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Ecocardiografía en el paciente
grave
ECOCARDIOGRAMA EN EL PACIENTE GRAVE

Dr. Francisco Acosta Armas

Introducción

Los estudios ecocardiográficos han sido una de las herramientas

más usadas en los últimos años en el diagnóstico y toma de

decisiones en la práctica médica en general, por ser un método no

invasivo de fácil repetición y por proporcionar una enorme

información de las estructuras cardíacas y grandes vasos así

como de su funcionalidad normal y en estados patológicos muy

diversos. Se hace necesario señalar que si bien un correcto

estudio ecocardiográfico nos puede aportar una inmensa

información diagnóstica con una adecuada toma de decisiones en

pacientes en general y máxime si se encuentra en estado crítico;

lo contrario, es decir un diagnóstico erróneo o incompleto puede

conducir a consecuencias francamente lamentables.

Los adelantos tecnológicos de los últimos años han sido los

principales protagonistas que han asistido a un espectacular

avance de la Ecocardiografía dentro de los cuales, el Doppler con

sus diferentes modalidades (pulsado continuo y codificado a color)


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Ecocardiografía en el paciente
grave
han jugado un importante papel, así como las técnicas de

mejoramiento de imagen dentro de las cuales se encuentran la

Ecocardiografía transesofágica, la imagen armónica (segundo y

tercer armónico), modo M anatómico u omnidireccional, la

detección automática de bordes, color Kinesia, Power Doppler,

imagen de Doppler tisular, uso de nuevos agentes de contraste,

los cuales muestran similares propiedades reológicas de las

células rojas sanguíneas, el ecocardiograma tridimensional, Eco

Stress, Eco intracardiaco, etc. En resumen, los mencionados

adelantos de la técnica aplicados a la Ecocardiografía han

convertido a la misma en una herramienta de indudable valor en

la práctica médica diaria, de aquí la singular importancia que

consideramos debe prestársele a la misma.

Infarto Cardíaco Agudo (IMA).

Las anomalías de contractilidad segmentarias de las paredes

ventriculares, sobre todo del ventrículo izquierdo (VI) han sido

señaladas como típicos de la cardiopatía isquémica, actualmente

sabemos que dichas anomalías pueden ser vistas en algunos


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pacientes con cardiopatías dilatadas, hemorragias subaracnoideas

y anorexia nerviosa. La regla general es que durante la sístole

ventricular ocurre un aumento de grasas de las paredes

ventriculares, así como una incursión mayor de 5 mm del

endocardio ventricular, la escasa motilidad (menor de 5 mm) y

pobre engrosamiento sistólico define la hipocinesia, mientras que

la ausencia de engrosamiento con nula motilidad sistólica

caracteriza a los segmentos acinéticos. La discinesia es definida

como el movimiento contrario de determinadas zonas de los

ventrículos. Las mencionadas anomalías de contractilidad ocurren

en etapas tempranas al episodio isquémico agudo.

Las técnicas de mejoramiento de imagen como son la imagen

armónica (segundo y tercer armónico), modo si omnidireccional o

modo M anatómico, detección automática de bordes o

colorquinesia, la caracterización tisular, Doppler tisular, etc han

facilitado el análisis de la función regional de forma cuantitativa y

no subjetiva.

El empleo de agentes de contraste en los últimos años han

permitido además de mejorar la imagen, analizar el flujo


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coronario y de la microcirculación e inclusive responder algunas

interrogantes como es el hecho de que después de una

trombolisis o angioplastia aparentemente eficaz, no exista una

recuperación de la función de la zona afectada por la isquemia, lo

que ha sido llamado fenómeno de “no reflujo” o “bajo flujo” y que

en su extracto fisiopatológico está involucrada una inadecuada

vasorregulación de la microcirculación.

La Ecocardiografía de stress prealta con bajas dosis de

Dobutamina nos permite (además de ver el área infartada) la

detección del miocardio viable, el cual es potencialmente

reversible si se aplica una revascularización coronaria

(angioplastia, By-Pas Aorto-coronario, Angiogenesis) sobre todo si

es puesto de manifiesto la denominada “respuesta bifásica”; es

decir, mejoría de la función regional con bajas dosis de

Dobutamina (Ej. Segmentos acinéticos que regresan a la

normalidad o parcial normalidad) y que vuelven a un estado

inicial o empeoramiento (Discinéticos) si aumentamos la dosis de

Dobutamina lo que nos indica que se ha alcanzado el umbral

isquémico del área en cuestión y que se beneficiaría con las


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técnicas mencionadas. Mediante el ecocardiograma, además de

ver el tamaño del infarto, podemos detectar las complicaciones

del mismo. El VI puede ser segmentado en 16 porciones (Fig. 1)

para el análisis de las mismas, así como el índice de movimiento

de pared, siendo las vistas más usadas la vista paraesternal de

eje largo y corto, apical de cuatro cavidades y dos cavidades.

