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Ce eer POT ae tse r ca eee Tena te PETES eee i ee en ees Sree Tien arr enero an ey er i ee een Fried cape encarta ono eta sie Say hire Rrra ear eae eee eee Port nee rae bee ee eee nee ee nea ne Ae Era a eeeieact tr rete peer See net eae serail Peete enn ean Vera sny hi ey anemia ne Fe aaeta vec eet eit niente Eee eer tee ers ne centres eee aren parr anette Pe eCea Tenet ceo Tr ieee iether Ecce Nie eer eee eee eee CS eae terres aes Cer ae teat cere Ta ee Neve AST nant eta ERT Oceey rin rec ene LC na ea eee Ceara te aero man ee Ee ce een eee ee uae Circe area Cts cee tee ere ee ee CSS naa) eens eencn ne Sa rere ae ete ree Sere ees ern a ae CDS ne a Vennt a Cte cd Se eee Edmundo Paz Soldén nthe Me THIN caer) dela nacién enferma Edmundo Paz Soldan Alcides Arguedas y la narrativa de la nacion enferma (© Bmundo Pa Sodan 20. (Phra edteres 2003. Primer eden de 2003. SAN: os 70.9 DL: ets Produc Phra elton 2 Rowondo Guiee S85 ag Eeunder “oh 24018 f ease 597, La Pa, Bala Email plaraldetalnctbo Impress Bai Amis pais, Rar y Lacy, que sab que para quien se nica ‘nel mando de a iteatur, tad lectures lid Agatha Christie y Siakespeare A la memoria de Antonio Corej-Polar Indice 1" Inttoduccién 1 Sexsalidades cuestionadas y el "trauma histérico” dela modernidad en Psagit von 1 Indien degeneration 3 dese en Wks Waar IL, Nacién (enferma)y narracién: ef discarso dela degeneracién en Pueblo enfermn IV. Laeenfermedad social en Vide cola V._ Raza de bronce y la diléetica dela negacién del otro VL Mozaly narrtiva del fracaso: Ia Historia general de Bolivia (1809-1921). Conclusién, 1957: regreso a Pueblo enfermo Obes citadas. a 48 7 95 1 5 43 169 Introduccién Las iltimas dcadas do siglo XIX fueron un periodo de profunda ransformacin politica, eonémicay socal en Amé- rica Latina. La vigorosa expansién de tina economia expor- tadora, la democratizacién polftica en la mayoria deo patses| ~limitada, pero superior alo que habia existido hasta ese en- tonces-y la erecionte urbanizacisn fueron algunos de los fac tores moderizadores que permitieron a las dites sofar con ‘optimism el ansiado ingreso ala moderidad, tal como ésta hhabia sido definida en los centros de la cvilzacién europea: racional,teenol6gica, socialmente progresiva (Calinesct 265)! América Latina habia ocupade un rol ambivalent enel proc 0 histérico de la modernidad en Occidente. Aunque habia, desde el siglo XVI, contribuido a su produccisn debido a que erala primera perifera dela Europa moderna, laatteridad que contribuia a definirlasubjtividad moderna, esa contribucin In habfa levado a cabo, sobre todo, como un sujeto pasivo en el proceso global de la modemizacién. Los cambios en el fin de siglo harian del continente un sujeto activo, una parte fan 1 Mbrs qua mademidd debe etendere como un period itis ‘es into beng ns world wer the aon] imperstves of ath land es hve ben vilenty Woven et of question, yet hers the ‘romalestion of ath ane eh, ther Instron asa Way ie, ‘rimmed, daly, pois! cone” 15), Para el as de Late fm, ver aralo de Masel “Melodrama Se and Ni tin Ameren de ii” Latamen op rmano a cone oMASOINO 3” 1 tra Chile en 1879, es un “Altar soberbio" (76). A su muerte, se Tollama ol “Cristo de un Calvario sangrientisimo” (60). En Pisgua, la conguista amorosa es también Ia forma de superar una débil masculinidad. Vllarino, gracias al amor, es cl “para” que se hace “grande”. Sin embargo, hay un aspecto del amor que él todavia no conoce, y que menciona el narra dor: EI Amor! jAcaso gecmen de dichas y quizas también detritus de algo que esta en descomposicin!” (44) En esa fra- se, que anunciael desenlice, se enctentra una de las claves del pensamiento arguediano: no hay ninguna faceta de las rela- iones interpersonales que no esté viciada, enferma, en des- ‘composiciin. Et “detritus” se encuentra en el mierocosmos de las relaciones sentimentales y raciales que se producen en la sociedad boliviana,y en el macrocosmos del caerpo socal dela historia nacional, El discurso dela degeneracin le servi= sf Angudas pra pfloizar aos sus macionaes fe. {08 toca la nisin. Sn ds fas que toms aris del in do siglo en (Occidente fue la redefinicign de lossignificades delomasculi- no Jo femenihno. La aparicién de movimientes en favor de la cemancipacién de la mer produjo, en paises como Inglaterra, Francia ylos Estados Unidos, una fuerte reaccién antifeminista yum intento por marcarclaramente la fronteras que separa ban al hombre de la mujer en lo matriz binaria del género (Showalter 8), En Latinoamérica, el fin de siglo también fae tuna época de iberacién para la mujer, sobre todo en lo paises mas desarrollados del continente. Refiriéndose ala Argentina, Francine Masiello eseribe en Betucen Cioiiatcn and Borbarism ‘que el pesfodo 1880-1910 beneficié mucho a las mujeres, tanto «través de un plan educative que las inca como maestras y estudiantes, como a través de la aprobacién de leyes para él ‘matrimonio civil (85) En Bolivia, la lucha porla participacién de las mujeres en la esfera piblica se redujo a algunas figuras asladas. La de- rnuncia de la escritora Adela Zamudio, a fines dol XIX, del “primitivismo patriaral” de la sociedad boliviana, se halla 32 SexuALoAoEs URTONADAS YB “TAUMA SIRES OFLA NCOERNDAD agudamente condensada en su poema “Nacet hombre”, Una dels estrfas se refier a la exclusin de la esfera publiga que sufrfan las mujeres ‘Una mujer superior enelecciones nofvota, y-votaelpillo peor (Permitidme que me asombre). Con tal que aprenda a firmar puede votarun idiota, porque es hombre! (en Becregal 9) Los gobicenos conservadoresen primera instancia,yIue- go los iberales, empeiados on la modornizacion gcondmica del pas, no se preocuparon por moderizar las Hgidas es tructuras teadicionales de patiipacién cludadana, que &x- cluan de dich partcipacin alas mujeres ya los indigenas La denuncia de Zamudio no encontes eco hasta 1923, ano en aque se forme el Ateneo Femenino, la primera organizacion fundada para reivindicar el acceso dela mujer a a vida pu ‘lea (Araya 18-21) Porsupuesto el Ateneo Femeninoesta- ‘ba cansituido en "tr gran mayoria por mujeres de a case alla: en la sociedad patriarcalboivian, la ieologia domi- ante acerca de Ia mujer reestablecajerarqufas basedas no slo en el gener, sina tambign en los diferencias raciles y econéiicas (Stephenson 1) ‘A pesar de falta den activo movimiento emancipatorio femenino en Bolivia Ia primera novela de Arguedasrogistra el femor masclina # ia Heraeién dela rer en expec en el Ambito sews. 3 temor produce el intento de defini la esenca del nero saciolmente constraido de Ia maser, jaro a aves de eterootpos, Anguedas, que con Alejandro ofece ina vision, dela dental delcujetomascalino como algosodalmentcons- true, ofrece,a saves de Sara, una visi dela identidd del sujeofemenino como una eseria fi, inamovible Est asime= fefaen la cancepein de Ia mateiz binaria del geo se halla Lasmicn sevommme ytacoemvcat rete Hci = socialmenteinsttuconalizada’ y permite que el sujeto mascu- Tino sea radicalmente libre y autdnomo, mientras que el seo femenino noes reconecido mas que