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CAPITULO 4

CURRICULUM Y ORGANIZACION
ESCOLAR
COORDINADOR
JULIO ALMEIDA

MAFUANO F. ENGWiTA

Con t& probabilidad, la reforma de la educación actual- te, ia.q disciplinas de las ciencias scciales no son cerradas, y na-
mente en curso de experimentación y en trance de aprobación da impide abordar desde cualquiera de ellas los campos que por
kgshtiva va a terminar convirtiéndose en una nueva ocasión principio mrresponden a otras. Si h geografia quiere estudiar al
perxbda en lo que concierne al c o n W del krea d o, para temtorio urbano no puede prescindir de la economía ni de la
mejor dearlo, en el aprendizaje de lo d a partir óel wnteni- saiologia, io mismo que ia sociolopía y la economía urbanas o
do & la enseiknza, o sea, del c u r r b h m expreso. A &o van a nuales no pueden prescindir de la geografia; la historia social y
c01ltnbuir ia herencia instituciod del @o. la wnfwión de la sociologia histórica son m i s dos nombres para una misma
la de las disciplinas w n ia diniunica del aprendizaje, la cosa, marcados por dos onpena distintos, que dos cosas con
inercia del saber académica y su Rgida división interna. De es- nombra parecidos (aunque cul sea el sustantivo y cuál el adje-
$ £os aram 8sjxxtos tratar- !swsinmente. tivo no Qqienide simplemente & h casualidad); y podríamos Ue-
nar páginas mbrt los caminas que w n d u m de la geugrafta o
la historia a otras ciencias cociales, sobre los que w n d w n de
GEOGRAFA E HISTORIA VS. CIENCIAS la gecgdiia a la historia y viceversa, sobre los puntos de inter-
sección y las tierras de nadie, pero no vale la pena.
SOCIAWES Sí la vale, en cambio, Dreauntarse sobre los ongenes de este
El dominio de la Geografia y la Historia dentro de lo que desequilibrio: Desde h &uela fue más &a de-las primeras
pretenciosamente se suele denominar "área de ciencias sociales", k m ,las operaciones elementales y el catecismo, o de sus más
o SmpIemente "social", es algo que viene de lejos y que, por Io sofisticadas versiones, el latin, la matemática y la teología, el
visto, nadie se atreve a cuestionar. No hay nada sorprendente wnocimiento de h sociedad (o cl adoctnnamiento en una vi-
en ello: igual que los británicos saben que un día u otro tendrán sión de la misma) ha ocupado un lugar indiscutido en los pro-
que comenzar a circular por la derecha, pero ningún gobierno gramas escolares. Sin embargo, cuando la escuela negó a ser
se atreve a dictar la medida porque se da por sentado que el una institución de masas y el Estado consolidó su posición re-
que b haga perderá las siguientes elecaones, tanto las autorida- &dora en ella, concretamente a lo largo de la segunda mitad
des educativas wmo los expertos saben que otras ciencias socia- del siglo pasado y d primer tercio de éste, ya existían otras
ks &ben desplazar en buena maíida (hablamos de desplazar, ciencias sociales que no iban a l o p r introducirse en las aulas.
no de &minar) a la historia y fa pero no se amven a Ya existian. desde Iwgo. la economía y el derecho y wmenza-
pr-O porque provocaria un cvnfijcto que los primeros tran a despuntar ttdas las demis. p o r que, entonces, la opción
no desean o un abucheo que los ~~ tampco. de introducir exclusivamente la Geografia y la Historia? ;Es
más importante saber algo ~crbrelos romanos que sobre el dere-
A primera vista, la Geogmfii y h Historia pueden cubrir cho penai? ;Son m& t m c c ~ n t e la s lista de los nos y la distn-
perfeckumte el cometido que se proponen: a1 fin y al cabo, to- bución espacial de los minerales que el mercado de bienes y ser-
do b scicial se desarrolla en el espacio y en el tiempo, que son vicios O el sistema fiscal? @
,
hs dimensiones aue dan sentido a estas disci~iinas.La Geoffa-
íia puede sofsti&, además, como "geograha humana", "geo- En mi opinión, el protagnnismo de la Geografm y la Histo-
g d ~ mnómica",
a "organización scrcial de1 espacio" y, si hace ria es inseparable de la formación de los htados nacionales y
falta, "geografía feminista", "topología del pder", etc. La his- del papel jugado en la misma por la escuela. Como disciplina
toria, por su parte, no tiene diftcultad en recurrir a la vieja má- escolar, la Geograf~aha tenido y s.igue teniendo por función,
xima ya denosiada por la escolhtica. post hoc, ergo propter hoc, fundamentaimente, instigar en el aluqnado la idea de la nación
no puede comprender cabalmente lo que sucede ahora si no y asociarla a un territorio wncreto No en vano su división clá-
se ha comprendido previamente lo que sucedió con anteriori- sica discurre entre la nación y ql resto, "de España" y "mun-
dad, y está dispuesta a hacer la competencia a la mnomia w- dial". Tada mi generación se enteró de que España tenia wlo-
mo histona zcon<jmica,a la sociología como historia &al, a la nias ("plazas y provincias") en Africa precisamente en las clases
antropología y la psicologia como historia de las mentalidades, de Geografía Hasta la Revolución de los claveles, los alumnos
etc. portugueses observaban atónitos la suprposición de los wntor-
Mientras tanto, junto a ellas vegetan como pueden la =no- nos de Angola, Mozambique y Guinea sobre el mapa europeo
mía, la sociología, la antropología, la psicología social, el dere- wmo muestra de la grandeza de su pais. Los niños brasileños
&o, las ciencias de la comunicación, etc., que no logran abrirse son sometidos hoy a un ejercicio similar: contemplar un mapa
jmso &o en los capítulos finales de los programas de las dos de un país dentro del cual se insertan los contornos de todos los
materias reinantes y, en su caso,en los de Fiosofia Ciertmen- países europeas (excepto la U.R.S.S., que no cabe). La generali-
138 CURRICULCM Y ORGAMZACION ESCOLAR

dad de los europeos y, más aún, de los habitantes del hemisferio lar Base se nutre de las siguientes disciplinas científicas: Ceo-
Norte creemos todavía a pies juntillas en el mapamundi de grafia, Historia, Historia del Arte, Ciencias Políticas, Econo-
Mercator, que para deleite de s u compatriotas situó a Europa mía, Saiología, Antropología y Psicología. Por supuesto, las
en el centro del mundo y a Alemania en el centro de Europa, aportaciones de cada una de ellas no tienen igual peso y una
engordando el Norte hasta lo grotesco y reduciendo el Sur has- serie & razones aconsejan otorgar claramente a la G e o M t a y
a la Historia una mayor presencia en el h.Entre estas razor
ta la insi@f"cancia. nes destacan no sólo su mayor a n t i g k h d academica y tradi-
¿Y qué decir de la Historia? Prlicticamente en todo el globo ción educativa, sino también el hecho de ser d a dixipiinas que
terriqueo los niños que han podido acudir a la escuela han te- abordan la realidad humana y social desde una pempectiva gtc+
nido la oportunidad de aprender que su nación es o ha sido la bal e integrada.
