Caso N 1
Jorge, jubilado de 65 aos, que haba litigado durante 4 aos por la propiedad del
inmueble ubicado en la calle Barcelona 663 San Isidro, finalmente logr obtener un
pronunciamiento firme con autoridad de cosa juzgada de la 5ta Sala de la Corte Superior
Civil de Lima. En dicha sentencia se le reconoci el derecho de propiedad sobre dicho
inmueble. Lamentablemente Don Jorge falleci a la semana de la emisin de la sentencia.
Enterada del hecho, Patricia Gonzales, quien haba disputado la propiedad del referido
inmueble y quien adems mantena la esperanza de recuperar la casa que consideraba
suya, interpone una demanda de reivindicacin de la propiedad contra los hijos del
fallecido.
1.1
Existe cosa juzgada en el presente caso? Acaso se cumple con la triple
identidad de la cosa juzgada? Analice y seale los elementos de la triple identidad de la
cosa juzgada en ambos procesos.
1.2
Es correcto que el juez admita la demanda? De hacerlo, qu le recomendara
hacer a los hijos de don Jorge?
Caso N 2
Viviana, madre soltera de 20 aos, en representacin de su hijo Manuelito, decide
demandar alimentos a Jos, padre del nio. As, y luego de un engorroso proceso, el Juez
de Familia competente establece que dicha pensin, en atencin a las circunstancias,
ascendera a S/. 200 mensuales. Ninguno de los padres cuestion tal decisin.
Luego de dos aos, Viviana pierde su trabajo, Manuelito empieza a cursar el primer grado
de primaria en un colegio particular y Jos se gana la Tinka. Viviana le explica de tal
situacin a Jos, quien responde lo siguiente: No voy a darte un sol ms; la sentencia de
alimentos fue consentida, y es cosa juzgada. Viviana, seriamente preocupada se acerca
donde Usted, reconocido abogado, y le pide su opinin.
3.1 En su opinin, existe en el presente caso una sentencia con la autoridad de cosa
juzgada? por qu?
3.2 Pronnciese sobre lo afirmado por Jos.
3.3 Qu le recomendara hacer a Mara?
Caso N 3
Fernando, estudioso alumno universitario, decide comprar 20 lapiceros Aviator, ya que
segn la publicidad de dichos lapiceros, estos eran los mejores del mercado pues, incluso,
de caer en punta seguiran escribiendo. Por curiosidad, Fernando hizo la prueba con uno
de sus lapiceros, pero contrariamente a lo expresado en la publicidad, el lapicero no
escribi ms.
Fernando, indignado con tal situacin, acude al INDECOPI para hacer valer sus derechos
como consumidor y realiza la denuncia respectiva contra tiles Maravilla S.R.L.,
empresa que comercializaba dicha marca de lapiceros en el pas.