através dela sextalizacion dlosu cuerpo. La ecucién mujersxo impide quela mujer sea tan bse como hombre a fia como el Otro particular enna nentedethomire, quien sel poser dean ategoias norma tiva,universlesytrascondentes de la persona (Built 11)" En Pisigus, tes principios esencialesrigen ala majer ena vida social: su inconstanca la valoracia de su peso expect co como ser mmane de acuerdo a st apariencia exterior, as belleza fica: la necesidal de reprimir sus deseossexuales para mantener la virgnidad hasta el matrimonio, yconellola honsa. En el acu amenas donde se inca la elcién amoro- sa, en el espacio ideo de un eampo enel que hasta os indios son parte de a natualéza Sara pede set a mujer idealzada ‘que busca Aljande. Sin embargo, una vez en lasociedad la _mujer se mestrardinconsante,incapaz de site a fos logics trbutados a su belleza, de controlar sus impulsos sexuales. ‘Alejandro no peribe quel lad dela modernidad implica {que “el Gempo del sentimentalismo ya ha concuido” (7), y 5 Ratindose a periodo 1470490, Metaren sea que “To be a man eure effort a labor hat wes ot requ of year. One die not {ond on emt by foro of wl tobe nom se as bom one Everton and activity was sguered t's man net the public copie mplcty the notion that manlines was structed senity Brahe sucha poe pay tenon ot Py athe ros me” 10 cored fomacisn del cuerpo dela mujer emo algo intgelmonts Sstarado de sounded” er ben oct 3 cl Koro se Miche Foucnult Mrs dele eel Val Lota ae. 11 Scbrea “Sodan des endl prosedorat comocstratgia doles grpos esabery poder en detorminada roca dint tla histones, ver el expo anes mencinad cel iba ce vena 12 "Astque igus un Mats yuna Css pst Seca i ek soled deesos compe, dre sl we lea con oy especie dee the yon donde cada rement eco + an peur seeszichgeleate de ave descones l donde pane clas Feoran misarantin a to ego os cles dl 5), ‘34 Sowamansscuesonnas “ALMA HETOMGO” BELA MoCERADD ‘que en esa nueva eta de inestabilidad y constant flujo, en la ‘que [os valores tradicionales estin en decadencia y ya no se ‘exalta a la patria, ala religién oal amor, es necesario adoptar nuevos valores para sobrevivir En su caso especfico, la apari- cn de nuevas formas ce conducta en la mujer implica aceptar con realisme lo transitorio dela pasidn de Sara la existencia del "detritus" que anida en todo “germen de dichas’, y dejar de Jado una visin excesivamente idealizada del amor, implica darse cuenta de que las nuevas leyes de la relacin amorosa en In sociedad modema son aquellas que enuncia st amigo juan *Gozal Hunde tu frente en sus eabelleras lavas, hirtate de be- 508, exprime todo el jugo de sus senos virgenes, pero no mas! {ngana y miente shtes que seas mentido y engafiado!” (48) La fabula moralista de Arguedas La sociedad que describe el narrador es un microcosmas regido porlasjerarquins de case y porlos interesesindividua- Jes antes que por un sentido de comunidad. Es un espacio frac- turado y exclusionarto, sin solidaridad al interior y menos al exterior de sus limites, que, en sus pretensiones de superioi- dd racial, olvida su igen nada superior -Rducda enters comohoy «unas cutis qu peu fortuna [nim login spol cpt y qe naam com despre = Tas que eh su nels Yards win ae irons, eb aida por ‘ietridese que nem ela sean sen que som casa para ques Sram mdi de edie gus debian y ace estes oy seiner: Ue featsmidad que debe existren odo grup edad, Tends Datos, des de period edes on aes enc hits Podne de temps manos a Racin bigs teae nin dando [uepor us venue coms desires preilaion (8)? IE Bests pales rena un eco de Bn sae (1867) a novela a falta de Canbaccres Exell, ol persons pencpal Gener ‘dowel petendida “pares” de la “arstcac” ageing ofa "eminem quinoa ato. dedénde proce Larne ons ne AscLes s El narrador parece identificarse con el lugar de Villarino: la clase burguesa que ha logrado una s6lida posicin econémi- cagraciasa su propio esfuerzo." Arguedas, como veremos lue- fg, jamés abandonaré esta tendencia a proveer al lector, a tra~ vvés del narrador de una interpretacién moralista de loshechos narrados. Aungue entre Pisagua y Reza de bronce (1919) existe tun progresivo avanceen la dialogizacién del mundo de la no- vela, ese avance nunca termina de iberarse de una visiGn ‘momokigea que quiere asegurarse dela forma en que la nove- la seréinterpretada, Lesnarradores arguedianos son, como st ‘autor principalmente moralistas:sus melodramas pueden leer- Sse como parabolas con mensajes didécticos para ellector:* De 4lse puede dpi que Auerbach exes deol en Mines "casi cada lineh suya revela que todo lo que dice io dice can la ‘mayor seriedad y sentido moral, que el conjunto no es un pa ‘satiempo o un capricho artstico, sino la imagen verdadera de Ia sociedad de la épaca’ (479) {Cual es fa fabula moralista en Pisaguc? Para responder esa pregunta, comencemos recordando que, en la novela, los expacics aristocrético y burgués se definen por oposiciGn: Villarino “Ilevaba por herencia una cesta aversiGn a esa socic- dad, 0 mejor. a ese circulo que se preciaba de arstocratico” (60), Sara, en cambio, posoe na educacién “arstocrtien” y es recbida con los brazos abiertos por ese crculo social. Lejos ya el espacio utdpico del campo, la sociedad citadina, con sus “Hinds aon aio, ines haan id, cata sus buss. a= ‘hos bts Bogle cos con a pata en el su, bastards de olor pty de ello concloramgre, adventurers, oe dion." BD} : 14 Runguedl burg Viarno eda a sacieda “seo eee tis en que, pa tun escent “on pasado intachable y “une nuda noble’ 09) deme una medal muy sera 15. Loveline moral y ldramaes suger por Peter Brooks: “At its mest sbicous, the melodzematic mode of coneepbion and ferent nay ape tbe ery proces pencing Fond [Ron rams! thes ie and finding terme tn expe (12) 36 Sexy cons AL "RANA ERE DELAMCEERADAD cos cde dase su enaltacén dela jer como un ckjeto Ey vata se mien reac 2s beers estticnprodatré tI imcas ameroso ya pronstnd por aan cxand a prt- Since la lain, le abla advert a Vilrino: ciate, Gqerdo hermano cda,poqulasruresmunc on cons tines, Saran uate nace qu sen eer asta dave STgones prchas de ponocso sr nentnllas oben porque tohacer” (8). ogi por sulla, Saas ni sfmima se tes hermes sae calidad dominant Terr ens enol nga). La sociedad pars Sr, es ccpdode Narco qe ke pemite enter bellesa con vet Y comprobarpoae!etorla verdad delafrasede foam acerca Aetrinconstania delas majpes, La ila prods poresta “denen ce tina stant, abla moval qe quer contr enarador ‘ilamujremesetrnoenolegea conserva una cet independenay sostnte db en cer queen nur Te sod sempre arabe no ‘Sapna con peuenci del cielo meeanequela prisons ya eye contri so djs nds venga ys fala, eonces ehaseentendiuloy repugnant el mas ideo rpugraedelos eres I) Lasleyes dela sociedad ciolla ponen en conflict ala mujer soltera: por un lado, al elogiar su belleza, privilegian una vi- sin sexualizada de ella por otro, para mantenerla en alta esi ‘ma, leexigen la represion de sa sexualidad, Cuidar el “hones? significa reprimir el deseo, mantenerse como un objeto sexualizado posivo para asf conformar a la norma social. El Iarrador reconce la existencia del deseo sexual