Además del VI también puede ser analizado el ventrículo derecho

y es posible hacer cálculos de la función ventricular, sea derecha

o izquierda (gasto pulmonar o sistémico), además de realizar una

evaluación del estado hemodinámico (Ver fórmula).

Figura 1

Complicaciones del infarto cardiaco (IMA)

1. Regurgitación mitral (Rotura de músculos papilares o cuerdas

tendinosas, disfunción de músculos papilares).

2. Rotura cardíaca (Rotura del tabique interventricular o de pared

libre, seudoaneurisma ventricular).

3. Aneurisma ventricular.

4. Trombos intraventriculares y auriculares.


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5. Remodelado ventricular y expansión del área infartada.

1. Regurgitación mitral (Rotura de músculos papilares o cuerdas

tendinosas, disfunción de músculos papilares). Puede ser

producida por cualquiera de las complicaciones antes

señaladas, siendo la causa más común la disfunción de

músculos papilares bien sea porque el músculo está sometido a

una isquemia aguda o porque el mismo esta implantado sobre

el área de la pared que se encuentra con marcadas anomalías

de contractilidad (Discinética, Área de expansión, etc.) y por

consiguiente no puede ejercer la adecuada tensión sobre las

cuerdas tendinosas y estas sobre las valvas mitrales, de modo

tal que ocurre regurgitación mitral durante la sístole

ventricular. Es usual auscultar un soplo cardíaco en los

pacientes con regurgitación mitral de causa isquémica y

síntomas de congestión pulmonar de diferente grado. Mediante

el ecocardiograma con Doppler color se puede poner de

manifiesto el grado de regurgitación, calcular el área de jet

(chorro), vena contracta, fracción de regurgitación para


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cuantificar la misma, además con el Doppler continuo podemos

poner de manifiesto la insuficiencia mitral y calcular el

gradiente de presión entre VI y AI. El Doppler pulsado nos

permite evaluar el patrón de flujo de las venas pulmonares y

de la valvula mitral para hacer cálculos de la Pcap, de presion

de AI y presión diastólica final del VI.

Presión
capilar +=0.93xEDR–0,15xSF+0,03(DAR-DA)+0,87x E +16,2
pulmonar A
(Pcap)

EDR = Velocidad de desaceleración de la onda E mitral.


SF = Fracción sistólica de la velocidad del flujo venosos
pulmonar pico.
DAR-DA = Diferencia de duración entre le flujo venosos
pulmonar retrógrado y la onda A mitral.

Esta fórmula es útil para el cálculo de la Pcap en caso de

insuficiencia mitral, mientras que la siguiente fórmula es útil para

dicho cálculo en ausencia de insuficiencia mitral.

Pcap = 1,85 x EDR – 0,1 x SF + 10,9

Además, mediante el ecocardiograma se debe hacer un análisis

global de la función ventricular.


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La rotura de cuerdas tendinosas o músculos papilares son

complicaciones graves que producen verdaderas catástrofes

hemodinámicas y marcado edema pulmonar. El eco 2-D nos

aporta una valiosa información sobre la estructura involucrada,

siendo más frecuentemente afectado el músculo papilar

posteromedial por tener una irrigación única, mientras que el

anterolateral a pesar de tener una doble irrigación no está

exceptuado de dicha complicación. Ecocardiográficamente se

puede precisar el sitio de rotura (cuerpo, cabeza, etc.)

produciendo el “flail mitral leaflet”, el cual produce una protusión

en la AI de la valva comprometida con su aparato subvalvular. El

Doppler color es de mucha utilidad para ver el grado de dirección

del chorro de regurgitación (Fig. 2) y mediante el Doppler pulsado

y continuo se pueden realizar los cálculos hemodinámicos

mencionados.

Figura 2

2. Rotura Cardíaca.

A. Rotura del tabique interventricular, la misma es una

complicación en el que ocurre una alta mortalidad y al menos


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es potencialmente solucionable mediante la cirugía. Se

presenta generalmente dentro de la primera semana de

acuerdo al infarto cardíaco agudo.

La vista subxifoidea y la paraesternal (eje largo y corto) son

muy útiles para localizar el sitio de rotura, el cual aparece

como una zona libre de ecos en el tabique interventricular

mediante el eco 2-D, puede que ocurra una rotura única o

múltiple, siendo la primera más frecuente.