más grande, la más culta, la más noble o la más valerosa del
mundo. Pero, sobre todo, de asimilar la realidad nacional como Dificilmente podría encontrarse una petición de principio
distinta de la de las sdedades que rodean a su patria y supe- mejor justificada que la que cierra esta cita. La Historia tiene y
rior a la de las que la componen. España, compuesta por nacio- debe tener su lugar, sin duda, en la enseñaola obligatoria, pues
nalidades histórias y regiones con una identidad propia duran- es el pasado y la memoria colectiva de una sociedad o una cul-
te mucho tiempo negada, es un claro ejemplo. No importa su tura, pero h cuestión 25 que lugar, o más bien cuánto, en rela-
carácter democrático o dictatorial. capitalista o burocrático, to- ción con otras ciem1as sociales. La p r e t e d n de que p m t a
dos los países y todos los regímenes políticos del mundo, desde una "p.rcpa-tiva giobal e integrada". cosa que por lo visto no
la Unión Soviética hasta los Estados Unidos, desde la España haría ninguna otra ciencia social. a ceacilhmnte ridícula. Esa
franquista hasta la Niragua sandinista, han recurrido a la es- petspec-tiiri está igualmente presente, y probaldemente m& en
cuela, y en partmilar a la enseñanza de la historia, para lograr la soc<olalpa y en la economía. Cierto que &sus pueden reducir-
la identdiaión de sus sútditos o de sus ciudadana con la idea se y se reducen en ocasiones a tratamientos parciales de la reaii-
de la nación-Estado por encima de cualquier otra identidad ét- da4 bien sea metodológicamente, como cuando la sociología se
nica. social o cultural. Limita a las encuestas (a "contar caditveres") o la economía a
El mismo papel juegan hoy estas disciplinas en la construc- predecir macromagnitudes mediante m o d e h matemáticos, o
ción o reconstrucción de la identidad de las comunidades autó- por su objeto de análisis, como cuando la primera se reduce a
nomas que forman el Estado espaíiol. Los niños catalanes sociología de la estratificación y la movilidad sociales o la se-
aprenden mucho sobre Cataluña, pero poco sobre Aragón. a gunda a economía de la empresa. Pero también sucede, y por
cuya corona pertenecieron durante sigios. Navarra gana o pier- cierto que con más frecuencia, que la historia se reduzca meto-
de identidad propia según sea tratada en sus propias aulas o en dológicamente a una hagiografía del poder o que se m a l i c e
las del País Vasco. Andalucía ve resaftado o mitigado su pasado en parcelas del pasado. Lo que $ferencia a la economía (enten-
islámico se* hatia dónde soplen los vientos del nacionalismo dida como economía política), y sobre todo a la sociología, de
local, y otro tanto sucede con el acento sobre los vínculos tustó- la historia no es que unas u otras sean más o menos giobalistas
ricos con QtaiuÍia o con Castilla del antiguo Reino de V h - o particularistas, sino que aquéllas se ocupen del presente, aun-
cia. que se apoyen piara ello en h interpretación M pasado, mien-
Q o r qimé no se introdujeron ea la esme4 en cambio, !a esa- tras &aio hace & pasado, aunque k,haga a fa luz áel presen-
nomía (entonces economía política) o d derecho? Raz- para te o c m wmxxmcias para su c o m v Ek cuanto a la
hacerlo no faltaban, desde luego. La economía podía enseñar geogratia, la pretensión de globaiismo es sencillamente absurda.
mucho a los ciudadanos sobre aquello a lo que dedicaban prin- La g w ~ sólo a Uega a ser giobalista en la medida en que, no
cipalmente b u s Mdas a misfacer 5% necesidades d a n t e la ya s o h t e se apoya, sino dirwtameote se convierte en econo-
producción y el cambio. Y el drncho les podía enseñar enqué mía y sociología.
Las verdaderas razones son lo que se denomina "mayor al]-
marco organizativo, para bien o para m&, vivían, y es inen sa-
bido que su conoamiento se presume a todos los justkiabkx h tigiiedad académica y tradición educativa", eufemismos que en-
ignorancia de h ley no excusa su incumplimiento. Pero también cubren motivos bastante más prosaicos. Si se tratara de "anti-
había razones para no incorporarfas. por supuesto, y éstas fue- güedad'~"tradición", por las mismas razones deberíamos con-
ron las que primaron. La economía pdia mostrar y mostraba servar como materias clave el latín, la religión y hasta la
que la fuente principal de ia riqueza m el trabajo (y esto no lo "Formación del Espíritu Nacional" que hreQo durante cua-
decía simplemente Marx. sino, de un modo u otro, todos los renta años de franquismo. En realidad, lo que se quiere decir
economistas clásicos), asi como cuáles eran los mecanismos por -lo que se debería tener el valor de decir sin ambages, ya que se
los que su producto podía pasar a ser propiedad de otros. No ha adoptado esta opción- es que hay muchos miles de ticrncia-
en vano todo d movimiento de autc\instnirriÓn protagonizado dos en Geografía e Historia, unos ya colocados en h ensmianza
por anarquistas y mcialistas pondria ef a c a t o en el aprendizaje y otros eqeramio hacerlo de inmediato, son !os que no se sa-
de la economía potitica. En cuanto a i derecho, es de sobra co- bría qué hacer en otro oso.Dicho de otro modo, que uua vez
nocido que la arbitrariedad del poder -político o economi- se más se ha puesto la plantilla por delante y por m5ma de cual-
basa, tanto como en la inexistencia o ia insuficiencia de los de- quier consideración racional sobre las necesidades y las posibili-
rechos de aquellos sobre los que se ejerce, o incluso más, en su dades del aprendizaje.
desconocimiento.
A más de un siglo de la fomlización de los sistemas escola-
res (recuérdese, por ejemplo. que la Ley Moyano data de 1857 DE COMO VOLVER IRRELEVANTE
y las leyes Ferry de 1880-83) no parece que las cosas hayan
cambiado mucho. La Geografia y la Historia siguen dominando LO SOCIAL
P
el panorama escolar, al menos el de la escolaridad obligatoria,
mientras otras ciencias salales sólo se abren camino parcial- Hay "verdades" que la pedagogía y las didácticas espe~<ficas
mente a su sombra -engullidas por ellas- o en las enseñanzas ya de las ciencias sociales han dado básicamente por%qt.p,ias sin
apeaalizadas. TodaWa en 1989 las autoridades educativas espa- detenerse jamás a argumentar, por no hablar ya de demostrar.