en la mujer, fungue To asoca a tuna etapa biol6gica en la vida: "De sangre ardiente, [Sata] sentia dentzo de sf esos ans y esos d {que son inherentes a a juventud: sents la necesidad de verlos realizados” (8). También reconoce Ia dificultad de la repro= sin de esos deseos en Sara: “era para ella un mactiro el tener ‘que acallar todos los impulses dle su naturaleza” (55). Existe Lowa nonnaa2eANCUAS 2 ‘una contradiccin entre el natural deseo femenino yl ley s0- Gil, qu impide la relizaién de ese deseo Siel orden tradi- ional esperaba que la mujer reprimiera sus deseoso,simple- ‘mente, la coneebfa como un ser asexual, un stjeto que no desesba tas traneformaciones sociales habfan puesto ese o> denen entedicho El naztadoradvierte el peligro de la apari- ‘din de un naevo sujetofemenino, dspuesto 9 revindicar st Sexuaidad en contraposiin a at leyes sociale, Sa descrp- ‘én dela perdida dea virginidad de Sara,amanos dun "Don Juan” argentino hace hincapié en esta contradccén: “Fae mi Jor Fue pres de aquello que se sobrepone po encima de leyes, férmulas y anatemas: la Came, Cumplis eu destino, pero no segs elmundo. CaySbruseamente, desopetin y sin emedio.. Entacaida cuando nose aust adeterminades costumbres con tiuye ol mas remendo anatema conta la mujer” (9) Ena fable arguediona Ia ena de Sara drematica la ne- cesidad,en la mujer, de controlar el deseo sexta. Est tiene su expresionalegética, de manera rivilegieds er el rs. ttode Sara, Como sefale William Greenslade, fa deformidad evteriorsupiere sempre una interior, vicevers (50). Loso- ‘genes de If ciencia fisondmica, en la que ciertos rasgos de la cabeza y la cata son tomados como indicadores del ihterior del ser hurnano, pueden retrotracrse a Aritteles, pero es Lavater quien, 2 Anes dl siglo XV, I articla como un iste ima oherente de iposconsimbolos que ienen valor de norma cultutl. Hacia 1870 el antropSlog criminal Cesare Lombro20 actualiza ese sistema de esteeotpifcacion para una época spt és gurosamente cea 60) Area ne > por las ideas de Lambroso, mare la cada de Saran la Moraes: Zarate! “emi Wil 9 Versuantala “Darwinsme a aol elDarini social en Ral Hs ISSO Hi “ Tnotansseo ceamenaccn neo Wis Wanna Sanveda consideraban al indio como una “ptstula” que ha- ‘a que excluirdel proyecto medemizador, mientras que Pando advertia de a realidad de la amenaza de una “guerra de razas, {que ya sobreviene por impulso propio de la raza indigena” (en Zavaleta 154) En a dividida sociedad estamental de esos ios, ‘Waa Wuara registra las ambivalencias de joven intelectual ‘pacefo: por un lado, la condena simbélica del indigena a tra ‘ves del uso del discurso de la degeneracién para epresentar- Io; por otro, el reconocimiento de que la rebelin aymara es jnstifcada, lo cual va a contrapelo de la “Ficciin dominante” ‘que encarnan hombres como Saavedra o Pando, El discarso de la degeneracién en Bolivia La representacin del realidad en Wana Wir est ne dada pore) discurso cientifico europeo de fin de siglo, que formaba parte esencal del "dicureode a degeneraccn™ Este iscurse,basado en las revolucioneras teorias de Darwin y {unido al desarollo dele medicina psicoldgica, intents expli farel paradsjica hecho de que la retrica del progreso el mito ominanteen la cvilizaci occidental desde los tiempos de Ta lustacin, vena crecentemente acompaiada por una sen- sacién de una profunda alenacién espicitual, degradacisn y pobreza, El dseurso de a degeneraciny al identificar Is cat fis del “lado oscaa del progreso” el costo humano de Tasno- demizacin, nis de a criss del discurso del progresoy se convirti con rapes en un mit lterativo ate, y casi an poderoso como dens ciculs centfces ntlectiales eu opeos." The Dek Se fags Ver ambn Greenslade, Willa: Degeneration Cire at fhe Nea 2850-194, Pak Dani Fass of Degeneration A Evopen Dame 846 1208 yl caplet de Azthor Herman The dof Date ster History. Bowcimo pea esmenscee oY Bours, » ste discurso surgié en Europa debido crcunstancias hisrcas expects losprofundscambios exons ct turalesy sociales que ocurtieon en patses como Inglaterea, Franc Alemonine Ray queseroron sobre tad el pa saje uhano (Greenslade 13) La continua exparsién de a po- blaciénenlas grandes cludades europea produjo en &ta tna hasta entoncesinsospechada concentracion delos extremos de Ia aquezay la pobreza. La expansin se tracy en rsevaafor- ras de organizacién y movilided soca. La dimensiny rapi- dez de los cambios tivo, as vez, ovias cansecuencias en Ta Sicologia ya conducta dé sex human: valores religios05, digos morales y de ase, acitdes hacia los roles sexusles y Incie Je misma sexualidad sueiron una profunda tcansfor maciGn (Greenslade 15) Lasfectos “anormales” de la furia ‘moddernizadora el progresonecestaban de un discus teo- sia que expicar] sus causa. De origenes madestosy limita dos, anclados et Ia biologi racial del siglo XD degencracin Tega converse en una palabra con un significado muy am pli en elfindesigle. Poi aplicarsea cualquier tipo dente: ‘medad, patologia soca, o anormalidad sicolgica y sia. l= cluso sesospechaba que un individso de apariencis sledable tenia dentro suyo, sin sabero,rasgos degenerados (Stepan, “Degeneration” 112)” En Latinoamérica el discurso dela degeneracin loges scpian nant ete inact y enties ¥ fue tlzado principalments para una expliacin rca de as causes por le cles alas nuevas replicas es estaba tan diffe convertrseen naciones modernas. Este discurso pro- pela de uma justificain y lgitmacion cientifica a muchos sis racalésexistenes desde Ia colonia, ala vez que ex Plicaba las eousas profundas por las cuales el proceso moder 1h El gmplo més conocido del abo del cncepto de In dogeneracn pars and ctrl ela obra de 193 de Ma Nord Entering (Degen Sep Nordn, los dageneradee ol er lo cs ‘als oo enfrson mentale sna amb heavets » Inco, ecacra yess ah Wt Wea rizador liberal no llegaba a product naciones modernas. La ractonalizacién de los prejuicios tavo como resultado el hecho de que, en muchas regiones del continente, el perfodo republi- «ano haya sido mas racista que el perfodo colonial" Eltexto fundador del diseurso dela degeneracién en Boli- via es "Nicsmedes Antelo", escrito en 1885 por el historiador ‘mucefio Gabriel René Moreno. Este texto es ala vez un home naje yuna nota biogréfica sobre el pensador crucefio Anteo, ‘Ambos pensadores ejemplifican la mas extrema posicién ddarwinista en la “cuestién del indo” segtin ellos, To que nece sitaba para regenerar a pais era la desaparicin deli tuna seleccionada inmigracin anglosajona.