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TEXTO DE MARX: La Ideología alemana

Texto: “Totalmente al contrario de lo que ocurre en la filosofía alemana….y se


considera la conciencia solamente como su conciencia” (pag.286, líneas 263-280; Libro
nuevo, pág. 370-371).

1-. DEFINIR: Ideología y Conciencia (puedes ver las definiciones del Libro de
Lecturas)
Conciencia: es el conjunto de ideas o representaciones que un individuo o un grupo
tienen de sí mismos, de su lugar en el mundo y en la historia, y que viene condicionada
por la vida y la producción material. Se trata de la producción espiritual, de la forma de
pensar que incluye las ideas morales, políticas, religiosas y filosóficas.
Ideología: es una falsa conciencia o conciencia invertida. Se trata de un conjunto de
ideas que muestran una representación falseada de las condiciones de vida del ser
humano, por lo que enmascaran la realidad e impiden cambiarla. El origen de las
ideologías es la división y el reparto desigual del trabajo.

2-.ESQUEMA del texto.

TESIS: Crítica de las ideologías como falsa conciencia o conciencia deformada.

I-. Contraposición entre dos modos diferentes de entender la historia y la conciencia.


A/ La filosofía alemana (Idealismo) parte de la conciencia, de las ideas como si
tuviesen autonomía propia (“desciende del cielo sobre la tierra”)
B/ Hay que partir, en cambio, del individuo viviente, real y concreto (“el hombre
de carne y hueso”)
II/ La ideología no tiene autonomía ni vida propia, es solo un reflejo de la vida real y
material de los hombres.
A/La producción material de los hombres es la causa que determina su manera de
pensar, su conciencia (“es la vida la que determina la conciencia”)
B/ Inversión de la filosofía alemana (Ideología) en su manera de entender la
realidad.

3-. RELACIONAR el texto con la filosofía del autor.

El presente texto pertenece a la obra La ideología alemana escrita


conjuntamente por Marx y Engels. La obra fue escrita durante los años 1845-1846 (2º
período) y publicada en 1932.
Los objetivos que se plantea esta obra son, por un lado, la crítica de los jóvenes
hegelianos (“ideólogos alemanes”) por la insuficiencia de su crítica a la filosofía
hegeliana, y, por otro lado, la exposición del Materialismo Histórico, como oposición al
idealismo.
La obra se divide en cuatro partes: Formulación de la teoría materialista de la
historia; una polémica contra Bauer; una crítica a Max Stirner y la separación de su
teoría de los socialistas alemanes, excesivamente ligados a la filosofía hegeliana.

Este texto pertenece a la 1ª parte, dónde, después de la crítica que hace a los
jóvenes hegelianos y a Hegel, expone las premisas del Materialismo Histórico.
Partiendo de la existencia de individuos humanos concretos, explica como la
producción material es el origen y la base de la producción espiritual.
La preocupación central del texto presente es establecer las diferencias entre la
manera materialista de entender la historia (la de Marx y Engels) con respecto a la
teoría idealista de Hegel y de los jóvenes hegelianos (la “filosofía alemana”) a los que
se califica de “ideólogos”. Por otro lado, trata de mostrar las relaciones que existen entre
la “vida real” y la “conciencia”, entendida esta como un conjunto de ideas y
representaciones. La vida es lo que determina la conciencia, y no al revés. Si lo
entendemos de forma invertida, eso da lugar a la Ideología o falsa conciencia.

