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Crisis Eléctrica o Carta al general H.

Izquierdo

Víctor J. Poleo Uzcátegui

8 de Septiembre 2009

El general Izquierdo. En una de varias reuniones ca. Septiembre 1998, el


muchacho de Sabaneta diría ante el grupo que diseñó su plan de gobierno: ”en
las FAN tenemos muchos ingenieros que nada hacen y hay que (sic) ocuparlos
en tareas públicas: tenemos ingenieros nucleares y civiles (los hay civilistas)
…”. Ud., general Izquierdo ha de reconocerse como militar ocioso en funciones
de ingeniero ocioso. Para decepción del militarismo irresponsable, la ingeniería
es ingenio y es oficio. Dicho de otra forma: no por ostentar un título de
ingeniero-UNEFA es Ud., general Izquierdo, un ingeniero. Su trayectoria en la
Industria Eléctrica, si alguna, no exhibe credenciales de planificador del
Sistema Eléctrico Nacional o de diseñador de líneas de transmisión a muy alto
voltaje. Ante la sexta falla eléctrica de dimensiones nacionales (3 de
Septiembre 2009) durante los dos últimos años (la primera el 29 de Marzo
2008), ha declarado Ud. que “el problema es la alta dependencia del Caroní”.
Mal identificado el problema, mal resuelto. Es de presumir, en consecuencia,
que Ud. desconoce que un 90% de la energía eléctrica generada en Francia es
nuclear y que un 70% lo es hidro-eléctrica en Canadá, Colombia, Brazil y los
países nórdicos. El problema no es el Caroní, general Izquierdo.

El mayor Alfonso Ravard. A comienzos de los años 50 se crea la Comisión de


Estudios para la Electrificación del Caroní, más tarde CVG-Electrificación del
Caroní c.a. (1963). La preside el entonces mayor Rafael Alfonso Ravard,
ingeniero de oficio. Dice Andrés Mata Axpe: “el mayor Alfonzo Ravard se
encontraba en rebeldía dentro del Ejército desde el asesinato del General
Delgado Chalbaud a quien conocía y admiraba, y su trágica muerte lo llenaba
de indignación y de sospechas. Pero Pérez Jiménez encontró una salida al
ofrecerle al mayor, a sabiendas de su pasión por el tema, que se encargara de
formar una comisión para desarrollar el sur del país. Alfonzo Ravard puso sus
condiciones, entre las que se encontraban autonomía plena para seleccionar a
su equipo y libertad de acción”. Leyó bien, general Izquierdo?. Ud. no está en
rebeldía ante el asesinato físico y moral de la Nación. Ud., tal parece, no
evidencia pasión alguna por el Caroní. De mayor importancia, su equipo en
EDELCA y CORPOLELEC aparenta ser de una discreta calidad política y
profesional, en contraste con el equipo del mayor Alfonso Ravard y en el cual
descollaron, entre otros, un Rafael DeLeón (insigne ingeniero de aguas,
fallecido en Enero 2006 a sus 91 años), un Rodolfo Tellería (notable conductor
de los desarrollos hidroeléctricos del Bajo Caroní) y un Alberto Alazrachi (cauto
conceptualizador de los sistemas de protección y transmisión a 800 mil
voltios). Gracias al singular equipo profesional del mayor Alfonso Ravard,
justamente, el Sistema Eléctrico Nacional exhibe todavía hoy una robustez que
adversa la destrucción socialista. Nadie da más de lo que tiene, general
Izquierdo, y su gestión será tan buena como buenos sean los que le rodean.
Igual dictum aplica al ahora Gran Timonel, antes muchacho de Sabaneta.

