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“Quiero agradecer a quienes hicieron posible este trabajo.

Primero
que todo a los integrantes de Radio Valentín Letelier, así como
también a Pilar Bruce por su confianza, a Marcelo Zúñiga por sus
consejos al comienzo de este camino, a Rui de Melo su ayuda
desde tierras portuguesas, a mis padres y a todos quienes creen en
el generoso acto de comunicar.”

Walter Contreras Olivares


Magíster en Comunicación y Periodismo
Este paper es la búsqueda de un modelo de radio universitaria que pueda
sobrevivir en la era de los consorcios. Una tarea intensa realizada por más de seis
meses durante el proceso de reestructuración de Radio Valentín Letelier, desde mi
experiencia como realizador durante ocho años en los consorcios más importantes de
este país.
Cada día, cada reunión, fueron testimonios de la génesis de una nueva
propuesta comunicacional, que con aciertos y desaciertos se abrió camino.
Aun la tarea está en vías de encontrar una fórmula, sin embargo se presenta la
posibilidad de conciliar lo culto con lo popular, buscar llevar cada contenido resistido
por los medios comerciales a aquellos auditores ansiosos de hallar una propuesta
alternativa.
Las herramientas de la convergencia medial y las nuevas tecnologías serán
claves para buscar alternativas complementarias al proceso de modernización en la
plataforma hertziana, con el fin de apropiarse de un escenario que los mantiene
vigentes.
Este trabajo no es determinante, porque sin duda cada región o cada medio
funciona de modo distinto, sin embargo busca una propuesta en el más temible de los
escenarios, la extinción de las radios independientes de los consorcios.
Para muchos se tratará de un trabajo personal al ser narrado en primera
persona, sin embargo, sólo se trata de pagar una deuda de este investigador con
medios no comerciales, por esta razón entrego casi una década de conocimientos
prácticos, ligados al rating, sólo en procura de hallar una propuesta de medio
universitario, de calidad en materia de sonoridad y auto sustentable en un momento
donde los consorcios dominan la torta comercial.

1
La mejor de mis escuelas, fue sin duda, el mundo de las radios
comerciales y los grandes consorcios, donde los ratings, las cifras, los
segmentos, las casas discográficas y las ventas definen la parrilla
programática, porque tuve el privilegio de trabajar en Radio Carolina en 1998,
Iberoamerican Radio Chile desde 1999 a 2004 y finalmente en CRC Consorcio
Radial de Chile en el 20051.

Esta experiencia me permitió comprender la estructura de las radios


comerciales. En el caso de Carolina, ser testigo de cómo un medio con
carencias técnicas, conseguía ser la número uno en rating dentro de su target.
En Iberoamerican, presenciar el funcionamiento de un coloso de las
comunicaciones radiales, no sólo por la ubicación de sus radios entre las más
escuchadas, sino que también por su estructura. En CRC, pude observar cómo
los conceptos radiales del extranjero, en este caso España, se confrontaban
con la realidad chilena e impedían el natural desarrollo de sus productos.

De esta manera comienzo el análisis, para situarme en calidad de


observador participante del proceso de reestructuración de Radio Valentín
Letelier, una prestigiosa radio universitaria de la región de Valparaíso, que vive
un adormecimiento, por factores que revisaremos durante el desarrollo de este
paper y que busca transformarse en un referente para otras radios
universitarias. Apelando a dicha condición, es que este trabajo, será narrado en
primera persona con el fin explorar la experiencia de la radio y la mía como
observador, ya que mi participación como consultor del proyecto me ha
permitido el acceso a la organización, evitando así la desconfianza de otros
actores en el proceso de cambio que vive la radioemisora universitaria.

1
Los consorcios radiales son conglomerados de capitales chilenos y extranjeros que reúnen a más de una
radio con distinto target para abarcar un mayor número de público. En Chile se destacan Iberoamerican
Radio Chile (Corazón, FM 2, FM Hit, Futuro, Pudahuel, Concierto, Imagina), Consorcio Radial de Chile
(W, 40 Principales, Radioactiva), Grupo Dial (Cariño, Bethoveen, Club, Carolina, Zero y Duna), Grupo
Bezanilla (Tiempo, Amadeus, Infinita, Romántica), Grupo García Reyes (Horizonte, Oasis), Grupo Bio
Bio, entre otros.
Es importante destacar que próximamente comenzará a operar Unión Radio que unificará a los consorcios
Iberoamerican Radio Chile y CRC, lo que significaría un el 45% de la audiencia nacional, cifra que los
liberaría de la figura de monopolio según el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, que mantiene
en proceso el estado de la solicitud.

2
En Noviembre del año 2006, su director Ronald Smith, pidió mi
colaboración para reformular el proyecto radial que dirigía desde hacía siete
años y que debería comenzar a experimentar cambios a partir de abril de este
año.

Pero antes de referirse a la nueva etapa que comenzaría a vivir la radio,


conviene detenerse en lo que ha sido su historia, en la medida que también
permite explicar la necesidad de innovar a partir del medio.

Un poco de historia

El proyecto radial universitario “Valentín Letelier” comenzó sus


transmisiones el 16 de Noviembre de 1961 en las dependencias de la Escuela
de Derecho de la Universidad de Chile, sede Valparaíso. En primera instancia
se trató de una radioemisora ligada a la música docta. Sin embargo, debido a
los cambios sociales de mediados de los ‘60 como la reforma universitaria,
Radio Valentín Letelier se sumerge en un proceso de renovación y se acerca a
sonidos como el jazz y el rock bajo la dirección de Hugo Muñoz.

A principio de los ‘70 la radio hizo eco de los procesos innovadores que
se vivían en el país y contribuyó a difundirlos. De esa época se destaca la
presencia de un grupo de jóvenes que bajo el nombre de “Los Jaivas” realizaba
jingles a cambio de la grabación de sus primeros singles. También emergieron
voces radiales como la de Sergio “Pirincho” Cárcamo y la emisora fue testigo
del proceso político intelectual que se vivía con la difusión de los discursos de
Víctor Jara, Pablo Neruda y Pablo de Rokha entre otros.

Este enriquecedor periodo se vio silenciado el 11 de Septiembre de


1973, cuando la radio Valentín Letelier pasa a manos de las Fuerzas Armadas,
en este caso de la Armada de Chile. En 1981 deja de ser parte de la
Universidad de Chile y es entregada a la recién creada Universidad de
Valparaíso.

3
Como el país, la Radio vivió en los ‘90 un proceso de transición y sólo el
año 2000 recibió un nuevo golpe de timón. La intención era recuperar parte del
camino perdido durante 27 años, cuando Radio Valentín Letelier era sinónimo
de diversidad, innovación y por supuesto vida universitaria.

Hoy la radio depende de la Dirección de Extensión de la Universidad de


Valparaíso y con un aporte de casi 35 millones de pesos anuales debe
desarrollar su vocación universitaria, bajo la premisa de universalidad del
público que la escucha. Un dato importante es que si bien Radio Valentín
Letelier está prácticamente igualada en términos de rating total con sus pares
universitarias, mantiene una diversidad de públicos socioeconómicos (ver
gráfico 1). Esta heterogeneidad constituye un importante atributo a la hora de
entregar valores universitarios sin ningún tipo de distinción. Sin embargo, las
bajas cifras de sintonía en los segmentos atractivos para los clientes
comerciales, pueden transformarse en una piedra de tope para conseguir
auspicios.

Gráfico N° 1: “Análisis comparativo segmentación socioeconómica”

2,5
Rating Total
2
ABC1
1,5
C2
1 C3
0,5 D
0
Radio UCV Radio USM RVL Concierto Zero

Fuente: IPSOS SEARCH MARKETING. Estudios Sintonía Radial en región de Valparaíso,


Segundo semestre 2006. Audiencia Día Prom. Lunes/Sábado

4
El escenario actual de Radio Valentín Letelier

La Radio Valentín Letelier tiene como primer director a Hugo Pirovic,


académico y músico de dilatada trayectoria. Sin embargo, la Dirección Artística
y Ejecutiva depende de Ronald Smith Arredondo, quien está a cargo de la
puesta al aire de la radioemisora.

