Las cartas a Timoteo y Tito se conocen como cartas pastorales porque sus destinatarios fueron los
primeros lderes o pastores de la Iglesia.
Aunque aparentemente las escribi Pablo, es ms probable que fueran escritas por algunos discpulos
que adaptaron sus enseanzas a la situacin de las iglesias, una generacin ms tarde en el ao 100.
Estas cartas se preocupan por los problemas de las comunidades recin nacidas y determinan la
organizacin y la vida interna de las comunidades, sin hacer mucha referencia a los carismas de sus
miembros.
Reconocer a Jess como nuestro nico Salvador, dejar que l sea el Seor de nuestras vidas. Vivir
inspirados por los valores del evangelio, para que seamos testigos dignos de crdito.
Formarnos en el conocimiento de nuestra fe, participar en los cursos de formacin que ofrecen
nuestras parroquias, para que no nos dejemos confundir con falsas doctrinas de quienes son enemigos
de la Iglesia.
Tener cuidado con las nuevas devociones a los santos o a los ngeles y diferentes prcticas de piedad,
que no estn aprobadas por la Iglesia y que se presentan como verdaderas.
Tener en cuenta que la verdadera fe se manifiesta en la vida mediante el amor que se pone en el
trabajo y en las relaciones personales, viviendo el mandamiento principal que Jess nos dej.
No vivir nuestra fe cristiana como una carga pesada, pues los mandamientos de Dios son un camino
que nos hacen vivir libres de toda esclavitud. En el amor no hay temor.
Conocer ms el mensaje del evangelio de Jess para fortalecer nuestra fe mediante la lectura
frecuente de la Sagrada Escritura.
4. ORACIN
Ante tu cruz, Seor Jess,
permanecemos en silencio,
con el corazn en suspenso.
Te recordamos recorriendo Palestina
y acercndote a los pobre,
y poniendo luz en los ojos de los ciegos,
y renovando las ilusiones,
y llamando a cambiar la vida y el mundo,
y anunciando el amor sin medida de Dios el Padre.
Ante tu cruz recordamos tu fidelidad hasta el fin,
tu entrega sin reservas.
El mal y la mentira
-El mal del mundo y nuestro mal,
la mentira del mundo y nuestra mentirahan querido hacerte desaparecer y lo han logrado:
Seor Jess,
ante tu cruz,
contemplando tu rostro,
que refleja el rostro dolorido de toda la humanidad,
y junto a Mara, tu madre,
djanos decirte nuestro agradecimiento,
nuestro amor y nuestra fe.
Mranos y danos tu gracia salvadora, Seor Jess.