ñolas pueden mribir en el "Libro Blanco" para la reforma de Una de rilas es, por ejemplo, que el aprendizaje de la historia
la enserianza, al tratar del irea de Geograkia, Historia y Cien- debe, perognillescamente, comenzar por el pnncipia y terminar
cias Sociales (e1 ";irea social") de la Eduacion Secundaria Obli- por ei final. s í , antes de Intentar comprender hada sobre la
gatona: e p m i prmenre, !a raiedad en que viven. &%e ¿i !os Lilumnos
que sigan vi rrcor-ndo de la humanidad de.kic: ias cave- a ia
En la penpecova de apertura hacia fórmulas que potemen segunda guerra mundiai o la guerra civil española. Tornemos
ia ,nter&saplinancditd ni el apmndrnje m i a r , ci area de como ejmplo los "bloques de contenido" propuestos por d Li-
Geo-ia. Htstona y Ciencias Soc-les dc a t e Diseño Cumcu- bro Blanco para el Area de Geografia, Historia y Ciencias So-
Yo me atrevo a afirmar que io que se consigue es exacw-
mentc lo coritrano de lo deseadc), de ¡o presuntamente bü-
Que, a través dei estudio forzado de sociedades y tpocas ie~a-
Sociedad y ferritorio nas. el alumno es empujado hacia la indiferencia ante lo socid,
i . Ef m&o natural y su conservación y que cuando ia sucesian de progamas le permita Uegar al
2. La población y los mnusos.
3. Las actividades econi>rmcas y los recursos naturales mundo que lo rodea es probable que ya haya perdido todo in-
4. Hacia una &edad terciaria. te& por las ciencias sociales.
5. Las ciudades. Muchos de quienes lean estas iíneas sedn personas compro-
1 metidas con el presente y el futuro de nuestras escuelas. Precisa-
t Sociedades y cuituas diversas mente por ello, aparte de sus libros de historia o biologia, de fi-
! 6 . Sociedades prehistóricds, primeras civibciones y Antigiie- sica o econornia, habrán leido más de uno sobre pedagogía, psi-
dad Cliisica.
7. Sociedades medievales y de la épxa Moderna. cología de la educación. sociolo@a de la educación, didactica,
8. Sociedades y culturas diversas. etc., y sin duda también sobre historia del sistema escolar, de la
política educativa o del pensamiento pedago,gico. ¿Se han acer-
Sociedad y cambio en el tiempo cado a1 pasado a través del presente o al contrario? Con seguri-
9.Cambio y continuidad a través del tiempo. dad e1 conocimiento del pasado les sirve para comprender me-
10. Transformación global y revolución en la época Contempo- jor ek presente y diseiíar ei futuro, y resulta con eUo irreempla-
rawa. zable, pero podría apostar a que el camino nunca ha sido el
Elrmmdoacd opuesto: kgar a p m v del presente y el futuro a partir
1 1 . Dseqrritibnos y confbctos en el mundo contemporáneo de1 pasado. Es posible, induso, que ya no encuentren claves pa-
12.Arteycñilnwaduales. ra la interpretación del presente en este mismo. que se vean Ue-
13. La orp+k&t eoorfemica y el mundo del trabajo. vados compdsivamente a buscaria en ka evolución anterior.
14. Podcr pohtico y parbcipción ciudíuiana. Yo mismo. que soy sociólogo, dedicado en gran medida a te-
mas relativos a la educación. y no historiador, ni pretendo ser-
El Libro B h se cuida mucho de precisar que esta pro- lo, podna contarme wmo un caso más. Efectivamente, el cono-
puesta no imphca una stxuenciación ni un temario (si hay algo cimiento del pasado - a m o también el conoQmiento sincrónico
que caracteri7a a este chamento es precisamente lo "cuidado- de otras soáedades y cuituras- nos ayuda a comprender el pre-
so", lo exquisitamenite M e n t e que es en todos los aspectos). sente aunque sólo sea p q u e nos permite situorlo en coordena-
pero está claro que p d mnsiderarse, cuando menos, una su- das espeQficas en el tiempo y el espacio soaales o sea bistori-
gerencia. Si no, ipor qué no proponer, o simplemente exponer, a r i o y retativizarlo, al eiimkar el aura de eternidad o inaifabi-
en un orden m m s traciicional, aunque se añadiera la misma lidad c m que se presentan ante nuestros ojos muchas
cautela? Por lo demás, pesto que ia Educación Secundaria institibciones y patrones swcales cuya vigencia e x d e nuestra
Obligatoria es et- un cid0 de cuatro años, podría corta vida consciente y cuyo ámbito supera el & nuestro entor-
a d o p l a r s ~ l a p r q w e s t a d p i e d r b ~ a ~ t e m á t i w p o r c u rno- aperkmial. Pero d camino que squhm m es el & &gu-
SO. na "!ógica" de1 conocimiento' por Io hano ~ t i ' b l e 9-
,
El primer eje tanátiw, "Sociedad y territorio" wrresponde no el de la dinámica dei hteres.
de manera clara a la Geografia. Dicho sea de paso, no cuesta Si esto es cierto para quienes hemos hecho del estudio de la
ningún trabajo obcenru cómo, desde el segundo bloque hasta el sociedad nuestra vocación -excepto quienes hayan decidido di-
quinto y Ultimo, todo son probledti@as fronterizas con, o t u rectamente ser historiadores, y aun en ese caso es probable que
madas prestadas de, la economía y ia sociología. Pero lo que in- e1 proceso haya sido el mismo, sólo que más temprano-, con
teresa destacar es otra cosa:los ejes tematicos segundo y terce- mayor motivo lo sera para quienes no lo han hecho ni lo van a
ro, "Sociedades y culturas diversas" y "Sociedad y cambio en el hacer, la gran mayoría de Las personas y, en particular, de los
tiempo", son propiamente la Historia, aunque el primero se escolares.
apoye parciaimente en la antropología y ambos en la sociología. En los últimos tiempos se han hecho notables esfuerzo^ por
Hay que esperar al cuarto eje temática,"El mundo actual",pa- transformar el wntenido de la Geogda y la Historia, por
ra q~ a- por En temas y problemas relacionados con la acercarlas mas a una perspectiva efectivamente globalista y una
expenma d a t a &l alumnado. tanática más relevante para el alumnado. El temario (o la enu-
meración de "bloques temáticos") antes atado es una buena
Bajo todo esto subyace una wn;epción del proceso de ense- muestra de ello. La Geogmf~aya no es una interminable acu-
ñanza y aprendizaje, y de la relación entre )a teoría y la prácti- rnuIacii>n de listas de n a . montes, cabos y golfos, ni la Historia
ca, entre el saber y la d i d a d , entre el prueso y el objeto de lo es de dinastías y batallas. Hay que mngratuiarx de elio en
conocimiento, q w supone que lo m t o y Io inunediato sólo todo caso, y feiicitar a los miles de profesores y profesoras de
deben aparecer al fmaI de un bqp y penoso recorrido por lo GeulSrafia e Historia que a través de su prktica individual y de
abstracto y lo lejano. Una concepcik que probablemente tenga equipo y de su acción más o menos organizada en Movimientos
sus raim en la matemática y ia teología, que son los únicos de Renovación Pedagógica, ascciaaones profsional&, Colegios
campos del saber o de ia superstición que realmente funcionan de Licenciados, sindicatos de enseñantes, etc. han lagrado cam-
según aa secuencia, pues e1 resto no k, ha=. biar en parte la faz de la escuela y hasta que sus propuestas Ue-
El problema aqui es h tonfusión permanente de la dinámica garan a formar parte del discurso oficíal'(8"Libro Blanco es un
de1 aprendizaje con la Iógica de las disciplinas. Si uno desea ser buen ejemplo de eUo, aunque, en a t e asprto, no pasa de ser
historiador, es posible que lo t o m t o sea comenzar por la his- una declaración; sin embargo, ésta es otPá historia).
