Isis N2
Antigua y Tradicional Orden Rosacruz
Instruccin de Logia
Reunin de la Hermandad
Blanca
Y un viejo sacerdote dijo: Hblanos de la Religin.
Y l respondi:
Acaso he hablado hoy de otra cosa?
No son todos los actos y todas las reflexiones, religin?
Y aun aquello que no es acto ni pensamiento, sino un milagro y una
sorpresa brotando siempre en el alma, aun cuando las manos pican la piedra
o atienden el telar?
Quin puede separar su fe de sus acciones o sus creencias de sus
ocupaciones?
Quin puede desplegar sus horas ante s mismo diciendo: Esto para Dios y
esto para m; esto para mi alma y esto para mi cuerpo?
Todas nuestras horas son alas que baten a travs del espacio de persona a
persona.
El que usa su moralidad como su ms bella vestidura mejor estara desnudo.
El sol y el viento no desgarraran su piel.
Y aquel que define su conducta por medio de normas, apresar su pjaro
cantor en una jaula.
El canto ms libre no sale detrs de alambres ni barrotes.
Y aquel para quien la adoracin es una ventana que puede abrirse pero
tambin cerrarse, no ha visitado an la mansin de su espritu cuyas
ventanas se extienden desde el alba hasta el alba.
Vuestra vida de todos los das es vuestro templo y vuestra religin.
Cada vez que en l entris llevad con vosotros todo lo que tenis.
Llevad el arado y la fragua, el martillo y el lad.
Las cosas que habis hecho por gusto o por necesidad.
Porque en recuerdos, no podis elevaros por encima
de vuestras obras ni caer ms bajo que vuestros fracasos.
Y llevad con vosotros a todos los hombres.
Porque, en la adoracin, no podis volar ms alto
que sus esperanzas ni humillaros ms bajo que su desesperacin.
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