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San Cristóbal, 05 de octubre de 2007

Señores:
Editores de la revista EDUCERE
Presentes.-

Nos dirigimos a ustedes en la oportunidad de presentarles para su


consideración un artículo científico, el cual esperamos sea sometido al proceso
de arbitraje de la Revista EDUCERE, según las normas establecidas por ese
medio de divulgación científica.

Sin otro particular a que hacer referencia, quedamos de ustedes

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Carmen Aidé Valecillos Vázquez Patricia Henríquez Coronel

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Datos de las autoras.

Carmen Aidé Valecillos Vázquez.


Vázquez. Lic. en Comunicación Social, graduada en
la ULA y Mg. en Ciencias Políticas de la misma Universidad. Profesora
Asistente de la ULA-Táchira en el área de Formación Periodística. Dicta las
materias Introducción al Periodismo, Periodismo Informativo e Investigación en
Comunicación. Ganadora del PEI en las ediciones 2001 y 2007. Forma parte
de la directiva de Asovac capítulo Táchira. Miembro del Consejo de
Departamento y co-responsable del periódico estudiantil Vínculate. Dirección
de Hab. Urb. Los Teques, etapa IV, Edif. 04, No 03-02, San Cristóbal. Dirección
de Trb. Av. Universidad de Los Andes, sector Paramillo. Telf. Hab. 0276-
3422509. Telf. Trb. 0276-3405125, Dirección electrónica: cardeval@gmail.com

Patricia Henríquez C. Licenciada en Informática y Matemática, Universidad


Católica del Táchira SUMMA CUM LAUDE, Especialista en Informática
Educativa por la USB y Doctora en Innovación Educativa por la Universidad
Rovira i Virgili (España). Profesora Asociada adscrita al Dpto. de Computación
e Informática de la ULA Táchira en las asignaturas “Introducción a la
Informática” y “Periodismo digital”. Investigadora reconocida en el PPI (nivel I
desde la convocatoria 2002) y PEI. Coordinadora el grupo de investigación
Informática Aplicada reconocido por el CDCHT de la ULA. Coordinadora del
Postgrado de Periodismo en medios digitales. Editora del Periódico Digital
estudiantil “Vincúlate”.
Dirección: Urb. Santa Inés Res. Umuquenas Torre 14 Piso 4 Apto 14-43. San
Cristóbal, 02763422105. E_mail patriciahc@cantv.net

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El periódico digital – laboratorio, alianza entre la formación teórica y
la práctica profesional del periodista.

Carmen Aidé Valecillos Vázquez

Patricia Henríquez Coronel

Resumen:

El presente artículo presenta las reflexiones teóricas-prácticas que han llevado


a la creación de un periódico digital laboratorio para la carrera de
Comunicación Social en la Universidad de Los Andes. En la primera parte, a
partir de una revisión documental, se ofrecen las etapas por las que ha
atravesado la formación del periodista y los cambios producidos en el proceso.
Igualmente, allí se recoge la presencia de los periódicos en los planes de
formación, para finalmente establecer las razones teórico-prácticas que
justifican la existencia de periódicos estudiantiles, comúnmente llamados
periódicos laboratorios, en las aulas universitarias donde conviven los
estudiantes de Comunicación Social. En la segunda parte se describe el
periódico Vincúlate: los objetivos propuestos con este medio, su
funcionamiento, debilidades y fortalezas. Finalmente, concluimos que retomar
la figura de los medios laboratorios es una oportunidad para congeniar el
operacionalismo teórico con el práctico.

Palabras clave: periódico digital-laboratorio, formación del periodista, escuelas de


Comunicación Social

The digital newspaper - laboratory, alliance between the theoretical formation


and the professional practice of the journalist

This article presents the reflections theoretical-practices that have taken to the creation
of a digital newspaper laboratory for the race of Social Communication in the University
of The Andes. The first part, from a documentary revision, offers the stages by which it
has crossed the formation of the journalist and the changes produced in the process. In
addition, the presence takes shelter there of newspapers in the formation plans, finally
to establish the reasons theoretical-practices that justify the student newspaper
existence, commonly called periodic laboratories, in the university classrooms where
the students of Social Communication coexist. The second part describes the Vinculate
newspaper: the objectives proposed with this means, its operation, weaknesses and

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strengths. Finally, we concluded that to retake the figure of the average laboratories it
is an opportunity to congeniar the theoretical operacionalismo with the practitioner.