toria antigua para liegar a la contemporánea, etc.; es posible, No obstante, nada de esto g a r a n h por si mismo que se co-
+
pero no por ellw seguro, si bien aquí no vamos a detenemos en necte mejor con las inquietudes los alumnos o que se sea ca-
este problema. Sin embargo, lo que aquí interesa es el proceso paz de movilizar su interés. La descripción (más el análisis, la
de aprendizaje de millones de adolescentes que no tienen la me- crítica y lo que haga falta) de las formas jurídicas de propiedad
nor pretensión de ser historiadores, que son simplemente perso- o los grupos sociales de la República romana no tiene porque
nas y futuros ciudadanos adultos para los que consideramos resultar más atractiva para los adolescentes que la lista de los
conveniente que comprendan la sociedad en que viven y tam- emperadores, ni la de las instituciones feudales que ¡a enurnera-
bién, y en función de ello, útil que comprendan sus orígenes y ción de los reyes godos. Incluso puede suceder lo contrario,
procesos de transformación. Ahora bien, se puede llegar a la pues aquellas interminables sagas dinásticas tenían mucho de
historia desde la interrogación sobre el presente o al presente "historia del corazi>nn,entretenida al menos por la imaginativa
desde el recomdo de la historia, y la escuela ha optado siempre sucesión de confiictos sucesonos, crímenes, conjuras y otras
abiertamente por b mundo. anécdotas más o menos exóticas.
140 CURRICULUM Y ORGAMZACION ESCOLAR

En una entrevista realizada en el curso de una investigación no movili;zin los sentimientos individuales y colectivos como lo
sobre las enseñanzas medias, hace ahora cuatro años, un alum- hace el presente.
no de un grupo explrirnental, que de otro modo lo hubiera sido Una lista de reyes es una lista de reyes, y nadie necesita ya
de Formacion Profesional -y que más tarde lo sería-, decia la- proclamarse partidario de los Ausburgo o los Borbones, ni car-
pidariamente: ''& mi qué me importa lo que hicieron los roma- lista o isabelino, porque ya no son cuestiones vigentes. La des-
nos hace cien años?' Cualquier profesor de Historia, aparte e cripción de una institución feudal es una buena ocasión para
corregirle las fechas, podría haberle respondido de inmediato descargar nuestra ira sobre las injusticias del pasado a la vez
más o menos así: "Comprender la sociedad y la cultura roma- que nos felicitamos, desde el peor etnocentnsmo, por los avan-
nas te ayudará a comprender la sociedad y la cultura de la que ces del presente. La historia cumple a menudo el papel de per-
formas parte." Perf-o, salvo que se presupone que el alumno mitir una catarsis colectiva que nos reconcilia con nuestra situa-
tiene algún interés en comprender la sociedad y la cultura en ción. Si hemos podido superar tan graves injusticias y resolver
que vive, lo cual es mucho presuponer. Porque aquí no habla- tan serios problemas, ;qué dificultad vamos a tener con las pe-
mos de un interés objetivo, independiente de la voluntad, el que queIias bagatelas que quedan pendientes?
normalmente invocamos cuando d&os que las personas de- Sin embargo, toda explicación histórica entraña una op7ón
beri tener una actitud consciente y critica ante su entorno social, poütica, y el hecho de que los alumnos no lo perciban no excu-
etc., sino de un interis subjetivo, el que moviliza la voluntad de sa a los profesores de hacerlo. Esto es especialmente cierto para
conocer y comprender. Es posible que ese alumno nunca hubie- quirns piensan que la historia o ias ciencias sociales pueden ser
ra tenido ese interés y nunca Uegara a tenerlo, o que lo hubierd manejadas mmo una serie de hechos objetivos, pues quien, por
perdido y nunca lo volviera a recuvrar. O es pusible que lo tu- el contrario. toma una opión, al menos sabe que lo ha hecho y
v i e r q pero que no encontrara ninguna utilidad en conocer la que erdn posibles otras; por e h , desde su posición, que puede
historia de los romanos. Al fin y al c a b , cuando dcx-imos que indistinramrnte denotarje mmo "partidista" o alabarse como
d cunccimiento de la historia es un instrumento para la com- "comprometida", no tiene d i f i t a d en reconocer la viabúidad
prensión del presente estamos pesando en cierto tipo de conoci- de otras opciones, y es sólo cuestión de conciencia que lo haga.
miento, pero t a m b k podemos imaginar múitipla formas de Pero quien no sabe o no quiere reconocer que ha optado se ve
abordar el pasado sin la menor relevancia para la comprensión llevado a presentar su opción w m o ia Única posible, su visión
de la sociadad actual. de la historia o de la sociedad como la visión "objetiva" e indis-
Puede s&r que el vacío no se produzca entre el presente y cutible y, cualquier alternativa, w m o un error o como el resul-
ei pasado, sino entre una forma academica de entender el estu- tado del partidismo.
dio de$ presente y la forma en que la gente lo vive realmente. Si
volvemos con nuestro alumno de Formación Profesional, candi-
dato a trabajador, supongamos, del sector del metal, tal vez la
organización de los procesos productivos y el funcionamiento LUCES Y SOMBRAS EN EL
del mercado de trabajo, que son temas tan "sociales" como la APRENDIZAJE DE LO SOCLAL
Constitución o la guerra y la paz, fueran mucho más capaces de
conectar con sus intereces o suscitarlos que estos $timos. Y es Las ciencias sociales no están fuera del alcance de la influen-
posible que la historia clei orico de mecánico o maquinista le ciadelasocialadea~x~yue1vea;deellasp~deciz-
reniltm mucho más cercana que la dc ias profesiones de mo- se, a m o hi&ra He& de h tihmíii que son ni tiempo expre-
narca o de señor feudal. Y, a partir de ahí, podría interesarse en sado en el pensamiento. Y aqui debemos señalar la importancia
problemas ciertamente conexos, pero más lejanos, como la Re- no tanto de cómo ese h p o , o esa épocAi, piensa, como la im-
volución Industiiaí, la división internacional & trabajo o e1 pommcia de en qué piensa CuaIquier objeto de las ciencias so-
feudalisno y ias revoluciones bur- ciales se presta a la interpmlación, a la mistifiición ideológica
to que vengo postulando es que el aprendizaje de lo social y, por q d no, a la pura y sirnpie faisifik-ación consciente o in-
&be partir de la ex-a directa e indirecta de los a l u m n q consciente. Asi hemos p o W Damar a la expansión de los pue-
no de abstr-ones construidas por los espenalistas o los profe- bles germánicos "migración" pero a la de los puebles á r a k
sores. Si aplicamos esto al área social de la enseñanza, o a lo "invasión", a ia invasión de América "descubrimiento", a un le-
que el proyecto de reforma Uama "Area de Geoda, Historia vantamiento militar-fascista "movimiento nacional", etc. Pero
y Ciencias Sociales" (;es que la geopraflif y la historia no son esto, en reaíidad, es lo que menos importa ahora, p w nuestro
ciencias soc~ales,o es que lo que se quiere decir es: geogaíía, país wmo otros, ha conocido un notable avance del pluralismo
historia y varios'?), signrfi que hay que comenzar por el pre- y la tolerancia que permite ya interpretar y explicar de manera
sente para llegar después al pasado, siempre con la voluntad de distinta unos mismo fenómenos y los enseñantes han d a o -
vdiw al p m t e y extraer lecciones para ei futuro. llado una wnc- ~rofeSanalaue les lleva. oor un lado. a la
Probablemente una de la razones por las que esto no se ha- exposicion y búsq& de i n h u n e i alternativas a i& pri-
ce. o que puede argumentarse para no hacerlo, es que, cuanto meramente asumidas v. oor otm. al reconocimiento v la afirma-
antes introduzcamos a los alumnos en el análisis de su p m n t e ción de que lo social @& y debe ser objeto & enfoqiies dife-
social, antes los empujaremos a cuestiona que son inciertas, rentes.
