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feos om BH i (VICENTE RISCO eT - EDICIONES GL RIA ~ } Barcelona — =S, © de la presente edicién del 2005: Editorial MAXTOR Fray Luis de Leén, 20 47002 Valladolid 983 090 110 pedidos@maxtor.es www.maxtor.es LS.B.N. 84-9761-244-2 depésito legal: VA-1099-2005 LIBRO PRIMERO A DESTRUCCION DEL TEMPLO Al Iegar cerea de Jerusalén, poniéndose a mirar esta ciudad, derramé lagrimas sobre ella, dieiendo : [An si conocieses también ti, por lo menos en este Afa que se te ha dado, Jo que puede traerte la paz; mas ahora esté todo ello oculto a tus ojos. Que vendrén unos dfas sobre tf, en que tus enemigos te cir cunvalardn y te rodesrén y te estrecharén por todas partes. ¥ te arrasarén com les hios tnyos, que tendr4s encerrados dentro de H, 7 no dejarin cn tf piedra sobre pie- dra; por cuanto has desconocido el tlempo en que Dios te ha visitade. Gueas, XIX, 41-44) Al salir del Templo, dijole uno de sus discfpulos: Mavstro, mira’ qué piedras y ané tébrica. Jestis Je dis por respuesta: ZVes todos esos magnificos edificios? Pues serén de tal modo destrufdos, que no quedars pic dra sobre piedra, Qlareos, XUN, Ly 2) Copyrighted material 5 CAPITULO I LOS ULTIMOS HERODES 1, — Singularided de la historia de los judios En ningdn pueblo del mundo contemplamos tan extraho destino como en éste de los judfos. Destino tragico, terrible, de un pueblo ani- co, disperso y errante por toda la tierra, impulsado por una congoja seereta, por Una inguictud incurable, acogi¢ndose bajo todos los cli- mas, acampando en todas las Jocalidades, no tmporta en cual, sin seber cuanto tiempo podré permanecer en ella, dias o siglos, inerustado como cuerpo extrafio en la carne de las naciones. odiado, envidiado, despreciado, perseguido, cayendo siempre para levantarse de nuevo mé&s potente, director de negocios y de conciencias, milagrosamente conservado en su unidad moral y racial, cumpliendo un sino miste- rioso, sin jamas confundirse ni mezclarse con otro, en realidad indi- ferente a todo, reconocible siempre bajo las mas diversas fisonomias y hébitos, tenaz, obstinado, persistente, irreductible. La tradicién occidental ha simbolizado este extrafio destino en el mito del Judio Errante. Ahasverus era un judio de Jerusalén, de oficio zapatero. En la mafiana del Viernes Santo estuyo con las turbas, ante el Pretorio, respondiendo a las preguntas de Pilatos: «/Crucificale! ; Crucifi- cale!» Cuando los agitadores licenciaron a las turbas, Ahasverus volvié a su casa. En la calle, auevo tumulto, y Ahasverus salid a ver: 108 soldados conducian a Jestis al Calvario, y un tropel lo seguia, devotes con e] alma desgarrada y blasfemos iracundos. Jesis iba enenzvado bajo el peso del madero enorme; habla caido ya bajo su peso, el suicor y la sangre resbalaban por su rostro, su boca se abria para alentar dificultosamente. Junto a la puerta de Ahasverus habia un poyo de piedra, Jesus pididle hhumildemente que le permitiese reposar alli un instante. Ahasverus respondi6 brutal: «; Anda! | An- da!» Algunos dicen que le dié un empellén, otros que lo golped, Je suis dijo: -~¥o me detendré y reposaré, pero tu marcharés sin descanso has ta el Juicio Final. Y, desde entonces, Ahasverus marcha sin descanso, sin poder de- tenerse nunca. Pasaron los afios y los siglos, y Ahasverus marcha siempre. Cuando alguna vez quiere detenerse a descansar un instante, una voz misteriosa le repite al oido las palabras que €1 dijo a (Jesus > «j Anda! jAnda!» Es la yoz de Dios o le vou de la conciencia. 10 VICENTE RISCO Sus huellas han sido sefialadas en muchas montafias, en muchos caminos, Se cuentan Jos gruesos clavos de sus zapatos, Algunos dicen que son siete, dispuestos en forma de cruz, Pablo d’Hitzen, obispo de Sleswig, encontré a Ahasverus en Hamburgo, ol afio 1542, y pudo heblar con él. De su relacién eseribié Christobal Creutzer y publicd su escrito en Leyden, en 1602. Desde entonces son muchos los que han visto y hablado a Ahasverus, el inmortal judio, el Judio Errante. Simbolo exactisimo de su raza, sobre le que pesa una fatalidad misteriosa, con grandes caidas y grandes fortunas, sin que jamais pueda estar seguro de su destino. ‘Disperso entre todas las razas y todos los pueblos, el judio se dis- tingue siempre, fisieamente, de todos ellos, por uno u otro rasgo pe- culiay. Los autores modernos, especialmente librepensadores y Judios, han tratado de negar su peculiaridad como raza y hasta su origen semita; se preteadié que los hebreos son de origen armenoide y que la caracteristica nariz judia, en forma de 6, es propia de los pueblos atmenios, En cuanto al origen de los judios, no es ésta la unica fan- tasia que corre en los tiempos modernos: citaremos 1a de su origen tbérico, sosienida, entre otros, por ©, W. de Lubicz Milosz, en América. Isidoro Locb, Teodoro Reinach y otros autores judios, pretenden que su pueblo no forma hoy propiamente una raza, pues al niicleo primitivo se unieron otros pueblos semitas, arios, tartaros y fineses, por efecto del proselitismo y de matrimanios mixtos, y que no existe un solo tipo judio, sino varios. En parte, son verdaderas ambas afir- maciones. Bfectivamente, si no en la proporeién que se pretende, los judios, en ciertas épocas, se han mezciado con otros pucblos y han hecho entre ellos prosélitos que, ¢ la segunda generacién, formaban parte del pueblo, Pero esto se hacia en forma centripeta con respecto ‘a la comunidad judia, es decir, absorbicndo en ella a los elementos alégenos, en lugar de diluirse ella en ellos. Asi, y ademas por cierta especial energia plistica de Ia raza hebrea, ha sido ésta siempre la que impuso sus caracteres en Ins mezclas. Isidoro Loeb sefiala dos tipos judios fundamentales: uno que lama semita—y que acaso Gebiera lamar sefardi—,frecuente, segin él, entre los espafioles y cuyas mujeres, dice, suclen ser muy bellas. Ofre- ca este tipo eabellos negros 0 muy oscuros, ojos negros y grandes, nariz arqueada, cejas espeses y unidas. Al otro lama polaco—y vie- ne ® coincidir con el tipo askenazi—,de cabellos rojos © rubies, Tu- dos y gruesos, aplastados, frente estrecha, ojos pequefios y separados, amules 0 grises, Nariz empastada, a veces vespingona, pémulos salien- tes, dedos gruesos y cortos, infiexiones dorsales poco pronunciadas. ‘En cuanto a los caracteres dindmicos, se hacen notat en los judios ia expresin inquieta, a menudo dolorose o recelosa, la marcha timida y torpe, sinuosa, gestos vulgares y excesivos, pues los judios son gran- des gesticuladores, como son quejumbrosos y ruidosos; escasa fuerza muscular, predisposicién a enfermedades cuténens y nerviosas, a la demencia y al suicidio. Segin los autores judios, estos caracteres son efecto de habitos HISTORIA DE LOS JUDIOS in y condiciones de existencia seculares, Asi, dice Teodoro Reinach, que el judio inglés, francés, italiano, se diferencia poco de sus contempo- réneos eristianos, y, en cambio, el polaco y.el ruso, miserables y mal alojados y alimentados, Ilevan signos de degeneracién fisiea. Sin em- argo, estos caracteres los podemos comprobar ya en Jos judios del tiempo de Jesucristo, que vivian en condiciones diferentes. Ademés, hoy no se puede sostener esa influencia del medio en las transforma- ciones de las razas, como cuando esos autores escribian, En general, la raza judia conserva su pureza en muchos paises, mediante la costumbre de casarse entre si, evitando la mezcla con los goim (infieles). Fisicamente, en su pureza, suele ser una raza muy bella, muy fina, con ciertos caracteres de feminidad suave y de blanda dulzura. En su pureza, se earacteriza por los ojos oscuros, aterciope- Jados, en forma de almendra, con pestofias largas y sedoszs, nariz acaballada, dsea, descarnada, de las que Haman «de apagadory 0 en forma de 8, fina y movible; color moreno claro, piilide y no sangui- neo, «color de ceruday. Estos caracteres producen tipos de admirable pelleza en las mujeres, en los adolescentes y en los ancianos de bar- bas blancas, entre los que se dan algunos de wma finura exquisita, EI temperamento judio puro es bilioso, hepdtico y la mirada cs pro- funda y triste. Tienen wn gran desarrollo piloso, especialmente del cabello y de la barba, Las maneras tienen una blandura especial, que recuerda la molicie de los orientales. Los alemanes aseguran que des- ypidea un olor caracteristico: cl foctor judatous. Intelectualmente, los judios son una raza superior, sin duda al- guna. Poscen une privilegiada inteligencia y una extraordinaria ha- bilidad y sutileza para mUltiples actividades. Son racionalistas tipi- cos, minuciosos, Ievando Ia logica a sus ititimas consecuencias, ha- piles en la critica y en Ja demolicién, en barrenar y desmenuzar las ideas reeibidas, maestros de la ironfa y de la duda, irrespetuosos con todo, y, al mismo tiempo, inclinados ai misterio y al ensuefio, idea- listas y adeptos de la utopia. Se parecen mucho a los antiguos eriegos y desempehan en las so- ciedades moderpas el mismo papel demoledor que los griegos en el mundo romeno. Pero se diferencian en que los judios carecen casi en absoluto de gusto para las artes plésticas, aunque lo poseen para Ja poesia y para Ja misica. Moralmente, el judio es amabie y aparentemente cordial, de una gran simpatia y poder de seduccién, muy fino y sutil, pero sin la al- tives generosa de las razas sefioriales. Bs