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¿Bailando por un Comodoro Accesible o cuando el

Estado se Desentiende de los Derechos Humanos de


las Personas con Discapacidad y otros Derechos?

Manuel CORREIA1
María Cristina QUEHEILLE2

Memoria, verdad y justicia se necesitan para cambiar las mentalidades y las prácticas sociales,
contribuir a la vigencia promoción de los derechos humanos (ddhh), la ciudadanía plena, los
valores y procesos democráticos, la no-discriminación y también para cambiar la ciudad y hacer
de Comodoro Rivadavia un lugar accesible para todos y todas. No banalizar los ddhh de las
“personas con discapacidad” o hacer de ellos objetos de la caridad o beneficencia, del mercado
o al servicio del lucro, de las conveniencias y de las aspiraciones personales de éxito, ni un
show o espectáculo farandulezco para quienes nos miran por tv.

“Bailando por un Sueño” no es nada más y nada menos que una forma más de discriminar y
manipular a las personas que inocente e ingenuamente confían en quienes los utilizan. El
deseo de participación en este nuevo certamen de bailando (temporada 2010) debiera
interpelarnos y llamarnos a pensar sobre que instalan los medios en torno a la discapacidad y
si realmente es eso lo que como sociedad queremos. ¿Puede sumarse la máxima autoridad de
la ciudad diciendo “espero que la ciudad de Comodoro Rivadavia gane…”?, ¿ganar que, para
qué? los derechos ¿hay que ganarlos? ¿En qué ciudad vivimos? Es lamentable que las luces
de la televisión les encandilen hasta su propia responsabilidad. ¿Qué pasaría si dejaran,
dejáramos todo librado al azar?, porque para ganar en ese contexto, debemos tener presente
que en el otro extremo está el perder, y en el medio, el azar, la suerte y la nada.

Las personas con discapacidad son personas con derechos. Estos derechos son ddhh que
como sociedad debemos respetar y hacer respetar. Para hacerlos respetar, debemos exigir que
se les garanticen integralmente sus derechos fundamentales a todas las personas, derechos a
los cuales deben poder acceder y desde niños, niñas y adolescentes (NNA) además poder
ejercer y reclamar.

Si bien el Estado y la sociedad deben proteger esos derechos, el Estado, las instituciones y los
funcionarios poseen obligaciones mayores, distintivas, insoslayables e indelegables con la
efectividad de todos sus derechos y cuando no las asumen con políticas públicas universales,
programas de acción, y no asignan el presupuesto necesario en materia de salud, educación y
accesibilidad (entre otros), son ellos quienes los violan. No hagamos a las condiciones de
impunidad con nuestras actitudes cómplices o complacientes, ya sean cotidianas o
extraordinarias, ni seamos funcionales a los intereses u oportunistas de turno.

Se requiere memoria reconociendo, recordando y valorando los reclamos, los procesos de


luchas individuales y colectivas que se han hecho y se vienen haciendo desde hace años en
nuestra ciudad, el país y el mundo. Luchas que determinaron que existan conquistas como los
convenios de ddhh y marcos normativos internos como nuestra Carta Orgánica Municipal o las
Constituciones Nacional y Provincial (desde 1994).

En nuestra “ciudad del conocimiento” un ejemplo de compromiso militante con los derechos de
las personas con discapacidad y una ciudad accesible es el trabajo sostenido realizado durante
años por Carlos Ojeda, quien con aciertos y errores, se ha encontrado la mayoría de las veces

1
Manuel CORREIA, Máster en Derechos de la Infancia y la Adolescencia, y Licenciado en Psicología.
2
María Cristina QUEHEILLE, Licenciada en Educación y Profesora de Educación Especial.
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con grandes obstáculos, con funcionarios entre sordos o indiferentes y egoístas e inoperantes,
algunos de los cuales continúan en el municipio y ahora se muestran “comprometidos y
dispuestos”.

Verdad llamando a las cosas por su nombre, alertando y denunciando las situaciones de
injusticia, de discriminación y de exclusión, exigiendo al Estado, sus funcionarios y todas las
instituciones (incluidas las privadas) que garanticen con las políticas públicas necesarias y el
presupuesto suficiente, el acceso (no solo a las plazas públicas) y la equiparación e igualdad
de oportunidades y posibilidades para todos y todas sin discriminaciones de ningún tipo, en el
marco de la efectividad de todos los derechos humanos de todas las personas. Aunque ello
signifique a quienes están comprometidos con los ddhh perjudicar sus intereses particulares,
perder beneficios o poner en riesgo su lugar de elegidos próximos al poder conservador.

