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puede suponer que muchos pequeos inversores que tenan reparo frente a la va judicial para resolver
este fraude, pueden tomar el miedo y podra dar lugar a una nueva ola de demandas ", afirman Ddac
Coll y Sergi Blanco.
El caso original
La primera sentencia condenatoria por falsear datos en la salida a Bolsa de Bankia la emiti el 12 de
junio de 2014 el Juzgado de Primera Instancia de Matar por el caso de un jubilado de Vilassar de Dalt
que, en el ao 2012, haba adquirido acciones de Bankia por un valor de 41.000 euros, procedentes de
sus ahorros.
Desafortunadamente, para este caso, aunque no existe una resolucin definitiva dada la saturacin de
causas que sufre la Audiencia Provincial de Barcelona.
El punto de partida: una campanya falsa de Bankia
El asunto se inicia con la campaa que la entidad pone en marcha para comercializar sus acciones -que
debutaron en el parqu en julio de 2011 a un precio de 3,75 cada una-. En las comunicaciones para
impulsar la compra de acciones, Bankia sostena unos activos totales al cierre del ejercicio de 2011 de
cerca de 300 mil millones euros, con ms de 11.200.000 clientes y 3.284 oficinas.
Complementariamente, Bankia indica que el valor de mercado de las acciones que se estimaba entre
4,00 y 5,05 euros el primer da de cotizacin que debera conllevar a los compradores un beneficio,
mnimo y inmediato, de 0,25 a 1,30 euros por accin.
El 25 de mayo de 2012 (menos de un ao despus de la salida a bolsa) Bankia declara un agujero de
23.465 mil millones euros que precisa de la inyeccin de dinero pblico del Estado para evitar la
declaracin de concurso de acreedores de la entidad, dada su estado de quiebra tcnica que conducira
a la disolucin de la entidad.
Los letrados que originalmente llevado la defensa de este primer asunto son Ddac Coll Serra y Sergi
Blanco Mora ya estimaron, en su momento que "la resolucin abre una va a todos los afectados para,
evitando la va penal, recuperar su inversin, dado que el falseamiento civil de la realidad patrimonial de
Bankia se ha demostrado que era previo y precedente a la salida en bolsa, y en consecuencia, a todos los
contratos suscritos por adquirentes de acciones eran anulables ". Ahora, un ao y medio ms tarde, el
Tribunal Supremo lo confirma.
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