frecuentemente humilde, cobarde, engafioso, Weno de doblez, se lamenta siempre, es facil a Jas lagrimas, se humilla, pierde la dignidad en la desgracia. Es ironico y burlon. Su psicclogia suele ser de resentido. Poseen asi y todo los judios virbudes moraies relevantes en algunos aspects. Sobresalen en las virtudes familiares, son excelentes es- posos, padres amantes, hijos sumisos, conservan esirecha relacién con sus parientes, aun los muy alejados, a quienes recogen y prote- gen cuando estén desvalidos. Para los judios, los lazos. de la sangre 1 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 14 VICENTE RISTO didracma, Las autoridades locales y los tribunales nacionales de los judios fueron respetados, y siguid funcionando el Sanhedrin de Je- rusalén, con auttoridad religiosa, judicial y administrativa, y el Sumo Sacerdote, nombrado por los reyes o@ por los procuradores romanos, contre, las prescripeiones de la Ley. La Palestina comprendia cuatro divisiones, provincias o distrites. Entre el Jordin y el Mediterraneo, se encontraban, de N. a S. los siguientes : Le Galilea, entre el lago de Genesareth y la Fenicia, y entre la Siria y la Samaria. Alli habia fundado Herodes Antipas Ja ciudad de Tiberiades. y. antes, Filipo la de Cesarea, En Tariquea habia una activisima industria de salazin de pescado. Las gentes hablaban die- Jecto y eran menospreciadas por Jos hebreos puros. La Samaria, entre el Jordan y le Manura de Sarén, y entre la Galilea y la Judea, teniendo por capital a Sebaste, la antigua Sa- maria, y, en el monte Garizim, el templo de Ja secta samaritana. La Judea, entre el Jordan y el Mediterraneo, y entre la Samaria y el desierto ardbigo, tenfa a Jerusalén por capital religiosa y a la Cesarea maritima por residencia de los procuradores, estando divi- dida en las once toparguias de Jerusalén, Gofna, Acrabatta, Thauma, Lydda, Emmaus, Idumea, Engaddi, Hercdeion y Jeric6. ‘La Idumea, situada al S. de la Judea, habia sido agregada a ésta por el rey-pontifice Hireano, que obligé 2 los idumeos a circuncidarse y aceptar la Ley de Moisés. Al & del Jordan estaba Ja Perea, que propiamenie era el pais al S. del Yarmuk, con la ciudadela de Machaerus y las termas de Cer lirrhoe. Varias ciudades griegas de la Perea (Pella, Dion, Gerasa, Filadelfia, Gadara, Rafana, Kanatha e Hippos} con otras dos de fue- ra de ella (Damesco y Escitépolis) formaban una confederacién lama- da la Decépolis, gonando de régimen auténomo, Debe observarse que la expresién «eriegosy se usa comunmente en el sentido de «paganosy o egentilesn; es mas bien una expresion reiigiosz y a veces también lingiiistica: eran personas de lengua y religion griegas 0 aproximadamente griegas, aunque etre ellos pre- dominasen en gran proporcién los sirios helenizados. La Palestina conservaba su fertilidad proverbial, Producia abun- dantisimo trigo, cebada, mijo, judias, vino magnifico, lino y aceite, nigos y ditiles, papyro y, como producto especial del pais, el bal- samo, Se criaban innumerables ovejas, cabras y bueyes (en tiempo de Josefo, se mataron, en una Pasctia, 256,500 corderos), Habla pocos ca- ballos, pero muchos amos y dromedarios. Las aves més citadas son las palomas. En el mar de Galtlea (ago de Genesareth) se cogia muchisima pesea; Ja ciudad de ‘Tariquea exportaba pescado saledo para todo el mundo. La poblacién de Palestina en aqtel tiempo se calcula en més de 5,000,000 de habitantes. Esta poblacion era muy mezcleda, pre- dominando los paganos (sirios, griegos, érabes, egipcios) en la costa HISTORIA DE LOS JUDIOS 15 y en la Mecépolis, y los judios en las montafias de Judea y en la Galilea meridional. La lengua predominante era el arameo o siriaco, Mamado también caldeico, aunque en las ciudades se hablaba tam- bién el griego. Los judios vivian vida vréspera, habiendo entre ellos familias opulentisimas, y el Tesoro del Templo era tan rico, que, constante- mente saqueado, siempre ofrecia magnifico botin a quien quisicra expoliarto. 3.——Lba ciudad de Jerusalén Situada en una eminencia rocosa, que se destaca de las montafas de Judea, con las que est4 unida por el NO., y rodeada de profundos valles — el de Josafat al Oriente, eon el torrente Cedrén, y el Hinnon o Gehenna, al Occidente — la ciudad Santa era entonces una de las mas nombradas y monumentales. EI yalle ‘Tiropeén, 0 de los Queseros, la dividia en dos partes al B. el monte Moria, donde sv levantaba el Templo y Ja plaza ro- cosa Hamada Ofel; al O., y a mayor altura, la colina Akra, que contenia la ciudad baja, y el monte Sidn, con la ciudad alta. Los As- moneds habian unido el monte Moria con la ciudad baja por medio de una explanada que rellenaba el valle. La ciudad estaba defendide por murallas euyo recinte era triple en muchos puntos. El mds antiguo, del tiempo de los reyes de Juda, partia de la torre de Hippico y rodeaba parte de Ja ciudad alta. El segundo salia de la puerta de los Jardines y ceftia el barrio de Akra, terminando en Ia torre Antonia, situada en el angulo N, O. de Ia ex- planada del Templo. Hl tercero, edificado por Agrippa 1, rodesba el barrio de Bezetha y toda 1a ciudad, incluso el monte Calvario, y te- nia, novenia torres. Magnificos acueductos, atribuides al rey Salomén, conducian agua a la cindad, que se surtia también de cisternas y reservorios, La Torre Antonia, construida por los Asmoneos y restaurada por Herodes el Grande, constaba de cuatro fuertes torres que dominaban toda la ciudad y flangueaban una magnifica residencia. EI soberbio Palacio de Herodes, situado en la ciudad alta del monte Sion, estaba en conexion con otra fortaleza, en la que destacaban las torres de Hippico, Fasael y Mariamne. El recinto del palacio com- prendia parques y Iagos artificiales, todo circundado de murallas. En Ja ciudad alta estaba la hermosa plaza Xystos, rodeada de por- ticos de columnas y unida por un puente con el monte Moria, Cerca e ella el palacio de los Asmoneos, edificio magnifico, el Archivo y Jos palacios de los Sumos Sacerdotes Ananias y Caifés. En el barrio de Akra, hizo construir también un valacio la reina Elena de Adiabene. Por lo demas, la ciudad era de tipo oriental, con calles estrechas y sombrias, y probablemente sucias, de algunas de las cuales se con- 16 VICENTE RISCO serva hoy el trazado y los cimientos de las casas, Agrippa II hizo em- pedrar las calles de Jerusalén de piedra blanca. En muchos edificios se hacia gran derroche de mArmoles. Era ya Jerusalén una ciudad cosmopolita, a la que confiufan gen- tes de todo el Oriente y también de Grecia e Ttalia. Sus mercados eran animedos y ruidosos ¢ invadian hasta el atrio del Templo. Se calcula la poblacion de Jerusalén en aquel tiempo en 100.00 habitantes, pero durante las fiestas Judias, especialmente por la Pas- cua, afluian alli multitudes immensas. Josefo habla de ina fiesta de Pascua, en tiempo de Nerén, en que concurrieron a Jerusalén 1.700.000 personas puras y consagradas 4,.— El Templo de Jerusalén La marayilla de Jerusalén cra cl Templo do Jchova, nico Jugar donde, antes de Ja venida de N. S. Jesucristo, eran aceptos los sacri- ficios ofrecidos al Sefior. Salomén habia allanado la cima del monte Moria para construir su magnifico Templo. Destruido este por Nabucodonosor, fué reedifi- eado en tiempo de Zorobabel, con la misma disposicién y dimensio- nes, pero con mucho menor riqueza, Herodes el Grande, en el afio 41 a. J. ©. emprendio la restauracion del Templo, concluida el ago G4 de nuestra era, dos aiios antes de Ja guerra, reinando Agrippa TZ. El Templo de Herodes competia en riqueza, si no supcraba, al de Salomon. “Bl espacio total del Templo era un cuadrilétero irregular de 817 metros en el lado N., 283 en el S., 474 en el E. y 486 en el O, y com- prendia tres recintos: el Atrio de los Gentiles, el Atrio de los Judios y el Atrio de los Sacerdotes. ‘La gran explanada se levantaba sobre inmensos muros y estaba rodeada de pérticos de columnas monoli- ticas de mérmol de 25 codes de altura y techos de cedro. En los -4ngulos habia torres almenadas, y en el NO. la Torre Antonia. Te- nia ocho puertas, la oriental lamada Puerta Aurea. Dentro del Atrio de los Judios, sobre una graderia de doce escar Jones, se levantaban Jos edificios del ‘Templo, a los que se entraba por nueve pucrtas, Ja del Oriente llamada Pwerta Espectosa, cuyas hojas eran de cobre puro de Corinto, adornadas con preciosos re- eves. Frente a la Puerta Especiosa, habia otra riguistma, la Puerta de Nicanor, adornada de oro y plata, por la aue se entraba al Atrio de los Judios, flanqueado por los gazophilazios, la Camara Gasith, don- ‘de se reunfa el Sanhedrin, y otras dependencias. Tenfa otras seis puertas, entre ellas la lamada Corban, por donde entraban las vic- timas, y la de los Primogénitos. En el recinto estaban el Altar de los Holocaustos y el Pilon de las Purijicaciones. Fl ‘Templo propiamente dicho se elevaba sobre una plataforma de -doce gradas. Construido con grandes sillares de marmol bianco, do- HISTORIA DE LOS JUDIOS ne rado por dentro y por fuera, se componia del Vestibulo (Aulem), el Sento (Hekal) y el Santo de los Santos (Debir), formando un con- junto de 100 codos de largo por 60 de ancho, excepto el vestibulo, que tenia 100. Se entraba ai Vestibulo por un gran portal abierto. La sala es- taba enteramente dorada por dentro. Por una puerta de 55 codos de alto, flanqueada por