I
“LA FAMILIA”
LA FAMILIA
Durante las últimas décadas del siglo XX la familia ha sido afectada por las
transformaciones que han ocurrido en el mundo, como todas las instituciones. De
hecho, los cambios en el sistema familiar han sido de tal envergadura, que el
concepto ya no representa plenamente a la realidad a la que remite. En este sentido,
las familias constituyen en la actualidad instituciones que parecen iguales que
siempre desde afuera, y llevan los mismos nombres, pero por dentro son bastante
diferentes. Seguimos hablando de la nación, la familia, el trabajo, la tradición, la
naturaleza, como si todos fueran iguales que en el pasado. No lo son. La parte
exterior permanece, pero por dentro han cambiado y esto está ocurriendo no sólo en
Estados Unidos, Gran Bretaña o Francia, sino prácticamente en todas partes
1.2. DEFINICION
1.3. IMPORTANCIA
Más que una simple unidad jurídica, social y económica, la familia debe ser, ante
todo, una comunidad de amor, de enseñanza y de solidaridad. Si partimos de la base
que una familia la constituye una pareja y los hijos que hayan procreado, nos
daremos cuenta que es en el seno de la misma, donde los niños deben aprender los
2
GIMENO, Adelina. La familia: el desafío de la diversidad, editorial Ariel, Barcelona, 1999.
3
MORANDÉ, Pedro. Familia y Sociedad Reflexiones sociológicas, Editorial Universitaria, S.A. Santiago de Chile, 1999.
principios y valores que guiarán su futuro comportamiento y los que les servirán para
escoger entre el bien y el mal una vez que crezcan.
Dada la diversidad existente, no podemos afirmar que todas las familias son iguales,
por lo tanto, dado ciertos criterios de clasificación como el tipo de hogar, la
composición de la familia, las relaciones de parentesco, entre otros; las familias se
pueden dividir en:
a) Familia nuclear: está integrada por una pareja adulta, con o sin hijos o por uno de
los miembros de la pareja y sus hijos. La familia nuclear se divide en tres tipos de
familias:
b) Familia nuclear simple: integrada por una pareja sin hijos.
c) Familia nuclear biparental: integrada por el padre y la madre, con uno o más hijos.
d) Familia nuclear mono parental: integrada por uno de los padres y uno o más hijos.
e) Familia extensa: integrada por una pareja o uno de sus miembros, con o sin hijos,
y por otros miembros, parientes o no parientes.
f) Familia extensa biparental: integrada por el padre y la madre, con uno o más hijos,
y por otros parientes.
g) Familia extensa mono parental: integrada por uno de los miembros de la pareja,
con uno o más hijos, y por otros parientes.
h) Familia extensa amplia (o familia compuesta): integrada por una pareja o uno de
los miembros de esta, con uno o más hijos, y por otros miembros parientes y no
parientes.
i) Familia Reconstituida (o también llamada ensambladas): es decir, uno de los
padres vuelve a formar pareja, luego de una separación o divorcio, donde existía a
lo menos un hijo de una relación anterior.
j) Familias provenientes de un divorcio, en la cual uno de los cónyuges tiene hijos
previos o ambos tienen hijos previos.
k) La Familia reconstituida más antigua, la de toda la vida, es la que proviene la
figura del padrastro o madrastra.
1.5. LA FAMILIA COMO PROTECTORA DE LOS NIÑOS
A medida que el niño va creciendo, cuenta menos el papel condicionante del afecto
materno y el familiar para dar creciente entrada a factores externos a la familia,
aunque la primera situación nunca llega a romperse del todo.
4
CASTILLO CEBALLOS, Gerardo. La educación de la amistad en la familia, 3era edición, ediciones EUNSA, Pamplona,
1992.
1.7. VALORES EN LA FAMILIA
Los Valores entre los miembros de una familia establecen relaciones personales
que entrañan afinidad de sentimientos, de afectos e intereses que se basan en el
respeto mutuo de las personas. Son:
a) La Alegría:
b) La Generosidad:
c) El Respeto:
El respeto hacia los demás miembros es otro de los valores que se fomentan
dentro de la familia, no sólo respeto a la persona misma, sino también a sus
opiniones y sentimientos. Respeto hacia las cosas de los demás miembros,
respeto a su privacidad, respeto a sus decisiones, éstas, por supuesto,
5
GRADOS, Fernando. El Tesoro de los Valores. Editorial Chirre S.A. Perú. 2006.
adecuadas a la edad de la persona. Es en la familia donde el niño aprende que
tanto él o ella como sus ideas y sentimientos merecen respeto y son valorados.6
d) La Justicia:
e) La responsabilidad:
f) La lealtad:
La lealtad surge cuando se reconocen y aceptan vínculos que nos unen a otros,
de tal manera que se busca fortalecer y salvaguardar dichos vínculos así como
los valores que representan. La aceptación y el reconocimiento de este vínculo
no se centran hacia el futuro, como una posibilidad, sino que es una realidad
actual. Este vínculo no pasa con el tiempo, es profundo, suele madurar y
fortalecerse a la larga.