* Esta pos tema era representativa del pensamiento darwinista enfa re- si6n oriental de pais, donde los indigenas eran minoriay, por Jo tanto, era mas fill elaborar fantasfas de exterminio total, Ena region andina, los intelectuales buscaron formas pater~ nalistas de “regeneraciin” y “eivlizacion” del indo para ati cularlo en el proyecto de modemizacisn nacional. Sin émbar- 0, la mataniza de Mohoza en 1899 produjo la reactivacion discursiva del teme dela "guerra de las razas", supuestamen- te impulsada por los indies sobre la minoviacriollo-mestiz. Los responsables dela matanza de Mohoza fueron sometidos un proceso judicial que dé de 1901 1904; una comisin de 1 AnnLawaSiner sea que sl iscuroraciets“nvaably dawson a (Sisal dons of prio represontaton tare est ne or [Saas appr st eco a4 turn to the post ne eharesses el Droemsive pce 9; “Racsms provide uth dans about how Bectocal word once was ly soc Inegultes doo should peri, fan the sci dino on hich the fotare should rest”). Race Gnd he Econ of Dee 13. Nene ta Ants" Seextinguesel pobreindio alempuje derues- tea ana, coma sv exing dodo, diol oan Sa ‘stn de ls iferieres es una de as picones dl progres ‘es cm dicen eso sation dln, eomolo cee ta sors “Soonca fore nevoble, por me doles gat se Es como tion ampuracgn que duel, pero que ea laganrena salva de rmuere" 107) Broseuso ne Laneeanenaco oy Banas, a into frances vino Bova para estudio la manera de Broca y Lambrosn ls ragos fens, lene la sone. svn de ics procestdosintgens. 5 uco de Monvza secon vit en la encimacin sibs del proceso calla cal tara ind, ge ead pores del Pas Despys de "Nios Ant lex cave del dix ‘curso de Ih degeneracién en Bolivia es la defensa de los 288 ineulpados indgenas quel abogado Bautista Saved hizo tnoctubre de 901 Saavedra mimbro importante del pa dolly utara presidente dea acon eva en fel ponicn do tener que ain lo excess indigenes rou patio ducanela guerra, y ala vez dar au perio en tlpogeranguments pars reprint susecaliados aroagu {Phono Low cess tndigenag deca eave, ean ‘Sorazén deser “Quah sido denis per necstesetepa, sados y qué es para nottros no obstnte las eteraee ¢ iguaitarns cocoa Gel cristiano que edie profes’? ‘Apenas ana bestia de crg,miseraley abject quae no hay que tner compas yl uc hay qu expltr hasta inuanidady To wegen” (145) Lo que heb seid cx Mohoro tenia causa deterministasy stdvien, derivadas delninterordad radial lindo: “Los proesades de Mohoza "osonjustcabies- pony exe delta cole sel esl, do de cera perversigadAngentaencomplicded del mero ansente curate han contbuo a ivantaie todelasinades (155) Les aymaras son “una rara degrada da. prima alegar aa itnas ass desu desaparecine 47), infuyente decuren de Saavedra marc el debate sobre cl indo en las doe primerasddcadas del siglo, Su texto cone Trarogal dle: “E rename de a nerds int de no ono sera cetifen fe una contrccn tempore ut mim tiempoquese sprpssdepjutsneesporaden jug conta ompleps ylisambisonessocles deunapoblacsn minaira pepo por $a propia dein inten a rc 1), 2 Innes ossnetcn oso Wis Wants densa no sélo las principales lineas del debate, que luego reco- gern intelecuales como Arguedas y Tamayo, sino tambign las imagenes més fuertes del miedo cxollo al levantamiento indigena: "y no sélo son estos sucesos los tinicos signos de] forceeo generalmente intl, que aquellaraza despliega para sacudirse del yugo del blanco y del mestizo: ah estén las fre ‘cuentes sublevaciones parciales de los comunarios que ven- dlieron sus terras, y que en desquite de ese despojo, se ingu: Tien a los nuevos propietarios en festines y orgias de un canibalismo si limites” (145). En el imaginario creo, la escena de canibalismo se con- verte en a expresion visceral del miedo a una venganva indi- .gena justificadacel pagoa la culpacriollapor lossigios de abu- 50 Y opresin. Arguedas, trabajando con el “sintoma de la nacién", utilizaré la escena de canibalismo para el escabroso desenlace de Wata Wuara Decadencia y jerarquizacién racial {La tama dela novel esa siguiente: una hermosa indige naaymara,Wuata Wana, es violaday después asesinaa por ‘Aborto Carmona, hij del dueto de ia Racenda en lagu si ‘e-y porsus amigos Su novo, Agi ecide que es hora de Pont fenoalos abusos delosblancosy, despues de consultar {lsabo de a comunidad, Choquehuanka, prepara a venga Sn Losingios de lahacenda se eben, queman a hacendn hla ulimaescena, matan a Carmona st amigos enn npn de eangre. Alo Lago dela novela, Arguedas describe a Situaién decadente den rezaaynare, pero todavia no deds- ede comoto hard luego en Pueblo ifemolnconeersen ‘Gas que sa deancia lene para la moderizacién dl pais Su vgn es todavia esting, ys limita a plantar dma pera unanitariaypateraliss a problema delos abuses de Tnrazablanen sobre a yma, y day través dees panten- tmientounajusificacion chino levantamient indgena i i Dicanenc vJtanquzice Aca, % tema dela decadencia aparece desde la esconainictal de Ja novela er la que el nazzador describe el lugar donde se van a desarrollar los acontecimientos “Lindando cqnellagoy con Ja pdmpaalzas,abrapta, el cero Cusipata, en cuya cena atin ‘Se yerguen ias rainas lel templo donde, ha mucho, adoraban los indios al Padze Sal, templo gue fue levantado por el gran Tupac Inca Yapangu” (360). Las rainas del tempo adgutiirén tuna connotacgn simbdlica a lallegada de Carmona sus ami= gos lahacienda Pucuns, a orl dl lago. Un amigo de Car- ‘mona, Fuenteclaa, poeta “decadent y pesimista”y defensor de os indios dice, al vor ls sina: “Tadolo que hasido hoy ro es, me eas una impresién honda, Parece que cerca de as rina, se respirara constantemente una atmésferg de muerte No hay cosa mas rst ile contemplar ina rina (383). [La conterplaién de as ruinas una imagen arquetipica- ‘mente romntica se agocia,en Fuenteclar, ala idea de wna cextroma defadenca racial, tan extrema que el presente parece ‘po tener conexién alguna con el pasado: ‘Cuando yo vergoa contmplar ets unas que cloosntement atest ‘juan del pao dearazaaymaradesecho dela den de usin vez ‘uo faber exo, poe me hace duro pens uc foc ela quien [evant tan saben cain antes por sl oem icine + ‘Geer enlaposblidad de a exsencia de ows magne Una ars ‘go por mchesspls seh impuesa quehasidouneligetey acta ‘so degenera hata el etrmo de perder st pesenaiad, (#9) Ladegeneracién es tanextrema que “Ia raza aymara,gran- deen pasado dis, ha bojado tan completamente en la escala de Ia eivilizaciin, que para mejorarla serian necesarios mi chossiglos de constante labor" (383). Cuando Fuentecara ha- bla de “escala de civlizacién’, es claro que se refiere a la jerarquizacién radial predominante en las teoras cientifcas del siglo XIX, y que se convieté en punto central del racismo bio- lgico: habia una escala natural en la que el hombre europea 15 Herman, eof Dot 278 3 Irons once Dewoin Wu se encontraba en la parte superior y el africano en la inferior (8). William Smellie, in The Philosophy of Natural History, escri- bia "Independently ofall political institutions, nature herself has formed the human species into castes and ranks... How ‘many gradations may be traced between a stupid Huron, or 2 Hiottentat, and a profound philosopher. Here the distance is immense, but nature has occupied tho whole by almastinfinite shades of discrimination’ (en Stepan, Idee of Race 8). De ese ‘modo, se naturalizabala pretendida superioridad del europeo sobte los miembros de otras razas. Pero la taxonomia racial con la que trabaja Arguedas ya.no oe fija a partir de Darin y otros teéricos evolucionistas del periodo 186-0, la ciencia mexlerna establec6la dead que las razas podian regenerarse o degenerar. A través de pensadores ‘como Gobineau y Le Bon, muy influyentes en Bolivia y citados. tanto por Moreno como por