Key words: periodic digitalis-laboratory, formation of the journalist, schools of Social


Communication

Introducción

Las escuelas de periodismo, ahora llamadas de Comunicación Social,

surgieron en medio de una polémica: era o no necesario formar a quienes por

más de dos siglos se habían considerados expertos en un oficio y no en una

profesión: los periodistas. Y, a pesar de que la realidad de los medios y la

necesidad de la sociedad se impuso, para que la polémica perdiera vigencia

pasaron muchos años y cuando comenzó a desaparecer esa diatriba fue

porque ya otros problemas ocupaban su lugar.

Por tanto, no es extraño a esta formación la polémica, crítica o crisis. Los

cuestionamientos cambian tanto como la sociedad, y de ellos, sin agotarlos,

podemos mencionar que en estos momentos nos enfrentamos a: la

proliferación de escuelas públicas y privadas sobre la carrera de periodismo o

áreas afines; los cambios tecnológicos presentes que abruman y arropan todas

las actividades relacionadas con comunicación; los retos éticos que se hacen

cada vez mayores y de mayor complejidad; la discusión curricular siempre

presente, especialmente la referida a los espacios que ocupan en los planes de

formación la práctica y la teoría; los recursos para formar a estos profesionales

y su calidad, pero a la vez, la calidad de la enseñanza, la cual siempre está

buscando adecuarse a las necesidades de la sociedad.

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En Venezuela, son los mismos problemas, aunque con algunos matices

específicos pues en los últimos años se han acentuado estas inquietudes

debido a los momentos difíciles por los que atraviesa el periodismo. Las críticas

a la formación surgen ahora tanto de sectores académicos como de sectores

políticos. Quizás por ello, los cuestionamientos que se le hacen al ejercicio de

la profesión estén dando sus coletazos a los centros de formación y en ellos a

los estudiantes quienes en medio de la polémica se pregunta para qué nos

estamos formando, hacia dónde va nuestra profesión, cuál será el papel que

desempeñaremos al graduarnos, dónde trabajaremos y en qué trabajaremos.

Tal es el número de interrogantes y la complejidad de las respuestas que

difícilmente un docente, grupo o institución puede satisfacerlas a plenitud.

Sin embargo, como ya hemos dicho, esta situación no es única ni nueva, ella

siempre ha estado presente en las escuelas de Periodismo o Comunicación

Social de toda Latinoamérica y si queremos responder al por qué de esa

presencia podríamos dar dos opciones, porque es de las carreras más jóvenes

que en las Ciencias Sociales se han incorporado a la academia o porque, por el

interés que despierta en la sociedad, es una de las carreras más

controversiales existentes en el haber académico.

En fin, quienes buscan una respuesta a todas estas preguntas no podrán

ofrecer propuestas únicas, universales y definitivas. Las respuestas están más

bien dentro de cada escuela, en su entorno, con sus recursos, con sus

posibilidades y por supuesto con las conexiones por todos conocidos que da la

Sociedad de la Información.

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Así es como nos hemos propuesto reflexionar un poco sobre el quehacer de

nuestras escuelas, su razón de ser y sus perspectivas, para finalmente

establecer o justificar la existencia, en las aulas universitarias, de periódicos

estudiantiles, más comúnmente llamados, periódico laboratorios. De esta

manera podríamos estar retomando una solución que intermitentemente hemos

utilizado para dar alternativas a la formación del periodista.

Por ese motivo, el presente artículo ofrece en primer lugar, algunos rastros de

los cambios que se han producido en la formación del periodista a través del

siglo XX y de las exigencias que hace la sociedad a ese profesional del siglo

XXI. Luego reúne los argumentos ofrecidos a través del tiempo para justificar la

presencia en la práctica docente de esos medios llamados periódicos

laboratorios, sus objetivos, su razón de ser y, posteriormente, se presenta el

proceso de diseño y producción de Vincúlate, periódico digital de la carrera de

Comunicación Social de la Universidad de Los Andes “Dr. Pedro Rincón

Gutiérrez”, que se crea bajo la figura de periódico – laboratorio con la finalidad

de que sea al mismo tiempo un órgano divulgativo y una “sala de prácticas”

donde los alumnos que cursan asignaturas relacionadas puedan ejercitar las

competencias que adquieren.

Trazos en la historia de las escuelas de Comunicación Social

El periodismo había nacido para unos antes que la imprenta, para otros tan

sólo en el siglo XVII cuando se conforman las primeras gacetas, pero

definitivamente mucho antes de que se pensara en la universidad para formar a

quienes escribirían esas páginas. Por lo tanto, antes del Siglo XX, el periodista
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se formaba en la calle, por sus inclinaciones literarias, por sus intereses

ideológicos o por necesidad. Durante ese tiempo, al igual que en otras épocas,

el oficio o el arte, unas veces fue exaltado, otras condenado. Los literatos

tenían que ver con él, para criticarlo y compararlo con escoria o para utilizarlo y

aprovecharlo.