6
GRADOS, Fernando. El Tesoro de los Valores. Editorial Chirre S.A. Perú. 2006.
7
Ibidem.
En la familia es donde surgen y se fortalecen este tipo de vínculos, por ejemplo,
un niño pequeño aprende a ser leal al esforzarse por ayudar a los demás, al
procurar hacer todo lo que pueda para cumplir con lo que sus padres le dicen
que es bueno. Se muestra lealtad entre los hermanos al apoyarse, defenderse y
ayudarse ante las dificultades, ante la amenaza de personas o circunstancias
ajenas a la familia.
g) La autoestima:
Se entiende por autoestima la visión más profunda que cada persona tiene de
sí misma, influye de modo decisivo en las elecciones y en la toma de
decisiones, en consecuencia conforma el tipo de vida, las actividades y los
valores que elegimos.8
8
GRADOS, Fernando. El Tesoro de los Valores. Editorial Chirre S.A. Perú. 2006.
9
RAMOS LEANDRO, Aníbal. Educación en Valores Morales y Actitudes Positivas. Ediciones y representaciones B.
HONORIO J. Perú. 2003.
es competente para enfrentarse a la vida con confianza y optimismo, y que es
merecedor de la felicidad.
1. Estar disponible. los niños necesitan sentir que sus padres son asequibles para
ellos. esto significa estar dispuestos a tener tiempo para sus hijos. aunque sean 10
minutos diarios de comunicación con su hijo a solas fortalece este puente de doble
vía. estar disponible también significa sintonizar y hablar de algo importante. ser
capaz de entender y hablar sobre sus propios sentimientos así como también los de
su hijo, es otra parte importante de estar asequible.
2. Saber escuchar ayuda a su niño a sentirse amado aun cuando está enojado y
usted no puede hacer nada para arreglar el problema. pregúntele a su hijo por sus
ideas y sentimientos, también trate de comprender lo que está diciendo. lo que trata
de decirle es importante para él, aunque a veces no lo sea para usted. no necesita
estar de acuerdo con lo que está diciendo pero saber escuchar lo ayuda a calmarlo y
así el podrá escucharlo a usted después.
3. Demostrarle empatía, es decir, sintonizar con el niño y hacerle saber que a usted
le importan sus sentimientos, demostrar empatía significa su capacidad para entender
lo que su hijo siente en ese momento.
4. Ser un buen mensajero, si el niño se siente escuchado y atendido estará más
dispuesto a escucharlo, asegúrese que lo que usted diga, su tono de voz y lo que
haga, envíen el mismo mensaje.
5. Use palabras para comunicar a su hijo lo que usted quiere que el haga, aun
cuando le esté marcando límites a un niño pequeño puede usar palabras mientras lo
sujeta. resalte las buenas actitudes y comportamientos de su hijo, ayúdelo a
apreciarse a sí mismo. no diga las cosas a los gritos porque ellos muchas veces no
saben diferenciar claramente lo que está mal.
6. Ser un buen modelo, ya que los niños pequeños aprenden mejor copiando lo que
hacen sus padres que lo que le dicen. utilice muchas palabras para explicar los
sentimientos, le ayudara al niño a hacer lo mismo, las palabras son el mejor medio
para tratar con sentimientos fuertes. expresar sus sentimientos en vez de actuar
ayuda a los niños a controlarse, tanto en el hogar como en el colegio.
Capitulo
II
“PROBLEMAS FAMILIARES”
PROBLEMAS FAMILIARES
2.1. DEFINICION
11
Ibidem.
12
FISHMAN, Charles. "Técnicas de terapia familiar". Editorial Paidos. Barcelona.1997.
• En la comunicación: secretos familiares (cuestiones encubiertas dentro de la
familia que pueden o no ser explícitas). En las familias no está aprobado
expresarse abiertamente y hablar de "ciertas cosas", palabras o cuestiones que no
pueden ni siquiera ser mencionadas.
