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El cardenal y las narco guerrillas

Interesante y necesaria resulta la propuesta del Cardenal Darío


Castrillón quien sostiene que busca reunirse en breve en Europa
con jefes de las Farc. El religioso colombiano radicado en Roma,
el Vaticano, en donde se desempeña como presidente la
Pontificia Comisión Iglesia, divulgó que está haciendo las
gestiones necesarias para tener en breve una reunión en Europa
con alguno de los jefes de las Farc. No se trata de nada
caprichoso o por darse imagen porque no la necesita, es un
esfuerzo por sembrar posibilidades de paz entre los colombianos.
Esas posibilidades que en forma sistemática le son negadas por
parte del gobierno y la misma guerrilla. Para alcanzar su
objetivo de “diálogo”, cuenta con la autorización del presidente
Álvaro Uribe y la del Papa Benedicto XVI. Este Cardenal es
conocido en el país por sus ideas muy radicales y políticamente
hablándolo de “derecha”. "Estamos esperando a ver qué dice
'Alfonso Cano', jefe máximo de las FARC a quién delega, pero ya
estamos en la disposición. El propósito de ese posible encuentro
es buscar la forma de avanzar hacia un acuerdo humanitario, que
devuelva la libertad a todos los secuestrados y se sienten las
bases para un proceso de paz".

Monseñor Castrillón anunció que en agosto pasado, a través de


contactos telefónicos, alias "Alfonso Cano” le manifestó su
interés en iniciar diálogos de paz con el Gobierno. Esta
afirmación es totalmente contraria a lo conocido hasta el
momento y expresado por el presidente Álvaro Uribe, quien ha
sostenido que la Farc está muy lejos de ese deseo, pero con esta
señal del Arzobispo, queda probado que quien no quiere diálogo
es Uribe. Aquí debemos tener en cuenta la acepción que el
mandatario de los colombianos tiene sobre la palabra diálogo es
muy extraña. “Reunirse para hablar de un determinado tema, que
lo escuchen a él y no aceptarle nada a la contra parte, porque
las cosas tienen que ser como piensa en presidente y punto,
luego salir a los medios de comunicación y agredir porque no se
someten solo con las condiciones del mandatario”. Esa ha sido la
causa de todos los fracasos de los medio intentos de dialogo
entre las guerrillas y el gobierno de Uribe. El diálogo para los
demócratas consiste en que cada una de las partes expone sus
ideas y luego de ellas se toman las mejores propuestas para
configurar una tercera, que seria el acuerdo.

En Colombia las verdades vistas son, mientras el cárdenas


hablaba por los medios de comunicación e imploraba, "Alfonso
Cano te suplico que los secuestrados sean puestos en libertad",
el presidente daba la orden rotunda e inapelable de rescatar a
los secuestrados a “sangre y fuego”, determinación gran impacto
emocional entre los familiares de las víctimas de las Farc y a
más de media Colombia, incluidos muchos amigos políticos del
mandatario. ¿Cuántos secuestrados van a ser liberados por
acciones militares? ¿De cuántos solo entregarán despojos? Los de
la Farc son fieras salvajes sin conciencia que se sienten
acorralados y asesinan a sangre fría a las personas que estén en
indefensión muy cerca de ellos, como los secuestrados y así
demostrar su poder revolucionario. Sobre su tesis el funcionario
del Vaticano sostiene: “Ese encuentro podría desarrollarse en
algún europeo, sin especificar, con la idea de buscar una salida
para la liberación de la totalidad de los secuestrados en poder
de la guerrilla. La súplica es para que se dé un "derroche de
hermandad cristiana" a través de la entrega de los secuestrados.
Los guerrilleros deben pensar que se puede decir que creemos en
el (Dios) sin practicar su doctrina; esta doctrina es cumplir el
mandamiento principal que es el amor y amar al prójimo". En
contraste las bombas y las metrallas ordenadas por Uribe en su
filosofía de que, “gobernar bien es someter o tratar de hacerlo
a sangre y fuego”. Son los dos extremos del sentimiento humano y
el proceder humano, imposibles de conciliar.

Invitaciones como la de Monseñor Castrillón encierran un gran


valor espiritual y moral. "Alfonso nos hemos encontrado ya unas
cuantas veces, por eso te suplico que los secuestrados sean
puestos en libertad (...) esta es una contribución no solamente
para la paz de Colombia o para la paz de las familias de los
secuestrados; yo la pido para la paz de tu misma familia, de tus
amigos, de las madres de quienes están en la organización
armada". ¿Cuántas organizaciones y personas de influencia en
Colombia han expresado respaldo al arzobispo? Hasta el momento
muy pocas. Hay miedo por parte de millones de colombianos,
quienes saben que si actúan respaldando el diálogo y procurando
que la caridad cristiana surja e impere sobre las balas, vayan a
ser satanizados por el gobierno de guerrilleros, terroristas y
los sometan a espionaje ilegal para ser perseguidos. Al
siguiente domingo del pronunciamiento y las buenas nuevas del
Cardenal, fui al templo católico más vecino por escuchar al cura
de mi parroquia, pero no dijo nada. La iglesia guardó silencio
sobre la propuesta de su jerarca por encontrar la paz para
Colombia.

La posición del Presidente no es más que arrogancia y soberbia


personal. Actitud vengativa muy similar a la que asume la
guerrilla. “Ojo por ojo diente por diente”. El presidente sabe
muy bien que la violencia genera violencia y que una bala se
responde con otra bala, que un gesto de paz con otro gesto de
paz. Léase bien: -No estoy defendiendo el comportamiento de
criminales y salvajes de la guerrilla, sino advirtiendo que son
los mismos crímenes que cometieron y siguen consumando los
paramilitares, para quienes hubo un acuerdo de paz a pesar de
ser tan o más sanguinarios que las Farc–. Creo en el poder de
la palabra y del diálogo y que solo ese es el camino de la
conciliación y la paz. La historia cuenta en miles de capítulos
que es por este medio como caen para siempre los conflictos y
enfrentamientos entre humanos. Los odios y las venganzas
disfrazadas de acciones legales gubernamentales, para defender
interés político personales, que en alguna ocasión dieron
resultados electorales, no será para siempre. Las gente esta
manada de la guerrilla como de trucos presidenciales para
sostenerse en el cargo. Quien hoy merece respaldo total es el
Cardenal Darío Castrillón y su esfuerzo por alcanzar la paz en
Colombia. “Amor con amor se paga”.

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