Pero, sin una fecha precisa en el tiempo, el oficio comenzó a crecer y dejar de

ser el hermano menor de la literatura. Con él crecieron el número de escuelas y

también la discusión de los contenidos que deberían dominar quienes

intentaran obtener los requisitos básicos para ejercer la profesión

Los estudios de Periodismo, y luego Comunicación Social, se establecieron

entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, pues si nos atenemos a los

datos ofrecidos, sería la escuela de periodismo establecida por Pulitzer la

pionera en este campo, fundada en New York en 1912 (Núñez Ladeveze,

2004). Sin embargo, Garguverich (1997, p. 329) afirma que para la fecha de la

creación de esta escuela ya en ese país existían más de veinte universidades

que contemplaban la formación del periodista, entre ellas la Universidad de

Pennsylvania que aprobó su plan de estudios en 1893.

Esos estudios, formalizados en Estados Unidos, rápidamente pasan a

Latinoamérica y las primeras escuelas de nuestra región se fundan en la

década de los treinta y los cuarenta –por ejemplo, Chile fundó su escuela en

1936; en Venezuela el primer intento se hizo en 1947; México en 1952; Perú,

en 1945; Argentina, 1947; Brasil, 1947-. El mismo objetivo que tenían las

escuelas norteamericanas, formar los profesionales empíricos que ejercían el


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periodismo, es el que predomina en la región y también en España, pero la

realidad exige algo más y se inicia la búsqueda para otros conocimientos:

La primera escuela de periodismo la crea Pulitzer en Estados Unidos


en Columbia, con el concreto propósito de formar periodistas en el
oficio. La escuela es concebida inicialmente como la antesala de la
redacción, pero la propia evolución de la enseñanza va generando
un metalenguaje descriptivo a través del cual se expresa el interés
por el estudio y el conocimiento de la realidad periodística (Núñez
Ladeveze, 2004, p. 31).

En Latinoamérica transcurridos la primera mitad del siglo XX el Centro

Internacional de Estudios Superiores de Periodismo para América Latina

(CIESPAL) realiza planteamientos teóricos que introducen la modernización de

los planes de formación y transforma incluso la visión del profesional, ya no se

intenta formar “periodistas”, sino que se busca un nuevo profesional: el

comunicador social. Es así como desde 1964, el CIESPAL elaboró y promovió

el primer plan piloto para la enseñanza del periodismo pero con una orientación

clara hacia las llamadas “ciencias de la comunicación colectiva”. Solís y Guerra

al hablar de la fundación de estas escuelas en Costa Rica señalan:

El primer plan de estudios regulares de la Escuela de Periodismo


acogió la clasificación propuesta por CIESPAL en cuanto a dividir las
disciplinas en tres áreas: ciencias de la comunicación, técnicas y
prácticas profesionales, formación humanística, más un plan variable
y opcional, con un catálogo de materias elegibles (1981, p. 333).

Por tal motivo, la formación empírica, que convertía las aulas de clases en

salas de redacción, comienza a dar paso a una formación más teórica, donde

se incorporan las áreas de la teoría de la comunicación y materias tan diversas

como economía, historia, realidad regional, filosofía y psicología, junto con las

materias básicas donde el alumno se iniciaba en las técnicas de la construcción

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de mensajes: lenguaje, géneros y presentación, es decir, donde aprendían a

obtener, jerarquizar, procesar y presentar el mensaje periodístico. Y son estas

líneas generales las que se establecieron en Latinoamérica durante el siglo XX,

en la mayoría de las escuelas.

Sin embargo, acompañando el plan de estudios del CIESPAL se mantuvo la

idea de incorporar la visión de la comunicación como un instrumento para el

desarrollo y el papel del periodista como un promotor del desarrollo y agente de

cambio social (Guerra y Solís, 1981, p. 338).

Neira Bronttis (1997) divide todo este proceso de enseñanza del periodismo en

tres etapas bien interesantes y apegadas a la realidad de América Latina. La

primera de ellas la ubica entre la década de los 40 y con prolongación hasta los

años 70, iniciándose con la fundación de las escuelas en la región y culminado

con el acercamiento a otras áreas del saber. La segunda etapa se refiere a la

fundación de escuelas de Comunicación Social: “Se imaginaba la formación

como una totalidad, por lo que los estudiantes de comunicación terminaban

sabiendo de todo y al mismo tiempo de nada. Se valoraba profundamente lo

social y lo cultural pero se ignoraba su encuentro con la sociedad” (p. 458). La

tercera etapa, según Neira Bronttis, se inicia a finales de los años 80 en la cual:

“Aparece una preocupación más precisa por una profesionalización más

adecuada, que permita entender mejor el trabajo de los comunicadores en

relación con los tiempos que vivimos” (p. 459). Y en esta etapa todavía las

escuelas de Comunicación Social buscan los caminos para conseguir esas

metas pero especial énfasis han colocado en los últimos años en intentar

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incorporar a los planes de formación los avances del periodismo en los medios

digitales.