• En los roles: Cada familia asigna roles a sus miembros (que determinar quién
hace qué). Lo disfuncional es la rigidez en la asignación de estos roles. Es decir,
por ejemplo, si el hombre y la mujer cocina, y alguno de los dos llega a tener algún
inconveniente el otro podrá reemplazarlo (por considerar que desempeñar el rol
del otro no es apropiado), así aparecerá el conflicto. Otro obstáculo son los roles
que no son tenidos en cuenta. Por ejemplo, nadie lava los platos y el conflicto
aparece cuando ya no hay más platos limpios, o cuando la pileta rebalsa de vajilla
sucia. Hay familias que otorgan cierta susceptibilidad a uno de sus miembros, y
sólo esa persona es vista como portador del problema, creyendo que si se logra
cambiarlo desaparecerá el conflicto.
• En las reglas: Las reglas son las que prohíben hacer determinadas cosas. Y son
disfuncionales cuando se rigidizan y se vuelven intolerantes.
• En los objetivos: Cuando la familia se propone metas que rara vez son
alcanzables. Por ejemplo, cuando la familia pretende que su único hijo estudie en
una universidad prestigiosa y exigente académicamente. Pero ¿Qué pasa si éste
no lo logra? Estar en contra del divorcio y tener que enfrentarse a esta situación
puede ser catastrófico.
Estudios sobre la "resiliencia" demuestran que ésta es una condición innata y que
además depende de factores adquiridos a lo largo de la vida. Las fuentes de la
"resiliencia" se encuentran fuera de la familia (en terapeutas, profesores, etc.).
Estas personas son quienes van a compensar las influencias perniciosas que hay
dentro del núcleo familiar.
Por lo tanto, los procesos que van a ayudar a la familia a enfrentar más
eficazmente las crisis y permitirle salir fortalecida de ella, pueden provenir desde el
interior o el exterior de la familia. Estos aspectos están relacionados con rasgos
personales, factores de protección en la familia y factores presentes en el contexto
social.14
Para sostener los conflictos, crecer y aprender de ellos es necesario que la familia
sea flexible, esté lo suficientemente cohesionada y que desarrollen una
comunicación sincera.
2.7.1. Tratamiento
• La situación de conflicto en una familia debe ser atendida de inmediato, y
debe ser lo más breve posible.
• Identificar y definir la tensión es el requisito previo para resolver una crisis
familiar. De lo contrario se podría estar trabajando en una dirección incorrecta.
• El terapeuta brindará a la familia la posibilidad de que se escuchen, cosa que
suele ser poco frecuente en familias en crisis. Además les mostrará una visión
diferente de la situación, a partir de los relatos, sus observaciones del grupo,
la visión del mundo que tienen y sus valores; brindándoles elementos para
enfrentar al conflicto. Del mismo modo, es importante una participación activa
de todos los miembros en la terapia.
• Es importante aclarar que la terapia no cambia a las personas, que el
terapeuta no tratará de imponer "su verdad" a la familia. Sino que brindará a la
familia un alivio de la tensión. La familia misma constituye el agente de
cambio, ella misma debe encontrar los recursos para salir adelante y
reconocer sus limitaciones. El cambio deberá surgir de la familia, el terapeuta
sólo contribuye a impulsar su desarrollo.
• Para que la terapia tenga éxito y el cambio sea duradero se deben buscar
nuevas pautas de organización familiar.
15
MORANDÉ, Pedro. Familia y Sociedad Reflexiones sociológicas, Editorial Universitaria, S.A. Santiago de Chile, 1999
Los miembros de la familia, generalmente evitan hablar unos con otros, o no
han aprendido a escuchar bien lo que otros están tratando de decir a través
de sus palabras, expresiones o acciones.
Para que los niños tengan éxito en la vida necesitan sentirse capaces de
enfrentar los desafíos que encontraran en su camino. Si se les enseña a
depender de los demás (dentro de la familia o fuera de ella) no serán
capaces de desarrollar iniciativa y por lo tanto no tendrán éxito en la vida.
La situación se ve potenciada por las culpas de los padres por dedicar poco
tiempo a sus hijos, "la que es aliviada permitiéndoles cosas que de otra
manera no harían". Plantea la importancia de establecer límites como única
vía de solución. "Múltiples factores influyen en la eficiencia de la autoridad
parental y, ante todo, el acuerdo entre padre y madre en tres asuntos
fundamentales: qué le vamos a permitir a nuestro hijo, qué no le vamos a
permitir y qué haremos cuando transgreda las reglas".
