El jardín de Alicia

El “País de las Maravillas” se encuentra en este jardín de una iglesia de Oxford, Inglaterra. Pocos
saben de su existencia. Aquí, la pequeña Alicia y el escritor Lewis Carroll forjaron la amistad que
dejaría uno de los libros más fantásticos de la historia. Día Siete visitó el espacio, a propósito
del estreno de la nueva película de Tim Burton que recrea la historia. Texto: Miryam Audiffred
foto: miryam audiffred

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 E l país de las maravillas es, en la realidad, un
pequeño jardín amurallado que hoy está cubier- Entre maleza se observa la silueta redondeada de una
puerta verde... Se trata de la misma que Alicia intenta abrir
to de hierba. No hay conejos blancos con chaleco,
guantes de algodón, reloj y abanico, pero de vez en

para llegar al “jardín más hermoso que ha visto jamás”

vez se aparece un gato peludo y pelirojo para jugar
en el pasto y trepar por el tronco del único árbol
que todavía se mantiene en pie.
En él habitan aún las cigarras y en las tem-
poradas de lluvia todavía crecen los hongos que
sirven de paraguas a los insectos. No se escuchan
más las risas de los niños pues, por alguna extraña
razón que nadie logra comprender, su existencia
es el secreto mejor guardado por los habitantes de
Christ Church, un imponente conjunto de edificios
que alberga a uno de los más grandes colegios de
la Universidad de Oxford y a una catedral.
Es justamente en esa catedral donde Charles Lut-
widge Dodgson –mejor conocido como Lewis Carroll–
ideó los escenarios del mundo fantástico que pondría
en papel para complacer a la pequeña Alice Liddell,
la hija del párroco de la iglesia y vecina del lugar. La
niña que, con el tiempo, sería su inspiración para crear
a la protagonista de sus libros Alicia en el país de las
maravillas y Alicia a través del espejo.
Día Siete tiene la oportunidad de compartir ese
secreto gracias a Mary Palmar, la encargada de la
iglesia de Christ Church y quien, a escondidas de
otros visitantes, nos conduce al lado Oeste de la igle-
sia, caminando con la suavidad y discreción de un
felino entre bancas y veladoras. Siempre en silencio.
Al llegar al muro de piedra se detiene. Mira
de un lado a otro y, después, recorre sin prisa una
pesada cortina de terciopelo color rojo para dejar
foto: sitio oficial
al descubierto una puerta de madera que huele
a tiempo y sorpresa. si la puerta tuviera vida y de tanto sol estuviera bitácoras de vida desde su infancia, sólo se conoce
La puerta está cerrada, pero ninguna llave cuel- despellejándose. la serie de diarios que empezó a escribir a los 21
ga de su cerradura o brilla entre los dedos de Como en el cuento, Alicia –la verdadera Alice años y que él siempre numeró.
nuestra guía. A nuestro alrededor tampoco hay una Liddell– debía cruzar esa puerta para llegar al jardín Se trata de 13 viejos cuadernos de cabecera que
mesa de tres patas, alguna cajonera o mueble, don- de la iglesia y jugar con su gata Dinah. Y es que Alice se extienden desde el primero de enero de 1855
de la llave pueda estar aguardándonos. vivió en la casa de al lado y a los 4 años adquirió el hasta diciembre de 1897. Por ellos se sabe que la
“No te preocupes”, dice Mary casi susurrando. hábito de explorar los rincones de la iglesia vecina en historia de Alicia en el país de las maravillas nació
“Es cuestión de maña”. Después de decir estas pala- compañía de sus hermanas Lorina y Edith. sobre las aguas del río Isis, uno de los tantos brazos
bras, se apoya en el extremo izquierdo de la puerta Fue así como el 25 de abril de 1856 se topó por líquidos del gigantesco Támesis, mientras viajaba
y ésta simplemente se abre. primera vez con el escritor y sacerdote C. L. Dodg- con sus pequeñas amigas Lorina, de 13 años, Alice
Al fondo del jardín, escondida entre maleza y ra- son, quien ese día fotografiaba la catedral de Christ de entonces 10, y Edith, de 8.
mas secas que crujen con el más mínimo movimiento, Church. El encuentro fue el inicio de una larga amis- Era verano –justo el día 4 de julio de 1862– cuan-
se observa la silueta redoneada de una puerta verde. tad que cambiaría para siempre la forma de escribir do el sacerdote, escritor y también maestro de mate-
Mary nos cuenta que se trata de la misma que Alicia libros infantiles y dejaría como legado uno de los máticas decidió explorar los alrededores de Oxford en
intenta abrir en el libro de Lewis Carroll para llegar al textos más fantásticos de todos los tiempos. compañía de las tres hijas menores de su vecino. “Hice
“jardín más hermoso que ha visto jamás”. una expedición sobre el río, rumbo a Godstowe, con las
Si en el fantástico cuento del escritor inglés la Diario de Carroll tres Liddells”, escribió en su diario. “Tomamos el té en
puerta mide apenas 15 pulgadas de alto, la que se Gracias a la Lewis Carroll Society, con sede en la ribera y regresamos a Christ Church hasta las 8:30.
observa en este jardín secreto es sólo un poco más Londres, sabemos que el escritor tuvo el hábito En esa ocasión les conté el cuento de hadas Las Aventu-
pequeña de lo normal. Además, está pintada en de llevar un registro riguroso de su vida. Escribía ras de Alicia que prometí escribir para Alice después”.
un tono verdoso que se ha ido perdiendo con el a varias horas del día y sus relatos estaban, muchas La historia llenó de palabras y expectativa todo el
paso del tiempo y se ha caído en pedazos, como veces, llenos de detalles. Aunque comenzó a llevar viaje por las aguas del Isis y el Támesis hasta llegar
fotos: miryam audiffred