las dos columnas de bronce, Bohas y Jakin, se entraba al Santo. La puerta, ablerta siempre, estaba cubierta con un yelo de tela babilonica de cuatro colores: blanco, jacinto, pir- pura y carmesi, Sobre Ia entrada habia una gigantesca vid de oro, con racimos del tamafio de un hombre, simbolo ce la raza de Israel, y Gel techo colgaba el candelero de oro de la reina Elena de Adiar bene. En el interior del Santo estaban el Candelero de Siste Brazos, el Altar de los Perjumes y la Mesa de los Panes de Proposicion. Un preciosisimo Velo — el que se rasg6 en cl momento de la anuerte de Jestis, como sefial de la consumacion y revelacién del mis- terio y cumplimiento de las profecias — separaba el Santo del Santo de los Santos, En este velo estaban representados e! clelo y los cua tre elementos. En el Santo de los Santos no habia absolutamente nada. Era una cémara ctibica, de veinte codos de lado, dorada interiormente, oscura y vaca, Alli debia estar el Arca de Ia Alianza, pero el Arca se habia perdido, . — El pueblo judio bajo los romanos Los judios del Nuevo Testamento se parecen muy poco a los del Antiguo, Tanto, que se diria que eran otro pueblo completamente distinto, como gue acaso se pudiera — y acaso se debiera — esta- blecer una diferencia histérica radical entre los antiguos israelitas y los modernos judios. Los israclitas, los hebreos del Antiguo Testamento, eran un pueblo de virtudes épicas, pastoral y guerrero, un pueblo del desierto, inva- sor de una rica comarea agricola de cultura urbana y corrompida, con euyos habitantes sostiene guerras heroicas y cuyos vicios abo- mina, reaccionando fuertemente en favor de la pureza antigua cada ‘vez que, en un momento de debilidad, se slente contaminado por las costumbres de los vencidos o de los enemigos que lo rodean. El anti- guo israelita es siempre el némada originario, el scr religioso, fiel una fe superior, y el temible guerrero que arrolla valerosamente al cananeo, al moabita, al filisteo y al sirio y, si es preciso, a los reyes de Elam y de Eeipto. Los judios del Nuevo Testamento ya no son asi. Todavie son muchisimos de ellos una poblacién rural, pero les tiendas de Moisés y Josué son solamente un recuerdo piadoso. Viven merclados con los paganos y participan de sus vicios, aunque no. de su religion; han perdido Ja energia agresiva y, Salvo arranques de desesperacion, la 2 — wisronta juntos aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. HISTORIA DE LOS JUDIOS a1. de, los auténticos sopherim (eseribas) y atin del pueblo ignorante, estaba siempre dispuesto a promover insurrecciones, que tomaban @ veces pronunciado cardcter demagogico. Bajo la pseudomerfosis se iba formando el judaismo modemo, muy diferente de la religién del Antiguo Testamento, aunque siguiera siendo tedricamente la misma. 7. — El ditimo de los Herodes y los disturbios La tensién entre judios fanéticos y paganos aumenteé en el aio 39, cuando Caligula pretendio hacer colocar su estatua en el Santo de log Santos. Ain los judios helenizantes se indignaban ente la «docura do los Césaresy y 1a rapacidad de los Procuradores. Por el afio 44 au- mentaron las partidas de bandidos, nutridas en parte con desconten- tos. politicos. En el afio 48, cl Ultimo de los Herodes, Agrippa UL, residente en Ia corte imperial, donde se habia educado, hecedé Ia corona do su tfo Herodes de Calcis; la viuda de éste, Berenice, hermana de Agrippa IL, se fué a vivir con él, y se dijo que ambos hermanos jsos- tenian relaciones incestuosas, ‘Agrippa recibié también la superintendencia del Templo, que apro- vecho para designar @ su gusto al Sumo Secerdote, nombrando suce- sivamente, desde el afio 58 al ¢4, a Ismael, hijo de Phebi; José Cabi, rijo de Simén Cantharas; Anas, hijo de Ands; Jesis, hijo de Dam- neo; Jestis, hijo de Gamaliel, y Matias, casi uno por afio. Las fami- lias sucerdotales opulentas, especialmente las de Anas y de Boetho, se disputaban escandalosamente el Pontificado, contribuyendo a com- plicar las luchas de partidos. En el afio 54 6 55, Nerén did a Agrippa las ciudades de Tariquea y Tiberiades en Galilea y Ja de Julias,'en Perea, con catorce aldeas, pero \Agrippa siguio en Roma. En Judea gobernaba el Procurador ‘Antonio Félix, que se habia casado con Drusila, hermana de Agrippa, Félix compré asesinos que Io deshicieron del antiguo Sumo Sa- cerdote Jonatés, hijo de Anas, a quien temla. Pero el asesinato de Jonatas hizo larga escuela. Jerusalén se lend de asesinos solapados, que Uevaban oculto un pequefio pufal curve (sica), que empleaban en las grandes aglomeraciones de gente, para asegurarse la impu- nidad, Jamentando después la muerte de Ia victima. Se les lamé sicarios. Fuera de la ciudad pululaban las bandas de ladrones y rebeldes, comprendides unos y otros por Josefo, bajo el nombre de partido de los bandidos, hostiles a la autoridad romana. Por otra parte, se levantaban numerosos visionarios y falsos pro- fetas, ue fanatizaban al pueblo, Uno indujo a la multiiud a se guirlo al desierto, donde verian sefiales de liberiad; otro, egipcio, prometié hacer caer, desde el monte Olivete, con palabras, los muros de Jerusalén; otros aseguraban que, puesto que el pueblo se sometia aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. HISTORIA DE LOS JUDIOS 25 mas: la rama verde y fructifera, que es la Iglesia Cristiana, y la rama seca y estéril, que ‘es la Sinagoga. E] Cristldnismo ‘se diferencia, en efecto, radicalmente de todas aquellas religiones que pululaban en el mundo oriental en los pri- meros siglos de nuestra era, y que yarias veces quisieron invadirlo bajo la forma del gnosticismo, como se diferencia de las doctrinas pseudomérficas y de los cultos paganos. En cambio, é! Judaismo Rabinico es una religion mas entre las propias de aquel ambiente. Si sigue oponiéndose al paganismo y, en gran parte por efecto de la ruina de Jerusalén, se desprende de la pseudomérfosis, en cambio se encuentra estrechamente emparentado. con las especulaciones religiosas de Siria, Mesopotamia, Persia y Ara- bia, con las que tiene numerosos elementos comunes: respeto su- persticioso por In qpalabran, con la mayor libertad para interpretar su sentido: respeto supersticioso por las mismas letras del alefato «Sagrado» y por sus multiples sentidos ccultos; esoterismo, interpre~ tacién alegérica, empleo magico de les letras, de las cifras y de los nombres; afén por la codificacion de las leyes; valor de las opi- niones de los maestros y del «consensus» entre ellos; identificacion de Ja nacionalidad con la religién. La religion de los judios se transforma de este modo répidamento, porque, realizados los simbolos de la Ley en Ja persona de Jesueristo, todo el aniiguo culto habia perdido. su sentido, y se trabaja incons- clentemente por infundirle otro, sacado de los ideas flotantes en ol mundo en tomo. — El culto del Templo El centro de 1a vida espiritual Ge los hebreos habia sido siempre el Templo de Jerusalén. En ningin otro lugar eran aceptos a Dios los. sacrificios de la antigua Ley. El culto ofrecido por Jeroboam, cuando el cism2 de las Diez Tribus, en Dan y en Betel; el de los Samari* tanos en el monte Garizim, cl de los judios de Egipto en los tem- plos de Heliépolis y Blefantina, eran cultos cismaticos, no aprobados por Dios. No es éste lugar para describir el culto del Templo, que perte- nece a época pasada de la historla de Israel. Solo indicaremos que hasta le catéstrofe del aiio 70, s® siguié practicando con gran so- lemnidad, habiendo incluso paganos que ofrecian alli sacrificios y dones al santuario, Augusto dispuso el sacrificio imperial, ofrecido por la prosperidad del emperador y del pueblo romano, el cual. era diario y consistia en un toro y dos corderos. Los sacerdotes cobraban los diezmos, las primicias y la teruma que pesaba sobre los comestibles y la carne de ciertas victimas. El Templo posefa un cuantioso patrimonio, consistente en los obje~ tos preciosos dedicados ‘al culto, en géneros almacenados para los sa- crificios y en dinero que se guardaba en los gazophilazios. La mayor aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. HISTORIA DE LOS JUDIOS 29 tienen la obligacién de asistir al oficio divino para hacer numero, pues segun la tradicién recogida por la Mischna, al oficio deben es- tar presentes al menos diez personas. Ya el Archisinagogo, ya el colegio de ancianos de la comunidad, pueden imponer penas por causas religiosas. La mas grave es la ex- comunion, 0 exclusion de la Simagoga, y se menciona también Ia fla- gelacién. Esta era infligida, por el hazan con una correa de cuero. ‘Como el Deuteronomio no permite dar més de 40 golpes, se aplica: ban 39, 0 sea. 13 en el pecho desnudo y 18 en cada ua de las es- paldas. 5.