Saavedra y Arguedas, se difund la rnocin de que la principal forma de degeneracicn la produce la ‘mezcla racial. Gobineau sentencia: “the inequality of races from ‘whose fusion a peoples formed is enough to explain the whole course ofits destiny” (en Young 100), Es idea no ser desarto- llada por Arguedas hasta Pueblo enermo. En Wuata Wir, at {que existen clementos mestizos, éstos son muy minimos y Ia estructura narrativase sesiene bdsicamente en tomo ala gposi- {Giada ra uno dels temas cntales de scars de Ia Ategeneracen de ndesigo”y concord, grandsrsage, con ia qe tenia Feud el ostne modero ser que ha Ghtizadoa css dela repaetn de ss nts, pe ewe en BF nan frre Argued volved. aetoshachos en vez de centro, leemmprselr anc mocha cng drama novel 26 Para tnn hina cltraldlasdea dal bara salva, vera tiene Hayle Whit, "The Formsnt Wiese: Archaea de, 29 eseuetos Daniel Pack el dsnmvo meee pga dela Seger ‘fin. eft een ya Bsa elas dea la pero tec cores lis an big smog, {heinadusey oto! phrenlogy aad payiogony” Bh cualquier momento pueda dejarse vencer por ellos y peste, 48s aparene “Gvizaden”™= Pee ‘Choguehuianka también menciona “a itante tirania de los blanoos y especialmente de los patrones, los cuales, no con tentos eon explotaros, con imponerles miltiples y pesadas ta- rem obo su mujeres sus” (4). Laima fre es porticularmente reveladora: permite que leamos la violacion de Wata Wuara no como un incidente aislado, sino como parte el abuso sistemstico al que se hallan someticos lo indigens ylesirvea Arguedas para construire] espacio dela hacienda en laltiplano como una zona de contacto sexta entre culturas. La hhacienda es una maquina de producr deseos sextales exces- vvamente marcada por asimetrias de género, clase y raza: deseo de hombre porla muje, cel sueto dominante pore sujeto sub altero, del criollo por el cuerpo erotizado de In mujer indige na” Este deseo sexual no “eduucado” a través del mecanismo “cWvilizador” de la represién de Tos instntos, alcanza su mix ‘ma expresin en la vilacin, La falta de “ecticacin del deseo” " fione serias consecuencias para lamacién.* Arguedastenia como ideal de masculinidad “fuerte” un sujetocapaz de controlar ss deseos, on el que sus acciones eran guiadas por la azn, Sin reflexin raciopal, el sujeto no podia disponer de una postura ‘moral ante el mundo. El fracas del ideal arguediano del sujet ‘moral se reficjaba en el caos moral dela sociedad, en la degene- raciin del “pueblo enfermo”. 150" Lasepi sin embargo, juga en Fred no postiv. Sao pate de Gl pd cere 7 dear acl “What apes in ory ofan nidiason antag inpulden owe thar Dereon can enly be undontond os eof he Ianto "epvestin pon with eed thai most preoe in ero Gillan” Boothe Pe Pope 190 Te me ede. Te by fenitode Sta ise : ran nocn dl exp clon cro una “esting mci”, ee slit deYoug. er 2 bain cel “edacn did” tama de aun te Eben TP fost ce aura hop Soler o rhotaressn secrecy aso Be Wis Wes sr eee seein nya sn rn Eran eee ere ea to ecient anae Oe oetan on See ae a ee ee are to tomer yeaa tind Se ciara Se ee ceca nine ele ater ee eee ee eee scons Soca ens a omens a ee caste Cae a ee car ee SS Ena vita snbivalenle prude encontarc en muchos novelas inom neenna del cy do papi del 8 Plena por emp en ters eAlenese Rares oem mE a bre del grupo dominante por la mujer sublterna, FL punto extrema de su dominio la vielaién de Wuata Wu, sea con- vertido por Arguedas en el ee emblematico yconfictivo desu ‘melodrant, la emergencia la superficie de la moral dela toria del “stoma” de la mack" ansia de posesisn del sujeto cricllo sdbre el cuerpo erotizado del Otro indigena,sugerido através de a mirada "vida d¢ Fuentecara, termina teasladéndose al plano de “lo real” novelistico en a violacidn de Wuata Wusra por parte de ‘Carmona y sus amigos. Esta escena muestra eectivamente la fragilidad ée ls limites en un orden simbélico basado en la diferencia." En cualquier momento puede desoparecer dite rencia entre os blancos “tivlizados y los ingens "Dsrba- 106": "Y entances ellos los ilizaes, ls culos cegos de = Jura y de corae,disputindose el cuerpo caida de ainda con avider de famélios satiaron en sin pudor sin vergdenea, ‘el torpe deseo de que estaban animados” (402), La “borache- ra de placer” concluye con los venesblancos huyendo “con leery malsano placer dear saison crion- ad harto tfemgo acarciada’” (402) Detris del barnizcivliza- do del Banco é encuentra un see capaz ce actos salvajes [Las novelas de Anguedas son en el fondo fabulas moral zante, expresones arttcas con un lar contenido dict co. Se puede ler Waata Wuare como una reflexign acerea del castigo que ls espera alos Blancos sine aprenden a “educa” ‘sus desees: a friadesbordaday vengtiva del Oto. que ter- minaré lteralmente, por devorarles. Arguedas coca al de- se0 sexual ene contro desu reflexin, y lo entecriza con 638 imeras especulaciones aerea de la problemica racial en Bolivia. Sin embergo, su vision del deseo no s alla eucicla al sexulidad. Por no ser espace de reprimir sus deseos de Para una nod del melodrama como un drama gu devel a lector lov valores esininales ue cpersnbnola supercedes css vor lr antes ado ce Bask espe capa 35. David Spur The Rati. ‘ « Instn, cmc yon Wa Wes posesign y control total del Otro, los blances someten innece sariamente a los indigenas a toda clase de vejaciones y abusos; porno ser capaces de reprimir sus deseos sexuales por la cod fiada mujer de la otra raza, los blancos cometen ol ecror de violaral "idolo de lacomarca”, ala protegida del sabio Choque |huanka, El deseo de podery contrl del Otro se entrecruza con cl deseo sexual. El castigo Se producird como resultado del le- vantamiento indigena. El “sintoma” de la nacién En la novela, Agiali dice que sobre los indigenas “cae la sombra y sobre ells [los blancos la luz (394). Al abociar alos ‘lancos con la “luz” alosindios con la “oscuridad”, Arguedas se instal en el maniqueismo propio del modo melodramatico, La narracin melodramstica, al develar Ia moral sumergida de la historia y narrar el triunfo de la virtud, debia haber na- ‘rad el triunfo de a “lu2", de los blances. Sin embargo, todo To contrario ocurre en Wiutta Wuara: el narrador justifica| ‘licamente, més bien, la rebolién indigena, colocando & Ips faymaras delado de a vetud, sin que por ello éstos pierdan si ‘sociacidn con la “oscuridad” o su condicién de raza degene- ada o inferior. Gracias a esta ambivalencia, Arguedas va mis alls de un uso estereotipado de ciertas convenciones melo- ‘dramsticas para narrar el "sintoma’ de la nacidn, las cuestio= nes rresueltas en la configuracin de ls relacionesinterracales| enel fin de siglo boliviano. Enterado de la violacin de su amada, Agia, comunia ‘su dpseo de venganza a Choquehanka, y éte lo secunda y lo autcriza frente a los demés indios de la hacienda. Entre el ‘momento en que Choquchuanka apracbala venganza y aquél fen que ésta se lleva acabo, existen dos discursos significativos dol sabio aymara. Enel primero, formula lo que su grupo etn ‘co supuestamente estaria buscando: ellos, dice, “ajenos a toda rmbicidn,. [nfoexigianelrespeto desu derechos, porque bien * exon” peLasvoas @ ‘shin que amés sean ateds tema explotados por los patrones, ni ambicicnabsn el poder, ni tampoco que anol ano en ningsn sertio.Ele queria pre qos dejasentranquilos, que les permitiesen vive con Sus cstum- bres, con su barbie.” 