Anda di halaman 1dari 5

Kiss me goodbye Bow your head and join with me Disappear the ripples clear And we

shall be together... The same deep waters as you - Cure En Roma, a fines del mes de
octubre del 2007, Angellica Radice, una joven bibliotecóloga atea de la Biblioteca
Nacional, encontró dentro de un ejemplar de la primera edición vasca (1621) del
Criticón de Gracián, una epístola del medioevo. No estaba fechada ni firmada. La
original se encuentra en latín y abunda en barbarismos. Aquí ofrecemos una versión
traducida y literal. En ella pudo leer el texto que viene a continuación: Desde el más
inimaginable rincón de la eternidad he sentido la invocatoria que pronunciaba el
nombre que durante diecisiete años había sido con el que los mortales que había
conocido durante mi corta vida en la Tierra me habían llamado: Fiona Leverato, nacida
el 23 de enero de 1298 en la cosmopolita ciudad de Florencia. De familia Güelfa y
conocida en el circulo de intelectuales como la amada del eminente teólogo fundador
de la escuela literaria del Dolce Still Nuovo, Guido Guinicelli, tambien de familia Güelfa.
En verdad, fallecí a temprana edad el 31 de julio de 1315 una trágica mañana estival en
circunstancias que vos ya no queréis recordar. El hecho fue que vos trataste de hacer
lo posible para salvarme de las aguas de esa... ....funesta laguna, pero el destino quiso
que vuestros esfuerzos para hacer que mis pulmones volvieran a respirar el aire puro
del campo resultaran inútiles. Sin embargo, te digo con toda sinceridad, Guido amor
mío, que me siento dichosa de haber muerto en tus brazos. Si me diesen a escoger, no
la cambiaría por otra clase de muerte. Confieso que fue tan celestial que los ángeles se
emocionaron y lloraron sobre mis mejillas frías y pálidas. Ahora desde acá arriba doy
gracias al Dios del Cielo por darme otra oportunidad de comunicarme contigo, aunque
habéis de saber que en espíritu jamás me había separado de vos y sé que he estado
en cada uno de vuestros pensamientos. Porque siempre serás el amor de mi vida. Eso
es, por los siglos de los siglos y en el círculo de la eternidad. Amén. Te pido que no
malgastes tu tiempo tratando de averiguar los medios por los cuales te he hecho llegar
esta carta, por que simplemente no los comprenderías. Habéis de saber que he tenido
que hacer infructuosas gestiones para materializar estas líneas hasta que finalmente,
con la venia de Lanaforge, director de los asuntos de la Tierra en el reino, fui autorizada
a hacer esta revelación --- que romperá tus esquemas teológicos---, la cual hace un
breve recuento de los sucesos que acontecieron después de mi muerte. Supe que ella
te había dejado sumido en la más profunda miseria y estuvo a punto de llevaros al
borde de la locura. Sin embargo, luz de mis ojos no te lamentéis más, estoy convencida
de que te alegrarás al saber que he alcanzado la Gloria del Cielo y ahora estoy en
plena carrera de ascensión a la Isla del Paraíso que como vos bien sabéis, es la
morada del Dios Omnipotente y el destino eterno del alma inmortal. Empezaré diciendo
que el fenómeno de la muerte física es como quedarse dormido. Se pierde el estado de
conciencia y el alma moroncial (moroncia es una realidad intermedia entre lo material y
lo espiritual) es liberada de las cadenas que nos atan a la vida en la carne. Se pierde
toda noción de tiempo y espacio. El fragmento divino el cual reside dentro de cada uno
de nosotros y el cual está destinado a fusionarse con nuestra personalidad
sobreviviente y formar una sola entidad, viaja a uno de los mundos secretos que
rodean el Paraíso y hace un recuento de la experiencia mortal del individuo para ser
sometida a juicio, para luego obtener su decreto de supervivencia. El alma es
custodiada por el Guardián Seráfico del Destino, quien espera la llegada del fragmento
divino que trae consigo la orden para que el mortal sea repersonalizado en las cámaras
de resurrección del primer mundo de estancia después de una era dispensacional. En
los mundos de estancia los sobrevivientes mortales resurgidos reanudan su vida
exactamente desde donde la interrumpieron cuando los sobrecogió la muerte. El centro
mismo de todas las actividades en el primer mundo de estancia es la sala
resurreccional, el enorme templo de ensamblaje de la personalidad. Las transcripciones
de la mente mortal y los esquemas activos de la memoria de la criatura tal como son
transformadas desde los niveles materiales a los espirituales, son posesión individual
del fragmento divino antes residente. La matriz mente de la criatura y los potenciales
pasivos de la identidad están presentes en el alma moroncial confiada a los cuidados
de los guardianes seráficos del destino. Y es la reunión del alma moroncial confiada a
los serafines y de la mente de espíritu confiada al fragmento divino la que vuelve a
ensamblar la personalidad de la criatura mortal y constituye la resurrección del
sobreviviente durmiente. Así observé un cambio considerable, ahora poseía un cuerpo
diferente; el tabernáculo de carne y hueso se había dejado atrás allá en la Tierra.