— El servicio divino en la Sinagoga Las reuniones de la Sinagoga tienen lugar los sibados y dias Yfestivos y también los lunes y los Jueves, y en los novilunios 0 neo- merias. . HI servicio divino comienza con la recitacién de la Schema — ‘que todo isreelita adulto debe decir mafiana y tarde — tomada de tres lugares del Pentateuco: «Escucha, Israel, tu Dios es el unico Dios» (Deut. 6, £9) y también Weut. 11, 13-21 y Num. 15, 87-41. Se ssupone que en Palestina y cn Egipto se recitaba también el Deca- Jogo y se terminaha con acciones de gracias. Después, el individuo invitado por el Archisinagogo recita la Sche- moné-Esré, que consiste en 18 bendiciones 0 peticiones — que tam- bién debe ser dicha por todo israelita tres veces al dia — de ins- piracién farisaica, que primero fueron improvisadas y después se fijaron, por escrito, habiendo una recensién babilonica y otra hie- rosolimitana. La petieién 12° en esta ultima, dice: «No haya espe- ranza para los apéstatas, Y los cristianos (nazirim) y los heréticos (minim) perezcan de improviso, sean cancelados del libro de la vi- da y no sean inscritos entre los justos. Leado seas Tu, Jehovah, que desiruyes a los impios!» Es le maldicién contra los cristianos men- cionada por los Padres de la Iglesia. Ambas plegarias pueden de- cirse en cualquier idioma. Sigue la lectura dela Torah, Se preferia al principio que el lec- ter fuese un sacerdote o anciano, pero muy pronto se introdujo la eostumbre de que alternasen en la lectura, los sibados, siete per- sonas, los dias festivos, cinco, el dia de la Expiacién, seis y en el no- yilunio, cuatro, Para ello se dividio el texto de la Torah en 154 pa- rasehoth 0 seceiones y el de los Neviim (Profetas) en haphiaroth, con objeto de que sc terminase la lectura en el aho. La lectura de los profetas se hacia Jos sthados, y al fin se introdujeron también Jos Ketudim (hagidgrafos). La lectura se hace en pié y en hebreo; pero como el publico en la misma Palestina, ya no lo entendia, intervenia el Targeman o Methorgeman, que traducia los textos al arameo, en alta voz, De 2 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. HISTORIA DE LOS JUDIOS 33 se aferrabe a ellas, desentendiéndose de las sectas, fenomeno nuevo en el judaismo. Sin embargo, mal podia sustraerse a las nuevas corrientes reli- giosas que se difundian por todas partes entre los pueblos que ro- deaban al «pueblo escogidoy. Toda el Asia occidental era entonces recorrids por un estremecimiento a un mismo tiempo de terror y de esperanza: la expectativa de algo inminente que iba a ocurrir, producia una excitacion extraordinaria entre judios de la proxima Didspora, sirios, «griegosy, persas y Arabes. Se esperaba el fin del mundo, pero se esperaba también el advenimiento de un Salvador Toda la literatura de la época esta Nena de esta idea dominante. Se sabia que Aquél de quién hablaban Jas revelaciones habia de apa- recer, ahora, precisamente, Esta idea, esta expectacién anhelante del Mesias tomaba diver- sas formas en los distintos cirenlos religiosos: «Hl» se llamaba, segiin los casos, el Salvador de los tltimos dias, el Ungico, el Enviado de Dios, el Sefior, el Hombre Primario, el Profeta, el Hijo del Hombre, el Segundo Addn, Henoch, Elias, el Mesias, Barnascha, Saosyant, el Arcdngel. Entre los gue jo esperaban, se formaban cada dia nue- vas sectas, comunidades y érdenes, para interpretar las profecias, v poder reconocerle cuando se presentase, y estas érdenes, comuni- Gades y sectas elaboraban nuevos libros, nuevos mitos, nuevos dog- mas, nuevas liturgias, todas diferentes y todas semejantes. Necesariamente, el pueblo judio tenia que contagiarse de esta tensién formidable, de esia efervescencia religiosa, maxime cuando el centro de ella era Ja expectacién mesianica, y los judios eran quienes conservaban la promesa, auténtica del Mesias. De este modo, la esperanza de su proxima aparicion era muy co- rrlente entre los judios de toda Palestina; pero la influencia de aquellas sectas extrafins que estaban naciendo todo alrededor de la Tierra Santa era mucho mayor en las comareas periféricas, como le Galilea y la parte al Oriente del Jordan. Esta influencia se ma- nifiesta en la literatura apocaliptica, que serd estudiada en su lu- gar. En la interpretacién de 1a doctrina ortodoxa tradicional, sc no- ta también una gran vacilacién e incertidumbre, que se van acen- tuando desde los dias de 1a Redencién. Los cerebros de los judios «que no conocieron el dia de su visitaciény, que rechazaron al ver- dadero Mesias y lo pusieron en la Cruz, se van oscureciendo, se van hundiendo pauiatinameate en las tinieblas, : Se conserva celosamente la fé en un solo Dios, creador y con- servador del mundo, padre del pueblo de Israel, Dios bueno y jus- to, que premia el bien y castiga el mal. Pero la imagen de Dios se va haciendo incierta y vacilante. Por un lado se tata de evitar cuidadosamente el antropomorfismo. Los targumistas, por ejemplo (Onkelos, Jonathan ben Usiel) huyen de toda expresién en la cual Dios pueda aparecer en forma humana, con mancs o con piés, andando, hablando, senténdose; emplean en- tonces, en lugar de Dios, una perifrasis: la Majestad de Dios, Ja 3 — mastorta juntos aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. HISTORIA DE LOS JUDIOS 37 una fecmdidad fabulosa, que hard productivos los mas aridos de- siertos, las tierres de labor daran el mil por uno, y el Apocalépsis de Buruch Vega a decir que caeré de nuevo cl mana y que Jas mujeres parixin sin dolor, En el Testamento de los XII Pairiarcas, Levi pre~ dice ave el Mesias abriré las puertas del Paraiso Terrenal y daré a comer a los santos del Arbol de la Vida. El Libro de los Jubileos dice que creserén los dias y nadie sera ya viejo ni cansado de vivir. Eu el Libro IV de Esdras, la ‘hueva Jerusalén es una ciuded ya existonte, pero escondida e invisible, que entonces se haré maniiesta, como tambien la «tierra oculta», que es el Paraiso Terrenal. El Apoca- lipsis de Baruch afirma que la nueva Jerusalén estaba preparada en él cielo cuando Dios determiné crear el Paraiso. Dios se la mosiré a Adan antes del pecado, y después a Abraham, y a Moisés en el Sinai, y por lo tanto ya esté preparada, como lo esti atin el Paraiso. En algunos lugares (Targum de Jonatén a Isaias, Apocalipsis de Baruch, fuentes rabinicas y talmitdicas posteriores) se habla de un «Antimesiasy (el Antecristo), amado el Armilus—que algunos in- terpretan como Romulos, personificacioa de Roma—, el cual en el Targum es muerto por el Mesias con el hflito de la boca. En Henoch, 60, ‘t, se habla de dos monstruos: Leviathén, femenino, y Behemoth, masculmo, los cuales, segin IV Esdras, 6, 49-62, seran comidos por los jristos cuando venga el Sefor. Gomo se ve, en todo esto hay una confusion tremenda de la pri- mera con Ja segunda venida del Mesias. Los judios oprimidos por pueblos paganos—aungue esto fuera en castigo de sus culpas—, las- timados en su orgullo de «pueblo escogidoy, sin querer renunciar a las mas ambiciosas esperanzas, e impotentes para realizarlas, acentua- ban él significado de todos los pasajes biblicos que prometian un Rey poderoso, incontrastable en su fuerza, que restaurase, con es- plendor no aleanzado por Asirios, Persas, Macedonios ni Romanos — las cuatro monarquias de Daniel—el Reino de David y de Salom6n. sujetando y castigaudo a todos los enemigos de Israel: Por eso no aeeptaron a Jestis, que venia humilde ¢ indefense. No querian ver a un Mesias sufriendo y soportando pacientemente 1a miseria y el dolor. Un obstaculo a esta concepeién judia era el pasajc de Iseias, don- de se predice la Pasién de} Seftor, Aqui, el Targum de Jonatén tiene que reelizar grandes esfuerzos para atenuar 0 torcer y revolver: el texto: donde ei Profeta dice que el Mesias cargaré con nuestros pe- cados, Jonatan dios que «rogaréy por nuestros pecados, los que ser’in perdonados por amor a El: dice que sera despreciado, pero seguida- mente, que pondra fin a los reinos del mundo; y donde dice que se le daré +1 botin «por haber dado su vida a la muerte, le aj el sen- tido de que expuso Ja vida en la lucha con los apéstatas. Quien sufrira, segim Ins fuentes de la apocaliptiea judia, al apro- ximarse los tiempos mesidnicos, es el mundo, sobre el que se desen- cadenarén toda suerte de calamidedes y miserias: hambres. pestes guerras, etc. Nuevamente, la confusion de las dos apariciones me- sifnicas. 2 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. HISTORIA DE LOS JUDIOS aL Profesan un monoteismo absoluto, creen en los angeles, la resu- yreecién de los muertos, el juicio final y la venida del Mesias, llama- do Tahet (restaurador) en Jas fuentes posteriores, concibiéndolo como un Profeta que hara conocer la verded, mas que como rey ‘poderoso. Observan la cireuncisién, que practican el octavo diz, el sibado y las fiestas legales. En las de los Azimos, Sementera y Taberndcules. visiten el monte Garizim, y sdlo por Pascua inmolan victimas, A imitacién de Abraham, practican el doble matrimonio en caso de esterilidad de la primera mujer, el divorcio y e) levirato, que puede ser, en caso de necesidad, con un amigo intimo del difunto. @uedan todavia unos pocos samaritanos en Naplusa, interesante testimonio de} mosaismo antiguo. Sus libros Chronicon samarsunum, Annotes Semeritani, salmos, dogmatica, liturgia, ofrecen gran interés. 