El ecocardiograma 2-D conjuntamente con la inyección de

contraste (solución salina) en vena periférica o mediante

catéter venoso central pone de manifiesto el efecto de

“barrido” de las burbujas de contraste por el cortocircuito de

izquierda a derecha y menos frecuentemente se observan

burbujas en el VI como expresión de cortocircuito bidireccional

(Fig. 3). El eco Doppler combinado con el 2-D es sumamente

útil para poner de manifiesto dicha complicación y mediante el

eco codificado a color se puede poner de manifiesto el sitio

exacto de fase del color a nivel del tabique interventricular, el

cual se visualiza como un tet que muestra altas velocidades de


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dependencia de las diferencias de presiones entre el VI y VD,

así como gran turbulencia. Se puede calcular cortocircuito de

izquierda a derecha calculando el grado pulmonar (QP) al cual

se le resta el costo aórtico o sistémico (QS).

Figura 3
Flujo Pulmonar Velocidad Área de Frecuencia
(QP) = integral de X Sección X Cardíaca
Flujo Transversa
Pulmonar Pulmonar

Flujo Aórtico o = Velocidad X Área Sección X Frecuencia


Sistémico Integral de Transversa Cardíaca
(QS) Flujo Aórtico Aórtica

Volumen del cortocircuito = QP – QS

B. Rotura de pared libre ventricular

a) Parcial o seudoaneurisma. El mismo ocurre a causa de una

rotura de la pared del VI pero no ocurre el hemopericardio ya

que el pericardio tabica dicha rotura. El tamaño del mismo es

variable, pero a diferencia del aneurisma verdadero, el cual

ocurre con mayor frecuencia hacia la punta del VI, este se

localiza con mayor frecuencia hacia la pared posterior del VI,

por lo general tiene un cuello estrecho y sus paredes son finas


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y no es inusual observar trombos en su interior mediante el

eco 2-D. Es frecuente observar el signo de contraste

espontáneo dentro del mismo, el cual indica cierto grado de

estasis sanguíneo a nivel del mismo.

b) Rotura de la pared libre. La misma ocurre con mayor

frecuencia durante la primera semana del IMA y tiene una

incidencia variable según diferentes autores entre 4% a 24%.

Nosotros encontramos una incidencia de 16, 9% en un análisis

de 501 fallecidos por IMA. La rotura de la pared libre causa

hemopericardio con taponamiento cardíaco y muerte en un

plazo relativamente corto, de aquí, la gran utilidad de disponer

un ecocardiógrafo cercano al enfermo. Es importante detectar

precozmente el fenómeno de expansión, así como zonas de

marcado afinamiento de la pared ventricular y derrame

pericardio como signos premonitorios de rotura de la pared

libre del VI.

3. Aneurisma ventricular. El aneurisma del VI es producido por un

gradual adelgazamiento (Ver Expansión) con abombamiento


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tanto sistólico como diastólico de las paredes del VI, siendo su

localización anterior o anteroapical en el 85-90% de los casos,

pero en el cual no existe un cuello verdadero y por lo tanto no

existe discontinuidad del endocardio como ocurre en el

seudoaneurisma. Con frecuencia se aprecia la formación de

trombos dentro del área aneurismática, lo que se pone de

manifiesto con el eco 2-D, así como el signo de contraste

espontáneo.

4. Trombos intraventriculares e intrauriculares. Los trombos

intracardíacos se an auriculares o ventriculares pueden

observarse mediante el Eco 2-D en casos de cardiopatía

isquémica, miocardiopatías, valvulopatías mitrales, prótesis

valvulares, etc. Un trombo puede ser reciente siendo su

diagnóstico difícil ya que sus propiedades acústicas son

semejantes a los de la sangre, mientras que los trombos más

antiguos están más organizados e inclusive calcificados y

entonces son más fáciles de diagnosticar. El signo de contraste

espontáneo (Una especie de turbulencia en el área donde se

forma el trombo) y que ha sido mejor definido mediante el eco


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Ecocardiografía en el paciente
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transesofágico es indicativo de un trombo en formación. Se

debe describir la localización del trombo (Ventricular,

auricular), tamaño características (laminar, pediculado, mural)

y además, se deben utilizar varias vistas antes de categorizar

la presencia del trombo (Fig. 4)

5. Expansión del área infartada. El fenómeno de expansión del

área infartada ocurre por lo general en las primeras 24 a 72

horas del comienzo de IMA, sobre todo de cara anterior

(oclusión de la arteria coronaria descendente anterior), siendo

más frecuente cuando se acompaña de hipertensión arterial.

Durante el mismo ocurre un “abombamiento” y afinamiento del

área infartada, causado por deslizamiento o alargamiento de

los miocitos, con movimientos de “visagras” en sus extremos.

Dicho mecanismo puede contribuir a la rotura cardíaca,

formación de aneurismas, proceso de remodelado ventricular,

dilatación cardíaca y perpetuar la insuficiencia cardíaca.