El Caroní. Bien afirmamos que la Venezuela de la segunda mitad del siglo XX


descansa en el Caroní. Primero fue el Caroní, privilegio de Natura, y luego
fueron las industrias de Guayana y la planificada construcción de Ciudad
Guayana (ca. 1.5 millones de habitantes), pica en Flandes para la ocupación
geopolítica de los territorios al sur del Orinoco. El Caroní es energía limpia,
abundante, barata y renovable. Es el Caroní la energía que viabilizó el
desarrollo económico de la Nación y sus formidables crecimientos industrial y
urbano. Ahora bien, exportadores de petróleo como somos, el Caroní nos
significa hoy unos 533 mil barriles/día de combustibles termoeléctricos
exportables. Dicho de otra forma: de no existir el Caroní y de,
hipotéticamente, reemplazar hoy por termo-electricidad una generación hidro-
eléctrica en el órden de 85 TeraWatios-hora/año, precisaríamos por defecto
“quemar” en termo-eléctricas un volúmen equivalente de poco más de medio
millón de barriles/dia entre gas, fuel oil y diesel. El problema, general
Izquierdo, no es entonces la alta dependencia del Caroní. Por el contario, el
Caroní contribuye renta a la renta petrolera. Así las cosas, los desarrollos
hidro-eléctricos del Caroní se auto-financiaron ya desde la entrada en
operación de Macagua I en 1961, Guri I en 1968, Guri II en 1986, Macaguas II y
III en 1995, Caruachi en 2003. Tal vez le sorprendería descubrir, general
Izquierdo, que en los archivos de EDELCA de los años 60s y 70s ya hubo una
cuidadosa y dominante planificación nacional -léase bien: planificación
nacional- enraizada en los desarrollos del Bajo Caroní, el cuarto y último de los
cuales es Tocoma (2014?). Si algún sector se obliga a su planificación a 30
años es el eléctrico. La planificación del Caroní ha sido y es, por excelencia,
arquetipo de planificación eléctrica y económica a escala de Nación. Pero,
¿cuál es entonces el problema?, general Izquierdo. El problema, a mi juicio,
radica en la transición de hidro a termo-generación en un horizonte a futuro de
30 años. Se trata hoy, en esencia, de la planificación eléctrica nacional al 2040
con base en combustibles termo-eléctricos y aún admitiendo que los
desarrollos en el Alto Caroní-Paragua se iniciaran tempranamente durante la
segunda mitad de tal horizonte (Tayucay, 1.800 MW; Aripichi, 2.800 MW;
Eutobarima, 2.700 MW; Auraima, 2.700 MW).

Combustibles termo-eléctricos. Destilados medios y residuales son productos


de refinería, transmutables en electricidad. No obstante, el quid del barril de
petróleo son las gasolinas. Ocurre, no obstante, que los mercados mundiales
de las gasolinas están siendo reemplazados y/o substituidos por electricidad
(leyó bien?), metanol y etanol, liquidos del carbón y del gas. A diferencia de las
gasolinas, la electricidad no avizora tecnología alguna que la reemplace. La
electricidad es un bien multi-insumos: ella puede ser fabricada a partir de
fuentes nuclear, solar y eólica, hidro-eléctrica, carbón, gas y los
convencionales diesel y fuel-oil. Ahora bien, está en gestación un nuevo órden
mundial para arbitrar la energía dominante del siglo XXI, que ya no serán las
gasolinas del petróleo y, por ende, no será OPEP quien la arbitre. Todo ello,
general Izquierdo, configura el contexto global en el cual inscribir nuestra
crisis eléctrica, un asunto nada trivial que dista mucho de despacharse por
gracia de generación distribuida con planticas diesel aquí y acullá, o con
bombillos “ahorradores”. No es el caso discutir aquí acerca del cómo diseñar
mejores y más robustas opciones a futuro, un futuro eléctrico apareado a un
futuro incierto de la industria mundial del petróleo. Trato de explicarle por
qué, general Izquierdo. Si de algo estamos seguros, Keynes dixit, es que en el
2040 no habrá grandes timoneles pero si una Venezuela pugnando por zafarse
del legado de destrucción física y moral del Socialismo XXI. De mayor
importancia, me atrevo a predecir que tal vez en el 2040 no haya un Amuay-
Cardón procesando crudos y produciendo gasolinas, pero si un Caroní
generando hidro-electricidad. Dicho de otra forma: el futuro de los
combustibles de refinería puede sernos elusivo y, justamente por ello, las
irreversibles decisiones asociadas a la infraestructura eléctrica de generación
que hoy se comprometan pueden devenir, más temprano que tarde, en un
cementerio de tuercas y tornillos, despilfarro mediante. Triste ironía para
Venezuela sería que, a continuación de la desruralización que nos significó el
Caroní desde mediados del siglo XX, regresáramos contra el tiempo a la
ruralidad habanera del siglo XXI. En buena teoría de planificación, ante
incertidumbre Ud. maximiza opciones. Gas y Orimulsión son dos de ellas,
afortunados somos.

