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Cuento trabajado en el curriculo de español 5to grado y obtenido del libro: De Jesús Arvelo, W. I. (2007). El Grano de Oro. Encuentros inesperados: encuentros maravillosos 5to. México: Pearson Educación. p.38-43
Cuento trabajado en el curriculo de español 5to grado y obtenido del libro: De Jesús Arvelo, W. I. (2007). El Grano de Oro. Encuentros inesperados: encuentros maravillosos 5to. México: Pearson Educación. p.38-43
Cuento trabajado en el curriculo de español 5to grado y obtenido del libro: De Jesús Arvelo, W. I. (2007). El Grano de Oro. Encuentros inesperados: encuentros maravillosos 5to. México: Pearson Educación. p.38-43
EI grano de oro
La par Cayetano COT
‘ere stan le 19S
sf getey Dis
Tegel recopita
laplacia ee
rats por THAI
Dien sess Antica, verona lala de Baquin pobacores de
449 Eepafa, Algunos, como Antonio Orozco y Juan Guilarto, 0
porendo la regién y lavande las arenas de les rfos en busca de
os oes wlan en el drea da Gaparra y, Juntos, 56 convirtieron en
/> ss oe na layendas mas eonocidas de nuestra terra: la loyenda de
Una semana mds tarde, justo al amanecer, Orozco y Guilarte se
internaron en el basque, con direccién al centro de la isla. Después de
‘ocho dias de explorar sin suerte el territorio, llegaron a la cumbre de una,
montafia, desde donde se divisaba, hacia el sur, el azulisimo mar Caribe; y
hacia el norte, el majestuoso océano Allantico,
La visién era belisima: frente a ellos se extendian parajes y montahas
i verde. A sus espaldas se extendia otro
20, con dasdién—. |Esto
me cansatial
ote mhamos mucha oro y regresemmos &
"Pues tal parece que lendromos que lavar muchas arenas para eso
| —ijo Orozco, dando por terminada la conversacién.—iPues ti y yo, por supuesta!
—tespondid Guilarte—. Paro, zc6mo
erees que podriamos logrario?
—Se me ocurre qui n
Los amigos se sentaron sobre una eszleta on soges da ojogen
a erat : 98s da majagua
esate —Sugirié su amigo,
068,
a 1. Oe pronto, ara st
cous ae Aerie ie alsa ad e as 'o hicieron, Terminada ta
mientras sefalaba un lera, bajaron por
Goer llegar al fondo Sees. - oe
ia hacia esa hendoneda y de cerea, notaron que la pled
dime lo que ves. @Un Mas grande de lo Piedra era
—Sélo veo una piedra que refioja ereido. que habian
fas rayos del so! —contest6 Orozco, Ei
* 010 que "
sin prestarte mucha atencién, suticiente ae tiene esta piedra os
—No, no. Fijate bien y voras que 50 hae peat # GUE UNO de fos das
25 un 11020 de ore unido a un a G2 TIC, pero no bast, S.
pedaza de evarze —insistié Juan ImbOs —indiod E.paa
Guilato, ahora eon mas fuerza, —Busquem -
. 10S
—iTienes raz6nt {Qué buena vista otra piedra. As} ee
tienes! Fero esta en un lugar muy C2da uno — gu ndremos una para
dificil para aeercarse. ¢Quién bajaré giH16 Guitarto,
-a.cogerto?
do no tener éxito,
sia hondonada y cansado Ya : 2
Tras varios dia de Disquads O79 oct asf quién go quederia con la
voz propusa a Gulart ugar e198 OE capa: el fo permaneceria en
piecra do oro. E1que la g8na¥®
Caparra,probande sue
Duero —-acepts Guilarte—: 2Y fos dados?
— Aqui los tongo —dije Orazee, mostrindoselos.
— [Pues tratos de una ve2! E
Toes favorecid a Orozco. Guilarte felicité a su amigo con alegria: sincera:
—Felicidadest, 60 han cumplide tus deseas, Ahora salgamos de aqui antes de que
nos eoja la noche.
‘Orozco se acerod a la escalera y propuso a su comp:
—Sube 10 primero. Yo iré después con ta piedra.
‘Guilante subié y se senté en el borde de la pondienta a esperar a su amigo. Ya iba.
‘010200 por la mitad de su ascense cuando, de repent, la soga con que estaba
construida la escalera comenzé a fomperse, Entonces grité a Guilarte:
jAyidarme!
—iCémne? —prequeté aquél, angusliago.
;Adpide! Tra de la soga para que me ayudes a subir antes de que se rompa por
completo, jAvanzal
—jOrezco, tra la piedra! jPodrds agarrarte mejor sin ella! —le suplicé Guilarte,
desesperado, al ver eémo la soga se seguia rempiendo,
—iNo! Esta pledra es mi futuro) jAvanza y tira de la cuerda con mas fuerzal
jahiero:Guilarte halé con toda sus fuerzas, pero fue tanto el peso que la soga se rompid. EL
pobre Orozco cayé asi en la hondonada. Guilarte, desesperada, improvisé una nueva,
soga y [a até a un Arbol para bajar a secorrer a su amigo. Cuando lego a su lado,
momentes después, Orozco aun estaba Vivo, sin sola la piedta de oro que, junto con
su ambicién, habla ayudado a provocar su desgracia. Al ver a su compahero, exclamé