406). ‘Agu, Anguedas pareceria estar proyectando en Chogue- hua un tac dl toga casa ops dea partcpacié ndigena ene proyecto de moderizacion nacional, tpducidaen est caso en el alslamiento, en una suer- teacqmiitpormaoscundo. Las ambivalencias dscursivas de Argued, sin emBargo, son constantes. Enel segundo discurso de Choguefania, la supervivencia darwinsta del més apto es invocada, paraddj- camente, contra los crollos scostumbrados a utlzarlo contra el indigena: “Nada sufze por nada; he ahi Jo que se aprende cuando se Tega a viejo, y por lo mismo hay que trabajar para vivir Bien; y si para ello ace falta exteminar a otros que se ns ponen al pate, hay que mata, hay que exterminan porque eso hace la naturaleza: ata a los mpotentes y alos dcbiles” (415). Choquehuanka pide los miembros dela comunidad Lnarradorexcéntricodescibela escena com palabras como “gquelacr espantoso”y “cuadro epugnanteysombri,” para asegurarse de cémo ser leida ln escena Peo a dstosign gro tesca, al representar “lo inhumano en lo human” (Rivera Rodas5) al comerseal Otro~ya como verdad rtuaizada~ya hha lograco distanciaral lector de ia realidad referda.*™ De acuerdo a Juan Albarracin, la novela fue vista como ‘una “afrenta”y un “desafio” la clase dominante (471). En sa ‘opinién, “Ia proclamacicn dela rebelién de los indie, elajus- liciamiento de ls patronesy el triunfo de les sublevados. fueron Ios [hechos] mas tuimatizantes para la sociedad ofi- Gialen toda laliteratura exstenten la macin’ (473) Argacdas ‘std efectivamente explorando en la novela el fauma primor= dial enl imaginaro criollo Desde el levantamiento de Tipac atari en 1781, en el que ocurren dos prolongados cercos ala udad de La Paz, existe en el estamento colo el temor a alzamientoindigena.Lasrebeliones indigenas de timo cuarto el siglo XIXvaelven a despertar ese temor. El levantamniento de Zérate Willka, marcado por los hechos de antropofagia en ‘Mohoza, no es slo un episodio de a guerra cl entre ibera- Tes y conservadores sino también, en palabras de Batista BF Cha dsc no vert de aioe Prope: Desps empers el ‘ipo Padre Quspe sera alga Citta eguestec cs “umdsten de pequetas hed conn casi elestspo de Alvar ‘Loge ineron ls demas indies les erancaro es cael lw ape remem jl cava ails ene heidos. in ine oven vere "rou gran jaro de chic sabe ln cabo de Alves”), {38 Tara els deo gon en Agus vere eo de Oner Revert Reds "Pudh erm: strc dea ope y ara” Ep 557 » Ineranasin resmecen reso Hae Wana Saavedsa, “una explosién inca... un bautismo de sangre en Ia teaparicion de la acha de azas, secular y honda” (143-).EL proceso Mohoza es el apogeo del darinismo social en Bol- ia, In condenacinsimbolicay literal del indigena ayindra como "una raza degredada... ue quién sabe esté proxima a Tiegata las itimas fases de st desaparicion” Saavedca 147)" En este context, publica en 1904 una novela acerca de tuna rebelin aymara unfante es un acto osado, un desato a Ia sociedad cilia de la que Arguedas formaba parte, y que sirvio para identificarlo de manera temprana como un pol rico ¥acerbo erin del proceso de modernizaciSn nacional Iniciado porel patio conservador y continuado por partico Iibeal en el poder® Aungue en Puehoenfermo legard a dar tuna explcaci biologizante del fracaso hist6rico de Bolivia. ‘como nacion modem, apuntando swerticaheciaelindioy el ‘mestizos visn en Wate War, reela el “sntoma’ naco- hn la “verdad” acerca de las rlaciones sociale aprincipios el siglo 0A concur Wate Ware con i escena de aro pofagiainigena, Arguedas instal a ngvela en los complejob rocescs istics ce relacigninteétiea ena epidn ania, ‘nunque simplifiéndolos ala oposiidn binarablanco/indio, Y evita Ia sublimacié poetics, la “fuga” de la historia con la ‘que concluyenla mayoria delas novelas indigenistasinluida ‘Su posterior Rean de bronce. Al evita final enol que, como ‘endl proceso Mohoza, se castigue alos aymaras por sulevan tamiento, Arguesas muestralaideologé dela ite crolla como To que realmente era: una ihusén que da forma ls elagiones sociales y que por ello oculta sn “nleosélie insopertable, real, imposible” (Zizek 45). El cleo slido de la ideologia Tieral modernizadora ea la incapacdad, por parece la mi- noria dominant crits, de aceptat ala mayoraindfgena como BW VerDemeion “Derwnismo ala cil {Wats Wag sd Gediends, etre oes Bautst Sanvedea {1 Paruls non dl “sinters” como "poi of emergnce ofthe tah ‘ot cs elton," ver lve Zinc, Te Sli Bj fl “eno” orta msc a 1 parte consiutiva de nace otongale os derechos ciu- Aadanos que proclamaban las misma reformastiberles Como ice Zavalet, “latina ereeniingnit desta casas Pre elaramento desu superordd sobre ios indi, creenia {nsino negeciable cone liberalism o sin ” (12) En Le decade ls ses, Argedas esrb, erindose 2 Wata Whar: “Este exe Horo que més me ha preocupaco y re ha hecho trabsae, pues desde exe aio de 1904 enue se publi el bosguejo hasta ue vole a apaocer eh 1919 bajo fr tul, noe dejado de pensar en 6 con una angustia do Jorosa que se hizo obsesin en mf" 5) Por supneste Rr de pea cstshjplenesi Wuata Wuara “bajo otro titulo”. A. pesnr de que, en Re de rons, Arguedas retomard el arg ‘mento isin, os personajes principales, algunas situaciones Ytemas de Wate Wear, los quince os de cbsesva reflexion Preductrn sin rosgrticacion del argumento original, bast da pincpalmenteeniasliness rile que soyalré Arguedas alta expire Rstore nacoal: tad Yer més conser vador yfénatieamente convencdo de que la causa Princip dela enfermedad nacional era mestisn. it i 1 Carfruto ut Nacidn (enferma) y narracién: el discurso de la degeneracién en Pueblo enfermo La primera edicgin de Pueblo enfermo (1908) sirvié para la inmediata consagracién continental de Arguedas, Unamuno, fen La Nacidn de Buenos Aires, lo lamé “uno de ls libros mas instrctivos, ala vez que profandamente sugestivo, que sobre ‘cosas cle la América espafiola se haya escrito”! Otres intelec: tuales de renombre como los espafioles Maeztu y Altamira, el uuruguayo Rod6 y el argentino Octavio Bunge, se unieron alos aplausos, Bunge llega escribir que el sistema de Arguecas, “utilizar la experiencia cientifica universal en beneficio propio nacional”, dba ser seguido por los socidlogos hispano-ame- ricanos (en Reea 189}? En Bolivia, el libro fue reibido con ambivalencia einiié una polémica que atin no tesa sobze sus Virtudes y defectos. Bautista Saavedra fue uno de los pocos que elogis sin reparos a Arghedas, al escribir que “Pueblo en- 1 “Advertona de etr’ Paeienfra: Contd a poo de usps apace 2 Entnacatafechadae de msayode 1909, Bungeleescrivea Argues "Sa eta sce ot problio Siico complet ys comusones smeparecen setad Eada Ud eltoma con meodoe ropes con th aon verdaderamenta raion. se mo parece que des stsema de los soclogs hispno-amersanoe uaa expect ‘setifis universal en bene propio acnal (189 Ep de ‘que a gonna dela emergee ” [aco on) yams _fermo es no de esos libros