Aquel momento fue interrumpido por un joven. Iba a decir que fue casual pero
me parece que en este lugar que es el Seminario nada sucede por casualidad. Todo
tiene un por qu si se formula la pregunta acertada.
Ese joven me sorprendi por su sonrisa y su amabilidad. Nuevamente se
disparaban los pensamientos. Por qu sonrea as? Era posible perder la vida
como aquel muchacho y ser feliz? Por qu era amable con un curioso como yo que
poda estar distrayndolo de las miles de cosas importantes que estara haciendo? Si
supiera la cantidad de preguntas indiscretas que tena preparada seguro que no
sonreira tanto, pens. En cambio me sonrea y era amable como si lo nico que
importara en aquel momento era yo, aquel intruso en casa ajena. Pens que
tambin Dios es algo as. Me sonre, es amable, me considera nico, sabe lo que
pienso y an as me trata con dulzura. As comenc a entender que era Dios mismo
quien me sonrea.
De la misma forma pens que Dios haba sido tambin un intruso en la vida
de aquellos jvenes al inicio de sus andanzas. Seguro que les haba sorprendido en
su tarea cotidiana como un visitante inesperado. Y, como yo estaba viviendo, seguro
que aquellos jvenes haban sentido un deseo irresistible de seguirle. Quiz no
sabran encontrar la palabra adecuada a aquello que casi escuchaban en su interior.
Era como querer darlo todo pero con miedo a dejarlo todo, intuyendo que en aquella
velada invitacin estaba el secreto de la felicidad. Era como un djame en paz pero
no me dejes porque no me entiendo sin ti. Podra expresarse ese susurro interior
como un tsunami que me sorprenda en medio de la cotidianeidad y que reorientaba
por completo mi mundo.
Aquel gesto, aquella presencia feliz, aquel lugar. Todo eso fue suficiente para
comprender que haba llegado aquel da y en aquella hora a un lugar en el que
Alguien estaba esperndome haca mucho tiempo. Jess hoy sigue llamando a
jvenes para ser sacerdotes y ese lugar tiene mucho que ver con l. All los relatos
del Evangelio que hablan de Jess y sus discpulos tienen personajes de carne y
hueso. Hay jvenes y nios madurando la semilla de su vida cristiana y muchos de
ellos algn da sern sacerdotes. Es verdad y est sucediendo hoy. Quin dice que
no si yo lo he visto?