Justicia restituyendo derechos con equidad, delimitando, denunciando y sancionando a los


funcionarios responsables de las vulneraciones de derechos que vienen eludiendo sus deberes
con total impunidad. Justicia defendiendo, exigiendo, promoviendo condiciones protectoras
para que las situaciones de vulneración no vuelvan a suceder o dejen de ocurrir. Justicia
valorando, no invisibilizando, ninguneando o utilizando a quienes han luchado o vienen
queriendo trabajar (como por ejemplo algunas docentes y padres de NNA de la escuela 514),
para que las personas con discapacidad puedan acceder a sus derechos.

Cuando pretendemos defender, garantizar los ddhh y trabajar por una sociedad más justa, los
medios a los cuales recurrimos son tan primordiales como los propósitos que se persiguen. Se
debe hacer lo correcto aunque no guste, moleste al poder de turno o no se cuente con su
beneplácito; dejar de lado apetencias personales y no preocuparnos por ser políticamente
correctos o buscar la conveniencia individual, sectorial o partidaria.

Los comodorenses que desean defender o que están dispuestos a asumir un compromiso con
los derechos de las personas con discapacidad, o de los niños, de las mujeres y de los pueblos
originarios no pueden participar ni alentar la participación (sobre todo de NNA) de ningún sueño
de la ciudad en un programa como Show Match, aunque “el fin” sea lograr un Comodoro
Accesible haciendo que las plazas públicas de la ciudad, tengan juegos integradores que
propicien la inclusión de personas con discapacidad a los espacios de esparcimiento. Además
es bien sabido que “el camino al cielo está plagado de buenas intensiones”, y que estas no son
suficientes.

Se hace necesario aceptar y empezar a plantear que el fin no justifica los medios, aunque sea
con la mejor de las intenciones. Que los derechos no son “sueños” y no están al beneficio de
ningún comerciante televisivo (o dueño de una productora). Y que se trata de garantizar la
promoción efectiva de derechos fundamentales y necesidades humanas garantizando el
derecho de libertad, como responsabilidad irrenunciable del Estado, sus funcionarios e
instituciones. De verdadera justicia social, de acceso al ejercicio de derechos y de un proyecto
de vida, de un nuevo contrato social que incluya a todas las personas como ciudadanos, y no
de contribuir al entretenimiento, a hacer negocio y tener rating, o de contribuir aliándose a las
prácticas de caridad solidaria.

Alzar la voz, poner palabras y reclamos sostenidos a la injusticia, porque mal estamos y ya
estamos perdiendo como sociedad si las personas con discapacidad, los habitantes de la
ciudad necesitan de la suerte en un programa de televisión, con “el apoyo” de los funcionarios
públicos en su rol de responsables del Estado, para que se respeten y garanticen sus derechos
a la accesibilidad. Nos preguntamos: ¿la seguridad también será un sueño que nos deba
cumplir Tinelli? y ¿la terapia intensiva pediátrica, resolver el colapso del sistema y garantizar la
atención integral en salud? Y ¿qué no haya más NNA excluidos del sistema educativo, o
salarios docentes dignos?, ¿también serán sueños a realizar “gracias” a una competencia
televisiva?

Es preocupante que autoridades y funcionarios municipales, como el intendente y la directora


de cultura, de forma vergonzosa y poco responsable destaquen esta idea, agradezcan a la
producción del programa, pongan en valor la participación y el ganar, y apoyen la participación
de habitantes de la ciudad. Y que al mismo tiempo que parecen ignorar u olvidar los

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cuestionamientos que se les hacen a su conductor, su equipo de colaboradores y su productora
“Ideas del Sur” por acciones reñidas con los derechos humanos, no digan nada sobre ciertas
prácticas reprochables del conductor que son de público conocimiento.

El conductor y empresario televisivo que según ha declarado no compró miles de hectáreas en


nuestra provincia de Chubut, necesitaría desalojar 30 familias mapuches para construir
TRAFIPAN, un gran proyecto turístico, aunque ello represente además aniquilar el ambiente
natural.

La desvalorización que hay detrás de la presentación y participación de las mujeres en el


programa se corresponde con una imagen de estas promovida desde los medios, que concibe
a las mujeres como objetos, las expone a diversas situaciones de violencia y contribuye a
naturalizar culturalmente el maltrato y la explotación en sus distintas formas.

Ha dado muestras suficientes de no respetar a los niños y de su interés por la utilización de los
chicos con fines lucrativos. Los ha expuesto con vergonzante inconsciencia a situaciones no
compatibles con su dignidad, edad y madurez, haciéndolos asumir actitudes propias de
personas adultas, exponiéndolos como objetos a la mirada de los adultos con intereses de
explotación económica y otros bochornosos e inimaginables.

Basta con escuchar y tener presente todo lo que se dice en torno al programa y lo que ya se ha
dicho, ha visto y ha pasado con las cientos de historias de injusticia social contadas. Historias
tristes, dolorosas, valientes, de luchas personales y grupales que son invisibilizadas y mal-
tratadas, siendo más importante resaltar cuerpos, bailes, obscenidades y peleas televisivas que
las propias historias manipuladas de personas que luchan “sueñan” día a día por mejores
condiciones de existencia y porque se respeten o restituyan sus derechos.