Función Ventricular sistólica

El análisis de la función ventricular sistólica es de gran

importancia en el diagnóstico, pronóstico y toma de decisiones en


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Ecocardiografía en el paciente
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la mayoría de las cardiopatías. Muchas han sido las técnicas que

han intentado cuantificar los volúmenes ventriculares y los

cálculos de función ventricular, siendo la Ecocardiografía una de

las más usadas por su rapidez, fácil repetición, no agresividad y

relativo bajo costo, pero para obtener imágenes confiables se

necesita una adecuada definición de los bordes endocárdicos e

inclusive asumir ciertos modelos geométricos.

Por lo general los segmentos laterales y apicales son los de peor

viabilización, aunque con las técnicas de mejoramiento de imagen

como es el segundo armónico, técnica que difiere de la imagen

fundamental en que trasmite el ultrasonido a una frecuencia

fundamental y lo recibe a su segundo armónico, es decir, al doble

de la frecuencia fundamental. Otras técnicas que mejoran la

imagen es el eco de contraste; modo m omnidireccional, modo m

anatómico o fru angular modo m, el cual es un sistema que nos

permite obtener una imagen en tiempo (modo M) a través de

cualquier línea de interés trazada por el operador simplificando

errores de mediciones diastólicas y sistólica. Otras muchas

técnicas o adelantos tecnológicos han venido en auxilio de la


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Ecocardiografía en el paciente
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mejoría de imágenes ecocardiográficas como es el Power Angio;

color Kinesia; etc, pasando por el eco transesofágico; seguimiento

inteligente de estructuras cardíacas; post procesado de imágenes

tridimensionales temporales, etc.

En la práctica clínica es usual la estimación visual por parte del

ecocardiografista de la función ventricular, pero sin dudas que la

misma está directamente relacionada con la experiencia del

observador y por lo tanto está sujeta a la variabilidad

interobservador. Entre los métodos más usados para cálculos de

volúmenes y función ventricular se encuentran el de Pombo y

Teichholz, así como el propuesto por Simpson o de área longitud,

siendo los dos primeros los más usados en la práctica y los cuales

se basan en las mediciones de los diámetros del VI en telediastole

y telesistole para aplicar las siguientes fórmulas (las cuales están

incorporadas en los ecocardiógrafos actuales).

Coeficiente de = Diámetro Diastólico – Diámetro Sistólico x 100


Acortamiento Diámetro Diastólico
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Ecocardiografía en el paciente
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Siendo su valor normal mayor de 25%.

Fracción de = Volumen Diastólico – Volumen Sistólico x 100


eyección del Volumen Diastólico
VI

El valor normal es de 55% o más y se asume que los diámetros

diastólicos y sistólicos elevados al cubo son equivalentes a los

volúmenes.

Velocidad de Coeficiente de Tiempo de eyección


acortamiento = acortamiento x ventricular izquierda
circunferencia de la (TEVI)
fibra Vcf

Valor normal: mayor de 1,1 circunferencias/seg

Si calculamos los volúmenes diastólicos finales y volúmenes

sistólicos finales, haciendo una resta de los mismos podemos

calcular el volumen latido.

Ej.
Volumen Volumen Volumen
latido Diastólico sistólico final
=
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Ecocardiografía en el paciente
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Si multiplicamos el volumen latido por la frecuencia cardíaca

tendremos el gasto cardíaco y si este es corregido por la

superficie corporal nos aporta el índice cardíaco.

Gasto Volumen Frecuencia


Cardíaco = latido X Cardíaca

El análisis del modo M mitral nos aporta información, en

muchas ocasiones de gran utilidad (Fig. 5).

Figura 5

La amplitud D-E disminuida y una distancia E-septo o tabique

interventricular aumentada nos indican dilatación ventricular y

bajo gasto cardíaco por lo general, así como el denominado

accidente B ( Figura 6)mitral nos señala aumento de la Pd2 del

VI.

Figura 6

El análisis del modo m de la válvula aórtica nos sugiere bajo

gasto cardíaco cuando hay escasa refracción de la cúspides y un

tiempo de apertura acortado (TEVI).

El Doppler pulsado nos permite cálculos del gasto cardíaco

pulmonar (QP) y aórtico o sistémico (QS).


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Ecocardiografía en el paciente
grave

QP = Integral del tiempo de X Área de sección X Frecuencia


la velocidad de flujo transversa Cardíaca
pulmonar Pulmonar

QS = Integral del tiempo de X Área de sección X Frecuencia


la velocidad de flujo transversa aórtica Cardíaca
aórtico

Eco en la disfunción diastólica del ventrículo izquierdo (VI).

El síndrome de insuficiencia cardíaca es una de las causas más

frecuentes de ingreso en nuestros hospitales y aunque

tradicionalmente ha sido atribuido a una disfunción sistólica (la

cual es su causa principal), en años recientes, se ha demostrado

que en un 30-40% la función diastólica se encuentra

comprometida, sea de forma aislada o asociada a la anomalía de

función sistólica. Entre las causas más frecuentes de alteraciones

de la diástole se encuentra la cardiopatía isquémica, hipertensión

arterial y estenosis aórtica, la edad avanzada se encuentra muy

relacionada con la mencionada disfunción ventricular izquierda,


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Ecocardiografía en el paciente
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siendo la diseña en sus diferentes variantes la forma más común

de presentación.