Es fundamental comprender la dimensión universitaria de la


radioemisora antes de cualquier análisis, pero no existen directrices
académicas para definir a un medio universitario, sobre todo si en Chile cada
una de las radios ligadas al mundo universitario funcionan de distinta manera.
Según Ronald Smith, en una entrevista realizada para esta investigación, “es
muy delgada la línea entre una radio comercial y una universitaria, pero quizás
la diferencia real entre ambas, pasa por la difusión de un mayor número de
expresiones que no tienen cabida en las estaciones con declarada vocación
comercial”. Esta definición queda aún más clara en la página web de la Radio
Valentín Letelier, medio que en dicho proyecto editorial es definido como “una
radioemisora que mantiene el espíritu investigativo, crítico y abierto, que la ha
caracterizado desde sus inicios. El folclor, la música docta, el jazz, los sonidos
del mundo y la fusión latinoamericana se unen con el rock, la electrónica y la
vanguardia. A ello se suma la literatura, las artes visuales, el teatro, el cine,
entre otras expresiones populares y académicas, que en su conjunto ayudan a
configurar una parrilla programática con fuerte énfasis en la formación de
audiencias, mediante la difusión constante del acontecer cultural” (http://
www.radiovalentinletelier.cl).

La contribución económica de la Universidad de Valparaíso es


fundamental para seguir respetando como principio la diversidad de
contenidos. Sin embargo, sólo alcanza para cubrir gastos operacionales,
dejando de lado cualquier tipo de inversión, ya sea en infraestructura o nuevas
tecnologías. Estos dos puntos son claves, ya que en una reciente reunión de la
Asociación de Radiodifusores de Chile (ARCHI) se estipuló que el 2010 se
renovará el uso de las frecuencias y las radios que no se hayan modernizado
podrían quedar fuera, según Ronald Smith, quien participó en dicha reunión.

5
Actualmente, las carencias en infraestructura pasan por una antena con
baja señal, equipos de audio inoperables, micrófonos en mal estado, dos
estudios incapaces de aislar el audio externo, tanto en la puesta al aire, como
en la posproducción. A esta situación se suma la obsolescencia de sus
softwares de programación. Todos factores que afectan a la calidad o cobertura
de la transmisión.

Este escenario nada de alentador, no ha sido obstáculo para que la


Radio Valentín Letelier se haya convertido en un referente para el Gran
Valparaíso, tanto así que el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes a
principios del año 2006 la destacó por su aporte a la cultura local. Por su parte,
Ciudadanos por Valparaíso2 otorgó el título de "Lugar Valioso", lo que sin duda
demuestra que estamos hablando de un medio que ha conseguido ganarse un
espacio relevante en el quehacer de la ciudad.

En cuanto a su público interno, la radio está conformada por su Director


Ejecutivo Ronald Smith, especialista en música internacional y diversas
manifestaciones culturales. Entre las tareas que cumple se destacan su
espacio “Sin Pasaporte” dedicado a la “World Music”. En la edición de
contenidos se encuentra Gonzalo Muñoz, periodista, conductor del programa
matutino “Factor UV”. Estas serían las dos cabezas editoriales de la radio.

El resto del equipo de planta está compuesto por dos radiocontroladores


Hugo Fabre y Luis Candía quien además es la voz institucional de la
radioemisora y dos post-productores de audio Francisco Aliaga y Javier
Moraga. El resto son colaboradores, que realizan programas diarios y
semanales.

2
Corporación de Derecho Privado que tiene como objetivo es promover una ciudad que, por lo que
ofrece, seduce para habitarla y visitarla , pero que continúa siendo una ciudad de los porteños.
(http://www.ciudadanosporvalparaiso.cl)

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A continuación un gráfico que da cuenta del organigrama de Radio Valentín Letelier (noviembre 2006).

Director
Ejecutivo
Ronald Smith

Colaboradores Colaboradores
Programas Programas
Especializados Diarios

Editor Post-Producción Radiocontroladores


Periodístico Francisco Aliaga Hugo Fabre
Gonzalo Muñoz Javier Moraga Luis Chandía

Contextualización y Aproximación Teórica

La radio en la globalización

Antes de hablar de la industria radiofónica en particular, es conveniente


revisar algunas reflexiones que intentan entender el fenómeno de los medios
de comunicación en el contexto de la globalización. Esto porque resulta
necesario comprender de qué manera el modelo de radio universitaria se ha
diferenciado históricamente del modelo de radio comercial que hoy somos
capaces de observar en el marco de la mundialización.

De manera general, entenderemos la globalización como un proceso


donde “la producción, el consumo y la circulación, así como sus componentes
(capital, mano de obra, materias primas, gestión, información, tecnologías y
mercados), están organizados en escala global, bien de forma directa, bien
mediante una red de vínculos entre los agentes económicos (Castells, 1999:
93).

7
A esta mirada aporta también Carlos del Valle cuando señala que la
industria cultural existe “cuando los bienes y servicios culturales, se producen,
reproducen, conservan y difunden según criterios industriales, es decir, en
serie, aplicando una estrategia de tipo económico en vez de perseguir una
finalidad de desarrollo cultural.”(del Valle, 2004: 32)

En ese sentido, el modelo radial tradicional se sustentaría en una lógica


unidireccional, en la que el flujo de comunicación resulta abrumador y los
receptores no actúan como participantes en un proceso recíproco de
intercambio comunicativo (Thompson,1998:45). Esta problemática también es
observada desde la perspectiva de Mariano Cebrián Herreros quien define a la
radio tradicional como “un medio de comunicación punto a multipunto, donde
las personas escuchan sincrónicamente, oyendo lo mismo, al mismo tiempo y
en el mismo canal” (Cebrián, 2001 :217).

Este modelo, que inspiró desarrollos como el de la propaganda nazi o


los inicios de la publicidad, evolucionó al punto de lo que hoy conocemos como
radio comercial.

Las primeras radios comerciales, entendidas éstas como medios de


comunicación segmentados que a través de su programación buscan buenos
niveles de rating para conseguir utilidades por la venta de publicidad, nacen en
1922 en Estados Unidos con los primeros programas auspiciados por Gillette.

Desde esta perspectiva, es importante reconocer uno de los cambios


fundamentales que las distanció de las demás emisoras. “Lo curioso del
manejo comercial era que estos programas en un comienzo fueron propiedad
de la empresa anunciante y no de la estación. Posteriormente las mismas
estaciones empezaron a cambiar el esquema, se constituyen en los dueños de
sus propios programas para vendérselos luego a los anunciadores.” (Radio
Cadena Nacional, Colombia 2003).

El escenario de las radios comerciales se desarrolló con éxito en Chile,


pero a comienzos de los ‘90 comenzaron a instalarse con mayor fuerza

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pequeños conglomerados como Cooperativa con sus señales Rock and Pop y
Corazón, así como grupos familiares. Este es el caso de Julián García Reyes,
propietario de Radio Concierto, Futuro y Oasis, así como de la familia Bezanilla
dueña de Radio Tiempo, Romántica e Infinita.

La era de los consorcios

Eran nuevos tiempos para la radiofonía, Sin embargo, antes de que


llegaran a su esplendor capitales extranjeros dieron vida a dos grandes
consorcios Iberoamerican Radio Chile (IARC) y Consorcio Radial de Chile
(CRC), que con distinto éxito reunieron un gran número de radioemisoras bajo
una misma administración.

Esta irrupción de capitales extranjeros remeció el medio radiofónico


nacional como lo define Perla Smith “Desde el punto de vista de la participación
en el mercado de audiencias en Santiago los consorcios extranjeros han
obtenido una posición claramente dominante y los empresarios nacionales una
posición significativa que los deja en el juego de la competencia, pero en una
posición secundaria.” (Smith, 2004)

La figura del consorcio será observada en este trabajo como


conglomerados que han tomado la delantera en lo que respecta a medios
radiales, este proceso fue vaticinado hace más de treinta años por el trabajo de
Aaronovitich y Sawyer quienes señalaban: “en las economías capitalistas
avanzadas… las propiedades de los medios de comunicación se ha ido
haciendo cada vez menos dispersa y cada vez más concentrada en manos de
relativamente pocas y grandes corporaciones.” (Aaronovitich y Sawyer,
1975:157)

Las claves del exitoso funcionamiento de los consorcios en nuestro país


son: “la centralización administrativa, que permite bajar los costos; la
segmentación etaria, de género y social que beneficia la concentración
publicitaria. Otra clave de esta fórmula es emitir desde Santiago y repetir en

9
regiones. En este sentido, es notable la desaparición de las estaciones locales,
y por tanto de la comunicación local.” (Smith, 2004)

El mayor efecto sobre las radios no agrupadas en consorcios es la


concentración publicitaria, que en especial afecta a las emisoras regionales,
según el estudio presentado por el Fiscal Nacional Económico Enrique Vergara
Vial. Ya el año 2000 el presidente de ARCHI Cesar Molfino señalaba que “en el
proceso de centralización de la actividad económica y de globalización que vive
Chile, aquellos grupos que tienen su sede en Santiago y tienen un mayor
número de emisoras multiplican sus posibilidades para acceder a la publicidad,
frente a quienes están mas alejados y disponen de menos radios”. (Vergara,
Enrique, 2007)

Este escenario es el que vivía la radiofonía nacional por número de


radios por consorcio en la frecuencia FM en Septiembre del 2006, es
importante considerar que sólo un 27% de las emisoras no pertenece a ningún
consorcio y que en el caso de las emisoras universitarias sólo un 7%.

Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos desde Subtel

10
Si bien, el medio radiofónico chileno vivía una preocupante sumisión
ante los consorcios extranjeros y nacionales, es aún más preocupante la futura
creación del grupo Unión Radio, perteneciente al grupo Prisa que reúne a las
ocho emisoras de Iberoamerican Radio con 140 estaciones a lo largo del país,
con CRC (Web Cadena SER), que posee cuatro emisoras. Para comprender el
poder de este nuevo gigante de la radiofonía chilena se puede señalar que
Iberoamerican factura 21 millones de dólares al año en publicidad, pero quizás
más importante sea señalar que al fusionarse, el nuevo grupo toma el control
de más del 45 % de la audiencia a nivel nacional.

El siguiente gráfico (3) nos presenta el escenario que podría vivir la


radiofonía chilena frente a la presencia de los consorcios. En caso que el
Tribunal de Libre Competencia apruebe la unificación de los consorcios IARC y
CRC estas cifras podrían cambiar dramáticamente a favor de la concentración
de medios, considerando el crecimiento del grupo Dial, perteneciente a
COPESA.

Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos desde Subtel

11
Antes de continuar con la discusión teórica es fundamental referirse a un
análisis de las diez radios más escuchadas en la Región Metropolitana donde
un 100% pertenecen a alguno de estos consorcios.

Radios comerciales locales y universitarias

Para efectos de este paper, resulta necesario referirse además a la radio


comercial local, la que podrá ser entendida como “un medio que se centra en
un entorno inmediato de la vida, problemas y vicisitudes de una sociedad
delimitada por un espacio físico de convivencia. Por tanto sus referencias y
vinculaciones de la programación general, de la información y de la publicidad
de concentran en su entorno” (Cebrían, 2001:149). Pero esta radio comercial
local vive un duro escenario, ya que no sólo se enfrenta a las radios
comerciales de conglomerados que arremeten con sus repetidoras, sino que a
su vez deben competir con las radios comunitarias, que si bien por
restricciones legales no interfieren en su área comercial, si lo hacen en sus
niveles de audiencia.

La radio universitaria es por esencia un medio que cuenta con el aporte


económico de una institución de educación superior, por lo tanto depende de
ella, ya sea bajo el alero de una Corporación, Dirección de Comunicaciones o
Dirección de Extensión de una casa de estudios. En el caso de Valparaíso se
observan estas tres figuras en la Radio Universidad Católica de Valparaíso,
Universidad Técnica Federico Santa María y Valentín Letelier.

La dependencia de los dineros de una universidad transforma a este tipo


de emisoras en piezas claves para la difusión de valores académicos,
alejándolas de la presión económica que viven los medios que deben
autosustentarse, lo que permite la difusión de contenidos que no tienen cabida
en radios comerciales.

Al revisar la historia de este tipo de radioemisoras, se puede apreciar


como muchas de ellas han definido sus proyectos sobre la base de ideas tales

12
como: el servicio público; resguardar y fortalecer la identidad, la comunicación y
la cultura desde una visión universitaria; la posibilidad de ofrecer una
programación radial que innove para transmitir conocimiento e información y
mirar al futuro para acompañar a las universidades y complementar sus tareas,
entre otras.

En muchos casos la autonomía de contenidos existente en las radios


universitarias lleva a que según Ramírez Loria “la mayoría de las estaciones
culturales enfoquen su programación a los núcleos de cultura superior, lo que
desde mi perspectiva es un error, por cuanto estos grupos de la sociedad no
necesitan que se refuercen sus conocimientos con mensajes radiofónicos. Por
el contrario, la programación de las radios culturales debe dirigirse a aquellas
personas que no tienen oportunidad de obtener información básica necesaria
de una manera regular, como sería asistiendo a una universidad o instituto de
enseñanza superior" (Ramírez, 1983: 96).

Hacia una radio convergente

Anteriormente definimos a la radio tradicional como un medio de punto a


multipunto, es decir, una relación que se funda en el traspaso de información
de un lugar a otros. Este concepto acompañó a las radios en su conjunto hasta
comienzos del año 2000, cuando las radios comerciales de la capital
comenzaron a dar un vuelco hacia la multimedia, opción que no ha sido
apropiada por los medios regionales, que aún se aferran a la primera definición.

En este sentido, es fundamental comprender que además de la


profesionalización de los medios regionales, el inminente vuelco de los medios
radiales hacia una convergencia es clave para abarcar los públicos en igualdad
de condiciones. Porque estamos viviendo un proceso de convergencia medial,
definido por Cebrián como “una tendencia integradora de medios de
aproximación y objetivos de las empresas por estar presentes en todos los
mercados de la comunicación. La radio trata de dar servicios escritos y

13
visuales, además de los sonoros y se une a otros medios para estar presente
en las acciones y usos del consumidor multimedia”. (Cebrián, 2001:14)

En este análisis comprendemos a los auditores multimedia como


“usuarios que tienen acceso vía Internet a estas nuevas herramientas
comunicacionales, las que pueden ser plataformas de audio, video y texto, por
lo que nace el ciudadano multimedia que supera la actitud del lector, oyente o
telespectador” (Cebrián, 2001:91)

Este escenario nos facilita la comprensión del contexto en el que hoy se


desenvuelve la Radio Valentín Letelier para desde ahí asumir la tarea de su
reestructuración.

Globalización y convergencia en Radio Valentín Letelier

Radio Valentín Letelier ha focalizado su labor de universalidad reuniendo


sonidos de distintos lugares del mundo, por lo que han desarrollado una
plataforma comunicacional donde se puede acceder a artistas de distintas
regiones del orbe y que no tienen posibilidades de ser escuchados en las
radios comerciales. Hablamos entonces, de un medio que comprende las
posibilidades de la globalización, pero que carecía de las herramientas del
presente.

La ausencia de instrumentos ligados a las nuevas tecnologías, sin duda


era sorprendente, pues salvo contadas excepciones no había conocimiento
alguno de la existencia y menos del uso de las nuevas plataformas
comunicacionales, por lo que el medio se encontraba limitado a la difusión
hertziana.

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Comportamiento de auditores a nivel nacional y en la Región
de Valparaíso

Para desarrollar esta investigación es necesario revisar aspectos relativos


a las audiencias a las que este medio pretende llegar. El año 2006 ARCHI
presentó un estudio que determinó que los consumidores de comunicación
prefieren la radio por sobre otros medios de comunicación, ya que un 83,5%
asegura escuchar radio todos los días. El promedio de horas de escucha a la
semana es de cinco y los mayores consumidores de radio (heavy users, cinco
horas o más) alcanzan un 37%.

Estas cifras nos permiten observar el momento que vive la radiofonía


chilena. Pese a ser un medio de segunda mano para los auspiciadores, es un
referente para los consumidores. En pocas palabras podemos asegurar que es
un medio que mantiene excelentes niveles de audiencia y de credibilidad,
según el estudio realizado por ARCHI “Radio y emociones” el año 2006.

En el caso de la Región de Valparaíso, la industria radial está viviendo


un interesante proceso de confrontación con las emisoras que llegan por medio
de repetidoras desde la capital. Debemos comprender que cada vez son
menos las emisoras que transmiten desde la región, dando espacio para que la
torta de audiencia sea absorbida por los grandes consorcios. Este fenómeno
nos lleva a observar detenidamente cómo enfrentan las emisoras locales la
situación, en especial las que ya tienen su nicho de público definido y que por
lo tanto podrían verlo erosionado.

El énfasis en el enfrentamiento que viven las emisoras locales con las


señales que llegan desde Santiago, se debe a que en un contexto de baja
participación publicitaria en los medios radiales, los grandes consorcios
absorben a los clientes de gran participación en el mercado y reducen aún más
la posibilidad de que otros participen de una torta publicitaria en franca caída.
“En general, los avisadores contratan con radios con cobertura en la Región

15
Metropolitana, de manera que un 83% de los avisos publicitarios se emiten
desde Santiago y con alcance nacional” (Vergara, 2007).