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 La existencia del jardín es el secreto mejor guardado en
Christ Church... Ahí, Carroll ideó los escenarios del mundo
fantástico que pondría en papel para complacer a Alice
a Godstow, un pequeño poblado en el que se encuen-
tran las ruinas de una vieja Abadía. Las pequeñas
Liddell quedaron tan fascinadas con los personajes
y escenarios imaginarios que ideó su acompañante, que
Alice le hizo prometer que les daría la historia en papel
para leerla y releerla en casa. Él cumplió su promesa
dos años más tarde, cuando le entregó a Alice el ma-
nuscrito con ilustraciones hechas por él mismo.
Nosotros también recorremos una parte de ambos
ríos y visitamos la pequeña tienda que se encuentra
frente a la catedral y en la que, supuestamente, Alice
compraba golosinas. Además, caminamos los interio-
res de la iglesia y del colegio de Christ Church, donde
se han alimentado muchos mitos sobre la figura de
C. L. Dodgson, la mayoría de ellos basados en su
gran fascinación por las niñas pequeñas a quienes,
incluso, fotografiaba en su estudio.
La investigadora Jenny Woolf se dio a la tarea de
acabar con toda suspicacia. Rastreó las cuentas banca-
rias del escritor y publicó la biografía El misterio de
Carroll, que acaba de llegar a las librerías británicas.
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foto: miryam audiffred
Es ella quien nos habla del genuino interés que
el autor de Alicia en el país de las maravillas tuvo
siempre por las niños. Según Woolf, la cuenta ban-
caria del escritor estuvo muchas veces en números
rojos. Era un hombre tan generoso, asegura, que daba
donativos a cerca de 30 organizaciones que apoya-
ban a niños que sufrían de abuso doméstico o eran
huérfanos. “Ganaba 300 libras al año, pero gastaba al
menos 50 en ayudas”.
Niño eterno
La personalidad de Lewis Carroll es todo un miste-
rio. Se sabe que vivió y murió extrañando su infan-
cia. También que pasó 47 años enseñando Lógica
y Geometría en un colegio de Oxford.
En alguna ocasión escribió que “daría todo por
ser niño otra vez durante un día de verano”, lo
que explica que a veces se comportara como si de
verdad hubiera podido regresar a su niñez.
Cuentan que un día el flamante escritor entró
a una casa avanzando en cuatro patas. Pensó que
Una gigantona
serían los más pequeños de la familia quienes le abri-
rían la puerta y por eso después de tocar el timbre se
agachó para poner sus pies y manos en el suelo.
Al abrirse la puerta entró gateando para sor- La actriz Mia Wasikowska nunca se vio interpre-
presa de los ahí presentes. Avanzó gruñendo como tando a una Alicia adolescente que a lo largo de
animal unos cuanto metros hasta que, al levantar la cinta cambia de tamaño varias veces, pasando
la cabeza, descubrió que había equivocado la direc- de un diminuto cuerpo de apenas 6 pulgadas a ser
ción y que no había niños, sino adultos de pipa una joven gigantona de 20 metros de altura. Hele-
y guante reunidos en una junta. na tampoco había atestiguado su enorme cabeza,
