TECNOLOGÍA
Historia de la tecnología
Los artefactos tecnológicos son productos de una economía, una fuerza del crecimiento
económico y una buena parte de la vida. Las innovaciones tecnológicas afectan y están
afectadas por las tradiciones culturales de la sociedad. También son un medio de obtener
poder militar.
Siglo XX
Siglo XXI
En los pocos años que han transcurrido del siglo XXI la tecnología ha avanzado
rápidamente, progresando en casi todos los campos de la ciencia. La tasa de desarrollo de
los computadores es un ejemplo de la aceleración del progreso tecnológico, lo que lleva a
algunos a pronosticar el advenimiento de una singularidad tecnológica en este siglo.
En lugar de innovaciones específicas, White decidió que la medida por la cual juzgar la
evolución de la cultura era la energía. Para White la función principal de la cultura es
«aprovechar y controlar la energía». Divide el desarrollo humano en cinco estados: En el
primero, los hombres emplean la energía de sus propios músculos. En el segundo, usan la
energía de animales domesticados. En el tercero emplean la energía de las plantas
(revolución agrícola). En el cuarto aprenden a usar la energía de los recursos naturales:
carbón, petróleo y gas. En el quinto, consiguen aprovechar la energía nuclear. White
formula la ecuación P=E*T, donde E es una medida de la energía consumida, T es la
eficiencia de los elementos tecnológicos que la emplean. Dijo «la cultura evoluciona a
medida que se incrementa la energía aprovechada per capita, o a medida que incremente la
eficiencia de los métodos de transformación de la energía en trabajo». El astrónomo ruso
Nikolai Kardashev extrapoló esta teoría al crear la escala Kardashev, que categoriza la
energía usada por las civilizaciones avanzadas.
Lenski parte de una aproximación más moderna y se centra en la información. Como más
información y conocimiento posee una sociedad, más avanzada es. Identifica cuatro etapas
del desarollo humano, basadas en los avances en la historia de la comunicación. En la
primera etapa la información se transmite por genes. En la segunda, los humanos pueden
aprender y transmitir información mediante la experiencia. En la tercera empiezan a
emplear señales y desarrollar la lógica. En la cuarta crean señales, desarrollan la lengua y la
escritura. Los avances en la tecnología de comunicaciones se traducen en avances en el
sistema económico, el sistema político, la distribución de bienes, la desigualdad social y
otros aspectos de la vida social.
Por ello CABERO (1999) señala que la Tecnología Educativa es un término integrador (en
tanto que ha integrado diversas ciencias, tecnologías y técnicas: física, ingeniería,
pedagogía, psicología...), vivo (por todas las transformaciones que ha sufrido originadas
tanto por los cambios del contexto educativo como por los de las ciencias básicas que la
sustentan), polisémico (a lo largo de su historia ha ido acogiendo diversos significados) y
también contradictorio (provoca tanto defensas radicales como oposiciones frontales).
1.- Originalmente ha sido concebida como el "uso para fines educativos de los medios
nacidos de la revolución de las comunicaciones, como los medios audiovisuales, televisión,
ordenadores y otros tipos de "hardware" y "software".
2.- En un nuevo y más amplio sentido, se entiende como "el modo sistemático de concebir,
aplicar y evaluar el conjunto de procesos de enseñanza y aprendizaje teniendo en cuenta a
la vez los recursos técnicos y humanos y las interacciones entre ellos, como forma de
obtener una más efectiva educación". (UNESCO, 1984, 43-44).
Más recientemente diversos autores de nuestro país, Salinas (1991), AREA, CASTRO y
SANABRIA (1995), SANCHO et al. (1998), recogen los planteamientos anteriores y
señalan la existencia de dos formas básicas de entender la Tecnología Educativa, aunque
todas ellas coinciden en determinar como objeto central de la misma el apoyo y la mejora
de los procesos de enseñanza y aprendizaje y la resolución de los problemas educativos con
la ayuda de los recursos tecnológicos (su hipótesis de base consiste en que el aprendizaje
puede ser mejorado y que existen recursos y técnicas para lograrlo).
La tecnología hizo que las personas ganaran más control sobre la naturaleza y construyeran
una existencia civilizada. Gracias a ello, incrementaron la producción de bienes materiales
y de servicios y redujeron la cantidad de trabajo necesario para fabricar una gran serie de
cosas. En el mundo industrial avanzado, las máquinas realizan la mayoría del trabajo en la
agricultura y en muchas industrias, y los trabajadores producen más bienes que hace un
siglo con menos horas de trabajo. Una buena parte de la población de los países
industrializados tiene un mejor nivel de vida (mejor alimentación, vestimenta, alojamiento
y una variedad de aparatos para el uso doméstico y el ocio). En la actualidad, muchas
personas viven más y de forma más sana como resultado de la tecnología.
Durante las últimas décadas, algunos observadores han comenzado a advertir sobre algunos
resultados de la tecnología que también poseen aspectos destructivos y perjudiciales. De la
década de 1970 a la de 1980, el número de estos resultados negativos ha aumentado y sus
problemas han alcanzado difusión pública. Los observadores señalaron, entre otros
peligros, que los tubos de escape de los automóviles estaban contaminando la atmósfera,
que los recursos mundiales se estaban usando por encima de sus posibilidades, que
pesticidas como el DDT amenazaban la cadena alimenticia, y que los residuos minerales de
una gran variedad de recursos industriales estaban contaminando las reservas de agua
subterránea.
