Para los expertos, la meta oficial de incorporar 10.000 MW en los próximos cinco años
es demasiado ambiciosa.
Caracas. Alejandra Quijada, una señora de 64 años que vive en la población de San
Jacinto, en Maracaibo, estado Zulia, se queja ante el reportero local de los prolongados
e imprevistos cortes de energía eléctrica que se iniciaron en enero. Los vecinos de
Dividive, en San Cristóbal, estado Táchira, protestan en las calles por los cortes de
electricidad y así, las quejas por el racionamiento se extienden por todo el país.
De acuerdo con las cifras aportadas por Electrificación del Caroní C.A. (Edelca) -la
empresa de generación hidroeléctrica más importante del país-, la demanda promedio es
de 14.100 megavatios (MW). Edelca cubre 70% de esa demanda con un aporte de 9.870
KW, a través de las centrales hidroeléctricas Guri, Macagua y Caruachi, todas ubicadas
en la cuenca del Caroní, en el estado Bolívar.
El 30% restante es aportado por otras empresas mediante plantas de generación térmica.
El presidente, Hugo Chávez, informó recientemente en su programa ¡Aló Presidente!
que en 2009 la capacidad de generación nacional se situó en 23.642 MW. Esta
capacidad instalada sería suficiente para cubrir la demanda promedio e incluso la
demanda máxima. Pero no ha sido así.
Nelson Hernández, profesor universitario y especialista en temas de energía, explica que
"actualmente hay fuera del sistema de generación 3.400 MW". Este déficit se produce
por varias razones, entre ellas, porque sólo funcionan dos de las cinco unidades
operativas de Planta Centro, la central termoeléctrica más grande del centro del país.
Por su parte, Alí Rodríguez Araque, actual ministro para la Energía Eléctrica, agregó
que para 2010 se tiene previsto incrementar la capacidad en 4.000 MW y continuar el
esfuerzo para llegar a instalar unos 10.000 MW adicionales para el 2015.
A su juicio, las fuentes de energía en todos los sectores "no han crecido a tono con las
necesidades del país y de su población". Y agrega que "por la crisis, Venezuela hoy no
exporta electricidad. Hacia Colombia la exportación fue eliminada y hacia Brasil se
redujo 70% y para finales de año se suspenderá definitivamente".
Otros analistas también dudan de la capacidad gerencial del gobierno para afrontar el
problema eléctrico. Guillermo Ovalles, ex presidente de Elecentro y actual presidente de
la comisión de energía eléctrica de Fedecámaras, señala que "en 11 años el hobierno
solo ha logrado incrementar la capacidad en 3.200 MW".
También es posible que se haya realizado la inversión, pero las obras no estén
culminadas. Además puede considerarse, que las demoras en los pagos a proveedores
hayan incrementado los costos financieros. Hay evidencias de demoras importantes en
líneas de transmisión con evidentes impactos en los costos.
En conclusión, según el estudio de la USB, no basta con decir que se hizo una inversión
muy alta sin considerar la eficiencia.
Por otro lado, se encuentra el problema de las tarifas. Nelson Hernández indica que el
kilovatio/hora en Venezuela es muy barato. "Existe tendencia de aumentar las tarifas,
pero solo a los grandes consumidores".
Guillermo Ovalles agrega que el precio se ha mantenido congelado por muchos años y
actualmente el kilovatio/hora se ubica por debajo de los cinco centavos de dólar, cuando
el promedio mundial es de 11 centavos.
Sectores que crecen y los que no... Los datos de la USB revelan que la demanda siempre
crece, especialmente porque no hay incentivos para que no lo haga, gracias a las bajas
tarifas.
La única baja importante en cuanto al consumo industrial fue en los años de la crisis
política (2003), período en el cual se congelaron las tarifas. Tan pronto se salió de la
crisis, y no obstante las consecuencias que sufrió la industria, el consumo total del
sector superó el período previo.
Según el informe de la USB hay evidencia de que a pesar del cierre de numerosas
unidades empresariales, el estrato más afectado fue la pequeña y mediana industria, así
que el crecimiento de la demanda de energía es atribuible a la gran industria.
En efecto, el consumo per cápita de energía eléctrica creció 13%, versus 43% en
Argentina, 26% en Brasil, 61% en Chile. Se destaca que en Colombia creció 9%,
mientras que su capacidad instalada creció en 13%.
Energías alternativas. Nelson Hernández afirma que las energías alternativas han sido
un "saludo a la bandera" que un programa de incorporación de éstas a la matriz
energética nacional.
En su opinión, las principales barreras para su desarrollo son las distorsiones del
mercado causadas por los subsidios a los precios de las energías convencionales, un
marco político normativo ineficiente, conocimientos técnicos inadecuados y
desinformación en general en torno al tema.
Para los especialistas consultados, aun en países con políticas continuas y con precios
altos de las energías convencionales, estas nuevas fuentes de energía requieren
incentivos. Los bajos precios de la energía en Venezuela impiden que las nuevas fuentes
puedan jugar un rol importante en el futuro cercano.