El término IDEOLOGÍA es central en el texto. La ideología adquiere aquí un


carácter peyorativo o de falsa conciencia.
La conciencia (superestructura ideológica) es el conjunto de ideas, creencias, opiniones
relacionadas con la vida social; son las ideas y opiniones que un individuo y una
sociedad tienen de si mismos. Pero lo que los hombres piensan e imaginan (conciencia)
es solo un producto o consecuencia de la sociedad en la que viven y de su modo de
producir los bienes necesarios para poder vivir (Vida material).
El fenómeno de la ideología o falsa conciencia (o “conciencia deformada”) se produce
cuando los hombres no comprenden las fuerzas que guían su pensamiento y su
conciencia y creen que estos son autónomos. No se dan cuenta de que el pensamiento
está sometido a unas condiciones sociales que lo causan y lo determinan (las
condiciones materiales de producción). De esta manera, la ideología o conciencia
invertida falsea la realidad y la justifica, por que cree que es el pensamiento o las ideas
los que gobiernan la realidad, siendo al revés, es la realidad social y material la que
condiciona el pensamiento. Esta deformación de la realidad se produce como
consecuencia del interés que tiene la clase dominante por mantenerse en su situación de
dominio. Toda ideología tiende a conservar el estado de cosas tal como está. La clase
dominante, al poseer los medios de producción material, dispone del control de la
producción de las ideas, por lo que las ideas dominantes en una sociedad en un
momento dado son las ideas que la clase dominante quiere que dominen.
Y la justifica porque de esta manera cumple la función de ocultar y desfigurar la
realidad socio-económica de la que parte (que es injusta), por lo que no la transforma,
sino que la deja como está. Y la ideología nace de la división del trabajo en trabajo
manual y trabajo intelectual, donde comienza la posibilidad de que la conciencia se
separe de la producción material.
La ideología es en realidad una forma de alienación, que Marx pretende
eliminar con su propuesta del materialismo histórico. Para Marx, la actividad productiva
es la actividad específicamente humana, que debería servir para humanizar y dignificar
al hombre. Pero, tal como tiene lugar el proceso productivo en el sistema capitalista, el
objeto producido por el trabajador se convierte en algo ajeno a él mismo, pertenece a
otro, con lo cual, el trabajador, que ha puesto algo de sí mismo en el producto, se está
“vendiendo” a sí mismo. Al convertirse el producto en una mercancía, el trabajador es
sometido al mismo trato que una cosa (“cosificación” del ser humano).
La ideología es una forma de ver el mundo que satisface los intereses de los
explotadores. La ideología es una falsa conciencia, una representación inadecuada de la
realidad a fin de que los explotados consideren naturales y por tanto justificables e
inevitables sus condiciones de vida. La ideología se constituye en la culminación del
proceso de alienación.

Para evitar esta alienación es preciso hacer una “inversión” total de la sociedad y
esa será la propuesta de Marx del Materialismo Histórico, que consiste en considerar
que es la producción material la base y el fundamento en el que se apoya toda la
estructura social y es la que condiciona la superestructura cultural e ideológica de la
misma, y no al revés, como lo ha interpretado el Idealismo (la filosofía alemana), “que
desciende del cielo sobre la tierra, aquí se asciende de la tierra al cielo”.

4-. CONTEXTO SOCIO-HISTÓRICO…

La vida de Marx transcurre toda ella en el siglo XIX. Nació en Renania en 1818
y murió en Londres en 1883 . Su filosofía supone uno de los grandes logros de la
Historia del pensamiento y procede de una síntesis de la filosofía hegeliana, los
hallazgos científicos de los economistas ingleses y la utopía revolucionaria de los
socialistas franceses.

Tras la Revolución Francesa se inicia la Época Contemporánea, que supone un


cambio en la sociedad y la desaparición definitiva del Antiguo Régimen. Entre los
siglos XVIII y XIX se produce el máximo desarrollo del Capitalismo en Europa,
especialmente en Inglaterra, favorecido por el desarrollo industrial, la renovación de las
fuentes de energía y el desarrollo técnico-científico. El desarrollo económico trae
consigo una serie de consecuencias: aumento demográfico, concentración urbana,
grandes movimientos migratorios… Pero, sobre todo, la expansión capitalista trajo
consigo el desarrollo del Proletariado como nueva clase social, que toman conciencia
de su situación y empiezan a organizarse. La situación del proletariado era insostenible
e inhumana; trabajaban 12 0 14 horas diarias, sin derecho alguno ni seguridad en el
trabajo, en pésimas condiciones y por un salario que apenas llegaba para asegurar la
supervivencia. Todo esto va dando lugar a numerosos enfrentamientos con la burguesía,
al origen de los movimientos obreros y los sindicatos, así como a toda una serie de
revoluciones que van a caracterizar este siglo, especialmente en 1848, en las que los
obreros luchan por conseguir una serie de derechos.
Ha nacido una nueva sociedad: la sociedad de clases, marcada por el
enfrentamiento entre Burguesía y Proletariado, por el desarrollo industrial y
demográfico y por la aplicación de nuevas técnicas en la producción, que darán lugar a
la fabricación en serie y a la masificación en el trabajo. Partiendo de esta situación,
Marx analizará la alienación que sufre el obrero en su trabajo, que le convierte en una
especie de esclavo, en una mercancía en manos del propietario

