Por dondequiera que iba, el joven Jos despertaba el resentimiento y la envidia. Ese
hijo favorecido de Jacob necesitaba refinarse, y no es extrao que sus hermanos
decidieran deshacerse de l despus de presumirles diciendo que algn da todos se
postraran ante l (vea Gnesis 37:511). La historia de Jos ilustra la forma en que
Dios lima los bordes speros de nuestro carcter a travs de las pruebas, mismas que
aumentan nuestra confianza en su propsito y provisin para nosotros.
Las candentes arenas fueron muy reales en la vida de Jos, porque Dios utiliz el
rechazo, el sufrimiento, y los aos de castigo inmerecido para suavizarlo. El espritu
egocntrico de Jos fue reemplazado con compasin aun hacia aquellos que trataron
de hacerle dao (vea Gnesis 45:811). Es ms, Jos aprendi a confiar en Dios. Su
declaracin ms poderosa la hizo cuando dijo a sus hermanos: Vosotros pensasteis
mal contra m, mas Dios lo encamin a bien, para hacer lo que vemos hoy, para
mantener en vida a mucho pueblo. (Gnesis 50:20)
Mas el Dios de toda gracia, que nos llam a su gloria eterna en Jesucristo, despus que
hayis padecido un poco de tiempo, l mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y
establezca.
(1 Pedro 5:10)