El destello de la conciencia
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chakras, desde la base de la columna vertebral (muladhara) hasta el séptimo
chakra (sahasrara) en la cabeza. Decimos que ese ascenso ha de ser consciente,
desde el primer momento hasta su culminación, pasando por todas las fases,
adquiriendo ese conocimiento, esa verdad, que conlleva todo el proceso de
despertar. Se dice que puede haber un despertar espontáneo, pues la iluminación
es un destello espontáneo de la conciencia, o múltiples destellos espontáneos que
llegan a conformar cada momento, cada instante, cada segundo en una realidad
iluminada, es decir, consciente de la verdad que la ordena, presenta y realiza.
¿Cómo puede ocurrir ese proceso si no es, por tanto, mediante la atención,
mediante la observación directa del hecho espiritual? Un darse cuenta del espíritu
quizá al cerrar los ojos, al ver esa inmensidad sin límites que aparentemente es
infinita oscuridad y que –sin embargo- puede atisbarse como infinita luz,
espaciosidad, inmensidad interior. Libertad. Hay un destello en esa observación.
Hay una chispa que enciende el proceso, una vez que nos enfocamos ahí. Así la
energía Kundalini sube con nosotros, de nuestra mano. Nos muestra el camino y
se lo mostramos a ella, y así no tiene lugar el caos ni el desbordamiento, porque
hay una continua y profunda observación del ser.
¿Qué es esta verdad espiritual? ¿A qué podemos llamar verdad espiritual?
¿Cómo podemos nombrar aquello que no tiene forma? ¿Cómo podemos dar
forma a aquello que no tiene nombre? En el silencio hay muchas respuestas,
porque el silencio no tiene nombre ni forma. Es un lapso creativo, es un
momento del no lugar, del no momento.
Empecemos pues, escuchando al silencio y dejando que el silencio nos
escuche a nosotros. En esa realidad no forzada, que simplemente ocurre. Es ahí
cuando la verdad tiene lugar, cuando no es una operación racional, deductiva o
inductiva, lógica o ilógica incluso, no es nada de eso. Es una quietud que observa
el movimiento, un movimiento que se observa en la quietud. Todo se describe así
por sí mismo y en sí mismo.
Toda experiencia espiritual es un llegar a ser lo que somos, y ese ser que
somos se descubre ahí dentro, en cada corazón, en cada conciencia abierta,
receptiva a ese despertar que ha de surgir por sí solo, como proceso que culmina
y que da nueva vida, que transforma nuestra existencia hacia un nivel distinto de
comprensión más allá de lo que cualquier proceso mental pueda intentar
comprender e interpretar. En la respiración tenemos un foco de observación, un
movimiento constante del prana, del aire vital que toma el aire del mundo, la
energía universal, la shakti, para alimentar al alma individual. Ambas son la
misma cosa, igual que la inhalación y la exhalación son también una misma cosa,
un mismo proceso que llamamos respiración, donde no podría existir la una sin la
otra, al igual la energía vital y la energía espiritual o universal crean un ritmo,
una armonía que cuando nos integramos conscientemente en ella la
reconocemos; y ella –al tiempo- por sí misma, guía el proceso de reconocimiento
de la Conciencia.
Blog del autor: www.lasletrasdelaire.blogspot.com
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