El monasterio
Roberto, monje cluniacense de Molesmes, deseoso de restablecer la
primitiva regla de San Benito, se retira en 1098 a Ctaux, donde funda una
abada que dar nombre a los benedictinos reformados: el Cister. La pobreza
en el vestido, la austeridad en la comida y la severidad en la vivienda,
fijando la normativa de las casas de la orden: No se construirn nuestros
cenobios en ciudades, villas o castillos, sino en lugares remotos al paso del
hombre. Se instalarn en lo posible donde haya agua para el molino y los
huertos, de manera que no sea necesario a los monjes vagar por de fuera.
En los monasterios no habr pinturas ni esculturas: simples cruces de
madera nicamente. Las puertas de las iglesias estarn pintadas de blanco
y no se levantarn torres de piedra para las campanas demasiado altas.
Esta desnudez arquitectnica cristaliz en un prototipo de abada uniforme,
que se propag vertiginosamente por toda Europa. Su distribucin es
siempre idntica, con el propsito de que cualquier monje forastero se
sienta como en su propia casa nada ms entrar, al reconocer la localizacin
de todos y cada uno de los edificios que integraban el complejo monstico.
El ncleo germinal es la iglesia. Mientras los cluniacenses proyectaron
cabeceras semicirculares con protuberantes absidiolos y deambulatorios
anulares que se comunicaban con las naves, a las que tena acceso el
pueblo, los cistercienses prohibieron la entrada a los seglares y optaron por
el testero plano.
La concepcin caballeresca de los cistercienses les oblig a mantener
tambin esta barrera de separacin a lo largo y ancho del monasterio, entre
los hermanos que rezan y los que trabajan. Incluso en su porte exterior, los
legos se distinguan por vestir un sayal ms corto sin capucha, y estaban
obligados a dejarse barba.
Contiguo al templo se dispone el claustro, es tambin el rgano distribuidor
de las dependencias monsticas. Las reas de servicio que se abran en sus
cuatro galeras porticadas estn representadas por la sala capitular, el
refectorio, la cilla y el mandatum.