poemas (el cuarto sera Evaristo Carriego de 1930 y que Borges reedit en
versin aumentada en 1955).
Nunca autoric la reedicin de tres de esos cuatro libros de ensayos, cuyos
nombres prefiero olvidar (Borges: 1999, 79). Y ms adelante comentaba
sobre los ensayos de esos volmenes olvidados: Al escribir esos artculos
intentaba imitar prolijamente a dos escritores barrocos del siglo XVII,
Quevedo y Saavedra Fajardo, que en su espaol rido y severo creaban el
mismo tipo de prosa que sir Thomas Browne en Urne Burriall. Yo haca todo
lo posible por escribir latn en espaol, y el libro se desmoronaba bajo el
peso de sus complejidades y sus juicios sentenciosos (80-81). Y concluye:
Los gnsticos afirmaban que la nica manera de evitar un pecado era
cometerlo, y as librarse de l. En mis libros de aquella poca creo haber
cometido la mayora de los pecados literarios... Esos pecados eran la
afectacin, el color local, la bsqueda de lo inesperado y el estilo del siglo
XVII. Hoy ya no me siento culpable de esos excesos; esos libros fueron
escritos por otra persona. Hasta hace unos aos, si el precio no era muy
alto, compraba ejemplares y los quemaba (82).