En sus declaraciones los responsables del gobierno municipal ponen en evidencia no solo la
falta de compromiso con los ddhh, sino que su tendencia a obviar muy convenientemente los
cuestionamientos a dichas prácticas podría deberse a su peligrosa adhesión encubierta a las
mismas. Argumentando la escusa tramposa de atender la urgencia o la necesidad, y muy
convenientemente para ellos, dejan de lado las consideraciones ideológicas de la utopía de una
sociedad respetuosa de los ddhh, en este caso particular, de las personas con discapacidad.

Son muchas las denuncias que han formulado, entre otras organizaciones del campo de la
cultura y de la infancia, el Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención
Internacional sobre los Derechos del Niño (CASACIDN), porque el programa en el segmento
“Bailando Kids” vulneraba los derechos de los niños y las niñas (2009); la ONG de Nuevos
Derechos del Hombre ante Naciones Unidas (ONU), además por explotación de niños (2009);
el Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI) por discriminación, coacción, expresiones
y exhibiciones obscenas, y por obligar a “tolerar” burlas, humillaciones y ultrajes en la sección
“Una Joda para Tinelli” (2001 y 2002); particulares por cultivo de drogas y preconización y
enseñanza pública de su uso en el programa OKUPAS; por burlarse en varias oportunidades
de personas con discapacidad en el “Cantando…”; Asociación Madres de la Plaza de Mayo,
entre otras cuestiones, por promover la prostitución, destruir la inocencia y ser enemigos de la
tierra (2009); y diversas organizaciones Mapuches que vienen denunciando el despojo de sus
tierras ancestrales y la negación del derecho al agua (2005).

Incluso la revista Noticias (2008), en un artículo sobre las fundaciones de los famosos, cuentan
como estos hacen grandes negocios con el Estado, como muchas veces la ayuda filantrópica
top que promocionan no siempre llega a destino o se traducen en obras, y que además de
recibir subsidios estatales elevadísimos, no presentan sus estados contables. El conductor
televisivo, es uno de los famosos mencionados en el informe, del cual se dice además no
habría presentado ni un sólo balance desde que en el 2002 le dieron la personería jurídica a su
fundación.

Los desbordes del programa fueron cuestionados también por el diario La Nación (2009), en
una editorial titulada “Sexo por un sueño”, haciendo referencia a lo que describió como un total
estado de promiscuidad y excesos, y que los niños se encontraban en total indefensión porque

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el Comfer no interviene. Y como otros programas pasan imágenes durante el día, la televisión
basura y de prostíbulo dura las 24 horas.

Aunque muchas personas lo admiren y crean en Tinelli por ser exitoso; otras personas vean en
su programa la oportunidad única de cumplir el sueño de ser descubiertos y saltar a la fama; y
algunos políticos piensen en la conveniente posibilidad de mostrarse a nivel nacional
aprovechando la gran audiencia del programa soñando con algún “sillón”; el señor Intendente
en lugar de estar apoyando el circo mediático debiera estar en “conocimiento”, recordar, tener
presente sus responsabilidades en materia de ddhh, asumirlas y obrar en consecuencia.

En cuanto al conductor, otrora menemista, el éxito no puede otorgarle la impunidad de vulnerar


derechos haciendo lo que suele hacer con niños, mujeres, y personas con discapacidad, etc. Ni
debemos como ciudadanos hacer que supuestas bondades hagan que muchas de sus
acciones reprochables puedan ser justificadas, disculpadas u olvidadas.

Los valores del capitalismo y la cultura del mercado (los mismos que promueven sus
programas) confunden una supuesta inteligencia empresarial o una capacidad de llegada a las
personas adultas y NNA con la fascinación que genera en gran parte de la ciudadanía
(incluidos vs políticos) estar cerca del conductor y con el éxito y la fama a como dé lugar. Su
poder lo hace contar con la complicidad y complacencia de sus colegas de los medios que
priorizan los valores del mercado, del vale todo, y sostienen la existencia de una supuesta
amoralidad lógica de los medios, y la creencia peligrosa de que el show es el show, de la
misma forma que los negocios son los negocios. Esta afirmación que encubriría la inmoralidad
de sus actos, les sirve al mismo tiempo para justificarlos.

No ha sido casual la forma de su regreso, ni inocente la inclusión de niños y niñas en el 2009.


Defendiendo intereses corporativos, cuestiono abiertamente el proyecto de Ley de Servicios de
Comunicación, desafiando de manera encubierta los principios vinculados con la protección de
los NNA como sujetos de derechos, y el acceso participación de los pueblos originarios a los
medios que orientaron el mencionado proyecto de ley, los cuales evidentemente no comparte,
influyendo subjetivamente en los ciudadanos, y naturalizando prácticas que se deben modificar
también en los medios de comunicación.