cuya aparicign se debe sefalar cok ‘piedra blanca en la historia lterariadeun pais de escasaonin- {guna produccisn como Bolivia” ‘Pueblo enfermo ha tenido diversas ecturas.En el plano na- conal, ha sido visto como una critica al proyecto liberal de ‘Montes, y como parte central, junto a Latreacin dea pedegosie nacional (1810) de Franz Tamayo, del debate sobre laidentidad nacional, centrado en el periodo 1880-1930 en lo que eufemis- ticamente se conocta como "Ia cuestisn delindio” + Aniypl his- panoamericano, pertenece al abundante grupo de libros sobre In “enfermedad nacional” eseritos en el fin ée siglo® Libros ‘como el Ideriim Espaiol de Angel Ganivet (1897), Psicologie ‘el puch cepa dé Rafael Altamira (1902), Nucstra América de ‘Octavio Bunge (1903) y Enfermedaies sociales (1907) de Manet Ugarteintentaron analizar clenfcamente, con un pretendido afin egeneracionista, las casas dela decadencia nacional, os problemas que dificultaban la moderizacin de las naciones| hhispanoamericanas. Este andisis hacia una {cil analogia en- tre el individuo y la colectividad: la memoria del individuo ‘era analoga a la herencia en la especie, de la misma manera ue la conciencia individual se asemejaba a la colectiva (Otis 93) Lasociedad, como el individuo, tna una “memoria orgi- nica” que podia ser estudiada: Ia historia de una cultura for- rmaba su cardctr, salma", su psicologfa* Los resultados del Analisis, sin embargo, estaban sobredetetminados negativa- 3 Belo Adveepcidl oral segunda cin de Pleo, an ane a RES ens Monies ver Abamacy Losin rt Sore dette are de nde nacional ve sas Game rine Bal toes desu. Para ua selec de opi ns esto sre Agusan vera alli de api Gre Fics ie 5 Mihuel Arona: Poe Enfemor The Deus f ns te Tre ofthe Coty Sonim La ern Natl Ey 6 Famistowa dela memoria organic ve Lan Ons Oran Men “Hotrod the Boy Le Meth ly Tech Centar Nace (agus) namacin % mente debido al uso de teoras cientificas provenientes ge los contros europeos de la modernidad -Franca, Inglaterra, que veian a Espafa y América Latina come lugares racialmente inferiores en lajerarquia universal de las naciones. Ast el in- tento regeneracionista pasaba, ce manera natural y ala vez contradictoria, a formar parto destacada del discurso racial y sexual de la degeneracién. ‘Pueblo enfermo ocupa un lugar especial en este discurso de Ja enfermedad nacional. Como sefala Michael Aronia, 1o que ‘en otros libros se halla a voces seRalado implicta o fangen- cialmente, se encuentra de manera directa y condenatoria en Ia obra de Arguedas (135). El andisis de Arguedas, influido [por los mgeneracionistas espartoles”y la psicologia colectiva de LeBon, y modlelado en gran parte on Nusster América de ‘Bunge, revela las multiples causas dela decadencia del omga- nismo nacional: la geografia a identidad racaly la psicologia regional, Iahistoria la falta de virilidad masculina ya falta de ceducacin femenina. Todo es susceptible de ser biologizado y visto como factor de decadencia: la tendencia de la gente a buscar un trabajo en el estado es “empleomanta”s el ansia de figuracidn de los poltigs es "megalomanta’. En su inagota- bie clasifcaciin de fos males, el texto de Arguedas es una con- densacin de los discurses de la degeneracién que ciculaban 1 principios de siglo en América Latina, Arguedas hace explicia, también, la conexidn que existe entre la autodefiniién de a sociedad moderna y el ideal de la ‘masculinidad. En la cultura occidental do! siglo XIX como se- Fala el historiador George Mosse, la hombia debia defender el orden existente ante los peligros que Ia modernidad traia consigo, pero también er atributo fundamental de aquellos {que querien el cambio (3) La consiruccién de la masculinidad lenel xbx elabars un ideal que peoyectaba la visjn que las s0- 7 Paralnseaca de Arguedasconosrgenaacoistasespafol vere tcl de Teodeio Fenn“ Argundarensucontstohitico ‘epmeraceniann expat 76 Nace oem nap ciedades querian tener de sf mismas. Este ideal de hombre, testtcamente hermoso, patrota fuerte, capaz de autocontrol, ¥ con un sabio balpnce entre su desarrollo fisico y el intele ‘tual, se convirtid en la norma social contra la cual se juzgaba y media lo que era y no era ageptable para ol sujeto masculino (65). En Pisegua, Arguedas habia hecho del patriotismo el eje fen tomo al cual construr la masculinidad del sujet boliviano ante los nuevos desafis de la sociedad modema. Ya en Waa ‘Wiara, sin embargo, el discurso de la degeneracién Io lev6 a tuna actitud eseéptica con respectoa la posibilidad de contnuir| tuna masculinidad positiva: su representaciGn de los sujetos ‘masculinos, y por lo tanto su imagen dela sociedad boliviana, privilegiaba lo degradado, lo decadente. En Pueblo enfermo, la egeneracién de la sociedad se reflojaen la degeneracisn cel ‘suelo masculino, y viceversa. La distancia entre el hombre Doliviano y el ideal es inmensa y se encuentra en cada una de sus caracteristicas fisicas y morales. Arguedas hace hincapié ‘en la falta de autocontrol, poniendo asf Ia cuestién del deseo ‘encl centro miseho del debate sobre el fracaso de Bolivia como naciin moderna. Arguedas crefa en el rol postivo de la repre~ sion en el desarrollo de una sociedad. El sujeto boliviano, tan- toe indio como el mestizo 0 el crillo ~sunque en diferentes _gradoe-, estaba regido por us instintos, por sus “pasiones vio- Jentas”, La satisfaccign inmediata de Ios deseos (la violacién dela mujer indigena ola venganza de Agialien Wuata Ware) no estaba atemperada por ningsin tipo de reflexién racional, {que podria proveer al sujeto de una postura moral ante el ‘undo. El fracaso del ideal masculina tenia su correato ene ‘os moral que vefa Arguedas en la sociedad boliviana. Pesea sus intentos de regenerarel cuerpo dela naciGn, Arguedas ter- ‘minard convencigndose de lo que su mismo texto sugeria des- deel principio: ninguna terapeutica puede curar la degenera~ ci del “pueblo enfermo”. lendurecimiento dela posicin de Anguedas en cuanto al fracaso de Bolivia come pais moderno, su canvencimiento de la inutlidad de la posicién regeneracionista, puede rastearse en Huron crookaneaYRAGLEENTAD NACIONAL 7 Ja historia textual del mismo Puebla enfermo. Aunque pocos ext ticos lohan discutido, cada una de las tes ediciones del texto (1909, 1910 y 1937), muestra variantes muy importantes en ela in alas demas, sebre todo la tercera en compatacin a las dos primeras" En 1910, por ejemplo, todavia podian encontrarse fseilaciones entre un discurso cominado por el tropo de la de jgeneracién y una pretendida y poco verosimil, dado el énfasis negativo del texto, acitud de reyeneracin, que se cristalizaba encel capitulo final, en el qué Arguedas resumia sus propuestas para curarel pais. En 1937, amargado porla derrota ena guezs| ‘del Chaco, Arguedasttulé el primer subtitule el timo capi tulo dela nueva edicién: “Inutilidad de los consejos para curar las males del pais’. La terapéutica habia dado paso a la convic- cin més plena de su imposibilidad? Heterogeneidad geogréficay racial ¢ identidad nacional numerar incansablemente los males del pais, hacerlo con ©! placer morboso de sabgrlosinfinitos