opinables, polémicas y, por así decirlo, "politicas" o "ideológi- Más p v e , Un duda, es 21 reducido espacio de la sociedad,
, y es bien sabido que la escuela siente pavor ante este gene- presente o pasada, sobre el que las ciencias sociales tratan de
ro de situaciones (por eso numerosos clásicos de la pedagogía arrojar luz y el amplio espacio de la misma que normalmente
propusieron postergar cualquier educación morai hasta un mo- dejan en ias sombras. Toda actividad de enseñanza-aprendizaje
mento avanzado de la juventud, pero lo aerto es que sólo pos- se apoya en opciones previas sobre qué es lo que merece ser co-
ponían la educación en d ejercicio del libre albedrío, pues la so- nocido, enseñado y aprendido, y si importante es el guión que!
cialización en la moral dominante se les colaba invariablemente ssrribimos para los actores que aparecerán en escena muchq
por la puerta de atras y desde el principio). Es virtualmente im- más lo es la se1eccion previa de &tos. E 3 en este punto donde
posible abordar las relaciones de clase, de género o étnicas, la i n t e ~ e n e ncon toda su fuerza las d i v e ~ fracturasde
s ia -e-
distribución de ta renta. ei funcionamiento del mercado de tra- dad, m particular las que yim en tomo a las diferencias de
bajo, el drsnnpleo, el gasto publico, etc., incluso con la mzjor dase, de género, de grupo de d a d y etnicas.
disposición a exponer objetivamente los hechos y equidistantc- Si empezamos coa Las fracturas de clase, no a diftcil consta-
mente sus interpretaciones alternativas, sin verse abocaido a to- tar cómo la historia que s&amos a fundaryntaimente ta his-
mar partido o empujar a !os demh a que Io hagan. Los t i a - tona de !os pierosos, cir: las clases dominantes y los p p ~ s
p s prittéritw, por el =untimo. pemten exposic~onessupuesta- que ie deáetentad~el poder poiittca. En ia mueia se suele
mente sépticas, interpretaciones presuntamente objetivas y aprender algo, por ejempIo, sobre como se organizaban politi-
apreciaciones pretendidamente distantes, porque, en todo casa, camente los ciudadanos libres de la polis griega pero nada O
casi nada sobre caimo viviari ios esciavos o los extranjeros; se d ~ pso ~los: hombres en un mntexto &al dado wmo 10s ras-
ilega hasta el punto de ¡a saciedad explicando ia historia de m u gos naruraies de ia persona @or ejempIo, la agresividad), o wn
namas, nobles, prebostes religiosos o caudillos militares, pero se los propios de un estadio del dffarroiio de ia humanidad @or
habla muy poco o nada de la vida de los siervos o incluso de la ejemplo, ki n ~ i d a dde Iogro), negando la diversidad desarro-
de los hombres y mujeres libres en los poros de la sociedad feu- llada por las mujeres y colocándose así, de manera automática,
dal; se glorifka el papel de un Axkwright, un Edison o un Ford, tautológicamente por debajo de b s varones cn una escala hecha
pero se ignora el de millones de campesinos que lograron que a medida mascuiina.
d q u i e r parecido entre una patata cultiva& y una patata sil- Las diferencias é t ~ c a han
s dado lugar al mismo proceso.
vestre sea pura coincidencia o el de cientos de d e s de m&- Nuestros escotares estudian historia de la España cristiana
m que crearon y perfeccionaron todas y cada una de ias m&- hasta el aburrimiento, pero aprenden poco sobre la contribu-
quinas de la revolución industrial. cion del Islam y nada sobre moriscos y judíos. No hablemos
Las ciencias d a l e s de1 presente incurren también en omi- ya, por supuesto, de los gitanos, que, a pesar de ser un pue-
siones similares. Lo haee, por ejemplo, la sociologia cuando de- blo migrante y dedicado principalmente al comercio (fa dos
cide estudiar Ia distribución de la renta, que siempre ofaecerá la formas principales de difusión cultural fuera de las conquis-
imagen de un continutmr, en lugar de fa distribución de la rique- tas y antes de los medlos de comunicación de masas), por lo
za o la propiedad, que siempre ofrece la de una fractura. U la visto &¡o contribuyeron a nuestro acervo cultural con algo
economía, cuando presenta la organización del trabajo como de folklore. La historia universal, por otra parte, es para no-
una cuestibn Wca, de "equilibrio entre los factores", en vez sotros, ciaramente, ta historia del MediterrBneo primero y de
de como un espacio de lucha poiítica, entre los agentes que se Europa después.
wuim bajo esa denomimeibn.
El g b r o , el constructo social alrededor ciei sexo, permite En este capítulo debemos incluir tambien Ia minusvalora-
ver todavía mejor el papel de tas simples omisiones. Las condi- cion, hasta hace muy poco, de las diferencias nacionales y
ciones de vida y trabajo de las mujeres constituyen un m a t d iingüístims dentro del Estado español. Ahora ya gozan de
bhicamente opaco para las ciencias sociales, y esto bato para un reconocímiento formal como eatidades politicas e histon-
los enfoques apologéticos como para los más críticos con d or- cas, pero no creo que pueda decirse lo mismo todavía de su
den socid existente (por e&npIo, para el m&mo y para h reconocimiento como culturas. Por otra parte, la diversidad
"historia W). h a t o que se han visto reducHfas ai la ma- cultural de los pueblos que forman España no se agota en
yona de las saledades y las &pocas históricas, a la esfera de lo las demarcaciones autonómicas, y ya podemos encontfar en
privado, la historia puede permitirse planear sobre &as sin si- el h b i t o de éstas actitudes similares hacia 10s inmigrante
quiera verías desde el momento en que opta por ser h historia, de otras comunidades o hacia otras comunidades internas sin
del Doder. en e1 aue ellas casi nunca finuraron. Asi si wbre kx entidad política propia.