Posteriormente se me asignó una residencia permanente. Luego se dio comienzo a un
periodo de diez días de libertad personal. Estuve libre para explorar las maravillas del
vecindario inmediato de mi nuevo hogar y familiarizarme con el programa que me
enfrentaba. También tuve tiempo para gratificar mi deseo de consultar el registro y de
visitar a mis seres queridos y otros amigos terrestres quienes me habían precedido en
estos mundos. Aquí reanudé mi capacitación intelectual y desarrollo espiritual en el
nivel exacto en el que se me había interrumpido debido a mi muerte. Casi la entera
experiencia del mundo de estancia número uno pertenece al ministerio de la
deficiencia. Como criatura tenía tantos y tan variados defectos de carácter y
deficiencias de experiencia mortal que mis primeras actividades en el reino consistieron
en la corrección y cura de estas múltiples herencias de la vida en la carne. A mi y a un
grupo de mil mortales ascendentes se nos había asignado un compañero moroncial.
Estos seres hermosos y versátiles son asociados sociables y guías encantadores.
Tienen libertad para acompañar a individuos o a grupos seleccionados a cualquiera de
las esferas de la cultura de transición, incluyendo sus mundos satélites. Son los guías
de excursión y compañeros de recreación de todos los mortales ascendentes. Se
adquiere un cuerpo moroncial recién desarrollado y adaptablemente ajustado cuando
se avanza de un mundo de estancia a otro. Te duermes en el transporte seráfico y
despiertas en las salas de resurrección, con un nuevo cuerpo no desarrollado aun. Mi
memoria permaneció plenamente intacta a medida que ascendía en la vida moroncial.
Aquellas asociaciones mentales que eran puramente animalisticas y totalmente
materiales perecieron con el cerebro físico, pero todo lo que en mi vida mental era
valioso, y que tenía valor de supervivencia, fue duplicado por el fragmento divino y está
retenido como parte de la memoria personal durante todo el camino de mi carrera
ascendente. Aunque poseía un cuerpo moroncial, continuaba comiendo, bebiendo y
descansando. Compartía de la orden moroncial de alimento, un reino de energía
viviente desconocido en los mundos materiales. Mi cuerpo moroncial utilizaba
plenamente tanto el alimento como el agua; no existía residuo de desecho. Guido,
amado mío, considera lo siguiente: el mundo de estancia numero uno es una esfera
muy material, que presenta los comienzos iniciales del régimen moroncial. Aún se está
muy cerca de la condición humana y no muy lejos de los puntos de vista limitados de la
vida mortal, pero cada mundo revela un progreso definido. De esfera en esfera, uno se
vuelve menos material, más intelectual, y ligeramente más espiritual. El progreso
espiritual es mayor en los últimos tres de estos siete mundos progresivos. Aquí se me
permitió visitar el primer mundo de transición, la sede de los finalistas y la guardería
probatoria del sistema para la crianza de los niños evolucionarios no desarrollados. En
la segunda esfera fui iniciada más plenamente en la vida de los mundos de estancia.