En España aún cuando la transformación inicial es la misma que en

Latinoamérica, el proceso se dio con algunas variantes. Pues más que pensar

en el desarrollo social, el proceso se vio envuelto en la discusión teórica, al

punto en que allí se acuñó el término de Escuelas de Ciencias de la

Información y ese término, dice, Núñez Ladevéze, “sirve por sí solo de aliento a

la recepción en los programas de estudios de las abstracciones teoréticas

estructuralistas y semióticas, entonces en boga” (2004, p. 32), las cuales

traerán la presencia de materias como: teoría de la información, sociología de

la comunicación, hermenéutica, semiótica, teoría del lenguaje, entre otras y

establecerán una línea de separación muy fina entre la formación española y

latinoamericana, pero que en definitiva sigue presentando la discusión entre la

comprensión científica de una profesión y las prácticas instrumentales de ella.

Sin embargo, a más de medio siglo de haberse iniciado la formación

académica del periodista y de los cambios producidos en América Latina,

Estados Unidos y España, seguimos haciéndonos la pregunta de cómo

compaginar estas dos vertientes: “el operacionalismo teórico,


teórico, (como saber

constituido y adquirido a través del conocimiento)” y el “operacionalismo


“operacionalismo

práctico (como saber adquirido a través de la técnica y sus instrumentos)”

(Bisbal, 2001, p. 21).

Presencia del medio en el plan de estudios de Comunicación Social

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Es así como desde el inicio del proceso de formación para periodistas, los

periódicos laboratorios, las radios y las televisoras universitarias aparecen en

los planes de estudio en esa constante búsqueda de procesos formativos que

equilibren el operacionalismo teórico y el operacionalismo práctico y aunque no

existe mucha documentación al respecto, se podrá manejar algunos ejemplos.

Es el caso de Costa Rica, donde en 1973 la reunión de directores de escuelas

de Periodismo de América Latina (Solís y Guerra, 1981) se acordó dar a estos

centro de formación una visión desarrollista para lo cual la comunicación

estaría vinculada a la sociedad tanto por ser depositaria del derecho a la

información, como por ser instrumento de cambio, ideales que intentarían

alcanzarse a partir de objetivos como:

• investigar la comunicación en la sociedad

• proporcionar conocimiento sobre todos los medios, con

especialización por lo menos en uno;

• vincular la universidad con la sociedad, mediante la comunicación,

por medio de la extensión o la acción social universitaria, y

• producir materiales culturales para su publicación. (p. 339)

En este sentido, y en ese mismo año la escuela, se propuso la creación de una

dirección de medios “con la responsabilidad de establecer órganos informativos

experimentales, como periódicos, radioperiódicos y teleperiódicos que fueran

laboratorio para las prácticas estudiantiles” (p. 341), lo cual se concretó con la

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publicación de un periódico impreso (El periódico Universidad)
Universidad) y un

radionoticiero cotidiano.

En la escuela de la Universidad de Los Andes “Dr. Pedro Rincón Gutiérrez”,

durante los 25 años de este plan de estudios encontramos los siguientes

medios:

1984. Viraje

Fue el periódico de la primera promoción. Se publicaban reportajes

relacionados con el contexto económico, político y social de la época. El apoyo

lo recibían los estudiantes del coordinador de la carrera, profesor Ramón

González Escorihuela, del periodista Jesús Romero Anselmo y del Diario La

Nación para la parte técnica, donde se hicieron las primeras impresiones. Las

limitaciones económicas y el poco tiempo para dedicarle al impreso dieron al

traste con el medio.

1985. En el espectro radial

La Radiodifusora Cultural del Táchira fue la primera emisora que permitió la

presencia de los estudiantes de Comunicación Social en el espectro radial. Allí,

paralelo al periódico Virajes, la profesora Sara Roby conducía el programa,

mientras los estudiantes participaban en la producción.

1993. Grafos.

Fue un periódico en formato ¼ de página estándar. Trataba distintos temas de

interés estudiantil. Tuvo una vida efímera.


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1996. Comunicándonos

Iniciativa comunicacional de la promoción de periodistas de esa generación.

1996. Extra

Boletín mensual paralelo al anterior. Su intención, ofrecer el humor y las cosas

divertidas de la vida universitaria

2001. elcomunicador.com

La ausencia de publicaciones estudiantiles propias de la escuela para la fecha

fue resuelta con la propuesta de los tesistas Erica Lobo y Exis Edgardo Rujano

(2001) quienes materializaron la idea con la construcción de un periódico

estudiantil en formato digital. Concebido como un sistema informativo centrado

en datos puntales de la carrera (pensum, personal docente, trabajos

periodísticos).