Mediante la Ecocardiografía en general es posible el diagnóstico

de alteraciones de la función de relajación, para lo cual dividimos

la diástole en cuatro fases.

1. Relajación isovolumétrica.

2. Llenado rápido.

3. Llenado lento.

4. Contracción Auricular.

Los dos principales factores del llenado del VI son: 1. Relajación

ventricular; 2. La compliance ventricular; siendo la relajación

ventricular un proceso activo en el cual se consume energía y se

altera las fases tempranas, incluso antes de que existan

alteraciones contráctiles. Mediante la técnica de modo m de la

válvula mitral se ha intentado establecer patrones anormales de

llenado diastólico, pero ha sido el Doppler pulsado del flujograma

mitral quien comenzó a dar luz al problema al cual se sumaran el

modo m color, el flujo de llenado de las venas pulmonares en la


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Ecocardiografía en el paciente
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aurícula izquierda (AI) analizando mediante la Ecocardiografía

transtorácica o la eco transesofágica, sean aisladas o combinadas

con los agentes de contraste.

Describiremos cuatro patrones de flujograma mitral:

I. Normal.

II. Alteraciones.

III. Pseudonormal.

IV. Restrictivo.

I. Normal. (Cuadro 1)

Cuadro 1

II. Alteraciones de la relajación o relajación prolongada.

a) Onda E de llenado precoz con velocidad dismunida.

b) Onda A de llenado aumentada durante la concentración

auricular.

c) Indice E/A <1.

d) Tiempo de desaceleración de la onda E prolongada.

e) Tiempo de relajación isovolumétrica prolongado.


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Ecocardiografía en el paciente
grave
f) Velocidad de propagación de flujo de llenado del VI en modo m

color (34 + 14 cm/seg).

III. Patrón de seudonormalización.

Es el cambio de un patrón de alteraciones de la relajación a un

patrón de aumento de las presiones del VI y es muy similar en

el análisis del flujograma mitral al patrón normal, por lo que se

hace necesario diferenciarlos para lo cual nos podemos auxiliar

en: 1) respuesta a la disminución de la precarga (uso de

nitritos o maniobra de valsalva); 2) estudio del flujo de llenado

del VI en modo m color; 3) estudio del flujo de las venas

pulmonares; 4) análisis del patrón diastólico del anillo mitral

mediante Doppler pulsado de los tejidos.

a) Respuesta ante la precarga disminuida.

El flujograma mitral normal ante disminuciones de la precarga

se caracteriza por disminución de ambas ondas (E y A) y una

relación E/A > 1, mientras que el patrón de pseudonormalización

(aumento de las presiones de llenado del VI) disminuye la onda E


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Ecocardiografía en el paciente
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y aumenta la onda A con una relación E/A < 1, poniéndose de

manifiesto la alteración de relajación.

b) Flujograma mitral y modo m color.

El mismo se encuentra alterado, tanto en la relajación

prolongada (34 + 14 cm/seg) como en los pacientes con patrón

pseudonormal (30 + 9 cm/seg), mientras que en el sujeto normal

es de (74 + 17 cm/seg)

c) Flujo de venas pulmonares.

El flujo de las venas pulmonares en la AI en ocasiones resulta de

fácil obtención con la Ecocardiografía transtorácica, registrándose

el flujo anterogrado hasta en un 70 a 80% de los casos, mientras

que el flujo retrógrado de las venas pulmonares solo se visualiza

en un 40-50% mediante esta técnica, mientras que con la

Ecocardiografía de contraste y con el eco transesofágico se logra

hacer un análisis adecuado en un por ciento mucho mayor tanto

del flujo anterogrado como del retrogrado.

Como puede apreciarse en la gráfica, el análisis Doppler de las

venas pulmonares puede poner de manifiesto un flujo

anterogrado por el paso de la sangre de las mismas a la AI, así


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Ecocardiografía en el paciente
grave
como una pequeña onda negativa la cual es causada por la

contracción auricular, como es lógico, mientras mayor sea la

presión diastólica final del VI (Pd2), mayor será la fuerza de

contracción auricular y mayor será la onda retrógrada de flujo

venoso pulmonar. La velocidad de la onda negativa o retrógrada

sistólica auricular por lo general es menos de 0,35 m/seg,

mientras que valores mayores se relacionan con una Pd2 mayor

de 15 mmHg.

d) Patrón Doppler de tejido a nivel del anillo mitral. Es similar en

pacientes con alteraciones de la relajación o con

pseudonormalización (velocidad diastólica precoz menor que la

tardía), mientras que en el sujeto normal la velocidad diastólica

precoz es mayor que la tardía.

