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IMPRESA
CRTICA:PENSAMIENTO
Yo sinceramente
JAVIER GOMA LANZON
8 OCT 2011
Frente a la misantropa del sincero, hoy ms que nunca se necesitan las balsmicas hipocresas y la filantropa del mentiroso
He observado que mucha gente, cuando ha de admitir algn mrito propio, suele iniciar la
frase diciendo: "La verdad es que...". Por ejemplo, al comentario "t eres un empresario de
xito", el aludido contesta, en el tono de quien comprende que en este caso el autoelogio es
tan obvio que sera intil tratar de negarlo: "Pues la verdad es que no me puedo quejar". Y as
todo: "La verdad es que soy un gran perfeccionista", "la verdad es que tengo mucha facilidad
para el baile", etctera. En cambio, cuando lo que ha de decirse es desagradable y puede
ofender, se suele preferir este otro sintagma: "Yo sinceramente...". Verbigracia: "Yo
sinceramente pienso que toda la culpa fue tuya", "yo sinceramente te veo ms grueso despus
de verano", "yo sinceramente no soporto tu aliento". Se dira que, por invocar la sinceridad, el
impertinente goza de inmunidad casi absoluta y que los dems debemos aceptar con
paciencia su exabrupto, cuando no agradecer el gesto de confianza. Se supone, en fin, que la
sinceridad es ornato de almas bellas y que sera necio por nuestra parte objetarla.
12/06/14 18:09
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