¿Cómo justificar la existencia de un periódico laboratorio?

Hace casi 20 años, en las Jornadas de Reflexión por un mejor Periodismo,

auspiciadas por el Consejo Venezolana para la Enseñanza y la Investigación

de la Comunicación Social, Gilberto Alcalá (1988), mostraba en el discurso de

cierre dos preocupaciones por el periodismo: la relación gobierno empresa (en

la cual crece el periodismo acrítico) y la poca investigación que realiza el

periodista a “quien se le exige cumplir con el diarismo por lo que en muchas

ocasiones ese periodismo se hace intrascendente por su contenido dirigido a

satisfacer el inmediatismo y no una necesidad social de información” (p.75).


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Sin embargo, también crítica en este discurso la formación impartida por las

escuelas de Comunicación Social pues según él esas escuelas “tienden, en la

práctica académica, a formar reporteros cuyo norte o meta es el empleo en el

medio o en la oficina de prensa, por lo que cada año se acentúa más el

carácter de formadores de empleados y no de periodistas en el concepto

integral de esta profesión” (1988, p. 76). Al respecto, y sin intentar ser

reduccionistas respecto a la larga diatriba entre quienes privilegian la esencia

profesionalizante de la universidad y por tanto regulada por el mercado

(concepción napoleónica) y quienes trascienden esta visión hacia otra más

ambiciosa, cual es la creación de saberes en un escenario de autonomía

(concepción humboltiana) (Benito, Ferrer, y Ferreres, 1995), la propuesta de un

periódico laboratorio representa la oportunidad para que los estudiantes

desarrollen un periodismo independiente, busquen con libertad los hechos y

hurguen por sí mismos en su entorno; configurando todo ello la capacidad

crítica en la construcción del mensaje periodístico.

Sin embargo, también es deseable la presencia de estos recursos de formación

porque ellos pueden ofrecerle al estudiante un campo de trabajo que reproduce

en parte las condiciones laborales reales, aunque sin el riesgo que en muchas

ocasiones se corre cuando, por desorganización o por la propia dinámica

empresarial, se envían los futuros periodistas a hacer sus prácticas

profesionales o pasantías a medios que aprovechan estos recursos sin la

debida supervisión, tal como lo plantea Garbuverich: “Nuestra experiencia nos

muestra un sistema desordenado de excesiva oferta para los medios, muchos

de los cuales han aprovechado para reducir costos de personal a través de las
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prácticas que exigen los planes de estudio” (1997, p. 400) y lo cual según el

mismo autor pone a los profesionales a competir en plano desigual.

Al respecto se ha encontrado una situación sui generis en Brasil, donde por

Decreto Federal en 1979 se determinó la anulación de las pasantías para los

alumnos del último año de los cursos de periodismo debido a la deformación de

esta figura, pues según De Freites Nuzzi (1997) se repetía la versión de usar

los pasantes como obra de mano barata, que sin ninguna garantía laboral

trabajaban por cuatro u ocho meses y luego era sustituido “por otro grupo de de

pasantes que ya estaba en la entrada de la redacción, aguardando a su vez”

(p. 280). Esta situación también la plantea para Argentina Liliana Llobet (1997),

quien propone buscar alternativas que permitan la realización de la práctica

profesional, necesaria para obtener una formación integral, pero sin recurrir a

los vicios mencionados. Y un periódico digital laboratorio ofrecería la posibilidad

de: introducir al estudiante en la elaboración de mensajes para los diferentes

medios pero no como requisito de una materia, sino como producto a ser

ubicado en un periódico puesto en la red; enfrentarlo a situaciones imprevistas

y buscar las soluciones pertinentes; profundizar los temas de su interés y

dominar técnicas de investigación y análisis permitidos por herramientas

digitales, es decir, reproducir, en parte, las condiciones laborales en las cuales

podrían realizar sus prácticas profesionales o pasantías.

Sin embargo, existe también una justificación tecnológica que no se puede

eludir y que en esta ocasión es esencial, y ella es la importancia que cobra

para la formación del periodista la velocidad del cambio y la renovación de las

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TIC. Muchas escuelas no pueden estar al día en las innovaciones de este tipo,

sus recursos técnicos de formación se ven desfasados rápidamente por los

adelantos del mercado y de la empresa, sin embargo, un pequeño laboratorio

que puede ir renovándose con el aporte de la misma universidad y de la

empresa privada, puede ser una alternativa cierta para acercar la Universidad

al mundo laboral y a sus innovaciones tecnológicas.