Anécdotas tan divertidas como esta inundan cuya proporción Tim Burton incrementó tres ve-
los renglones de sus diarios. De ahí que algunos ces para crear una reina de corazones inolvidable.
estudiosos lo describan como un “sabio distraído”, Johnny, por su parte, no tenía ni idea de la intensidad
mientras otros lo señalan –simplemente– como un final que tendría el color naranja de su cabellera.
hombre tímido y poco sociable. En esta nueva versión del clásico de Lewis Ca-
Nada más lejos de la realidad, dice Edward rroll, Burton imagina a una Alicia de 19 años que,
Wakeling, uno de los principales estudiosos de la nuevamente guiada por el conejo, regresa por la
vida del escritor inglés. Carroll fue un hombre so- misma madriguera de su infancia al mundo que co-
ciable, un gran jugador de croquet y un amante de noció una década antes y que olvidó por completo.
los viajes. “Fue un socialité que amaba la compañía El director ha dicho que su intención es aportar
de otros, y si esos otros eran importantes mejor. una imagen más fresca de Alicia puesto que –en
Nunca llevó una vida de encierro en Christ Church, sus palabras– “siempre ha sido una niña deambu-
pues viajaba con frecuencia a Londres. Tampoco le lando de un personaje loco a otro, sin lograr ningu-
gustaba que lo adularan”, afirma. na conexión emocional real. •
Lewis Carroll tenía problemas para pronunciar
la letra “P” y era increíblemente organizado. En el
caso de Alicia en el país de la maravillas, el autor
realizó en su diario un registro minucioso de las
personas a las que entregó una copia de la primera
edición: 28 por ciento de ellas quedaron en manos
de niños menores de 10 años y 47 por ciento en
poder de adolescentes con menos de 20.
Perfeccionista y meticuloso, Lewis Carroll fue el
propietario de una imaginación que se desbordaba sin
límites en cada relectura de sus obras. Por eso el texto
que publicó originalmente no fue idéntico al manuscri-
to que regaló a Alice para cumplir su promesa. El que
se ha hecho famoso por sus adaptaciones al cine y la
televisión, el que ha sido traducido en 125 idiomas,
tiene añadidos los episodios del gato Cheshire y la me-
rienda con la Liebre, el Lirón y el Sombrero Loco.
Así lo reveló la misma Alice poco antes de su
muerte, al subastar en Sotheby’s el manuscrito que
por azares de la historia hoy descansa en la Biblio-
teca Británica, con todo y su universo de animales
parlantes, alimentos mágicos y reyes de papel.
El país de Tim
No es ningún secreto que al director Tim Burton le
gusta sorprender con sus películas. En el caso de
Alice, su último filme y también el más costoso
que ha realizado hasta ahora –con una inversión de
250 millones de dólares–, guardó la edición final
con tanto recelo que Mia Wasikowska, Johnny Depp
y Helena Bonham Carter tuvieron que esperar hasta
el estreno para disfrutar del retorno de Alicia a la
tierra de la fantasía.  •
foto: sitio oficial
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