- Régimen de fedatarios
Cuando se establezcan requisitos de autenticación de documentos el administrado podrá
acudir al régimen de fedatarios que se describe a continuación:
1. Cada entidad designa fedatarios institucionales adscritos a sus unidades de recepción
documental, en número proporcional a sus necesidades de atención, quienes, sin exclusión
de sus labores ordinarias, brindan gratuitamente sus servicios a los administrados.
2. El fedatario tiene como labor personalísima, comprobar y autenticar, previo cotejo entre
el original que exhibe el administrado y la copia presentada, la fidelidad del contenido de
esta última para su empleo en los procedimientos de la entidad, cuando en la actuación
administrativa sea exigida la agregación de los documentos o el administrado desee
agregados como prueba. También pueden, a pedido de los administrados, certificar firmas
previa verificación de la identidad del suscriptor, para las actuaciones administrativas
concretas en que sea necesario.
3. En caso de complejidad derivada del cúmulo o de la naturaleza de los documentos a
autenticar, la oficina de trámite documentario consulta al administrado la posibilidad de
retener los originales, para lo cual se expedirá una constancia de retención de los
documentos al administrado, por el término máximo de dos días hábiles, para certificar las
correspondientes reproducciones. Cumplido éste, devuelve al administrado los originales
mencionados.
4. La entidad puede requerir en cualquier estado del procedimiento la exhibición del
original presentado para la autenticación por el fedatario.
Concordancia:
Constitución Política: Art 148o, 200o, 201o, 202o
1 Ampliar infra, cap. VIII, “El tiempo en el procedimiento.” Ver también Hutchinson, Tomás, “Las notificaciones
administrativas en el orden nacional,” LL, 1987-E, 1062; “Las notificaciones en el procedimiento administrativo,” en
AA.VV., Procedimiento administrativo, La Plata, AADA, 1971; Mertehikian, Eduardo, “Validez y eficacia del acto
administrativo,” nota a Frávega, RAP, 210: 165; Seville Salas, Viviana. Regímenes de fedatarios, con respecto a la
Administración Pública-edición 2008, Buenos Aires.
Artículo 130.- Presentación de escritos ante organismos incompetentes
130.1 Cuando sea ingresada una solicitud que se estima competencia de otra entidad, la
entidad receptora debe remitirla, en el término de la distancia, a aquélla que considere
competente, comunicando dicha decisión al administrado. En este caso, el cómputo del
plazo para resolver se iniciará en la fecha que la entidad competente recibe la solicitud. (10)
(10) Numeral 130.1 modificado por disposición del Art. 1º del D.LEG. Nº 1029 publicado
el 24/06/2008.
CAPÍTULO IV
Plazos y Términos
Dicen en sentido coincidente Halperín y Gambier, op. cit., p. 5, “de suerte tal que si el administrado no concurre, no podrá
tenérselo por notificado del acto administrativo que se pretendía comunicar con la concurrencia del particular con motivo
de la citación.” 78 Debe distinguirse este supuesto de la más genérica facultad de los funcionarios de invitar a las partes a
reunirse, de lo cual tratamos supra, cap. II, “El administrador,” § 9, “Invitación a las partes a reuniones”, el computo de
inicio que da origen al procedimiento administrativo, además deben cumplirse los plazos exigidos por la norma.
Artículo 134.- Transcurso del plazo
134.1 Cuando el plazo es señalado por días, se entenderá por hábiles consecutivos,
excluyendo del cómputo aquellos no laborables del servicio, y los feriados no laborables de
orden nacional o regional.
134.2 Cuando el último día del plazo o la fecha determinada es inhábil o por cualquier otra
circunstancia la atención al público ese día no funcione durante el horario normal, son
entendidos prorrogados al primer día hábil siguiente.
134.3 Cuando el plazo es fijado en meses o años, es contado de fecha a fecha, concluyendo
el día igual al del mes o año que inició, completando el número de meses o años fijados
para el lapso. Si en el mes de vencimiento no hubiere día igual a aquel en que comenzó el
cómputo, es entendido que el plazo expira el primer día hábil del siguiente mes calendario.
pp. 429-30; Gordillo y Daniele (dirs.), op. cit., pp. 424-5. Ver supra cap. III, nota 176. 84 La firma digital es una
herramienta tecnológica que permite garantizar la autoría e integridad de los documentos digitales, posibilitando que estos
gocen de una característica que únicamente era propia de los documentos en papel. 85 Ley 25.506 (B.O. 14-XII-01),
decreto 2628/02 (B.O. 20-XII-02), decreto 427/98 (B.O. 21-IV-98), el decreto 724/06 modificatorio del anterior (B.O. 13-
VI-06) y un conjunto de normas complementarias que fijan o modifican competencias y establecen procedimientos. 86
Art. 3º: “Cuando la ley requiera una firma manuscrita, esa exigencia también queda satisfecha por una firma digital. Este
principio es aplicable a los casos en que la ley establece la obligación de firmar o prescribe consecuencias para su
ausencia.”. “Los medios de notificación y su eficacia,” op. loc. cit. 94 Reglamento nacional, art. 40.
