Criswell, W. A., El pastor y su ministerio, Casa Bautista de Publicaciones, 1999, U.S.A. pg. 299.
Ges, Gene A., Animndonos unos a otros, Ed. Las Amricas, Mxico, 1989, pg. 55
Algunas de las razones por las cuales no queremos comprometernos con la gente son las
siguientes:
1.- Nos cuesta trabajo a ayudar y consolar a otros por malas experiencias que hemos
tenido. Se les ha tendido la mano y se han burlado de nosotros o se han aprovechado de
nuestra bondad.
2.- Nos hemos dejado arrastrar por la indiferencia de la sociedad. Se ha llegado a ser
insensible al dolor ajeno. Soy yo acaso guarda de mi hermano? Es la indignante
actitud de Can., Gn. 4:9.
3.- No consolamos porque no queremos correr riesgos. Confiar en la gente es correr el
riesgo de que abuse de nuestra buena disposicin. Pero alguien lo hizo por nosotros.
CONCLUSIN:
Dios nos da la pauta a seguir. l nos consuela momento a momento y confa en
nosotros. La Biblia nos da ejemplos reales de quienes actuaron positivamente con otros,
como Bernab, hijo de consolacin, los amigos de Job y el mismo Seor Jesucristo
que estaba presente con la gente en situaciones difciles. As nosotros tambin debemos
de consolar a otros. Es nuestro deber como hijos de Dios.