Gas Natural . Tal vez llamado a reemplazar el petróleo como energía


dominante del futuro, el gas natural es un bien multi-productos. Amén de
contribuir energía doméstica, comercial e industrial, el gas natural es materia
prima para petroquímica, refinación y generación termo-eléctrica, su destino
menos noble. Bien conocido es que un 90% de las actuales reservas probadas
de gas natural en Venezuela (4.4 millones de millones de metros cúbicos) son
de la clase gas asociado -es decir: producción de gas engranada a la
producción de petróleo- y, en consecuencia, su disponibilidad conlleva
incertidumbre. En breve, un 90% de las reservas probadas de gas no son
volúmenes ciertos para la planificación a futuro de la Industria Eléctrica como
pudieran serlo, por ejemplo, las reservas posibles en el Delta, Paria y Falcón,
por demás ya comprometidas ab initio con los socios mixtos (por cierto,
¿quedaría en Madrid la mayoría accionaria de PDVSA ante Repsol-ENI?). Ahora
bien, cuando entra en operación una central termo-eléctrica de, digamos,
1.000 MW a gas, ha entonces de marcarse ad hoc reservas de gas en el órden
de, grosso modo, 55 mil millones de metros cúbicos de gas en un horizonte a
30 años. Asi las cosas, ocho (8) centrales termo-eléctricas de 1.000 MW cada
una quemarían las enteras reservas probadas de gas libre hoy cuantificadas en
Venezuela (10% de 4.4 billones de metros cúbicos). Dicho de otra forma:
indeseable por demás sería que Venezuela importase gas para sus futuras
termo-eléctricas. ¿Indeseable? … importamos hoy de la hermana Colombia un
volúmen de gas tres veces mayor que el volúmen contratado hace cuatro años
(y que alimenta las termo-eléctricas del Zulia), contrato recién prorrogado por
un año en estos tiempos de bases de paz. Explíquele entonces al Gran Timonel,
general Izquierdo, que su Gasducto al Sur es un hilarante delirio apenas
correspondido por un muito obrigado del hermano Lula y un fallido negociado
de la parejita Kirchner. De interesarle este tema de la planificación de la
Industria del Gas en Venezuela (en un estadio no mejor que el de la
planificación de la Industria Eléctrica), sírvase conversar con los ingenieros de
gas Nelson Hernández y Diego González. En síntesis, nos urge unificar la
planificación de las industrias eléctrica, petrolera y de gas: la Energia es una
sóla. Bien internalizado este paradigma, es válido concluir que nuestra crisis
eléctrica mal puede ser caracterizada por carencias de opciones, es decir: de
recursos naturales, financieros e intelectuales. Nuestra crisis eléctrica es de
naturaleza ética cabalgando en la atávica confrontación Universidad vs
Cuartel, pensamiento racional vs barbarie.

El general Rangel Gómez. La militarización post-2003 de la Industria Eléctrica


y, por igual, de las industrias petrolera y del gas, devino en
desprofesionalización y descapitalización de conocimientos. Dicho de otra
forma: el conocimiento y el oficio fueron decapitados. No le parece acaso,
general Izquierdo, que tal vez ello sea el problema. Dice Sun Tzu (Arte de la
Guerra): El supremo refinamiento en el arte de la guerra es emprenderla
contra los planes del enemigo. Si bien entendida la Venezuela Socialista XXI,
nos ocurre que el militarismo irresponsable pretende derrotarnos a los
venezolanos, sus enemigos, cuando quiera que nos ha privado de planes a
futuro, salvo que por planificación se entendiera el camino a La Habana bajo el
guión KGB de Putin. Mientras tanto, el planificador mayor Giordani fabula un
mas allá del Capital (salve, Istvan). Nosotros, en oposición, nos ocupamos de
dimensionar el legado post-socialismo XXI. Ahora bien, en ésto de guiarse por
Sun Tzu y su Arte no se trata sólo de un ejército de ocupación para
sojuzgarnos, se trata también del general Rangel Gómez, exponente del
abundante generalato tóxico sembrado por el Gran Timonel en las políticas
públicas. Divisionario y revolucionario, el general Rangel Gómez es un hito
aberrante (2001-2008) en la conducción del Caroní y de la CVG. Ubicado en la
retaguardia de su promoción 1975 (posición 53 de 75), el general Rangel
Gómez tuvo una gloriosa actuación en la batalla de San Félix durante los
turbulentos días del 11A 2002 (se declara a disposición del nuevo gobierno) y
del 13A (se adhiere al gobierno recién derrocado). Es entonces ratificado
presidente de CVG. Y preguntaría Ud., general Izquierdo: ¿qué tiene que ver
mi mentor con la crisis eléctrica?. Respuesta: nada, nada tiene que ver, salvo
que el capital de CVG-EDELCA asignado a despilfarro y corrupción nada tenga
que ver con una turbia apropiación del Banco Guayana, de los hoteles
EuroBuilding y Santa Elena de Uairén, de comercios y casinos en Ciudad
Guayana. Re-preguntaría Ud., general Izquierdo: pero no sólo nosotros, una
cierta clase militar, somos los responsables de la crisis eléctrica … ¿y los
civiles?. Respuesta: ciertamente los hay, general, están cerca de Ud., son los
jacintos y anamarias, son los pereiras y acostaperez. Sin embargo -y ésta vez
en su descargo-, la clase civil colaboracionista para la destrucción del Sector
Eléctrico ya había anidado antes que Ud. capitanease CORPOELEC (Julio 2007),
institución inviable.