Este análisis estructural queda más en evidencia con una revisión de la


coyuntura. La irrupción de radio Corazón, una radio del conglomerado IARC,
que con fuerte presencia mediática intenta hacerse un espacio entre las
populares y exitosas Festival y Carnaval (ver gráfico 4), hace que la disputa por
llegar al target definido se vuelva más competitiva y por lo tanto más centrada
en resultados que en procesos.

Gráfico N°4: “Encuesta radial Región de Valparaíso (Diciembre 2006)”

12 10,2
10
8 5,8
5,6 5,3 5,1
6 5,1
4,5 3,9
4 3,6 3,4
Rating
2
0
(Grupo Dial)
Festival

FM Hit (IARC)

Pudahuel

Rock & Pop

FM 2 (IARC)
Oasis (García

Romantica
(Bezanilla)
Carnaval

(Coopoerativa)
(IARC)

Carolina

Cooperativa
(IARC)
Reyes)

Fuente: IPSOS SEARCH MARKETING. Estudios Sintonía Radial en región de Valparaíso,


Segundo semestre 2006. Audiencia Día Prom. Lunes/Sábado

Revisado este aspecto de la industria radial de la región de Valparaíso,


nos enfrentamos a otra situación aún más desalentadora. Según el gráfico 4, la
presencia de los medios locales es sólo de un 20% en el ranking de las 10 más
escuchadas, por lo que claramente las repetidoras desde Santiago se han
consagrado en la región, curiosamente sin contenidos locales.

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Problematización

1) Problema

El proceso de modernización de los medios en general y del medio radial


en particular, propone nuevas formas de relación entre éstos y sus audiencias.
La radio universitaria puede hacer de éste un escenario propicio para revisar el
modelo que la ha inspirado en los últimos 20 años y para proponer uno que le
permita reapropiar y resignificar el fenómeno de la globalización, en un
contexto en que cada vez se hace màs evidente la tendencia hacia una
convergencia medial.

2) Pregunta

En un contexto global, caracterizado por la mundialización y el


desarrollo de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, ¿es
posible pensar en una radio universitaria que constituya un modelo alternativo
al hegemónico propuesto por la radio comercial y que al mismo tiempo sea
capaz de experimentar con las nuevas herramientas que ofrece la
convergencia medial?

3) Objetivo General

Observar y describir el proceso de reestructuración de Radio Valentín


Letelier para discutir sobre un modelo de radio universitaria que se distinga de
las radios comerciales, pero que al mismo tiempo se nutra de los cambios que
propone la globalización y la convergencia medial.

4) Objetivos específicos

Describir el funcionamiento de Radio Valentín Letelier.

Describir el escenario de la radiofonía de los grandes consorcios

Describir el escenario de las radios locales y universitarias

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Describir y caracterizar el proceso de reestructuración de Radio Valentín
Letelier

Analizar el proceso de convergencia de medios del proyecto Valentín Letelier

Seguir y sistematizar la marcha del proceso de reestructuración de la Radio


Valentín Letelier

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Metodología

La metodología desde la que se enfocará este trabajo académico será


de carácter cualitativa y se operacionalizará a partir de la observación
participante. El escenario escogido es Radio Valentín Letelier, que está en
pleno proceso de reestructuración, para enfrentar los nuevos escenarios
globalizadores.

La razón por la que escogí como técnica la observación participante es


que en mi calidad de consultor de la radioemisora - debido a mi experiencia
laboral en los consorcios Iberoamerican y CRC- puedo tener acceso a
información valiosa como observador de primera fuente. En ese sentido,
rescato el postulado de Bateson cuando señala que la observación es ya una
intervención en la medida que el observador es parte del fenómeno observado
y que por lo tanto cualquier epistemología que oriente un trabajo investigativo
se construye desde el sujeto-observador y no desde el objeto-observado:
“L’epistemologie, c’ est moi…” (Bateson G., en Rodríguez D. 1998: 22)

El encargado de permitirme el acceso a la radio fue el responsable de


está Ronald Smith, a quien denominaremos portero (Becker, en Taylor y
Bogdam, 1984: 37), él al pedir mi colaboración como consultor externo no me
vio como una figura amenazante para su organización, lo que me permitió
acceder al campo de investigación con plena libertad. Cabe destacar, que se
dejó en claro en reuniones previas a la observación con el portero que “la
investigación no desbarataría el escenario” (Taylor y Bogdam, 1984 : 44)

En lo que respecta a la observación de campo propiamente tal, la


primera misión fue establecer el rapport con los informantes, quienes antes de
conocerme personalmente desconfiaban en alguna medida del “santiaguino
que trabajó en consorcios y que viene a meter la mano”. Este primer obstáculo
lo esperé vencer realizando un esfuerzo orientado a “compartir el mundo
simbólico de los informantes, su lenguaje y sus perspectivas” (Taylor y Bogdan
1984 :55).

19
Para evitar dificultades en la relación que tendría como investigador del
proceso de reestructuración era fundamental buscar un método con el cual se
pudiesen disminuir las tensiones naturales con mi calidad de observador
externo, sobre todo en proceso de cambio. Los cuestionamientos no se
hicieron esperar y muchos se preguntaban “¿qué hace este tipo acá?”, “¿lo
habrán mandado de un consorcio?”, dudas que aparecían en los pasillos. Por
esta razón fue fundamental iniciar el proceso de rapport para ser una pieza
más del equipo y alejar cualquier imagen de investigador.

El rapport fue llevado a cabo en una lógica de reuniones donde


simplemente se hablaba de radio mientras paralelamente realizaba el programa
“La Carpa del Diablo”, que me permitió sumarme a los integrantes de la
emisora. Posteriormente desde esa experiencia comenzaron las
conversaciones para realizar un cambio modernizador en la radio, oportunidad
en que pude hacer algunas recomendaciones y se me permitió tomar nota de
cada uno de los pasos, desde los primeros bocetos de la nueva programación
hasta entrevistas informales con cada uno de los miembros de la organización.

El uso del rapport fue fundamental para desarrollar una estrecha relación
con el director Ronald Smith, ya que en cada reunión dedicábamos largas
horas para analizar las debilidades y fortalezas del medio que había ayudado a
construir por siete años.

Para comenzar el trabajo como observador participante, en primer lugar


decidí observar las rutinas de trabajo diarios. Más allá de los lineamientos
teóricos de una reestructuración, era clave comprender el impacto que un
proceso como éste tendría en el público interno.

Si bien existía la posibilidad de pasar largas jornadas en el interior de la


Radio, en cada una de sus áreas, me veía imposibilitado de estar en todas las
instancias, por ese motivo fue necesario apoyar la observación la figura de los
informantes claves.

La selección de los informantes claves, no tardó demasiado, en primer


lugar fue Gonzalo Muñoz, el editor periodístico y brazo derecho de Ronald

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Smith. Muñoz me acercó a las decisiones tomadas en años anteriores y me
informó acerca de los logros y fracasos vinculados a este esfuerzo por el
cambio. La importancia de este informante clave pasa sin duda por su
capacidad de presentar el escenario desde la producción de contenidos, que si
bien se realizaba de modo amateur en materia sonora, tenía ya un público fiel.
La segunda figura de informante clave fue el radiocontrolador Hugo Fabre
quien me interiorizó de la estructura interna de la puesta al aire.

La necesidad de mantener una distancia necesaria como investigador,


fue facilitada por la misma organización, puesto a que el director Ronald Smith
me concedió labores ejecutivas como consultor. Sin embargo, algunos
miembros de la radio me hicieron saber que al no estar contratado, no podía
dar órdenes, lo que sin duda liberó toda tensión, en especial con quienes
temían que mi presencia tuviese un rol calificador.

Finalmente, como sostiene Taylor, la etapa más compleja de la


observación participante tiene que ver precisamente con el instrumento o
matriz que se creó para llevar el registro de la información relevante. Este
trabajo se basó en los registros de las reuniones que se realizaron para la
reestructuración desde el 21 de Noviembre del 2006 al 1º de Abril del 2007, así
como en el análisis de los cambios propuestos y ejecutados.

El Registro

La necesidad de comprender el funcionamiento de Radio Valentín


Letelier desde las dos aristas fundamentales de la modernización se
sustentaron en constantes reuniones con dos áreas del público interno de la
radioemisora, por una parte todo lo que se refería a contenidos se discutió con
el Director y el Editor de contenidos y el funcionamiento interno con
radiocontroladores y post-productores.

a) reuniones con el director y el editor de contenidos.

