Dos años después el oidor Bataller pide cuatro años de prisión para "La
Corregidora", los que principian a contarse a partir de noviembre de 1816 en
que es trasladada al convento de Santa Catalina de Sena. Al fin, el Virrey don
Juan Ruiz de Apodaca considera una instancia del ex-Corregidor Domínguez
en la que expresa cómo pobre, enfermo y con catorce hijos, pide la libertad de
su mujer, también enferma y el Virrey la deja en libertad a partir del 17 de junio
de 1817.