"Al no existir un modelo de normalidad para ser imitado por la pareja actual,
el gran desafío es desarrollar nuevas habilidades para crear su propio
modelo". Entre los acuerdos que se necesita negociar están, por ejemplo,
qué tiempo asignar a la relación padres–hijos y a la de pareja, y en qué
orden; a qué hijo atender primero y por cuánto tiempo, etc. "La tarea es
difícil, pero no imposible, y muchas veces genera conflictos debido a la
lealtad primaria irracional con la familia de origen. Cada uno se incorpora a la
familia con su mochila y dice a mí me educaron de esta manera entonces, yo
replicaré este modelo porque estoy convencido de que es bueno".
Muchas veces los hijos dicen: "mi padre no me conoce". "Para conocer a
alguien hay que dedicar tiempo a esa relación, y el tiempo compartido en
familia es una forma concreta de demostrar el amor que sentimos por los
otros".
Los problemas relacionados con el dinero suelen estar ligados con los roles
dentro de la familia. "Un mayor riesgo de conflicto se da cuando ambos
trabajan, por el símbolo de poder que implica el dinero. Otro problema es
simplemente no hablar del asunto “plata” porque se considera que se está
poniendo en tela de juicio la confianza y honestidad del otro".
"Esto va a determinar la calidad de vida a que puede aspirar la familia;
supone explicitar las metas materiales que se pretende alcanzar, las
posibilidades de ahorro, el barrio en que se desea vivir o el colegio al que se
enviará a los hijos".
Todos los padres quieren a sus hijos pero ¿se lo demuestran cada día?, ¿les dicen
que ellos son lo más importante que tienen, lo mejor que les ha pasado en la vida?
No es suficiente con atender cada una de sus necesidades: acudir a consolarle
siempre que llore, preocuparse por su sueño, por su alimentación; los cariños y los
mimos también son imprescindibles. Está demostrado; los padres que no escatiman
besos y caricias tienen hijos más felices que se muestran cariñosos con los demás y
son más pacientes con sus compañeros de juegos. Hacerles ver que nuestro amor es
incondicional y que no está supeditado a las circunstancias, sus acciones o su
manera de comportarse será vital también para el futuro. Sólo quien recibe amor es
capaz de transmitirlo. No se van a malcriar porque reciban muchos mimos. Eso no
implica que dejen de respetarse las normas de convivencia.16
2. Mantén un buen clima familiar. Para los niños, sus padres son el punto de
referencia que les proporciona seguridad y confianza. Aunque sean pequeños,
perciben enseguida un ambiente tenso o violento. Es mejor evitar discusiones en su
presencia, pero cuando sean inevitables, hay que explicarles, en la medida que
puedan comprenderlo, qué es lo que sucede. Si nos callamos, podrían pensar que
ellos tienen la culpa. Si presencian frecuentes disputas entre sus padres, pueden
asumir que la violencia es una fórmula válida para resolver las discrepancias.17
5. Comparte con ellos el máximo de tiempo. Hablar con ellos, contestar sus
preguntas, enseñarles cosas nuevas, contarles cuentos, compartir sus juegos... es
una excelente manera de acercarse a nuestros hijos y ayudarles a desarrollar sus
capacidades. Cuanto más pequeño sea el crío, más fácil resulta establecer con él
unas relaciones de amistad y confianza que sienten las bases de un futuro
entendimiento óptimo. Por eso, tenemos que reservarles un huequecito diario,
exclusivamente dedicado a ellos; sin duda, será tan gratificante para nuestros hijos
como para nosotros. ellos les da seguridad saber que siempre pueden contar con
nosotros. Si a diario queda poco tiempo disponible, habrá que aprovechar al máximo
los fines de semana.