Y no podría faltar el mejoramiento del contenido y la capacidad de análisis que

estas mismas tecnologías permiten a quienes las manejen, especialmente si

esa práctica estudiantil en “medio laboratorio” se hace bajo la supervisión de

los responsables de la formación y con el claro objetivo de buscar “la mejora de

la calidad de la información periodística gracias a las mayores posibilidades de

documentación, análisis, amplitud y rapidez que propician los recursos

digitales” (Salaverría, 2000).

El abanico de posibilidades se amplía cuando tocamos el campo de

investigación, puesto que la práctica nos enseña que cuando el alumno se

vincula a un campo del periodismo, es fácil para él descubrir allí las

innumerables ventajas de explorar, estudiar y experimentar en esa área. Así se

ha demostrado con la línea de investigación “Nuevas tecnologías de la

Información”, de nuestra escuela, pues en ella se han concretado más de 20

memorias de grado y unos 100 proyectos de producción digital. El hecho de

que los alumnos trabajen desde los primeros años en la elaboración de

mensajes para medio digital aumentaría estos resultados pues ello les permite

familiarizarse con un campo donde la investigación tiene mucho por recorrer.

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Estaríamos de esa manera cumpliendo con la tarea de introducir una práctica

reflexiva en la dinámica académica vinculada con las TIC, su manejo,

producción y contexto.

Asimismo, este proyecto, al igual que muchos otros, busca establecer canales

de comunicación dentro y fuera del reciento universitario porque tal y como lo

señalan los creadores de Stuka Rakuda, periódico digital estudiantil chileno de

la Universidad de La Frontera, un periódico de este tipo:

Se convierten en una de las mejores maneras para informar al


interior de una comunidad determinada y expresar lo que un grupo
que siempre se vio limitado por la falta de un medio y de recursos
para elaborar una publicación, quisiese saber y decir (Monteros,
2002-2003).

Y para finalizar, es necesario decir que de alguna manera nuestro proyecto ha

contemplado incorporar en su práctica los tres grandes saberes propuestos, a

partir de la Teoría Social Crítica, por Fernando Villalobos (2001) para delinear

la práctica educativa de comunicación social en su relación con las tecnologías

de la información: saber tecnológico reproductor, saber tecnológico crítico y

saber tecnológico transformador.


transformador. El primero, el aprendizaje de las destrezas:

“este saber está precedido por el interés técnico como valor que subyace al

criterio científico de la aplicación” (p. 59); el segundo se relaciona con el criterio

que puede ir conformando el estudiante con el área de trabajo: “una práctica

educativa que permita la discusión, la reflexión y el análisis de los fenómenos

sociales en el contexto específico en el cual se desarrollan” (p. 59); y

finalmente, el tercero se construye a partir de las anteriores y de la propia

creatividad del sujeto quien podrá sobreponerse a los esquemas planteados

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con el objetivo de lograr la “autoemancipación”: “Se considera que este saber

es autoreflexivo pues no permite el encasillamiento en esquema y recetas

permanentes del comportamiento social” (p. 59).

La propuesta de Villalobos se ha vivido en la asignatura Periodismo Digital en

la cual los alumnos comienzan aprendiendo a usar las herramientas de diseño

Web, luego analizan las especificidades del mensaje periodístico para medios

digitales en cuanto al lenguaje, estilo y géneros, posteriormente construyen

textos para Internet, y finalmente crean un producto de comunicación digital

que intenta satisfacer necesidades específicas de su contexto local y regional,

proceso en el que se amalgaman todos los saberes teóricos, prácticos e

incluso se promueven actitudes favorables hacia el compromiso del periodismo

con el desarrollo de nuestros pueblos.

Una experiencia local: Vincúlate

Algunas ideas previas

Vincúlate nace como resultado de todo un proceso de investigación que se

inició dentro de la línea de investigación “Tecnologías de la información y la

comunicación” y que se ha concretado en publicaciones en libros y revistas,

elaboración del proyecto de Especialización en Periodismo Digital y en este

ensayo de periódico laboratorio llamado Vincúlate.

El objetivo inicial que motivó la creación del periódico fue tener un medio en el

cual los alumnos de los últimos años de la carrera, especialmente quienes

cursan la materia “Periodismo Digital”, tuviesen allí la oportunidad de vivenciar


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el nuevo modelo comunicativo que caracteriza al medio digital, demostrando el

dominio de los soportes, géneros, plataformas y lenguajes que le son propios.

En definitiva, todas las habilidades y destrezas adquiridas durante el curso

escolar tanto como las reflexiones y análisis realizados se verían plasmados

en el periódico VINCULATE. El periódico representaba el punto de inflexión

de un proceso transformador que venía experimentando la asignatura

Periodismo Digital desde el año 2004 y el cual ha sido documentado

ampliamente (Henríquez, 2006).