Las agrupaciones de la vida moroncial empezaron a formarse; los grupos de trabajo y
las organizaciones sociales empezaron a funcionar, las comunidades tomaron
proporciones formales, y los mortales en avance inauguraron nuevas ordenes sociales
y arreglos gubernamentales. Mis deficiencias biológicas fueron en gran parte
corregidas en el primer mundo de estancia. Allí se corrigen los defectos de la
experiencia planetaria perteneciente a la vida sexual, la asociación familiar, y la función
de los progenitores. El mundo de estancia numero dos provee más específicamente la
eliminación de todas las fases de conflicto intelectual y para la curación de todas las
variedades de la falta de armonía mental. El esfuerzo de dominar el significado de
moroncia mota, que comenzara en el primer mundo de estancia, continua aquí más
intensamente. El tercer mundo de estancia es un mundo de gran logro personal y social
para todos los que no han alcanzado el equivalente de estos círculos de cultura antes
de la carne en los mundos de natividad mortal. En esta esfera se comienza el trabajo
de instrucción más positivo. En este tercer mundo los sobrevivientes verdaderamente
comienzan sus cultura moroncial progresiva. Los mortales sobrevivientes alcanzan
ahora un discernimiento practico en la verdadera vida metafísica. Esta es la
introducción real a la comprensión inteligente de los significados cósmicos y las
interrelaciones en el universo. Cuando llegué al cuarto mundo de estancia, había
ingresado realmente en la carrera moroncial; había progresado un largo camino desde
la existencia material inicial. Aquí encontré más perfectamente mi lugar en los grupos
de trabajo y en las funciones de clase de la vida moroncial y conocí por primera vez las
exigencias y delicias de la verdadera vida social de las criaturas moronciales. Un nuevo
orden social se está presentando, basado en la comprensión compasiva de apreciación
mutua, el amor altruista y el servicio mutuo, y la motivación sobrecogedora de tener un
destino común y supremo ---la meta paradisiaca de perfección adoradora y divina. Me
estaba volviendo autoconsciente del conocimiento de Dios, la revelación de Dios, la
búsqueda de Dios y el encuentro de Dios. El transporte al quinto mundo de estancia
representó un extraordinario paso hacia delante en mi vida moroncial. Mi experiencia
en este mundo fue una verdadera anticipación de mi vida en el Cielo. Habiendo
dominado el idioma de la constelación antes de abandonar el cuarto mundo de
estancia, dedicaba más tiempo al perfeccionamiento de la lengua del universo, con el
fin de aprender ambos idiomas antes de llegar al Cielo con estado de residente. Aquí
comencé a aprender acerca de los mundos de estudio de la constelación y conocí a los
primeros instructores que comenzaron a prepararme para mi subsiguiente estadía en la
constelación. Un verdadero nacimiento de la conciencia cósmica tomó lugar en el
mundo de estancia número cinco; estaba evolucionando desde un punto de vista
universal. El estudio se estaba volviendo voluntario, el servicio altruista se tornó natural,
y la adoración, espontanea. Estaba naciendo un verdadero carácter moroncial; una
verdadera criatura moroncial estaba evolucionando. Aunque no podía visualizar a
muchos de los seres celestiales, tales como los altos espíritus del universo. Esta fue
una edad brillante para mí y los demás mortales ascendentes quienes eran mis
compañeros y fui participe de la fusión perfecta de mi mente humana con el fragmento
divino. La unión de la mente inmortal evolutiva con el fragmento eterno y divino está
señalada por la convocación seráfica del superángel supervisor para los sobrevivientes
resucitados y del arcángel de registro para los que van al juicio el tercer día, y luego, en
presencia de los asociados moronciales de dicho sobreviviente, estos mensajeros de
confirmación dicen: "Este es un hijo amado en quien tengo complacencia". Esta sencilla
ceremonia marca el ingreso de un mortal ascendente a la carrera eterna de servicio al
Paraíso. Inmediatamente en cuanto se confirmó mi fusión con el fragmento divino, me
presenté a mis semejantes por primera vez con mi nuevo nombre y se me otorgaron
cuarenta días de retiro espiritual de toda actividad rutinaria para que comulgara
conmigo misma y elija una de las rutas optativas para dirigirme a Havona, y seleccionar
entre las técnicas diferenciales del logro del Paraíso. Pero este ser brillante que ahora
era aún era más o menos material; estaba lejos de ser un verdadero espíritu; era más
semejante a los supermortales, en sentido espiritual aún un poco más bajo que los
ángeles. Pero en verdad me estaba convirtiendo en una criatura maravillosa. La
sombra de mi naturaleza mortal se iba empequeñeciendo a medida que ascendía por
estos mundos uno por uno. Me volví más y más adorable a medida que dejé atrás los
vestigios burdos del origen animal planetario. "Ascender a través de grandes
tribulaciones" hace que los mortales glorificados se vuelvan compasivos, comprensivos
y tolerantes. Mi experiencia en la séptima esfera significó el logro que coronó mi carrera
postmortal inmediata. Durante mi estadía aquí recibí instrucción de muchos maestros,
todos los cuales cooperaron en la tarea de prepararme para la residencia en el Cielo.