Artículo 138.- Régimen de las horas hábiles
El horario de atención de las entidades para la realización de cualquier actuación se rige por
las siguientes reglas:
1. Son horas hábiles las correspondientes al horario fijado para el funcionamiento de la
entidad, sin que en ningún caso la atención a los usuarios pueda ser inferior a ocho horas
diarias consecutivas.
2. El horario de atención diario es establecido por cada entidad cumpliendo un período no
coincidente con la jornada laboral ordinaria, para favorecer el cumplimiento de las
obligaciones y actuaciones de la ciudadanía. Para el efecto, distribuye su personal en
turnos, cumpliendo jornadas no mayores de ocho horas diarias.
3. El horario de atención es continuado para brindar sus servicios a todos los asuntos de su
competencia, sin fraccionarlo para atender algunos en determinados días u horas, ni afectar
su desarrollo por razones personales.
4. El horario de atención concluye con la prestación del servicio a la última persona
compareciente dentro del horario hábil.
5. Los actos de naturaleza continua iniciados en hora hábil son concluidos sin afectar su
validez después del horario de atención, salvo que el administrado consienta en diferirlos.
6. En cada servicio rige la hora seguida por la entidad; en caso de duda o a falta de aquella,
debe verificarse en el acto, si fuere posible, la hora oficial, que prevalecerá.
Para una propuesta de digitalización integral del accionar de la administración ver Martino, Antonio M., “El gobierno
digital para la emergencia,” en Ahe, Dafne Soledad (coord.), El derecho administrativo de la emergencia, II, Buenos
Aires, FDA, 2002, pp. 49-67. 92 Farrés, Pablo, “Deficiencias graves en el domicilio fiscal electrónico del procedimiento
de notificación en la ley 11.683, modificada por la ley 26.044. La resolución general AFIP 1995/2000,” JA 2006-1-932;
Bermúdez, Carlos A., “Sobre la firma digital y el correo electrónico como forma válida de notificación y publicidad de
actos de las Administraciones Tributarias,” LL, Suplemento Actualidad, 3-III-05, p. 3. 93 Robledo.
Artículo 141.- Adelantamiento de plazos
La autoridad a cargo de la instrucción del procedimiento mediante decisión irrecurrible,
puede reducir los plazos o anticipar los términos, dirigidos a la administración, atendiendo
razones de oportunidad o conveniencia del caso.
CAPÍTULO V
Ordenación del Procedimiento
p. 140. Ver jurisprudencia en igual sentido en Gordillo (dir.), Procedimiento Administrativo..., op. cit., comentario al art.
11 del decreto-ley 19.549/72, secc. II, p. 143, nota 387; Gordillo y Daniele (dirs.), op. cit., pp. 153-6, y jurisprudencia allí
citada. 101 Si un acto de alcance general contiene a su vez un acto de alcance particular, la notificación de éste no puede
ser suplida por la publicación en el Boletín Oficial. Ver CNFed. CA., Sala IV, 4-IX-87, Kestelboin, Mario J. c/ Gobierno
Nacional, LL, 1988-A, 296. 102 Gabolde, op. cit., p. 95.
146.2 Las medidas cautelares podrán ser modificadas o levantadas durante el curso del
procedimiento, de oficio o a instancia de parte, en virtud de circunstancias sobrevenidas o
que no pudieron ser consideradas en el momento de su adopción.
146.3 Las medidas caducan de pleno derecho cuando se emite la resolución que pone fin al
procedimiento, cuando haya transcurrido el plazo fijado para su ejecución, o para la
emisión de la resolución que pone fin al procedimiento.
146.4 No se podrán dictar medidas que puedan causar perjuicio de imposible reparación a
los administrados.
González Pérez, Manual de Procedimiento..., op. cit., 1ª ed., p. 304 y 2ª ed., p. 312. Tribunal
Supremo español, sentencia del 26-X-1960; comp. Chaco, art. 52 que permite una interpretación extensiva. Supra, t. 3,
cap. X, § 11, “Especies de formas de publicidad: publicación y notificación.” 98 PTN, Dictámenes, 59: 430; 71: 137 bis;
75: 22; 211: 18; 211: 236; 213: 250; 214: 134; 217: 62; Goldschmidt, Werner, Introducción al derecho, Buenos Aires,
1967, 3ª ed., p. 533; González Pérez, Los recursos administrativos, Madrid, 1969, 2ª ed., p. 85; Chaco, art. 52 para el caso
de falta de constancia de la fecha de interposición del recurso.
4. En ningún caso podrá afectarse la tramitación de los expedientes o la atención del
servicio por la ausencia, ocasional o no, de cualquier autoridad. Las autoridades que por
razones de licencia, vacaciones u otros motivos temporales o permanentes se alejen de su
centro de trabajo, entregarán a quien lo sustituya o al superior jerárquico, los documentos y
expedientes a su cargo, con conocimiento de los administrados.
