propia visin ms que por medio de una cierta vuelta, cuando viendo
el color ve que ve. Ahora bien, esta vuelta se da de modo incompleto
en el sentido, mientras que se produce de modo completo en el
intelecto, el cual
con una vuelta completa vuelve a conocer su esencia. Nuestro
intelecto en su estado actual se compara al fantasma como la vista a
los colores, como se afirma en el libro III de Sobre el alma, no
ciertamente para conocer los fantasmas mismos como la vista
conoce los colores, sino para conocer aquellas cosas de las que son
fantasmas; de ah que la accin de nuestro intelecto tiende en primer
lugar a aquellas cosas que se aprehenden por medio de los
fantasmas, y a continuacin vuelve para conocer su propio acto, y
ulteriormente a las especies, a los hbitos, a las potencias, y a la
esencia del alma misma; estas cosas, en efecto, no se comparan al
intelecto como objetos primeros, sino como aquello por lo que se
conduce hacia el objeto. RELACIONAR CON LA Q.85 A.2