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Lunes, 8 de Febrero

Discurso de inauguracion, Margarita Zavala


Congreso Internacional de Innovación Educativa 2010

Muchísimas, muchísimas  gracias, bueno, le agradezco mucho ahorita a la Alianza Educativa Eureka, que además
fueron los que me presentaron precisamente a la organización ORT.

... Un Congreso dirigido a quienes realizan una de las actividades más nobles y más humanas que es el servicio de
la vocación de maestro o de maestra.

... el 2010, año que tendremos para celebrar nuestro cumpleaños como país. El Bicentenario de la Independencia y
desde luego el Centenario de la Revolución.

Me parece que en medio del torbellino de noticias que nos duelen y que hay varios ejemplos en estas últimas
semanas, desde luego una, pues en el Distrito Federal con lo de un futbolista como Cabañas, como lo sucedido en
Coahuila con los jóvenes o el lamentable asesinato en Ciudad Juárez hacia jóvenes, hacía menores de edad

Y en medio de estas noticias, nosotros tenemos que aprender también a hablar bien de nuestro México, a no
mirarlo con desprecio, porque la amargura no sirve ni para amar a México, ni para pedir que lo amen, y mucho
menos para resolver estos problemas.

Y a raíz de todos estos acontecimientos surgen muchas reflexiones, que seguramente las tienen en el salón de
maestros o en las clases con sus propios alumnos.

Hay un amigo que decía, que en la política nada de lo que hagas bueno, quedará impune y  es cierto, es cierto que
en la política eso pasa, siempre hay algo de sospecha, o seguramente lo hace para mal, o para tal cosa o para
hacerse propaganda.

Lo malo es que en nuestro país ya no sólo sucede eso en la política, sino también la economía, es decir, cualquier
persona que hace una fortuna o que le va bien, empieza a haber recelo, cómo es que lo hizo o lo vemos en el salón
de clase, el alumno o la alumna que tiene 10, siempre resulta ser la víctima, el matado, el nerd, la maestra que la
quieren muchísimo sus alumnos, seguro porque es un barco, seguro ni aprenden bien, pero eso sí, la quieren
mucho.

Y yo creo que algo tenemos que hacer todos nosotros para cambiar ese ánimo, y yo creo que uno de los roles más
importantes para cambiar el ánimo de este país, lo tienen los que trabajan en la educación, uno de los roles más
importantes es el del maestro o de la maestra, todos son importantes, pero no tengo duda que los maestros son la
parte fundamental de lo que es una sociedad.

Casi diría que todo tipo de unidad y de solidez de un pueblo, está dada por sus profesores, los maestros, ustedes,
pueden ser transmisores y consolidadores de la identidad nacional, la educación en México amalgama en un
crisol, todo tipo de ideología, de manera de vivir, de ver el mundo, de actuar en él y un maestro es uno de los
principales protagonistas en todo este proceso.

Y entonces nos vamos acercando al tema de identidad nacional, me parece importante porque para celebrar o
como vayamos a celebrar justamente estos 200 años y estos 100 años, me parece que tenemos que caer en la
cuenta quiénes somos y que hemos debatido mucho en ello, algunos han apostado encontrar en las raíces
indígenas nuestra identidad o en la sabiduría de los pueblos prehispánicos.
Otros lo ven más bien en los conquistadores, en la Colonia, o la ven en la propia Independencia, o en la reforma
porque se reestructuró el país, en sus relaciones internas o bien en la revolución donde se acercó más a la justicia,
a la equidad, a la educación.

La verdad es que sería absurdo cerrarnos a cualquiera de estas realidades, por algo los maestros de geografía, entre
otras cosas al hablar de los ríos, hablan de cómo se van enriqueciendo estos ríos, hablan de otros que llevan otras
aguas y hacen uno sólo y entonces hay ríos con dos tipos de agua.

La identidad nacional así, podemos decir que no se finca en las pirámides aisladas, ni en las iglesias, ni solamente
en las iglesias coloniales, ni tampoco en un solo color, ni en una sola tonada, la identidad viene entre muchas otras
cosas, sí de todo esto, pero pues al mismo tiempo y de mucho más que eso.

Pero siento que hay veces que se han ido separando frente a nuestros ojos este nuestro México, poco a poco las
maneras de pensar se han vuelto (…) ya no hablamos el idioma de los demás, pretendemos que se escuche sólo el
idioma de nuestro color, de nuestra forma de pensar y si no es mejor como lo decimos, mejor no vamos y en
medio de amarguras que no nos permiten construir un país, podemos ver que nuestro país se puede hacer
pedacitos porque no somos capaces de darnos cuenta lo mucho que podemos construir en él.

Y como luchadores tenemos que velar porque México sea de todos, de cada uno de los que estamos y de cada uno
de los que estarán, sólo así podemos entrar firmes y seguros a la globalidad que día a día nos alcanza.

Hoy, aprovechando precisamente este año, tenemos que revisar nuestra identidad, reconocernos en ella.

Hablar de la identidad de México en un mundo global es una oportunidad para resaltar lo mucho que podemos
aportarle al mundo, apreciar todo lo que somos, lo que tenemos y por qué no, todo lo que soñamos.

La identidad es la que nos hace diferentes a los mexicanos de otros pueblos, lo que nos caracteriza, lo que nos
identifica, es lo que nos une, es justamente lo que nos hace vivir juntos como nación, como pueblo, es el rostro, es
la cara de México.

