El Coro siente toda la gravedad del momento, y como no duda que el hijo a de
tratar de rendir al desgraciado padre con promesas de una vida feliz en su
tierra tebana y en su ancestral trono, canta el famoso himno a los desengaos
de la vida, solo por desilusionarle, y no por que sea el helenismo fatalista, ni
Sfocles pesimista, ni porque quiera reflejar las desgracias de su propia familia
en el teatro, como lo han querido interpretar tantos comentadores, sino
solamente por mero recurso dramtico de aquellos mismos que acaban de
cantar el regocijado himno de colona y de tica
Esta oda triste forma, por lo dems, un bello contraste con las magnificas
escenas casi Wagnerianas del fin de la tragedia. El cuadro que sigue, de la
plegaria de Polinicie y la maldicin de Edipo, es de una vida trgica
maravillosa. Y vencido ya este punto, Sfocles dedica el resto de la tragedia a
describir y hacer sentir la apoteosis de Edipo, o sea, su transito a mejor vida,
entre el espanto de los colonenses y la turbacin de Antgona e Ismene, y las
misteriosas comunicaciones con Teseo.
Sfocles narra magistralmente la muerte del viejo Edipo, que encuentra por fin
trmino a su desdicha en el bosque sagrado de las Eumnides, cerca de
Atenas, adonde llega errante en compaa de su fiel y abnegada hija Antgona,
y donde muere desapareciendo bajo la tierra de un modo misteriosos,
cumpliendose as la prediccin del Orculo, segn la cual la tierra que
poseyese su sepulcro estara segura de vencer a todos los pueblos.