esclavos de la &tigÜedad sabemos 6, sobre las mujaes (la Entre ks c i d a s sociales no históricas pcdemw t o n ~ co-r
única esclava del pobre, que deaa Aristóteks), zwWdas al gi- JBO epmpkt, una vez más, la sociología, Entre los soeióiogos
neceo, todavía sabemos menos. hciuso los intenta; Q pasar de so-# que se dedicaban en kis setenta y pruneroS
la historia de los p o d m a~ia~"historia
~ sociat" swka detener- ochenta al tema por excelencia, la estmtifícadbn y la movkfad
se a las puertas del hogar, fimitándose a &&nos aigo wbre d .w&b, y más conmtamente la retaabn entre posición sedal
campesino o el artesano pero nada sobre la campesina o el ama de origen y posición social de destino ( cuyos multados son to-
de casa. &vía los que se utilizan en las universidades espgñolas, a falta
Las ciencias &les del presente no las han tratado mejor. de material nacional consistente), la cauteia de excluir a las mu-
La economía, por ejemplo, excluye de entrada a la mayoría de jem iba siempre acompafiada de otra: excluir a las personas
las mujeres de su ámbito cuanáo se reduce a sí misma a econo- "no blancas" (entonces los negros, ahora también los "hkpa-
mía de las t r a n d o n e s monetarias y los prooesas productivos nos"; añadamos, para hacer justicia, que también se excluía a
subyacentes tras eiias, lo que le permite dejarias fuera de la "po- los militares, pero esto tiene otros motivos). En España no es
blación activa", considerar "trabajo" solamente el remunerado, pm&o hacer esr, con los gitanos desde el momento en que, m-
etc., y esto a pesar de que las horas de trabajo doméstico -en cihmente, por su forma de vida no son "encuestables" (no vi-
un país como España, por no hablar ya de los " m W o b - ven en manzanas y, por tanto, no suelen a p a m en los mues-
dos"- son notablemente más que las & trabajo ranunerado y, treas). Es revelador que de elfos no se haya ocupado la wdol@
por consiguiente, la mayor parte de la actividad de las pmonas &a, sino más bien la antmpologia, a la búsqueda de
(de la actividad que conduce a la producción de hiena y W- "indigenas" interiores y ;iccesibles.
cios para satisfacer las necesidades) se da fuera de eso que üa-
marnos "actividad económica". Fbairnente, debernos señalar tgmbittn el velo que cubre Ias
La sociologia nos obsequia a menudo, por su parte, con a- difermcks y las formas de dominación d e s asociadas a ía
tudios de las diferencias de inpmi... entre v a r m con la edad. PractKñmente todo lo que los escobres pueden aprender
coartada de que hay que excluir, por razones metodolbgic~s,la sobre la mis de las personas (varones, de grupas privilegiados y
iniiuencia de otras variables como el sexo (el género), con tone- de la etnia dominante) de otras sociedades u otras c$ocm se re-
fiere a los aduJtos, pero no a niños y jóvenes N, ,a menudo, a
iadas de investigación sobre las organizaciones econbmicas do-
minadas por los hombres @as empresas) pero no sobre aquellas
en la fue- de trabajo principal son las mujeres (las familias).
los ancianos. - *.
No los tratamos mejor cuando son nuestros coetaneos y
La antropolonía también se ha mostrado muchas veces ciega compatriotas. Considerarnos como el,,primero problema so-
ante el p&elTde las mujeres en las sociedades que estudiaba, cial del país a algo más de dos JJiilfones de parados (cifra
coneptuándolas en función de las actividades de los hombres que, según otras estimaciones, podría reducirse bastante), pe-
(por 4emplo, edmo sociedades de cazadores, cuando las muje- ro nos preocupamos muy pocp/ile saber & n o viven cerm de
res ya practicaban la agridtura o la cría de ganado dombtico) cuatro millones de jubilados (cifra que, por el contrario, no
o rninhkmdo su participación en la vida d a 1 a partir de un hay estimación que pueda reducir, y que representa sólo una
j cierto sesgo etnooi?nt.rico. parte de la tercera edad). De hecho, sólo se ha empezado a
La psicología, a su turno, nos ha explicado, de k mano del hablar de ellos desde que alguien se dio cuenta de que, dadas
/ psiwanálisis, que las mujeres envidiaban el pene de 10s hom-
bres; que el tabii del incesto, consistente en que los hijos (varo-
las tendencias demográficas, van a constituir una carga cre-
ciente para la Seguridad Social. Algo parecido sucedió pre-
nes) arrebataron las mujeres al padrc (varón) y lo devoraron viamente con los j6venes: toda ía preocupación actual sobre
para apropiarse de su fuerza, es la base de la civilicíón; que el los procesos de inserción labora1 y social p u d e considerarse
complejo de Edipo (también varón) está en el antro de la cui- resultado, en gran parte, de la paranoia producida por la
tura, etc. O bien ha considerado los rasgos psíquicos desarrolla- "inseguridad ciudadana".
142 CURRICULUM Y ORGANIZACION ESCOLAR

HUMitYLShfO Y TECNICA: trabajadores subordinados, sometidos a una autoridad, sin ca-


UN FALSO DILEMA pacidad de decisión ni ati:onomia ni control sobre su actividad.
(Solo una pequeña parte, tal v a , aprendiera además otra cosa:
a utilizar el latín, entre otros símbolos culturales, para distin-
Una parte importante del debate actual sobre la reforma de firse del resto).
la enxñama, como perspxtiva inmediata, y sobre el futuro de ~ , de ~otro modo,
h ~ fueron -ali7ados, a de las su-
la educación en general, parece haberse centrado en la disyunti- puestas mielas d e ~humanismo, para el si re-
va humanidades-tmoioÉja. Esta es, por supuesto, una exPre- almente = hubiera tratado de formarlos como individuos libres,
sión simplifirada, pues tal polaridad podna plasmarse Y se pla- conscienb y egrcientes $e sus derechos,
ma de otras muchas maneras (formación de ciudadanos o de 0 como budadanos tendría que haberse comenzado por dejarles intervenir
trabajadores, "de la persona" o "de muiSos humanos", etc.) o en la determinación del y el p r m s o de su actividad o,
trasladarse al interior de cada uno de los polos considerados menos, no forrarlos más auá de aquello cuya conve-
(humanidades clásicas vs. ciencias sociales, de un lado, ciencia niencia pudieran comparh o, como d n i m o , comprender; es
vs. técnica, del otro). decir, debería haberse empezado por permitirles, incluso empu-
El signo del cambio es, en estos momentos, que unos progra- jarlos a ejemr a m o in&viduos y ciudadanos efectivamente li-
mas escolares que estaban dominados por las materias tradicio- bres.