IV. Patrón restrictivo.

A medida que la anomalía en la función diastólica aumenta, la

compliance ventricular disminuye aún más y aumentan las

presiones de llenado de forma considerable.

a) Onda E aumentada.
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Ecocardiografía en el paciente
grave
b) Onda A pequeña.

c) Índice E/A > 2.

d) Tiempo de desaceleración de onda E acortada (< 150 mseg).

e) Tiempo de relajación isovolumétrica acortado.

f) Velocidad de propagación de flujo de llenado del VI en modo m

color disminuida.

Aneurisma Disecante de la aorta

Los signos ecocardiográficos “clásicos” de un aneurisma

disecante de la aorta (Ao) en su raíz y porción ascendente

mediante la técnica 2-D son:

1. Dilatación de la raíz aórtica mayor de 4,2 mm;

2. Engrosamiento evidente de la pared anterior aórtica mayor de

16 mm, de la pared posterior mayor de 10 mm o de ambas. Es

probable que el “engrosamiento” referente ecos tanto de la

capa externa como de la interna del vaso. Puede además verse

el tamaño del aneurisma, así como seguir su localización y

evolución, mediante el efecto Doppler, puede ponerse de


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Ecocardiografía en el paciente
grave
manifiesto en ocasiones el flujo a través de la luz falsa del vaso

y detectarse regurgitación a nivel de la válvula aórtica.

Con el ecoacardiograma transtorácico (ETT) en muchas

ocasiones resulta difícil el diagnóstico del aneurisma disecante y

se considera como un criterio diagnóstico la presencia de un flap,

es decir, una especie de colgajo de la íntima ondulante, dentro de

la aorta separando la luz verdadera del vaso de la falsa luz, lo

cual debe ser verificado en varias vistas para diferenciarlo de

artefactos que pudieran conllevar a errores en el diagnóstico.

Dicho flap debe tener movimiento independiente de las paredes

aórtica y de otras estructuras cardíacas, además mediante el

Doppler codificado a color puede ponerse de manifiesto en el

análisis de los flujos, la diferencia entre la luz verdadera y falsa

luz, así como el sitio de comunicación entre ambas. Si la falsa luz

se encuentra trombosada el desplazamiento de las calcificaciones

de la íntima y el engrosamiento de la pared aórtica sugieren la

dirección.

Al evaluar la efectividad del ETT en el diagnóstico de la

disección aórtica, las diferentes estadísticas muestran una


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Ecocardiografía en el paciente
grave
sensibilidad de 59 a 85%, que en la aorta ascendente puede ser

de 78 a 100% y una especificidad de 63 a 96%. Dentro de otras

desventajas se señala la dificultad diagnóstica en las afecciones

distales y la calidad de la imagen afectada por la obesidad,

enfisema, ventilación mecánica, deformidades de las paredes

torácica, etc, aunque consideramos que los métodos de

mejoramiento de imagen como es el segundo armónico deben

simplicar dicha limitación en la ETT.

Ecocardiografía transesofágica (ETE)

El advenimiento de la ETE con Doppler a color ha venido a

eliminar las limitaciones de la ETT en el diagnóstico de muchas

afecciones cardíacas y de los grandes vasos, donde está incluida

el aneurisma disecante de la aorta. La proximidad del transductor

a la luz aórtica y su seguimiento a lo largo de todo su trayecto

torácico permite obtener una información más precisa, al eliminar

las interferencias de la pared torácica y el pulmón. Pueden

realizarse múltiples vistas seccionadas toda vez que el transductor

pueda ser avanzado, hacer movimientos de retroversiones y

anteroversiones de 180° y movimientos laterales de 60° y


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Ecocardiografía en el paciente
grave
después de la intubación esofágica toma un tiempo de unos 10 a

30 minutos su completa ejecución en dependencia del

adiestramiento del ejecutor. La sensibilidad es alta, de un 99% y

la especificidad de 98%, resultados superiores a los obtenidos por

angiografía y tomografía axial computarizada, razón por la cual se

considera como el patrón diagnóstico, ya que es tan fiable que se

puede hacer la indicación quirúrgica sin más pruebas

diagnósticas. Mediante el ETE, se puede visualizar las arterias de

las coronarias y con frecuencia el trayecto inicial de las arterias

coronarias, sobre todo la izquierda, es de un gran valor identificar

regurgitaciones a nivel valvular aórtico y derrame pericárdico, los

cuales pueden ser signos de alarma, además de hacer cálculos de

la función ventricular.

