no cumplimiento: el esfuerzo intil, el sufrimiento annimo. De aqu que no se pueda concluir un sentido absoluto de la realidad, pero s podemos esperar con fundamento en un sentido de la realidad. Ms all, incluso podemos decir que Jesucristo es el cumplimiento de toda la realidad, en el se han incorporado tanto la grandeza como la miseria del hombre