15, — Los judeo-cristianos A pesar de las persecuctones, Jesucristo y los Apéstoles hicicron numerosos prosélitos entre los judios, samaritanos y galileos. Durante mucho tiempo, estos cristianos siguieron practicando la ley de Moi- sés, y frecuentando el Templo y las sinagogas. Cuando se manifestd la vocacién ce los. gentiles, algunos judios conversos se opusicron a ella y otros sostuvieron la opinion de que los gentiles convertides de- bian circuncidarse y observar la ley. Esta cuestion fué decidida en ¢l Concilfo de Jerusalén, del afio 50 (Act. 18, 1-85), en el sentido de que la ley de Moisés no obligaba a los gentiles convertidos al cristianismo, declarando San Pedro que «judios y gentiles se salvan unicamente por la gracia de Nuestro Sefior Jo- sucriston, No obstante, se permitié a los judios seguir practieando la ley mosaica. Con esto, los judios conversos s¢ apaciguaron—sin renunciar a sus opiniones —,y mientras vivid Santiago el Menor formaron parte de la comunidad ortodoxa. Pero en el afio 62 murld el Apéstol, ase~ sinado por los judios, y {ué elegido para sueederle como Obispo de Jerusalén su hermano Simén, o Simedn, Eatonces los judeocristianos quisieron aprovechar la ocasién y hacer clegir un Obispo de su par- tido, amado Thebutis. ‘Asi se inicio el rompimiento, que se consumé después de la des- truccién del Templo. En ticmpo de Adriano, los cristianos ortodoxos de la Ciudad Santa que durante la guerra de Vespasiano se habian refugiado en Pella, en la Perea, volvieron a Ja colonia Aflia Capi- tolina; pero a los judeccristianos se les prohibid 1a entrada como a Jos demas judios. Quedaron, pues, los ortodoxos y Ios judeo-eristianos, llamados na- aarenot, incomunicados, y los segundos se fueron apartando de la yerdadera doctrina. Estos judeo-cristianos aparecen, en el siglo II divididos en dos sectas: nazarenos y ebionitas. Los primeros reconocian el nacimicn- 2 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. HISTORIA DE LOS JUDIOS 43 Antioquia de Pisidia y de Iconio, amotinaron contra el Apéstol al pueblo de Tesalénica y al de Berea, 10 acusaron ante el proconsul de Acaya. Ea el afio 58, fué preso San Pablo en Jerusalén y Mevado a Ce- sarea, por orden del Sanhedrin, y para librarse de los judios, tuvo que apelar al César. Santiago el Menor fué victima del Sumo Sacerdote Anano, el ‘fio 62, aprovechando no hallarse en Palestina el procurador roma- no. El Sanhedrin condené a Santiago y otres cvistianos # Ia lapi- dacién. El \Apéstol fué srrojado desde Jo alto de las almenas del Templo y apedreado, siendo rematado a palos por un batanero, La destruccién del Templo detuvd de momento Ia persecucion, pero, si no se pudo prohibir la. predicacion del Cristianismo, enton- ces, como antes, los judios que se convertian, especialmente las mu- jeres, eran arrastrados a las sinagogas y azotados eruelmente. La sublevacién de Bar Coziba caus6 una nueva persecuciOn. Los rebeldes persiguieron a los cristianos con c] mismo furor que a los gentiles, Después de aquella guerra es cuando empieza a dejar huellas, conservadas, 1 polémica judeo-cristiana. Los judios empleaban to- dos los recursos del ingenio, y de la mala fé, para negar le divi- nidad de Jesucristo, su caracter de Mesias, su nacimiento milagro- 50, la pluralidad de personas en Dios, la Resurreccién, la virgini- dad de Maria, Negaban el cumplimiento de las profecias mesidnicas, toreiondo su interpretacién en sentido materialista y nacionalista, teniendo al Mesfas por un restaurador del reino temporal de Israel. Decian que cuando el Mesias viniese se reunirian todas las tribus, y al contrario, habian acabado de dispersarse; se reedificaria el Tem- plo, y el Templo habia sido destruido... Demostraban a la Virgen Maria una antipatia tal, que inventaron una historia calumniosa para explicar cl nacimiento de Jess: el Toledoth Jesu. — Buseaban argumentos contra la Trinidad. Sobre el texto del Gé- nesis: «Hagamos el hombre a nuestra imagen», inventaron una hag- gada que dice: «Cuando Dios estaba dictando la Torah a Moisés, al Ilegar ¢ Ja palabra naase chagamosp, Moisés se detuvo asombra- do, y dijo al Etemmo que aquello comprometia le unidad de Dios. Dios mandéle escribir, diciendo: «Que quién quiere engafiar sea en- gafiadon. Los apologistas cristianos combaticron briosamente estos disla- tes. La forma preferida para sus escritos fué el dialogo, eco de las auténticas disputas en las sinagogas, y atin ante los tribunales que, después de los Apéstoles y iscipulos, como San Esteban y otros, siguieron sosteniendo los cristianos. Ariston de Pella escribld el Didlogo de Jason y Papisios, en que el primero Rab—sgranden, ceminenier— y los més ilustres el de Rabban (nuestro maestro»), que denotata, excepeional reverencia. ‘Todas estas palabras pertenecen al idioma atameo Pueron los claboradores de lés Mischnayoth, cuyas opiniones te- nian fuerza de ley. Eran perites en jurisprudencia y en teoiogia, ar- bitros en materins de derecho y de ritual, entre los cuales se elegian los miembros de les tribupales y les jefes de las sinagogas. Su papel y su autoridad son muy semejantes a los de los jurisconsultos roma- nos de la época anterior, pudiéndose comparar las sentencias de aquellos rabinos a los responsa prudentium Gel derecho romano del Bajo Impcrio. Continuadores de los Sopherim, hacian la misma vida, sin reci- bir retribucién por su ensefianza, y ejerciendo muchos de ellos ofi- cios manuales, sin desdoro ni desprestigio, creciendo siempre el res- peto que os rodeaba. No hay una delimitaciin concluyente entre los tiltimos sophertm y los primeros iannaim, ni entre las épocas de unos y otros. Se dis- tinguen por unos seis y por otros cuatro generaciones de tannasn. Por todo esto, lo mejor es atenerse a las cuatro que sefiala Felten, y poner el limite de ambas épocas en la desirucclén del Templo. En le primera generacién (hasta el afio 90) figuran algunos men- cionados entre los sopherim, como Gamaliel el Viejo, de 1a escuela de Hillel, v otros que pertenecian a la de Schammai, Durante el sitio de Jerusalén, e] més ilustre de los doctores de en- tonees, el Rabban Johanén ben Zakkat, discipulo de Hille) y parti- dario de Ja paz, habia huido de Ja ciudad y logré ser recibido en el caimpamento de Vespasiano, quien le concedié el permiso para fun- dar une escuela rabinica en Jamnia. Alli se trasladd después el San- hedrin. La escuela de Jamnia adquirio inmediatamente una gran Jama. 18. VICENTE RisScoO Se dijo que alli estaban los mis eminentes doctores, y que alli se daban las mejores ensefianzas sobre la Torah. Al mismo tiempo, la destruccién del Templo habia sido. decisiva para el Judaismo: habian cesado los sacrificios, que sdlo en el Tem- plo eran aceptos a Dios, y los sacerdotes, sin funcién que desempe- fiar, habian perdido toda importancia. La antigua lucha de los so- pherim contra los Kohanim se habia decidido para siempre en favor de los primeros, y la sinagoga reinaba sin competeucia en el pueblo judio, en ¢l momento mismo cn que acabaka de ser desposeida en el orden espiritual por 1a Iglesia cristiana. Ya no quedaba a los judios mas que la letra de la Ley. Por lo mismo, se apegaron mas exclusivamente a Ja letra, y comenzaron a desmenuzarla. Tal fué la obra principal de los tannaim. Schanén ben Zakkai, que se dice haber vivido ciento veinte aos fundé las nuevas escuclas de Séforis y Tiberiades, que fueron los focos del rabinismo palestiniano. Era un hombre de gran sabiduria y sentido histérico, que se did cuenta de cual era el destino futuro del pueblo, el cual tendria que vivir ya para siempre disperso entre otros pueblos. Su actitud podria ser calificada de anti-sionista. Buscé algo que pudiese conservar la cohesién del pueblo, y lo encontré en la Torah. Entonces, se esforzo en apartar a los judios de toda actividad politica, en hacerles renun- ciar a Ja idea de una restauracion de! Estado, y acomodarse al nuevo orden de cosas. Desde entonces, y en gran parte por obra de Ben Zalekai, el Judaismo fué un consensus, una comunidad espiritual (ea sentido muy lato) la Chema. Israel. La segunda generacién dura del afio 90 al 130, y comprende al Rabban Gamaliel, Josia ben Chanania, el schammatta Eliezer ben Hirkanos, Rabbi Ismacl y Rabbi Akiba, que pasa por fundador de 1a Mischna. E] mis famoso de todos los doctores de esta época fué Rabbi Akiba, comparado por’ sus discipulos con Esdras, el restaura- dor de la Ley. En tiempo de Domiciano se embareé en Jamnia para Roma, en compafifa de R. Gamaliel, R. Eliezer ben Azarias y R. Jo- sila, acaso para detcner uma persecucién 0 con fines proselitistas. Con sus viajes y gestiones en Egipto y Asia Menor, preparé Ja suble- vacién del afio 132, y reconocié luego a Bar Coziba como la Estrella de Jacob, proclaméndolo Rey de Israel y Mesias. Subyugada la su- blevacion, Akiba murié, mértir, en 135, con la palabra «Unicon en Jos lablos. Wkiba fué el primer compilador de la Mischna, haciéndola inde- pendiente del comentario a la Torah y disponiéndola en orden sis- tematico. Pero no solo fué un tara de méxima autoridad, sino tam- bién uno de los primeros kabbalistas, como que se dice que fué el Unico que penetro en estos secretos sin que se hubiesen perturbado sus facultades. Se Ie atribuye uno de los libros fundamentales de la Kabbalah, el Sepher Yezirah dibro de la creacion), y dejé una Hag- gada de caracter filos6fico-moral, cuyas sentencias fueron muy ci- tadas. HISTORIA DE LOS JUDIOS ng Rabbi Akiba fué, indudablemente, digno de su fama, porque, opues- to de yarios modos a Johanén ben Zekkai, reunié en su persona Jos principales aspectos del Judaismo. Fué, en su tiempo, un siontsta. La tercera generacién, del 130 a 160, es la do los diseipulos da Akiba, entre los que destacan R. Meir, que continué la labor siste- matica del maestro, sobre la Misckna, y Simeén ben Jochai. R. ben Jochai, natural de Galilea, fué discipulo de Akiba durante trece anos, y Iuego formé parte de} tripunal rabinico de Sidon, Pero " después