Crisis eléctrica de fin del siglo XX. Cierto que crisis eléctrica la hubo en la
década de los años 90's. Mediatizado como infalible, el paradigma privatizador
de los servicios públicos fertilizó en Venezuela un pacto de intereses entre el
Gobierno-Nación y el Capital globalizante. Excepto en los desarrollos
hidroeléctricos del río Caroní, fué entonces vetado invertir en CADAFE y en el
resto de las empresas eléctricas estatales. En el período 1991-1999, las
inversiones en distribución eléctrica por CADAFE fueron de unos 260 millones
de dólares, mientras que en distribución lo fueron de otro tanto. En su
conjunto-Nación, tales inversiones apenas satisfacerían un 10% de las
necesarias en aquella década. CADAFE ya estaba inmersa en una histórica
crisis estructural, crisis que afecta el 70% del servicio eléctrico nacional.
Previsiblemente, el agredido usuario eléctrico hubo de tolerar, y aun admitir,
que el Estado es ineficiente. De mayor importancia: el usuario eléctrico fué
excluido del debate privatizador (si alguno; en realidad, siempre lo fué de todo
debate) y fué así porque hubo entonces la intención de expoliar sus legítimos
intereses por el Gobierno-Nación en beneficio de la clase política reinante y de
los capitales energéticos globales. El 28 de Diciembre de 1998 detuvimos el
incipiente proceso privatizador de las empresas eléctricas estatales y ello fué
razonado ante el directorio del Fondo de Inversiones de Venezuela (propietario
de conveniencia), entonces presidido por Luis Alvaray, notable ingeniero-
planificador fallecido en 2005. Muy a tiempo, Venezuela declinó experimentar
el vía crucis de un servicio eléctrico enfermizamente privatizado y que, en su
versión extrema, pudo serlo a la manera del terrible ensayo ocurrido en la
Argentina. En contravía de la crisis eléctrica de fin del siglo XX, formulamos la
Ley Eléctrica de 1999, la primera ley del Sector Eléctrico venezolano en sus
primeros 110 años. El desenlace de los hechos del 2002, sin embargo, dió lugar
a un quiebre en la historia de la República y es así como PDVSA devino en un
Estado paralelo, epicentro del envilecimiento de la Nación y, en particular, de
la clase militar. Mediatizado como de plena soberanía, el paradigma
revolucionario post-2003 preconiza un Gobierno estatizante del servicio y de la
industria eléctricas, razonando equívocamente que si la electricidad es asunto
de Estado (cierto), es obligante que todas las tuercas y tornillos de la
Industria Eléctrica pertenezcan al Gobierno (falso).