Pero el ejercicio de hablar de lo que nos gusta de México se nos ha estado olvidando, ya no hablamos en este
tiempo de lo bueno que es México, lo que estamos haciendo es perder nuestra identidad y en un mundo global nos
estamos lastimando.

Incluso creo que la visión crítica de nuestro pasado nos da la sensación que nada hemos hecho bien y esto se
impregna en nosotros, en nuestro actuar y en nuestro ánimo. Decimos por ejemplo no hemos avanzado en nada,
nada ha cambiado si se mata a todo mundo en plena luz del día, y con eso empezamos a tirar los siglos a la basura.

A todos nos duelen los asesinatos y afortunadamente nos duelen, porque eso quiere decir que seguimos siendo un
país que se duele ante el dolor de los otros, ante el dolor de una madre, ante el dolor de una familia, o de unos
hermanos o de unos amigos, y eso no es un asunto menor y eso también habla bien de nuestro país.

Pero nuestra identidad no es el narcotráfico, ni los asesinatos, ni los pleitos y no podemos dejar que nos impongan
ni las circunstancias ni quienes viven de ellas, de señalar que nada sirve, yo no digo que no nos detengamos en lo
que nos duele, eso sería una verdadera frivolidad, pero es distinto cuando nos detenemos para sacar fuerzas de ahí 
y salir todos  adelante.

A veces creo que han logrado hacer que creamos que  México es un país de violentos y lleno de violencia, en esa
globalización, sobra quienes estén interesados en otros lugares en achacarnos hasta responsabilidades que no  son
del todo nuestras, y que les guste hablar  de que se trata de un país violento, y nos lo hemos creído. Y esa
percepción la tenemos y se tiene afuera.
Pero veamos algunos ejemplos que hace poco se daban por unos especialistas: México tiene un promedio de 10
homicidios por cada 100 mil habitantes y yo sé que todos creemos que hay mucha violencia y bueno, es cierto que
la hay, pero quiero decirles que, hablemos de esa tasa, esa tasa, ese promedio de homicidios.

Quiero aclararles además que nosotros el homicidio en México es un tema local y desde luego hay una parte grave
porque además dicen que sólo el 5% de los homicidios se castigan, entonces sí quiero decirles que con esa
impunidad pues ese promedio de homicidios significa que no es un país de violencia, es un pueblo que no le gusta
la violencia, porque de lo contrario aprovecharía la impunidad para que tuviera mucho más homicidios.

Pero volvamos a los datos, los 10 homicidios por cada 100 mil habitantes, en el Salvador y en Guatemala son más
de 50 homicidios por cada 100 mil habitantes; en Colombia son 36 homicidios; es decir, que tenemos menos de la
tercera parte de homicidios que en este país; en Brasil son 25 homicidios por cada 100 mil habitantes, tenemos
menos de la mitad que en Río de Janeiro y como decía ellos se llevan las Olimpiadas y el Mundial.

Y bueno ahí, yo recuerdo haber escuchado al Presidente cuando decía que eso sí nunca había oído hablar a un
brasileño fuera de su país, había oído hablar mal de su país.

Creemos que nada hacemos bien y no nos hemos dado cuenta de todo el esfuerzo que hemos hecho como país, por
dar un ejemplo, esta crisis mundial que viene de fuera, esta crisis económica, la hemos enfrentado me parece de
manera acertada y la hemos enfrentado todos, es un país que empieza a recuperarse y para ser una economía que
dependía 80% del país donde se originó la crisis pues realmente la hemos enfrentado con éxito, tenemos una
inflación del 4%, la segunda más baja en la historia nacional.

Se enfrentó la crisis, se hizo me parece de una  manera ética y a través de una política pública donde se atenuaron
los efectos y en lo que creo que todos colaboraron, sectores privados, sector público.

Si hablamos de trabajadores, basta con asomarnos a Estados Unidos, cómo tiene al mexicano como un pueblo
trabajador, pero yo creo que todos podemos hacer este ejercicio y yo les voy a pedir ahorita ¿qué es lo que les
gusta de México?, por lo menos a ver, por allá, ¿quién?

El abrazo y la risa, ¿quién más?, alguien más, qué le gusta de México, la solidaridad, la hospitalidad, el amor a la
familia, la creatividad por supuesto, la comida riquísima, las mujeres, claro que sí, el ingenio, las tradiciones, el
mariachi por supuesto, el humor, el buen humor y tenemos además una enorme historia, una gran historia que ha
marcado desde luego nuestra identidad y yo creo que ese tipo de ejercicios son los que tenemos que hacer en
nuestro salón, constantemente decirles, vamos hablando bien de México, siempre tener, me parece, que además
eso me encanta de nuestro país, un  pensamiento crítico, pero también saber encontrar lo bueno de nuestro país o
de nuestra escuela, de nuestra familia, de nuestra comunidad.

Contamos con mexicanos además que se preguntaron precisamente de nuestra identidad y podemos leer a Octavio
Paz, en el Laberinto de la Soledad o bien, podemos encontrar también a Carlos Fuentes hablando precisamente de
la identidad mexicana que decía, que decía que la identidad mexicana nace de la  abundante energía de la realidad.

Somos un país de una gran historia, que además fuimos incorporando en nuestra cultura valores como la
democracia y los derechos humanos, la identidad   de la historia la heredamos, la recibimos, pero nosotros,
nosotros somos los responsables de la identidad del futuro, el rostro que le pondremos a México y por ello
tenemos que estar orgullosos de lo que fuimos y de lo que somos para diseñar ese rostro.

Ustedes lo dijeron, somos emoción, somos tradiciones, somos comportamiento festivo, somos fuerza ciudadana.

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