Las discusiones sobre el contenido se realizaron en reuniones, donde el


director planteó las necesidad de extender el mensaje universitario de Radio

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Valentín Letelier a nuevos públicos, ya que consideraba que la radioemisora se
había convertido en un medio elitista y encerrado en si mismo. Por su parte el
editor de contenidos, manifestó su preocupación por la posible ineficacia de la
entrega del contenido musical y cultural, porque la radio no lograba una buena
sonoridad y quedaba relegada del dial.

b) reuniones con radiocontroladores y post-productores

La problemática que vivían los radiocontroladores y post-productores


radicaba en la carencia de las herramientas técnicas básicas para desarrollar
sus labores. Implementos esenciales, tales como micrófonos, reproductores de
discos compactos, audífonos, así como computadores para edición y montaje,
no cumplían con los estándares óptimos de calidad, o simplemente no existían.
El hecho más dramático era la falta de espacios adecuados para cada una de
las etapas que implica la producción radiofónica.

A partir de estas observaciones se tomaron decisiones para


reestructurar el modelo de la radio, en busca de su modernización en materia
de contenidos y herramientas de trabajo.

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Resultado de la observación del proceso de cambio

1.- Modernización de la radio

El equipo de Radio Valentín Letelier deseaba dar un salto desde su


prestigioso espacio de difusión cultural y experimentación musical a un
escenario de modernización que le permitiera sonar como las radioemisoras
comerciales, sin perder los elementos que la habían transformado en un
referente comunicacional como radio universitaria.

Al comienzo existía gran preocupación por el modelo que presentaban


las radios comerciales, que dominaban el dial por número de emisoras y
audiencia, en especial por el éxito evidente de las radios pertenecientes a los
consorcios “Desde el punto de vista de los estilos, los consorcios han
reafirmado la tendencia mundial de consolidación de la industria de la
entretención y ha configurado audiencias segmentadas. Esto en desmedro, se
dice, de la fórmula noticiosa o de formación de opiniones públicas
informadas.”(Smith, 2004) El director de Radio Valentín Letelier buscaba llevar
un espacio de reflexión en materia de contenido y música “para hacer frente a
la irrupción de medios comerciales carentes de reflexión” (R. Smith, 2007).

Las primeras reuniones de trabajo tuvieron por objeto analizar las


diferencias entre un medio regional universitario con el funcionamiento interno
de una emisora perteneciente a un consorcio, claramente buscaban mis
conocimientos sobre el medio comercial, para buscar un modelo, que tuviera la
fuerza innovadora y cultural con base en la universalidad de contenidos, con
las estructuras sonoras de los medios que con tanta fuerza habían tomado el
control de las audiencias.

Después de varios días de compartir experiencias y visiones de cómo


hacer radio, se resolvieron algunos cambios fundamentales para dar vida al
nuevo proyecto Valentín Letelier. Era el momento de que la radio perdiera esa
imagen de amateur o comunitaria que la rodeaba en la escena comunicacional
de la Región de Valparaíso.

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En primer lugar se decidió cambiar la programación o mejor dicho
reestructurarla para hacerla más amigable, ya que por años se había tratado de
un medio muy hermético, para gustos demasiados refinados, por lo tanto era el
momento de ampliar los contenidos y acercar al público, ya que se vivía un
proceso similar al que advertía Hernán Ramírez sobre la distancia generada
por los medios culturales.

2.- Nueva programación

La primera decisión fue mantener el esqueleto de la programación, es


decir, el matinal Factor UV, el programa de música del mundo “Sin Pasaporte”,
los programas de música latinoamericana “Sonido nativo” (contemporánea) y
“Dimensión Latinoamericana” (Tradicional). Por su parte mantener el bloque de
la tarde con su programación ligada al Jazz y al rock clásico, “Jazz 97.3” y “En
la ruta” respectivamente.

De este modo se tenían claras las piezas que se debían reestructurar a


excepción de la música clásica, que había caído en una letanía y con sus dos
horas diarias entorpecía la búsqueda de una línea programática, ya que
además quedaba muy por debajo de la posicionada radio de la Universidad
Santa María, ya sea por contenido como por producción. Así se decidió sacar
la música docta de la programación semanal, sin que ésta perdiera espacios en
la programación del fin de semana.

Antes de estructurar la nueva programación se tomaron en cuenta los


siguientes elementos como claves para conformar los nuevos espacios. En
primer lugar, reducir la duración de las locuciones de los ocho a nueve minutos
tradicionales a cuatro minutos. Por otra parte disminuir la brecha musical,
acercando los contenidos de este tipo para así vincular a nuevas audiencias
que no gustan de lo popular o de propuestas muy agresivas.

Por otra parte se buscó sumar a los jóvenes, que según las encuestas
radiales no eran asiduos oyentes de la radio, por lo que se pensó en un
espacio con nuevos sonidos (de 15 a 18 horas) para llegar a las audiencias
universitarias, que no tuvieran en sus planes caer en la tentación del

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Reaggeton. Dentro de esta misma necesidad de acercar públicos, se invitó a
una nueva locutora a hacerse cargo del programa “Discografía Básica” por la
necesidad de refrescar una radio que hasta ahora sólo contaba con voces
masculinas.

Un punto clave, fue la decisión conjunta de aumentar la programación en


vivo de las 8 a las 21 horas, con el fin de mejorar la puesta al aire y no
depender de los programas computacionales, que cometían errores
constantemente.

Por lo tanto se estructuraron los horarios de la siguiente manera:

8:00 a 11:00 Factor UV: Misceláneo periodístico

11:00 a 12:00 Sonido Nativo: Música Latinoamericana contemporánea

12:00 a 13:00 Sin pasaporte: Música del Mundo

13:00 a 14:00 Dimensión Latinoamericana: Música latinoamericana tradicional

14:00 a 15:00 Discografía Básica: Presentación de un disco clave en la


programación

15:00 a 18:00 Sonidos 2007: Continuidad con la difusión de contenidos de la


radio e información cultural

18:00 a 20:00 En La Ruta: Programa de rock clásico

20:00 a 21:00 Jazz 97.3: los grandes del Jazz

21:00 a 22:00 La hora de especialistas: programas temáticos según tendencias


de la música

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22:00 a 23:00 Salón de la Fama: retrospectiva musical cada semana de un
artista

Después de preparar la nueva programación durante enero del 2007, se


decidió que la fecha de lanzamiento sería abril del mismo año. Por esta razón
se generaron dos microcampañas en febrero la “Temporada del Ocio” y en
marzo “Estamos Trabajando Para Usted”, donde se dio énfasis a la amabilidad
musical sin programas al aire, en la microcampaña de marzo se anunciaron los
nuevos programas.

El desarrollo de la nueva programación corrió los primeros meses sin


mayores percances que los típicos de toda empresa, pero hubo algunos
problemas con los horarios, que pronto revisaremos.

A diferencia de lo que se pensó no hubo reclamos por el acercamiento


musical, que podía molestar a los públicos más ortodoxos y sorprendentemente
no existieron quejas sobre la audiencia de la música clásica.

La puesta al aire mejoró ya que cada programa contó con un


radiocontrolador atento a la programación, así como también consiguieron la
reducción de las locuciones, lo que permitió una mayor fluidez de los
programas, así como la posibilidad de estar más presente para los auditores.
Por otra parte la inclusión de la voz femenina, heterogenizó la puesta al aire.

El transcurso de los meses con la nueva programación llevó a que los


artistas seleccionados para “Discografía Básica” y “El Salón de la Fama”,
fueran más asequibles para el público, sin que se dejara de lado de forma
alguna de la editorial musical de la radio.

En materia de elementos sonoros de las tandas comerciales, ya sea


promociones de programas, eventos o actividades de la Universidad mejoraron
en su calidad y al estar la radio funcionando en vivo durante todo el día, existió
la preocupación de que los decorados sonoros aparecieran con plena certeza,
sin la incertidumbre generada durante la época de la puesta al aire
computarizada.

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El primer slogan de la reestructuración fue “Radio Valentín Letelier…
más que una radio… parte de la historia”, la intención era dar a conocer el valor
histórico de la radio, que fue reforzado con los microespacios “Archivos” donde
se presentaba material histórico generado por la radio, como presentaciones de
Víctor Jara, “Quilapayún”, “Los Jaivas” en los estudios de la radio durante los
años 60 y 70, así como discursos de Pablo Neruda, Fidel Castro, Salvador
Allende, todo esto material guardado en las bodegas de la emisora y que
volvieron a salir al aire.