Crisis eléctrica de comienzos del siglo XXI. En economías saturadas


eléctricamente (por gracia de alta eficiencia en el equipamiento que consume
electricidad y/o estable crecimiento poblacional), la demanda eléctrica crece a
tasas inter-anuales muy discretas (v.gr.: Inglaterra, Francia, Alemania, Japón).
En economías no saturadas eléctricamente la demanda eléctrica puede más
que duplicar cada 25 años, tal el caso de Venezuela: en 1986 la energía
generada fue de 47 TeraWatios-hora/año; en 2008 la energía generada fue de
120 TeraWatios-hora/año. Así las cosas, las inversiones en la Industria
Eléctrica venezolana no pueden menos que duplicar cada quince años, en
sincronizada anticipación a los tiempos de puesta en operación de centrales,
de líneas y sub-estaciones, de redes de distribución. De lo contrario, general
Izquierdo, su Venezuela socialista (lo es Ud.?) no tardará en igualarnos a Haití
o a Cuba la bella. Le pregunto: ¿y qué decir de las finanzas de EDELCA, joya de
la corona?. En un informe interno de Marzo 2009, las carencias de capital
financiero y operativo de EDELCA no pueden menos que alarmar(nos) y, por
extensión, indicarnos que el entero Sector Eléctrico está en quiebra. En
efecto, al 31 de Diciembre de 2008 las cuentas por cobrar de EDELCA fueron de
5.4 mil millones de BF (ca. 2.5 mil millones de dólares), un 87% de lo cual son
deudas de sus clientes las empresas eléctricas todas gobiernizadas (un 60%
con origen en CADAFE) y el resto son deudas de sus clientes las hermanitas del
Acero y del Aluminio, también gobiernizadas. De continuar las cosas como
están, al 31 de Diciembre 2009 las cuentas por cobrar de EDELCA ascenderían
a 8.6 mil millones de BF (ca. 4 mil millones de dólares!). Escribiendo estas
notas, nos explica Ud., general Izquierdo (a M. León, EU 11/11/09, p. 1-12) que
(las FANB?) activarán planes de respuesta rápida de generación (sic) y de
atención especial para reducir la demanda eléctrica (¿?). Sugiere Ud., al
desgaire, que el foco del asunto pudiera estar en aumentar las tarifas
eléctricas, congeladas desde 2003. Interesante conocer cómo los capitanes
notariados de la Economía socialista han de honrar su deuda social
revolucionaria, fruto de una asignación irracional de la renta petrolera, valga
decir: inflación, pobreza, desempleo, deudas interna e internacional, fuga de
capitales y descoyuntamiento de la capacidad productiva endógena. Ante una
renta petrolera declinante e insuficiente, el para-Estado PDVSA ya es inútil si
se engatillaran conmociones sociales represadas por gracia de aumentar
tarifas eléctricas y precios de la gasolina, amén de escalar la paridad dual del
BF/$, y todo ello en Diciembre 2009, a lo sumo. La represión como recurso no
tiene destino. Así las cosas, general Izquierdo, no tolere que lo carajeen el
Gran Timonel y su personalísimo oficinista bancario Ramírez: esta crisis
eléctrica no es del todo suya, primero fué de ellos. En fin, se preguntará Ud.,
general Izquierdo: ¿y cómo desanudar entonces los nudos estructurales de la
crisis eléctrica?. Descomponga el problema en sub-problemas.

CADAFE. Durante 2001-2005 la capacidad efectiva de generación por CADAFE


fué, en promedio, de 1.215 MW, es decir: un 33% de su capacidad acreditada
(3.721 MW) ante el Sistema Interconectado Nacional. CADAFE pierde un 40%
de su electricidad (energía no facturada) por robos en Baja Tensión y lo cual,
en términos físicos y financieros, se traduce en unos 15 TeraWatios-hora/año,
tanto como 1.5 veces la generación promedio de Caruachi (2.200 MW) y cuya
inversión se ubica en 2.500 millones de dólares. Durante 2001-2005 ocurrieron
316 interrupciones mayores de 100 MW en el Sistema Interconectado Nacional
y de ellos CADAFE contribuyó 251 eventos (80%). Durante 2001-2005 CADAFE
administró 643 millones de dólares en 223 proyectos de transmisión (líneas y
sub-estaciones) y, sin embargo, los proyectos finalmente ejecutados por
CADAFE se corresponden con apenas 155 millones de dólares, es decir: un
24%. Llegado a este punto, es mi conjetura que 3 de cada 4 dólares asignados
a inversiones en CADAFE tuvieron otro destino. Tal vez Ud., general Izquierdo,
quiera (y pueda) validar esta conjetura: ordene un inventario de las
asignaciones presupuestarias (ordinarias y extraordinarias) asociadas a
resolver las crisis eléctricas heredada y actual. Así, por ejemplo, es
desiderátum cuantificar el número de plantascentros y uribantescaparos que
hubieran podido construirse con las ingentes y recurrentes asignaciones de
recursos ad hoc. A tal efecto, pueda ser de su interés conocer que en Junio
2005 la Sub-Comisión especial de la Comisión Permanente de Finanzas de la
Asamblea Nacional se ocupó de diagnosticar la gestión CADAFE y concluir lo
siguiente: (1) Establecer la responsabilidad política del ingeniero Nervis
Villalobos, presidente de la empresa CADAFE, y de todos los integrantes de la
Junta Directiva; (2) La Junta Directiva y la gerencia de la empresa CADAFE es
responsable de las cuantiosas pérdidas económicas y financieras citadas en
este informe final y así se decide; (3) Exhortar al Poder Ejecutivo nacional a la
intervención de CADAFE y de sus filiales e investigar penalmente a las
gerencias intermedias: Comercialización, Distribución, Facturación y
Cobranzas; (4) … omissis. Si crisis eléctrica es crisis política, tengo para mi
que la actual crisis eléctrica es una coartada inducida desde 2003 por una
agavillada clase política y en presencia de una creciente renta petrolera,
fuente de corrupción y no sólo en el Sector Eléctrico. Más explícitamente: la
revolución parió su nueva clase (re. Milovan Djilas).

