NOT-ING 3-25 Boletín informativo electrónico de la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat ANIH. Permitida la reproducción de las notas.
Concebir soluciones inmediatas
al problema de suministro eléctrico que vivimos
I Plantas eléctricas flotantes (PEF)
a La Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat propone a los poderes públicos, soluciones inmediatas al problema de suministro eléctrico al que hemos llegado, en esta primera oportunidad, sin que se considere orden prioritario, la utilización de plantas eléctricas flotantes (PEF).
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos construyó en
Filipinas el año 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, una unidad flotante de generación térmica de electricidad de 30 MW de potencia que hoy está todavía en uso, en Ecuador.
Las ventajas más notorias de las PEF son la rapidez relativa de
construcción, que se hace en astilleros, la posibilidad de usar cualquier tecnología de generación eléctrica, la transportabilidad, la capacidad de abastecimiento de combustible por otras naves y financiamiento. Para el Banco Mundial se han construido unidades hasta de 100 MW, si bien en la India opera una planta de 220 MW y existen otras de similar tamaño ubicadas en diferentes puntos de la geografía mundial.
Desde entonces hasta 1990 la idea de plantas eléctricas flotantes
pareció olvidada, cuando la penuria y los racionamientos provocaron el relanzamiento, en Guatemala, Honduras y República Dominicana, alimentadas con fuel oil. (Waller Marine).
Estas plantas pueden ser dotadas de cualquier tipo de generación en
función del tipo de combustible disponible para su operación. Entre los combustibles utilizables está la orimulsión. El diseño de una PEF 2
de 100 MW está realizado. La figura muestra la configuración
desarrollada por la empresa Waller Marine.
La experiencia de Punta Gorda
En Venezuela, dos plantas eléctricas flotantes se usaron con gran
versatilidad de ubicación en el campo Costanero de Bolívar, al final de los años 50 del siglo 20.
Las dos embarcaciones, tipo gabarras, construidas y equipadas en
Nueva Orleans en el astillero de la empresa Avondale Shipyards, cargaban con sus respectivos generadores, cada uno de 17 MW de potencia. (Para la época la unidad más grande instalada en Venezuela no llegaba a 50 MW y a nivel mundial las de 100 MW eran experimentales, de modo que 17 MW no era “pequeño”).
Las dos PFE se adosaron a un muelle auxiliar a la planta eléctrica de
Punta Gorda, de la Creole Petroleum, ubicada en la Costa Oriental del Lago, unos veinte kilómetros al Sur de Cabimas. La conformación original de la unidad fue de tres conjuntos generadores.
La electricidad se usaba en las operaciones de producción de petróleo
crudo. Dada su movilidad se pudieron utilizar para atender de emergencia, en una ocasión en la refinería de Amuay, península de Paraguaná, a 260 km, y en otra ocasión similar, en la refinería Esso Colombiana, ubicada en Barranquilla, travesía de 710 km. 3
La fotografía (en la pantalla siguiente) muestra la primera y única
experiencia venezolana en materia de plantas flotantes de electricidad. Se destacan los tres conjuntos generadores que conformaron originalmente la Planta de Punta Gorda y algunos tanques de almacenamiento. En el centro de la fotografía están ancladas las dos gabarras a lado y lado del muelle, con sus respectivos generadores de 17 MW.
Prestaron servicio durante más de treinta y cinco años. La
experiencia es muy útil para concebir soluciones prontas al problema de suministro eléctrico que vive Venezuela.