Sin embargo, en el proceso de maduración de la idea fuimos percibiendo la

necesidad de enlazar todas las cátedras y a todos los alumnos en el proyecto

VINCULATE, pues si bien nos planteamos el reto de fomentar el desarrollo de

competencias propias del medio digital, mas allá de eso había un interés

superior: “hacer buen periodismo” y a ello, la experiencia de las otras

asignaturas, alumnos y profesores, contribuiría ostensiblemente.

Siguiendo la idea de Villalobos (2001), nos propusimos que la implicación de

los alumnos debía ser total, vale decir en todo el proceso de creación del

periódico, para que a la par de adquirir destrezas propias del saber tecnológico

reproductor, se apropiaran de los nuevos códigos y convirtieran a VINCULATE

en un ejercicio creador de libre expresión de sus ideas. De allí que los

objetivos del periódico laboratorio se dividan en dos vertientes. La primera,

lograda con las discusiones teóricas generadas antes y durante la

construcción del medio, pero también con la vivencia teórica práctica en los

grupos de discusión que se realizan para tomar decisiones en el

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establecimiento de pautas o contenidos, diseño y proceso de edición. La

segunda, eminentemente práctica, con el trabajo que incorpora a cada alumno,

que va desde la redacción de una simple nota de prensa hasta el diseño de la

edición final.

Asimismo, estas grandes vertientes tratan de involucrar las exigencias de la

formación del periodista, lo que se traduce en:

 Vincular al estudiante con su entorno económico, social, político y

cultural más inmediato (lo local, su escuela y universidad), pero también

abrir un espacio para la reflexión en estos mismos temas sobre

entornos más generales (región, país y mundo)

 Desarrollar las destrezas que debe manejar el comunicador social para

poner en la mesa de redacción un trabajo periodístico, lo cual se logra

dándole la responsabilidad no solo de ubicar y seleccionar el tema, sino

también de decidir género, lenguaje y acompañamiento gráfico.

 Infundir los principios éticos enseñados en las cátedras respectivas a

través de algunas ideas planteadas como manual de estilo y en las

discusiones que se generan a la hora de abordar temas polémicos.

 Ayudar en la formación humanística del estudiante incorporando en los

contenidos del periódico agendas culturales necesarias para su

formación, reseña de libros y trabajos sobre el quehacer cultural.

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 Desarrollar la capacidad crítica e investigativa de los estudiantes

estimulándolos a observar la información como un bien social, como un

recurso para el crecimiento personal y colectivo, y tratando de separar

el interés de la fuente, del interés del lector.

El desempeño.

La participación de los alumnos ha sido amplia desde la fase de diseño del

periódico y continua siéndolo hoy día. Ellos fueron partícipes del diseño del

medio, promotores de su imagen y colaboradores en el diseño de la política

editorial que mantiene. En la estructura actual, los estudiantes tienen la

responsabilidad de elaborar la agenda informativa, buscar la información,

procesarla, acompañarla gráficamente, jerarquizarla y diseñarla. Se han

dedicado a escribir y a enviar textos no solo de los que construyen por

exigencia de la cátedra, sino también aquellos que dan cuenta de la

cotidianidad de la escuela, ciudad y país.

El diseño.

Para realizar el diseño del periódico fueron sondeados en primer lugar los

hábitos de lectura en Internet que tienen los estudiantes de Comunicación

Social. Luego se tomaron en cuenta las características que debe guardar un

medio digital; actualización, hipermedialidad, inmediatez, cuyos detalles se

encuentran en el trabajo redactado para explicar a fondo tal punto (Henríquez

Coronel y Valecillos Vázquez, 2007).

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Administración.

El periódico es coordinado por un equipo conformado por profesores y alumnos

(Ver Figura No 1), maquetado por alumnos de periodismo digital y sus

contenidos son suministrados por los alumnos de todas las carreras. Y aunque

hasta ahora se ha trabajado en mayor cantidad con la producción hecha en las

materias de periodismo (Periodismo Informativo, Periodismo Interpretativo y de

Opinión, Periodismo Económico, Periodismo Cultura y Periodismo Científico),

la idea es recoger en este medio los mejores trabajos realizados en cada una

de las materias cursadas en la carrera.

Dificultades.