de la guerra de Bar Coziba, condenado a muerte su maestro por los romanos, se expres6 tan violentamente contra ellos, que fué a su vez condenado a muerte y tuvo que huir, Se dice que pasd trece afios oculto en una cueva, alimenténdose solamente con agua. Muer- to el Emperador Adriano, en 138, fund6 una escuela rabinica eelebre en Merén, donde murid. Su obra més segura fué la sistematizacion de la Mischna, pero se le atribuyen la Mischna Sipré, la Mekiita de R. Simeon y el Zohar, libro cabalistico cuya itima redaccion se debe al rabino espaiiol Moisés de Leon. Sobre la vida de Simeon ben Jochai se forjaron numerosas leyen- das. Se le presenta como superior en sabiduria a Salomén, se le Nama duz sagraday y se dice que ante sus seis o doce discipulos pre- dileetos se presentaba rodendo de una aureola o halo luminoso, y que en la cueva fue visitado por los angeles. En el siglo xvx se hacian peregrinaciones a su tumba. En la euarta generacién, de 180 a 200, encontrames la gran per- sonalidad de Juda el Santo — Jud4 Hanasi, llamado Rabbi 0 Ravbe- nu Ha-Kadosch (nuestvo maestro cl santo) — definitivo recopilador de Ja Mischra que ha liegado a nosotros. Vivid Judé Hakadosch, probablemente, de 136 a 217. Bra de la tribu de Benjamin y descendiente de Hillel el Viejo. Fué el funda- dor de Is escuela de Tiberiades, que eclipsé a todas las demas, y parece que puso por escrito la Mischna, sfiadiéndole comentarios propios y de otros rabinos, compilacién que adquirié autoridad abso- Juta en el mundo judio. Se dice que sostuvo intima relacton con los emperedores romanos Antonino Pio, Lucio Vero, Marco Aurelio y Commodo, que fueroa admiradores suyos. Un amigo y discipulo de R. Hakadosch, Rabi Chijah el Viejo, fué el compilador de Ia Zos- sefta. 2.— Le Mischna La Mischna es, pues, la codificacin de la halakha (© ce tos fa lakhoth), desenvuelta aparte de In Torah, apoyads, bien en la ley eserita, bien en Ia ley oral, en Ja tradicién o en una decision de las escuelas, y cuya autoridad es independiente de la Escritura. Mischna (en hebreo biblico, del verbo schana, «repetim, en neohe- breo westudiar») significa qrepeticiOn», «doctrinay, y, mas tarde, ey 5 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. HISTORIA DE LOS JUDIOS 121 El cuarto orden se Nama Nesigin (ofensa) y contiene el derecho civil y penal en diez tratados: 1. Baba gamma (primera puerta), compensaciones por dafies. — 2, Baba Mezia (puerta media) sobre las cosas encontradas y prestadas. — 3, Baba bathra (iltima puerta}, va- rias leyes sobre propiedad, comercio, herencia, etc. Estos tres tratados formaron criginalmente uno solo, — 4. Sanhedrin, sobre tribunales y procedimiento criminal, con noticias sobre el Sanhedrin de Jeru- salén. — 5. Makkotn (penas) sobre la flagelacién, el derecho de asi- lo, etc. — 6, Scheduoth (juramentos). — 7. Eduyoth (testimonios) con materia varia posterior a la destruceién del Templo y senten- cias de renombrados maestros. — 8. Abada Zara (culto idolitrico) con narraciones haggidicas. — 9. Pirké Aboil (0 Aboth), abuelos, sentencias de los maestros, que se quieren hacer remontar a Moisés, constituyendo un esquema de moral, 10. Horayoth (decisiones) sen- teneias del Gran Consejo. B] quinto orden se Mama Kodaschim (cosas santas) y trata del culto y sacrificio, Tiene once tratados: 1. Zebahim (victimas). — 2. Menahoth (ablaciones!, con las medidas del Templo para herina, vino y aceite. — 3, Hullin (cosa comin) sobre inmolacion de ani- males para uso ptofano, prescripciones de alimentacién, etc. — 4. Bekhoroth (primogénito). — 5. Arakin (estimaciones) y redencién del voto del ‘Templo. — 6, Temurah (cambio) de victimas. — 7, Kerithotn (exterminio) de pecados inyolumtarios y excomuulones. — 8. metan (violacion) de cosas santas. — 9. Tamid, holocaustos. —- 10. Middoth (medidas) del Templo y deseripcién del mismo. — 11. Qinnim (ni- dos), sacrificio de palomas de los pobres. EI sexto orden se llama Tekaroth (purificaciones) y tiele doce tra- tados: 1, Kelim (atensilios) y su purificacién, — 2, Ohaloth (tien- das). — 3. Negaim (epra). — 4, Parah (yaca) del holocausto de la vaca bermeja y empleo de sus cenizas en Ja purificacién. — 5. Teha- roth (purificaciones) © impurezas menores. — 6, Miqvoth (batios). —— 7. Niddah (menstruacién), — & Makschirim (lo que vuelve apto), contaminaziones por liquidos, etc. — 9. Zadiim, impurezd del flujo. — 40. Tebul Yom (el que se ha bafiado durante el dia) ¢ impureza que conserva, — 11. Yadayim (manos) y sit contaminacién. — 12. Ugzim, impureza de frutos, rafees y tallos. 3. — Barcitoth y Tosephta Ademas de las méximas de los sopherim y de los tannaim conte- nidas en la Mischna, habia ottas muchas menos autorizadas al prin- cipio, que recibieron el nombre de baraitoth, comprendidas en con- junto bajo e] nombre arameo de Baraitha, o Mischna «exteriors, wu- chas de Ins cuales pasaron al Talmud como opiniones objeto de dis- cusin, que se exponen con la férmula: «Nuestro maestro ensefid...» 0 «él ensefid...». Una compilacién de sentencias semejantes, hecha siguiendo la dis- 122 VICENTE RISCO posicién externa de la Mischna, pero en Ja cual faltan los tratados ‘Aboth, Tamid, Middoth y Qinnim, es la Mamada Tosephia («adjun- tan a la Mischna), atribuida a Rabi Nehemias, discipulo de Akiba, cuya tradicion, quitando la de R. Meir, hhabria sido codificade por R. Chija el Viejo, disejpulo de Judah Ha-Nasi, “En si forma actual, Ja Tosephta contiene aforismos y opiniones a: 105 Amoraim posteriores, siendo por tanto redactada en un periodo tardio de la época talimiidica acaso, como opinan algunos, con restos de antiguas obras mischnicas perdidas, probablemente palestinenses, y siendo una obra semejante a la Gemara. Mischno. Baratha y Tosephta, con algunos Midraschim que se mencionarén después, componen la literatura haléihica de la época de los Tannaim. 4,— Los Amoraim Se liaman asi Ics rabinos que vivieron desde ei siglo ur al vt de nuestra Era, tanto en Palestina como cn Babilonia, Su nombre signi- fica propiamente «orsdoresy en el sentido de explicadores, porque se dedicaban a la explicacién de la Mischna y a afiadirle glosas y comentarios. Por ello, al lado de sus predecesores, los tannaim, se consideraban como simples asistentes. Los principales fucron, primero, los de las escuelas de Galilea, 3 después, los de Babilonia. Entre los primeros, se cita a R. Johanan, que ensehd en Sé- phoris y fundo la escuela de Tiberiades, donde se reunia un enorme mimero de discipulos. Se Je atribuyé la confeccién del Talmud de Jerusalém, y aunque no lo sea, sus opiniones son las bases de dicho Talmud y las que mas espacio ocupan en él. R. José y su hijo R. Samuel fueron después los principales maes- tros en Galilea, continuadores de la glosa de R. Johanén. En Babilonia, los doctores se Uamaron amoraim hasta el siglo vt en que se les aplica el nombre de Saberaim, cexplicadores», hombres que meditaban sobre lo dicho por sus predecesores. Entre los amoraim se citan: Rab Juda, conocido simplemente por Rab, que fué alumno de Judi Hakkadosch, en Séphoris, y se dice haber evade ia Mischna a Babilonia, donde fund6 la escuela de Sura, hacia el afio 215. Sc dice que tenia 1.200 alumnos, y explicaba dos meses al afio, uno en primavera y otro en ofofio, antes de las fiestas solemnes. ‘Mar Samuel, cuyas decisiones juridicas eran acatadas como obli- gatorias con fuerza de ley. Se Je atribuye el principio de que da ley de} Estado cs la ley», que formulé para conservar las buenas re- Iaciones que los judios de Babilonia mantenfan con los reyes partos de Ia casa de los Arsécidas. Mar Samuel era también médico y as wrénomo. HISTORIA DE LOS JUDIOS 123, Rabbah Bar Nahmani (270-330), gran dialéctico, Hamado «derriba- dor de montafas». Rabbah Ben Joseph ben Hama (280-352), fundador de una escucia cn Mahuza y gran amigo del rey Sapor IT, ante quien defendié a los judios. Rab Aschi (muerto en 427), Gadn, de la escuela de Sura desde 375, y que fué uno de los que coordinaron Jos materiales del Talmud de Babilonia, Se dice que reallzd este trabalo enicramente de memoria, sin escribir nada, prodigio, en medio de todo, casi posible entre per- sonas que cultivaban Ja memoria de un medo especial. Rab Abina, més conocido por la abreviatura Rebina, discipulo del anterior y su colaborador en la codificaciin de la Gemara babilo- nica, y en la escuela de Sura. Rabina, que goss de una autoridad enorme, es considerado como el ultimo de los amoraim. Murié en 499, Vienen después Ios Saboraim, que son meros repetidores de las lecciones de sus maestros y elaboran comentarios. 5.