GEOESTRATEGIA: APUNTES SOBRE EL

ABARATAMIENTO DEL PETRÓLEO

Working Paper 29 de noviembre de 2014

1. La decisión de la OPEP de no reducir la
producción del petróleo supone, de
momento, la profundización en un periodo de
petróleo barato que, según se mire, está
siendo provocado con finalidades
geoestratégicas. Independientemente de las
implicaciones a nivel de sostenibilidad o de
debates sobre si ha llegado el oil peak
(momento en que se llega al máximo de
extracción del petróleo; a partir de entonces
se inicia el declive hasta el agotamiento
definitivo), esta decisión y la progresiva
reducción del precio del barril permite
reflexiones a diferentes niveles y a diferentes
bandas.
2. En primer lugar, la disminución del precio del
petróleo y la propia negativa a reducir la
producción de barriles por parte de la OPEP
evidencia un enfrentamiento entre esta
organización y los Estados Unidos, un país
que ha incrementado la extracción de
petróleo de esquisto a costes muy bajos. Ello
le permitiría, según algunos expertos, poder
llegar a soportar precios de barril de hasta 50
dólares frente a los 70 actuales (precio de
agosto de 2010), y muy lejos de los 120
dólares por barril de hace no mucho más que
un año.
3. Se deben hacer dos consideraciones a nivel
de mercado interno estadounidense. En
primer lugar el abaratamiento su petróleo ha
supuesto un ahorro que permite el aumento
del consumo, y un mayor dinamismo de la
economía. En segundo lugar, el
enfrentamiento que se está viviendo con
Arabia Saudí repercutirá negativamente en
los pequeños productores de petróleo de
esquisto, que son los que han traído la
bonanza petrolera estadounidense.
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4. En cuanto a la OPEP, y en particular Arabia

Saudí, bajar la producción supondría reducir
el excedente de petróleo en el mercado y una
subida de precios, pero hacerlo traería dos
consecuencias perjudiciales para este país.
5. En primer lugar, perdería cuota de mercado
frente al petróleo de esquisto
estadounidense. Y Arabia Saudí está
necesitada de mercado puesto que China
cuenta con ir reduciendo sus compra a este
país.
6. En segundo lugar, la reducción de la
producción traería como consecuencia un
encarecimiento de los precios de petróleo de
los países de la OPEP haciendo más atractivo
el petróleo más barato de Estados Unidos.
7. En el momento actual, y con la contención de
la producción de barriles, los países de esta
organización ponen la esperanza en la
recuperación del mercado. Los países del
Golfo pueden soportar esta situación durante
un tiempo gracias a las reservas de divisas
con que cuentan, pero esta política de
contención tiene también fecha de
caducidad.
8. Pero si miramos a otros lugares del planeta, la
capacidad de Estados Unidos de poner
petróleo barato en el mercado supone un
ataque directo a la economía y a las políticas
de tres de sus mayores enemigos: Venezuela,
Irán y Rusia.
9. Venezuela es el país con mayores reservas de
petróleo del mundo (315.000 millones de
barriles), por encima de la propia Arabia
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Saudí, que es el segundo país en reservas

(265.000 millones de barriles). El peligro que
acecha a Venezuela proviene de su menor
capacidad extractora. Venezuela ha
financiado sus programas sociales y de
desarrollo gracias a los beneficios reportados
por la venta del petróleo con resultados
satisfactorios en reducción de pobreza y otras
cuestiones sociales y culturales. Pero al
mismo tiempo no se ha invertido en
infraestructuras y tecnología suficientemente,
por lo que en estos momentos se ven ante un
problema considerable que puede repercutir
a nivel político puesto que debido a su menor
inversión para la extracción, tan solo puede
obtener financiación para los programas
mencionados en un escenario de petróleo
caro.
10. Para evitar que las políticas sociales
venezolanas, que son el soporte de su
gobierno, decaigan, se están barajando
medidas como el encarecimiento del
combustible para automoción y la reducción
de la exportación de petróleo subsidiado a
países aliados.
11. En cuanto a Irán, es quizás el país que más
necesita un alto precio del petróleo para
poder equilibrar sus cuentas. Se ha calculado
que este país necesita un precio de 135
dólares el barril para que sus cuentas públicas
sean suficientes.
12. Pero esta bajada de precios también
repercute negativamente en Rusia, que
necesita un precio notablemente superior
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que rondaría los 100 dólares por barril.

13. Por último, China está aprovechando esta
situación para incrementar exportaciones y
reservas petroleras, y ha aumentado sus
compras de crudo de forma notable. Está
recurriendo a Angola, Venezuela y de forma
creciente a Rusia, y parece que, tal y como se
ha dicho anteriormente, existe la intención de
comprar cada vez menos a Arabia Saudí.
14. En definitiva, la guerra en el precio del
petróleo está perjudicando sobre todo a
Rusia, Venezuela e Irán. En principio, esta
guerra ha sido impulsada por Estados Unidos
y Arabia Saudí que compiten entre ellos, pero
están asumiendo riesgos que pueden llevarlos
a una situación que no desean. Finalmente,
beneficia a China que está incrementando la
importación de petróleo aprovechando su
bajo precio.

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