6. Acepta a tu hijo tal y como es. Cada hijo posee una personalidad propia que hay
que aprender a respetar. A veces los padres se sienten defraudados porque su hijo
no parece mostrar esas cualidades que ellos ansiaban ver reflejadas en él; entonces
se ponen nerviosos y experimentan una cierta sensación de rechazo, que llega a ser
muy frustrante para todos. Pero el niño debe ser aceptado y querido tal y como es,
18
FROMA WALSH. "El concepto de resilencia familiar: crisis y desafío" en revista "Sistemas Familiares". Editorial Nueva
visión. Madrid. 1998.
sin tratar de cambiar sus aptitudes. No hay que crear demasiadas expectativas con
respecto a los hijos ni hacer planes de futuro. Nuestros deseos no tienen por qué
coincidir con sus preferencias.19
8. Los castigos no le sirven para nada. Los niños suelen recordar muy bien los
castigos, pero olvidan qué hicieron para "merecerlos". Aunque estas pequeñas
penalizaciones estén adecuadas a su edad, si se convierten en técnica educativa
habitual, nuestros hijos pueden volverse increíblemente imaginativos. Disfrazarán sus
actos negativos y tratarán de ocultarlos. Podemos ofrecerles una conducta aceptable
con otras alternativas.20
19
FROMA WALSH. "El concepto de resilencia familiar: crisis y desafío" en revista "Sistemas Familiares". Editorial Nueva
visión. Madrid. 1998.
20
Ibidem.
10. No pierdas nunca la paciencia. Difícil, pero no imposible, Por más que parezcan
estar desafiándote con sus gestos, sus palabras o sus negativas, nuestro objetivo
prioritario ha de ser no perder jamás los estribos. En esos momentos, el daño que
podemos hacerles es muy grande. Decirles: "No te aguanto"; "Qué tonto eres"; "Por
qué no habrás salido como tu hermano" merman terriblemente su autoestima. Al igual
que sucede con los adultos, los niños están muy interesados en conocer su nivel de
competencia personal, y una descalificación que provenga de los mayores echa por
tierra su autoconfianza. Contar hasta diez, salir de la habitación..., cualquier técnica
es válida antes de reaccionar con agresividad ante una de sus trastadas. En caso de
que se nos escape un insulto o una frase descalificadora, debemos pedirles perdón
de inmediato. Reconocer nuestros errores también es positivo para ellos.
Hay ciertos consensos en que las siguientes variables de alguna manera ayudan a
que una familia viva con agrado.21
–Los límites generacionales están delimitados del tal manera que la estructura
jerárquica es clara y definida. Los padres son padres y no hermanos ni hijos de sus
hijos.
–Los hijos no son utilizados para resolver problemas conyugales ni involucrados
para hacer alianzas para algunos de los adultos.
–Los padres están bien diferenciados como adultos y tienen una identidad definida
con sus respectivas familias de origen: así mantienen una lealtad mayor con su
familia actual que con su familia de origen.
21
QUINTERO, Marina y Juan Leonel Giraldo. Sujeto y educación, hacia una ética del acto educativo, Editorial Universidad
de Antioquia, Medellín, 2001.
–La familia posee la flexibilidad para adaptarse a los cambios que son propios del
ciclo de vida familiar y las contingencias que deparan el vivir.
2.9. ACTITUDES QUE TODO PADRE DEBE DESARROLLAR CON SUS HIJOS
FOMENTAR LA AUTONOMIA22
Establecer sus propias reglas.
Ser independiente.
Ser libre para hacer las cosas, etc.
ENSEÑAR EL RESPETO
Respeto de si mismo.
Respetar al otro.
Respetar ideas y sentimientos de los demás.
Respetar la diversidad de cultura.
Respetar las etnias.
Respetar el ritmo de vida, de aprendizaje, de ausencia y presencias.
Respetar la integridad física, la vida, etc.
22
RAMOS LEANDRO, Aníbal. Educación en Valores Morales y Actitudes Positivas. Ediciones y representaciones B.
HONORIO J. Perú. 2003.
La Equidad
La Justicia
La Paz
La Constancia
La Integridad, etc.
La limpieza y el orden son tareas importantes que se pueden realizar en común acuerdo
y designación de tareas, procurando que estas no ahoguen las relaciones entre los
miembros dedicándose férreamente a estas.
No olvidar expresar las opiniones y dejar que los hijos también se expresen.
Mantener valores y reglas claras que no lleven a confusiones, y sean respetadas por
todos.
Los conflictos o problemas familiares son resueltos por los mismos miembros de la
familia, ya que, tienen las herramientas anteriormente descritas, que son tan necesarias e
imprescindibles en toda familia.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
CASTILLO CEBALLOS, Gerardo. La educación de la amistad en la familia, 3era
edición, ediciones EUNSA, Pamplona, 1992.
GRADOS, Fernando. El Tesoro de los Valores. Editorial Chirre S.A. Perú. 2006.
QUINTERO, Marina y Juan Leonel Giraldo. Sujeto y educación, hacia una ética
del acto educativo, Editorial Universidad de Antioquia, Medellín, 2001.