Reseña del conferencia: Una perspectiva de Género.
Desde hace algunas décadas se ha ido introduciendo el concepto
de género en nuestra cotidianidad, y cada día es más común escuchar a las personas, hablando de los distintos géneros que existen, dando su opinión al respecto, e incluso defendiendo su posición ante otras personas. Sin embargo sería interesante saber si las personas que ya utilizan este término en sus conversaciones saben realmente de qué están hablando, si se encuentran bien informados de ¿qué quiere decir género? o si ¿conocen las implicaciones que trae a la sociedad la existencia de este concepto?. Jutta Burggraf, profesora de la Universidad de Navarra, en su libro “¿Qué quiere decir género?” nos explica de manera muy simple pero enriquecedora, el concepto de género o gender, sus orígenes, y sus implicaciones en la sociedad actual. El término lingüístico género expresa tres distintas variaciones: masculino, femenino y neutro. El feminismo radical de la década de 1960-1970 empieza a expandir el concepto de gender como una manera de justificar que el sexo no está dado al ser humano por la naturaleza, si no más bien por una construcción de la sociedad y la cultura, según los roles o estereotipos que se le asignan al sexo. Como en la lingüística, en la ideología del gender se quiere insertar un tercer espacio, donde pueda ser justificable y aceptada socialmente cualquier actividad sexual, y así además de la dicotomía hombre – mujer que corresponde a la naturaleza biológica, existan también otros géneros como la heterosexualidad femenina o masculina, el homosexualismo, lesbianismo, la bisexualidad o la indiferenciación de sexos. El género pretende una reconstrucción de la sociedad, donde hombre o mujer no son las únicas formas de vida humana sino, incluyendo cualquier otra condición. El gender no distingue la identidad sexual; dada por la naturaleza como hombre o mujer, de la orientación o preferencia sexual (heterosexualidad, homosexualidad, bisexualidad). Por el contrario, crea una idea de neutralidad, donde no deben existir diferencias ni diversidad entre los sexos, intentando así que cada uno de ellos sea autónomo e independiente de los demás. Lo anterior destruye la idea de una sexualidad complementaria entre hombre y mujer, y está muy lejos de llegar a la armonía; además debilita el núcleo de la sociedad que es la familia. La relación de los sexos debe estar basada en una entrega hacia el otro, no para satisfacerse asimismo. Hombres y mujeres deben buscar la complementariedad de sus sexos, en todos los aspectos de la vida, trabajo, familia, oportunidades, estudio, amor, cultura, etcétera, y a su vez pueden abogar por una igualdad de género mientras esta apoye el derecho a ser diferentes. Invito a todas las personas interesadas a conocer más acerca de la problemática: sexo – género, a leer acerca de este tema en el libro que les comenté al inicio de esta reseña.