En las últimas décadas, se argumenta que el medio ambiente ha sido tan dañado por los
procesos tecnológicos que uno de los mayores desafíos de la sociedad moderna es la
búsqueda de lugares para almacenar la gran cantidad de residuos que se producen.
Por enumerar algunas consecuencias del mal empleo de la tecnología tenemos: la gran
cantidad de desechos radioactivos producidos por las actividades de las plantas nucleares,
la lluvia ácida producida por la contaminación atmosférica, el debilitamiento progresivo de
la capa de ozono producto del uso desmedido de los agentes fluorocarbonados, la
contaminación y constante desgaste de los suelos aptos para la siembra a causa del empleo
de pesticidas, herbicidas y otros agentes químicos tóxicos, entre muchos otros. Los
problemas originados por la tecnología son la consecuencia de la incapacidad de predecir o
valorar sus posibles consecuencias negativas. Se seguirán sopesando las ventajas y las
desventajas de la tecnología, mientras se aprovechan sus resultados.
Es interesante ver cómo en nuestros días y a través del tiempo se ha hecho difícil
diferenciar la tecnología de la ciencia. Son dos actividades únicas, separadas pero no
divorciadas, con naturalezas muy específicas pero con una profunda e íntima interrelación.
De manera general, la ciencia sería el “por qué conocer,” el “por qué llegar más allá” y el
“qué de las cosas y sus circunstancias”; una incansable búsqueda de la verdad. Mientras
que la tecnología es el “cómo conocer”, el “cómo aplicar” los conocimientos adquiridos
para resolver soluciones, crear cosas, con el fin de elevar cada día más la calidad de vida
del hombre. La tecnología moderna es predominantemente científica, ya que extrae sus
fundamentos teóricos de la ciencia pura o básica.
Los significados de los términos ciencia y tecnología han variado significativamente de una
generación a otra. Sin embargo, se encuentran más similitudes que diferencias entre ambos
términos.
En realidad, el concepto de que la ciencia proporciona las ideas para las innovaciones
tecnológicas, y que la investigación pura, por tanto, es fundamental para cualquier avance
significativo de la civilización industrial tiene mucho de mito. La mayoría de los grandes
cambios de la civilización industrial no tuvieron su origen en los laboratorios.
Las herramientas y los procesos fundamentales en los campos de la mecánica, la química,
la astronomía, la metalurgia y la hidráulica fueron desarrollados antes de que se
descubrieran las leyes que los gobernaban. Por ejemplo, la máquina de vapor era de uso
común antes de que la ciencia de la termodinámica dilucidara los principios físicos que
sostenían sus operaciones. Sin embargo, algunas actividades tecnológicas modernas, como
la astronáutica y la energía nuclear, dependen de la ciencia.
En los últimos años se ha desarrollado una distinción radical entre ciencia y tecnología.
Con frecuencia los avances científicos soportan una fuerte oposición, pero en los últimos
tiempos muchas personas han llegado a temer más a la tecnología que a la ciencia. Para
estas personas, la ciencia puede percibirse como una fuente objetiva y serena de las leyes
eternas de la naturaleza, mientras que estiman que las manifestaciones de la tecnología son
algo fuera de control
Es por todos sabido que el verdadero papel social de la tecnología debería ser, por ética y
moral, el elevar y mejorar la calidad de vida del hombre, haciéndola más acorde a su
desarrollo cognoscitivo e intelectual. Pero, lamentablemente, hoy en día podemos notar
cómo este objetivo se ha desvirtuado. Actualmente, el mismo hombre emplea todo el poder
de sus conocimientos en la creación de productos que atentan contra la dignidad de la vida
en todos sus aspectos. He aquí el punto más negativo y destructivo de la tecnología mal
empleada: la muerte y la continua degeneración de su propio creador. Un simple y
elocuente ejemplo es la tecnología militar destinada a la superioridad bélica y al rápido
exterminio del “enemigo”. El diseño y construcción de aviones supersónicos tipo cazas
cada vez más sofisticados, dotados de “armas inteligentes” que destruyen su objetivo con
un margen de error casi nulo. La producción a gran escala de armas atómicas, capaces de
arrasar y acabar en minutos con toda la vida existente en el planeta. En fin, viendo esto y
mucho más, es oportuno hacerse esta pregunta: ¿cuál es el fin perseguido por el hombre al
crear objetos o productos destinados a su propia aniquilación? En realidad, esto constituye
un verdadero acertijo, digno de investigar y resolver.
El tecnólogo
Ante todo, un tecnólogo debe ser un humanista. Una persona con valores morales y éticos
muy bien fundamentados, puesto que sus productos impactan de manera considerable el
orden social, económico, cultural y hasta político del mundo. Y es en este ámbito, el de la
moral y ética, en que se debe hacer hincapié.
El tecnólogo es un agente moral aun cuando sus decisiones y actos sean tachados de
inmorales por aquellos que son perjudicados por estos. Y, como es bien sabido, el
tecnólogo puede hacer daño, sea poniendo buena tecnología al servicio de malas metas, sea
empleando tecnología inherentemente perversa. En ello reside su poder. Y es por ello que
muchos estudiosos, notables, hombres de ciencia y filósofos como Mario Bunge apunta en
dirección de formular o crear la tecnoética , partiendo de una teoría de valores que permita
sopesar medios y fines, así como concebir las normas morales a imagen y semejanza de las
normas tecnológicas.