nales, fundamentalmente "de letras", van a tenes que dejar hue- ~~t~ es una caractefistica de la escuela que muchas personas
co para la introducción de la tecn@i~&. Frente a esto se lwan- se a que tanto o más importante que lo qw
u n voces que defienden la de materia que van a formalmente se enseña (el "contenido") es el proceso social, el
dejar de ser obligatonas, como d l a h o se resisten a que otras conjunto de las relaciones sociales (de los estudiantes entre sí,
pierdan espacio en favor de 10 Ha!+algo de sdudable en w n los profesores, con el objeto y el método de estudia, con su
lCií&Ón, al menos tal como Se f0ITIl~la:la negativa a qW entorno fisico) del proceso de e&arua-apren&je, la expe-
la escuela se convierta en una uZrÚt&óri dedicada simplemeate an, matefiA que proporciona o la estmctura institucional en
a la socialización y la cualificación para el trabajo, haciendo de- cuyo contexto di-. Y que el contexto pude educar en un
jación de otras funciones como formar ciudadanos conscientes, ,tido radicalmente d i s k t o del que se supone @ digo que se
críticos Y activos 0, ~ n d a m e n t e ,Personas que se a~ro* de supone porque, por otro lado, no se demuestra; pero sigamos
10 mejor de nuestra cultura, que es 10 que se supone co- suponihdolo, pese a ello) al contenido o al mensaje oficialmen-
de ~recisamentea las humanidades. Pem, en realidad, todo esto te previstos. Que ce puede p e r f w e n t e educar en la libertad
es gran medida un falso debate en tomo a üii falso dilema, individual y en el social, o en la sumisión personal
PUS mucho antes de discutir las proporciones, dentro del &- y el aislamiento, a tmv& tanto de] l a h como de la informáti-
de "humanidades" y ia "t&caW 0 cualquier otra ,-a,de la p g r a f a corno de un taller de madera, de la
dualidad, 10 que hay que hacer es ponerse de acuerdo sobre qué a como de la gimnasia.
queremos y qué podemos obtener de una y otra. No quiero decir con esto que el contenido de la enseiianz?
Y al llegar aquí 10 que encontramos a un dualismo bien CO- a indiferente, pero si atrevo a a f i que es secundano
nocido, según el cual el trabajo queda del lado de lo material v t o de las relaciones sociales del proceso educativo. Y no
(o, peor aún, de 10 materialista, de la de mamialisw que quiero decir que es indiferente, entre otras razones, porque no
ncls invade") mientras el mpírihl SÓk) S desarroUa fuera dd los a n t e n i d a se prestan por igual a todo tipo de relacio-
misma. Las humanidades se idea- & h f-fia, b. Cuanto &jado esté un antenido, un ~aber,de los in-
cultura clásica, la historia (la de siempre, de la que antes kmos teresa y motivos de 10s alumnos, m& coercitivo habrá de ser el
dicho algo), etc., O, más ampliamente, con el uso correcto de la contexto & su aprendizaje.
h ~En el.lado opuesto, la talega Y la fomaciÓn Para M a volvamos a lo que nos ocupa, que ahora es el conteni-
trabajo se referirían solamente a las destrezas manu~ks,el saber do. Desde luego que la función de h escuela no debe reducirse
hacer, los aqaimientos p k h . La "buena ducctciÓnn pue- a fo- a los jóvenes para convertirse en trabajadores, pero
de UW k-i~lusoa aceptar las de ia naturaleza, aun esta es una forma incorrecta de plantear la cuestión. Lo
cuanto más Puras mejor, Pero la es Ya demasiado. Es que está fuera de duda es que corresponde a la educación for-
dificil evitar que nos venga aquí a la memoria la vieja admoni- mar a las ppernas su incorpordcii>n a 1% distintas esferas
ción aristotélica según la cüid debe considerarse "viles a todos de la vida social. Podemos señalar tantas esferas o de
IOS oficios que deforman el C U ~ así, como a los trabajos asa- 1, sociejad como deseemos, pero no c m que nadie discuta que
lariados porque privan de ocio a la mente y la degradan." (PO- las & importantes son la esfera p o ~ t i m(participación ciuda-
iítica, libro VI10 dan% ejercicio de los derechas civiles y políticos, etc.), la esfera
Pero ¿qué es, por ejemplo, aprender latín? ;Es acercarte a la mnómica @reducción, intercambio, consumo) y la esfera fa-
~ d t u r aclásica o es ser llevado a detestaría? &aso aiguien miliar (ias reiaciom entre los grupos de edad y los sexos), por
p m s a seriamente que los millones de escolares que se han bisto ate orden o por otro. Decir que corresponde a la educación
forrados a aprender latín han intentado con posterioridad k m preparar a las personas para su incorporación a estas esferas no
al& texto clásico en su lengua uriginat? '0 cree alguien r d - prefigura qué tipo de preparación sea esa: podemos formar ciu-
mente que los que se vieron forzados a estudiar latín han leido dadanos libres o súbditos sometidos, trabajadores con sentido
posteriormente, y por eUo mismo. con mayor frecuencia las m- de la iniciativa o dispuestos a someterse a rutinas, hombres y
ducciones castellanas de los clásicos? ;O, tai vez, que mejoró su mujeres igualitarim o cexistas. padres y madres tolerantes o au-
castellano por declinar la palabra "rosa'"? ;Qué fue lo que real- toritarios, etc. Por eso empleo el término "incorporación", me-
mente aprendieron nuestros estudiantes de latín? nos equívoco que otro m& al uso, el de "integración", pues no
Aprendieron a dedicar horas y horas a algo en lo que no se trata de que 10s jóvenes acepten pasivamente las pautas de
encontraban riingún atractivo, ningún interés intnn-. directo conducxa, las normas y los valores & las distintas esferas de las
o inmediato. Aprendieron a dedicar esas horas a algo que no sociedad, sino de que las acepten o las rechacen según su pre'
pensaban les fuera a servir m& tarde para nada, algo en lo que pio criterio.
tampoco encontraban ningún interb instm~entai,indirecto o Quienquiera que plantee la cuestión en los té@?os exciu-
mediato. Aprendieron a poner toda su capacidad de trabajo al yentes de f o m individuos, personas, ciudadanos. etc. para la
servicio & una voluntad ajena, la del profesor. en lugar de la vida fuera del trabajo o para la excepto el trdbdj0 (0.
seMcio de fmes propios o c o m ~ d o s individuales
, o col&- lo que es lo mismo, para "la vida en general" o "lasociedad m
vos, pero en cuya fijación hubieran tenido alguna voz. Apren- generai". pero sin referencia espeeíík ai trabajo), lo que hace
ihcron a que otros decidieran por cUos. y a su pesar. 21 ob.jeaivo es dar por supuesto uue ei trabajo no GS ni,-uede x r e s ~ a d o
y A p r w w de su irabajo woiar. .'iprendierun. en juma, !o para !a iinenod N. para la autunomia, ;I¡ $ara la panicipacihn,
esencid que tenian que dprender para convertirse d q x k s en etc. Se coloca en la perspcsctiva de kristoteim: un gran filósofo.