— Las escuelos Sabemos ya como el gran Rabino Johandn ben Zakkai, durante el sitio de Jerusalén por Tito, habia trasladado Jas escuelas y el San- hedrin de la Ciudad Santa a Jabne o Jamnia, con attorizacion de los romnanos. A las sscuclas estaban ancjas las instituciones juridicas funda- meniaies. La escuela se liamaba Beth Ha-Midrasch (Casa de estudio) Mientras duro el patriarcado, el primer lugar correspondia al Pa- triarea, residente en Tiberiades. Después del Patriarca venfa el presidente: Rosch Haiechiba, el cual, para los asuntos fudicisles, tenia un adjunto, el Dayan di- pabe (juez de la puerta), siete jueces de estudio y tres agregados Namados Habderiu. Para lo judicial y administrative y también para Jo ritual, seguia en funciones e) Sanhedrin, con: dos secciones: el Gran Sanhedrin, compuesto de setenta miembros, y el Pequefo San- hedrin, de treinta, Este alto tribunal juzgaba las euestiones que ve- nian de las diferentes comunidades de la Diaspora. En todo caso, ja opinion de los profesores de las escuclas era decisive. Ellos mis- mos formaban parte de los tribunales, y en ot70 caso se les con- sultaba. ‘La reyolucién de Bar Coziba acabd con la escue.a de Jamnia, que, para apartarse del teatro de Ja guerra, fué trasiadada a Galilea. Funcion6é primero en Séphoris, hasta que R. Johanan la Neve a Ti beriades, que se convirtid en el centro del judaismo palestinense. Alli fué elaborado el Talmud de Jerusalén. En la época de les amoraim comenzeron & adquirir gran auge y autoridad las eseuelas de Babilonia, sobre todo desde fines del si- glo 1. Fueron tres principales: las de ‘Nahardea, Sura y Pumbadita, fundadas, respectivamente, por Eliha, Rab y Rabi Jud, Los Jetes de estas escuielas Mevaban el titulo de Gaonim. Desde la supresién 5 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. HISTORIA DE LOS JUDIOS 125 cuelas se recogia todo, se discutia todo, se intercalaba, a tuertas 0 a derechas, tuviese o no que ver con el asunto debatido, a veces tratdo por los pelos, relaclonandole con la materia religiosa o juridica del modo mis remoto y forzado. Se comprende que esto aconteciese principalmente en Babilonia. Sin embargo, en ambos centros habia rabinos versados en las cien- cias, como R. Semuel, de Sura, llamado Jarehi (el lunar) y R. Adda, consumades astrénomoes; ‘Thodros, entendido en medicina; R. José ben Halapahtha, cn cronologia, etc. La astronomia, especialmente en su aplicacién a le cronologia y al calendario, tenia una gran impértancia. Una reforma del calen- dario hebraico se Ievé a cabo en el afio 360. Se dice que el Patriarca Hillel convocé un asamblea en Tiberiades, en aguel ado, y a esta asamblea se atribuyé el Calendario judio mo- derno. Parece que se establecieron alli el ciclo, €l afio y cl mes, se- gin los elementos dados por Ptolomeo en el Almagesto. Se esoogio para origen del ciclo la neomeria Wegada cl martes 24 de septiem- bre del aflo 344 de nuestra Era, a las 4 horas 204 chelakim (que equi- valen a 11 minutos 20 segundos), y aquel dia se dié como fecha de la tekupha de otofio (comienzo de la estecion). Se fijd la duxacién media del afio luni-sclar en 365 dias, 5 horas, 55 minutos, y ja del mes en 29 dias 12 horas, 44° 3" y 20” Sin embargo, hoy se cree que el Calendario judio moderno es det afio 770 de la Era Cristiana, y la Bra de la Oreacién del Mundo del siglo xr. 7. — El Talmud de Jerusolén La compilacién de la Mischna con la Gemara forman lo que se Hama el Talmud, es decir, el cuerpo de doctrina y el cédigo de la Sinagoga, que explica y completa, por medio de la ley oral, la doc- trina de la Torah, ilegando casi a suplaniarla, pues para los Judios rabbanitas ortodoxos, el sentido verdadero de la Torah, por Io me- nos en sit parte ritual y juridiea, es el contenido en el Talmud. La palabra Talmud, derivada de lamed, waprendery, significa pro- piamente «ensefianzay. En efecto, el Talmud es el iruto de cinco siglos de ensefianza rabinica en las escuelas de Palestina y Babi- lonia. Es una obra de -profesores y doctores, no obra sacerdotal. Hay dos Talmudes, o sea, dos redacciones o recensiones desigua- Jes del Talmud, hechas una en Palestina y-otra en Babilonia, que evan, respectivamente, ios nombres de Talmud de Jerusalén y Tal- mud de Babilonia, 0 mas bien, en hebraico, Talaud Yeruschatmi y Talmud Babli. Son obras independientes, aunque coineiden en mu- chisimos puntos, ya que, ademas, tienen la misma base, que es la Mischna de Judi Hakkadosch, igual en ambos. La parte variable es Ja Gemara. El Talmud de Jerusalén, aunque lleva este nombre corrientemente, 126 VICENTE RISCO no fué escrito en la Ciudad Santa, sino en Jas escuelas de Tiberiades. Su titulo propio es Talmud Evets Israel (literalmentc, «Ensefianza de la tierra de Isracln). Se cree que {Ué compilado en los siglos wv y v de nuestra Bra. Maimonides lo atribuyé a R. Johandn bar Nappacha, arriba citado, que murié en el afio 279. No se admite hoy esta atribucién, porque en el Talmud de Jerusalén se citan amoraim que vivieron un siglo después de Johanan. Les ediciones corrientes no contienen comentarios mas que a los cuatro primeros sedarim de la Misehna (Zeraim, Moed, Naschim y Nesigim), casi completos. En 1907 se descubrieron otros a los cua- tro primeros meseeloth del quinto orden, 0 seder (@odaschim) y a parte del quinto. ‘Sin embargo, resulta muy incompleto, y goza de menos antori- dad que ch de Babilonin. La parte narrative, y aun oiras del Talmud de Jerusalén, estén escritas en arameo palestiniano muy corrempide. En cambio, trozos de la Baraitha (aforismos de los tannaim no contenidos en la Misch- na), otros trozos legales y las mas de las discusiones, estan en hebreo. La parte haggddica cs también muchisimo menor que en el de Babilonia, Todo Io cual 10 hace también menos interesante. 8.— El Talmud de Babilonia Este Talmud, cinco veces més voluminoso que el de Jerusalén, teniendo en su forma clasica doce grandes infolios, es el represen- tante indiscutide de Ia tradicién rabinica, Fué compilado en diferentes veces y conclufdo mucho mis tarde que ¢l palestinense. B] material bisico fué rcunido por R. Aschi, en el siglo v, pero Iuego fus aumentado por los sabios posteriores con notas marginales y afiadiduras, siendo terminado en el siglo v1, con Ja urgencia que requeria la persecucién persa, que impedia las asam- bieas qtie se tenian en Sura. EI Talmud de Babilonia contiene comentarios 4 casi todos los 62 tratados de la Mischna. Sin embargo, aquellos tratados que no tentan aplicacion después de Ja destruccién del Templo (Chekalim ¢siclosy — Middoth «nedi- das», ete), carecen de gomara, como otros del primer orden y del sexto. En cambio, los que Ja tienen es muchisimo més extensa que el de Jerusalén y contiene mucha parte haggadica, principalmente en Ios tratados Berakoth (hendiciones), Taanith (ayuno), Aboda Zara (idolatzia). Los comentarios y discusiones son de una gran sulileze y Menos de juegos de Ingenio, Hay en ellos recogidos debates entre docto- res, de extrema acritud, que levan el nombre de pilpul (granos de pimienta), numerosas narraciones fantasticas de enorme exageracion, apélogos, leyendas sobre Ja vida de Adan, Abraham, Moisés, David, aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. HISTORIA DE LOS JUDIOS 129 de la Santisima Trinidad. «Los reyes de Ja tierra gobiernan y. tie- nen un padre 0 hermano; en cambio, el Santo, bendito sea, dic «Yo no soy asi. Yo soy el primero — es decir, no tengo padre — yo soy cl ultimo — es decir, no tengo hijo alguno —~ y a mi lado no hay otro Dios — no tengo hermanos. La idea de la sexualidad de los angeles, de los que algunos ra- binos suponen que tienen acto generativo, entra también en la ten- denecia antropomortista. #1 Talmud supone una altisima iden del hombre. El hombre es el fin de la creacién, por lo cual fué creado el tltimo. Adan, alma del mundo, era algo gigantesco, un gran ser césmico que se hizo pequefio por el pecado (Sanhedrin, 38 a). Los angeles dicen del hombre; «Abrid paso @ la imagen del Santo, bendito sea» EL po- der del hombre es poco menor que el de Dios. Cada vida humana es igual a un mundo, por lo cual, entre los hombres, hay completa igualdad de derechos y deberes. «Cuando el hombre nace, Dios de- cide si ha de ser fuerte o débil, inteligente o tonto, rico o pobre, pero no si ha de ser bueno o malo» (Widdd, 16 b). En general, se admite Ia preexistencia del alma humana a la creacién del cuerpo, su inmortalidad y Ja resurreccién de los muer- tos. El cuerpo humano se regenera, segtin los Midreschim, de un pequefio hueso en forma de almendra, que se encuentra en la es- pina dorsal, y que permanece slempre incorrupto, pues no pueden desiruitlo el agua, ni el fuogo, ni el desmenuzamiento. En cambio, en general, el Talmud no admite penas eternas des- pués de la muerte, Las penas del otro mundo son tenidas como un medio de purgar los pesados y de purificacion del alma, En ta sentencia del juicio, se pesan Ias obras meritorias y los pecados; como no se sabe si habré bastantes obras buenas para presentar a Dios, se confia en la justicia surerogatoria de Abraham y de los Padres, El tiempo de la condena de los impios, después del juicia universal, segiin Akiba (Eduyoth, 2, 10) era por doce meses («de un mes haste su mes», Isaias, 66, 23, caprichosamente interpretado) ; segin Johandn ben Nuri, de Ja Pascua a la Pentecostés («de un sabado a otro», Isafas, Joc. cit.). El infierno se halla situado’ en la Gehenna (@idduschim, 4, 14; Eduyoth, 2, 10; Adoth, 1, 5; 5, 1% 20). La Torah es considerada como eterna, o por lo menos, como anterior ala creacion del mundo, La Torah es el consejero de Dios, su plan y su intrumento. Dios leyé en Ja Torah para crear el mundo. Indica la regularidad de las leyes. Como que ni los milagros las cambian, sino que son una especie de harmonia preestablecida que no interrumpe el curso normal de los hechos. La Torah es para los israelitas. Dios es padre ae todos los hom- pres, pero lo es porque todos los hombres estén Mamados a ir a orar un dia sobre e] monte Sién. Mas los gentiles sélo son hijos de Dios por su incorporacién a la familia de Israel, en la que se entra mediante Ja circuncisién. Para salverse, han de ingresar en la nacién santa. 