Ley Eléctrica de 1999. El usuario eléctrico es la razón de ser del servicio


eléctrico. Ni el Estado ni las corporaciones eléctricas son la razón de ser del
servicio eléctrico. Al usuario eléctrico le importa la calidad y el precio del
servicio, al cuidado de un Estado fuerte y regulador, pero le es indiferente
quién lo presta. En este desafío de mejor servir al usuario eléctrico existen
múltiples arreglos organizacionales para tratar la propiedad de la Industria
Eléctrica, abanicados entre dos posiciones extremas: todo privado a todo
estatal. Se aduce que el servicio eléctrico es asunto de Estado (cierto), así que
el debate se centra en cuál es el asunto de Estado. Veamos. Si se trata de
dominar y arbitrar el sistema de precios de la energía y de las tarifas
eléctricas, al Estado venezolano le es suficiente, a mi juicio, con detentar la
propiedad del Caroní (70% de la oferta), la propiedad de los combustibles
termo-eléctricos y la propiedad de las líneas de transmisión a muy alto voltaje,
columna vertebral de la ecuación Oferta=Demanda. Y tal era el status-quo
antes de la gobiernización de la Industria Eléctrica en 2006 cuando, una vez
más, el Gobierno devino en el-Estado-soy-yo. Ahora bien, el-Estado-soy-yo
invoca razones estratégicas para expropiar las empresas privadas eléctricas y,
por igual, para expropiar las empresas de servicios petroleros en la Costa
Oriental del Lago. Las tales razones estratégicas son dos y ejecutadas manu
militari, según sigue: (a) liquidar enclaves de la Sociedad que no son lúmpen;
(b) liquidar a la clase trabajadora no sumisa. En este preciso punto, valga
decirle a los buenos amigos José Bodas y Angel Navas, conductores de las
clases trabajadoras petrolera y eléctrica, respectivamente, que no hay espacio
político para sus reivindicaciones ni futuro alguno para sus luchas, salvo que
se ubiquen en adversar a este Gobierno facistoide. En consecuencia, general
Izquierdo, CORPOELEC no es solución a la crisis eléctrica, es apenas un
malogrado arreglo organizacional que agrava la metástasis del Sector Eléctrico
y que fallidamente ya se intentó en 1981 (holding eléctrico) y en 1991 (Casa
Matriz). La Ley Eléctrica de 1999, debatida intensa y extensamente con los
actores del Sector, conlleva una solución estructural a la crisis eléctrica, no
otra que liquidar a CADAFE, arquetipo de concentración de poder ineficiente.
Así entonces, se crea una Empresa Nacional de Transmisión con los activos de
EDELCA y CADAFE en voltajes a 230 kV, 400 kV y 800 kV. Las centrales
termoeléctricas de CADAFE se subastan a capitales nacionales eficientes. La
distribución eléctrica se entrega a sus trabajadores y usuarios, sus auto-
reguladores naturales. No hay aquí espacio para mayor discusión y debate,
pero es obligante indicar que el Estado se reserva la asignación óptima de los
recursos hidro y termo, valga decir: planificar en tiempo real y a futuro la
mejor mezcla de barriles-agua y barriles-combustibles, el primero de conducta
estocástica y el segundo de conducta cuasi-determinista. De teoría y de
modelos matemáticos para la operación (despacho de cargas) del Sistema
Eléctrico Nacional y su planificación, Venezuela atesora un legado de
vanguardia (re.: M. Lara, A. DeLima et al.). Llegado a este punto, valga
recordar que en 2003 un cierto J. L. Pacheco -delator en los años 60s y farinelli
devenido en jerarquía sin autoridad-, puso en riesgo de agotamiento el
embalse de Guri. De nuevo, la crisis eléctrica también lo es ética, en estos
tiempos de triquiñuelas y empirismos que corroen el entero universo de las
políticas públicas.