La ETE es muy útil para ver las dos luces separadas por un flap

de íntima, desplazamiento de las calcificaciones de esta cuando

existe también trombosis completa de la falsa luz, localizar el sitio

de comunicación al observar desgarro de la íntima, imágenes

ecogénicas murales dentro de las luces producidas por trombos y

análisis de los flujos a través de las luces para identificar la


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Ecocardiografía en el paciente
grave
verdadera de la falsa luz para lo cual es muy útil el Doppler a

color. Cuando además de flap de la íntima se observan otros de

los signos anteriormente citados el diagnóstico puede

considerarse “definitivo”, pero si solo es visible el flap, el

diagnóstico será “probable”. El desgarro de la íntima como inicio

de una dirección presente o futura puede ser precisado también

en el estudio de los traumatismos aórticos. La negatividad

absoluta de la disección tiene gran valor en el orden diagnóstico y

terapéutico al orientar hacia otra patología.

Pérez y colaboradores han descrito el “signo de la telaraña”,

dado por línea ecodensa que van desde la pared externa de la

falsa luz hasta el flap de la íntima comprobándose en las

preparaciones histológicas de los casos estudiados que esto

elemento está constituido por elastina y fibras de colágeno y

representan restos de la capa media de la aorta, por lo que se

considera como un marcador anatómico de seguridad diagnóstica.

Un alto valor reconocido de la ETE lo constituye su uso

transoperatorio, lo cual permite reconocer el grado de

ateroesclerosis que afecta la aorta, lo que constituye un riesgo de


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Ecocardiografía en el paciente
grave
tromboembolismo al desprenderse fragmentos de placas durante

la manipulación, canulación y clampeo del vaso; el grado de

competencia de la válvula aórtica; afectaciones de las coronarias

por la disección; sitio de entrada de la íntima; existencia de flap

retrógrado que permite resolverlo creando una reentrada;

persistencia de flap después de la reparación en sitios de la aorta

no operados, función integral de la operación realizada, estado de

la función ventricular, extendiéndose esta valoración de ser

necesario al postoperatorio inmediato.

Tromboembolismo Pulmonar Agudo

El TEP de ramas medianas y grandes causa frecuentemente

dilatación del ventrículo derecho (VD), con la consiguiente falla de

dicho ventrículo a causa de la sobrecarga de presión impuesta de

forma súbita. En muchas ocasiones ocurre dilatación del tronco

de la arteria pulmonar o de sus ramas principales con la aparición

de insuficiencia pulmonar valvular.

Mediante la Ecocardiografía transtorácica o transesofágica, se

pueden poner de manifiesto dichas alteraciones. Algunos autores

han reportado la visualización de grandes trombos en la arteria


213
Ecocardiografía en el paciente
grave
pulmonar, en su porción de salida o en la bifurcación de la rama

derecha de la arteria pulmonar, utilizando la vía subxifoidea en la

primera y la vista supraesternal en la última. Es usual ver una

concavidad del tabique interauricular hacia la aurícula derecha

(AD) como signo de aumento de la presión diastólica final del

ventrículo derecho (VD), así como falta de disminución del

diámetro de la vena cava inferior (VCI) durante la inspiración,

fenómeno contrario a lo que normalmente ocurre. El índice de

contracción de la vena cava inferior ha sido utilizado para calcular

la presión de la AD y la presión diastólica final del VD, en ausencia

de estenosis tricuspídea.

Índice de contracción de la vena cava inferior (ICVCI) o colapso

y presión de AD.

Fórmula No. 1

- Si el ICVCI > 45%, la presión AD = 6 mmHg

- Si el ICVCI está entre 45 y 35%, la PAD = 9 mmHg

- Si el ICVCI < 35%, la PAD = 16 mmHg


214
Ecocardiografía en el paciente
grave
Mediante el Doppler pulsado y sobre todo el color y continuo es

posible identificar la regurgitación pulmonar y tricuspídea o ambas

y establecer las presiones de la arteria pulmonar sistólica,

diastólica y media mediante las fórmulas.


215
Ecocardiografía en el paciente
grave
Fórmula No. 2
Presión sistólica de arteria Presión AD + 4 x V2 de
pulmonar = Insuficiencia Tricuspídea
(PSAP) Máxima

Fórmula No. 3

Presión diastólica de Presión AD + 4 x V2 de


arteria pulmonar (PDAP) = Insuficiencia Pulmonar
Telediastólica

Fórmula No. 4

Presión Media de Arteria PDAP + (PSAP – PDAP)


Pulmonar (PMAP) = 3

Las velocidades (V) deben ser calculadas con el Doppler

continuo ya que las altas velocidades superan el límite de

magnitud e interfieren los cálculos con el Doppler pulsado.