5. Cuando sea idéntica la motivación de varias resoluciones, se podrán usar medios de
producción en serie, siempre que no lesione las garantías jurídicas de los administrados; sin
embargo, se considerará cada uno como acto independiente.
6. La autoridad competente, para impulsar el procedimiento, puede encomendar a algún
subordinado inmediato la realización de diligencias específicas de impulso, o solicitar la
colaboración de otra autoridad para su realización. En los órganos colegiados, dicha acción
debe recaer en uno de sus miembros.
7. En ningún caso la autoridad podrá alegar deficiencias del administrado no advertidas a la
presentación de la solicitud, como fundamento para denegar su pretensión.
Supra, t. 3, cap. X, § 11.5, “La notificación espontánea” y 11.6, “No cabe la notificación espontánea de un reglamento.”
Comp. De Laubadère, Venezia y Gaudemet, op. cit., § 953 y 954, pp. 740-2. En contra, Gabolde, op. cit., p. 95, quien
admite el recurso contra un reglamento no publicado; Zanobini, op. cit., p. 70, admite el “pleno conocimiento” como
sustitutivo de la publicación; Real, op. cit., p. 28. Córdoba, art. 60: “Los decretos y resoluciones de alcance general, se
considerarán conocidos desde el día de su publicación, salvo que hubiesen sido comunicados con anterioridad por otro
medio.” 107 Supra, § 2, “La publicidad del acto como presupuesto del recurso.” 108 Decreto-ley 19.549/72, art. 1º.
Artículo 153.- Intangibilidad del expediente
153.1 El contenido del expediente es intangible, no pudiendo introducirse enmendaduras,
alteraciones, entrelineados ni agregados en los documentos, una vez que hayan sido
firmados por la autoridad competente. De ser necesarias, deberá dejarse constancia expresa
y detallada de las modificaciones introducidas.
153.2 Los desgloses pueden solicitarse verbalmente y son otorgados bajo constancia del
instructor y del solicitante, indicando fecha y folios, dejando una copia autenticada en el
lugar correspondiente, con la foliatura respectiva.
153.3 Las entidades podrán emplear tecnología de microformas y medios informáticos para
el archivo y tramitación de expedientes, previendo las seguridades, inalterabilidad e
integridad de su contenido, de conformidad con la normatividad de la materia.
153.4 Si un expediente se extraviara, la administración tiene la obligación, bajo
responsabilidad de reconstruir el mismo, independientemente de la solicitud del interesado,
para tal efecto se aplicarán, en lo que le fuera aplicable, las reglas contenidas en el Artículo
140 del Código Procesal Civil.
113 Ampliar en Schafrik, Fabiana Haydée, “Nociones acerca de los actos administrativos dictados en ejercicio de la
actividad discrecional de la Administración. Sus límites y control judicial desde la perspectiva constitucional,” ED, 184:
861, 866; Mordeglia, Roberto Mario y Schafrik, Fabiana
H., “Las facultades discrecionales,” ED, 184: 1388.
Artículo 157.- Medidas de seguridad documental
Las entidades aplicarán las siguientes medidas de seguridad documental:
1. Establecer un sistema único de identificación de todos los escritos y documentos
ingresados a ella, que comprenda la numeración progresiva y la fecha, así como guardará
una numeración invariable para cada expediente, que será conservada a través de todas las
actuaciones sucesivas, cualquiera fueran los órganos o autoridades del organismo que
interviene.
2. Guardar las constancias de notificación, publicación o entrega de información sobre los
actos, acuse de recibo y todos los documentos necesarios para acreditar la realización de las
diligencias, con la certificación del instructor sobre su debido cumplimiento.
3. En la carátula debe consignarse el órgano y el nombre de la autoridad, con la
responsabilidad encargada del trámite y la fecha del término final para la atención del
expediente.
4. En ningún caso se hará un doble o falso expediente.
Concordancias:
Art. 5º de la Ley Nº 29060.
9 En el criterio que criticamos se encuentran el RN, art. 39; Córdoba, 56; Corrientes, 272; Chaco,
45; La Pampa, 44; Mendoza, 149; Salta, 146. En el derecho comparado se establece correctamente que todo acto que
produce efectos jurídicos debe ser notificado: así el art. 41 inc. 1º de la ley alemana. En forma similar el art. 48 de
Uruguay establece que toda decisión definitiva debe también notificarse. 140 Ver Soto Kloss, “L’entrée en application de
l’acte administratif,” en Perspectivas del Derecho Público en la Segunda Mitad del Siglo XX, t. IV, Madrid, 1969, pp. 683
y ss., 734, 759/761; “La toma de razón y el poder normativo de la Contraloría General de la República,” en La Contraloría
General de la República, Santiago, Universidad de Chile, 1977, pp. 165 y ss., 176; supra, t. 3, cap.
II, “El acto administrativo como productor de efectos jurídicos.”