Especialmente relevante para entender el texto, es el contexto filosófico de la


época. La Filosofía alemana durante todo el siglo XIX estaba dominada por la filosofía
de Hegel, que con su teoría del Idealismo Absoluto había marcado a todos los filósofos
del momento. A su muerte sus discípulos se dividen en Derecha (Conservadores) e
Izquierda Hegeliana (Críticos) o “Jóvenes hegelianos”, entre los que se encontraba
Marx en su juventud. Estos últimos pretendían ser mucho más revolucionarios y críticos
frente al sistema de Hegel; entre ellos estaban Feuerbach, Max Stirner, Bruno Bauer…
Feuerbach fue especialmente relevante, pues invirtió el Idealismo de Hegel y lo
transformó en Materialismo e introdujo el concepto de Alienación.
Pero todos ellos, según Marx, siguen siendo idealistas y conservadores, pues no tienen
en cuenta cual es la verdadera realidad de la que hay que partir: el hombre concreto, el
individuo viviente y su manera de producir su vida. Lo que hacen es INVERTIR la
realidad, “descienden del cielo a la tierra”, consideran que es la conciencia, las ideas,
las que dirigen la historia, en lugar de tener en cuenta que la conciencia es una
consecuencia de la producción material; de ahí que desemboquen en el concepto de
Ideología como falsa conciencia, que es lo que va a criticar Marx. Y eso es lo que da el
título a la obra que estamos comentando, “La Ideología alemana”. Estos ideólogos,
todos ellos idealistas en el fondo, lo que hacen es deformar e invertir la verdadera
realidad.

5-. RELACIONAR CON IDEAS Y ACONTECIMIENTOS DE OTRAS ÉPOCAS

La teoría marxista de la historia, o Materialismo Histórico, supone, en realidad,


una crítica de casi toda la filosofía anterior, pues, según Marx, “los filósofos se han
limitado a interpretar el mundo; de lo que se trata ahora es de transformarlo”.
La vida de los hombres es esencialmente práctica, es su trabajo, y no teórica (el
hombre de carne y hueso). De ahí que su objetivo esencial fuera el de transformar la
realidad social y no quedarse en un plano meramente teórico .Por eso su crítica se
centra especialmente en el Idealismo, donde la actividad humana queda reducida a
pensamiento y el hombre a un ser teórico: HEGEL, JOVENES HEGELIANOS… y
todos los filósofos idealistas y racionalistas anteriores son el objetivo de la crítica
marxista, que parten del hombre predicado, pensado, representado o imaginado.
Todos ellos serán calificados por Marx como “Ideólogos”, no han sabido ver la
auténtica realidad, la producción material, y se han quedado en las Ideas,
considerándolas como algo independiente y con vida propia, como si fueran el motor de
la historia.

Por otro lado, la filosofía marxista ejerció una fuerte influencia; muchos de sus
seguidores intentaron llevar esta doctrina a la práctica y, por lo tanto, ha tenido una gran
incidencia social y política. Inspiró, por ejemplo, la Revolución Rusa de 1917 y, bajo
sus ideas, los obreros de la Europa Occidental consiguieron una serie de derechos y
mejoras en su situación laboral, demostrando que el capitalismo era reformable, como
había dicho Marx.
Hubo posteriormente diferentes maneras de entender e interpretar el Marxismo y el
socialismo, una de ellas representada por Lenin, que representaba el marxismo oficial y
más ortodoxo.
Otra línea marxista, pero más heterodoxa, es la representada por la Escuela de Frankfurt
en Alemania (Adorno, Marcuse...), que hacen una dura crítica a la sociedad capitalista
actual.
Hay que señalar también como otros filósofos, como Popper y H. Arendt, han
rechazado y criticado al marxismo, porque consideran que, pretendiendo liberar a la
humanidad, lo que consiguió, allí donde se aplicó, fue la opresión y la violación de los
derechos humanos, además de la pobreza de la clase trabajadora.

Si nos remontamos hacía atrás, podemos considerar la filosofía platónica como


un antecedente del marxismo, al ser la primera teoría política de la historia. El objetivo
esencial de Platón, igual que el de Marx, es cómo conseguir una sociedad justa, aunque
difieren en la manera de entender esa justicia. Platón apuesta por una división y
jerarquización social, al frente de la cual estarían los filósofos; en cambio el objetivo
marxista es la desaparición de las clases y la igualdad de los seres humanos.
Un planteamiento similar encontramos en Locke, aunque se diferencia en el peso que
concede a la propiedad privada, como uno de los derechos naturales e inalienables del
individuo. Para Marx, en cambio, es la causa de las injusticias y las desigualdades, idea
apuntada ya anteriormente por Rousseau.

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