A nivel macro, sin duda los cambios en la programación generaron las


consecuencias deseadas por parte del equipo de la radio, sin embargo, es
importante hacer una análisis detallado del proceso.

a) Editorial Musical

Radio Valentín Letelier es un verdadero referente para los conocedores


de música y esta situación estaba tan clara en la emisora, que incluso se
jactaban de no repetir canciones en su programación. Esto quiere decir, que si
algún auditor gustaba de alguna melodía, lo más probable es que no la volviera
a escuchar al menos en un par de meses, por lo que la fidelización musical era
más compleja, que una radio comercial donde se rota su parrilla musical.

El proceso de acercar la música al público, para hacer Universidad y


educar los oídos de los auditores, era uno de los puntales del nuevo proyecto,
por esta razón se decidió generar parrillas musicales para la programación y
los programas no especializados. La intención era crear éxitos pero desde el
sonido investigativo de Radio Valentín Letelier.

El modelo a utilizar era el de las radios comerciales, donde rotan un


centenar de canciones cada día, pero éste sería modificado para esta emisora
por un número mayor a 400 y con la posibilidad de generar éxitos al estilo de

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Radio Valentín Letelier, esto quiere decir alejados del ámbito comercial y por
sobre todo de la presión de las transnacionales discográficas.

En un primer momento se marcaron canciones con el nombre del grupo


y la canción, de este modo comenzaron a rotar canciones recomendadas por
Radio Valentín Letelier. La idea era cambiar la parrilla mensualmente, sin
embargo, la falta de constancia determinó que de seis voces que harían esta
labor, quedara finalmente supeditada a dos locutores.

b) Los contenidos

Como una manera de desmarcarse de las radios comerciales y los


medios de información tradicionales, el equipo de Radio Valentín Letelier
decidió continuar con su línea editorial que no da cuenta de nada vinculado a la
farándula ni al deporte. Sin embargo se realizó un cambio, pues se tomó la
determinación de sumar a los contenidos culturales y universitarios, el concepto
de glocalidad.

La Glocalidad aborda la capacidad del ciudadano de la era de la


información de captar lo que ocurre en el mundo globalizado, manteniendo una
mirada atenta a su entorno más cercano. No podemos hablar de lo global, sin
tambien hablar de lo local. Este fenómeno queda muy bien aclarado en el
trabajo de Siglic Gutiérrez y Hazle Mogollón, quienes determinan desde la
mirada de García Canclini, primer teórico de la dualidad local/global, “La
diversidad constituye una parte esencial del proceso de globalización del
sistema social… debemos reconocer que plantear la problemática de la
sociedad global implica necesariamente hablar también de lo local” (Gutiérrez y
Mogollón, 2006). Así fue como se decidió en el programa Factor UV dejar a un
lado los titulares de los periódicos del duopolio y abrir paso a informaciones de
la región, con una atenta mirada al paso de la ciencia y las nuevas tecnologías.

Por su parte las informaciones culturales serían difundidas en los


programas y por medio de microespacios, así la cultura circularía por la
programación. En lo que respecta a la información de la Universidad está sería
dada a conocer en el programa Factor UV.

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Esta línea editorial se desarrolló con éxito en el programa Factor UV,
donde el concepto de glocalidad es fundamental en su estructuración y queda
más clara esta mirada informativa, puesto que el Transantiago mientras llenaba
titulares y estremecía las editoriales de todo tipo de medios, en este programa
paso prácticamente inadvertido, no así el caso de la casi desaparición de los
troles o los problemas del Transvalparaíso.

En materia académica el programa Factor UV ha mantenido contactos


con docentes y ha realizado especiales como el realizado con la carrera de
Meteorología sobre el cambio climático global.

El problema se presentó durante el paro que sufrió la Universidad de


Valparaíso en el que ni los estudiantes, ni lo profesores tuvieron espacios de
discusión, debido a que la Radio depende de la Dirección de Extensión, por lo
tanto no se pudo informar para no afectar a Rectoría. Sin embargo, si
estuvieron abiertos los micrófonos para la difusión de verdaderos mandos,
durante la crisis del rector Riquelme.

Otra falencia ha sido la incapacidad de algunos locutores de asumir


informaciones que difunde la radio y simplemente las pasan por alto,
rompiendo la circularidad que permite la puesta al aire en vivo.

Cabe destacar que a pesar de describir aspectos muy puntuales,


particularmente en el caso de los contenidos, la propuesta que surgió tras el
proceso reflexivo obedeció siempre, como principio, a la necesidad de
estrechar el vinculo entre el medio y una nueva audiencia, la que en todo caso
se conformaría en la medida que el proyecto fuera exitoso.

“los nuevos avances tecnológicos exigen buenos equipos humanos”

(Rui de Melo)

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3.- Capital humano

El equipo de Radio Valentín Letelier tenía muy claro que el cambio hacia
la modernización dependía de la actitud del público interno, desde el director
hasta los radiocontroladores, que por años vivían en una burbuja
comunicacional, donde su única preocupación era mantener la innovación y la
parrilla programática sin la necesidad en lo absoluto de modernizar sus
estructuras internas.

Es importante señalar que los integrantes de la radioemisora contratados


dependen de la Dirección de Extensión de la Universidad de Valparaíso, por lo
que se trata de empleados públicos, con una realidad muy distinta a la presión
que vive un empleado de la empresa privada, ya que es muy difícil que sean
despedidos por realizar mal una labor y quizás el temor más cercano que
podrían tener sería perder una asignación o ser reubicados.

Este escenario será fundamental para comenzar a revisar la


reestructuración del organigrama.

a) Los radiocontroladores

Uno de los grandes problemas de Radio Valentín Letelier era su puesta


al aire, por lo que la primera medida fue extender las transmisiones en vivo,
con el fin evitar caídas del computador o errores de software. Así fue como se
determinó alterar los horarios de los radiocontroladores, que antes de la
reestructuración trabajaban de nueve a seis de la tarde, lo que se transformaba
en un sin sentido, puesto que ambos cumplían la misma función y siempre uno
de ellos quedaba libre.

La nueva estructura por lo tanto alteró los horarios en dos turnos: uno
comenzó su turno a las ocho de la mañana hasta las dos de la tarde con seis
horas a cargo de la transmisión, mientras que el segundo turno entraba a la

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una de la tarde y estaba preocupado del aire también seis horas desde las 15
horas hasta las veintiuna de la noche.

Por otra parte recibieron capacitación mejorar su performance frente a la


mesa, ante las claras deficiencias en el manejo del software de programación,
se les limitó a un par de horas y el resto del tiempo preocupados de la mesa de
sonido.

El equipo tenía muy claro que por los radiocontroladores pasaría la


importante labor de frenar cualquier error antes de que saliera al aire. Sin
embargo, los años que estuvieron sin mayores exigencias técnicas que poner
la radio al aire, disminuyeron sus habilidades y después de duras batallas
redujeron sus errores, pero nunca los eliminaron.

El hecho quizás más lamentable fue la presión que ejercieron para


volver al antiguo horario, lo que determinó que en un futuro cercano sea
imposible mantener la programación en vivo. De este modo mientras se escribe
este paper, la radio no seguirá con el plan de mantener la emisora en vivo
durante todo el día.

b) Post productores

Los dos post productores vivían una situación similar a la de los


radiocontroladores, ya que se regían por el mismo horario, pero, en su caso
podían trabajar con distintos equipos en paralelo, aunque ocurría un
entorpecimiento mayor pues, no existía un orden en sus labores y se repartian
tareas por inercia.

Se realizó una separación por islas de trabajo, es decir, cada uno quedó
con un estudio o mejor dicho con un estudio de grabación y una oficina
convertida en una editora de audio, lo que permitió que ambos post-
productores pudiesen trabajar en paralelo, sin pensar en modificar sus horarios.

Por otra parte se les designaron distintas tareas, uno de ellos quedó a
cargo del arte sonoro de Radio Valentín Letelier, por lo que cada remozada al
audio pasaba sólo por sus manos, lo que impedía que dos manos distintas

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dieran vida al aire de la radio en materia de autopromociones, comerciales
entre otros, por otro lado el segundo post-productor se hizo cargo de la
grabación de locuciones y la edición de los programas semanales.

Las locuciones antes de la reestructuración quedaban prácticamente al


antojo de los locutores, quienes por lo general como colaboradores no
pagados, no sentían una mayor responsabilidad con los horarios de grabación,
esto motivó a que se implementara un rígido plan de grabaciones de
programas, donde se les dio a elegir el horario que más les acomodaba para
grabar, pero se les exigió que éste se cumpliera a cabalidad.