El mayor de los obstáculos es mantener la actualización. Esto por varias

razones. Una de ellas porque se trabaja con voluntarios, tanto estudiantes

como profesores, y ello hace que las obligaciones con el periódico no tenga un

tiempo determinado. Dos, los trabajos elaborados por los alumnos deben pasar

por correcciones de estilo y contenido y ellas se hacen también con equipo

voluntario. Igual se han enfrentado obstáculos técnicos pues inicialmente se ha

trabajado con diseño de un sitio Web estático, de manera que la edición de los

aproximadamente 180 documentos HTML que componen el sitio implica altos

costos de tiempo y ritmos de actualización lentos. Este problema debe ser

solventado prontamente mediante la migración a un software gestor de

contenidos que permita la actualización en caliente de la información noticiosa

del periódico. Otra de las dificultades es el número de alumnos que pueden

incorporarse en los procesos de redacción, edición y actualización. Sin


22
embargo, la posibilidad de crecer en recursos técnicos y humanos permitiría el

crecimiento del proyecto y por ende una mayor participación.

Agenda.

El periódico Vincúlate se compone de las siguientes secciones:

 En relieve: un espacio para profundizar un tema de interés social

local o nacional que a través del reportaje le ofrezca al lector la

posibilidad de confrontar fuentes, conocer la dimensión del problema,

establecer sus causas y posibles consecuencias y en fin, obtener una

visión general de dicho tema.

 Perfiles. Ofrece la descripción de un personaje destacado que por

su desempeño o característica merece un trabajo detallado de su vida,

sus ideas y sus perspectivas.

 Vox populi. Los temas que van de boca en boca, aquellos en los que no

hay mucho consenso, los que generan incomodidad o críticas, pero que

interesan a la escuela, la universidad o el país, esos son los que el

equipo editor decide colocar en la palestra para ser discutidos a partir de

diferentes ángulos con la intención de contribuir en el mejoramiento de la

discusión académica.

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 Fuera del aula. En esta sección se reseñan las actividades que

estudiantes y profesores de Comunicación Social realizan para

vincularse con el entorno: giras, pasantías, congresos, jornadas, trabajos

para instituciones, etc.

 Movida cultural. Se deja acá la reseña de los eventos culturales más

importantes de la ciudad.

 Hecho en casa. Reúne los mejores trabajos presentados en las

cátedras.

 Clasificados. Es común en las universidades encontrar hojas de

cualquier color y tamaño donde un interesado ofrece sus servicios, pues

también nosotros ofrecemos esa posibilidad. Acá se venden o alquilan

equipos, se ofrecen servicios de diseño, se alquilan habitaciones.

 Comunicación Social. Este es un espacio dedicado al aspecto formal de

la carrera: plan de estudios, cuerpo profesoral, normas, historia,

autoridades, recursos materiales, entre otros.

 Vida universitaria. También el estudiante debe conocer los beneficios

que ofrece su casa de estudios, por ello se detalla las posibilidades que

existen para deportes, cultura, salud, biblioteca, financiamiento de

proyectos, comedor y transporte.

 Vinculando. En este aparte Vincúlate te ofrece la posibilidad de ir

hacia los espacios, sitios Web y portales relacionados con la


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Comunicación Social y la vida universitaria. se presenta así una lista de

vínculos preferenciales para que el estudiante navegue a su gusto.

 Dígalo Ahí. Fue pensado para ofrecer la posibilidad a los usuarios

de expresar sus criterios sobre la vida universitaria, el periódico o

cualquier otro tema que le pueda interesar a él y al público que ingresa a

la página.

Conclusiones

En la Sociedad de la Información, donde los cambios se producen

vertiginosamente y la tecnología impone su ritmo, las escuelas de

Comunicación Social tienen la obligación de buscar salidas revitalizando su

oferta formativa, haciéndola atractiva y pertinente. Retomar la figura de los

medios laboratorios es una oportunidad para ofrecer una formación sólida

que permita congeniar el operacionalismo teórico con el práctico

Entendemos que un proyecto de este tipo no es la solución definitiva, pero

al mismo tiempo destacamos que si hacemos de él un medio para la

formación, estaremos construyendo la herramienta que permitiría reunir el

trabajo teórico y práctico del periodismo, con el de la investigación y

extensión que toda universidad debe adelantar.

Pero además estos medios permiten involucrar a los estudiantes en dos

procesos importantes. Por un lado el estudiante debe, como en su futuro

campo laboral, tomar decisiones y solucionar imprevistos; por el otro, la

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dinámica de trabajar para un medio puesto en la red le permite usar los

recursos digitales para la investigación y el análisis y con ello ir

construyendo su propia visión de lo que es y debe ser la comunicación y el

periodismo en el presente siglo.

26
Figura 1

Consejo de Publicaciones

Editor Jefe

Secretaría de
Redacción

Cuerpo de
Delegados por año Marketing y
Corrector de estilo reporteros
financiamiento

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Referencias

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Análisis de problemas y planteamiento de propuestas para la docencia y la
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