de herencia irrenunciable. pero tambieri el icieóiogo de una hasta la fecha ha venido ocupindoio ae manera dominante. si
sociedad esclaiista, carga sucesoria de la que debemos libe- noexcluyente.
ramos. Como colofón, lo más probable es que tampoco con- Respecto de la "formación para e! trabajo", el procao d e k
siga realizar la magra tarea planteada, formar individuos li- ser exactamente el opuesto. Hay que terminar con la idea de
bres para las esferas en que se lo ha propuesto, precisamente que prepararse para la vida activa es exclusivamente adquirir
porque la dicotomia que formula se basa en la incapacidad capacidades y destrezas generales o especificas, manuales o inte-
de captar tanto la sociedad como el proceso educativo en su lectuala. aplicables a un proceso tecniccl predeterminado. La
conjunto. formación para la vida activa debe incluir tambien la compren-
Lo que necesitamos es dar un vuelco a las concepciones sión de que el entorno de trabajo es un entorno social, que po-
que presiden tanto la "formación general" como la "forma- ne en relación entre si a indi\~duosy no a objetas, m& aún,
ción para el trabajo" en la escuela, librandonos del viejo des- que es un entorno polítiw, marcado no tanto por deferminis-
garro weberiano entre el "especialista" y el "hombre cultiva- mos técnicos, que no existen o apenas existen. corno por rela-
do". Respecto de la primera, hay que terminar w n la idea de ciones $e poder y de fuerza entre los grupos implicados; en fin,
que entre la sociedad global, represmtada en la política o en que es un entorno en el cual y respecto al cual son posibles o p
la cultura, y el individuo o su esfera de interacción inmediata ciones diversas, pero en el que la condición para optar es, pre-
(la familia, la vida privada), que constituirían el reino de la viamente, conocer.
libertad, lo que hay es una suerte de zona de sombra, el tra-
bajo, que seria inevitablemente el reino de la necesidad. En Hay que entender que el trabajo (y no $10 el trabajo remu-
realidad, que hagan esto es lo que esperan de los educadores nerado). que es hoy un cumponente oentral de k vida de todas
el Estado, el capital y la dirección de las empresas: que for- o casi t d a s las personas, es también un objeto y un espacio hu-
men a los escolares en la idea de que se puede tocar, incluso mano y social, con mayores y mejores titulos que muchos de
transformar, la política o la vida cotidiana, pero de ninguna los tanas y problemas de los que hoy se ocupan las humanida-
manera las instituciones econbmicas aue ellos dominan. Y es- des y las ciencias sociales en la escuela.
to es lo que hace la institución escoiar cuando considera la Cuestión muy distinta es reconocer la dificultad que supo-
economía o el trabajo w m o una caja negra, excluyéndola del ne esto en una institución cuya plantilla combina a un profe-
campo de lo social para ubicarla en el de una presunta racio- sorado de humanidades y mencias sociales formado en sólo
nalidad tecnológica (que presidiría la organización interna de una pequeña parcela de éstas. y que generalmente no conoce
la empresa) o espondnea (el mercado, que regulana sus rela- otras máquinas que 10s electrodomésticos ni otros procesos
ciones externas y mutuas). de trabajo que el de enseñar. w n un profesorado de ciencias
Co que hace falta, por el wntrano, es abrir, incluso vol- de la naturaleza y de tecnolagia cuya formación humanistica
car, las humanidades y las ciencias sociales hacia las expe- y social es sim6tncamente exigua; pero esto es algo que ata-
riencias y los problemas que son relevantes para todas las ñe ya a la política de perfeccionamiento y reeiclaje de una
personas (no se olvide que estamos hablando de la enseñanza plantilla preexistente, una problemática umiiar a la que en-
obligatoria y común). o sea hacia el trabajo, el intercambio. frenta cualquier organización que, con un personal altamente
el consumo, el ocio, las relaciones entre los géneros, la sexua- cualificado, deba responder a procesos de cambio, y que re-
lidad, las relaciones entre los grupos de edad, la cultura de quiere una considerable movilización de recursos Es el pre-
masas, las formas más próximas de organización política, cio de cualquier reforma seria. y negarse a satisfacerlo sería
etc., lo cual significa restar correlativamente espacio a lo que vaciarla de contenido.

LOS TEXTOS FUNDAMENTALES Y EL PROBLEMA DE LA DIDACIICA:


A PROPOSITO DE UNA SELECCION
POR
RAFAEL JEREZ MIR

Como es sabido, la teoría de la resistencia ensaya la media- de Ios mecanismos que provoca. estimulan y muitiphcan dicha
ción d i a l k entre
~ el determinismo de las primeras teorías de resistencia; 4) abandono de b investigación & L resistencia
la reproducción social y cultural y el enmascaramiento de la di- frente a la reproducción de Ia desigualdad de +ro racial y
mensión reproductora del sistema de ensefianza por la interpre- étnica; 5) escaso desarroiio de la organización de d d a con-
tación puramente espulativa de la relativa autonomía escolar. trahegemóniws, de la prcdua5ón de materiales e-iares con-
Y lo hace a partir de dos puntos de apoyo complementarios. A trahegemónicos (manuales y otros t e x t o s _ ~ , l a m ,instrumentos
saber: la wnstitución de una matriz teórica alternativa rigurosa audievisuales y otros utiles didácticos) y del despliegue de
para el desarrollo de currícula wntrahegemóniws, w n la ayuda prácticas pedagógicas contrahegernónicas con el fin de wntra-
de una actitud conceptual y metodológica abierta, capaz de in- rrestar las diferentes formas de la reprodúcción de la desigual-
tegrar el fondo relativo de verdad de las diferentes perspectivas dad escolar por medio de la escuela; etdtera megas Fernán-
sciciológicas; y la elaboración de currícula alternativos, materia- dez, 1988: 171-173).
les de enseñanza (manuales escolares y otros textos, materiales Supuesto esto, tras analizar el'problema general de la didác-
audiovisuales, etc.) y prácticas pedagógicas con el fin de opo- tica con la ayuda de los apuntes sociológicos de determinados
nerse a la reproducción escolar de la desigualdad social en sus clásicos y "neoclásicos", en este artículo se trata ver en qué me-
diferentes formas. Todo ello a sabiendas de la wndicibn todavía dida una selección de conjunto suficiente y adecuadamente arti-
incipiente de la teona de la resistencia y de sus principales limi- d a d a de los "textos fundamentales" de la propia sociología de
taciones: 1) carencia de rigor conceptual y de capacidad analiti- la educación (Jerez Mir, 1990) puede operar wrno una intro-
ca y sistemática suficiente; 2) articulación deficiente con las teo- ducción eficaz al wnocimiento de esta disciplina y contribuir
rías de la reproducción social y cultural; 3) identificación insufi- así, como una modaiidad más, al fondo de materiales de ense-
ciente de los espacios que hacen posible la resistencia frente a la fianza necesarios para impulsar una práctica pedagógica contra-
reproducción social y cultural escolar, así w m o de las fuentes y hegemónica.

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