a mania clasificatoria es uno de [os pilares fundamentales del discurso cientificista enel que abreva Arguedas. A mediados del XIX, este discurso hhabfa comenado timidamente, encontranda chusas de dege- + neracii racial en Ia mezela de individuos de razas diferentes, Enel fin de siglo, sin embargo, el tropo de la degeneraci6n se + habia propagado por todo el espectro social: divulgadores cien- Manso I edisiin de 1910, sland as veces en que me aparto de 9 OscarRiver-Rodas eel neo ren que ha eu air xe ‘wal de Paso enfro.Eleondaye que os dicures de 1808 191052 ‘ehcorfr] con une tops mover dees al poset» en pero thor dal sigiox, mientras qu el de 1957 serie al ervanciien ‘odela sop y I mposbildad ds soaasincon una bist seal ‘has gs arunstreas ensndos porte gers (66), Aumgue ive ‘Ro xg ln de apa mode en gets * Nace (es) yas tics inteecuses como Nordau y Talbot encntraban gem- plosde degeneracénydecadenca Soil en cosas tan corer tes como la homosoxlidad ol geno aristico, Una ver que “Arguedaecomenzaba a hablar dela docadencla nator mo habia forma de detenersuenumeraci, ‘unque Argued eal lps casa del atraso ena soemizncion del pi ésnsdesivan dens res principles propuesis por Tune para el ans de a picolgta de una Tack: y monet Lo que Argoedssreaka ela peoprata nacional essa heterogenetadsSegin In conforme Cin pela y Ie procs inherent ae temtono de Bolivia puede civicreen tes repones perfecamente ex racerzadas por us rages diversesy datos entree (23) LLoheterogénco, el hecho de enconraseen un terstorio “tan ierguly on leno de contasies, tan eaprichosemente forma io" @9) impel vinculacén del pals “es mis tel hacer un ‘sje calqulera dels capitals europeas que noatravesr el ‘suelo patrio de un punto a otro” (30). ‘A principios del siglo Xk gracias a tats con Chile y Bra frmados pore! goicmo bem Bolivia abn peta, a cambio de compersticn exndmicny delncortracn del ferocnn Aria Pa por parte de Chil as reones de [Stray del Acre Esta componsacin, sn embargo, es par “Arguedssacopable yen Gerto modo salvadora la fale de comunicectin val “hari conludo pot matr la reconl ded” 5-4} La voluntad modrnizadora dl esctor pceio ts dar: enn Bolivia de prnpes de gl ferro deci se Rodrig Ost, “evtcaba ln igen desea del Drogreso yo esol donde se fraguara la nactnalidad-Ea el Imngnaio de as its ines fre era emisora de cca cloncunlded naconaly aces preferente al mera (2) 0 Werlnitoduccin le uine as Hiderindela erature. | 1 JulioRamossupireen Decne queen sgn Xa msg ferrcari oun eblema den raconaliai,del mando de vida royectado pork discuss ees dln moe” (157), el ieocestnascecesin Y RAGAL RETIN NAGERAL » Arguedas apuesta por la maquina para luchar contra la hete- rogeneidad googréficaylogratla modemizacién/regeneracién del pais. Sin embargo, como veremos luego, la apuesta ‘modemizadora es demasiado débil para contrarestarla deca- dencia degeneracién nacional. La otra causa del araso de Bolivia es, para Arguedas, el problema éinico, Ea la Latinoamérica del perfodo 1880-1940, Te raza era Ja categoria fondamental del andlisis de Ia ident dad nacional” Bunge resumesu importancia analitca en Nues- fra Americw em, sess Promstog Ho nos detlentemos..Come los Reyes Ma- gs debra buscar ena oraentouna Estelle nos gue pore ‘amino dels Redon, Una estela qu fea! pear ta dea ‘era Dn ethene? Bre, depute de mudho pena rofl nis que ct eto Base dj Ine Rone, La Rana om ‘Sve! Lugo tered os dima. Logo a hrs. To se comple ‘nen po ln sane a herent, er prinespo dels he ‘hos as como eles els ema tae cognate dela a. (20) En Bolivia, la pasticipacién aymara en la guerra evil de 1899 y el proceso de Mohoza reactivaron el debate entre polit- coseintelectuales sobre “la cuestin delindio”. Aunque tema de la partcipacicn (o eliminaci6n) del indo en el proyecto ‘modemizadoroligiaiico habia aparecido intermitentemente cn la segunda mitad del xbx, de manera notable en algunos tentos de Gabriel René Moreno o en el Viale a lz rie de le oma del ffturo presidente Juan Manuel Pando, se convirtis nla primeka década del xxen el centro del debate nacional, y defini las lined directrices que tomaria la sociedad boliviana cenla primera mitad del siglo. Ente losintelectuales que repre- ‘sentaron las mas inluyentes posiciones en el debate, se encon- traban, aparte de Arguedas, Bautista Saavedra, con su ambiva lente defensa de os incalpados aymaras ene progeso Mohoza, ‘y su andlisis socioldgico dena comunidad aymara en lay ' TE Wiad Gaba oT af Rae Lats Ame, 1870340. = Nc (enc) yma Rigoberto Paredes, con su andlisis pesitivista dela influencia econdmica de la minerfa del estafio en una provincia de La Paz; y Franz Tama, con su defensa cerrada delindio, su vita Hismo nietzscheano y su racismo a Ia inversa. De todos elles, Arguedas, acaso por la virulencia de su ideas, o por la serie ‘dad moral con que asumié ef problema nacional, 0 porque se atrevis a explicit los prejuicios acistas que existan en las Srafca mpi edict la ontdad nacional a aves de vias Spcomuneacionmevdermas como el evocarl tema ya rat doenPuchs ero neon sieve araiamente para prepara lt reno ut jstifeard la eblin Elva nace como una pena {orstinigena debe pogasporaber come ura inacion, Sef onder aval emtenido por certs exacturaa de poder Chins uals Ges um nfimo subatero, menos valoso que os trial B-vukon amano 15 Agi parectapreoeupho, la [Wata Weta rein conocerla cosa do ‘Sreonges Din anton csigo an fl, hablawsbido ond de administrador pos iron rarest cxmpaaeroscastigados coma fs comprar gros a vale, je sale se ene exesons eat Siempre pegs no tanto para los hombres como pers as bests. oy La insistencia de narrador en que as bestia son mis va~ tiosas panel indigena que sus mismas vidas podria sr loida como a realizacin de wn desea dela élite crolo-mhestiza: que Jos subaltemos hayan terminado por intemalizar a ideologin dominante, Sin embarge, habria que ver que en el nivel de relacionessdcioecondmieas que el texto despliega, los indigo nnas no podeian substi sin las bestas: las necesitan para tra bejarensuscosechas y pogarcon pare de étasalterratenion- te, para que se les permite vivie en sus torras (15254). La censura ala existencia del indigena a nivel simbsieo, parte Cental del discarso politico y cultural de la época, no puede teultarel hecho de que esta “sociedad nacional” quclo ens rndepende en grin medida, para continuse mantenieddo el borden cucdadano como tal, dela extracci dela energia mate- aly socal det indigena, La primera parte de Raza presenta, entonces, dos confic- tos:el del hombre contra Ja naturaeza inclement, de mane ra mis impliits pero no menos importante para cl desarrollo de a novelo, el del aymaraen su calidad de “esclavo" contra los patrones mestizos. La escenadelcruce de ries significate va porque condensa ambos conictos. La fuerza de i (Iéase Ja fuerza dela natsaleza) se leva la mula de Marne, uno de los compateros de Agia. Manuno pierde la vida a inten- tar salvar, Cuando mere, sus compariros esin mas pre~ ‘cupads por el dineeo perdido en el bolso de Manuno, que pertenece al patrén, que por el companero muerto.

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