El proceso de cambio en post productores liberó los atochamientos en


los estudios de grabación y hoy existe un sistema de grabación que bordea lo
óptimo, tomando en consideración que los equipos y softwares con los que se
realizan las labores están obsoletos.

Otro factor interesante, fue escuchar una línea sonora, con la dedicación
absoluta de un sólo post productor, la que comenzó con las campañas
“Temporada de Ocio” en febrero y “Estamos Trabajando para Usted”, en
marzo, así fue como se generó un tipo de sonoridad que hoy acompaña la
continuidad de la radio en la mayoría de su programación.

c) Los Locutores

La reestructuración pasaba en primera línea por los locutores de


programa diario, sobre todo si se considera que dos piezas claves de la radio
como lo era el director y el editor periodístico realizaban la mayor cantidad de
horas de locución. Claro que esta responsabilidad diaria, generó una gran
capacidad comunicacional que sólo tenía como piedra de tope, un auto
asumido sobre la extensión de las locuciones.

La primera tarea fue disminuir el tiempo de las locuciones, sin embargo,


ellos tenían muy claro que esa labor sería llevada a cabo sin mayores
complicaciones, pero que había que resolver otros temas como los problemas

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de locución del resto del equipo, por lo que realizaron una serie de reuniones,
para mejorar vocalización y pronunciación entre otros aspectos.

Como observador debo reconocer que cuando uno se enfrenta con


locutores de radio universitaria, la labor no es difícil, pues por lo general tienen
buen manejo del vocabulario, por lo que sólo queda la realización de algunos
aportes de técnicas de locución.

Uno de los nuevos pasos que decidió realizar el equipo de Radio


Valentín Letelier fue sumar una voz femenina, porque pese a tener un par de
colaboradoras, la presencia de una mujer en sus filas, refrescaría el aire de una
casi totalidad de voces masculinas, así como se ampliarían las fronteras de la
universalidad. Después de unas semanas de pruebas la elegida se hizo cargo
del programa Discografía Básica.

Una dura tarea para la reestructuración de la radio eran las voces de


programas semanales, en su totalidad colaboradores, por lo que se venía el
problema del compromiso y la real intención de mejorar las locuciones.

La recepción de la reestructuración fue aceptada sin mayores


contratiempos, así como los nuevos horarios de grabación, sin embargo no se
puso demasiado énfasis a sus mejoras en materia de locución, ya que sus
programas se encuentran en horarios periféricos y formaban parte de un
trabajo posterior.

Los locutores en general llevaron a cabo las necesidades de la


reestructuración en materia de puesta al aire y pese a algunos elementos que
se resistieron al cambio, se realizó una mejora.

Es importante destacar de todas maneras la figura de algunos


colaboradores, que hacen un esfuerzo mayúsculo por realizar un programa que
cumpla todas las expectativas de la reestructuración, pero muchas veces las
limitaciones económicas, impiden que reciban algún tipo de remuneración, por
eso la necesidad de generar un departamento de ventas de publicidad con el
fin de obtener ingresos, que permitan retribuir el esfuerzo de estos

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colaboradores y sin duda, motivar a quienes al no recibir paga perciben como
un hobby el hecho de tener un programa en la radio.

d) Departamento de Ventas

La reestructuración de Radio Valentín Letelier si bien tenía una misión


modernizadora, también requería acercar su puesta al aire a posibles
auspiciadores, por lo que se buscó un encargado de ventas, que tuviera la
tarea de conseguir auspicios para los programas y así generar recurso desde la
radio con la clara necesidad de auto sustentar en parte el proyecto.

La tarea fue encargada a un ingeniero comercial, quien desarrolló un


tarifario por programas, muy por debajo de los precios que se manejan en el
mercado con el fin de transformar a la radio en una buena alternativa
publicitaria. Como apoyo a esta iniciativa, se mejoraron las tandas cada media
hora dando paso a posibles auspicios.

Este punto aún está por debajo de las expectativas, pues el área
comercial de una radio requiere personal idóneo y con la capacidad de generar
figuras comerciales interesantes, así como poseer o crear una cartera de
clientes. Esto o ha ocurrido y sólo se mantiene escasos lazos comerciales de
carácter histórico.

Pero esta idea no fructificó, pues se aceptaron auspicios por muy poco
dinero, lo que desmotivó al encargado del área comercial e hizo que se
detuviera la búsqueda de posibles auspiciadores.

Se debe entender que si un aupiciador ofrece una suma indicada en el


tarifario, puede castigar al medio si llega a saber que por un décimo de lo que
el paga otro auspiciador más pequeño realiza la misma publicidad.

e) El Director

Una pieza fundamental de todo proyecto radial universitario es su


director artístico, en este caso, Ronald Smith, es sin duda un referente en la
región, gracias a su extensa carrera ligado a la exploración musical y al

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desarrollo cultural del Gran Valparaíso. Se debe sumar a este análisis el
respeto del equipo que lo rodea, ya que el perfil de Radio Valentín Letelier
como un medio diverso e innovador pasa por su trabajo de siete años en la
radioemisora.

El plan para la reestructuración consistía en que su figura además de


llevar las riendas artísticas del proyecto, debería asumir labores ejecutivas,
para romper con la pasividad que vivía el equipo de la radio.

El problema fue que la labor que se le encomendó por parte del equipo
en el proceso de cambio de Radio Valentín Letelier, se confrontó con su calidad
de director artístico, esta situación derivó en que no tuviera la capacidad de
enfrentar las crisis derivadas de la nueva estructura y por otra parte fuera
incapaz de tomar el rol ejecutivo necesario para llevar la dirección del cambio.

Como ya se planteó en este trabajo, la necesidad de un director artístico


es fundamental a la hora de construir un proyecto radial universitario, por lo que
más que pensar en una ineficacia en su labor, se debe considerar la necesidad
de crear un rol gerencial en la radio, con el fin de que las materia ejecutivas
pasen por otra persona, porque claramente se vio afectado ante las
necesidades del cambio y sin duda se trata de una pieza fundamental en el
proceso.

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4.- La radio en convergencia

El equipo de la radio tenía muy claro, que su propuesta comunicacional


estaba completamente delimitada a la señal hertziana, de hecho en noviembre
del 2006, se buscaba en Internet Radio Valentín Letelier y sólo se conseguían
un par de links, que no entregaban información sobre la radioemisora.

Este escenario se contradecía con las nuevas pautas comunicacionales


que dominan hoy en día el medio radial, en especial en los grandes consorcios.
Varios teóricos han ahondado en este tema como el portugués Rui de Melo
quien considera que el nuevo escenario radiofónico “implica un crecimiento de
nuevas formas de acción e interacción con una sociedad en un contexto de
nuevos tipos de relaciones sociales”(de Melo, 2001: 16), por su parte Mariano
Cebrián señala “La radio trata de dar servicios escritos y visuales, además de
sonoros, y se une a otros medios para estar presente en las acciones y usos
del consumidor multimedia. Es el nacimiento de la radio en la convergencia
multimediática plena” (Cebrián, 2001: 14).

Para enfrentar estas nuevas reglas del juego en materia de


comunicación radiofónica, dieron vida a un portal en Internet, Sin embargo,
este requería estar por sobre los lineamientos existentes en otras emisoras,
con el fin de modernizar el área multimedia en busca de una vanguardia frente
a las emisoras comerciales.

Después de varias semanas revisando el escenario nacional e


internacional de radioemisoras con formato multimedia en la web, se llegó a la
conclusión que se debía generar una plataforma convergente y amigable,
además por las carencias económicas, no se podía depender de un
webmaster, por lo que era necesario un formato que pudiese ser utilizado por lo
miembros de activos de la radio, de este modo se utilizaron blogs por
programas, todos ellos conectados por una página central, bajo el modelo
creado por ConvergenciaLab (www.convergencialab.cl). De este modo, cada
programa pudo dar cuenta de su programación y en algunos casos se realizó el
trabajo en podcast (archivos de audio libres en la web utilizados para la
realización de programas radiales con éxito en Canadá, Estados Unidos y

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Europa), sistema por el cual varios programas rompieron la barrera hertziana y
pueden ser escuchados en cualquier lugar del mundo.

Posteriormente se llevó a formato PDF con acceso libre a los visitantes


la guía mensual “Paréntesis”, que pertenece a la Dirección de Extensión de la
Universidad de Valparaíso y cuenta con la programación de la radio y otras
actividades. Este formato permitió que su tiraje de dos mil ejemplares, se
extendiera al requerido por el público, por lo que se amplió la difusión de la
guía.