Se puede poner de manifiesto un corto circuito de derecha a

izquierda a nivel auricular a través del foramen oval a causa del

aumento de presión en AD, bien sea mediante el Eco a color


216
Ecocardiografía en el paciente
grave
transtorácico o transesofágico. El uso de contraste solución salina

agitada (5 ml) en vena periférica o a través de catéter venoso

central puede poner de manifiesto el paso de burbujas de AD a la

aurícula izquierda (AI). Con el desarrollo de nuevos agentes de

contraste (Albunex, Levovist, Oftiran, etc.) los cuales tienen

propiedades reológicas similares a las células sanguíneas se hace

más evidente el paso de contraste de AD a AI, así como

potencializar la señal del Doppler en caso de insuficiencia

pulmonar y tricuspídea.

Ecocardiograma de IMA en el ventrículo derecho (VD).

El IMA del ventrículo derecho se asocia a los IMA inferiores o

lateroinferiores, según diferentes autores entre 1% a 43% y el

mismo puede causar marcada hipotensión e inclusive ser causa de

Shock cardiogénico reversible.

Mediante el ecocardiograma se aprecia dilatación del VD (>30

mm), así como anomalías de contractilidad de las paredes del

mismo y movimiento paradójico del tabique interventricular,

existen signos que indican aumento de la presión diastólica final

del VD, como es dilatación de la aurícula derecha (AD) e inversión


217
Ecocardiografía en el paciente
grave
del tabique interauricular (concavidad hacia la AD, lo que

proximalmente no ocurre). Además se puede apreciar un

movimiento causal del anillo tricuspídeo menor de 1,5 cm,

indicando disfunción del VD.

La vista preferida para el análisis del VD es la subxifoidea y por

lo general no existe dilatación del tronco de la arteria pulmonar,

lo cual es usual en el tromboembolismo pulmonar (TEP). Además

se debe analizar el ventrículo izquierdo (VI) para ver si está

asociado a IMA del mismo o es un IMA aislado del VD.

Durante la inspiración podemos ver que no ocurre una

disminución del diámetro de la vena cava inferior indicando que

existe una dificultad en el retorno venoso al VD, a causa de un

aumento de la Pd2 del mismo y de la aurícula derecha (AD). El

índice de contracción de la vena cava inferior ha sido utilizado

para el cálculo de la presión de AD.

- Si ICVCI > 45%, la presión de AD = 6 mmHg

- Si ICVCI está entre 35 y 46% la presión de AD = 9mmHg

- Si ICVCI < 35%, la presión de AD = 16 mmHg


218
Ecocardiografía en el paciente
grave
Es frecuente encontrar cierto grado de insuficiencia tricuspídea

en el IMA del VD, la cual se puede poner de manifiesto con el

Doppler color, así como con el Doppler continuo y poder hacer

cálculos de las presiones diastólicas y sistólicas y medias del

mismo (Ver Fórmulas 2, 3 y 4), estimar el volumen latido

pulmonar y gasto cardíaco pulmonar.

Fórmula No. 5
Volumen latido Velocidad integral del Area de Sección
pulmonar = flujo pulmonar X Transversa Pulmonar

Fórmula No. 6

Gasto Cardíaco Volumen Latido Frecuencia Cardíaca


Pulmonar = Pulmonar X

Las resistencias vasculares pulmonares se calculan aplicando la

fórmula:

Fórmula No. 7

Resistencias Vasculares Gradiente de Presión Transpulmonar


Pulmonares (RVP)
= Gasto Pulmonar
219
Ecocardiografía en el paciente
grave
Ecocardiografía en endocarditis infecciosa (EI)

El ecocardiograma 2-D transtorácico ha sido utilizado para el

diagnóstico de EI y se estima que las vegetaciones mayores o

igual a 2 mm se pueden visualizar mediante dicha técnica (Fig. 7)

con el advenimiento del Eco transesofágico, la sensibilidad y

especificidad ha sido mayor e inclusive el grupo de estudio para la

EI de Carolina del Norte han incluido como criterios mayores de la

enfermedad la presencia de vegetaciones, los abscesos, sobre

todo a nivel del tabique interventricular, así como la deshicencia

de prótesis valvulares, lógicamente unido a otros criterios. En

general, las vegetaciones causadas por hongos y gérmenes

gramnegativos son los de mayor tamaño y las mismas se ven

como masas de Ecos densos adheridos a las valvas tanto en

sístole como en diástole, siendo las más afectadas la mitral y

aorta, mientras que la tricúspide lo está sobre todo en los

drogadictos.

Figura 7

Merece la pena señalar que cuando un paciente que padece EI y

recibe tratamiento médico, siendo dado como “curado”, por el


220
Ecocardiografía en el paciente
grave
cuadro clínico, hemocultivos negativos, etc; pero en el

ecocardiograma persiste la vegetación la curación debe ser

considerada con reserva, ya en un número importante de estos

casos aparecen ulteriormente los síntomas y signos de

Endocarditis.
221
Ecocardiografía en el paciente
grave
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