El Estado, los funcionarios y sus instituciones tienen la obligación de poner fin a las violaciones
de los derechos de NNA, de las mujeres, de las personas con discapacidad, de los pueblos
originarios, para ello es necesario trabajar para que los medios asuman no evadan su
responsabilidad y la sociedad entienda la necesidad de transmitir valores de equipad, justicia,
paz, entendimiento, no discriminación, etc. Entender que las personas son sujetos portadores
de derechos inalienables que deben ser respetados, y que se debe promover su
empoderamiento. Y que NNA en especial, son vulnerables a lo que las personas adultas y los
medios de comunicación decimos sobre ellos y a las imágenes que sobre NNA se promueven,
y que deben ser protegidos contra todo tipo de violencia, incluida aquella ejercida en, desde y
por los medios de comunicación.

Lamentamos desilusionarlo señor intendente pero aunque el resultado sea lo pretendido por los
soñadores “para Comodoro”, quien gana es nuevamente Tinelli, que es por quien todos bailan y
cantan, pero también se exponen, pelean, excitan, desnudan, hacen malabares, y hasta el
ridículo. Tal vez “gana” alguno que vio su sueño cumplido de ser famoso aunque decía hacerlo
por una causa solidaria; algún candidato fachón y políticamente correcto (como ya hemos
visto); o uno que otro político que probablemente pondrá fondos públicos o de desconocida
procedencia en el programa; pero ni Comodoro o su sociedad, ni la posibilidad de promover
derechos, cambios democratizadores, o mayor concienciación ni mas ciudadanía, habrán
ganado.

Las miradas que se ignoran y las voces que se silencian, quedarán nuevamente en la escena
central, ante la falta de respuestas del Estado, nuevamente aparecen las viejas prácticas
caritativas sobre las cuales quienes se perfilan como “espectadores” debieran también
recapacitar. Pensar en los rostros, miradas, voces, expresiones y vidas que son invisibilizadas
utilizadas al servicio, cual bufón, de un programa televisivo que está lejos de ser una respuesta
posible o complementaria o una forma de hacer visibles las vidas. Más bien es la expresión
lamentable de la manipulación y uso de las vidas y dignidad humanas, al servicio económico de
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unos pocos. Siga, siga, siga el baile… pero que nadie nos haga bailar y mirar cómo se vulneran
los derechos ante la sonrisa fotográfica de las autoridades, el llanto redituable del conductor y
la complicidad de naturalizar la violencia que ejercen desde su aparente solidaridad y
comprensión.

El discurso contradictorio de los funcionarios y sus “aliados” que aparece en escena nos invita
a leer las propias contradicciones de quienes pretenden e invitan a salir en la tv a cualquier
costo, justificando un formato televisivo que propone algo, y dando a entender no ser
responsables si ese “algo” no se concreta. Es decir se puede soñar con plazas accesibles, esto
lo pueden usar como un sueño para incrementar capital, rating, u obtener un “minuto de fama”
pero también expresan “no esperen que el programa resuelva la problemática”. Un fundamento
mas para cuestionar el uso de problemáticas reales y vidas humanas implicadas y el participar
en un programa que es un eslabón más del modelo económico, anti solidario y manipulador
que lo incluye como parte necesaria de su estrategia para captar y silenciar a grupos sociales
que históricamente luchan por el respeto de sus derechos.

Probablemente nos encontramos como sociedad frente a un escenario “excelente” para sin ser
espectadores pasivos, poder generar reflexión, debate y concienciación en torno a este y otros
temas que nos preocupan a muchos habitantes de la ciudad, construir conocimiento crítico y
conciencia ciudadana, y hacer que la ciudad se ponga realmente del lado de los derechos de
las personas con discapacidad, y de todos los ddhh. Y hacer realmente de los ddhh un eje que
además de estar presente en los discursos oportunistas de los funcionarios políticos y de los
defensores para el entretenimiento, efectivamente transversalice las políticas públicas, oriente
los programas y vaya transformando profundamente las prácticas sociales y la sociedad toda.

O podemos hacer que siga, siga, siga el baile, mientras el conductor en el 2010 se divierte, se
vuelve a emocionar y una vez más llora posando para las cámaras ante alguna situación de
“injusticia social” que los participantes, sensibilizados y desinteresadamente, “sueñan con
modificar”; mientras quienes tienen ansias de fama sueñan disfrutar con el éxito, y los políticos
filántropos que piensan en perpetuarse en el poder disfrutan de sus vidas de privilegio. Siga,
siga, siga el baile, mientras el país los mira en tv.

Comodoro Rivadavia, abril de 2010.

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