9 — mastorma juofos aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. HISTORIA DE LOS JUDIOS 133 la. palabra Keri («deve Jerse») se anota al margen la leceién co- rrespondiente. : Los puntos diacriticos 0 masoreticos indican las vocales, acentos y signos diversos de puntuacién. Los acentos y algunos otros pun- tos existian ya, desde la. época de la Mischna; las mociones 0 vo- cales (pdtaj, segol, jirek caton, comets-jatuj, quibuts, para las bre- yes; camets, tsere, jirek gadol, jolem, schurek para las largas) fue- ron inventadas por los massoretas Fstos separaron los versiculos, por medio del soph pasuk («fin de verso») y los parasah, 0 secciones destinadas a la lectura de cada. dia em la sinagoga, reduciéndolas a 54, para los 54 séhados del afio, por determinadas letras. La obra de los massoretas, aan reconociendo que es susceptible Ge ser perfeccionada, ha sido objeto de alabanza por Jos mejores exé- getas de Ia Sagrada Escritura. A pesar de todo lo que se diga’ de ella, no cabe duda que preludid todos los procedimientos de la critica filolégica moderna, anticipandose a muchos de cllos. CAPITULO IV LA KABBALAH 1, — Le que es la Kabbalah La Kabbalah es, como hemos indicado la auténtica gnosis ju- daica. Es la doctrina esotérica, secreta, de los hebreos, formacion pa- ralela a la gnosis siria y a la egipcis, producto de la misma tpoca y del mismo ambito cultural. La Kabbalah se funda en la Torah: teéricamente es le inter pretacién esotérica de la Biblia, interpretacién a la que se atribuye tanta antigiiedad o mas que @ la Ley, y que se dice haber sido transmitida desde entonces por tradicién oral, de donde el nombre de Kabbalah, que significa «tradiciony. Constituye un sistema teosfico completo, fundade en el sim- bolismo de los nombres, de las letras y de los numeros, en Ja inter- pretacién slegérica segim el estilo de Filén de Alejandria y en la iluminacién extatica y Ia inspiracién sobrenatural. ‘La idea de lo santidad de la letra, de que los caracteres de la escritura, que es algo sagrado y tiene um origen divino, enclerran no solo un sentido secreto, revelador de todas las maravillas del ciclo y de la tierra, sino también una virtud magica, es uma de las que més han con- tribuido al desarrollo de la Kabbalah. Es también el sistema cabalistico una suerte de esquema uni- versal, como una especie de «gramatica de la clencian, un sistema de ideas fundamentales, semejante al I-King de los chinos, al Ars Magna de Raimundo Lulio y a la Punsophia de Coménius, un «or ganon»y 0 artificio légico, dialéctico y diddctico, y al mismo tiempo, mnemotécnico. El autcr judio Salomon Reinach, dijo de la Kabbalah que era «una de las peores aberracioncs del espiritu humano», Sin embargo, espiritus muy serios le han concedido gran atencién, influyd incluso en pensadores cristianos, y es indudable que, en muchos aspectos, no ha sido estudiada atn suficientemente. Por otra parte, tampoco puede negarse que ls Kabbalah ha sido el principal fundamenta del ocultismo. La Kabbalah ha suministrado una apariencia filoséfica y cient{fica a la astrologia judiciaria y a la magia. La Kabbalah ha extraviado a muchos espiritus bien do- tados. Se distinguen dos especies de Kabbalah: la verdadera y 1a adul- HISTORIA DE LOS JUDIOS 135 terina. La primera, o Kabbalah tedrica, es un sistema mistico-me- tafisico; la segunda, 0 Kabbalah prdctica, es un sistema de tau- maturgia y de magia. Las dos han nacido juntas y en realidad de- penden una de la otra; Ja Kabbalah prdctica pretende ser una aplicacién de la tedrica. Se propone ejercer dominio sobre los es- piritus celestes e inferneles, utilizando las virtudes sobrenaturales de las palabras, de Jos nombres sagrados, de las letras del alefato, de los signos y de los numeros. Gon ellos pretende obligar @ los Angeles y a los demonios y producir efectos en el orden fisico. Muchos doctores de la Kabbalah han despreciado y negado las précticas de esta Kabbalah inferior. 2.— Origen legendorio de la Kabbalah Los cabalistas han tratado de hacer remontar su ciencia a Ja més alia antigiiedad, a revelaciones recibidas por los personajes mas respetables y mas santos. Algunos dicen que fué revelada por Dios a Adan antes de la cai- da, Otros Ja suponen comunicada por Dios a los angeles, a uno u otro de los Patriarcas, especialmente a Henoch o a Abraham. Sin embargo, en el origen de la Kabbalah, juega a veces un pa- pel la historia de los angeles chijos de Dios» que tuvieron un co- mercio carnal con las «hijas de los hombres», de que habla el Gé- nesis. De esta wnién tuyo, origen la raga do los gigantes, a quienes algunos hacen poseedores de todos los secretos de la naturaleza, de le ciencia de los astros y de la megia, En el libro de Henoch se dice que aquellos Angeles fueron los que ensefiaron a los hombres Jes ciencias vedadas. De aqui se tomo la idea de haber sido aquellos espiritus los reyeladores de la Kabbalah, ‘También se atribnye el origen de ésta a Nos, el cual la habria comunicado a sus hijos. Una, tradicién refiere que el conocedor de todas las ciencias ocultas era Cham, el cual, al aproximarse el Di- Invio, con objeto de que su saber no se perdiese, y para que pudiera aprovecharlo ls posteridad, eseribié los fundamentos de la ciencia secreta en caracteres jeroglificos, en dos monolitos escogidos de ma- nera que resistiesen ‘las aguas del Diluvio, Después de la salida del ‘Arca, aquellos dos monolitos fueron encontrados por Misraim, hijo de Cham, de quien descendieron los egipcios, y aquel fué el tunda- mento del saber inmenso que se atribuia a los sacerdotes del pais del Nilo. Tal es la versién judaica del origen de la ciencia egipcia. Entre los pseudoepigrafistas y talmudistas fué version corriente que la Kabbalah fué comunicada por Dios a Moisés en el monte Sinai, y luego el Legislador la transmitio a los Setenta Ancianos, y estos la fueron conservando después por medio de la ensefianza oral, hasta Uegar a la Gran Sinagoga, y desde ésta, por el mismo procedimiento hasta nuestros dias, Otras versiones 1a atribuyen a los mds célebres doctores del Talmud: Akiba, Simeén ben Jochai, Judé el Santo, ete. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. HISTORIA DE LOS JUDIOS BT La doctrina de la creacién por las 22 letras del alefato y las in- terpretaciones del carro de Ja profecia de Ezequiel aparecen ya en Ja epoca de los Macabeos, Los métodos de interpretacion cabalistica, notarigon, gamatria y temurah se yemontan, al parecer, atm mas alla. Las ideas fundamentales de la Kabbalah: el «Anciano de los dias», el Metatron, el Logos, el Demiurgo, las jerarquias angélicas, 1a Memra-Jahveh, el Libro de la Vida y de los Sellos, la Sabiduria, la Gloria, el Esplendor de Dios, el Caos primordial (tonu-va-bonw), el Espiritu y los atributos divinos, cl Arca Santa, los angeles de las nagiones, los de los astros, el rio de fuego de donde salieron los an- geles, la vestidura blanca de Dios, eran ideas que se venian deba- tiendo hacia tiempo. En el siglo m habia penetrado el gnosticismo en Falestina y los doctores trataban ‘de desentratiar los primeros capitulos del Géne” sis, donde ‘se describe Ia cobra de la eveacién» (maasé bereschit) y la profecia de Ezequiel, donde se expone Ja «obra del carro» (snause mereabah), Namada «grande obra» (dabar gadol), 0 sea el carro o trono dé Dios con sus «ruedas» flamigeras (opkanim), sus espiritus y sus «cuatro animales»; leén, toro, hombre y Aguila. Desde entonces, el bereschit y 1a mercabah. serén las dos partes de la Kabbalah teérica; el bereschit representa el mundo terrestre, Ja naturaleza visible, y la mercabah el mundo celeste y divino. Ya nos hemos referido a la extrafia confusion de ideas con que los judios, perdida Ja verdadera lus de la ‘Torah, al rechazar cl Evangelio, trataban de interpretrar los misterios de su religion. En realidad, dan la sensacion de verdederos ciegos que, repetidas ve- ces, estén tocando la verdad sin reconocerla. Asi van cayendo en el desvario. Las especulaciones acerca de Ja materia prima, que para muchos debia ser preexistente, sobre las tinieblas y Ia luz, comprometian el monoteismo judaico y el dogma de la creacién ex nihilo. De aqui que la Sinagoga tuviese que prohibir, en Palestina, la enseianza publica de tales ideas. Pero donde squellas ideas se agilaron principalmente fué en Ba- bilonia, «pais tradicional y clasico de la magiay. Alli, al decir de autores judios, Uegé a haber cahalistas incons- cientes que sostienen que Dios cred el primer dia todo lo que pa- saba por materia prima, y que creé el mundo con diez cosas: sabi- Guria, inteligencia, conocimiento, fuerza, energia, potencia, justicia, derecho, gracia y miscricordia. El gran Rab, en el siglo TI, prueba como tal género de pensamientos estaban en el ambiente. A ellos se inclinan sabios de gran autoridad, como Rabi Meir y Rabi José, en Palestina. El inevitable prejutcio clasico hace que los historiadores moder- nos se hayan inclinado la mayor parte de las veces a encontrar la fuente de las ideas cabalisticas en la filosofia eriega, El neoplato- nismo y el neopitagorismo, el estoicismo posterior, hicieron el gasto en la explicacién del origen de Ja Kabbalah, hasta que se hizo pre-

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