La primera muestra de fuerza de la web como plataforma fue un


concurso para ganar entradas para un show de Pedro Aznar, el que se
transformó en un éxito y permitió conseguir una base de datos importante de
los auditores de la radio.

Hasta el momento que se realiza este paper, las visitas a los blogs
llegan casi a siete mil, sin embargo se debe destacar, que utilizando formulas
de comunicación convergente de otros medios, se llevó a cabo la campaña “si
quieres saber más sobre Radio Valentín Letelier ingresa a
www.radiovalentinletelier.cl “, que aún aparece constantemente en los espacios
comerciales.

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5.- El convenio

Las necesidades técnicas de Radio Valentín Letelier para el proceso de


modernización, eran demasiadas, por esta razón, las barreras burocráticas de
toda entidad pública impedían que se pudiera acceder a nuevas tecnologías o
simplemente a un par de computadores.

Hoy la radio cuenta con cuatro computadores, uno para la puesta al aire,
dos para post-producción y un cuarto para labores de producción y de manejo
de Internet. La mayoría están obsoletos, por lo que impiden un normal
desarrollo de labores, ya sea subir material musical al software de
programación o editar locuciones para su puesta al aire, puede demorar el
triple de tiempo que en circunstancias normales de trabajo.

La intención del equipo es acceder a nuevas unidades, para renovar el


equipo y además un computador extra para dedicarlo sólo al plan de
convergencia, es decir, subir material, grafico, visual y sonoro como es el caso
de los podcast, que dejarían a la radioemisora al nivel de medios
norteamericanos y europeos.

La Radioemisora sólo cuenta con dinero de caja chica, por lo que podría
comprar por partes un computador y eso tardaría por lo menos cuatro meses
por unidad, esta situación motivó a buscar formulas para mejorar el
equipamiento de la radioemisora.

Dicha problemática, llevó a que se gestara un inusual acercamiento con


la empresa privada, para buscar una forma de que se pudiese acceder a
herramientas mínimas para llevar a cabo la modernización. Por esta razón se
llegó a la empresa Cientec, que se ofreció a colaborar con la Radio Valentín
Letelier, gracias a la intervención de Richard Salazar encargado de tecnologías
de Iberoamerican Radio Chile, quien posee una vasta trayectoria académica en
universidades tradicionales.

Esta operación llegó a oídos de Marcelo Zúñiga, Gerente General de


IARC, quien ofreció un convenio de colaboración del consorcio a Radio

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Valentín Letelier, para de esta forma contar con una serie de capacitaciones en
el área técnica, económica y comunicacional.

El convenio pronto a firmarse marca un precedente no menor si


consideramos que, pese a hacer frente a la hegemonía de los grande
consorcios, uno de ellos está dispuesto colaborar con un medio universitario,
especialmente si la experiencia dice que: “en América Latina los medios son
más receptivos a la inversión extranjera, experimentando alianzas y fusiones
que los concentran cada vez en menos consorcios” (del Valle, 2004: 103).

Aún quedan puntos por afinar como por ejemplo saber de qué forma se
retribuirá la colaboración, si hablamos de un convenio son dos partes y aún no
se firma el documento. Se puede dar el caso, de que los consorcios se hagan
cargo de la omnipresencia que poseen en materia de audiencia y número de
radios, lo que afecta como ya se dio cuenta en este paper, las posibilidades de
conseguir publicidad a los medios más pequeños, donde claramente las radios
universitarias tienen poco que hacer.

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Palabras Finales

El proceso de reestructuración de Radio Valentín Letelier, más que


entregar respuestas entrega directrices, con las que se puede hacer frente
como medio universitario a los nuevos procesos que vive la radiofonía chilena
en la era de la globalización. Hoy existen mayores posibilidades de acceso a
las tecnologías que marcan pauta en la Era de la Convergencia Medial, por lo
que se puede generar una apropiación de las nuevas plataformas, más aún en
medios donde se puede explorar e innovar sin la presión de mantener altos
ratings. Esto quiere decir que, después de varias décadas, se puede generar
una batalla de igual a igual, entre medios con altos ingresos con otros de
menor. Pero antes de que ese momento llegue a ser determinante, los medios
universitarios, deben continuar vigentes en la señal hertziana.

En el caso de Radio Valentín Letelier, se despreocuparon de los niveles


de audiencia por muchos años, lo que finalmente determinó una radio para
públicos elitistas, situación que jugó en contra del proyecto de dos maneras;
en primer lugar, perdieron la capacidad de llevar su mensaje innovador al
mayor número de público que buscaba alternativas al modelo imperante
basado en el resultado fácil de la entretención, y en segundo lugar se perdió la
capacidad de entregar un producto sonoramente aceptable para los auditores
nuevos, acostumbrados a una calidad, que se ha intensificado con el desarrollo
de mejores productores y reproductores de fidelidad en audio.

La reestructuración de la radioemisora universitaria, permite un


reencuentro con las audiencias, ya que al modernizar sus contenidos, permite
que con una buena puesta al aire, un joven se encuentre con un programa de
jazz sonando con la misma calidad que un programa de éxitos pop, generando
quizás, su curiosidad por conocer el sonido de la inteligencia, como lo suele
llamar el especialista de jazz de la radio Jorge González.

Es posible pensar en Radio Valentín Letelier como un modelo alternativo


ante la hegemonía que imponen los consorcios, es más, se podría asegurar
que ya era un modelo alternativo, sin embargo la reestructuración permite
“evangelizar” musicalmente a un mayor número de auditores descontentos con

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la parrilla programática que domina el dial. Es una ardua tarea, sobre todo si se
considera que según antecedentes que posee el Fiscal Económico Enrique
Vergara Vial, un consorcio gasta cerca de un millón y medio de dólares para
crear y posicionar un medio. En cambio, el proceso de modernización de Radio
Valentín Letelier abre las puertas para generar un producto radial, basado en la
creatividad, la innovación y la vanguardia musical. Sin olvidar que se debe
observar la estructura de las grandes empresas radiales.

Es importante comprender que, es necesario modernizar no sólo la radio


objeto de estudio, sino que los conceptos que rodearon a las radios
comerciales por varias décadas, porque es evidente que el proceso de
concentración de medios que vive Chile con la presencia de los consorcios,
podría acabar con los medios que no pertenecen a conglomerados. Por lo
tanto, estamos ante un problema mayor que es la posible extinción de las radio
comerciales locales. Basta con observar el grafico 4 para darse cuenta que la
participación de audiencia de medios locales es cada vez menor, lo que sin
duda afecta las vías de sustento publicitario.

Es necesario que las radios comerciales locales sean capaces de crear


nuevas fórmulas para entrar en carrera por el dial, ya que se está viviendo un
proceso alarmante donde un 21% de las radios está fuera de la figura de un
consorcio. Quizás el medio radiofónico, de mayor credibilidad en el país, corra
la misma suerte de la prensa escrita.

El proceso que viven las radios en Chile es tan dramático, que


curiosamente radios con un reconocido atributo cultural están buscando ayuda
en los propios consorcios, como por ejemplo radio Bethoveen, un verdadero
símbolo de la cultura y la música clásica, que en el minuto en que se disponía a
desaparecer, fue rescatada por el grupo Dial de COPESA y sus dueños
enviaron los agradecimientos por medio de una carta a la agrupación de
amigos de la radioemisora, “Estimado Socio del Club de Auditores de Radio
Beethoven: A contar del 23 de octubre, Radio Beethoven cambia de
propietarios. Sus actuales dueños,… han llegado a pleno acuerdo con Grupo
Dial S.A, empresa del grupo COPESA, para transferir la propiedad de la

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emisora y, de este modo, conservar la línea programática que sus dueños y
trabajadores han desarrollado por 25 años…“

En el caso de Radio Valentín Letelier, se tuvo que buscar una formula


similar, por las trabas existentes para mejorar su equipamiento y pronto se
firmará un convenio con Iberamerican Radio Chile, que decidió prestar una
mano a la radioemisora universitaria.

De este modo este trabajo presenta una opción para la modernización


de radios universitarias, que no es determinante, sin embargo abre las puertas
para que con creatividad e innovación se pueda hacer frente a la era de los
consorcios, sin perder el valor más preciado de este tipo de emisoras, vale
decir, la capacidad de difundir el mayor número de expresiones que no tienen
cabida en las radios comerciales y así generar una alternativa para los
auditores agotados de la hegemonía imperante.

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Libros
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