MONICIN DE ENTRADA
Bienvenidos hermanos y hermanas, Hace ahora cincuenta aos, el 7 de
marzo de 1965, comenz la reforma litrgica promovida por el Concilio
Vaticano II. Las misas se empezaron a decir en nuestra lengua, con el
celebrante de cara a la asamblea, y con nuevos ritos y ministerios que la
hacan ms viva y cercana. Seguro que muchos de los presentes lo
recordis.
Por eso hoy, en este tercer domingo de Cuaresma, mientras caminamos
hacia la Pascua, ser bueno que demos gracias a Dios por el Concilio
Vaticano II y por todo lo que signific para nuestras celebraciones
cristianas. Y que, al mismo tiempo, nos anime a vivirlas cada vez con mayor
fe, con mayor intensidad, con mayor amor a Dios y a nuestros hermanos).
Pongmonos de pie y recibamos cantando al Padre (decir nombre
del sacerdote), que hoy presidir nuestra celebracin.
PRIMERA LECTURA: Ex 20, 1-17 (La ley fue dada por Moiss)
La ley que marca la relacin de Dios con su pueblo se basa en un hecho:
Dios ha liberado al pueblo de la esclavitud. El nico Dios es ese Dios
liberador. Escuchemos este gran momento de la alianza de Dios con Israel.
Escuchemos atentamente.
SALMO (115)
SEGUNDA LECTURA: 1 Cor 1, 22-25 (Predicamos a Cristo crucificado)
San Pablo recuerda que este Dios, que ha liberado a su pueblo de la
esclavitud, muestra su poder en la debilidad humana de Jesucristo.
Pongamos atencin