Adoradores insaciables
Como adoradores de Jesucristo vivimos en la tensin entre lo actual
y lo que aun no es. A partir del da en que lo recibimos, nuestras
almas hallaron su destino y razn de ser. Por Matt Redman
La realidad de su amor y su presencia invadi nuestros corazones, y
hallamos la plenitud. La Biblia revela que Dios es el que "sacia de bien tu
(nuestra) boca" (Salmos 103:5). Pero ese no es el cuadro completo.
Tambin somos adoradores insaciables, personas que solo vemos en
parte. Siempre llevaremos en nuestros corazones una santa frustracin: El
gemido interno de todos los creyentes que esperamos con entusiasmo "la
adopcin, la redencin de nuestro cuerpo" (Romanos 8:23).
Eugene Peterson escribi: "La adoracin no satisface nuestro hambre por
Dios, sino que despierta nuestro apetito". Cuanto ms vemos de Jess,
ms sabemos que aun hay ms por descubrir. Cuanto ms toca nuestras
vidas, ms nos damos cuenta de cun fervorosamente necesitamos que
l consuma cada parte de nosotros. La adoracin tambin origina tanto
preguntas como respuestas. Cada vislumbre que tenemos de Jess, as
tan maravillosa como es, es slo una gota en el ocano. Y cuanto ms
vislumbres tengamos, ms comenzaremos a descubrir cun inmenso es el
ocano. Somos personas que "buscamos descubrir ms de l", corazones
que lo adoramos en un viaje difcil pero gratificante. Un da alcanzaremos
nuestro destino final; pero por ahora, cada paso de nuestro caminar con
Dios es un pequeo anticipo de la gloriosa herencia que tenemos por
delante.
Muchas veces es muy alentador ver cunto hemos avanzado en nuestro
camino. En un muelle, las personas marcan las filigranas como
recordatorios de los niveles alcanzados por la marea en ese lugar. De la
misma manera, es muy bueno reflexionar en las cimas y depresiones que
tuvimos en nuestro andar. Cuando miro hacia atrs, comienzo a ver las
marcas de la gracia de Dios durante toda mi vida. Cuanto ms lejos miro,
ms veo cunto l ha formado y sanado mi corazn.
Hay otra razn por la que probablemente permanecemos como
adoradores insaciables en esta vida. Comenzamos a ver al mundo a
travs de los ojos del cielo. Cuanto ms vemos la perfeccin de Dios, ms
notamos la imperfeccin que nos rodea. Los verdaderos adoradores se
mueven con cuidado, toman conciencia de cmo est el mundo en el que
viven y desean marcar una diferencia dentro de la injusticia, la pobreza y