Orimulsión. Héte aquí que si Natura colocó en el banco sur del Orinoco un
cuasi-infinito yacimiento de hidro-electricidad, en el banco norte del Orinoco
nos gratificó con un inusual yacimiento de energía, el campo Faja del Orinoco,
y en el cual podemos fabricar gasolinas a partir de crudos mejorados y/o
podemos fabricar electricidad a partir de un novel combustible venezolano
(1983) -Orimulsión-, un combustible termo-eléctrico que no precisa de
refinerías. Por harto conocido, es el caso reivindicar aquí un combustible
termo-eléctrico todo venezolano y solo venezolano cual es Orimulsion,
combustible asesinado en 2003 por el par de infelices Doktor Mommer y Alí
Rodríguez (trepador a la presidencia de PDVSA en Junio 2003). Luego de una
cuidadosa penetración de los mercados de la generación eléctrica mundial
durante la década de los 90, BITOR (Bitúmenes del Orinoco, filial de PDVSA)
ocupó espacios en cerca de 3.500 MW de capacidad instalada en una decena de
países. En adición a maltratar a las comunidades científicas y tecnológicas
nacionales (INTEVEP, IVIC y universidades), el escenario de cierre al 2006
conlleva un significativo daño para la República, medible en costos financieros
y de credibilidad como suplidores confiables y seguros. Dinamarca, Lituania,
Barbados, Singapur, Guatemala, Corea, China y Japón se querellaron por
compensación, mientras que Italia y Canadá demandaron en tribunales. Bien
conocido es el caso de la demanda incoada por New Brumswick Power del
Canadá (2004) y las trapacerías del negociador Mommer, el mismo que hoy
funge como consultor-negociador de la ExxonMobil en el arbitraje internacional
Exxon vs PDVSA (caso de expropiación en Cerro Negro, Faja del Orinoco). Y
Ud., general Izquierdo, se preguntaría, al igual que nos preguntamos todos, ¿y
por qué asesinaron la Orimulsion?. Le explico en breve. No hay razones OPEP,
ni económicas, ni científico-tecnológicas, ni de ingeniería, ni de Ambiente. Es
mi conjetura, y así lo afirmo, que los intereses de los capitales globales del
carbón y del gas bien valen un soborno. Veamos. A juzgar por las proyecciones
de los mercados mundiales de la energía, en 20 años la demanda mundial de
electricidad habrá más que duplicado: de 15 mil TeraWatios-hora/año (2005) a
25 mil TeraWatios-hora/año (2025). Ahora bien, si hipotéticamente se
transmutaran en electricidad las enteras reservas probadas del Orinoco (230
mil millones de barriles extra-pesados y bitúmenes), ello significaría un intruso
volúmen de oferta igual a la mitad de la demanda mundial de combustibles
termoeléctricos en el período antes indicado. Dicho de otra forma: Orimulsión
es un formidable competidor del carbón y del gas, ofertantes de un 60% de la
actual demanda mundial de combustibles para la generación termo-eléctrica.
La revolución rendida ante el Capital. Consideraciones aparte acerca del
enjuiciamiento de este par de genios de la delincuencia política -el tándem
Mommer&Rodríguez-, es válido concluir que, si de combustibles termo-
eléctricos se trata, no habrá escasez en el Orinoco. En breve, si la electrificada
Venezuela de la segunda mitad del siglo XX se construyó con el Caroní, la del
siglo XXI bien puede construirse con el Orinoco.

V. I. Lenin Diría Lenin (Moscú 1920): con lúmpen político y sin electricidad no
se construye el socialismo. No otro mayor repudio a las chapucerías del
Socialismo XXI ni mejor elogio para la electricidad.

Pd. Felicitaciones, general Izquierdo. Hemos recién conocido de su ascenso a


general de división.

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