Toda diferencia discernible entre los mortales que provienen de los mundos aislados y
retardados y los sobrevivientes que provienen de esferas más avanzadas y
esclarecidas se oblitera virtualmente durante la estadía en el séptimo mundo de
estancia. Aquí se me purgó de todo resto de herencias desafortunadas, de un medio
ambiente insalubre, y de tendencias planetarias no espirituales. Los últimos restos de la
"marca de la bestia" se erradicaron. En este mundo comenzó la formación de las clases
que se graduaban para el Cielo, después de haber pasado de mundo en mundo como
individuo, pero aquí me preparaba para partir hacia el Cielo en grupos. El personal del
séptimo mundo de estancia se reunió en un enorme mar de cristal para presenciar mi
partida hacia el Cielo con estado de residente. Cientos o miles de veces podía haber
visitado el cielo, pero siempre como huésped; nunca antes había procedido hacia la
capital del sistema en compañía de un grupo de mis semejantes que se estuvieron
despidiendo eternamente de la carrera en los mundos de estancia como mortales
ascendentes. Pronto se me daría la bienvenida en el campo de recepción del mundo
sede central como ciudadana del Cielo. Disfruté grandemente mi progreso a través de
los siete mundos de desmaterialización; fueron en verdad esferas desmortalizadoras.
Era mayormente un humano en el primer mundo de estancia, tan sólo un ser mortal sin
cuerpo material, una mente humana que habitaba una forma moroncial ---un cuerpo
material del mundo moroncial, pero no un tabernáculo mortal de carne y hueso.
Verdaderamente pasé del estado mortal a un estado inmortal al tiempo de la fusión con
el fragmento divino, y cuando terminé la carrera del Cielo, finalmente fui un ser
moroncial completo. La recepción de una nueva clase de graduados de los mundos de
estancia fue la señal para que todo el Cielo se reúna en un comité de bienvenida. Una
vez hube logrado la residencia en la sede central del sistema, ya no hubo
resurrecciones concretas. La forma moroncial que se me otorgó a la partida de la
carrera de los mundos de estancia fue la que me acompañaría hasta el fin de mi
experiencia en la constelación. Se hicieron modificaciones de vez en cuando, pero
retuve esa misma forma hasta que me despedía cuando surgí como espíritu de la
primera etapa en preparación para el transito a los mundos del universo de cultura
ascendente y capacitación espiritual.. Siete veces experimenté el sueño de ajuste y el
despertar de la resurrección. Pero la ultima sala de resurrección, la cámara final del
despertar, fue dejada atrás en el séptimo mundo de estancia. Los cambios de forma ya
no necesitaron de una perdida de la conciencia o de una interrupción en la continuidad
de mi memoria personal. Por eso y para finalizar amor mío, te digo que la muerte
mortal es una técnica de escape de la vida material en la carne; y la experiencia en los
mundos de estancia de vida progresiva a través de siete esferas de capacitación
correctiva y educación cultural representa la introducción de los sobrevivientes mortales
a la carrera moroncial, la vida de transición que interviene entre la existencia material
evolucionaria y el logro espiritual más elevado de los seres ascendentes del tiempo que
están destinados a lograr las puertas de la eternidad en el Paraíso." Al terminar de leer
esta elocuente e impresionante revelación, Angellica Radice se quedó perturbada y
perpleja. No podía dar crédito a esa lectura. Sin embargo, cada palabra y cada frase
repercutían en su memoria como una nueva esperanza. Ahora el fenómeno de la
muerte no era un misterio para ella. Era la historia de amor más conmovedora e
descabellada que había leído en sus años de ávida lectora. Jamás supo si se trataba
de una autentica epístola medieval redactada desde ultratumba o tan sólo una nueva
visión teológica de un secta iniciática desconocida o quizás simplemente había sido la
víctima de las ideas disparatadas de algún lunático del milenio que recién empezaba.
Su escepticismo natural la hacía pensar en lo ultimo. Pero en el fondo se su ser una
chispa de fe había encendido la mecha. Guardó el documento en su cartera y esperó a
que se cumpliera su horario de trabajo. La mañana siguiente al despertar, su esposo, el
conocido empresario Bruno Radice, encontró enredado entre las sábanas el cadáver
desnudo de Angellica. Sus manos aferraban un crucifijo. Cubriendo sus senos estaba
la epístola. Había tomado una sobredosis de barbitúricos al amanecer. El frasco estaba
regado sobre la alfombra del dormitorio. Luego de leer el contenido del texto entre
lagrimas, elevó una plegaria por el alma de su amada y se dispuso a tragar las pastillas
que lo harían sumergirse en el sueño más profundo de todos.

Anda mungkin juga menyukai